DERECHO PENAL. PARTE GENERAL. ÍNDICE BLOQUE 1......................................................................................................................................................3 INTRODUCCIÓN AL DERECHO PENAL.................................................................................................3 CAPÍTULO 1. EL DERECHO PENAL. CONCEPTO Y FUNCIONES.................................................................4 AUTOEVALUACIÓN................................................................................................................4 CAPÍTULO 2. EL DERECHO PENAL OBJETIVO................................................................................................6 AUTOEVALUACIÓN................................................................................................................6 CAPÍTULO 3. EL DERECHO PENAL OBJETIVO................................................................................................8 AUTOEVALUACIÓN................................................................................................................8 CAPÍTULO 4. LAS FUENTES DEL DERECHO PENAL Y SU INTERPRETACIÓN......................................15 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................15 CAPÍTULO 5. LA APLICACIÓN DE LA NORMA PENAL.................................................................................17 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................17 CAPÍTULO 6. EL ESTUDIO CIENTÍFICO DEL DERECHO PENAL Y SU EVOLUCIÓN...........................21 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................21 BLOQUE 2....................................................................................................................................................23 TEORÍA DEL DELITO...............................................................................................................................23 CAPÍTULO 7. INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA GENERAL DEL DELITO....................................................24 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................24 CAPÍTULO 8. LA TIPICIDAD.................................................................................................................................28 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................28 CAPÍTULO 9. LA RELACIÓN DE LA CASUALIDAD Y LA TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA. .......................................................................................................................................................................................31 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................31 CAPÍTULO 10. LOS DELITOS DOLOSOS DE ACCIÓN....................................................................................36 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................36 CAPÍTULO 11. LOS DELITOS IMPRUDENTES DE ACCIÓN..........................................................................40 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................40 CAPÍTULO 12. LA OMISIÓN..................................................................................................................................43 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................43 CAPÍTULO 13. LAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN...........................................................................................46 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................46 CAPÍTULO 14. OTRAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.....................................................................................49 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................49 CAPÍTULO 15. LA CULPABILIDAD......................................................................................................................51 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................51 CAPÍTULO 17. EL ITER CRIMINIS......................................................................................................................53 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................53 CAPÍTULO 18. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN....................................................................................................55 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................55 CAPÍTULO 19. LAS CIRCUNSTANCIAS MODIFICATIVAS DE LA RESPONSABILIDAD PENAL.........59 AUTOEVALUACIÓN..............................................................................................................59 BLOQUE 1. INTRODUCCIÓN AL DERECHO PENAL CAPÍTULO 1. EL DERECHO PENAL. CONCEPTO Y FUNCIONES. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué opinión le merecen las respuestas premiales frente al delincuente que colabora con la Justicia y ve reducida su condena? Me parece que es una buena medida en su conjunto, ya que puede ayudar a que los delincuentes que han cometido un delito ayuden a su esclarecimiento o a que denuncien actos delictivos en mayor medida por la recompensa que pueden obtener al colaborar con la Justicia (por ejemplo, la Ley de Aduanas que otorga al denunciante de un contrabando un galardón equivalente a un porcentaje del contrabando). • Maneje su Código penal y enumere los bienes jurídico-penales que contempla la legislación penal. No tengo Código Penal, es muy caro y por lo que pago de matrícula ya podían traer uno impreso. Es cierto que está publicado de manera oficial y que incluso se haya disponible en Internet, pero en ese caso no es mi Código Penal y según el enunciado de la pregunta no la podría manejar. • Si estamos de acuerdo en que el derecho penal cumple una función de motivación ¿puede el Derecho penal responder frente a los menores o a los incapaces o dementes que no son motivables? ¿Puede hablarse de la responsabilidad penal del menor? El derecho penal tiene la función de “motivar” a los individuos para que respeten los bienes jurídicos y no los ataquen o dañen. La función de motivación se propone, como un conjunto de procesos psicológicos que desencadenan en los individuos la abstención del delito, dirigiendo sus conductas para no vulnerar los bienes jurídicos. Tal vez el derecho penal en su sentido de motivación en sentido general presente algunas dificultades para aplicarlo a estos casos (menores o dementes) pero debe también actuar tanto contra menores como contra dementes que no son motivables ya que pueden suponer un problema al orden social establecido. En este caso habría que conducir a estos sujetos a instituciones adecuadas a su estado mental o de edad para prevenir que sigan delinquiendo o motivar que otros sigan sus pasos por la impunidad, sin embargo, esto sería una medida de seguridad más que una sanción de tipo penal. Si puede hablarse de responsabilidad penal del menor, aunque debido a la edad pueda no entender bien el sistema legal, desde temprana edad se tiene capacidad para comprender que es lo que está “bien” o está “mal”. En ese sentido, y según avanza la edad son más conscientes de las normas sociales en que se fundamenta, aún así para niños menores de 14 años se exime toda responsabilidad. A fin de cuentas, el derecho penal en un reflejo de los actos que la sociedad castiga, de lo que por medio informal los menores tienen conocimiento de ello y todavía hay algunos menores que actúan a sabiendas de esto. • ¿Pueden prohibirse los comportamientos imprudentes? Un comportamiento imprudente ¿es motivable? Hay muy pocas cosas que estén prohibidas en derecho, incluso la comisión de delitos no está prohibida si no que está penada. De hecho se penan muchos comportamientos imprudentes que pueden tener consecuencias a terceros como, por ejemplo, la conducción bajo efectos del alcohol. Hay otros comportamientos imprudentes (Sin entrar en debate de quien considera que es un comportamiento imprudente) que no están tipificados o sólo lo están si por dicha realización se produce de forma colateral algún daño. También hay que destacar que muchos comportamientos que en unas circunstancias son considerados como imprudentes en otros son aceptados. Por ejemplo la conducción a alta velocidad en una carrera sería un comportamiento imprudente tipificado fuera de este ámbito. Sólo son motivables las personas que tengan un mínimo de madurez mental y condura, los comportamientos, paredes y piedras no son motivables. Creo que para alguien sólo se podría considerar de está forma, motivable, si conduce a un hecho delictivo tipificado por la repercusiones de castigo que tendría tal comportamiento. • Indague otros ejemplos de normas penales simbólicas. El concepto de Derecho Penal Simbólico hace referencia a que determinados agentes políticos tan sólo persiguen el objetivo de dar la impresión tranquilizadora de un legislador atento y decidido aunque no sea de formas mas que ficticia. Es decir, a efectos prácticos esa legislación es completamente inútil y su fin casi es exclusivamente político. Otros ejemplos son: —Leyes de declaración de valores (Ejemplo: Aborto, entre la exigencia moral de la mujer a su determinación y descendencia por un lado y la confirmación de la prohibición de matar por otro lado). —Leyes con carácter de apelación moral (Ejemplo: Derecho penal del medio ambiente con el objeto de dotar de conciencia ecológica a las personas que ocupan posiciones relevantes). —Respuestas sustituidoras del legislador (Ejemplo: Leyes en contra del terrorismo con el objeto de por lo menos tranquilizar el miedo y las protestas públicas). —Leyes de compromiso (Ejemplo: cláusulas penales generales, las que si bien son poco decisorias siempre tiene un núcleo central para satisfacer la necesidad de actuar). CAPÍTULO 2. EL DERECHO PENAL OBJETIVO. AUTOEVALUACIÓN • Ponga un ejemplo en el que se vulnere el principio de proporcionalidad pena/delito. En la reforma del Código Penal introducida con motivo de luchar contra la violencia doméstica, aunque en su mayor parte esta reforma se ha producido por cuestiones populistas. Cuando una coacción leve se ha elevado a la categoría de delito (antes era falta), se estaría vulnerando el principio de proporcionalidad de la pena con el hecho delictivo. Además y mucho más grave, según el sexo del autor de la conducta típica tiene una pena diferente y, de forma casi inmediata, se le aplican medidas de seguridad sin haber procedido siquiera a un mínimo esclarecimiento de los hechos que hallan motivado la denuncia. • OPCIONAL: Lea y analice algún trabajo sobre la resocialización del delincuente. Valore su actualidad y proponga alternativas. Pasando. • Valore las medidas alternativas de castración química en delincuentes sexuales en USA que son alternativas a la cárcel o a la pena de prisión perpetua. Las castración química es un término utilizado para describir los medicamentos destinados a reducir la libido y a reducir la actividad sexual, por lo general, para impedir que los violadores, pedófilos y otros delincuentes sexuales reincidan. Las tasas de reincidencia son muy altas entre los delincuentes sexuales una vez en libertad, por ello se ha buscado un método humano de tratarlos, distinto a una vida entera en prisión o la castración quirúrgica. En casi todos los estados de EE.UU. esta medida es obligatoria para los delincuentes sexuales sin dejarles opción, lo cual es otros países con un ordenamiento jurídico respetuoso con los derechos del ser humanos no sería viable. En algunos otros países se ofrece la posibilidad de un tratamiento basado en la castración química de forma voluntaria al penado con la ventaja de no volver a prisión mientras siga el tratamiento. Si se hace de forma voluntaria por el penado podría ayudar a que este no pasara el resto de sus días en prisión por comisión de estos delitos y pudiera reintegrarse en parte en la sociedad. En España la opción de la castración química está completamente descartada por considerar que vulnera los derechos de la persona. • Indague una solución ecléctica o mixta de ambas posturas doctrinales relativas a la diferenciación entre el ilícito penal y el ilícito administrativo. El dato de ir a uno o a otro sistema sancionador, lógicamente, se decide por la naturaleza del hecho, lo que exige definir cuándo se está ante un ilícito penal y cuando, por el contrario, se está ante un ilícito administrativo. La diferenciación doctrinal organiza diversas teorías. Para algunos la diferencia es cualitativa, existiendo una distinción ontológica, rescatando la idea de que los ilícitos penales comprometen bienes jurídico penales y los ilícitos administrativos no. Para otro sector doctrinal la diferencia es meramente cuantitativa, no existiendo sino distinciones graduales de afección al bien jurídico (es delito la defraudación a hacienda de más de 15 millones de pesetas y por debajo es infracción administrativa). Una posible solución pasaría por delimitar tanto en derecho penal como administrativo mejor cuando un delito está en su ámbito para evitar que se pudiera dar la duda de cual de ellos aplicar. Si sólo se tratara de delitos que no comprometen bienes jurídicos penales (como la vida o integridad personal) y la cuantía económica es relativamente baja podría considerarse ilícito administrativo y, si no cumple estas características, ilícito penal. • Haga su particular resumen de esta lección. Es un tema precioso y encantador. CAPÍTULO 3. EL DERECHO PENAL OBJETIVO. AUTOEVALUACIÓN • Ejercicio: Observe las garantías formales y penales de la intervención legalizada en las siguientes normas, comente a qué tipo de garantía se refieren: art. 25 CE “1. Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel momento. 2. Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la Ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad. 3. La Administración civil no podrá imponer sanciones que, directa o subsidiariamente, impliquen privación de libertad.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. • Garantía penal: No se aplicará ninguna sanción sin establecimiento de la misma por ley. • Garantía de ejecución: La sanción impuesta por ese juez competente será ejecutada en la forma descrita en la ley. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). • Prohibición de la retroactividad penal (que una norma se aplique para hechos cometidos con anterioridad a su vigencia). La ley aplicable ha de ser anterior al hecho, para que el ciudadano sea debidamente informado (motivación y seguridad). art. 24.2 CE “Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.” Garantías formales: • Garantía jurisdiccional: Nadie puede ser condenado al cumplimiento de una sanción sino en virtud de sentencia firme, pronunciada por un juez competente según ley. Garantías penales: • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). art. 117 CE “1. La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley. 2. Los Jueces y Magistrados no podrán ser separados, suspendidos, trasladados ni jubilados sino por alguna de las causas y con las garantías previstas en la Ley. 3. El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las Leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan. 4. Los Juzgados y Tribunales no ejercerán más funciones que las señaladas en el apartado anterior y las que expresamente les sean atribuidas por Ley en garantía de cualquier derecho. 5. El principio de unidad jurisdiccional es la base de la organización y funcionamiento de los Tribunales. La Ley regulará el ejercicio de la jurisdicción militar en el ámbito estrictamente castrense y en los supuestos de estado de sitio, de acuerdo con los principios de la Constitución. 6. Se prohíben los Tribunales de excepción.” Garantías formales: • Garantía jurisdiccional: Nadie puede ser condenado al cumplimiento de una sanción sino en virtud de sentencia firme, pronunciada por un juez competente según ley. Garantías penales: • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). art. 81 CE “1. Son Leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general y las demás previstas en la Constitución. 2. La aprobación, modificación o derogación de las Leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto.” Garantías formales: • Ninguna, este artículo trata sobre el desarrollo de las leyes. Garantías penales: • Ninguna, este artículo trata sobre el desarrollo de las leyes. art. 1.1 CP español “No será castigada ninguna acción ni omisión que no esté prevista como delito o falta por Ley anterior a su perpetración.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). • Prohibición de la retroactividad penal (que una norma se aplique para hechos cometidos con anterioridad a su vigencia). La ley aplicable ha de ser anterior al hecho, para que el ciudadano sea debidamente informado (motivación y seguridad). art. 1.2 CP español “Las medidas de seguridad sólo podrán aplicarse cuando concurran los presupuestos establecidos previamente por la Ley.” Garantías formales: • Garantía penal: No se aplicará ninguna sanción sin establecimiento de la misma por ley. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). art. 2.1 CP español “No será castigado ningún delito ni falta con pena que no se halle prevista por Ley anterior a su perpetración. Carecerán, igualmente, de efecto retroactivo las Leyes que establezcan medidas de seguridad.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). • Prohibición de la retroactividad penal (que una norma se aplique para hechos cometidos con anterioridad a su vigencia). La ley aplicable ha de ser anterior al hecho, para que el ciudadano sea debidamente informado (motivación y seguridad). art. 2.2 CP español “No obstante, tendrán efecto retroactivo aquellas leyes penales que favorezcan al reo, aunque al entrar en vigor hubiera recaído sentencia firme y el sujeto estuviese cumpliendo condena. En caso de duda sobre la determinación de la Ley más favorable, será oído el reo. Los hechos cometidos bajo la vigencia de una Ley temporal serán juzgados, sin embargo, conforme a ella, salvo que se disponga expresamente lo contrario.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). art. 3.1 CP español “No podrá ejecutarse pena ni medida de seguridad sino en virtud de sentencia firme dictada por el Juez o Tribunal competente, de acuerdo con las leyes procesales.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. • Garantía penal: No se aplicará ninguna sanción sin establecimiento de la misma por ley. • Garantía de ejecución: La sanción impuesta por ese juez competente será ejecutada en la forma descrita en la ley. Garantías penales: • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). art. 3.2 CP español “Tampoco podrá ejecutarse pena ni medida de seguridad en otra forma que la prescrita por la Ley y reglamentos que la desarrollan, ni con otras circunstancias o accidentes que los expresados en su texto. La ejecución de la pena o de la medida de seguridad se realizará bajo el control de los Jueces y Tribunales competentes.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. • Garantía penal: No se aplicará ninguna sanción sin establecimiento de la misma por ley. • Garantía de ejecución: La sanción impuesta por ese juez competente será ejecutada en la forma descrita en la ley. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Excluir la costumbre (los usos) como “fuente de regulación penal”. Ha de tratarse de una norma escrita. El juez tampoco puede fundamentar su sentencia en la costumbre. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). • Normas claras, evitando la ambigüedad y las cláusulas generales. Se exige certeza y taxatividad, para que el ciudadano adquiera esa seguridad que preside el principio de legalidad. art. 4.1 CP español “Las leyes penales no se aplicarán a casos distintos de los comprendidos expresamente en ellas.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. Garantías penales: • Excluir la analogía: Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley. • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). • Normas claras, evitando la ambigüedad y las cláusulas generales. Se exige certeza y taxatividad, para que el ciudadano adquiera esa seguridad que preside el principio de legalidad. art. 4.2 CP español “En el caso de que un Juez o Tribunal, en el ejercicio de su jurisdicción, tenga conocimiento de alguna acción u omisión que, sin estar penada por la Ley, estime digna de represión, se abstendrá de todo procedimiento sobre ella y expondrá al Gobierno las razones que le asistan para creer que debiera ser objeto de sanción penal.” Garantías formales: • Garantía criminal: Ningún hecho puede ser considerado delictivo sin una ley que lo considere como tal. • Garantía penal: No se aplicará ninguna sanción sin establecimiento de la misma por ley. Garantías penales: • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). Ley Orgánica General Penitenciaria y Reglamento de desarrollo Garantías formales: • Garantía de ejecución: La sanción impuesta por ese juez competente será ejecutada en la forma descrita en la ley. Garantías penales: • Exigir que la norma sea de rango de Ley: No sirve cualquier norma para regular el conflicto penal. Son normas derivadas del Poder Legislativo, no las que dicte la Administración (Poder Ejecutivo). • Comente su parecer sobre el art. 4.3 Código Penal español. Artículo 4.3 del Código Penal: “Del mismo modo acudirá al Gobierno exponiendo lo conveniente sobre la derogación o modificación del precepto o la concesión de indulto, sin perjuicio de ejecutar desde luego la sentencia, cuando de la rigurosa aplicación de las disposiciones de la Ley resulte penada una acción u omisión que, a juicio del Juez o Tribunal, no debiera serlo, o cuando la pena sea notablemente excesiva, atendidos el mal causado por la infracción y las circunstancias personales del reo.”. Este artículo trata sobre la petición de indulto por parte del juez, quien tras aplicar la legislación vigente para juzgar un caso, estima que la sanción que corresponde por ley está sobredimensionada para ese caso concreto por algunos factores de los que se enumeran en dicho artículo (como pena excesiva para la acción o tener en cuenta factores personales). Creo que poco se aplica este caso a la realidad ya que hay leyes que por motivos populistas y electoralistas imponen sanciones que rompen el principio de proporcionalidad y los jueces ni solicitan indultos ni el gobierno los concede. • Manuel, que huye de la policía en un coche robado colisiona con otro coche debido a que, de manera imprevista, una de las ruedas del automóvil se sale del eje. Caso de que se produzcan lesionados a muertos, ¿debe responder Manuel de tales lesiones o muertes? La responsabilidad objetiva ha quedado eliminada del Código Penal por el respeto del principio de culpabilidad. Ya no es admisible aplicar la responsabilidad objetiva, tal como ocurría cuando a un sujeto se le hacía responsable de todas las consecuencias de su actuación, aunque estas no fueran previsibles. El derecho penal actual solamente prohíbe conductas que van dirigidas dolosamente a producir un resultado lesivo y conductas que previsiblemente producirán un resultado lesivo. No hace mucho tiempo, era posible que una persona respondiera de todos los posibles resultados previsibles o no previsibles, si su actuación inicial era ilícita. En este caso concreto, dado que este hecho se produce durante la comisión de otro delito, la huida de la policía en un coche robado, habría que ver si, dada la legislación vigente, para este caso concreto, debe responder de los posibles lesionados o muertos, ya que se puede considerar como imprevisible que una rueda se salga del eje de un vehículo. También habría que valorar si la rueda se suelta del eje debido a alguna anterior colisión del vehículo con algún elemento en la huida de la policía. • Observe el artículo 621.2 CP y la pena que recibe ese homicidio imprudente. Según el artículo 621.2 CP: “Los que por imprudencia leve causaren la muerte de otra persona, serán castigados con la pena de multa de uno a dos meses.”. Por tanto, y atendiendo a dicho artículo, Manuel recibiría una sanción consistente en la pena de multa de uno a dos meses si al salir la rueda del eje causara muertos, si es que ese homicidio no queda fuera del ámbito del castigo penal por considerarlo como imprevisible, aún cuando este hecho se produjo durante la comisión de otro delito. CAPÍTULO 4. LAS FUENTES DEL DERECHO PENAL Y SU INTERPRETACIÓN. AUTOEVALUACIÓN • ¿Por qué se decide que la ley penal es Ley Orgánica y no cualquier otra ley de Cortes? Al constatarse que la aplicación del derecho penal recorta las libertades de los sujetos o que, dada la entidad estigmatizadora de las sanciones, se resiente el honor del reo, la doctrina entiende que la norma adecuada para regular la materia penal es la Ley Orgánica, dado que el artículo 81 de la Constitución Española establece que “Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas [...]” Por ello, tanto las normas penales que definen delitos y asignan penas, como las normas relativas a su aplicación (garantía jurisdiccional) y ejecución (garantía de ejecución), van a tener esa naturaleza de Ley Orgánica que exige una mayoría absoluta del Congreso en una votación final obre el conjunto del proyecto (artículo 81.2 de la Constitución Española). • Indague las últimas reformas habidas del código penal de 1995 y señale de qué tipo de norma se trata. El código penal actual de 1995 ha sido sometido a varias reformas: Ley Orgánica 11/1999, Ley Orgánica 3/ 2002, Ley Orgánica 15/2003, Ley Orgánica 15/2007, Ley Orgánica 5/2010, entre otras. Todas ellas con rango de Ley Orgánica ya que recorta la libertad de los sujetos. • ¿Qué opinión le merece la analogía prevista en el artículo 21.7 del Código Penal? El artículo 21.7 del Código Penal trata sobre circunstancias atenuantes. En concreto, el artículo 21.7 dice: “Cualquier otra circunstancia de análoga significación que las anteriores”. Esto viene a dar al juez el fundamento de ley para que pueda usar analogía en beneficio del acusado. Esto rompe, en principio, con la garantía penal de Exclusión de la analogía (Que el juez aplique normas a un hecho no regulado pero que guarda semejanzas con otro hecho que sí aparece regulado en la ley), pero la doctrina penal seguida en España y otros países contemplan siempre la aplicación del derecho penal de la forma más positiva al procesado. • ¿Qué valor tienen las sentencias del Tribunal Constitucional en materia penal? La Jurisprudencia del Tribunal Constitucional constituye una importante excepción a la línea seguida por la Jurisprudencia en el sistema legal español, ya que el artículo 5.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece el carácter vinculante de la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional para todos los tribunales. Y de igual modo puede entenderse una “fuente negativa”, porque si el Tribunal Constitucional declara la inconstitucionalidad de una norma penal, ésta queda derogada. • ¿Es vinculante la interpretación auténtica? La interpretación auténtica es una clase de interpretación en atención a los sujetos o fuentes de interpretación. Esta es una interpretación que da la propia norma, el legislador en el mismo precepto o en otro posterior destinado a interpretar. El legislador, en la propia ley define los conceptos que entiende necesitados de interpretación. Es una interpretación vinculante para el juez, que no puede desatender. • ¿Qué significado tiene el principio de alternatividad? Principio de alternatividad o gravedad: Cuando la apariencia de ese concurso de leyes no quede resuelta por los criterios anteriores, con carácter residual o marginal se aplicará el precepto que imponga a ese hecho la pena más grave. Este principio viene a decir que si alguien está siendo juzgado por un hecho puede ser contemplado por varios preceptos penales, será sancionado según el que imponga la sanción más grave. CAPÍTULO 5. LA APLICACIÓN DE LA NORMA PENAL. AUTOEVALUACIÓN • Lea la Disposición Derogatoria del Código Penal de 1995 y analícela. La vigencia de la norma penal viene determinada por dos momentos secuenciados: nacimiento y cese o desaparición, esto es, entrada en vigor y derogación. La derogación implica la desaparición de la ley penal. Tal derogación puede venir dada por el legislativo, de forma expresa, en una ley posterior (reformas penales), o bien de forma tácita (abrogación) que sucede cuando cambian las circunstancias que justificaron la presencia de esa norma (leyes penales temporales), o por una derogación expresa Judicial, reservada al Tribunal Constitucional cuando declare en sentencia la inconstitucionalidad de una ley penal. El alcance de la derogación se decide en atención a las “cláusulas derogatorias”: absolutas (se declara la no vigencia de la ley en su conjunto) o relativas (derogación de parte de la norma afectada). En esta disposición se derogan, en primer lugar, varias leyes empezando por el anterior Código Penal (Derogación absoluta). Después se enumera una serie de preceptos que igualmente quedan derogados que hacen referencia a otras leyes especiales (Derogación relativa). A continuación, se enumera otra serie de preceptos que quedan derogados (Derogación relativa). Por última, como condición para asegurarse que no existe incompatibilidades con esta ley se deroga “ […] cuantas normas sean incompatibles con lo dispuesto en este Código.”. • Observe el art. 7 CP y reconozca el criterio adoptado por el Legislador para determinar cuándo se entiende cometido el delito. El artículo 7 del Código Penal dice: “A los efectos de determinar la Ley penal aplicable en el tiempo, los delitos y faltas se consideran cometidos en el momento en que el sujeto ejecuta la acción u omite el acto que estaba obligado a realizar.”. Según se desprende de la lectura de dicho artículo, el criterio seguido es el criterio de la acción, momento en que se produce el hecho. • Indague las razones por las cuáles el principio de territorialidad de la ley se erige como límite espacial de la norma penal. Principio de territorialidad de la ley: Supone la aplicación de la ley penal a todas las infracciones cometidas dentro del territorio del Estado. Lo determinante es el lugar de comisión del delito. Este principio, de gran arraigo, se fundamenta en razones de prevención general, especial, o de tipo procesal y es el principio más aceptado en derecho comparado, aunque suele matizarse con el resto de los principios. Las normas penales no son universales, pues se consideran como derecho interno irrenunciable de cada Estado. Es por ello que tiene importancia conocer los límites de las normas penales en el espacio, ya que la eficacia de las normas no es absoluta, pues regula una concreta relación social, definida en un espacio también concreto. Los límites espaciales de las normas penales son explicados por una serie de principios rectores de la validez espacial de la norma penal, principios que aportan soluciones para resolver qué Estado aplica sus normas al caso concreto. En resumen, este principio es el tradicional de aplicación de una ley o norma que se aplicaba a un territorio concreto tal como ocurría en la Edad Media donde cada territorio podía tener su propia legislación y aplicarla en él de manera completamente autónoma. • Luis, español mayor de edad, cuando pasa sus vacaciones en Montpellier (Francia), realiza cuantiosas compras y paga sus facturas con dólares americanos falsos que ha falsificado con ese propósito. Establezca una solución al caso anterior, según el juego de los distintos principios, sobre la base de que la falsificación de moneda extranjera sea un delito “universal”. Principio universal o de justicia mundial: Bajo la cobertura de este principio se aplica la ley del Estado donde se encuentra el delincuente, con independencia del lugar de comisión, o nacionalidad del delincuente, pero siempre que el delito cometido atente contra los intereses de todos los Estados. Se aplica para los llamados delitos universales. El artículo 23.4 LOPJ explicita el seguimiento de este principio para una serie de delitos. “ Igualmente será competente la jurisdicción española para conocer de los hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera del territorio nacional susceptibles de tipificarse, según la ley penal española (regla de doble incriminación) [...] ”. Entre otros delitos enumerados en ese precepto está falsificación de moneda extranjera. Según todo esto, ya fuera detenido en Francia, en España o en EE.UU., Luis sería procesado por la Justicia del país donde fuera detenido y adicionalmente, en caso de ser en país extranjero detenido, la justicia española debería ser informada de tal hecho. Si fuera detenido en cualquier otro país se iniciaría un procedimiento de extradición de Luis hacia España para poder ser juzgado. • Analice el siguiente caso práctico, determinando la ley aplicable. Antonina manda una carta bomba a su ex marido que reside en Alemania. La carta hace explosión en Francia y lesiona a un funcionario de correos francés. La ley aplicable sería la que actualmente se encontrara vigente en España en el momento de procesar a Antonia (dado que del enunciado se puede suponer que Antonia es española y ha sido detenida en territorio Español). • Analice la Ley de extradición pasiva de 21 de marzo de 1985 reconociendo, los diversos principios ya estudiados que limitan la extradición pasiva española. La extradición pasiva (entrega) en España viene regulada en la Ley de extradición pasiva de 21 de marzo de 1985 y en los diferentes tratados que ha suscrito España con diversos países. De su lectura se pueden encontrar los principios limitativos así como el procedimiento de esa entrega. Según los principios de territorialidad, personalidad, real y universal se puede concluir lo siguiente: Principio de territorialidad de la ley: Supone la aplicación de la ley penal a todas las infracciones cometidas dentro del territorio del Estado. Lo determinante es el lugar de comisión del delito. Este principio, de gran arraigo, se fundamenta en razones de prevención general, especial, o de tipo procesal y es el principio más aceptado en derecho comparado, aunque suele matizarse con el resto de los principios. Recogido en el artículo 8.1 del Código Civil por el que “ las leyes penales, las de policía y las de seguridad pública obligan a todos los que se hallen en territorio español”, y en el artículo 23.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial al contemplar que “Corresponderá a la jurisdicción española el conocimiento de las causas por delitos y faltas cometidos en el territorio español o cometidos a bordo de buques o aeronaves españolas, sin prejuicio de lo previsto en los tratados internacionales en los que España sea parte”. Principio de personalidad o nacionalidad del delincuente. Por tal principio la ley penal de un país se aplica a todos sus ciudadanos, cualquiera que sea el territorio, nacional o extranjero, en el que se realice la conducta delictiva. Se recoge en el artículo 23.2 de la LOPJ que estipula: “Asimismo, conocerá de los hechos previstos en las leyes penales como delitos, aunque hayan sido cometidos fuera del territorio nacional siempre que los criminalmente responsables fueren españoles o extranjeros que hubieren adquirido la nacionalidad española con posterioridad al hecho delictivo y concurrieren una serie requisitos establecidos”. Principio real o de protección de intereses. Por tal principio se aplica la ley del Estado respecto de los delitos que afectan a sus intereses, prescindiendo de la nacionalidad del delincuente y del lugar donde se han cometido los hechos. Se fundamenta en una especie de “legítima defensa estatal” para estos casos en que se lesionan intereses fundamentales para un Estado (seguridad, rebelión, falsificación de moneda de ese Estado, etc.) Sus consecuencias también se recogen en la LOPJ, artículo 23.3 cuando establece que “Conocerá la jurisdicción española de los hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera del territorio nacional cuando sean susceptibles de tipificarse, según la ley penal española (regla de doble incriminación), como alguno de los siguientes delitos: [...]”. Principio universal o de justicia mundial. Bajo la cobertura de este principio se aplica la ley del Estado donde se encuentra el delincuente, con independencia del lugar de comisión, o nacionalidad del delincuente, pero siempre que el delito cometido atente contra los intereses de todos los Estados, estos son delitos universales. Finalmente, el artículo 23.4 LOPJ explicita el seguimiento de este principio para una serie de delitos. “ Igualmente será competente la jurisdicción española para conocer de los hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera del territorio nacional susceptibles de tipificarse, según la ley penal española (regla de doble incriminación), como alguno de los siguientes delitos: [...]”. • OPCIONAL: Realice, brevemente, una valoración de la Ley del Derecho de Asilo y de la condición de refugiado y de su Reglamento de desarrollo. Pasando. CAPÍTULO 6. EL ESTUDIO CIENTÍFICO DEL DERECHO PENAL Y SU EVOLUCIÓN. AUTOEVALUACIÓN • Descubra en el siguiente ejemplo los elementos de acción, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad (dolo o imprudencia): Juan, al limpiar el arma, si verificar que está cargada, hiere mortalmente a Luis, al alcanzarle de un disparo. Acción: Juan limpiando el arma disparata esta accidentalmente (no se ha comprobado si estaba cargada) y la bala impacta a Luis causándole una herida mortal. Tipicidad: El homicidio involuntario y por negligencia está recogido en el Código Penal. Antijuricidad: El homicidio, de cualquier tipo, es contrario al ordenamiento jurídico. Culpabilidad: Esto sería una acción imprudente con una grave consecuencia. • Vincule las siguientes expresiones a las distintas escuelas o teorías al derecho penal y su evolución: - Irracionalismo. La escuela de Kiel (Alemania nazi). - Humanización de las penas. Beccaria (Orígenes del Derecho Penal moderno. La Ilustración). - Método empírico. El Positivismo (Siglo XIX). - Datos positivos. El Positivismo (Siglo XIX). - La política criminal y Roxin. Eclecticismo entre en la esfera axiológica (Neokantianos) y en la esfera ontológica (Finalismo) (La actualidad). - El mundo de los valores. El neokantismo (Siglo XIX hasta la actualidad). - El determinismo biológico en la génesis del delito. Positivismo criminológico (Tiempos de Lombrosso, Ferri, Garófalo, Fioretti y demás coleguillas). - Las estructuras lógico objetivas. El finalismo (Tiempos de Welzel, Maurach, Hirsch, A. Kauffmann y demás coleguillas hasta la actualidad). BLOQUE 2. TEORÍA DEL DELITO CAPÍTULO 7. INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA GENERAL DEL DELITO. AUTOEVALUACIÓN • Comente lo siguiente: Si se demostrara que las sanciones leves tienen más eficacia que las graves para inhibir las conductas menos deseadas por la sociedad ¿Qué repercusiones tendría este planteamiento para el Derecho penal? (Aronson, El animal Social. Introducción a la Psicología social, Alianza Universidad). Más violencia engendra violencia, por ejemplo, en el caso EE.UU. El cual tiene penas muy graves, incluso de muerte, hace que unos simples atracadores de gasolineras puedan comportarse de una forma más violenta por el castigo que puedan recibir si son detenidos. En una de las conclusiones de uno de sus estudios Aronson viene a decir que para encaminarse hacia una reducción de la violencia las penas no deben ser excesivamente graves. Según sus observaciones los castigos graves son efectivos temporalmente, pero, de no usarse con extremada cautela, pueden tener el efecto opuesto a la larga. Las observaciones de padres y niños en el mundo real han demostrado una y otra vez que los padres propensos a utilizar castigos duros suelen tener niños extremadamente agresivos o que, cuando sean adultos, serán partidarios de los medios violentos para obtener fines personales y políticos. Por tanto, lo que se extrae de aquí es que para inhibir esas conductas indeseadas más que aplicar sanciones leves lo más apropiado es no aplicar sanciones o penas excesivamente graves, si no en su justa medida. • Luis conduce a la velocidad indicada y sorpresivamente se cruza un animal en su trayecto, razón por la cual frena en seco, perdiendo el control del auto que conduce, atropellando a José, al invadir la acera por la que éste transita. ¿Estamos ante un movimiento reflejo que evita la responsabilidad penal de Luis? Razone la respuesta. En los movimientos reflejos hay una ausencia de influjo anímico, en los que el sujeto produce un movimiento sin que intervenga su voluntad y conciencia, por tanto, es claramente un supuesto de exclusión de acción siempre y cuando la acción de pisar el freno en seco sea un acto reflejo, aunque de tal acción se derivara el atropello accidental de José. • Analice los párrafos 1 y 2 del art. 20 del Código penal e ilustre con ejemplos supuestos de actio liberae in causa que encuentre. En casos en el que el sujeto esté en un estado de inconsciencia, precisamente por la falta de consciencia, se impide el proceso de formación de la voluntad. El sueño, el sonambulismo, el hipnotismo, la narcosis o la intoxicación plena por sustancias, entre otros, se apuntan como tales situaciones. No obstante, hay situaciones en las que el sujeto se encuentra inconsciente y sin embargo ese comportamiento en tales circunstancias si es relevante para el derecho penal. Son los casos que la doctrina denomina actio liberae in causa. Ejemplos de actio liberae in causa: Ejemplo 1: “El conductor del autobús, que lleva al volante 26 horas, se queda dormido conduciendo y provoca un accidente en el que se dan lesiones y muertes”. Cuando se produce el accidente, el conductor está inconsciente pero va a ser responsable penalmente. La respuesta penal se argumenta no porque el conductor no debió quedarse dormido, si no que no cumplió con su deber de cuidado y ese incumplimiento, que se da en el momento que el conductor continúa de manera imprudente al volante, se da en un momento anterior al quedarse dormido y en ese tiempo sí hay comportamiento relevante. Se entiende que hay consciencia y voluntad en el momento previo (liberae in causa), y es previsible que el conductor podía quedarse dormido. Ejemplo 2: “Una persona bebe dos litros de tequila sin intención de llegar al estado de ebriedad. Bajo los efectos del alcohol mata a otra”. La actio libera in causa reconoce que el sujeto no era consciente al momento del injusto (acción típica y antijurídica), pero marca que ese estado fue creado por el propio sujeto y analiza su culpabilidad en el momento anterior al estado de inconsciencia. Aquí el resultado sería homicidio. En cambio, si una persona se introduce a sí misma en un estado de ebriedad con la intención de asesinar a otro sujeto estando en ese estado de inconsciencia y lo logra, el delito imputado será homicidio doloso. • ¿Cree Ud. que las personas jurídicas pueden motivarse por la norma penal? Comente la figura que existe en el CP para sancionar penalmente a las personas jurídicas y sus diferentes modalidades, consagradas en el tipo: artículo 31 y 31 bis del Código Penal. Los delitos socioeconómicos, principalmente contra el medio ambiente, laborales, tributarios y societarios, así como los vinculados a la criminalidad organizada y a la corrupción política, están siendo actualmente perpetrados desde la empresa y otras asociaciones. Su tratamiento jurídico penal obliga a la búsqueda de soluciones teóricas que, sin desbordar las garantías fundamentales, constituyan herramientas idóneas para una eficaz prevención de los mismos. Por otro lado, la teoría del delito, diseñada a partir de paradigmas sustentados en la conducta humana, no se ha mostrado apta para resolver los delitos cometidos en organizaciones complejas. Se propone, por tanto, la reelaboración de categorías especialmente diseñadas para imputar responsabilidad penal y administrativa a las personas jurídicas Siguiendo la tendencia actual de sancionar a las personas jurídicas en los instrumentos internacionales, se afrontó la aprobación de la LO 5/2010 de reforma del Código penal. En este sentido, se puede afirmar que esta ley persigue la consecución de una regulación detallada la responsabilidad penal de las personas jurídicas. • Únicamente se podrá afirmar la responsabilidad penal de las personas jurídicas en aquellos supuestos en los que expresamente se prevé su aplicación. • Existe una doble vía para fijar la responsabilidad de las personas jurídicas: ◦ Por aquellos delitos cometidos por los representantes en su nombre o por su cuenta, y en su provecho. ◦ Por aquellas infracciones propiciadas por no haber ejercido la persona jurídica el debido control sobre sus empleados. • La responsabilidad penal de la persona jurídica podrá declararse con independencia de que se pueda individualizar o no la responsabilidad penal de la persona física (administrador, representante) a diferencia de lo que sucedía con anterioridad a la reforma operada por la LO 5/2010. • Se concreta un catálogo de penas imponibles a las personas jurídicas, añadiéndose, respecto a las hasta ahora denominadas consecuencias accesorias (disolución, suspensión de actividades , clausura de establecimientos, etc.), la multa por cuotas y proporcional y la inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con las Administraciones Públicas y para gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad Social. • ¿Cree Ud. que las personas jurídicas pueden motivarse por la norma penal? Comente la figura que existe en el CP para sancionar penalmente al representante de una persona jurídica, cuando éste no posea las cualidades requeridas por el tipo: artículo 31 del Código Penal. Bibliografía: Zúñiga Rodríguez, Laura: Bases para un modelo de imputación de responsabilidad penal a las personas jurídicas, Navarra, Aranzadi, 2000. • Existe una doble vía para fijar la responsabilidad de las personas jurídicas: ◦ Por aquellos delitos cometidos por los representantes en su nombre o por su cuenta, y en su provecho. ◦ Por aquellas infracciones propiciadas por no haber ejercido la persona jurídica el debido control sobre sus empleados. • La responsabilidad penal de la persona jurídica podrá declararse con independencia de que se pueda individualizar o no la responsabilidad penal de la persona física (administrador, representante) a diferencia de lo que sucedía con anterioridad a la reforma operada por la LO 5/2010. • Si partimos de una concepción personalista de bien jurídico ¿tiene sentido que el derecho penal proteja intereses colectivos? ¿el delito colectivo posibilita, en todo caso, la protección de los bienes jurídicos individuales? Analice algunos delitos colectivos del código penal español e indague si mantienen un correlato con un interés individual. La entidad del sujeto pasivo hace que se distinga entre delitos colectivos y delitos individuales, y por ello entre bienes jurídicos individuales y bienes jurídicos colectivos, en atención a si es el concreto individuo el titular de ese bien jurídico (delitos individuales: homicidio, estafa, por ejemplo) o es la colectividad el sujeto pasivo de ese delito (delitos contra la salud pública, contra el medio ambiente, por ejemplo). Los delitos colectivos vienen, en los últimos tiempos, incorporándose a las legislaciones penales, como exponente democrático de las reformas penales, al entenderse que asistimos a la protección penal de intereses generales dignos de protección, pero su protección plantea problemas dogmáticos relativos a la técnica de tipificación mediante los “delitos de peligro”, aspectos probatorios, etc. • Comente su parecer sobre la esencialidad del objeto material del delito. El objeto material del delito es la persona o cosa sobre la que recae el comportamiento penal. Puede también coincidir con el sujeto pasivo, pero ambos son susceptibles de una distinción conceptual, ya que el objeto material del delito no es el titular del bien jurídico. El objeto material del delito tampoco equivale al instrumento del delito o efectos con lo que se desarrolla la conducta delictiva (armas o automóvil, por ejemplo). El objeto material del delito es un elemento del delito del que se discute su esencialidad, esto es, si todos los delitos deben tener un objeto material. Se apunta como delitos sin objeto material a los delitos contra el honor o al delito de la omisión de deber de socorro, por tanto, podría concluirse que no es un elemento esencial para definir algo como delito. • Proponga un caso práctico donde identificar las siguientes categorías: objeto jurídico, objeto material, sujeto activo, sujeto pasivo, instrumento del delito, perjudicado, sujeto pasivo de la acción. Supongamos el caso de un homicidio simple donde cada categoría se correspondería de esta forma: • Objeto material: Objeto con el que se mata. • Objeto jurídico: Bien jurídicamente tutelado por la ley (vida humana). • Sujeto activo: Persona física que realiza la acción (asesino). • Sujeto pasivo: Persona física que recibe la acción (asesinado). • Instrumento del delito: Motivo por el cual se acaba con la vida (Venganza). • Perjudicado: La viuda del fiambre. • Sujeto pasivo de la acción: El fiambre. El ejemplo más fácil: A mata a B con un arma de fuego. Sujeto activo (A), sujeto pasivo (B), víctima (B), perjudicado (viuda de B), objeto jurídico (la vida), objeto material (arma de fuego). CAPÍTULO 8. LA TIPICIDAD. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué es un tipo penal? Maneje el C.P. y lea algunos tipos penales. Un tipo penal es el instrumento que informa sobre qué es lo que se protege y cómo se protege. En él se describen los comportamientos que se pretende que no realicen los miembros de una determinada comunidad. La definición de una conducta típica a través de un tipo penal presupone una valoración negativa de la misma. Es decir, el juicio de valor sobre qué es lo que quiere ser evitado, por qué, cómo, y de qué forma quiere castigarse, es anterior, lógicamente, a la propia definición. Así, se puede afirmar que las conductas que finalmente se describen en un tipo penal son aquéllas que previamente han sido valoradas de forma negativa. Claro que los he leído, seguro. • ¿Cuál de entre las distintas funciones del tipo penal está directamente conectada al principio de legalidad? El principio de legalidad dice que no hay delito ni pena sin una ley que así lo establezca. Este principio se incorpora en todas las legislaciones y llega a nuestros días como un principio irrenunciable. La función directamente conectada es la función de garantía. Esta función está vinculada al principio de legalidad porque es expresión de las garantías que se derivan del principio de legalidad, especialmente, de la seguridad jurídica. Significa que el tipo penal al seleccionar y describir, de entre muchos comportamientos humanos, aquellos que van a tener relevancia penal, cumple una función de garantía, porque sólo los comportamientos que puedan subsumirse en la descripción típica pueden ser objeto de sanción penal, y ningún otro más. • Lea algún tipo penal e individualice en él los elementos objetivos de carácter normativo, los elementos objetivos de carácter descriptivo y los elementos objetivos de carácter valorativo y los elementos subjetivos (por ejemplo, lea los artículos 185 y 144 del C.P.). Artículo 185 CP: “El que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses.”. Elementos objetivos de carácter descriptivo: Tanto quien ejecuta u obliga a realizar la acción de exhibición obscena como el acto en sí. Elementos objetivos de carácter normativo: Que tal acto, de exhibición obscena, sea realizado ante menores o incapaces. Elementos objetivos de carácter valorativo: El acto de exhibición obscena ante menores o incapaces. Elementos subjetivos: Realizar la exhibición obscena u obligar a hacerlo ante menores o incapaces de forma consciente. Artículo 144 CP: “El que produzca el aborto de una mujer, sin su consentimiento, será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años e inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión sanitaria, o para prestar servicios de toda índole en clínicas, establecimientos o consultorios ginecológicos, públicos o privados, por tiempo de tres a diez años. Las mismas penas se impondrán al que practique el aborto habiendo obtenido la anuencia de la mujer mediante violencia, amenaza o engaño.”. Elementos objetivos de carácter descriptivo: Realizar el aborto de una mujer. Elementos objetivos de carácter normativo: Realizar el aborto sin el consentimiento de la mujer o habiendo obtenido el consentimiento de esta mediante violencia, amenaza o engaño. Elementos objetivos de carácter valorativo: Que quien realice el aborto ejerza alguna profesión sanitaria o servicio en centro médico. Elementos subjetivos: La intención de realizar un aborto a una mujer en contra de su voluntad o mediante coacciones. • Diga qué clase de tipo -con relación a la parte subjetiva- se contempla en el art. 197.1 del C.P. Artículo 197.1 CP: “El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.”. En relación a la parte subjetiva, creo que se trataría de un delito de tendencia interna intensificada ya que la finalidad puede presuponerse que no es la de obtener información únicamente, si no la de emplear de algún modo esa información obtenida, por ejemplo en amenazas, extorsión, etc. • Diga qué clase de tipo -por el sujeto- se contempla en el art. 198 del C.P. Artículo 198 CP: “La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley, sin mediar causa legal por delito, y prevaliéndose de su cargo, realizare cualquiera de las conductas descritas en el artículo anterior, será castigado con las penas respectivamente previstas en el mismo, en su mitad superior y, además, con la de inhabilitación absoluta por tiempo de seis a doce años.”. En relación por el tipo de sujeto, creo que se trataría de un delito especial impropio, el sujeto activo ostenta una posición determinada respecto al bien jurídico, pero el delito que comete guarda correspondencia con otro delito común del que puede ser autor un sujeto no cualificado que realiza la acción. CAPÍTULO 9. LA RELACIÓN DE LA CASUALIDAD Y LA TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA. AUTOEVALUACIÓN • Diga si el delito de agresión sexual definido en el art. 178 tiene un resultado material o la lesión al bien jurídico es de carácter inmaterial ¿Y el delito del art. 179? Respecto a los delitos de acción se distinguen dos clases: de mera actividad (se incrimina la mera realización de la acción prohibida) y de resultado (en los que además, se requiere la producción de un resultado material). En el ámbito penal para poder afirmar que una conducta típica es un delito de resultado material se requiere que sean los bienes jurídicos tangibles los que pueden ser destruidos, menoscabados o puestos en peligro (Ejemplo: la vida en un delito de homicidio) y es esa destrucción o menoscabo lo que constituye el contenido del resultado material de estos delitos. Es en el resultado donde estos delitos se distinguen de aquéllos otros en los que lo protegido no es un bien jurídico tangible, por lo que el resultado del delito no tiene un carácter material (Ejemplo: en un delito de injurias se afecta al bien jurídico honor, pero esa afección no tiene un carácter material, ni tangible). Artículo 178 CP: “El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual con la pena de prisión de uno a cinco años.”. Este delito es de carácter inmaterial ya que el bien jurídico que se menoscaba es la libertad sexual de una persona, pero esto no tiene un carácter tangible ni material. Artículo 179 CP: “Cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado como reo de violación con la pena de prisión de seis a 12 años.”. En este otro caso, en el delito descrito en este artículo se define un delito de resultado material pues el bien jurídico afectado es el resultado de la conducta típica descrita en el artículo produciendo un resultado material. • ¿Qué es la relación de causalidad? La relación de causalidad es el vínculo que se establece, en otras palabras, una relación determinada entre acción y resultado necesaria en el ámbito penal, en concreto en los delitos de resultado material. En este tipo de delitos es preciso probar que el resultado típico tiene su causa en la acción realizada por el autor para poder afirmar la tipicidad. • ¿En qué consiste la teoría de la equivalencia de las condiciones? La teoría de la equivalencia de las condiciones es formulada a finales del siglo XIX por Stuart Mill para establecer la existencia de casualidad natural de la forma más lógica posible. Según ella, dado que en la producción de un determinado hecho concurren una multiplicidad de factores, se puede afirmar que un resultado no es producto de una única causa, sino fruto de una causa conjunta, de una multiplicidad de factores. Desde el punto de vista natural, causal, el hecho de que una mujer haya matado a su marido el día X y no lo haya hecho en días anteriores en igualdad aparente de condiciones, se debe a que ese día tenía el instrumento adecuado, un machete de grandes dimensiones que le había prestado una vecina para cortar una pieza de cordero que había comprado el día anterior, que estaba alterada emocionalmente porque una hora antes su marido había dado una paliza a su hijo pequeño, que estaba especialmente irritable porque la noche anterior no había podido conciliar el sueño ya que, al encontrarse su hijo mayor enfermo, se había pasado la noche atendiéndole, que estaba desesperada ante el futuro económico de la familia porque dos días antes habían despedido a su marido del trabajo sin que hubiese perspectivas de encontrar otro. Todos son factores que concurren en la producción del resultado, todos son causa del mismo. De esta forma, se equiparan condiciones y causas. Basta con aportar una condición para la producción del resultado, para elevar esa aportación a la condición de causa. Así, con base en esta teoría, al ser el número de causas innumerable, se convierte también en innumerable el número de personas inicialmente responsables (la mujer, porque los cuatro machetazos que asestó a su marido en el cuello fueron la causa directa de su muerte, pero también la vecina, porque sin el machete que le prestó, la mujer no hubiera matado a su marido. El jefe de su marido, puesto que si no lo hubiese despedido, probablemente ella no se hubiese encontrado en una situación tan desesperada. El marido, que al pegar al hijo pequeño de la mujer, la colocó en una situación emocional vulnerable). La conclusión que se extrae de esta teoría es que con base en ella, se consideran inicialmente objeto del derecho penal acciones que desde un punto de vista de su valoración jurídica, nada tienen que ver con la producción del resultado. No tiene utilidad como criterio seleccionador. A parte de ello, al no seleccionar, no es útil con relación a determinados procesos causales, así que no aporta un criterio operativo. • ¿Qué límite establece la teoría de la condicio sine qua non a la teoría de la equivalencia de las condiciones? La teoría de la conditio sine qua non, con base en la teoría de la equivalencia de las condiciones, trata de seleccionar, de entre todas las condiciones que han contribuido a causar un resultado, aquél factor determinante de la producción del mismo. Según esta teoría, es causa de la producción de un resultado cualquier factor que, suprimido mentalmente, hace que no se produzca el resultado. También se conoce como teoría de la causalidad hipotética. En el ejemplo de la cuestión anterior, si se suprimen los cuatro machetazos que la mujer asestó a su marido, la muerte no se produce, luego los machetazos son la causa de la muerte. • ¿Qué criterio limitador a la pura causalidad natural elabora la teoría de la causalidad adecuada? La teoría de la causalidad adecuada fue formulada por von Kries a finales del siglo XIX, y concebida, en principio, como una teoría de la causalidad, que nacía con la pretensión de solventar de forma satisfactoria los problemas generados por las anteriores teorías causales. En síntesis, esta teoría dice que, de entre todos los factores que contribuyen a la producción de un resultado, sólo es causa aquel que de acuerdo con la experiencia, produce normalmente el resultado. En la actualidad, la opinión mayoritaria la considera un límite a la imputación objetiva y no una teoría de la causalidad. Según esta teoría hay que preguntarse si un factor determinado analizado en el momento de la acción y contando con todos los conocimientos que un hombre medio pudiera tener en ese momento, junto a los específicos del autor, es previsible que produzca el resultado que realmente se generó, es decir, se puede afirmar que ese factor es adecuado para generar ese resultado. Por ejemplo, dos personas discuten y una de ellas golpea a otra en la cara. Como consecuencia del golpe, se produje una hemorragia y la víctima, que es hemofílica, muere desangrada. Si nos colocamos en el momento de la acción (el golpe) y nos preguntamos si un puñetazo en la cara es causa adecuada de una muerte, o con más precisión aún, si contando con los conocimientos que un hombre medio pudiera tener en ese momento era previsible que se generase ese resultado, tendremos que afirmar que no. Es decir, que el golpe no es causa adecuada para la producción del resultado. Si quien golpeó a la víctima sabía que ésta era hemofílica (es decir, si tenemos en cuenta los conocimientos específicos del autor) tendremos que afirmar que un golpe en la nariz de un hemofílico hace que sea previsible la hemorragia, y por tanto, posible la producción del resultado. Luego, si se actúa con ese conocimiento, el golpe es causa adecuada de la producción de la muerte. • ¿En qué distintas fases se descompone la teoría de la imputación objetiva? Por imputación objetiva se entiende el conjunto de criterios dogmáticos que sirven para determinar si se puede o no atribuir objetivamente un resultado típico a un sujeto, es decir, si se puede afirmar que desde el punto de vista objetivo, y utilizando criterios normativos, ese resultado es obra suya. Según la teoría de la imputación objetiva, para que un resultado pueda ser atribuido a un sujeto es necesario, ya en el plano objetivo, que el resultado a imputar constituya la realización de un riesgo jurídicamente relevante cuya evitación sea, precisamente, la finalidad de la norma infringida por el sujeto. Esta definición se descompone en varias fases: 1. En primer lugar, es preciso que el resultado que se va a imputar sea consecuencia de la realización de la acción que se analiza. Es decir, que la teoría de la imputación objetiva utiliza como primer filtro a las teorías causales que establecen la causalidad natural en los delitos de resultado material. 2. En segundo lugar, es preciso determinar que el comportamiento analizado es uno de los que la norma jurídica pretendía evitar. Y esto es así porque, aunque en ocasiones el comportamiento sea imputable causalmente, no encaja entre aquellos que pretendían ser evitados por la norma. Por ejemplo, si en un parque de atracciones una persona convence a otra para que suba a una noria en la esperanza de que falle el mecanismo, como en ocasiones sucede, y le ocasione la muerte, aunque causalmente quien convence contribuye a la producción del resultado, su comportamiento no entra dentro del ámbito de protección de la norma y a él no puede atribuírsele jurídicamente la muerte producida (que es consecuencia de un accidente, o de un fallo en el control de los mecanismos del aparato), porque no ha ostentado en ningún momento el control del curso causal que ha conducido a la producción del resultado. 3. Además de lo anterior, es necesario que el comportamiento que se analiza haya creado un peligro relevante penalmente y no permitido. En primer lugar: que genere un riesgo de menoscabo del bien jurídico. Este criterio permite excluir de la imputación a las acciones que disminuyen el riesgo (aunque sean causantes del resultado, y a las acciones que crean un riesgo insignificante) aunque sean igualmente la causa natural del resultado. Para decidir cuándo una acción es peligrosa se suele utilizar el juicio de la adecuación: un comportamiento no es peligroso cuando es generalmente adecuado, teniendo en cuenta todos los conocimientos teóricos y prácticos disponibles en el momento (y teniendo también en cuenta los conocimientos del autor) para la causación del resultado típico y lo es cuando incrementa las posibilidades de producción de éste. 4. Que el resultado típico sea producto del riesgo generado por la acción analizada, es decir, que el resultado sea consecuencia del riesgo típicamente relevante y no permitido, generado por el comportamiento del autor. Este requisito sirve para negar la imputación en los casos en que se interfiere otro factor en el desarrollo del curso causal. Por ejemplo, una persona dispara sobre otra y la hiere, la víctima es trasladada inmediatamente al hospital, y en el curso de la operación quirúrgica, por un error en la anestesia, muere. El riesgo que finalmente se concreta en el resultado no es el generado por el primer comportamiento, el disparo, sino por el segundo, el error en el anestésico, por lo que no se podrá imputar objetivamente la muerte a quien disparó contra la víctima. • ¿Cuáles son las características de los delitos de peligro abstracto? En los delitos de peligro abstracto se incrimina la mera realización de una acción porque se presume su peligrosidad. Tradicionalmente los delitos de peligro abstracto se han definido por las siguientes características: • En el tipo penal no aparece el término peligro, sino que se describe una acción junto con las notas que la caracterizan como generalmente peligrosa (con carácter general se considera, por ejemplo, que conducir excediendo en sesenta km/h en vía urbana o en ochenta en interurbana los limites de velocidad constituye una acción peligrosa). • En un delito de peligro se traslada la decisión sobre la existencia del peligro del juez al legislador. Esto significa que el juez no tiene que verificar que en el caso concreto la acción que realizó el autor comportó peligro alguno, sino únicamente, que están presentes las características que la definen legislativamente como peligrosa (por ejemplo, el juez no tiene que probar que quien conducía excediendo los límites de velocidad generó un peligro para la vida, que pudo no existir en el caso concreto, sino únicamente que condujo excediendo los límites de velocidad). • Diga si el delito contemplado en el art. 368 del C.P. es un delito de peligro abstracto o de peligro concreto. Artículo 368 CP: “Los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, o las posean con aquellos fines, serán castigados con las penas de prisión de tres a seis años y multa del tanto al triplo del valor de la droga objeto del delito si se tratare de sustancias o productos que causen grave daño a la salud, y de prisión de uno a tres años y multa del tanto al duplo en los demás casos. No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, los tribunales podrán imponer la pena inferior en grado a las señaladas en atención a la escasa entidad del hecho y a las circunstancias personales del culpable. No se podrá hacer uso de esta facultad si concurriere alguna de las circunstancias a que se hace referencia en los artículos 369 bis y 370.”. Atendiendo a las definiciones y características de delito de peligro abstracto y delito de peligro concreto se trataría de un delito de peligro concreto. La conducta típica descrita en el artículo se trata de un delito de peligro abstracto pues cumple con sus características que lo definen como tal: • No aparece el término peligro en el artículo. • La decisión sobre la existencia del peligro la tomó el legislador al elaborar la ley, el juez no tiene que verificar que hay peligro sino las características que se definen en el artículo. CAPÍTULO 10. LOS DELITOS DOLOSOS DE ACCIÓN. AUTOEVALUACIÓN • ¿En qué parte del delito se analiza el concepto de dolo? El dolo es el término que se utiliza para designar el aspecto subjetivo del delito, es decir, la relación subjetiva entre el autor del delito y éste mismo en aquéllos casos en que no existe imprudencia. Sería en términos coloquiales y desde un punto de vista puramente aproximativo lo que podría denominarse un delito intencional en el que el autor quiere que se produzca el resultado. El Código Penal menciona el concepto de dolo, pero no lo define, no dice en qué consiste éste. Por este motivo, su contenido y su posición en el esquema dogmático del delito han sido objeto de discusión hasta nuestros días. A partir de los años sesenta del siglo pasado, con el asentamiento de los logros principales de la corriente dogmática finalista, puede considerarse doctrina dominante en el ámbito académico la que considera que el dolo es un componente del tipo subjetivo. • ¿Qué elementos presenta una conducta dolosa? Del concepto de dolo se derivan los elementos que deben concurrir en una conducta para que se pueda afirmar que es dolosa. Estos elementos son: 1. Elemento intelectual: Conocimiento de todos los elementos que integran el tipo objetivo del delito. Ese conocimiento tiene que ser actual, es decir, es preciso que el autor conozca todos los elementos del tipo en el momento de la ejecución. Por tanto, para fundamentar el dolo no se tiene en cuenta el conocimiento que el autor tenía antes o con posterioridad a la ejecución del delito, sino el que concurría en el preciso momento en que se realiza el mismo. Exigir un conocimiento exacto haría prácticamente imposible la afirmación de que una conducta es dolosa en aquellos tipos penales cargados de elementos normativos, salvo para el reducido círculo de sujetos con un conocimiento especializado. Por este motivo, ya desde antiguo se ha considerado suficiente la valoración paralela en la esfera del profano. Es decir, es suficiente que el autor conozca el significado que tiene ese elemento normativo desde el punto de vista del profano, es decir, del no especialista. No es necesario, por tanto, que conozca la calificación jurídica correcta de estos elementos, o su exacta valoración jurídica, sino que tenga un conocimiento que corresponda al nivel cultural o social en el que se desenvuelve el autor. A su vez, tanto los elementos descriptivos como los normativos y valorativos que definen la situación típica y que han de ser abarcados por el dolo en un delito doloso, pueden ser esenciales o accidentales. A. Son elementos esenciales (ya sean descriptivos, normativos o valorativos) aquellos de los que depende la existencia del delito. B. Los elementos accidentales son aquellos que suponen una agravación (tipos agravados, circunstancias agravantes genéricas) o una atenuación (tipos atenuados o circunstancias atenuantes genéricas) de un delito que ya está completo en todos sus elementos. El desconocimiento de esta información, no hace desaparecer el dolo del delito principal pero sí impide la apreciación del tipo agravado. Es decir, el error sobre un elemento accidental no tiene las mismas consecuencias que si recae sobre un elemento esencial. 2. Elemento volitivo: Es la decisión por la ejecución de una acción que realiza el tipo de delito en cuestión. Es el elemento denominado tradicionalmente por la jurisprudencia “intencional” (por eso se ha definido tradicionalmente al dolo como “conocer y querer”). Es preciso, sin embargo, tener en cuenta que querer realizar una conducta típica, no equivale a desear, y que, por tanto, concurrirá también un comportamiento doloso aunque el autor no desee la producción del resultado siempre que tome la decisión de realizar una conducta típica sabiendo las consecuencias que ésta desencadenará. • ¿Qué es el dolo directo de primer grado? El dolo directo de primer grado en una modalidad de dolo en la que el autor persigue la realización del delito, es decir, el resultado típico es el fin que se proponía el autor. Por ejemplo, una persona que quiere matar a otro, coge una pistola, apunta, dispara y le mata. No hay que identificar el dolo directo de primer grado con la motivación última del autor, que puede ser diversa, sin que ello altere la calificación del dolo. Por ejemplo, la sustracción de un vehículo (para atracar un banco) es una conducta realizada con dolo directo si el autor conoce todos los elementos de la situación típica, con independencia de que su motivación última sea el atraco a un banco. Esto dolo se denomina también dolo de propósito o dolo inmediato. • Diga qué diferencia legal existe -si es que existe alguna- entre el dolo directo de primer grado, de segundo grado y eventual. La clasificación del dolo en distintas modalidades tiene una función puramente analítica, esto es, está dirigida a ayudar a conocer mejor su contenido, la peculiaridad de sus elementos, y a establecer su diferenciación con respecto a la otra modalidad de tipo subjetivo: la imprudencia. Pero no tiene ninguna consecuencia desde el punto de vista sancionatorio, ya que todas las modalidades dolosas reciben la misma sanción penal. Hay que tener en cuenta que todas las modalidades de dolo reciben exactamente el mismo tipo de sanción penal (no hay diferencia legal entre distintos tipos de dolo): la establecida en el tipo delictivo en cuestión. Sin embargo, si se califica un hecho como imprudente, la sanción que recibe es siempre inferior a la dolosa, y en muchas ocasiones la calificación como imprudente de una conducta típica implica su impunidad puesto que sólo se considera delito la modalidad dolosa. • ¿Qué clase de dolo plantea problemas de delimitación con la imprudencia y por qué motivo? El dolo que plantea problemas de delimitación con la imprudencia es el dolo eventual. Durante mucho tiempo se ha discutido cuál debe ser el criterio que permita una diferencia clara entre un delito cometido con dolo eventual y uno con imprudencia consciente, ya que ambos parten de una estructura común: en ninguno de ellos se desea el resultado y en ambos se reconoce la posibilidad de que éste se produzca. Por ejemplo, quien se salta un semáforo en rojo no desea evidentemente colisionar con otro vehículo, pero percibe que es posible que ello se produzca. En este caso se actúa con imprudencia consciente. El problema es que no se puede diferenciar el comportamiento doloso del imprudente con base en la representación de un resultado como posible, ya que éste es un elemento común a ambos. Por eso la doctrina ha tratado desde antiguo, de encontrar un criterio diferenciador. Con esta finalidad han sido elaboradas básicamente dos teorías que centran la definición de dolo eventual o en la voluntad (teoría del consentimiento) o en el conocimiento (teoría de la representación). • Lea el delito del art. 197.1 e identifique el elemento subjetivo que aparece en su definición. Artículo 197.1 CP: “El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.”. Para poder afirmar que un delito es doloso, no basta con confirmar la presencia de este elemento, sino que, en ocasiones, es preciso que concurran otros elementos subjetivos porque, a veces, los tipos penales los requieren y los incorporan en la definición de las conductas típicas. En el caso del delito descrito en el artículo 197.1 el elemento subjetivo hace referencia a un delitos de tendencia. En ellos el autor realiza la conducta típica con un ánimo o intención determinada que hacen que ésta tenga un sentido específico. • ¿Qué es el error de tipo? ¿Cómo se regula en el art. 14. Del C.P.? El error de tipo puede definirse como la ausencia de conocimiento o el conocimiento defectuoso que tiene el autor del delito con respecto a alguno de los elementos que definen la situación típica. Se trata de una cuestión importante porque para que un comportamiento sea doloso se requiere el conocimiento de todos los elementos del tipo objetivo, por lo tanto, si ese conocimiento falla o es defectuoso, no se puede, en principio, afirmar la existencia de un delito doloso. Es preciso, pues, analizar cómo reacciona el derecho penal en estos casos. En el C.P. se reguló la relevancia del error a efectos penales por primera vez, en el año 1983. El Código vigente regula el error en el artículo 14. Artículo 14 CP: “1. El error invencible sobre un hecho constitutivo de la infracción penal excluye la responsabilidad criminal. Si el error, atendidas las circunstancias del hecho y las personales del autor, fuera vencible, la infracción será castigada, en su caso, como imprudente. 2. El error sobre un hecho que cualifique la infracción o sobre una circunstancia agravante, impedirá su apreciación. 3. El error invencible sobre la ilicitud del hecho constitutivo de la infracción penal excluye la responsabilidad criminal. Si el error fuera vencible, se aplicará la pena inferior en uno o dos grados.”. El artículo 14.1 del C.P. regula el error sobre un elemento esencial de la infracción penal, tanto si éste es vencible como si es invencible. En el primer caso establece que la infracción sea castigada, en su caso, como imprudente. En el segundo se declara la exclusión de responsabilidad penal. En el artículo 14.2 se regula el error sobre un elemento accidental, como dice el precepto “sobre un hecho que cualifique la infracción o sobre una circunstancia agravante”, declarando que en este caso, con independencia de la vencibilidad o no del error, su existencia impedirá la apreciación de la cualificación o de la circunstancia agravante. • Mencione y defina alguna clase de error de tipo. Error en el golpe: También se le denomina ab erratio ictus. Son los casos en que el error recae en la dirección del ataque, de forma que el objeto afectado por el delito es diferente al que se pretendía afectar. Por ejemplo: una persona apunta con intención de matar, a otra, pero como no es un experto en armas, le da a un tercero que estaba al lado de la persona a quien pretendía matar. CAPÍTULO 11. LOS DELITOS IMPRUDENTES DE ACCIÓN. AUTOEVALUACIÓN • ¿Cuál es la diferencia entre un delito doloso y uno imprudente? El delito doloso exige la realización del tipo de injusto con conocimiento de todos sus elementos y decisión de realización, mientras que en el delito imprudente, el sujeto no quiere cometer el hecho previsto en el tipo objetivo del delito, sin embargo, lo realiza por inobservancia del cuidado debido (ya sea por desconocer la existencia del deber o conociéndola, por pensar que el resultado no tendría lugar). Por ejemplo: actúa imprudentemente quien se salta un semáforo en rojo y colisiona con otro vehículo causando lesiones graves a quien lo conducía. El tipo objetivo de ambas modalidades, dolosa e imprudente, es el mismo: unas lesiones, un aborto, un homicidio, pero no el tipo subjetivo (ni el conocimiento, ni la decisión de voluntad) que constituye la diferencia fundamental entre ambas categorías delictivas. Por tanto, el fundamento del injusto imprudente está en el deber de cuidado, precaución o diligencia que se infringe, deber de cuidado que debe ser garantizado penalmente (aunque sea únicamente en supuestos excepcionales). Por tanto, el elemento más importante del delito imprudente es la falta, la omisión, del cuidado debido que es un concepto que surge del ordenamiento jurídico y de la regulación de las relaciones sociales. Se trata pues de un concepto de carácter valorativo y no de carácter natural u ontológico. • ¿Qué sistema de incriminación sigue nuestro código penal con relación a la imprudencia? ¿Cuáles son sus ventajas con respecto al sistema anterior? El sistema de incrminación que se sigue actualmente es el de incriminación cerrada o de numerus clausus. Este sistema, al contrario que el anterior, supone que el propio C.P. determina en qué supuestos un determinado delito será también sancionado si se comete imprudentemente. La ley prevé dicha posibilidad tras las correspondientes figuras dolosas. De esta forma, se sabe con seguridad cuándo es punible la imprudencia, por eso es un sistema más acorde al principio de legalidad y seguridad jurídica. Supone una mayor seguridad jurídica puesto que refuerza el principio de taxatividad (al extender el mandato de determinación al tipo subjetivo del delito y no sólo al objetivo). Además, el principio general que regula el sistema de incriminación cambia, ahora la regla general es la impunidad de los delitos imprudentes, salvo en los casos en que, excepcionalmente, se prevea la tipificación de la comisión imprudente. De esta manera la incriminación de la imprudencia se adecua al carácter fragmentario del derecho penal y al principio de ultima ratio (los delitos imprudentes son menos que los dolosos). Esta limitación es positiva porque hay que tener en cuenta que el delito imprudente supone un nivel de exigencia mayor a los ciudadanos a quienes se les hace responder penalmente si en determinadas situaciones no tienen el cuidado debido. El sistema anterior, contrario al habitual en los sistemas jurídicos de nuestro entorno cultural, fue objeto de severas críticas. Se afirmaba que al no existir una definición de imprudencia en el Código, se estaba ante tipos abiertos, y como, además, el sistema era también abierto ya que, en definitiva, quedaba en manos de la jurisprudencia la determinación caso por caso de qué tipos de delito podían cometerse de forma imprudente, se producía un aumento considerable de indeterminación y una gran inseguridad jurídica. Es decir, el sistema abierto suponía que en algunos casos era dudoso si algunos delitos admitían o no la modalidad imprudente. Por tanto, si esa definición no la proporciona el legislador, sino el juez, se viola el principio de legalidad y de seguridad jurídica, impidiendo que los ciudadanos conozcan con antelación, y con base en un texto legal, qué tipo de comportamientos imprudentes merece una sanción penal. Además, se vulneraba también el principio de ultima ratio ya que la incriminación de la imprudencia era la regla general (cuando lo normal en otros ordenamientos jurídicos era que se estableciese únicamente con relación a los delitos más graves) y únicamente en los casos en que el tipo penal doloso fuese conceptual o típicamente (por la forma en que estaba redactado) incompatible con la imprudencia, se rechazaba la incriminación de ésta. • ¿A qué tipo de imprudencia respondería el siguiente supuesto?: A conduce mientras discute acaloradamente con su acompañante; al llegar a un cruce, continúa en la misma dirección sin percatarse de la presencia de una señal de ceda el paso que se salta. A consecuencia de lo anterior colisiona con un vehículo causando lesiones irreversibles al conductor que queda paralítico. Se trataría de una imprudencia inconsciente (aquélla en la que el sujeto no advierte el peligro, ni siquiera prevé la posibilidad de que se produzca un resultado lesivo). Valorarla como grave o leve es una tarea más ardua. Entre grave y leve no hay límites normativos, ni límites matemáticos nítidos, cuya delimitación queda en manos de la valoración jurisdiccional. Aunque dados los elementos del supuesto podría considerarse grave. Abundando en la clasificación dada como imprudencia grave se podría y atendiendo a su definición interpretada como la infracción de una norma tan elemental de cuidado, que hasta el hombre menos diligente habría advertido el peligro, o se habría comportado cuidadosamente en esa situación. Esta definición supone que la imprudencia grave puede cometerse de forma consciente o inconsciente. Hay que tener en cuenta que la calificación de grave es de carácter valorativo, por eso, para precisarla en el caso concreto, se analiza el grado de peligrosidad de la conducta, que a su vez depende del grado mayor o menor de probabilidad de que cause una lesión y de la mayor o menor importancia del bien jurídico afectado. • Defina la imprudencia profesional. La imprudencia profesional podría definirse como un déficit de conocimientos técnicos (impericia) o una defectuosa aplicación de los mismos (negligencia). Sólo hay imprudencia profesional cuando una persona no respeta ciertas reglas de cuidado propias de un determinado círculo profesional en el que está desarrollando su actividad. Cualquier profesional, con independencia de su titulación, puede ser sujeto activo de este delito si, en el ejercicio de su profesión, no respeta las reglas de cuidado o las medidas de seguridad específicas que tienen como finalidad la protección de bienes jurídicos de terceros. No se trata de una figura que haya de aplicarse con criterios formales (el sólo hecho de ser un profesional) sino con criterios materiales que atienden al fundamento del deber de cuidado infringido. Y en la imprudencia profesional hay una posición de dependencia entre el autor y el titular del bien jurídico afectado, una posición de dependencia material, real, que hace que el titular del bien jurídico afectado asuma riesgos determinados por la existencia de un profesional que se convierte en garante de sus bienes. • Diga cuál es la diferencia entre la imprudencia grave y la leve. Se ha señalado que la diferencia entre la imprudencia grave y la leve es cuantitativa, pero no cualitativa, esto es, que en ambas la norma infringida es la misma y que la diferencia está en la gravedad de la infracción del deber objetivo de cuidado. No hay, pues, límites normativos, ni límites matemáticos nítidos entre ambas clases de imprudencia, cuya delimitación queda en manos de la valoración jurisdiccional. Se aduce que, de este hecho, se deriva un margen elevado de inseguridad jurídica, siendo, sin embargo, una cuestión trascendental porque la imprudencia leve en la mayoría de los casos carece de relevancia penal por lo que, si en concreto se califica de leve, el hecho queda impune. CAPÍTULO 12. LA OMISIÓN. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué tipo de conducta se incrimina en un delito de acción y cuál en uno de omisión? ¿Qué tipo de norma se vulnera en un delito de acción y cuál en uno de omisión? El tipo legal puede presentar dos modalidades: el tipo de acción y el tipo de omisión. Así como los tipos de acción se realizan cuando se efectúa la conducta que describen, los tipos de omisión suponen, por el contrario, que no se realiza la conducta que se está obligado a efectuar. Esto establece una categoría que hace referencia al tipo objetivo, a los comportamientos descritos en él. Por tanto, el delito de omisión puede ser a su vez, con relación al tipo subjetivo, doloso o imprudente. Partir del hecho de que las estructuras del delito de acción y la del de omisión sean diferentes no significa desconocer que el papel de la acción es muy importante en estos delitos, ya que constituye el punto de referencia de la omisión. La omisión se construye siempre con relación a una acción debida que no se realizó porque la omisión como tal no existe, sino es con relación a una acción. Por este motivo en los delitos de omisión la norma de mandato que se deduce del tipo legal es siempre de realizar una acción. Por ejemplo, el delito de omisión del deber de socorro incriminado en el artículo 195 del C.P. dice los siguiente: “El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros.”. • Lea el art. 450 del C.P. Diga si en su opinión se trata de un delito de omisión pura o de comisión por omisión. ¿En qué se distingue una de otra clase de delitos de omisión? Artículo 450 CP: “1. El que, pudiendo hacerlo con su intervención inmediata y sin riesgo propio o ajeno, no impidiere la comisión de un delito que afecte a las personas en su vida, integridad o salud, libertad o libertad sexual, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años si el delito fuera contra la vida, y la de multa de seis a veinticuatro meses en los demás casos, salvo que al delito no impedido le correspondiera igual o menor pena, en cuyo caso se impondrá la pena inferior en grado a la de aquél. 2. En las mismas penas incurrirá quien, pudiendo hacerlo, no acuda a la autoridad o a sus agentes para que impidan un delito de los previstos en el apartado anterior y de cuya próxima o actual comisión tenga noticia.”. Siguiendo el esquema propuesto por Mir Puig, se puede decir que la estructura del tipo objetivo del delito de comisión por omisión es similar a la del delito de omisión pura, salvando las diferencias entre ambas. Estas diferencias son: A) Adecuación de la situación a la descripción típica. Concurrencia en el autor de los requisitos que configuran la posición de garante. Es preciso que la situación en la que el autor se encuentra cumpla todos los requisitos del tipo objetivo del delito de que se trate (igual que en los delitos de omisión pura). Además de ello es necesario, y es uno de los elementos que diferencian este delito del de omisión pura, que el autor esté en posición de garante. B) No realización de la acción debida y producción del resultado. La producción del resultado es el elemento del tipo objetivo que distingue a los delitos de omisión pura de los delitos de comisión por omisión. Además, es el elemento que exige el tipo legal del delito de resultado de que se trate (los delitos de comisión por omisión exigen todos la presencia de un resultado). La capacidad de evitar la producción del resultado se valora teniendo en cuenta los mismos requisitos que hay con relación a la capacidad de realizar la acción. C) Capacidad de realizar la acción debida y posibilidad de evitar la producción del resultado. Este elemento de la estructura del tipo de omisión requiere, además de valorar si el autor era capaz, teniendo en cuenta las circunstancias del caso concreto, de realizar la acción debida, que, precisamente por las circunstancias del caso concreto, exista una casi total seguridad de que, de haber actuado, el autor hubiera impedido la producción del resultado. Evidentemente, nunca podrá existir una seguridad absoluta, puesto que de hecho la acción no se produjo, pero si una elevadísima probabilidad de que hubiera evitado el resultado constituye uno de los requisitos para que podamos imputar objetivamente el resultado a la omisión. Finalmente, y con relación al resultado que se produce, es preciso que éste sea una concreción del deber de garantía que está en la base de la posición de garante que detenta el autor (por tanto, que no se trate de una infracción de un deber distinto). A la vista de estas diferencias, el delito descrito en el artículo 450 del C.P. sería de omisión pura. • ¿Qué es la posición de garante? La posición de garante significa que, por la posición que ocupa el autor con relación al bien jurídico, le corresponde garantizar la indemnidad de ese bien, y que, por lo tanto, está obligado a actuar para evitar cualquier resultado lesivo para el mismo. Es esta situación la que permite y la que fundamenta que se pueda imputar al autor el resultado, cuando ha omitido, como si lo hubiera causado activamente. Estas características que ha de reunir el autor hacen que nos encontremos ante delitos especiales propios, en los que, la propia comisión del delito depende de una posición del autor en la que debe cumplir un deber, de forma que no es posible imputar ese delito a nadie que no reúna esas características. • ¿Qué concepción se acoge en el art. 11 del C.P. con respecto al fundamento de la posición de garante? El artículo 11 del C.P. tiene una referencia a las teorías formales ya que en su segundo inciso, cuando enumera los supuestos en los que la omisión se equipara a la acción, hace referencia a la ley (“específica obligación legal”) al contrato (“u contractual de actuar”) y al actuar precedente (“cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo […] a través de una acción u omisión precedente”). Se considera que, por sí sola, esta formulación es insuficiente, porque no dice nada sobre la legitimidad material de la fuente de la posición de garante. Téngase en cuenta que con base en ella, se va a imputar al omitente la producción de un resultado como si lo hubiese causado activamente. Ya que, evidentemente, no siempre que no se evite un resultado se va a responder como si se hubiese causado activamente, lo que supone la imposición de la misma pena prevista en el tipo legal del delito de que se trate sino únicamente cuando esa no evitación se atribuye a determinadas personas que tienen la función de proteger el bien jurídico que resulta afectado. CAPÍTULO 13. LAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN. AUTOEVALUACIÓN • ¿Por qué la presencia de una causa de justificación anula la antijuricidad del hecho realizado? La concurrencia en el hecho típico de una causa de justificación tiene como efecto la exclusión de la antijuricidad del hecho y la imposibilidad, por tanto, de afirmar la existencia de un delito. Esto es, en principio todos los hechos típicos son antijurídicos y sólo excepcionalmente, cuando concurre una causa de justificación, se ve contrarrestada la antijuricidad por una autorización excepcional. Esto no significa que ese hecho carezca de relevancia social y jurídica. Lo cierto es que se trata de un hecho típico, por lo tanto, un hecho desvalorado inicialmente por el derecho porque supone una afección a un bien jurídico relevante. Cuando concurre una causa de justificación se valora ese hecho desde una perspectiva más amplia, que nos permite declararlo conforme con el ordenamiento jurídico en su conjunto. Si están presentes todos los requisitos necesarios de la causa de justificación, se elimina la antijuricidad del hecho típico, y por tanto, la posibilidad de imputarlo normativamente a su autor. La primera y más importante consecuencia que se deriva de su aplicación es, en esta medida, la conversión del hecho típico en un hecho permitido, y, por tanto, la exclusión de la responsabilidad penal. • ¿En qué rama del ordenamiento jurídico se regulan las causas de justificación? Al tener como finalidad político criminal la resolución de determinados conflictos sociales, las causas de justificación no son algo específico del derecho penal, sino que pueden proceder de cualquier rama del ordenamiento jurídico. • ¿Qué bienes jurídicos se pueden defender en legítima defensa? Los bienes jurídicos que se pueden defender son los inherentes a la persona, tanto los derechos propios o ajenos. Cualquier derecho de la persona puede ser protegido. El círculo de los bienes jurídicos que se pueden defender es muy amplio, más que en la mayoría de legislaciones en las que se limitan los bienes defendibles a la vida, la integridad corporal y otros de análoga significación. En cambio, el derecho español no establece, en principio, limitación en cuanto a los bienes defendibles. Tampoco limita la defensa a los bienes jurídicos individuales, así que, en principio, se podría también entender que es posible defender legítimamente bienes jurídicos colectivos. Pero lo cierto es que todos los requisitos de la legítima defensa están pensados teniendo presentes bienes de tipo personal. Estos bienes o derechos que se defienden tienen que ser detentados por personas ya sean estas físicas o jurídicas, pero no es posible ejercer el derecho de defensa en beneficio de entes comunitarios como un pueblo, una nación, una comunidad étnica, etc. Por tanto, quedan excluidos de la defensa los entes suprapersonales. Sí sería posible defender al Estado, pero únicamente cuando sea titular de bienes como persona jurídica. Y en cuanto a la protección de los bienes, sólo es posible cuando la agresión que da el derecho de defensa constituya delito, luego la protección se restringe a los bienes jurídicos patrimoniales y a las formas de ataque que son constitutivas de delito según el C.P. • ¿Qué límites establece el art. 20.4 cuando se trata de defender los bienes de carácter patrimonial? ¿Y con relación a la morada? La causa de justificación que se regula en el artículo 20.4 del C.P., según el cual, está exento de responsabilidad penal el que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos siempre que concurran una serie de requisitos. Las características que definen la agresión como tal con respecto a los bienes se definen en el artículo 20.4 que establece una serie de limitaciones. Dice este precepto que: “en caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito o falta y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas”. Con relación a este supuesto (los bienes patrimoniales) el C.P. proporciona una definición de agresión ilegítima, lo que supone que en algunos casos de agresión a estos bienes, no se podrá ejercer legítimamente la defensa, lo que no excluye que puedan aplicarse otras causas de justificación. Respecto a la situación de cuando se trata de defender la morada o sus dependencias, el artículo 20.4 considera agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas. Este concepto de agresión supone también una restricción porque cuando el C.P. define el delito de allanamiento de morada en el artículo 202 establece dos modalidades de comisión: entrar de manera indebida en la morada, o mantenerse en ella contra el consentimiento del morador (lo que supone que se entra con su autorización). Es decir, que cuando se trata de defender la morada, se opera una restricción en el concepto de agresión al excluir la posibilidad de ejercer legítima defensa en caso de que la persona haya entrado en la morada con el consentimiento del morador, y después de que el morador haya revocado el consentimiento, la persona se niegue a abandonar la morada. • ¿Qué significa que la agresión ilegítima debe ser actual? La agresión tiene que ser actual o inminente. Aunque éste no es un requisito expreso (no aparece como tal en la regulación del C.P.), se desprende de la naturaleza de esta causa de justificación. Para que la agresión sea inminente tiene que haber indicios claros de que la agresión está próxima, sin necesidad de que haya tentativa, ya que esperar, supondría perjudicar las posibilidades de defensa de quien es atacado. Este requisito supone que la agresión y la defensa tienen que ser contemporáneas. Por tanto, si la agresión está completamente consumada, no es posible ejercer legítimamente la defensa. Sólo hay agresión mientras la lesión del bien jurídico, fruto de ésta, no está consumada completamente. La legítima defensa requiere la posibilidad de que mediante la defensa se evite la lesión o pueda cesar ésta. Si ya ha terminado, no cabe hablar de legítima defensa. • ¿Qué contenido tiene el elemento subjetivo de la defensa? Junto a otros requisitos, es necesario que quien actúa tenga conocimiento de la agresión ilegítima de que es objeto, y de que, por tanto, se encuentra en una situación de legítima defensa. Este es el requisito subjetivo de la defensa que expresa sobre qué tiene que recaer el conocimiento del autor cuando actúa. No es preciso de que el autor actúe con voluntad de proteger a la persona, sus bienes o derechos o el ordenamiento jurídico de conformidad con la fundamentación de la legítima defensa. No importa la motivación última de quien actúa, es decir, la finalidad concreta por la que actúa, es suficiente que sepa cuál es la situación en la que lo hace. En el caso de que actúe sin saber que la situación en la que se encuentra es, desde el punto de vista objetivo una de las que le permite ejercitar el derecho de defensa, es decir, si actúa con un desconocimiento absoluto de la situación, no cabe la aplicación de la legítima defensa. • ¿Qué es la legítima defensa incompleta? ¿Qué efectos tiene en la determinación de la pena? La legítima defensa incompleta es cuando no concurren todos los requisitos que permiten fundamentar una exención completa de responsabilidad, es posible aplicar la eximente incompleta del artículo 21.1 del C.P. Con la salvedad de que este precepto permite atenuar la responsabilidad cuando falte alguno de los requisitos, pero con la presencia del requisito que fundamente la legítima defensa y que es la existencia de una agresión ilegítima. Es así como ha sido interpretado por la jurisprudencia, aunque no lo diga literalmente el artículo 21.1 del C.P. que menciona únicamente como presupuesto para aplicar esta disposición, la falta de alguno de los requisitos necesarios para la exención completa. Es preciso también que concurra algún otro requisito no indispensable, de los otros dos que configuran la justificación completa. Cuando es así, y con base en el artículo 68 del C.P. los Jueces y Tribunales impondrán la pena inferior en uno o dos grados a la señalada por la Ley. CAPÍTULO 14. OTRAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué situación está en la base de la causa de justificación del estado de necesidad? El artículo 20.5 del C.P. que establece los requisitos de esta causa de justificación, dice lo siguiente: “el que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber siempre que concurran los siguientes requisitos: Primero. Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar. Segundo. Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto. Tercero. Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.”. Esta causa de justificación, como puede inmediatamente observarse, se basa en una situación de conflicto entre bienes jurídicos que el ordenamiento jurídico resuelve con base en la importancia de los bienes. Es decir, se trata de una situación de peligro inminente. • ¿Cómo se ponderan los males en conflicto? Los males en conflicto se ponderan mediante el criterio de la jerarquía de los bienes jurídicos en juego. Este es inservible si se utiliza como único criterio para decidir la importancia de los bienes en los casos complicados. Evidentemente, la jerarquía de los bienes en juego es el primer criterio que hay que manejar para efectuar la ponderación, porque permite establecer los términos generales del conflicto. Incluso hablando del bien jurídico vida, es posible establecer una jerarquía con base en el C.P., ya que éste otorga un valor mayor a la vida humana independiente, que a la dependiente o embrionaria (así, en el caso de que el conflicto se establezca entre la vida de la madre y la del feto, es de mayor valor la de la madre). En el caso de que los bienes en juego sean del mismo valor, es preciso acudir a la ponderación de todos los aspectos de la situación para determinar la entidad del mal. Aquí se acude a la forma en que se protege ese bien en el caso concreto, siendo así un mal mayor generar un peligro concreto para la vida, evitando un peligro abstracto para la misma, o generar una lesión, evitando una situación de peligro concreto. • ¿Qué se entiende por auxilio necesario? Cuando se está en presencia de un peligro para un bien ajeno se trata de la figura del auxilio necesario. Esto es, en una situación de conflicto entre diversos bienes jurídicos, es un tercero quien interviene lesionando uno de ellos y salvando los bienes de quien está en una situación de conflicto. • ¿Por qué se excluye la posibilidad de aplicar de forma completa el estado de necesidad si el necesitado tiene por su oficio o cargo la obligación de sacrificarse? Por el ejercicio de determinadas profesiones, algunas personas se ven en la obligación de soportar ciertos riesgos, mayores que los que han de soportar otras personas que no realizan esas actividades. Por ejemplo, bomberos, que han de asumir los riesgos del fuego o de otras tareas de salvamento. Es decir, hay situaciones de necesidad en las que objetivamente podría actuarse al amparo de esta eximente y que, sin embargo, no permiten justificar la conducta de los profesionales que optan por no sacrificarse. No es una obligación moral o ética, sino de carácter jurídico (basada en normas jurídicas) que tiene como base el oficio, la profesión o el cargo del sujeto, para determinar lo que jurídicamente se le puede exigir a un sujeto en razón de su profesión. Es una obligación objetiva, lo que desde el ordenamiento jurídico se le puede exigir en general a determinados ciudadanos en razón de su profesión, y relativa, porque el ordenamiento jurídico debe valorar de forma concreta la situación. Es decir, la obligación de sacrificio tiene un límite objetivo, derivado del alcance que le confieran las normas jurídicas y lo que es exigible a cada función, ya que se trata de un deber jurídico no moral. • Piense en un caso en que el cumplimiento de un deber justifique la comisión de un hecho típico. Ejemplo 1: Para cumplir con el deber de denunciar la comisión de un delito, se infringe el deber de secreto en las comunicaciones. Ejemplo 2: Policía que utilizando su arma mata a otro que intentaba matar a otra persona. • ¿Qué eficacia tiene en nuestro derecho el consentimiento que otorga el sujeto pasivo del delito? El C.P. no menciona el consentimiento entre las causas que eximen de responsabilidad penal con carácter general, sin embargo, si se refiere a él en algunos preceptos concretos. El artículo 156 del C.P. configura, con relación a algunos delitos de lesiones, una causa de justificación. En concreto, concede plena validez al consentimiento cuando se efectúa un trasplante de órganos, esterilizaciones o cirugía transexual, con arreglo a lo establecido en la ley. El artículo 155 del C.P. tiene operatividad para todo tipo de delito de lesiones. La eficacia del consentimiento es en este caso, menor, ya que no justifica las lesiones cometidas, sino que únicamente funciona como una causa de atenuación de la culpabilidad (se rebaja la pena en uno o en dos grados si concurre el consentimiento). CAPÍTULO 15. LA CULPABILIDAD. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué elementos son necesarios para poder aplicar la causa de inimputabilidad del art. 20.1 del C.P. (anomalía o alteración psíquica)? Según está escrito en el artículo 20.1 del C.P., está exento de responsabilidad penal “el que al tiempo de cometer la infracción penal a causa de cualquier anomalía o alteración psíquica no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión”. En el segundo párrafo dice: “El trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o debido prever su comisión”. En el artículo 20.1 del C.P. se engloba dos tipos de supuestos: la anomalía o alteración psíquica que tiene un carácter permanente, y el trastorno mental transitorio que tiene un efecto limitado en el tiempo. Ambas causas de inimputabilidad tienen dos elementos en común: una base biológica o psicológica. Esto es, la existencia de un presupuesto orgánico o patológico, o bien, psicológico. Entre estos supuestos se pueden mencionar las psicosis, la paranoia, las psicopatías o trastornos de la personalidad, la neurosis, la oligofrenia, el alcoholismo, la toxifrenia. El segundo elemento en común es el efecto que tienen que producir en el sujeto en el momento de la comisión del hecho delictivo y que consiste en que, precisamente, a causa de la existencia de ese presupuesto orgánico o psicológico, el sujeto no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. Por tanto, no basta con la existencia de una enfermedad o patología determinada, sino que además hay que constatar el efecto que la misma tuvo en el momento de la comisión del hecho, anulando la capacidad de comprensión o la capacidad de determinación del autor. • A partir de qué edad se aplica el Código penal. ¿Cuál es el límite por debajo del cual no se les puede aplicar a los menores infractores la LO 5/2000 reguladora de la responsabilidad penal de los menores? El artículo 19 del C.P. establece que “los menores de dieciocho años no serán responsables criminalmente con arreglo a este Código. Cuando un menor de dicha edad cometa un hecho delictivo podrá ser responsable con arreglo a lo dispuesto en la Ley que regule la responsabilidad penal del menor”. El artículo 69 por su parte, y dentro de las reglas para la determinación de la pena establece que al mayor de dieciocho años y menor de veintiuno que cometa un hecho delictivo, podrán aplicársele las disposiciones de la Ley que regule la responsabilidad penal del menor en los casos y con los requisitos que ésta disponga. Esta disposición establece, de esta forma, el límite de los dieciocho años para responder penalmente con arreglo al Código penal y remite, con relación a los menores de dicha edad, a la ley que regule su responsabilidad. Esa ley entró en vigor el 13 de enero, es la LO 5/2000 de 12 de enero reguladora de la responsabilidad penal de los menores. La ley se aplica para exigir responsabilidad a los mayores de catorce años y menores de dieciocho. Es esta ley la que fija el límite de inimputabilidad: catorce años. Por debajo de esa edad los menores no responden penalmente y no son hechos responsables criminalmente por la comisión de delitos o faltas. Ante la ausencia de responsabilidad penal, el artículo 3 de esta ley establece que se les aplicará lo dispuesto en las normas sobre protección de menores previstas en el Código civil y demás disposiciones vigentes. CAPÍTULO 17. EL ITER CRIMINIS. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué clase de actos preparatorios son delito en nuestro derecho? ¿Cuándo? La responsabilidad penal derivada de la comisión de determinados hechos no se atribuye únicamente al autor de los hechos consumados, sino que también surge de estadios anteriores a la consumación. Esta intervención del derecho penal se establece a través de una serie de artículos donde dice que son punibles el delito consumado y la tentativa de delito. El artículo 16 del C.P. define la tentativa. Los artículos 17 y 18 del C.P. definen la conspiración, proposición y provocación, es decir, los denominados actos preparatorios. Con relación al denominado iter criminis, o grado de desarrollo del delito, el derecho penal adelanta la intervención cuando se encuentra en la fase externa, es decir, en el momento en que comienza a exteriorizarse la voluntad del autor. De manera que la filosofía seguida por derecho penal vigente no es posible establecer una sanción para la fase interna, cuando se forma la voluntad de actuar, si ésta no se ha exteriorizado. De lo contrario se violaría el principio de legalidad penal que tiene rango constitucional y que exige la realización de acciones u omisiones que estén descritas en la ley. • ¿Qué es la apología de delito? ¿Qué requisitos son necesarios para que sea constitutiva de delitos? La apología del delito es mencionada como modalidad expresa de provocación en el C.P. de 1995 en los términos siguientes: “Es apología, a los efectos de este Código, la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier otro medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor. La apología sólo será delictiva como forma de provocación y si por su naturaleza y circunstancias constituye una incitación directa a cometer un delito”. Esta disposición se introdujo, en principio, para incriminar determinadas expresiones o actos públicos en los que se hacía propaganda de los actos terroristas cometidos por ETA, y a los que no se podía aplicar la provocación porque no estaban referidos ni dirigidos a la incitación de ningún delito en concreto. Como se recoge en el propio Código, la apología sólo es delictiva como forma de provocación, por lo que debe reunir todos los requisitos de ésta, es decir, que se trate de una incitación directa a cometer un delito determinado y concreto. • ¿Cuándo se inicia la ejecución de un delito? Las teorías materiales establecen como inicio de la ejecución del delito el momento en que objetivamente se genera una situación de peligro para el bien jurídico tutelado, y todo ello con base en la conducta descrita en el tipo penal. A ello hay que añadir el criterio de la inmediatez temporal, de manera que ese acto que se realiza y que genera una situación de peligro debe ser inmediatamente anterior a la realización de algunos o todos los elementos del tipo penal. • ¿Qué es la tentativa completa y qué la incompleta? Diga qué trascendencia tiene en la determinación de la pena la calificación de completa o incompleta. La tentativa completa es cuando se produce la realización de todos los actos ejecutivos sin que se produzca el resultado. La tentativa incompleta es cuando se produce la realización de parte de los actos ejecutivos sin que se produzca el resultado. Según el artículo 62 del C.P. en el que se establece la regla para la determinación de la pena en la tentativa, a los autores de la tentativa de delito se les impondrá la pena inferior en uno o en dos grados a la señalada por la ley para el delito consumado, en la extensión que se estime adecuada, atendiendo al peligro inherente al intento y al grado de ejecución alcanzado. Con esta última referencia a “grado de ejecución alcanzado” se hace una remisión a la realización de parte o todos los actos de ejecución (tentativa completa y tentativa incompleta), con lo que ésta se constituye en un criterio básico para proceder a la rebaja de uno o de dos grados con relación a la pena del delito consumado (normalmente se rebaja un solo grado si la tentativa es completa y dos en el caso de que sea incompleta). • ¿Qué es la tentativa inidónea? El término tentativa inidónea se utiliza para designar los casos en que la consumación, la realización completa del delito no es posible ya sea por imposibilidad de ejecución o de producción del delito. Son casos en los que consta el propósito delictivo del autor que sin embargo, no puede concluir con la realización del delito por inidoneidad del medio, del objeto, o del autor mismo. El medio es inidóneo cuando es ineficaz para lesionar oponer en peligro bienes jurídicos (por ejemplo, quien intenta matar a otra persona a través de un conjuro o mediante técnicas de vudú). El objeto es inidóneo cuando la acción delictiva no puede lesionar el bien jurídico que se expresa en el objeto (por ejemplo, quien intenta matar a una persona que ya está muerta). El sujeto es inidóneo cuando en él no concurren los requisitos que exige el tipo penal (por ejemplo, quien intenta cometer un delito de atentado a la autoridad o sus agentes, pero la persona contra quien dirige la acción no es autoridad, ni agente de ésta). CAPÍTULO 18. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. AUTOEVALUACIÓN • Diga qué figuras de autores y partícipes se enumeran en los artículos 28 y 29 del C.P. De entre ellas, diga quiénes son autores y quiénes partícipes. Diga también cuáles de entre ellas reciben la misma sanción penal que el autor. Artículo 28 de C.P. “Son autores quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se sirven como instrumento. También serán considerados autores: a. Los que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo. b. Los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado.”. Artículo 29 de C.P. “Son cómplices los que, no hallándose comprendidos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho con actos anteriores o simultáneos.”. El artículo 28 del C.P. define el concepto de autor en dos partes. En la primera de ellas se contiene el concepto estricto de autor y así, se enuncian las tres modalidades de autoría: el autor individual (quien realiza el hecho por sí solo), el coautor (quien realiza el hecho conjuntamente con otro) y el autor mediato (quien realiza el hecho por medio de otro del que se sirve como instrumento). En la segunda parte se contiene un concepto amplio de autor, es decir, se enumeran formas de participación: el inductor (quien induce directamente a otro a ejecutar el hecho) y el cooperador necesario (quien coopera en la ejecución de un hecho con un acto sin el cual no se habría ejecutado) a los que se considera autores. Es muy importante destacar que esta segunda parte del artículo 28 del C.P. no dice que los inductores y cooperadores necesarios sean autores, únicamente que serán considerados tales a la hora de imponerles la sanción penal, ya que su contribución al hecho se considera tan importante que reciben la misma pena que el autor. Son partícipes que, por la índole de su contribución, son sancionados con la misma pena que el autor. Esta precisión es muy importante ya que únicamente los autores tienen responsabilidad autónoma al realizar el hecho descrito en el tipo penal, en cambio, los partícipes están sometidos al principio de accesoriedad de la participación respecto al hecho del autor, lo que significa que su responsabilidad deriva de la responsabilidad del autor. Por tanto, únicamente si el autor ha cometido un hecho típico y antijurídico, es posible derivar responsabilidad para los partícipes (así que su responsabilidad depende de la comisión de un hecho principal por el autor). • ¿Qué contenido tiene la teoría del dominio del hecho? Según la teoría del dominio del hecho (originada en el finalismo para determinar la definición de autor desde un punto de vista objetivo) el autor es el que controla dolosamente el desarrollo del hecho, el que domina éste y puede tomar decisiones sobre la ejecución e interrumpirla en cualquier momento. Según esta concepción de la autoría, son necesarios dos elementos en el autor: uno subjetivo: el control final (en el sentido de determinar cuál es la finalidad) del hecho que se dirige a la lesión del bien jurídico y otro objetivo: que el autor esté en situación de poder dominar efectivamente el hecho desde un punto de vista objetivo (y por tanto, poder interrumpirlo en cualquier momento). • ¿Qué es la accesoriedad de la participación? La accesoriedad de la participación significa que la responsabilidad de los partícipes es dependiente (accesoria) de la responsabilidad del autor. En España se sigue la teoría de la accesoriedad limitada de la participación (existen también la teoría de la accesoriedad mínima y máxima de la participación). Por accesoriedad limitada se entiende aquella concepción que hace depender la responsabilidad del partícipe de la realización por parte del autor de un hecho típico y contrario a Derecho, antijurídico. Por tanto, si el autor principal realiza un hecho permitido por el Derecho aunque sea típico (por ejemplo, mata a otra persona en legítima defensa) la contribución del partícipe al hecho (por ejemplo, proporcionando el arma homicida) es impune. • Requisitos que tiene que reunir la inducción para que sea constitutiva de delito. El artículo 28 del C.P. define al inductor como aquél que fuerza o induce directamente a otros a ejecutar el hecho. A pesar de que se trate un partícipe y por tanto, su responsabilidad es accesoria, el inductor va a recibir la misma pena que el autor del hecho. Recibe la misma pena porque la ley considera que su contribución es tan importante, que merece el mismo castigo que el autor. Los requisitos que han de concurrir en la inducción son: 1. Tiene que ser concreta, y dirigida de forma específica a que el inducido cometa un hecho delictivo determinado. 2. Tiene que dirigirse a una persona determinada y concreta, es decir, tiene que ser directa (como exige el C.P.). 3. Tiene que ser el motivo que decida al autor material a la ejecución del hecho delictivo, o, lo que es lo mismo, tiene que ser determinante. 4. Tiene que ser eficaz. Por tanto, el inducido tiene que haber comenzado la comisión del delito para que la punibilidad del inductor sea posible. 5. Tiene que ser dolosa. El inductor tiene que actuar con la intención de convencer al inducido y determinarle a la comisión de un tipo de delito concreto. • Características comunes a las dos modalidades de cooperación en la ejecución del delito -la necesaria y la no necesaria (o complicidad)-. Las características comunes de la cooperación necesaria y no necesaria son: 1. Como la propia ley exige, la intervención del cooperador en el delito tiene que realizarse con hechos anteriores o simultáneos (cuando son posteriores a la consumación del hecho delictivo, se comete un delito autónomo contra la Administración de Justicia, el delito de encubrimiento. 2. La aportación de esta clase de partícipes tiene que ser útil con relación a la ejecución del delito según el plan del autor, de manera que facilite o favorezca la ejecución (son impunes las contribuciones inútiles con relación al plan del autor). 3. La aportación del cooperador no puede consistir en la realización de actos ejecutivos típicos, ya que en ese caso sería considerado un coautor. El problema con relación a esta forma de participación es establecer el límite preciso que permita distinguir entre cooperación necesaria y cooperación no necesaria o complicidad. • ¿Qué problema fundamental plantea la participación de un sujeto común en un delito especial? En los delitos especiales el autor tiene que reunir las condiciones o características que exige el tipo penal. El problema que plantea este tipo de delitos con relación a la participación es cómo debe de responder el partícipe que no reúne las condiciones que exige el tipo penal para el autor. Por ejemplo, ante un delito que requiere que el autor sea un Juez (un delito de prevaricación judicial) hay que plantearse si debe responder el cooperador necesario que no es Juez que, por tanto, no reúne en su persona todas las condiciones que exige el tipo y cómo. • ¿Qué lagunas resuelve en art. 31 del C.P.? En los delitos especiales se ha mantenido con carácter general la impunidad de los partícipes con el argumento de que si no existe un delito común paralelo es porque el legislador considera que la conducta de quien no reúne los requisitos típicos no es lo suficientemente grave como para ser constitutiva de delito. Esta interpretación generalizada ha tenido como consecuencia la impunidad para los partícipes de delitos especiales propios. Para evitarlo, el C.P. ha sido modificado fundamentalmente a través de dos vías: la incriminación de modalidades de participación de manera autónoma, y la cláusula del actuar en nombre de otro que está en el artículo 31 del C.P. La segunda de las formas de intervención se fundamenta en el artículo 31 del C.P. Esta cuestión es muy importante en los casos en que las cualidades o condiciones específicas exigidas por el tipo delictivo para ser sujeto activo concurren en la empresa, pero no en los órganos que la integran. Es la cuestión de la responsabilidad del representante de la empresa. En este caso, cuando es la persona física, que actúa en representación de la empresa, la que realiza la acción típica, pero en ella no concurren las cualidades que exige el tipo, y que sí concurren en la empresa, en principio la conducta debería de quedar impune. Para evitar la impunidad de estos delitos, el C.P. prevé en su artículo 31 una cláusula que funciona como una extensión de la autoría para aquellas personas físicas que actúan en lugar de las personas jurídicas. El artículo 31 establece que “el que actúe como administrador de hecho o de derecho de una persona jurídica, o en nombre o representación legal o voluntaria de otro, responderá personalmente, aunque no concurran en él las condiciones, cualidades o relaciones que la correspondiente figura de delito o falta requiera para poder ser sujeto activo del mismo, si tales circunstancias se dan en la entidad o persona en cuyo nombre o representación obre”. CAPÍTULO 19. LAS CIRCUNSTANCIAS MODIFICATIVAS DE LA RESPONSABILIDAD PENAL. AUTOEVALUACIÓN • ¿Qué contenido tiene la circunstancia atenuante analógica? ¿En qué casos puede aplicarse? El artículo 21.7 del C.P. dice que es circunstancia atenuante: “cualquier otra circunstancia de análoga significación que las anteriores”. Esta circunstancia atenuante permite la analogía que beneficia al reo y que, al contrario de la que le perjudica, no está prohibida por la ley. Para poder aplicar esta circunstancia es preciso tomar como base una que esté contemplada de forma específica en el C.P., es decir, una de las circunstancias atenuantes ordinarias ya vistas, de manera que se puede considerar atenuante, una circunstancia que concurra en los hechos, que no esté expresamente contemplada en el C.P., pero cuya significación sea análoga a la de una circunstancia que sí esté prevista. De esta forma, se deja abierta la posibilidad de que los tribunales puedan apreciar la concurrencia de circunstancias que atenúan la responsabilidad penal y que no están expresamente contempladas en el C.P. • ¿Qué contenido tiene la circunstancia mixta de parentesco? ¿Qué efectos tiene sobre la determinación de la pena? El artículo 23 del C.P. dice lo siguiente: “Es circunstancia que puede atenuar o agravar la responsabilidad según la naturaleza, los motivos y los efectos del delito, ser el agraviado cónyuge o persona a quien se halle ligado de forma estable por análoga relación de afectividad, ascendiente, descendiente o hermano por naturaleza, por adopción o afinidad en los mismos grados del ofensor”. Esta circunstancia tiene una naturaleza distinta, porque, como dice la propia disposición, puede atenuar o agravar la responsabilidad. Por tanto, en función de las circunstancias del caso concreto, puede funcionar como una agravante, o como una atenuante. Además el T.S. ha considerado que, en algunas ocasiones, no hay razones ni para atenuar, ni para agravar, por lo que, aunque concurra el parentesco, no tiene necesariamente que aplicarse la circunstancia mixta. No tendría sentido que el parentesco tuviese que aplicarse siempre o como agravante, o como atenuante, y no pudiese obviarse en el caso de que no haya tenido ninguna relevancia en la comisión de los hechos. Los tribunales suelen aplicarla como agravante en los delitos contra las personas (homicidio, lesiones, delitos contra la libertad, intimidad, etc.) y como atenuante en los delitos contra el patrimonio (hay que tener en cuenta que se exime de responsabilidad criminal a los cónyuges y a los ascendientes, descendientes y hermanos por naturaleza o adopción por los delitos patrimoniales que se causaren entre sí, siempre que no concurra violencia o intimidación).