Legislación ARP - Riesgos Profesionales

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RECOMENDACION : R051
RECOMENDACIÓN SOBRE LAS OBRAS PÚBLICAS (ORGANIZACIÓN
NACIONAL), 1937
RECOMENDACIÓN SOBRE LA ORGANIZACIÓN NACIONAL DE OBRAS
PÚBLICAS
Lugar:Ginebra
Sesion de la Conferencia:23
Fecha de adopción:22 de junio de 1937
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional
del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 3 junio 1937 en su vigésima tercera
reunión;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la
organización nacional de obras públicas, cuestión que está comprendida en el
tercer punto del orden del día de la reunión, y
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de una
recomendación,
adopta, con fecha veintidós de junio de mil novecientos treinta y siete, la siguiente
Recomendación, que podrá ser citada como la Recomendación sobre las obras
públicas (organización nacional), 1937:
Considerando que, por falta de una organización previsora, los gastos destinados a
obras públicas tienden a aumentar durante los años de prosperidad económica y a
disminuir en los de crisis;
Considerando que esta práctica tiene por efecto que las fluctuaciones del empleo
de los trabajadores ocupados en las obras públicas se sumen a las fluctuaciones
del empleo derivadas de los pedidos privados, y agraven sucesivamente la penuria
de determinadas categorías de trabajadores en los períodos de prosperidad, y el
desempleo en los de crisis;
Considerando que es conveniente imprimir a las obras públicas un ritmo que
permita reducir en todo lo posible las fluctuaciones económicas;
Considerando que la aplicación uniforme de tal ritmo a todas las obras públicas
requiere una coordinación de los métodos administrativos y financieros aplicados
por las diversas autoridades;
Considerando, por otra parte, que, si se desea que las obras públicas alcancen su
mayor eficacia como remedio contra el desempleo, es conveniente adoptar ciertas
medidas referentes al reclutamiento y al empleo de los trabajadores,
La Conferencia recomienda a todos sus Miembros que apliquen los principios
siguientes:
PARTE I.
RITMO DE LAS OBRAS PÚBLICAS.
1.
1) Deberían adoptarse medidas apropiadas para dar un ritmo adecuado a todas las
obras emprendidas o financiadas por los poderes públicos.
2) Este ritmo debería implicar, en el curso de los períodos de crisis, un desarrollo
del volumen de dichas obras, y a estos efectos sería conveniente proveer a la
preparación anticipada, durante los períodos de prosperidad, de obras que
pudiendo ser aplazadas, o sobrepasando las necesidades normales, puedan ser
ejecutadas tan pronto se haga sentir la necesidad.
3) Debería concederse especial atención a las obras públicas que estimulen el
progreso de las industrias pesadas, o a las obras públicas que provoquen una
demanda más directa de los bienes de consumo, según exijan las circunstancias
variables de la economía.
2. Dicho ritmo debería aplicarse a todas las obras públicas (incluidas las obras de
carácter colonial) emprendidas por las autoridades centrales, regionales y locales,
por empresas de servicios públicos o por cualquier entidad o particular, con ayuda
de subvenciones o préstamos de las autoridades públicas.
3. Convendría crear un órgano nacional de coordinación que tuviera principalmente
por objeto:
a) centralizar toda la información relativa a las obras públicas;
b) asegurar y estimular la preparación anticipada de ciertas obras;
c) dar instrucciones u opiniones sobre el momento en que deban aplazarse
trabajos o ejecutarse obras aplazadas, teniendo en cuenta las fluctuaciones del
desempleo, el índice de los precios al por mayor, el tipo de interés y todos los
demás índices anunciadores de un cambio en la situación económica.
PARTE II.
FINANCIAMIENTO DE LAS OBRAS.
4. Entre las medidas financieras necesarias para la ejecución de la política
preconizada por la presente Recomendación deberían tenerse en cuenta,
principalmente, las que consistan en:
a) reservar, durante los períodos de prosperidad, las sumas necesarias para la
ejecución de las obras previstas para los períodos de crisis;
b) transferir de un ejercicio a otro los créditos no utilizados;
c) limitar, en los períodos de prosperidad, los empréstitos de las entidades
públicas, y acelerar la amortización de los empréstitos anteriores;
d) financiar, mediante empréstitos, en períodos de crisis, obras públicas
destinadas al restablecimiento de la economía y, de una manera general, aplicar
una política monetaria que permita la expansión del crédito exigida en tal
momento por la intensificación de las obras públicas y garantice a los empréstitos
el tipo de interés más reducido.
5. El órgano de coordinación a que se refiere el párrafo 3, o el órgano especial que
actúe en colaboración con él, debería estar encargado, total o parcialmente, con
respecto al financiamiento de las obras públicas, de las funciones siguientes:
a) asesorar a la autoridad central sobre la política financiera en materia de obras
públicas y, si fuere necesario, sobre la política de impuestos en materia de obras
públicas;
b) ayudar a mantener una coordinación adecuada entre la política del crédito y las
operaciones efectuadas en el mercado por la banca central u otra institución
correspondiente y la política del gobierno en materia de obras públicas;
c) coordinar la política de préstamos de las diversas entidades públicas
mencionadas en el párrafo 2;
d) tomar todas las medidas necesarias para garantizar la eficacia de la política de
la autoridad central en materia de préstamos o subvenciones.
PARTE III.
EMPLEO DE CIERTAS CATEGORÍAS DE TRABAJADORES.
6. Al aplicar el ritmo previsto en la presente Recomendación, convendría tener en
cuenta la posibilidad de incluir obras que permitan emplear a determinadas
categorías especiales de trabajadores, tales como las de menores, mujeres y
trabajadores no manuales.
PARTE IV.
CONDICIONES DE RECLUTAMIENTO Y DE EMPLEO.
7. El reclutamiento de trabajadores para las obras públicas debería efectuarse
preferentemente por mediación de las oficinas públicas de colocación.
8. Los trabajadores extranjeros que estén autorizados a residir en el país deberían
ser admitidos en las obras públicas, en condiciones idénticas a las de los
trabajadores nacionales, a reserva de la reciprocidad de trato.
9. La tasa de los salarios de los trabajadores empleados en obras públicas no
debería ser inferior a la admitida generalmente por los empleadores y por las
organizaciones de trabajadores para un trabajo del mismo género en la localidad
donde se ejecutan las obras. Allí donde no existan tasas generalmente admitidas,
la tasa de los salarios debería ser la que se aplique en la localidad más próxima
cuyas condiciones industriales sean análogas, a reserva de que esa tasa garantice,
en todo caso, a los trabajadores un nivel de vida razonable que corresponda a las
condiciones de vida en sus respectivos países.
Disposiciones analizadas por Avance Jurídico Casa Editorial Ltda.
Legislación ARP - Riesgos Profesionales
ISSN 2256-182X
Última actualización: 30 de octubre de 2016
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