3.1 TEMA 3 Los sacramentos de la iniciación cristiana son el

Anuncio
TEMA 3
Los sacramentos de la iniciación cristiana son el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía.
El Bautismo nos incorpora a Cristo y a su Iglesia mediante el don del Espíritu Santo. La
Confirmación se ordena a la adultez del cristiano en la Iglesia y le capacita para su misión en el
mundo. La Eucaristía tiene su origen en las comidas del Jesús histórico, signo y anticipación del
banquete del Reino; en la última Cena celebrada antes de ser entregado; en los relatos de las
comidas con el Resucitado. Es memorial del sacrificio de Cristo, al que la Iglesia es incorporada.
Jesús se hace presente en los dones de pan y vino a través de una conversión que la teología ha
denominado transubstanciación.
TEMA 3
Los sacramentos de la iniciación cristiana son el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía.
El Bautismo nos incorpora a Cristo y a su Iglesia mediante el don del Espíritu Santo. La
Confirmación se ordena a la adultez del cristiano en la Iglesia y le capacita para su misión en el
mundo. La Eucaristía tiene su origen en las comidas del Jesús histórico, signo y anticipación del
banquete del Reino; en la última Cena celebrada antes de ser entregado; en los relatos de las
comidas con el Resucitado. Es memorial del sacrificio de Cristo, al que la Iglesia es incorporada.
Jesús se hace presente en los dones de pan y vino a través de una conversión que la teología ha
denominado transubstanciación.
INTRODUCCIÓN
Este tema trata los sacramentos de la iniciación cristiana. El tema lo vamos a desarrollar en
cinco partes: en la primera parte, se exponen las nociones de las categorías fundamentales en la
teología sacramental, para luego pasar a una explicación breve de por qué se llaman a estos
sacramentos, de iniciación cristiana. En la tercera parte, desarrollamos el sacramento del Bautismo
que es el primer sacramento que recibimos y necesario para recibir los demás sacramentos. Este
sacramento , por su propia naturaleza, requiere el acabamiento del sacramento de la Confirmación y
la culminación con el sacramento de la Eucaristía. En la cuarta parte, el sacramento de la
Confirmación, que como su misma denominación indica , confirma el Bautismo recibido. Y en la
quinta parte, trataremos el sacramento de la Eucaristía, sacramento principal, porque a él se refieren,
con él concluyen y sin él no tendrían sentido, los demás sacramentos.
ESQUEMA
A.- NOCIONES
SACRAMENTAL:
-
DE
LAS
CATEGORÍAS
FUNDAMENTALES
EN
TEOLOGÍA
Sacramentos
Símbolo, memorial y rito
Cristo autor-institutor de los sacramentos
Los sacramentos de Cristo y de la Iglesia
Los sacramentos: signos de fe y de gracia
Materia y forma de los sacramentos
Necesidad y eficacia de los sacramentos
Los efectos de los sacramentos
Requisitos para administrar los sacramentos
Disposiciones para recibir los sacramentos
Diversas dimensiones del símbolo sacramental
3.1
- El ministro de los sacramentos
B.- LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA:
-
Breve reflexión sobre su significado, su importancia, su preparación para recibirlos,
etc.
CIC 1229-1233
C.- EL BAUTISMO NOS INCORPORA A CRISTO Y A SU IGLESIA MEDIANTE EL DON
DEL ESPÍRITU:
1.- Nos incorpora a Cristo
- El símbolo bautismal
- El memorial del sacramento del Bautismo
- El rito bautismal
- CIC 1267
2.- Nos incorpora a su Iglesia
- Dimensión eclesial: incorporados a la Iglesia: pueblo sacerdotal, real y profético.
3.- Mediante el don del Espíritu Santo
- Dimensión pneumatológica: inmersión en la Santísima Trinidad
D.- LA CONFIRMACIÓN SE ORDENA A LA ADULTEZ DEL CRISTIANO EN LA IGLESIA:
1.- Fundamento bíblico del sacramento
2.- Dimensión eclesial
3.- Los efectos de la Confirmación (CIC 1302)
- Enriquecidos con una fuerza especial
- Vinculados más estrechamente a la Iglesia
- Difundir y defender la fe como verdaderos testigos de Cristo
E.- LA EUCARISTÍA:
1.- TIENE SU ORIGEN EN LAS COMIDAS DEL JESÚS HISTÓRICO, SIGNO Y
ANTICIPACIÓN DEL BANQUETE DEL REINO:
-
La dimensión escatológica
2.- TIENE SU ORIGEN EN LA ÚLTIMA CENA ANTES DE SER ENTREGADO, EN LOS
RELATOS DE LAS COMIDAS CON EL RESUCITADO:
-
Los relatos de la institución de la Eucaristía
La dimensión cristológica-pascual: palabras de Jesús sobre el pan y el cáliz
3.- LA EUCARISTÍA ES EL MEMORIAL DEL SACRIFICIO DE CRISTO, AL QUE LA
IGLESIA SE INCORPORA: (CIC 1362 ss).
3.2
a) Carácter sacrificial de la dimensión cristológica-pascual de la Eucaristía
b) ¿En qué consiste el sacrificio-acontecimiento- de Cristo?
- El sacrificio existencial de Cristo
- La ofrenda y el sacrificio
- El sacrificio simbolizado, ritualizado en la Eucaristía
- La Eucaristía, sacrificio en el NT.
4.- JESÚS SE HACE PRESENTE EN LOS DONES DE PAN Y VINO A TRAVÉS DE LA
TRANSUBSTANCIACIÓN:
- La presencia real, verdadera y substancial de Cristo en la Eucaristía
- La presencia substancial de Cristo en la Eucaristía: en el NT. y en los Santos Padres
- Plegarias eucarísticas
- El término transubstanciación y las sagradas especies.
A.- NOCIONES
SACRAMENTAL:
DE
LAS
CATEGORÍAS
FUNDAMENTALES
EN
TEOLOGÍA
Al iniciar nuestra reflexión sobre este tema es necesario aclarar desde el principio el significado de
los términos más usados:
-
Sacramentos
3.3
Son un encuentro dual -personal y comunitario a la vez- con Cristo, quién a través de ellos nos
comunica su gracia. (Son siempre comunitarios porque la Iglesia es el primer sacramento por medio
del cual se nos da la gracia).
Son signos eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia, para la
santificación de los hombres.
-
Símbolo, memorial y rito
Para que haya sacramento se tiene que dar: símbolo, memorial y rito
• SÍMBOLO SACRAMENTAL: es un signo, es decir, la unión de un SIGNIFICANTE Y SU
SIGNIFICADO. Pero en el símbolo sacramental: el significado es también significante, por
eso se trata dela unión de dos significantes que por analogía significan lo mismo: uno
invisible y otro visible. Siempre el invisible (o imperecedero) será Cristo que actúa a través
de lo visible (o perecedero).
La unión de los dos significantes es
a)
REAL de manera que el significante invisible transparece en el significante
visible (epifanía) y es recognoscible (por la fe).
b)
DINÁMICA es la unión de una acción visible y de una acción invisible. Ejemplo:
en el sacramento del bautismo la acción visible es la acción del ministro visible
de introducir en agua y sacarlo del agua, y la acción invisible es la acción del
ministro invisible: Cristo, de meter a alguien en “el agua” del acontecimiento de
sí mismo, de su vida, del momento culminante de su vida (muerte-sepultura),
para sacarlos consigo mismo (resurrección). Son dos acciones que significan lo
mismo: VIDA, pero a distinto nivel: vida perecedera y vida imperecedera.
• MEMORIAL: ¿cómo garantizamos la presencia real del significante invisible? Esta
presencia real del significante invisible, Cristo, en los símbolos sacramentales, es posible
gracias a la decisión soberana del mismo Cristo; decisión que él ha condicionado a la
CONMEMORACIÓN-memorial- que hagamos de Él, de su persona, de su vida, realizando
la acción significante visible, por Él instituida.
Es la EVOCACIÓN ( no se trata de “un recuerdo” sino de hacer presente “aquí y ahora”)
con “palabras y con gestos” de la persona de Cristo, del acontecimiento de su vida salvífica,
de modo que el evocado, conmemorado, se hace real, aunque invisiblemente presente en la
acción visible del símbolo sacramental. Y dado que el “evocado” existe para siempre y es el
futuro, la evocación del pasado es simultáneamente evocación del futuro, la evocación del
pasado incluye la súplica eficaz del futuro, que se anticipa.
El memorial sostiene la acción simbólica y actualiza el misterio de Cristo.
• RITO: Es la misma acción simbólica sacramental, considerada en su dimensión social
(eclesial). Es la acción simbólica, propia de un grupo religioso, Iglesia, en la cual el grupo
religioso, Iglesia, se expresa; expresa su creencia, fe: una sola creencia (Fe) en todos los
tiempos y lugares. Entonces el rito por su naturaleza es repetitivo, tiene que ser repetido
(“cuantas veces hagáis esto... “) y, por tanto, tiene que ser fijo, fijado. En el caso de las
acciones simbólicas (ritos) sacramentales, lo esencial de las mismas ha sido fijado (“haced
esto...’) por Cristo, que las ha instituido; y no hay autoridad humana (eclesial), que pueda
alterarlo.
Salvo lo esencial de cada sacramento, todo aquello que en las acciones simbólicas
sacramentales ha sido fijado (instituido) por la Iglesia, por la autoridad competente de la
Iglesia, ésta puede cambiarlo.
3.4
• La palabra “MISTERIOS” (en plural), como sinónimo de sacramentos, es equivalente a
símbolo sacramental. Todo lo que hemos dicho del Símbolo Sacramental, dígase del
Misterio, sinónimo de Sacramento.
Por misterios entendemos también los diversos momentos de la vida salvífica Cristo, la
encamación, el nacimiento, la pasión, la resurrección. (imposible enumerarlos todos aquí
Podemos entonces decir que en los misterios (sacramentos, símbolos sacramentales) se
rememoran-actualizan los misterios (la vida de Cristo); en el fondo el misterio (tal como se
define en las Cartas Paulinas).
El don de la salvación, en la economía actual querida y establecida por Dios, le viene al
hombre por medio de Cristo y en Cristo, sacramento de Dios, a través de la Iglesia,
sacramento de Cristo, mediante los signos sacramentales, los sacramentos de Cristo y de la
Iglesia.
-
Cristo autor-institutor de los sacramentos
Dado que “sacramento” significa revelación y don de la salvación de Dios en y a través de una
forma externa y visible, Cristo con su encarnación es el primer gran sacramento. Cristo realiza en
sentido absoluto la presencia de Dios entre nosotros.
La humanidad de Cristo es el misterio-sacramento único, singular y extraordinario del encuentro
salvífico del Padre con los hombre en el Espíritu Santo. Dios ha querido salvar al hombre mediante
la carne de Cristo asumida por la divinidad.
DV 4 Jesucristo, en la visibilidad de su humanidad, es sacramento de Dios.
La obre de la salvación realizada por Cristo de una vez para siempre en su misterio pascual se sigue
ofreciendo hoy a todo creyente a través de los sacramentos. Jesús instituye los sacramentos: a) de
forma explícita (bautismo, eucaristía y penitencia) y b) de forma implícita (los demás), porque
desde el principio hay indicios rituales, gestos sacramentales que refieren la intención de Cristo, la
Iglesia explicitará estos gestos simbólicos de Jesús que manifiestan la salvación.
-
Los sacramentos de Cristo y de la Iglesia
Después de Cristo, e inseparablemente ligada a Él, la Iglesia es también misterio de salvación para
todas las gentes. La iglesia tiene como fin mostrar a Cristo, conducir a Él y comunicar su gracia
(mediante el anuncio de la palabra, los sacramentos y el testimonio).
Así como Cristo es el sacramento de Dios y la iglesia lo es de Cristo, del mismo modo los
sacramentos son “sacramentos de Cristo y dela Iglesia”.
En los sacramentos actúa Cristo, de forma invisible pero directa, ¿cómo lo hace? A través del
Espíritu Santo en la Iglesia.
En los sacramentos de la Iglesia es el Espíritu el que realiza en nosotros lo que se consumó en
Cristo; interioriza su misterio y nos aplica sus frutos y hace que se convierta en “misterio nuestro”.
Los sacramentos están ordenados a la santificación del hombre: transmiten la eficacia de la
salvación, comunican la gracia, rinden culto a Dios, ponen en contacto con el plan salvífico
incorporando a Cristo y edifican la Iglesia estructurándola como cuerpo de Cristo; además, en
cuanto signos, tienen también la función de instruir. (SC 59)
3.5
-
Los sacramentos: signos de fe y de gracia
•
Los sacramentos, según el CV II (SC 59), son signos de fe que:
EXPRESAN LA FE DE LA IGLESIA: porque los sacramentos son signos sacramentales que la
Iglesia realiza en el nombre y con la autoridad de Cristo.
EXPRESAN LA FE DEL SUJETO QUE LOS RECIBE: LA SUPONEN sin la fe en Cristo y en
su obra salvífica no se da la acción sacramental salvífica (Mt 16, 15; He 8, 37s); Todos los
sacramentos son una profesión y una confesión de fe en Cristo Señor.
NUTREN Y ROBUSTECEN LA FE DEL CREYENTE: Sin la fe, los sacramentos no podrán
indicar el acercamiento al que es inaccesible siempre en sí mismo y nunca plenamente comunicable.
•
Los sacramentos a su vez, son signos de la gracia, porque en ellos Dios se da totalmente al
hombre para elevarlo, transformarlo e introducirlo en la comunicación de su naturaleza divina.
Esta gracia, es única (=gracia santificante), aunque cada sacramento la confiere según su
modo propio (=gracia sacramental).
Los sacramentos, como signos de la gracia, poseen una profundidad tridimensional:
- son ANAMNESIS y memorial de la Pascua de Cristo.
- son EPÍCLESIS y actuación, porque colman el alma de gracia.
- son ANTICIPO y prenda de la gloria futura.
-
Materia y forma de los sacramentos
Los símbolos sacramentales son símbolos “historizados”, en ellos se revela, trasparece, el
acontecimiento histórico salvífico de Dios en Cristo, para ello han de ir acompañados de la palabra
reveladora; la palabra de la revelación de Dios en la Historia.
MATERIA es la acción-gesto simbólico principal, en la que se hace uso de algo (agua, pan..) y
FORMA son las palabras (sacramentales) que acompañan a la acción-gesto principal
-
Necesidad y eficacia de los sacramentos
Los sacramentos son los medios necesarios “ORDINARIOS” para la salvación, pero los hay
“extraordinarios”, ya que está fuera de duda que Dios puede otorgar su gracia a los hombres por
caminos extrasacramentales.
Sin embargo los sacramentos constituyen los instrumentos ordinarios de la gracia, que santifica,
transforma y deifica al hombre.
-
Los efectos de los sacramentos
Los sacramentos ante todo confieren:
•
•
LA GRACIA SANTIFICANTE común a todos los sacramentos, que es “la íntima comunión
de vida con Cristo y, con ello, la participación en su naturaleza divina” (2 Pe 1,4).
LA GRACIA SACRAMENTAL que es propia y específica de cada sacramento. Ésta añade a
la anterior una ayuda divina determinada, a propósito para hacer conseguir el fin propio de
cada sacramento”, porque cada sacramento confiere una especial configuración con Cristo y
da frutos específicos.
3.6
•
-
EL CARÁCTER SACRAMENTAL es producido por tres de los siete sacramentos (bautismo,
confirmación y orden), se trata de una relación indeleble con Cristo y con la Iglesia. El
carácter se trata de un signo:
- CONFIGURATIVO: imprime los rasgos del verbo encarnado, su misma imagen.
- DISTINTIVO: distingue de todos los demás al que lo recibe.
- DISPOSITIVO: dispone a la gracia.
- DEPUTATIVO: destina al culto, a la caridad, a la misión.
- EXIGENTE: requiere la gracia y el deber de cumplir las obligaciones recibidas
mediante el carácter sacramental.
Requisitos para administrar los sacramentos
•
PARA LA VALIDEZ las cualidades exigidas en el ministro son:
o IDONEIDAD: es estar en posesión de la necesaria potestad – generalmente la ordenación y
la misión canónica por parte del Obispo.
o INTENCIÓN DE HACER LOS QUE HACE LA IGLESIA porque el ministro es una
persona llamada a insertarse en la voluntad salvífica de Cristo y dela Iglesia.
Para la validez no es necesaria de suyo la fe y la santidad del ministro porque los
sacramentos son por sí mismos cosas santas, independientemente de los hombres.
•
PARA LA LICITUD se requiere en el ministro:
o FE, SANTIDAD Y COMUNIÓN CON LA IGLESIA porque en los ministros debe
reflejarse la santidad de la Iglesia, lo mismo que en el rostro de la Iglesia se refleja la
santidad de Cristo.
Puede ocurrir que se celebren sacramentos administrados de forma válida, pero no
lícitamente ( por ejemplo en los sacramentos administrados por cismáticos).
-
Disposiciones para recibir los sacramentos
Las cualidades son:
• para recibir válidamente los sacramentos: FE e INTENCIÓN DE RECIBIRLOS
• para recibirlos dignamente se requiere: FE, INTENCIÓN, LA CONVERSIÓN Y EL
ESTADO DE GRACIA.
A los pastores se les pide que preparen a los que piden los sacramentos con la debida
evangelización y formación catequética. (CIC 843).
-
Diversas dimensiones del símbolo sacramental
Los sacramentos presentan varias dimensiones que se correlacionan:
D. CRISTOLÓGICA PASCUAL, porque en los sacramentos se simboliza (se significa y se
hace presente) el Misterio de Cristo, de su Pascua; misterio que purifica, renueva, transforma,
diviniza.
D. PNEUMATOLÓGICA, manifiestan la presencia del Espíritu Santo
D. ECLESIOLÓGICA a través de los sacramentos la Iglesia es engendrada y santificada, crece,
se robustece, se perfecciona, se purifica y realiza su misión.
D. ESCATOLÓGICA porque en los sacramentos se nos anticipa el “eschaton” = el final, lo
definitivo, nuestro futuro en Cristo.
3.7
-
El ministro de los sacramentos
•
El MINISTRO o AGENTE PRINCIPAL de los sacramentos es Cristo ¿porqué? porque los
sacramentos son “acciones salvadoras de Cristo”. En realidad es toda la Santísima Trinidad la
que obra en los sacramentos (en cuanto que el Hijo es inseparable del Padre y del Espíritu
Santo):
- el Padre: porque da su voluntad salvífica al Hijo encarnado,
- el Hijo, mediador y redentor que realiza esta obra con el misterio de su pascua.
- El Espíritu porque es el santificador y continuador de la obra de Cristo en la Iglesia. Por él
Cristo se apodera del hombre en los sacramentos y lo introduce en su obra de salvación.
- Y también la Iglesia, en cuanto a que Cristo resucitado obra a través de ella.
•
Existe pues, un SUJETO MINISTERIAL de los sacramentos, ya que Cristo y su Iglesia obran
por medio de los ministros; ellos están llamados a obrar IN PERSONA CHRISTI y EN
NOMBRE DE LA IGLESIA (en nombre y con la autoridad de Cristo y de la Iglesia) En la
persona del ministro visible trasparece Cristo. Y esto es así, en virtud del poder otorgado por
Cristo al ministro visible.
B.- LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA:
-
Breve reflexión sobre su significado, su importancia, su preparación para recibirlos, etc. (CIC
1229-1233)
Desde los tiempos apostólicos, para llegar a ser cristiano se sigue un camino y una iniciación que
consta de varias etapas. Este camino comprende siempre unos elementos esenciales: el anuncio de
la palabra, la acogida del Evangelio que lleva a la conversión, la profesión de fe, el bautismo, la
efusión del Espíritu Santo, y el acceso a la comunión eucarística.
Cuando se habla de los tres sacramentos de la Iniciación cristiana, se entienden los sacramentos
del bautismo, Confirmación y Eucaristía en la primera comunión; las posteriores participaciones en
el sacramento de la Eucaristía, evidentemente, no son ya Iniciación cristiana.
Se llaman sacramentos de la Iniciación cristiana porque:
1.
En estos tres sacramentos culmina y se expresa la Iniciación cristiana, en la que consiste el
catecumenado de adultos o de niños en edad catequética. En el caso de los niños sin uso de razón, el
Bautismo es también sacramento de Iniciación cristiana virtualmente, supuesto el compromiso de
los padres de educarlos en la fe de la Iglesia.
2.
En estos tres sacramentos somos “iniciados”, introducidos, en el misterio de Cristo.
C.- EL BAUTISMO NOS INCORPORA A CRISTO Y A SU IGLESIA MEDIANTE EL DON
DEL ESPÍRITU:
1.- Nos incorpora a Cristo
-
El símbolo bautismal
Consiste en la unión de dos realidades significantes : una visible -el agua- y otra, invisible
__Cristo “agua”- que en razón de su semejanza significan lo mismo vida ( del agua brota la vida ),
pero a distinto nivel. El significante visible ( agua) significa da, vida perecedera; el significante
invisible ( Cristo-”agua” ) que, en su razón de la semejanza y por decisión soberana, se hace
presente en el significante visible, significa da, vida imperecedera.
3.8
La acción simbólica bautismal visible consiste en introducir al bautizado en el agua,
mediante el ministro visible (por inmersión o por infusión ) para inmediatamente sacarlo del agua
(emersión, ¡salvamento! ). El bautizado es pues, sumergido en el agua (que ahoga, da la muerte ) y
es “sacado de pila”, emergido (del agua que da la vida) y simultáneamente con la acción simbólica
visible del ministro que actúa, acontece la acción simbólica invisible: que consiste en, sumergir, el
ministro invisible, Cristo, al bautizado en el “agua” del acontecimiento culminante de su vida
salvífica (pasión, muerte y sepultura); para sacarlo (resurrección) con Él a una vida nueva (eterna,
gloriosa).
“Cristo nos sumerge en el “Agua” de sí mismo = nos incorpora” Cf CIC 1267 y ss.
-
El memorial del sacramento del Bautismo
Fundamento del símbolo es la presencia de Cristo, ministro invisible, que ha condicionado
su presencia activa en y a través del ministro visible al memorial (conmemoración, evocación) que
se haga de Él, de su vida, de su obra salvífica.
El memorial sacramental se hace en el conjunto (celebración) de la acción simbólica visible
(con palabras, acciones y gestos) y tiene su expresión técnica en la plegaria mayor de la celebración
bautismal: plegaria de bendición del agua, en la que evocamos a Cristo (“agua”): la salvación de
Dios en Cristo a través de (en clave de ) agua.
- El rito bautismal
Es el símbolo fijado y repetible en la Iglesia. Esta acción simbólica, visible, fijada por Cristo,
consiste en la inmersión en agua y en la emersión del agua siendo por tanto inalterable e
insustituible por ninguna otra acción simbólica; es la “sustancia” (esencia) del símbolo visible del
sacramento del bautismo.
2.- Nos incorpora a su Iglesia (CIC 1267- ss)
El bautismo hace de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo. El bautismo incorpora a la
iglesia, de él nace el único pueblo de Dios de la Nueva Alianza que trasciende todos los límites
naturales o humanos de las naciones, culturas, razas, sexos. “Porque en un solo Espíritu hemos sido
todos bautizados, para no formar más que un cuerpo” (1Co 12, 13)
Los bautizados vienen a ser “piedras vivas” para edificación de un edificio espiritual, para
un sacerdocio santo. 1 Pe 2, 5. Por el bautismo participamos del sacerdocio de Cristo, de su misión
profética y real, somos “linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para
anunciar las alabanzas de aquel que os ha llamado de las tinieblas a la admirable luz. (1Pe 2, 9).
El bautismo hace participar en el sacerdocio común de los fieles. Y es la entrada en una familia: la
Iglesia; la familia de Dios, que es la comunidad de Jesucristo guiada por el Espíritu, enviada a
comunicar a las gentes la salvación, y en la que son acogidos los nuevos hijos de Dios. (LG 11)
El bautizado ya no se pertenece a sí mismo, sino al que murió y resucitó por nosotros. Está
llamado a someterse a los demás, a servirles en la comunión dela Iglesia. A su vez el bautizado
tiene derecho, dentro de la Iglesia, a recibir los sacramentos, a ser alimentado con la Palabra de
Dios y ser sostenido por los otros auxilios espirituales de la Iglesia.
3.- Mediante el don del Espíritu Santo
-
Dimensión pneumatológica: inmersión en la Santísima Trinidad: Por el bautismo entramos
en comunión con las tres personas. En este segundo nacimiento somos enriquecidos con
bienes existentes en Dios Padre mediante su Hijo con el Espíritu Santo.
3.9
Esta dimensión hace en nosotros:
en relación al Padre: hijos adoptivos de Dios.
en relación al Hijo: bautizados en Cristo y revestidos de El.
en relación al Espíritu Santo: nos convertimos en templo suyo.
El símbolo agua-Cristo-agua y el símbolo agua-Espíritu Santo-agua son equivalentes. Cristo
no nos hace nada a nosotros, en nosotros, si no es en, con, por, el Espíritu Santo; y el Espíritu Santo
no hace otra cosa que traemos a Cristo.
D.- LA CONFIRMACIÓN SE ORDENA A LA ADULTEZ DEL CRISTIANO EN LA IGLESIA:
1.- Fundamento bíblico del sacramento: este sacramento está suficientemente atestiguado en
el NT:
•
•
•
La confirmación en Samaria y Éfeso: tenemos indicios rituales en Hechos 8, 14-17 y 19, 5-6. En
ambos casos tenemos los dos elementos constitutivos del sacramento: gesto y palabra: el gesto
de la imposición de manos sobre la cabeza a recién bautizados, junto con la oración que
acompaña al gesto. Gesto y palabra con vistas a la donación del Espíritu Santo, cuyos efectos
carismáticos se constatan.
La “confirmación de Jesús en el Jordán”: cuando al subir de las aguas del Jordán se posa sobre
Él el Espíritu Santo.
La “confirmación de los apóstoles en Pentecostés”: cuando el Espíritu Santo se posó sobre ellos
en forma de lenguas de fuego. Es muy probable que la “bendición” de Jesús (imponiendo sus
manos sobre los discípulos Lc 24, 50-51) tenga relación con la efusión del Espíritu Santo en
Pentecostés. La bendición con la imposición de manos en el momento de la ascensión, si
tenemos en cuenta el contexto (el cumplimiento inminente de la promesa de enviarles el Espíritu
Santo), es sin duda gesto expresivo dela comunicación del don del Espíritu Santo.
2.- Dimensión eclesial está en la misma línea que la dimensión eclesial del bautismo. Por el
sacramento de la confirmación se perfecciona (profundiza) nuestra incorporación a la Iglesia-cuerpo
de Cristo. La incorporación (enraizamiento) de los miembros en el Cuerpo de Cristo es obra del
Espíritu Santo. La incorporación a la Iglesia se entiende como miembros activos, corresponsables
en la misión de la iglesia, en la triple función dela iglesia: real, sacerdotal y profética: todo
bautizado-confirmado es corresponsable de la solicitud pastoral de la Iglesia (función real); y está
llamado a vivir y expresar sacramentalmente el sacerdocio común de los fieles (función sacerdotal);
y a dar testimonio de Cristo ante el mundo con palabras y con signos de vida cristiana (función
profética).
3.- Los efectos de la Confirmación (CIC 1302-ss)
- Enriquecidos con una fuerza especial
Esa fuerza especial es el don inefable del mismo Espíritu Santo. Es una energía divina, que eleva al
hombre por encima de su fragilidad y le introduce en el mundo de Dios.
Decimos que es “especial” porque a pesar de que es por el bautismo se nos ha dado el Espíritu
Santo, por el cual somos hechos hijos de Dios, ahora es una renovada efusión del mismo espíritu
con miras a obrar de acuerdo con la vocación de los hijos de Dios. Es la llamada profética que
confirma al bautizado y lo autentifica delante de la comunidad para que pueda conducirse de hecho
conforme a su ser de hijo de Dios, existente en él desde el bautismo.
- Vinculados más estrechamente a la Iglesia
El Espíritu Santo que es el principio de la comunión trinitaria, es también el principio constitutivo
de la comunidad eclesial.
3.10
- Para difundir y defender la fe como verdaderos testigos de Cristo
Estamos llamados a hacer que el evangelio impregne todos los poros de nuestra sociedad. El
Espíritu de la confirmación nos confiere una misión en el seno de la Iglesia: la de testimoniar con
perfecta fidelidad a Cristo y ser heraldo del evangelio, y él mismo nos reviste de fortaleza.
E.- LA EUCARISTÍA:
1.- TIENE SU ORIGEN EN LAS COMIDAS DEL JESÚS HISTÓRICO, SIGNO Y
ANTICIPACIÓN DEL BANQUETE DEL REINO:
-
La dimensión escatológica
El banquete de la eucaristía es siempre anticipación del banquete celestial (escatológico): el
reino glorioso, eterno, prefigurado bajo la imagen del banquete. El banquete es signo de comunión
vital en la plenitud de la vida imperecedera, dichosa de Dios. Esta plenitud de vida el Señor nos la
anticipa con sus frecuentes comidas con unos y otros, en la multiplicación de panes y peces; pero,
sobre todo, nos la anticipa en el banquete de la eucaristía.
En el memorial de la eucaristía, no sólo evocamos el acontecimientos salvífico de Cristo, cumplido
(ya sí) en el pasado histórico, sino que evocamos también el mismo acontecimiento salvífico de
Cristo, que todavía no se ha cumplido en nosotros definitivamente y en el que consiste nuestro
futuro.
2.- TIENE SU ORIGEN EN LA ÚLTIMA CENA ANTES DE SER ENTREGADO, EN LOS
RELATOS DE LAS COMIDAS CON EL RESUCITADO:
-
Los relatos de la institución de la Eucaristía
Son cuatro: Mt.26, 26-30; Mc. 14, 22 – 26; Lc. 22, 15 – 22; 1 Cor. 11, 23 – 26. Y suponen el
esquema guión de la celebración de la cena (pascual) judaica, en el curso de la cual el Señor
instituyó la eucaristía.
- La dimensión cristológica-pascual: palabras de Jesús sobre el pan y el cáliz
Esta es la dimensión principal del símbolo sacramental. En la eucaristía se hace presente, en
virtud del memorial, la pascua de Cristo; es decir, su vida, toda ella salvífica, que culmina con el
acontecimiento de la pascua (Paso), para que nosotros, comiendo y bebiéndolo a Él, pasemos con
Él.
Esta dimensión está expresada en el NT:
Lc. 22, 19, 1 Cor 11, 24: “Este es mi cuerpo (mi persona, mi vida) entregado ( a la muerte) por (a
favor de, en provecho de) vosotros”. Esta preposición “por” implica la resurrección.
Mt. 26, 28 ; Mc. 14, 24 Lc. 22, 20 ; J Cor. 11, 25 “Esto es mi sangre (mi persona, mi vida)
derramada (entregada hasta la muerte) por (a favor de, en provecho de) todos”.
El término derramada expresa con claridad la entrega de la vida hasta la muerte.
1 Cor. 10, 3 “Todos comieron el mismo alimento espiritual y todos bebieron la misma bebida
espiritual”.
3.- LA EUCARISTÍA ES EL MEMORIAL DEL SACRIFICIO DE CRISTO, AL QUE LA
IGLESIA SE INCORPORA: (CIC 1362 ss).
3.11
a) Carácter sacrificial de la dimensión cristológica-pascual de la Eucaristía
La eucaristía memorial de Cristo, de su pascua, entendida en clave sacrificial. En el N.T. no
aparece el término “sacrificio” aplicado a la eucaristía. La Patrística afirma que la eucaristía es
sacrificio y también memorial del sacrificio. A finales del siglo I (ya la Didajé) se afirmaba que la
eucaristía es un sacrificio y dos parecen ser las razones: los cristianos son acusados por los judíos y
paganos de ser una religión sin sacrificios. Y el texto de Malaquías 1, 10 - 11, 14 en el que el
profeta anuncia el culto auténtico en los tiempos mesiánicos.
b) ¿ En qué consiste el sacrificio-acontecimiento de Cristo?
El sacrificio existencial de Cristo. La ofrenda y el sacrificio.
Utilizando las categorías ofrenda y sacrificio para un mejor entendimiento vemos que
ofrenda se deriva de ofrecer, llevar hacia arriba. Jesucristo desde el primer instante de su existencia,
vive su vida incesantemente ofreciéndola elevándola al Padre “Aquí estoy para hacer tu voluntad”
(Salmo 40).
Sacrificio, sacrificada, hecha sagrada (sacrificar = hacer sagrado, sacrificar hacer santo). Es pues la
vida (humana) de Cristo, que se hace santa, sagrada. La vida de Cristo, que ya era santa, sagrada,
por el misterio de la encarnación, llega a ser santa, sagrada (se santifica, se sacrifica), en, por, su
ofrenda (elevación) al Padre, pues santo, sagrado es lo que entra en relación con Dios.
El sacrificio existencial de Cristo, simbolizado, ritualizado en la Eucaristía
Esta ofrenda-sacrificio que tiene su momento culminante en la resurrección-ascensión
gloriosa, llega así a su consumación. Esta ofrenda-sacrificio de Cristo realizada una vez para
siempre, Cristo en virtud del memorial no las presenta en el sacramento de la eucaristía, sacramento
del sacrificio, y así nosotros por el bautismo hemos sido constituidos sacerdotes “pueblo sacerdotal”
cuya cabeza es Cristo, sumo y eterno sacerdote.
El ejercicio de nuestro sacerdocio común de ofrecer nuestra vida en Cristo, que se realiza día a día,
durante nuestra existencia, tiene su momento culminante, en el sacramento de la eucaristía,
sacramento del sacrificio de Cristo y sacramento de nuestro sacrificio en Cristo.
La Eucaristía, sacrificio en el NT.
Lc 22, 19yI Cor 1], 24: “Mi cuerpo entregado por vosotros” tiene sentido sacrificial, se trata de una
vida, que es entregada para ser provechosa, porque expía los pecados ( sacrificio expiatorio) o
porque da la vida (sacrificio de comunión).
Mc 14, 24 ,~ Mt 26, 28 , Lc 22, 20, 1 Cor 11, 25 En las palabras sobre el Cáliz, resuenan casi
literalmente las palabras referentes al sacrificio fundacional de la Primera Alianza. “Moisés tomó el
resto de la sangre y roció con ella al pueblo diciendo : Esta es la sangre de la alianza, que el Señor
hace con vosotros” (Ex 24, 8) . Mateo afirma que se trata de un sacrificio expiatorio que purifica.,
“perdona los pecados”.
Cor 10, 21-22: el apóstol da por supuesto el carácter sacrificial de la eucaristía al comparar “el
Cáliz del Señor” y “la mesa del Señor” con las bebidas y comidas de los paganos.
Jn 5, 51 : “el pan, que Yo os daré es mi carne para la vida del mundo” es la frase más importante
del discurso-promesa sobre el pan de vida.
Por último hay que señalar que Jesús instituye la eucaristía en el marco de un banquete sacrificial,
en el que se come el cordero pascual, que ha sido inmolado en el templo.
3.12
4.- JESÚS SE HACE PRESENTE EN LOS DONES DE PAN Y VINO A TRAVÉS DE LA
TRANSUBSTANCIACIÓN:
*
La presencia real, verdadera y substancial de Cristo en la Eucaristía
REAL
Se estudia la presencia permanente de Cristo en los dones consagrados, dentro del estudio del
símbolo sacramental de la eucaristía, porque la presencia permanente de Cristo en el pan y el vino
consagrados depende de la presencia transitoria de Cristo, ministro invisible, en el texto sacramental
-del ministro visible- que actúa “en persona de Cristo”. Y una y otra presencia de Cristo, de su vida
salvíflca, entendida en clave sacrificial -una y otra presencia de Cristo reales y verdaderas La
transitoria y la permanente- dependen del memorial, condición instituida por Cristo para hacérsenos
presente en el misterio eucarístico.
*
TRANSITORIA Y PERMANENTE
La presencia permanente de Cristo en la eucaristía no es -no lo ha entendido nunca la
Iglesia-una mera presencia de Cristo junto al pan, ni dentro del pan; no es una presencia de Cristo
en el pan por influjo en Él, de modo que el pan quede lleno de la fuerza o virtud transformadora de
Cristo, tanto que puede ser llamado pan, sin dejar de serlo, “cuerpo de Cristo”. La presencia
permanente de Cristo en la eucaristía es una presencia, que contradice la experiencia de los
sentidos, que es inexpresable adecuadamente : más allá de todo concepto. Es la presencia, que la
Iglesia conoce-cree por revelación y que denomina con tres adjetivos real, verdadera y substancial.
El término substancial es clave para mejor inteligencia del misterio.
-
La presencia substancial de Cristo en la Eucaristía: en el NT. y en los Santos Padres
Es probable que las palabras genuinas, pronunciadas por Cristo sobre el pan y sobre el Cáliz,
sonaran según esta expresión: “He aquí mi cuerpo; he aquí mi sangre”, alejando así aún más toda
sospecha de entender el pan en sentido metafórico como cuerpo. No obstante, manteniendo el
pronombre “esto” (obsérvese que no dice este pan) el sentido de las palabras de Cristo sobre el pan
de la eucaristía es el siguiente : “Esto, que véis y que os parece pan, no es pan, sino mi cuerpo /
persona”, lo mismo referente a las palabras sobre el vino.
En este sentido es preciso interpretar otras expresiones:
Cristo mismo dijo : “El pan que Yo os daré es mi Carne ...“ = el pan, que no lo es, sino mera
apariencia de pan, es mi Carne.
San Pablo (1 Cor 10, l4y ss.) “El pan que partimos, que no lo es, aunque lo parezca, es la
comunión con el Cuerpo de Cristo”.
La persuasión de la Iglesia de una presencia de Cristo en la eucaristía, que contradice la
experiencia sensual, es constante y unánime.
San Justino a mediados del s. II afirma “Hemos aprendido que el alimento consagrado con
una súplica al Logos (la plegaria eucarística) que procede de El (el Padre ) y con Acción de gracias
(la Plegaria eucarística) es la Carne y la sangre de nuestro Jesús hecho hombre, con cuyo alimento
se nutre nuestra carne y nuestra sangre, mediante la transformación ( de nosotros en el alimento
recibido).
3.13
San Juan Crisóstomo no dirá que se da una transmutación del pan en el cuerpo de Cristo
“Nosotros los sacerdotes tenemos la dignidad de servidores (ministros), pero es Él ( Cristo) quien
santifica y transmuta”.
-
Plegarias eucarísticas
La fe de la Iglesia en la presencia permanente y sustancial de Cristo está expresada de modo
relevante en la plegaria eucarística tanto de Oriente como de Occidente:
“Envía tu espíritu ... para que haga del pan el Cuerpo de Cristo”. “Envía tu Espíritu, para que
manifieste que este pan es el Cuerpo de Cristo”.
En las epíclesis de Consagración de las plegarias del misal romano: “Bendice esta ofrenda, para que
sea cuerpo y sangre de tu Hijo Amado” “Santifica estos dones (ofrenda) por el espíritu Santo de
manera que sean cuerpo y sangre
-
El término transubstanciación y las sagradas especies.
El término “transubstanciación” ha de entenderse según el sentido etimológico de la palabra.
Sustancia es aquello que está “sub” bajo lo que aparece. El pan es lo que está debajo de sus propios
accidentes, o apariencias o especies: peso, olor, sabor, que se aprecian por los sentidos. La palabra
“Trans” indica tránsito, paso. Transubstanciación será por tanto, el acto de pasar la substancia de
pan a ser la substancia del cuerpo de Cristo o bien, el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo. Pero
los accidentes, apariencias, especies, de pan permanecen sin sufrir mutación..
3.14
Descargar