TEMA 5 - Materiales Terrestres (Rocas y Minerales)

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Unidad Educativa
Colegio Santa Teresita
Materia: Ciencias de la Tierra.
Curso: 5º Año de Ciencias
TEMA V: MATERIALES TERRESTRES – ROCAS Y MINERALES
Cuando examinamos la corteza terrestre podemos notar que se encuentra formada por rocas, las
cuales a su vez se componen de minerales.
En geología, se designan como rocas toda clase de componentes de la corteza que no sean agua o
sustancias orgánicas, sin hacer referencia a la dureza o cohesión del material, así para el geólogo, los depósitos
de arena suelta, las cenizas volcánicas, el petróleo y los hidrocarburos gaseosos deben ser incluidos en la lista
de las rocas, al igual que el granito, la arenisca y el gneis.
La definición más aceptada es la siguiente: las rocas son agregados de minerales que se han formado
mediante algún proceso geológico.
CLASIFICACIÓN GENERAL DE LAS ROCAS:
De acuerdo con el tipo de procesos geológicos que les han dado origen, las rocas se clasifican en rocas
ígneas, que resultan de la consolidación del magma; rocas sedimentarias, que se forman por la consolidación
de sedimentos; y rocas metamórficas, que proceden de otras rocas que, en el interior de la corteza, han
sufrido una metamorfosis o cambio.
CICLO DE LAS ROCAS:
Es el proceso evolutivo que ocurre entre las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas. Las rocas
ígneas se forman por el enfriamiento y la cristalización del magma. Expuestas en la superficie terrestre a la
acción de los agentes de meteorización se descomponen. Los productos de la meteorización son transportados
y forman depósitos o sedimentos.
Durante y después de la sedimentación se produce el proceso de litificación, en que los sedimentos se
transforman en rocas sedimentarias. Éstas, enterradas a grandes profundidades, sometidas a altas
temperaturas y penetradas por gases y soluciones químicamente activas, se transforman en rocas
metamórficas. En el metamorfismo la roca no se funde pero los minerales que la componen cambian de forma
y, muchas veces, de naturaleza. Si la roca llega a fundirse se origina el magma; éste, enfriándose, produce rocas
ígneas, y se inicia un nuevo ciclo.
Sin embargo este ciclo puede interrumpirse en cualquier punto y saltarse pasos, por ejemplo las rocas
ígneas pueden pasar directamente a metamórficas o las metamórficas puede ser afectadas por la
meteorización y originar rocas sedimentarias.
ROCAS ÍGNEAS:
Tal como se dijo previamente, las rocas ígneas se forman cuando el magma (roca fundida) se enfría y se
solidifica. Si el enfriamiento se produce lentamente bajo la superficie se forman rocas con cristales grandes
denominadas rocas plutónicas o intrusivas, mientras que si el enfriamiento se produce rápidamente sobre la
superficie, por ejemplo, tras una erupción volcánica, se forman rocas con cristales invisibles conocidas como
rocas volcánicas o extrusivas. La mayor parte de los 700 tipos de rocas ígneas que se han descrito se han
formado bajo la superficie de la corteza terrestre.
Las rocas ígneas componen, aproximadamente, el noventa y cinco por ciento de la parte superior de la
corteza terrestre, pero quedan ocultas por una capa relativamente fina pero extensa de rocas sedimentarias y
metamórficas.
Clasificación de las rocas ígneas:
SEGÚN SU ORIGEN:
•
•
Rocas plutónicas o intrusivas: Las rocas plutónicas o intrusivas se forman a partir de magma
solidificado en grandes masas en el interior de la corteza terrestre. El magma, rodeado de rocas
preexistentes (conocidas como rocas caja), se enfría lentamente, lo que permite que los minerales
formen cristales grandes, visibles a simple vista, por lo que son rocas de "grano grueso". Tal es el
caso del granito o el pórfido.
Las intrusiones magmáticas a partir de las cuales se forman las rocas plutónicas se denominan
plutones, como por ejemplo los batolitos, los lacolitos, los sills y los diques.
Las rocas plutónicas solo son visibles cuando la corteza asciende y la erosión elimina las rocas que
cubren la intrusión. Cuando la masa de rocas queda expuesta se denomina afloramiento. El corazón
de las principales cordilleras está formado por rocas plutónicas que cuando afloran, pueden recubrir
enormes áreas de la superficie terrestre.
Rocas volcánicas o extrusivas Las rocas volcánicas o extrusivas se forman por la solidificación del
magma (lava) en la superficie de la corteza terrestre, usualmente tras una erupción volcánica. Dado
que el enfriamiento es mucho más rápido que en el caso de las rocas intrusivas, los iones de los
minerales no pueden organizarse en cristales grandes, por lo que las rocas volcánicas son de grano
fino (cristales invisibles a ojo desnudo), como el basalto, o completamente amorfas (una textura
similar al vidrio), como la obsidiana. En muchas rocas volcánicas se pueden observar los huecos
dejados por las burbujas de gas que escapan durante la solidificación del magma.
SEGÚN SU TEXTURA:
La textura de una roca ígnea se usa para describir el aspecto general de la misma en función del
tamaño, forma y ordenamiento de los cristales que la componen. En un esquema simplificado se pueden
distinguir hasta seis texturas ígneas:
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Textura vítrea. Las rocas con textura vítrea se originan durante algunas erupciones volcánicas en las
que la roca fundida es expulsada hacia la atmósfera donde se enfría rápidamente; ello que ocasiona
que los iones dejen de fluir y queden desordenados antes de que puedan unirse en una estructura
cristalina ordenada. La obsidiana es un vidrio natural común producido de este modo.
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Textura afanítica o de grano fino. Se origina cuando el enfriamiento del magma es relativamente
rápido por lo que los cristales que se forman son de tamaño microscópico y es imposible distinguir a
simple vista los minerales que componen la roca. Es un ejemplo la riolita.
Textura fanerítica o de grano grueso. Se origina cuando grandes masas de magma se solidifican
lentamente a bastante profundidad, lo que da tiempo a la formación de cristales grandes de los
diferentes minerales. Las rocas faneríticas, como el granito están formadas por una masa de
cristales intercrecidos aproximadamente del mismo tamaño y lo suficientemente grandes como
para que los minerales individuales puedan identificarse sin la ayuda del microscopio.
Textura porfídica. Son rocas con cristales grandes (llamados fenocristales) incrustados en una
matriz (llamada pasta) de cristales más pequeños. Se forman debido a la diferente temperatura de
cristalización de los minerales que componen la roca, con lo que es posible que algunos cristales se
hagan bastante grandes mientras que otros estén empezando a formarse. Una roca con esta textura
se conoce como porfiroide.
Textura pegmatítica. Las pegmatitas son rocas ígneas de grano especialmente grueso, formadas por
cristales interconectados de más de un centímetro de diámetro. La mayoría se hallan en los
márgenes de las rocas plutónicas ya que se forman en las últimas etapas de la cristalización, cuando
el magma contiene un porcentaje inusualmente elevado de agua y de otros volátiles como el cloro,
el flúor y el azufre.
Textura piroclástica. Algunas rocas ígneas se forman por la consolidación de fragmentos de roca
(cenizas, lapilli, gotas fundidas, bloques angulares arrancados del edificio volcánico, etc.) emitidos
durante erupciones volcánicas. No están formadas por cristales y su aspecto recuerda al de las rocas
sedimentarias. La toba volcánica es un ejemplo de este tipo de roca.
Las rocas plutónicas acostumbran a tener texturas faneríticas, porfídicas y pegmatíticas, mientras que
las rocas volcánicas son de textura vítrea, afanítica o piroclástica.
SEGÚN SU COMPOSICIÓN QUÍMICA:
Las rocas ígneas están compuestas fundamentalmente por silicatos (SiO44-); estos dos elementos, más
los iones aluminio, calcio, sodio, potasio, magnesio y hierro constituyen aproximadamente el 98 % en
peso de los magmas. Cuando éstos se enfrían y solidifican, dichos elementos se combinan para formar
dos grandes grupos de silicatos:
• Silicatos oscuros o ferromagnésicos. Son minerales ricos en hierro y en magnesio y bajo contenido
en sílice. Por ejemplo, el olivino, el anfíbol y el piroxeno.
• Silicatos claros. Son minerales con mayores cantidades de potasio, sodio y calcio que de hierro y
magnesio, y más ricos en sílice que los oscuros. El cuarzo, la moscovita y los feldespatos pertenecen
a este grupo.
Las rocas ígneas pueden clasificarse, en función de la proporción de silicatos claros y oscuros, como
sigue:
•
Rocas félsicas o de composición granítica. Son rocas ricas en sílice (un 70 %), en las que predomina
el cuarzo y el feldespato, como por ejemplo el granito y la riolita. Son, en general, de colores claros,
y tienen baja densidad. Además de cuarzo y feldespato poseen normalmente un 10 % de silicatos
•
•
•
oscuros, usualmente biotita y anfíbol. Las rocas félsicas son los constituyentes principales de la
corteza continental.
Rocas andesíticas o de composición intermedia. Son las rocas comprendidas entre las rocas félsicas
y máficas. Reciben su nombre por la andesita, la más común de las rocas intermedias. Contienen al
menos del 25 % de silicatos oscuros, principalmente anfíbol, piroxeno y biotita más plagioclasa.
Estas rocas están asociadas en general a la actividad volcánica de los márgenes continentales
(bordes convergentes).
Rocas máficas o de composición basáltica. Son rocas que tienen grandes cantidades de silicatos
oscuros (ferromagnésicos) y plagioclasa rica en calcio. Son, normalmente, más oscuras y densas que
las félsicas. Los basaltos son las rocas máficas más abundantes ya que constituyen la corteza
oceánica.
Rocas ultramáficas. Roca con más de 90 % de silicatos oscuros. Por ejemplo, la peridotita. Aunque
son raras en la superficie de la Tierra, se cree que las peridotitas son el constituyente principal del
manto superior.
ROCAS SEDIMENTARIAS:
Sobre las rocas expuestas actúan los procesos geológicos externos como la meteorización, la erosión, el
transporte y la sedimentación, provocados por el medio ambiente o algún organismo, y que causan la
destrucción del relieve. Los dos primeros procesos desgastan las rocas y las rompen en fragmentos cada vez
más pequeños, conocidos como clastos o detritos, que son arrastrados por los ríos, el viento o los glaciares,
para ser depositados en las cuencas sedimentarias, normalmente el fondo de mares y lagos; existe una relación
entre el tamaño de los fragmentos y la distancia que recorre, de manera que cuanto menor es el clasto mayor
es la distancia que recorre y viceversa.
Clasificación de las rocas sedimentarias:
Las rocas sedimentarias se dividen en dos grandes grupos, las rocas clásticas y las rocas no clásticas.
Las rocas clásticas son llamadas también rocas detríticas. En su estructura se observa claramente que son
formadas por acumulación de derrubios procedentes de la erosión y depositados por gravedad. Éstas a su vez
se clasifican sobre todo por el tamaño de los clastos, que es el fundamento de la distinción entre
conglomerados, areniscas y rocas arcillosas.
Las rocas no clásticas se dividen en rocas sedimentarias químicas y orgánicas. Las químicas se originan
por la precipitación de sustancias en solución; las orgánicas provienen de la acumulación de organismos
vegetales o animales muertos o son construidas por organismos vivos.
ROCAS SEDIMENTARIAS DE ORIGEN QUÍMICO:
Estas rocas tienen su origen en los productos de la meteorización, que son llevados en solución acuosa
y depositados por medio de la precipitación y la evaporación. Su clasifican de la siguiente forma:
• Rocas sedimentarias de carbonatos: reciben este nombre porque poseen en su composición
carbonatos. Son principalmente las calizas y las dolomías. Las calizas están compuestas
•
•
•
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principalmente de calita (CaCO3); las dolomías se componen mayormente de dolomita
(CaMg(CO3)2)
Evaporitas: Son rocas sedimentarias formadas por la evaporación de aguas cargadas de sales
disueltas, sulfatos y cloruros principalmente. El sulfato más común es la anhidrita que, al
hidratarse y aumentar de volumen se transforma en yeso. Los cloruros más comunes son la sal de
roca, la silvina y la carnalita.
Rocas sedimentarias silíceas: en estas rocas el contenido de sílice es extremadamente alto,
constituyendo más del 95% de las mismas. Ejemplo de este tipo de roca es el pedernal y el jaspe.
Rocas sedimentarias ferruginosas: Estas rocas tienen una coloración amarillenta, rojiza, verdosa o
parda, debido a la alta concentración de óxidos de hierro que contienen. Este hierro ha sido
aportado por fuentes hidrotermales o se deriva de la descomposición por intemperismo
(meteorización) de los minerales ferríferos emplazados en las rocas. En este proceso, el hierro se
incorpora a las rocas sedimentarias clásticas o a las calizas, pudiendo formar en ocasiones
yacimientos explotables de hierro como los que encontramos en el estado Bolívar.
Rocas sedimentarias fosfáticas: estas rocas se encuentran como fosforitas en determinadas
regiones y constituyen los yacimientos de fosfatos, de gran importancia económica e industrial. El
fosfato tricálcico, asociado a las rocas sedimentarias, procede de la acumulación de deposiciones
de aves ictiófagas.
ROCAS SEDIMENTARIAS DE ORIGEN ORGÁNICO:
Son aquellas en cuya formación han intervenido los seres vivos con su propia substancia, que luego ha
sufrido ciertas transformaciones químicas por la acción de las bacterias. En esta categoría de rocas entran los
carbones minerales y las pizarras orgánicas.
Tipos de carbones minerales:
• Lignito o “carbón café”: es más sólido que la turba, pero menos compacto que la hulla ordinaria.
Está formado por materia vegetal descompuesta.
• Hulla o “carbón piedra”: es un carbón mate, negro y ceroso; se divide paralelamente a la
estratificación. Arde fácilmente produciendo una llama amarilla humeante.
• Carbón cannel: carece de lustre y se rompe con fractura astillosa. No ensucia los dedos al tomarlo.
Tipos de pizarras orgánicas:
• Pizarras bituminosas: son pizarras negras, de sedimentos inorgánicos con alto contenido de
materia orgánica, principalmente de origen terrestre y compuesta de carbohidratos, materiales
celulósicos y ligníticos.
• Pizarras petrolíferas: son sedimentos inorgánicos, mezclados con materia orgánica de origen
acuático, compuesta de esporas, algas y materiales grasos, cerosos y resinosos. Al ser destiladas
estas pizarras ceden parafinas y oleofinas, conocidas colectivamente como oleofinas.
ROCAS METAMÓRFICAS:
Estas rocas se forman a partir de otras por medio de un proceso llamado metamorfismo, que no es
más que la transformación estructural y mineralógica de las rocas.
Todas las rocas, después de su formación, pueden hallarse sometidas a condiciones fisicoquímicas
distintas a las que existían cuando se formaron. Por el principio de equilibrio tienen que reajustar su estructura
y composición mineralógica, mientras permanece inalterada su composición química; es decir, son siempre los
mismos elementos que se disponen de otro modo, formándose otros minerales que estén en equilibrio en las
nuevas condiciones, es transformación constituye el metamorfismo. Este proceso no afecta solo a las rocas
ígneas y sedimentarias, las rocas metamórficas también son susceptibles a nuevos metamorfismos.
Los agentes motivadores del metamorfismo son: temperatura y presión elevada y los fluidos
químicamente activos los cuales permiten el movimiento de los iones, el principal es el agua.
El metamorfismo puede clasificarse en:
a. Metamorfismo dinámico o cinético: es causado por la presión orogénica que actúa en una dirección
determinada. Se produce, sobre todo, en zonas relativamente superficiales de la corteza y su efecto
suele ser la trituración de la roca, como ocurre, por ejemplo en la base de los mantos de
corrimiento. Otro efecto es la orientación de las estructuras en la roca, donde las partículas se
dirigen, manifiestamente, en una dirección determinada como ocurre en el caso de las pizarras o
esquistos. Las rocas generadas en este proceso se conocen como brechas de falla
b. Metamorfismo de contacto: También conocido como metamorfismo térmico, ocurre cuando la
transformación de las rocas se debe principalmente a las altas temperaturas a las que se ven
sometidas. Esto se da cuando un magma intruye un cuerpo rocoso, y las altas temperaturas
metamorfizan las rocas encajantes, formando una aureola de contacto. Esta aureola se dispone
alrededor del cuerpo intrusivo, siendo el metamorfismo de mayor grado cuanto más cerca nos
encontramos del plutón.
c. Metamorfismo regional: Se produce por el efecto simultáneo de un aumento de la presión y de la
temperatura durante largos períodos de tiempo en grandes áreas de la corteza terrestre con gran
actividad tectónica, como los límites de las placas litosféricas. Es un proceso que se desarrolla con
intensidad progresiva desde las áreas superficiales hasta las más profundas. Una misma roca puede
transformarse en diferentes rocas metamórficas según la zona en que se metamorfiza. Se
distinguen tres zonas: la epizona, que es la más superficial y donde la presión y temperatura son
bajas; la mesozona, la zona intermedia, con presión y temperatura moderadas; y la catazona, la
más profunda, con presión y temperatura altas.
Clasificación de las rocas metamórficas:
En general, estas rocas se clasifican de acuerdo a su textura en: foliadas y no foliadas.
ROCAS METAMÓRFICAS FOLIADAS:
El término foliado, en general, se relaciona con la reorientación de los granos minerales en una
distribución planar, como hojas apiladas, y tiene que ver con la transformación de minerales de baja
temperatura en minerales de alta temperatura. Estas rocas se originan comúnmente por metamorfismo
regional y las más comunes son las siguientes:
• Filita: es una roca que representa una gradación en el grado de metamorfismo entre la pizarra y el
esquisto. Sus minerales planares son más grandes que los de la pizarra, pero no lo bastante como
•
•
•
para ser fácilmente identificables a simple vista. La filita, normalmente, muestra pizarrosidad y está
compuesta fundamentalmente por cristales muy finos de moscovita, clorita o ambas.
Pizarra: es una roca densa, de grano fino, formada a partir de rocas sedimentarias arcillosas y, en
algunas ocasiones, de rocas ígneas. La principal característica de la pizarra es su división en finas
láminas o capas (fisibilidad). Los minerales que la forman son principalmente sericita, moscovita,
clorita y cuarzo. Suele ser de color negro azulado o negro grisáceo, pero existen variedades rojas,
verdes y otros tonos.
Esquisto: son rocas metamórficas de grado medio, notables principalmente por la preponderancia
de minerales laminares tales como la mica, la clorita, el talco, la hornblenda, grafito y otros. El
cuarzo se halla con frecuencia en granos estirados al extremo que se produce una forma particular
llamada cuarzo esquisto. Por definición, el esquisto contiene más de un 50% de minerales planos y
alargados, a menudo finamente intercalado con cuarzo y feldespato.
Gneis: es una roca metamórfica compuesta por los mismos minerales que el granito (cuarzo,
feldespato y mica) pero con orientación definida en bandas, con capas alternas de minerales claros
y oscuros. A veces presenta concreciones feldespáticas distribuidas con regularidad,
denominándose en este caso gneis ocelado.
ROCAS METAMÓRFICAS NO FOLIADAS:
Estas rocas se desarrollan en ambientes donde la deformación es mínima y están compuestas por
minerales que presentan cristales equidimensionales, es decir, de las mismas dimensiones, como el cuarzo o la
calcita; se originan principalmente por metamorfismo de contacto. Las rocas metamórficas no foliadas más
comunes son las siguientes:
• Mármol: es una roca metamórfica compacta formada a partir de rocas calizas que, sometidas a
elevadas temperaturas y presiones, alcanzan un alto grado de cristalización. El componente básico
del mármol es el carbonato cálcico, cuyo contenido supera el 90 %; los demás componentes,
considerados “impurezas”, son los que dan gran variedad de colores en los mármoles y definen sus
características físicas.
• Cuarcita: es una roca metamórfica dura con alto contenido de cuarzo. En composición la mayoría de
las cuarcitas llegan a ser más de 90 % de cuarzo y algunas incluso 99 %. Las cuarcitas se forman por
recristalización a altas temperaturas y presión.
• Migmatita: son un tipo de roca que encontramos en la frontera entre las rocas metamórficas e
ígneas. Se producen cuando ocurren procesos de fusión parcial en zonas donde ocurre
metamorfismo regional de las rocas preexistentes. Sus componentes están dispuestos en ella en
forma de vetas sinuosas, como si esos minerales hubiesen pasado por una fase fluida. En estás rocas
se evidencia un fenómeno conocido como anatexia que no es más que la fusión parcial de una roca
metamórfica (normalmente gneis) lo que forma aureolas de migmatita alrededor de una roca
plutónica (como el granito).
MINERALES:
Un mineral es un elemento o compuesto inorgánico de composición química definida y estructura
atómica determinada, formado por un proceso natural.
Analizando esta definición se desprenden las siguientes características:
a. Un mineral es una sustancia inorgánica, es decir, no contiene ningún elemento derivado de algún
ser vivo.
b. Tiene una composición química definida, lo que significa que se expresa mediante fórmulas
químicas como CuFeS2 (calcopirita) o MgAl2O4 (espinela)
c. Tiene una estructura atómica determinada, la cual es única para cada mineral y puede identificarse
sometiendo una partícula del mismo a rayos X. La menor porción del mineral que contiene el
número completo de átomos se denomina celda fundamental, por ejemplo, la celda fundamental
de la sal gema es un cubo y la del diamante un tetraedro.
d. Un mineral se ha formado por un proceso natural, esto quiere decir que, en su formación no ha
intervenido el hombre ni organismo alguno.
CLASIFICACIÓN DE LOS MINERALES POR SU COMPOSICIÓN QUÍMICA CARACTERÍSTICA:
De los 1700 minerales que se han examinado, aproximadamente veinte forman el 99,9% de la corteza
terrestre. Los que entran en la formación de la mayor parte de las rocas se clasifican en ocho grandes grupos:
a. Elementos nativos: Son elementos que se presentan libres como minerales en estado nativo; no
aparecen combinados, aunque pueden estar mezclados con impurezas que, a veces, es difícil
separar. Algunos de los principales son: oro (Au), plata (Ag), hierro (Fe), azufre (S), cobre (Cu),
diamante y grafito (C).
b. Sulfuros: Son combinaciones químicas de azufre con uno o varios metales. Si, además del metal,
entra en combinación también un metaloide, éste reemplaza el azufre por completo o en parte.
Algunos sulfuros comunes son: pirita (FeS2), galena (PbS), niquelina (NiAs), cinabrio (HgS)
c. Óxidos e hidróxidos: son combinaciones de metales y no metales con oxígeno, los óxidos suelen
presentarse cristalizados, y los hidróxidos (como la bauxita y la limonita) son amorfos, otros
minerales comunes de esta clasificación son: cuarzo (SiO2), hematita (Fe2O3), geotita (HF2O2) y
bauxita (Al2O3(H2O)2).
d. Carbonatos: en ellos entra el anhídrido carbónico, en diversos metales. Pueden ser simples o
compuestos, y anhidros (sin hidrógeno) e hidratos (con hidrógeno), entre los principales están:
calcita (CaCO3), malaquita (Cu(OH)2(CO3)2), cerusita o plomo blanco (PbCO3), dolomita (CaMg(CO3)2).
e. Haluros: son combinaciones de halógenos (cloro, flúor, yodo y bromo) con metales, por ejemplo: la
halita o sal gema (NaCl), la silvina (KCl), la fluorita (CaF2) y la criolita (Na3AlF6).
f. Sulfatos: se componen de azufre, oxígeno y uno o varios metales, pueden ser anhidros o hidratos y
algunos de los más comunes son: anhidrita (CaSO4), baritina (BaSO4), yeso (CaSO4.2H2O)
g. Fosfatos: son minerales compuestos por fósforo, oxígeno y un metal, como por ejemplo el apatito
(Ca3F(PO4)3) y la turquesa (CuAl(OH)3PO4.3H2O)
h. Silicatos: la unidad fundamental de estos minerales es el grupo tetraédrico SiO4, unido con otros
iguales; los cuatro átomos de oxígeno están situados en los vértices del tetraedro cuyo centro es
ocupado por el átomo de silicio, entre los principales silicatos tenemos las micas, como la biotita y la
moscovita; los feldespatos como la ortosa, la albita y la anortita; los piroxenos como la augita y la
broncita; los anfíboles como la hornblenda y el asbesto; y algunas piedras preciosas y semipreciosas
como el topacio, el granate, el olivino, el berilo y la turmalina.
Entre los minerales existe un grupo especial conocido como minerales petrográficos o petrogénicos,
estos son los que entran predominantemente en la composición de las rocas. El tetraedro de sílice, nombrado
anteriormente, es la unidad estructural de las rocas ígneas, de las cuales se derivan todas las demás rocas, los
principales minerales petrográficos son los siguientes:
1. El cuarzo o sílice.
4. Las micas
7. Los anfíboles
2. Los feldespatos.
5. El olivino
8. Los minerales de Hierro
3. Los feldespatoides
6. Los piroxenos
IDENTIFICACIÓN DE MINERALES POR SUS PROPIEDADES FÍSICAS:
Muchos minerales pueden reconocerse mediante una atenta observación de sus propiedades físicas,
que son las siguientes:
a. Color: Por sí solo no es un criterio seguro para la identificación del mineral. Se debe distinguir entre
el color aparente y el color verdadero del mineral, este último, es el color de su polvo y se observa al
pasar un vértice de la muestra por una pieza de porcelana sin esmaltar llamada lámina de raya, la
raya producida muestra el color verdadero, el cual no siempre coincide con el color aparente.
b. Brillo: Los minerales presentan principalmente dos tipos de brillo: brillo metálico y brillo no
metálico. En el primer grupo se observa a los metales y los minerales de apariencia metálica,
generalmente los sulfuros y óxidos. Las variedades de brillo no metálico son las siguientes:
• Vítreo: como el brillo del vidrio, por ejemplo • Sedoso: con apariencia de seda, por ejemplo
el cuarzo.
el asbesto y el yeso fibroso.
• Adamantino: como el brillo del diamante, se • Nacarado: como el brillo de la perla, ejemplo,
observa en el azufre.
el talco y la mica.
• Resinoso: con apariencia de resina, por • Mate o terroso: sin brillo; ejemplo la bauxita
ejemplo el ópalo y la blenda.
y el caolín
• Graso: similar al brillo de una superficie
aceitada, por ejemplo la serpentina
c. Diafanidad: es la propiedad de dar paso a la luz. Un mineral puede ser: transparente, si a través del
mismo se distinguen con toda claridad los objetos; translúcido, cuando a través de la muestra se
observa la luz pero no se precisan los contornos; u opaco, cuando no pasa la luz ni por los bordes
más delgados.
d. Refracción: Es la desviación que experimenta la luz al atravesar un mineral no opaco.
e. Exfoliación o clivaje: Es la propiedad que tiene ciertos minerales de romperse con relativa facilidad
a lo largo de una o más líneas llamadas planos de exfoliación. El clivaje puede ser perfecto o
imperfecto. Las sustancias amorfas no presentan exfoliación.
f. Fractura: Es la propiedad que tiene el mineral de romperse en cualquier dirección, se distinguen
entre otras la fractura concoidea, que tiene forma de concha; fibrosa o astillosa; ganchuda, con
bordes dentados; e irregular o desigual, la cual se presenta en la mayoría de los minerales.
g. Tenacidad: es la resistencia que ofrece el mineral a romperse, este puede ser:
• Frágil: se quiebra o pulveriza fácilmente.
• Flexible: al doblarse no recobra su forma
original.
• Maleable: puede ser reducido a láminas.
• Elástico: al doblarse recupera su forma
• Dúctil: puede reducirse a hilos.
original.
• Séctil: puede ser cortado con una navaja.
h. Dureza: es la resistencia que ofrece el mineral a ser rayado, para determinarla suele utilizarse la
escala de Mohs, la cual se compone de 10 minerales de dureza creciente, a saber: (1) talco; (2) yeso;
i.
(3) calcita; (4) fluorita; (5) apatito; (6) ortosa o microclina; (7) cuarzo; (8) topacio o berilo; (9)
corindón; (10) Diamante. Esta escala se utiliza intentando rayar con la muestra desconocida cada
uno de los minerales de la escala, tomando nota del último que logra rayar, este indicará la dureza
relativa de dicha muestra.
Peso específico: es una magnitud física que se obtiene dividiendo la masa de una muestra del
mineral entre su volumen.
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