Reflexiones sobre la tesis unitaria del Derecho Procesal

Anuncio
Reflexiones sobre la tesis
unitaria del Derecho Procesal
Lina Dorita Loayza Alfaro1
RESUMEN
El servicio de justicia presenta sin justificación alguna, dogmas procesales
desconcertantes para el usuario, pues ha diseñado modelos para cada especialidad
(civil, penal, constitucional, laboral, contencioso administritativo) no obstante
obedecer a los mismos principios trasnversales, situación que viene siendo
materia de estudio por parte del Derecho Procesal cientifico para superarlo. Este
artículo describe las alternativas para mejorar el diseño unitario.
Palabras Clave
Conflicto, litigio, teoría unitaria, dogmas procesales, publicista, inquisitivo,
autoritario, decisionista, trípode de Derecho Procesal.
Nociones generales
E
l debido Proceso en general, tiene que ver con el
respeto a las garantías y derechos fundamentales
que le corresponde a la persona en el propósito
de lograr la paz social luego de solucionados sus
conflictos intersubjetivos de relevancia jurídica, sea cual
fuere la naturaleza de estos (civil, penal, constitucional,
comercial, laboral, contencioso administrativo). Ante
esta necesidad, se requerirá de la legalidad del debido
proceso como un imperativo propio de la vigencia de un
estado de derecho y que tiene que ver directamente con
la efectividad de los principios rectores del proceso, que
en definitiva constituyen y dan contenido a la garantía
del debido proceso; esos principios rectores son la
columna vertebral de un sistema procesal válido según
Constitución, en el que se efectivizará la realización de
la justicia dirigido a propiciar una autentica seguridad
jurídica con miras a establecer el equilibrio de las fuerzas
vitales de los integrantes de una sociedad determinada.
Una sociedad que, hoy más que nunca,
sencillamente, no cree en la maquinaria judicial, ni en las
estructuras procesales con especialidad ideadas para
poner fin a los conflictos jurídicos desconfía, en suma,
de todo el sistema de justicia. Lo evalúa ineficiente,
lento, costoso, autoritario, imprevisible, decisionista y
hasta en algunos casos, corrupto.
Considero que se ha llegado a este punto, entre
otras razones, porque las fórmulas teóricas del proceso
en general han sido pergeñadas por la dogmática - y
consagradas en la normativa de los diferentes códigos
procesales con un claro corte autoritario – que por
su complejidad y ritualismo arcaico e inquisitivo no
1 Fiscal Superior (p) del Distrito Judicial de Lima. Docente de
la Escuela de Posgrado de la UIGV Lima lloayzaa@uigv.
edu.pe
funcionan, no dan respuesta clara y directa a la gente
que espera inmediatez en la solución de un conflicto y
por lo tanto, no contribuyen a otorgar credibilidad a los
sistemas de enjuiciamiento estatal. Quienes se enrolan
en esta postura dentro de la realidad peruana deben
dar un paso al costado y aceptar que puede haber una
salida doctrinaria y iusfilosófica distinta que nos saque
de este estado de postración.
En la actualidad, el derecho procesal está dividido
en diferentes ramas; constitucional, civil, comercial,
penal, laboral y contencioso administrativo, los que se
presentan como polos separados de las aguas comunes
por las que discurre la teoría general del proceso, por
lo tanto, cada uno con corte distinto, inspirados por
principios distintos, lo que los hace en algunos casos
opuestos y distantes de la fácil comprensión por parte
de los justiciables.
La respuesta de la teoría unitaria del
Derecho Procesal.
Modernas corrientes procesalistas2 vienen
denunciando los daños provocados por el modelo
procesal dividido, que por su propia complejidad y difusa
especificidad que se torna cada vez más autoritario e
incomprensible, daña tanto al derecho procesal científico
como a la prestación del servicio de justicia en el sentido
de que no existe justificación alguna (teórica y práctica)
para continuar avalando un conjunto de ideas que se
presentan como una suerte de dogmas procesales y
cada uno en una supuesta especialidad desconcertante
para el usuario.
Precisamente, se trata de refutar esas
proposiciones científicas, iusfilosófícas y normativas
2Omar A. Benabentos, 2002, Nociones sobre una teoría general unitaria del derecho procesal. Rosario, Editorial Juris.
1964
41
interiores POST GRADO2010.indd 41
30/12/2010 14:19:38
hoy en día, viene con jueces cada vez más
omnipotentes, en una relación con un director
que excede mayormente el poder conferido,
pretendiendo en algunos casos mitigar la labor de
las partes contrincantes superponiéndolos en el
ejercicio de sus intereses propios. Así, se impugna
las tesis que pretenden fortalecer, las potestades
inherentes a la investigación oficiosa y probatoria
en los procesos, la alteración de las reglas de la
carga de la prueba, y las que, invocando la lentitud
de la justicia, provocan supresión de derechos de
la parte demandada.
(supuestamente incontrastables) que han sido
elevadas, injustificadamente, por cierto, a la categoría
de auténticas dogmas de fe jurídico-procesales con
un falso estatus dentro del conocimiento científico,
situación a la que se llegó orquestando una repetida y
mecánica ponderación doctrinaria y normativa de ciertas
fórmulas, sin haberlas sometido –previamente- a la
reflexión crítica de la que eran merecedoras.
Con la visión unitaria del Derecho Procesal, cuya
corriente viene imponiéndose por la efectividad en la
atención al usuario, se ataca frontalmente el paradigma
de un esquema publicista-inquisitivo-autoritariodecisionista, de las denominadas ramas del Derecho
Procesal, fijando postulados científicos garantistas
comunes y compatibles a todas ellas para que
respondan fácilmente a la necesidad de los justiciables,
destinatarios finales a quienes hay que servir.
Características del Derecho Procesal que enfrenta
la tesis unitaria.
En esta división, se señalan ciertas características
que, podrían estar perjudicando la relación procesal, se
dice que es:
•
1964
Publicista: Porque se concede una excesiva
dimensión al carácter público, pues se agigantó el
papel que le corresponde al Estado en la contienda
trabada entre las partes. El resultado de este error
significó que la faz pública del proceso absorbió y
desplazó el conflicto jurídico de los particulares de
una forma desmedida. Así, se pretende desplazar
del conflicto a la víctima y ubicar al Estado como
centro y destinatario casi exclusivo del agravio
provocado. El Estado (en representación de toda
la sociedad) se asignó el papel del único sujeto
dañado por el hecho punible. Así, el conflicto penal
sumó al agravio que supone el menoscabo de los
bienes que sufre la persona ofendida por un delito,
un segundo daño: re – definir (equivocadamente)
ese conflicto penal desde la estricta óptica del
poder, desinteresándose de otras formas de
reparación más equitativas que la pena de prisión,
formas que podrían conjugar de un modo más
eficiente y racional el perjuicio ocasionado tanto a
la víctima como a la sociedad en su conjunto.
•
Inquisitivo: Se traduce en facultades probatorias
oficiosas, pruebas de oficio, o medidas para mejor
proveer, lo que –a decir de Benaventos3- aleja
cada vez más a los juzgadores del saber racional
del caso sometido a su conocimiento y lo sustituye
por el poder irracional que el propio sistema
adopta. Esta senda implica asumir sin más el
compromiso de proponer la descalificación de
los poderes inquisitivos del juez en los procesos,
proponiéndose la inconveniencia de la alteración
de las reglas de la carga de la prueba (cargas
probatorias dinámicas)
•
Autoritario: La jurisdicción que nos toca recibir
3 Destacan los argentinos Lino Enrique Palacio, Omar A. Benaventos,
Adolfo Alvarado Velloso
•
Decisionista: Potencia la permanente apelación a
la “verdad y la justicia” como supuesto fundamento
de justificación para resolver el caso, según el
particular criterio que tenga cada juez de lo que
es justo o verdadero, lo que, por la falta de una
adecuada apología a las razones desmigajadas,
entendidas y explicadas en cada caso, hace
inestable a todo el sistema. Al respecto, Adolfo
Alvarado Velloso enseña que, el juez, dentro de
sus deberes legales de resolución encuentra
el de fundar adecuadamente la decisión que
heterocompone el litigio, que exige que toda
sentencia «sea motivada con la construcción de
un razonamiento lógico suficiente para que un
hombre sensato pueda saber con certeza por qué
el juez falló en el sentido en que lo hizo y no en
otro»4.
Fundamentos para consolidar la posición
unitaria
Con estas nociones, se trata de convencer a la
comunidad científica que es posible terminar con la
división teórica que impera hasta hoy, y que es factible
y conveniente consagrar una tesis unitaria de todo
el Derecho Procesal, tener un único debido proceso
conforme Constitución, preciosa garantía connatural
que asegure que los ciudadanos de los Estados de
derecho democráticos no sean privados de su vida,
su libertad, su honra y sus bienes, sin antes haber
transcurrido por un debate jurisdiccional transversal
para todas las especialidades con igualdad de armas
para discutir en el mismo; un juez auténticamente
imparcial e independiente que lo dirima y) con
procedimientos uniformes y sencillos alejados de tensos
y estigmatizantes rituales, dentro de la Trilogía procesal
visualizado de perfil como una circunferencia en plena
rotación y movimiento, cuyo destino está orientado por
el fin social y particular del mismo, es decir “resolver el
conflicto y lograr la paz social en justicia”5 a través de:
a) la acción: como el derecho que tienen las personas
de acudir al órgano jurisdiccional con el objeto de que
se resuelva un conflicto de intereses; b) la jurisdicción:
como la facultad o autorización de que se encuentran
dotados los jueces, para impartir justicia mediante el
conocimiento de los hechos y la aplicación de la ley
al caso concreto; y c) el proceso: como el conjunto de
4 Adolfo Alvarado Velloso, (2000), Introducción al Derecho Procesal,
T.1, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, p. 27,
5 Hugo Botto Oakley. (2007), La congruencia procesal. Santiago de
Chile, Editorial Derecho, (p. 57):
42
interiores POST GRADO2010.indd 42
30/12/2010 14:19:38
actos jurídicos coordinados y sistematizados que se
desarrollan con la finalidad de alcanzar un fin que es la
solución al conflicto de interés por medio de la decisión
judicial.
Así las cosas, la concepción unitaria y garantista
del derecho procesal reposa en dos componentes
esenciales:
El objeto de conocimiento del Derecho Procesal;
Constituido por la relevancia jurídica de los conflictos
y su contingencia, precisando las características del
conflicto y el litigio (este último porque ha sido puesto
al debate en un sistema heterocompositivo para su
solución)
Los componentes del trípode del derecho procesal
científico: nos referimos a la acción, el proceso y
la jurisdicción; como elementos esenciales en todo
proceso y que de constituirse en un soporte único de
tres pilares unidos con criterios de equidad e igualdad
de armas, constituirán el debido proceso para cualquier
conflicto de relevancia jurídica.
Esta línea de entendimiento está protagonizada
especialmente por la corriente argentina del
procesalismo científico: Lino Enrique Palacio, quien no
admite la validez de las medidas autosatisfactivas ni de
la tutela anticipada. Así lo hizo saber al pronunciar su
voto -en disidencia- en el último Congreso Argentino de
Derecho Procesal. Encontramos también al profesor
Adolfo Alvarado Velloso, quien sostiene su tesis
garantista con particular esmero 6
Por otra parte, Juan Montero Aroca, quizás la
palabra más autorizada del procesalismo Español
actual, ya no cree más en un derecho procesal
autoritario7. Reconvirtió su pensamiento al punto de
sostener que una historia del procesalismo moderno
podría resumirse en el nacimiento de mitos que hoy no
6 Alvarado Velloso.(2004), Introducción al Estudio del Derecho
Procesal. T I, Rosario, Editorial Rubinzal primera edición
7 Juan Montero Aroca, (2005) Derecho jurisdiccional I. Parte General,
Valencia, Editorial lo Blach, 14ª edición,
resisten más el paso del tiempo (autoritarismo procesal,
mayores poderes y deberes para los jueces, pruebas de
oficio, etc.).
Como vemos, los valores que se persiguen
consolidar a través del sistema de enjuiciamiento
especializado son básicamente iguales, sin que valgan
argumentos relacionados a la naturaleza de cada
derecho sustantivo, pues el valor del análisis unitario
está en que las herramientas conceptuales que se
utilicen para su análisis permitan una sistematización
uniforme .
Particularmente, como indica Fairen Guillén
Víctor,8 “desde las perspectivas unitarias de la teoría
general del proceso construidas al hilo de la abstracción
del derecho de acción (Esto es lo que permite
calificar a esos cuatro títulos jurídicos: estatutarios,
subjetivos, familiares y administrativos como derechos
sustantivos, mientras que los de instancia son
formales, adjetivos o procedimentales) constata la
aspiración, de una simplicidad pura en que todas las
formas sirvan por igual a cualesquiera pretensiones
(civiles, comerciales, penales, laborales, de familia
y contenciosoadministrativas, así como las más
recientemente diferenciadas, correspondientes a los
llamados derechos de tercera generación, provenientes
de relaciones de consumo, continentes de intereses de
incidencia colectiva, etcétera)”.
Con esta nueva perspectiva mental, todas las
situaciones procesales, tanto en su origen, como en
su aplicación e interpretación, serían resueltas en un
estado de equidad entre los elementos del derecho
procesal, evitándose producir situaciones anormales
como la parcialidad, exceso o desvío de poder o el
excesivo formalismo, de las cuales son presas todos
los días tanto el legislador, como el juez o el abogado,
y cuyo único perjudicado finalmente es el usuario del
sistema.
8 Fairen Guillén Víctor, (1990) Doctrina general del derecho procesal,
Barcelona, Edit. Bosch,
1964
43
interiores POST GRADO2010.indd 43
30/12/2010 14:19:38
BIBLIOGRAFíA
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Alvarado Velloso, Adolfo (2004) Curso de teoría general del proceso. Lección 03 Argentina. Academia Virtual de Altos Estudios
Jurídicos.
____________________(2000). Introducción al estudio del derecho procesal. Santa Fe, Rubinzal-Culzoni.
Bielsa, Rafael (1993) Transformación del derecho en justicia, Buenos Aires, Editorial La Ley.
Botto Oakley, Hugo (2007) La congruencia procesal, Santiago de Chile, Editorial Derecho.
Goldschmidt, Werner (1955) Conducta y norma. Buenos Aires, Librería Jurídica Valerio Abeleado.
Ferrajoli, Luigi. (1998) Derecho y Razón. Tercera edición, Madrid, Trota.
Fairen Guillén, Víctor (1969) Temas del ordenamiento procesal. Madrid, Tecnos.
__________________(1990) Doctrina general del derecho procesal. Barcelona, Bosch.
Montero Aroca, Juan (2006) Introducción al derecho jurisdiccional (con referencia especial al derecho español y peruano).
Biblioteca Virtual de la Academia Virtual de Altos Estudios Jurídicos.
_________________ (2005) Derecho jurisdiccional I parte general,14ª edición, Editorial Tirant lo Blanch.
Peyrano W., Jorge, (2000) Aspectos concretos del proceso urgente y de la tutela anticipatoria. En Sentencia Anticipada. Santa
Fe, Argentina, Rubinzal Culzoni.
Artículo en Internet: Benabentos, Omar A. (2006), “Nociones Sobre una Teoría General Unitaria del Derecho Procesal”, tomado
el 18 de febrero (2010) http://www.cartapacio.edu.ar/ojs/index.php/ctp/article/viewFile/21/39 .
1964
44
interiores POST GRADO2010.indd 44
30/12/2010 14:19:38
Descargar