MODIFICACIÓN DE CONDUCTA EN EL ÁMBITO DEPORTIVO. Autora: Rocío Parrado Parrado. Responsable del Grupo de Trabajo de Psicología del Deporte de la Delegación de Córdoba del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. Una de las consultas más frecuentes que presentan los entrenadores es cuál sería el mejor método de modificación de conducta de sus jugadores, para poder así mejorar su método de enseñanza. La modificación de conducta en Psicología del deporte consiste en la aplicación sistemática de los principios básicos del refuerzo positivo y el castigo para ayudar a producir las conductas deseables y eliminar las indeseables. Es el intento de estructurar el entorno mediante el uso sistemático del refuerzo, especialmente durante el entrenamiento. Las premisas básicas para un buen proceso de modificación de conducta son que: -Si la realización de una conducta viene seguida por una consecuencia positiva (refuerzo positivo), habrá mayor probabilidad de que se repita esa conducta en el futuro. - Si la consecuencia es negativa (castigo) habrá menor probabilidad de que se repita la conducta en un futuro. Está muy instaurado el uso del castigo y la crítica para eliminar conductas no deseables en deportistas, y la verdad es que funciona; pero también hay que destacar que el uso habitual del castigo lleva al deportista a presentar miedo al fracaso, que conlleva una disminución del rendimiento, hostilidad y resentimiento entre el entrenado y sus deportistas. Con lo cual, la alternativa más recomendable para evitar estos efectos negativos es la utilización del refuerzo positivo como método habitual (incluyendo castigos esporádicos para determinadas conductas). Las investigaciones demuestran que los entrenadores que basan sus estrategias de modificación de conducta en el refuerzo positivo, consiguen que sus jugadores se lleven mejor, disfruten más de su experiencia deportiva, haya mejor trato deportistasentrenadores y haya mayor cohesión de grupo. Principios para el uso eficaz del refuerzo positivo: - Elección de reforzadores eficaces. Hay que tener en cuenta que un mismo reforzador puede tener efectos diferentes en distintos deportistas; para saber decidir qué reforzadores usar, hay que conocer bastante bien a las personas con que se trabaja. - Programación del reforzamiento. Elección de la frecuencia y el momento adecuados para implantarlos. - Selección de las conductas a recompensar, entre las que destacarían: • Recompensar las aproximaciones al éxito. Cuando se adquiere una nueva destreza es inevitable cometer errores, ayuda mucho recompensar las pequeñas mejoras. • Recompensar la ejecución (no sólo el resultado) • Recompensar el esfuerzo. • Recompensar las habilidades sociales y emocionales (juego limpio y buen comportamiento). - Comunicación de los resultados. Proporcionarles información y feedback sobre la precisión y el éxito de sus movimientos. - Proporcionar feedback sincero y contingente. Tanto si es un elogio o una crítica, necesita estar vinculado con una conducta o serie de conductas específicas.