PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR AUTORES • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ALVAREZ MOLINA FERNANDO APARICIO YAÑEZ CLAUDIA LILIANA ARANGO ARANGO MARÍA SOFIA ARAÚJO ANGULO FELIPE SANTIAGO ARIZA FORTICH ALMA ROCÍO BERNAL RODRÍGUEZ PAOLA BERNAL SALAZAR DANIEL ANDRÉS BORDA RIDAO ROBERTO BOTERO CABRERA ADRIANA CALDERÓN CUELLO CLAUDIA CASTILLO GARCIA JUAN DAVID CASTRO MUÑOZ MARÍA ALEJANDRA CATAÑO CATAÑO JAIME CHARRIA SERRANO JUAN MANUEL CUBIDES PINTO BENJAMIN CUELLO HERMIDA ADRIANA ESPERANZA DÁVILA VINUEZA GERMÁN DELGADO PERDOMO PAOLA DÍAZ ROMERO GINNA MARÍA DUARTE CASTRO MARIO BERNARDO DUQUE MARTÍNEZ MAGDA XIMENA ELJACH MANRIQUE ALFONSO FLÓREZ VÁSQUEZ CATALINA FORERO BECERRA MARÍA DEL ROSARIO GIRALDO SUAREZ JULIÁN JAVIER GÓMEZ TAMARA ADRIANA LUCÍA GONZÁLEZ AYERBE LUISA FERNANDA GUTIÉRREZ JULIANA HUERTAS BONILLA ADRIANA DEL ROCÍO JAIMES TABOADA GERMAN JOYA LIZARAZO JUAN MAURICIO LAMK GUTIERREZ NAYIBE MARÍA LIZCANO BUSTILLO BEATRIZ ELVIRA LLORENTE CARREÑO MARGARITA LÓPEZ LEÓN JUAN MANUEL MANTILLA GÓMEZ CARLOS GERARDO MEDINA MATALLANA MARLENE MEJÍA GONZÁLEZ ANA MARÍA MIRANDA CORRALES JUAN ARMANDO MORALES LOURIDO DIANA PATRICIA MUÑOZ CALDERÓN BEATRIZ MURCIA CELEDÓN ERIKA MURCIA VARGAS ANDRES CAMILO NADER DANIES ANA MARIA NAVAS QUINTERO MARÍA CAROLINA NOVOA SERRANO PEDRO ELIAS OLARTE RUSSY ALEXANDRA OSORIO TORRES AURA XIMENA • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • POVEDA CASTILLO PAOLA RAMÍREZ ACUÑA LUZ NANCY RAMOS AITKEN MARÍA DEL ROSARIO RINCON CUELLAR LUIS FERNANDO RIZO PALLAIS ERNESTO RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ HERNÁN RODRÍGUEZ LÓPEZ MARIA DEL PILAR SÁNCHEZ CONTRERAS MARÍA FERNANDA SANDOVAL ÁVILA ANGÉLICA ALEXANDRA SARMIENTO CRIALES FERNANDO SARQUIS MATTA ERIKA PATRICIA SUAREZ DUQUE GLORIA LUCÍA SUAREZ PARADA ALEJANDRO SUELT COCK VANESSA ANDREA TELLEZ NUÑEZ ALVARO ANDRÉS TORRES IBARRA JUAN CARLOS TOVAR LUNA ANA LUCÍA TURBAY QUINTERO JULIO CESAR URBINA GALIANO LIZA ANTONIETA VERGARA DE MACÍA MARÍA CRISTINA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR TÍTULOS 1. ADOPCIÓN COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA Y MEDIDA DE PROTECCIÓN POR EXCELENCIA, LA 2. ANALISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNIÓN MARITAL DE HECHO 3. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA 4. BANCA ACTUAL A PARTIR DE LA CRISIS FINANCIERA DE 1982, LA 5. CONNOTACIONES DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO 6. CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS INDIGENAS, LA 7. CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES 8. CONTRIBUCIÓN DE VALORIZACION Y EL GRAVAMEN A LA PLUSVALÍA, LA 9. CORRECCIÓN MONETARIA EN LA ACCIÓN SUBROGATORIA DERIVADA DEL CONTRATO DE SEGURO, LA 10. CUPOS INDIVIDUALES DE ENDEUDAMIENTO, CONCENTRACIÓN DE RIESGO Y GARANTÍAS ADMISIBLES EN EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO 11. DE LOS FUNDAMENTOS DE LOS RECURSOS EN GENERAL Y DEL RECURSO DE QUEJA 12. DEL DELINCUENTE POLÍTICO AL TERRORISTA 13. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL CASO COLOMBIANO 14. DERECHOS DE EXCLUSIVIDAD CONCEDIDOS POR LAS NUEVAS CREACIONES DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL DERECHO DE LA COMPETENCIA 15. DESARROLLO LEGISLATIVO DE LAS DIVERSIDADES ÉTNICAS EN EL DERECHO COLOMBIANO 16. EFECTOS SOCIOECONOMICOS DE LA REFORMA PENSIONAL EN COLOMBIA: MANTENER EL SISTEMA DUAL O VOLVER AL ESTABLECIMIENTO DE UN SISTEMA PENSIONAL ÚNICO, LOS 17. EXPROPIACIÓN EN EL DERECHO COLOMBIANO, LA 18. EXTRADICIÓN EN COLOMBIA. UN PROBLEMA PROCESAL, LA 19. FUNCIONES DE INSPECCIÓN VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS SUPERINTENDENCIAS, SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES, LAS 20. INTRODUCCION AL DERECHO ECONÓMICO 21. JURADO HACIA LA RECONCILIACIÓN, EL 22. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA DESPENALIZACIÓN DEL CONSUMO MÍNIMO DE DROGAS Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, LA 23. KNOW HOW, EL 24. MODULACIÓN DE EFECTOS EN EL TIEMPO DE LAS SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD POR PARTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL 25. PACTO DE CABALLEROS EN BOLSAS DE VALORES 26. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE IGUALDAD EN EL DERECHO LABORAL, EL 27. PRIVATIZACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS: CASO BANCO DE COLOMBIA 28. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA SENTENCIAS JUDICIALES 29. PROPUESTA JURÍDICA PARA LA INDUSTRIALI ZACIÓN DE LA MINERÍA 30. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TELEVISION EN COLOMBIA, EL 31. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OFICINAS DE REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS DEL EXTERIOR EN COLOMBIA 32. RESCATE DE LA VERDAD: REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA RECTIFICACION, EL 33. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ADMINISTRADORES EN CASOS DE CONFLICTOS DE INTERESES 34. RESPONSABILIDAD CIVIL DERIVADA DE LA ACTIVIDAD CONSTRUCTIVA, LA 35. SALA ADMINISTRATIVA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA 36. SECTOR DE LA TELEFONÍA MÓVIL CELULAR Y EL RÉGIMEN DE LIBRE COMPETENCIA EN COLOMBIA, EL 37. SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN EL CONTEXTO DE LA LEY 100 DE 1997 38. SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS –PRINCIPIOS, AGENTES Y MERCADO-, LOS 39. SOBERANÍA Y NUEVO DERECHO INTERNACIONAL DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE 40. SOCIEDADES GESTORAS EN COLOMBIA-ENFOQUE PRÁCTICO41. UNA VISIÓN VICTIMOLÓGICA DEL SECUESTRO 42. VISIÓN JURÍDICA DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO CIVIL Y COMERCIAL 1. ADOPCIÓN COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA Y MEDIDA DE PROTECCIÓN POR EXCELENCIA, LA MIRANDA CORRALES JUAN ARMANDO 2. ANALISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNIÓN MARITAL DE HECHO CUELLO HERMIDA ADRIANA ESPERANZA 3. CONTRIBUCIÓN DE VALORIZACION Y EL GRAVAMEN A LA PLUSVALÍA, LA CUBIDES PINTO BENJAMIN ARAÚJO ANGULO FELIPE SANTIAGO 4. DERECHOS DE EXCLUSIVIDAD CONCEDIDOS POR LAS NUEVAS CREACIONES DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL DERECHO DE LA COMPETENCIA RINCON CUELLAR LUIS FERNANDO 5. FUNCIONES DE INSPECCIÓN VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS SUPERINTENDENCIAS, SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES, LAS OLARTE RUSSY ALEXANDRA URBINA GALIANO LIZA ANTONIETA 6. KNOW HOW, EL CASTRO MUÑOZ MARÍA ALEJANDRA TORRES IBARRA JUAN CARLOS 7. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TELEVISION EN COLOMBIA, EL BERNAL RODRÍGUEZ PAOLA DÁVILA VINUEZA GERMÁN 8. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ADMINISTRADORES EN CASOS DE CONFLICTOS DE INTERESES APARICIO YAÑEZ CLAUDIA LILIANA BOTERO CABRERA ADRIANA 9. RESPONSABILIDAD CIVIL DERIVADA DE LA ACTIVIDAD CONSTRUCTIVA, LA ALVAREZ MOLINA FERNANDO 10. SECTOR DE LA TELEFONÍA MÓVIL CELULAR Y EL RÉGIMEN DE LIBRE COMPETENCIA EN COLOMBIA, EL DELGADO PERDOMO PAOLA MURCIA CELEDÓN ERIKA MARIA 11. SOCIEDADES GESTORAS EN COLOMBIA- ENFOQUE PRÁCTICOARIZA FORTICH ALMA ROCÍO DUQUE MARTÍNEZ MAGDA XIMENA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO ECONOMICO 1. BANCA ACTUAL A PARTIR DE LA CRISIS FINANCIERA DE 1982, LA LAMK GUTIERREZ NAYIBE MARÍA 2. CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES RIZO PALLAIS ERNESTO SUAREZ PARADA ALEJANDRO 3. CORRECCIÓN MONETARIA EN LA ACCIÓN SUBROGATORIA DERIVADA DEL CONTRATO DE SEGURO, LA SARMIENTO CRIALES FERNANDO TOVAR LUNA ANA LUCÍA 4. CUPOS INDIVIDUALES DE ENDEUDAMIENTO, CONCENTRACIÓN DE RIESGO Y GARANTÍAS ADMISIBLES EN EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO BERNAL SALAZAR DANIEL ANDRÉS 5. EFECTOS SOCIOECONOMICOS DE LA REFORMA PENSIONAL EN COLOMBIA: MANTENER EL SISTEMA DUAL O VOLVER AL ESTABLECIMIENTO DE UN SISTEMA PENSIONAL ÚNICO, LOS LIZCANO BUSTILLO BEATRIZ ELVIRA HUERTAS BONILLA ADRIANA DEL ROCÍO 6. INTRODUCCION AL DERECHO ECONÓMICO BORDA RIDAO ROBERTO 7. PACTO DE CABALLEROS EN BOLSAS DE VALORES LÓPEZ LEÓN JUAN MANUEL 8. PRIVATIZACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS: CASO BANCO DE COLOMBIA MUÑOZ CALDERÓN BEATRIZ SARQUIS MATTA ERIKA PATRICIA 9. PROPUESTA JURÍDICA PARA LA INDUSTRIALI ZACIÓN DE LA MINERÍA POVEDA CASTILLO PAOLA 10. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OFICINAS DE REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS DEL EXTERIOR EN COLOMBIA RAMÍREZ ACUÑA LUZ NANCY SÁNCHEZ CONTRERAS MARÍA FERNANDA 11. SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN EL CONTEXTO DE LA LEY 100 DE 1997 FLÓREZ VÁSQUEZ CATALINA RAMOS AITKEN MARÍA DEL ROSARIO 12. SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS –PRINCIPIOS, AGENTES Y MERCADO-, LOS LLORENTE CARREÑO MARGARITA SUAREZ DUQUE GLORIA LUCÍA 13. VISIÓN JURÍDICA DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES NADER DANIES ANA MARIA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO LABORAL 1. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE IGUALDAD EN EL DERECHO LABORAL, EL CHARRIA SERRANO JUAN MANUEL MURCIA VARGAS ANDRES CAMILO PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO PENAL 1. DEL DELINCUENTE POLÍTICO AL TERRORISTA SANDOVAL ÁVILA ANGÉLICA ALEXANDRA SUELT COCK VANESSA ANDREA 2. UNA VISIÓN VICTIMOLÓGICA DEL SECUESTRO MANTILLA GÓMEZ CARLOS GERARDO NOVOA SERRANO PEDRO ELIAS PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO PROCESAL 1. DE LOS FUNDAMENTOS DE LOS RECURSOS EN GENERAL Y DEL RECURSO DE QUEJA JAIMES TABOADA GERMAN 2. JURADO HACIA LA RECONCILIACIÓN, EL FORERO BECERRA MARÍA DEL ROSARIO ARANGO ARANGO MARÍA SOFIA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO PUBLICO 1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA CATAÑO CATAÑO JAIME 2. CONNOTACIONES DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO DUARTE CASTRO MARIO BERNARDO OSORIO TORRES AURA XIMENA 3. CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS INDIGENAS, LA MEJÍA GONZÁLEZ ANA MARÍA CALDERÓN CUELLO CLAUDIA 4. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL CASO COLOMBIANO NAVAS QUINTERO MARÍA CAROLINA GONZÁLEZ AYERBE LUISA FERNANDA RODRÍGUEZ LÓPEZ MARIA DEL PILAR 5. DESARROLLO LEGISLATIVO DE LAS DIVERSIDADES ÉTNICAS EN EL DERECHO COLOMBIANO DÍAZ ROMERO GINNA MARÍA MORALES LOURIDO DIANA PATRICIA 6. EXPROPIACIÓN EN EL DERECHO COLOMBIANO, LA TURBAY QUINTERO JULIO CESAR 7. EXTRADICIÓN EN COLOMBIA. UN PROBLEMA PROCESAL, LA GÓMEZ TAMARA ADRIANA LUCÍA 8. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA DESPENALIZACIÓN DEL CONSUMO MÍNIMO DE DROGAS Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, LA RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ HERNÁN GUTIÉRREZ RUIZ JULIANA 9. MODULACIÓN DE EFECTOS EN EL TIEMPO DE LAS SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD POR PARTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL ELJACH MANRIQUE ALFONSO CASTILLO GARCIA JUAN DAVID 10. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA SENTENCIAS JUDICIALES JOYA LIZARAZO JUAN MAURICIO 11. SALA ADMINISTRATIVA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA MEDINA MATALLANA MARLENE VERGARA DE MACÍA MARÍA CRISTINA 12. SOBERANÍA Y NUEVO DERECHO INTERNACIONAL DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE TELLEZ NUÑEZ ALVARO ANDRÉS PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS FILOSOFIA E HISTORIA DEL DERECHO 1. RESCATE DE LA VERDAD: REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA RECTIFICACION, EL GIRALDO SUAREZ JULIÁN JAVIER ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNION MARITAL DE HECHO ADRIANA CUELLO HERMIDA Tesis para optar al título de Abogado Director CARLOS GALLON GIRALDO Abogado PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIOECONOMICAS DEPARTAMENTO DE DERECHO CIVIL SANTAFE DE BOGOTA, D.C. 1999 TABLA DE CONTENIDO pág . INTRODUCCIÓN 1. SOBRE LA CONSTITUCIONALIDAD 1.1. DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 1º (PARCIAL) Y DE LA EXPRESIÓN “DISOLUCIÓN” DEL INCISO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 7o. DE LA LEY 54 DE 1990. 1 1.2. DECLARACIÓN DE CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS QUE SE REFIEREN A LOS CÓNYUGES Y A LA SOCIEDAD CONYUGAL, PARA QUE SE APLIQUEN A LOS COMPAÑEROS PERMANENTES 13 1.3. LA UNIÓN MARITAL DEBIÓ COBIJAR A LAS PAREJAS HOMOSEXUALES ? 19 1.4. CONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 8o. DE LA LEY 54 DE 1990 REFERIDA A LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PARA SOLICITAR LA DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD PATRIMONIAL 24 1.5. CONSTITUCIONALIDAD DEL LITERAL B) PARCIAL DEL ART. 2 Y PARÁGRAFO PARCIAL DEL ART. 3 DE LA LEY 54 DE 1990 31 2. DE LOS COMPAÑEROS PERMANENTES 2.1. DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA. 2.2. SERVICIO MILITAR DEL COMPAÑERO PERMANENTE 2.3. DERECHO A LA VINCULACIÓN EN EL CLUB MILITAR DE LA COMPAÑERA PERMANENTE 41 48 51 2.4. RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL POR CAUSADOS A FAMILIA EXTRAMATRIMONIAL 2.4.1. 2.4.2. 2.4.3. DAÑOS Derecho de la compañera permanente a la indemnización de perjuicios. Sobre la certeza del daño ocasionado a la compañera permanente. Responsabilidad del Estado frente a la compañera permanente y la cónyuge. 2.5. NO APLICACIÓN DE LA LEY 294 DE 1996 DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR A LOS EX- COMPAÑEROS PERMANENTES 56 60 65 68 2.6. DE LA SEGURIDAD SOCIAL. 2.6.1. Derecho del Compañero Permanente a la seguridad social, aunque exista matrimonio vigente. 2.6.1.1 Sentencia No.T - 553 de 1.994 2.6.1.2 Sentencia No. T - 190 de 1.993 2.6.2. Desplaza la cónyuge supérstite a la compañera permanente ?. 2.6.3 Derecho de sustitución pensional a la compañera permanente aunque el compañero tuviese matrimonio vigente y estuviera separado por su culpa 2.6.4 Aunque no exista convivencia el cónyuge ostenta el derecho preferencia para acceder a la sustitución pensional 2.7. DERECHO A LA EDUCACIÓN Y AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD. 71 73 75 76 82 88 3. DE LA SOCIEDAD PATRIMONIAL. 3.1. SOCIEDAD DE HECHO ENTRE CONCUBINOS 3.2. SOCIEDAD DE HECHO : APORTES EL DOMÉSTICO. TRABAJO 95 100 3.3. CONFLICTO DE COMPETENCIAS ENTRE LA SALA CIVIL Y LA SALA DE FAMILIA POR LA DECLARACIÓN DE LA SOCIEDAD DE PERMANENTES HECHO ENTRE COMPAÑEROS 3.4. DECLARACIÓN DE UNIÓN MARITAL DE SURGIMIENTO DE SOCIEDAD PATRIMONIAL HECHO 119 Y 3.4.1. La relación sexual esporádica pero prolongada en el tiempo no constituye unión marital de hecho. 3.4.2. Pueden coexistir las uniones maritales de hecho, sin que se forme en ninguna la sociedad patrimonial 122 3.5. COEXISTENCIA DE SOCIEDADES PATRIMONIALES ? 125 3.5.1. Sentencia del Tribunal Superior del Distrito judicial de Santafé de Bogotá - Sala de familia 3.5.2. Sentencia del Tribunal Superior del Distrito judicial de Medellín Sala 3a. de familia. 131 3.6. SURGIMIENTO DE SOCIEDAD PATRIMONIAL AUNQUE EXISTAN RELACIONES CONCUBINARIAS CON OTRA PERSONA 134 137 3.7. COMPETENCIA PARA LA DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE LA SOCIEDAD PATRIMONIAL 3.8. ¿EXISTENCIA DE UNIÓN MARITAL POR LA DECLARACIÓN DE NULIDAD DEL MATRIMONIO ? 140 142 4. APLICACIÓN DE LA LEY 54 DE 1990 EN EL TIEMPO 154 5. COMENTARIOS GENERALES A LA LEY 54 DE 1990. 5.1. DE LA SEPARACIÓN FÍSICA Y DEFINITIVA 5.2. DE LA SINGULARIDAD 168 5.3. POR EL MATRIMONIO POSTERIOR DE LOS COMPAÑEROS 169 PERMANENTES PUEDEN COEXISTIR LA PATRIMONIAL Y LA SOCIEDAD CONYUGAL ? SOCIEDAD 173 5.4. DE LA NOTORIEDAD Y PUBLICIDAD 5.5. CONTRADICCIÓN O ERRÓNEA INTERPRETACIÓN DE EL ARTÍCULO 2º Y LOS LITERALES C) Y D) DEL ARTÍCULO 5º. 174 176 5.6. PROCEDENCIA DE LAS MEDIDAS CAUTELARES, EN EL PROCESO DECLARATIVO DE UNIÓN MARITAL DE HECHO. 179 CONCLUSIONES BIBLIOGRAFIA INTRODUCCIÓN. Para iniciar nuestro análisis jurisprudencial de la unión marital de hecho, hemos considerado indispensable realizar un esbozo sobre los conceptos básicos, que serán tratados a lo largo de la investigación, y sin los cuales la apreciación de los comentarios y el contenido de algunas de las sentencias no serían entendidos por nuestro lector de manera cabal e íntegra. • La familia es la célula básica de la sociedad • La institución familiar no ha tenido ni una conformación, ni una evolución uniforme, las diferentes culturas, costumbres y etnias le dan un tratamiento disímil, como lo señalara J. D’ AGUANNO en su obra “GENESIS Y EVOLUCION DEL DERECHO CIVIL”. Hay un punto fundamental y es que conforme los señala el autor mencionado: “ (...) La familia está fundada sobre los afectos. Sin ellos no hay actividad ética, ni por consiguiente relaciones jurídicas(...)”. 1 1 D’ AGUANNO, José. “ LA GENESIS Y LA EVOLUCION DEL DERECHO CIVIL” . Madrid LA ESPAÑA MODERNA. Pag 240. Es pues indispensable, cuando se habla de una familia, el pensar no solo en las relaciones jurídicas que surgen entre la pareja, sino la relación sentimental que en ella se entraña y que termina siendo la esencia de la estabilidad familiar. No debe ser por ello sencillo hablar de derecho en los términos fríos de una norma escrita, porque la relación va más allá de esta, porque la realidad humana supera lo contemplado por el legislador, es este el momento de hablar del papel de juez, quien debe coordinar el espíritu de la ley con la realidad de los hechos que se someten a su consideración. Según lo exponen los sociólogos R.M. Mac Iver y Charles H. Page ; “ La familia es una grupo definido por una relación sexual lo suficientemente precisa y duradera como para proveer a la procreación y crianza de los hijos (...) básicamente está constituida por la vida en común de los cónyuges, quienes forman con su descendencia una unidad característica”.2 Los mismos autores señalan que la familia surge desde que se inicia “ la vida en común de los cónyuges, la creación del ambiente de hogar, la aparición de nuevas experiencias, la iniciación de nuevas actitudes no sólo entre los 2 Mac Iver R.M. & Page Charles H. “SOCIOLOGIA”. Editorial TECNOS. Madrid. 1969. Pag. 247. esposos, sino también para con la sociedad, y viceversa, estableciéndose en forma sutil nuevas habituaciones entre marido y mujer (...)”. 3 Como lo señalan los doctrinantes más respetados, el Código Civil Francés y todos los que abrevaron en sus fuentes no se ocupan de la familia ; Nuestra Carta Fundamental de 1886 no trató el tema de la familia y dejó integralmente al legislador su reglamentación conforme lo señaló en el Artículo 5. Fue el constituyente de 1991 el que se ocupó de la familia, tomando como pilar el proyecto de Carta Fundamental elaborada por la Comisión de Estudios Constitucionales en el año de 1952, cuyo artículo 57 decía : “Artículo 57. (Nuevo).- La familia es el núcleo fundamental de la sociedad ; el Estado vigorizará su organización, tutelará sus intereses y garantizará sus derechos”.4 Reza así, el artículo 42 de la Carta Política de 1991 : 3 Ibidem. pág. 250 4 LOPEZ DE MESA, Luis. “Opiniones Constitucionales”. Imprenta Nacional. Bogotá - Colombia, pag. 298. “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídico, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla (...)”. En la decisión libre o la voluntad responsable, se entiende incluido no sólo el consentimiento, sino el sentimiento, “el afecto” que da origen a la intención de conformar la familia, como lo señala D’AGUANNO en su obra. Del mismo modo, se entiende que el nacimiento de la familia se da desde el momento en que un hombre y una mujer deciden conformarla, bien sea con el cumplimiento de las formalidades legales que originan el vínculo jurídico o desde la ejecución de hechos idóneos que hacen presumir el surgimiento de la relación familiar, es decir, no se requiere para la integración de la familia la existencia de los hijos, aunque en esencia ese sea el fin perseguido. Cuando los hijos nacen entran a formar parte de una familia ya constituida, no podría entenderse que esta institución surge cuando aquellos aparecen. En otros términos, es el criterio acogido por R.M. Mac Iver y Charles H. Page, en su obra “Sociología”, el que será utilizado a lo largo de la monografía, al considerar que aunque la finalidad de la unión de una pareja es la procreación, si los hijos no fueron concebidos, no por ello deja de hablarse de la existencia del vínculo familiar entre los integrantes de la relación, se denominen ellos cónyuges o compañeros permanentes. Entrando en materia, a través de este trabajo buscamos realizar algunas reflexiones sobre la problemática que se presenta a nivel jurisprudencial en relación con la unión marital de hecho y que afecta de manera directa y ostensible a los denominados compañeros permanentes y su prole. Es preciso mencionar que doctrinariamente no se encuentra muy desarrollado el tema, y son pocos los textos actualizados con la ley 54 de 1990. En materia jurisprudencial la situación no es menos caótica, porque se encuentra abotagada de interpretaciones contradictorias, de fallos superficiales, de miles de jueces que cuentan con una ley ambigua, llena de vacíos y de complejidades que deben aplicar. Para nuestro análisis hemos tenido en cuenta los principales fallos proferidos por la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, y de algunos Tribunales. En materia de Constitucionalidad los fallos mas relevantes están referidos a la Prescripción de las acciones para solicitar la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial, la irretroactividad de la ley, el proceso de disolución de la sociedad patrimonial, si la ley 54 de 1990 debió regular o no las relaciones homosexuales, si los artículos del código civil que solo hacen alusión a los cónyuges debían extenderse a los compañeros permanentes, y a un sin número de tutelas que han sido resueltas por la Corporación. Desarrollaremos posteriormente el análisis de la jurisprudencia frente a las relaciones personales entre los compañeros permanentes, tema frente al cual el legislador guardo absoluto silencio. Más adelante se encontrará la relación patrimonial entre los compañeros permanentes, sus principales temas serán : coexistencia de sociedades patrimoniales, aportes a la sociedad de hecho entre concubinos, la coexistencia de la unión marital con la relación concubinaria, el no surgimiento de la unión marital cuando el matrimonio es declarado nulo. En el capítulo IV se analizará la aplicación de la ley 54 de 1990 en el tiempo, las diversas teorías que existen sobre el tema y la posición de las Altas Corporaciones y de algunos Tribunales. Por último quisimos dejar algunas inquietudes en el lector, sobre temas que aún no han sido analizados por la jurisprudencia o sobre los cuales existe mucha controversia , por la diversidad de interpretaciones que admite. 1. SOBRE LA CONSTITUCIONALIDAD 1.1. DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 1º (PARCIAL) Y DE LA EXPRESION “DISOLUCION” DEL INCISO SEGUNDO DEL ARTICULO 7o DE LA LEY 54 DE 1990 1. Fecha de Sentencia : Mayo 19 de 1994. 2. Magistrado Ponente : Dr. Jorge Arango Mejía 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional, Tomo 5 . Sala Plena. Sentencia C- 239 de 1994. Pag. 199 y ss. 4. Demandante : Manuel G. Salas Santacruz 5. Normas Demandadas : Artículo 1º (parcial) y la expresión “disolución” del inciso segundo del artículo 7o de la ley 54 de 1990. 6. Pronunciamiento : Se declaran exequibles los dos artículos demandados. “El ciudadano Manuel G. Salas Santacruz (...) presentó ante esta Corporación demanda de inconstitucionalidad del artículo 1o. (parcial) y de la expresión “disolución” contenida en el inciso segundo del artículo 7o. de la ley 54 de 1990. “Art. 1o.- A partir de la vigencia de la presente ley y para todos los efectos civiles, se denomina unión marital de hecho, la formada entre un hombre y una mujer, que sin estar casados, hacen comunidad de vida permanente y singular . “Igualmente y para todos los efectos civiles, se denominan compañero y compañera permanente , al hombre y la mujer que forman parte de la unión marital de hecho. “Art. 7o.- A la liquidación de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes se aplicarán las normas contenidas en el libro 4o. Titulo XXII, capítulo I al IV del Código Civil. los procesos de disolución y liquidación de sociedad patrimonial entre compañeros permanentes, se tramitarán por el procedimiento establecido en el Título XXX del Código de Procedimiento Civil y serán de conocimiento de los jueces de familia en primera instancia”. El demandante considera que el art. 1o.de la ley 54 de 1990, “desconoce los arts. 5o, 13, 29 y 93 de la Constitución, al establecer una especie de discriminación, que no permite que la ley produzca efectos frente a las uniones de hecho existentes al momento de su expedición”. “Según él, el aparte acusado desconoce el espíritu de la ley de la que hace parte, por cuanto su finalidad era reconocer legalmente las uniones de hecho, incluso las existentes al momento de su vigencia (...) (...) En concepto del demandante (...) Se ha alegado que la Irretroactividad de dicha ley tiene sus razones, y una de ellas, entre otras es la de proteger derechos adquiridos conforme a la legislación vigente, que es lo que precisamente desconoce al disponer su aplicación a partir de una fecha (...). Sobre el inciso segundo del art. 7o. de la citada ley, sostiene el actor que desconoce los arts. 4o y 29 de la Carta, argumentando que: “de manera ligera y sin tener en cuenta las consecuencias de tipo procesal contradictorias a que da origen la norma acusada, permite que los Jueces de la República, so pretexto de interpretación, apliquen un procedimiento diferente (el ordinario, abreviado, o verbal, según la cuantía ) por considerar que no existe disposición expresa, y se abstengan de aplicar para el proceso de “Disolución” - como lo ordena la norma -, el que ella misma dispone. En este sentido se quebranta el principio del debido proceso, por existir norma que no es aplicable y porque queda al arbitrio del juez señalar el trámite que considere indispensable”. Continua el actor afirmando : “(...) En efecto, el procedimiento o trámite previsto en el Capítulo XXX del Código de Procedimiento Civil tiene una estructura totalmente diferente, y que lo hace inaplicable para declarar la disolución de una sociedad patrimonial de hecho, ya que aquél está previsto como mecanismo “liquidatorio” y su aplicación requiere, obviamente, de una certeza de tipo jurídico, vale decir, una sentencia, que es la consecuencia indiscutible de un proceso previo de “declaración y disolución”, y en consecuencia el procedimiento al cual remite el inciso 2o. acusado, es totalmente incompatible y por ende inoperante para estos últimos eventos”. La Corte Constitucional, al resolver esta demanda, realiza las siguientes consideraciones, citando el fallo de la Corte Suprema de Justicia del 26 de Febrero de 1976, que consagró : “El concubinato, que es la resultante de relaciones sexuales permanentes y ostensibles entre un hombre y una mujer no casados entre sí, como situación de hecho que es, desde el punto de vista jurídico ha sido diversamente apreciado por los sistemas de derecho positivo ; en algunos aparece repudiado enérgicamente ; en otros admitido con definitiva y total eficacia (...) Estas diversas posiciones se apoyan, no obstante, en el mismo fundamento : la moral. Quienes ven en el concubinato una afrenta a las buenas costumbres o un ataque a la familia legítima, lo estiman contrario a la moral y por tanto lo rechazan, negándole eficacia jurídica a las consecuencias que de él dimanan ; quienes, en cambio, propugnan su defensa, aseveran que lo inmoral es desconocer en forma absoluta validez a las obligaciones y derechos que son efecto del concubinato. Los partidarios de la tesis ecléctica ven en la circunstancia del concubinato dos aspectos diferentes : de un lado, las relaciones sexuales que, por no estar legitimadas por el vínculo matrimonial, consideran ilícitas ; y de otro, las consecuencias de orden económico que, en rigor jurídico, no están cobijadas por presunción de ilicitud y que, por tanto, estiman que debe ser objeto de regulación por el derecho. (...) Fue, pues, así como la doctrina, en punto de relaciones económicas o patrimoniales de los concubinos, al comienzo abrió la puerta inicialmente a la actio in rem verso, en beneficio del concubino que ha colaborado con el otro en sus empresas ; y luego, para la partición de los bienes adquiridos en común y la repartición de los beneficios, se consagró la actio pro socio” (Sent., 26 de Febrero de 1976, CLII, 35). La Corte Constitucional, en relación al pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia, estimó : “ Por el camino indicado, se corrigieron situaciones injustas, en muchos casos. Pero, evidentemente, subsistían problemas, como estos : la coexistencia del matrimonio, prácticamente disuelto en razón de la separación de hecho, con el concubinato de uno de los esposos, situación que implicaba un conflicto entre la sociedad de ganancias a título universal, surgida por el hecho del matrimonio, y la sociedad entre los concubinos, creada por los hechos ; la dificultad de probar la existencia de la sociedad de hecho, que exigía la tramitación de un proceso ordinario, etc. A remediar estos problemas vino la ley 54 de 1990 (...) (Las negrillas son ajenas al texto). Posteriormente realiza un análisis de la ley 54 de 1990, manifestando : “(...) El art. 1o. de la ley consagra la expresión unión marital de hecho, expresión posiblemente encaminada a hacer a un lado las connotaciones degradantes de los términos concubinato, amancebamiento, etc.. La definición contenida en esta norma describe, en últimas, una especie de matrimonio de hecho ... El artículo segundo establece una presunción simplemente legal sobre la existencia de sociedad patrimonial de hecho entre compañeros permanentes, en dos casos : el primero supone la inexistencia, entre los compañeros permanentes, de impedimento legal para contraer matrimonio ; el segundo, por el contrario, supone la existencia de tal impedimento, pero la disolución y liquidación, previas a la iniciación de la unión marital de hecho, de la sociedad o sociedades conyugales anteriores(...) (...) Es claro que la ley presume, entre los compañeros permanentes, cuando se dan los supuestos de hecho previstos, la existencia de una sociedad de ganancias, a título universal, semejante a la sociedad conyugal. (...) (...) Subsisten, sin embargo, problemas que pondrán a prueba la capacidad de los jueces en los casos concretos. Por ejemplo : (...) ¿Qué ocurre si, a pesar de no existir impedimento legal para contraer matrimonio, hay, sin embargo, sociedades conyugales anteriores a la iniciación de la unión marital de hecho, disueltas pero no liquidadas ? (...) si las circunstancias no permiten aplicar la presunción consagrada en esta norma, queda al miembro de la pareja, que crea vulnerados sus derechos económicos, la posibilidad de intentar la demostración de la existencia de la sociedad de hecho, por medio del proceso correspondiente, el ordinario. (...) es evidente que las previsiones orientadas a evitar la coexistencia de dos sociedades de ganancias a título universal, nacida una del matrimonio y la otra de la unión marital de hecho, se fundan en la regla establecida por el inciso segundo del artículo 2082 del C.C.(...) Sobre la aplicación de la ley 54 de 1990 en el tiempo, la Corte consideró : “(...) la ley 54 de 1990 sigue el principio general según el cual la ley rige hacia el futuro. Al respecto, el art. 9o. de la ley comentada dispone que ésta rige a partir de la fecha de su promulgación. Por este aspecto no hay motivo de inconstitucionalidad (...) si bien se mira, (...) es un problema (...) de aplicación de la ley en el tiempo (...) (...) sin la pretensión de interpretar la ley y definir su aplicación en los casos concretos, misión propia de los jueces competentes y no de la Corte Constitucional, es posible pensar en diversas soluciones, en principio válidas en cuanto no vulneren derechos adquiridos antes de entrar en vigencia la nueva ley . (...) La aplicación de la ley 54 de 1990 a relaciones concubinarias consumadas, es decir, nacidas y extinguidas antes de su vigencia, sólo sería posible, idealmente, en la medida en que no se vulnerarán derechos adquiridos, en razón del principio consagrado en el artículo 58 de la Constitución. (...) Aunque hay que advertir que ello implicaría darle a la ley un efecto retroactivo, que ella misma no previó, y que está, en general, prohibido en guarda de la seguridad jurídica. Solo el legislador al dictar una ley, puede establecer su carácter retroactivo. Pero el juez al momento de aplicarla, no puede desconocer las situaciones jurídicas concretas ya consolidadas. (...) La Sociedad Patrimonial entre Compañeros Permanentes no pudo disolverse antes de entrar en vigencia la ley 54, que la creó como tal, sencillamente porque mal podría haberse disuelto lo que no existía. Diferente sería hablar de la sociedad de hecho entre concubinos, cuya existencia y disolución han podido presentarse antes y después de la vigencia de la ley 54, y que está sujeta a otros principios según la ley y la jurisprudencia. Realizando el examen de los cargos contenidos en la demanda, la Corte manifestó : “(...) es erróneo sostener, como parece hacerlo el demandante, que la Constitución consagre la absoluta igualdad entre el matrimonio y la unión libre, o unión marital de hecho, como lo determina la ley 54 de 1990. Basta leer el artículo 42 de la Constitución para entender porque no es así. (...) sostener que entre los compañeros permanentes existe una relación idéntica a la que une a los esposos, es afirmación que no resiste el menor análisis, pues equivale a pretender que pueda celebrarse un verdadero matrimonio a espaldas del Estado, y que, al mismo tiempo, pueda éste imponerle reglamentaciones que irían en contra de su rasgo esencial, que no es otro que el de ser una unión libre. (...) aceptando el principio de que la ley se aplica a partir de su vigencia, corresponderá al juez, en cada caso concreto, determinar su aplicación(...) habría que preguntarse si los dos años previstos en el literal a) y b) del artículo segundo, deben contarse solamente dentro de la vigencia de la misma, o pueden comprender el tiempo anterior ?. Pero esto, se repite, es asunto de interpretación de la ley, y por consiguiente de su aplicación, y nada tiene que ver con la exequibilidad. Sobre la demanda al inciso segundo del artículo 7o., señaló la Corporación : “Las apreciaciones del demandante sobre este inciso, carecen de fundamento. No puede afirmarse que la norma viole el debido proceso, solamente porque su aplicación dé lugar a diversas situaciones (...) (...) al proceso de liquidación sólo podrá llegarse después de haberse declarado judicialmente la existencia de la sociedad patrimonial (...) (...) si la sociedad patrimonial se ha disuelto por mutuo consentimiento de los compañeros permanentes elevado a escritura pública, como lo prevé el literal c) del artículo 5o., también podrá seguirse el procedimiento del título XXX del libro Tercero del Código de Procedimiento Civil. Finalmente, nada obsta para que los compañeros permanentes, siendo capaces civilmente y estando de acuerdo, liquiden la sociedad patrimonial por sí mismos, por escritura pública”. (Las negrillas son ajenas al texto) Por virtud de lo expuesto, la Corte Constitucional declara la exequibilidad de los artículos demandados. Comentarios : El pronunciamiento de la Corte, según el cual : “ (...) nada obsta para que los compañeros permanentes, siendo capaces civilmente y estando de acuerdo, liquiden la sociedad patrimonial por sí mismos, por escritura pública”, está referido a la liquidación de la sociedad patrimonial, sin embargo consideramos que este tema se encuentra directamente relacionado con la declaratoria judicial de la relación marital como requisito previo a la disolución y liquidación. Si las partes siendo capaces y estando de acuerdo pueden liquidar la sociedad patrimonial, ¿Por qué negarles esa misma capacidad para la determinación de la existencia del vínculo marital ? . La doctrina y la jurisprudencia no han querido abrirle paso a la confesión extrajudicial, como mecanismo tendiente a solucionar el problema de congestión en los despachos judiciales, y a facilitar a los particulares resolver su situación jurídica por un problema de interpretación de la norma ; ya que han querido entender que el artículo 2o. de la ley 54 de 1990 establece que la única forma de probar la existencia de la relación marital es por medio de la declaración judicial y como lo señalaré en el capítulo V a este mecanismo sólo habría que acudir en caso de conflicto entre las partes, es decir, cuando realmente no existe certeza sobre la existencia de la relación. A los que consideran inadmisible que pudiera solicitarse la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial, sin que previamente tuviese reconocimiento judicial, porque lo entienden como un atentado contra la seguridad jurídica, les pregunto :¿Se protege dicha seguridad cuando los compañeros no teniendo bienes de mayor valor, no piensan siquiera por un segundo en acudir al órgano judicial, y deciden aplicar justicia por mano propia , con el agravante de aplicarse justicia desconociendo los derechos que emanan de la relación ? Si fuese en últimas imposible aplicar esta teoría, propongo promover una reforma legislativa que permita a los compañeros acudir ante la jurisdicción voluntaria para solicitar el reconocimiento de la unión marital , así mismo, el surgimiento de la sociedad patrimonial y su correspondiente disolución y liquidación cuando exista el mutuo acuerdo, entre los miembros de la relación. Ya que no se trata de un asunto contencioso y es por ello erróneo someterlos a procesos de carácter eminentemente litigioso, siendo ellos más lentos y dispendiosos que los procesos que regulan los trámites en los que existe el mutuo acuerdo de las partes. Otra solución sería permitir que la declaración de unión marital y el surgimiento de la sociedad patrimonial se lleven a cabo a través del proceso verbal sumario, al igual que se hacía con el divorcio, la separación de bienes o de cuerpos por mutuo acuerdo de los cónyuges. El art. 9o. de la ley comentada dispone que ésta rige a partir de la fecha de su promulgación. Como bien lo señala la Corte, y nadie podría pedir que rigiera antes de ser promulgada, porque constituiría una abierta violación a los principios Constitucionales, lo que se debate es si puede entrar a regular relaciones que hayan sido consolidadas anteriormente y que, por no encontrarse reguladas en ningún aspecto por el legislador no constituyen una violación a los “derechos adquiridos”. Este tema de la retroactividad de la ley 54 de 1990 será desarrollado posteriormente en el Capítulo IV. La Corte, haciendo un análisis del artículo 2o. de la ley 54 de 1990, manifestó que el inciso segundo supone la existencia del impedimento legal para contraer matrimonio, “pero debió realizarse la disolución y liquidación, previas a la iniciación de la unión marital de hecho, de la sociedad o sociedades conyugales anteriores”(...). En este tema la Corporación no realizó ningún análisis sobre la posibilidad de que existan otro tipo de impedimentos diferentes a la existencia de matrimonio anterior, como parentesco en grado prohibido entre consanguíneos, entre afines y en el parentesco civil, ¿Podría surgir en estos eventos la unión marital de hecho ? ¿será viable jurídicamente que dos hermanos constituyan una relación marital ?, estas prohibiciones tienen un origen histórico y una razón ético jurídica que no puede violentarse. Aunque el legislador omitió regular el tema, la sana lógica permitiría afirmar que estos impedimentos no permiten la creación de la unión marital de hecho ; sin embargo debe aclararse que siendo los impedimentos unas cargas o normas restrictivas no pueden aplicarse por analogía y corresponde al legislador determinar la imposibilidad del surgimiento de la unión marital cuando existan otros impedimentos para contraer matrimonio. Así mismo señala la Corte en la sentencia : “(...) si las circunstancias no permiten aplicar la presunción consagrada en esta norma, queda al miembro de la pareja, que crea vulnerados sus derechos económicos, la posibilidad de intentar la demostración de la existencia de la sociedad de hecho, por medio del proceso correspondiente, el ordinario”. Comete la Corporación en este pronunciamiento una imprecisión, porque sea solicitando la declaración de la unión marital de hecho o la existencia de la sociedad de hecho deben los compañeros acudir al proceso ordinario. La diferencia no radica pues en el tipo de proceso, sino en las pretensiones y la manera en que se debe probar la existencia de cada tipo de relación. La societaria ; por los aportes, el animus societatis, la repartición de utilidades. La relación marital ; por la comunidad de vida, la permanencia y la dualidad de sexos. Retomando el aparte de la sentencia en mención, vale la pena analizar si podrían los compañeros renunciar a la presunción que consagra el legislador y solicitar la declaración de la unión marital y por consiguiente de la sociedad patrimonial antes de cumplirse los dos años establecidos en la ley para que opere la presunción. Considero que dicha presunción fue establecida por el legislador para facilitar la carga probatoria que incumbe a las partes, pero el término de duración es un requisito ad sustanciam actus, en la medida en que los dos años de convivencia son determinantes para el surgimiento de la sociedad patrimonial y constituye la prueba de la misma, esto si se mira en concordancia con el artículo 4o. de la ley 54 de 1990, en donde se establece expresamente la libertad probatoria para demostrar la existencia de la relación personal entre los compañeros, lo que a contrario sensu estaría diciendo que la relación patrimonial surgida entre los compañeros no goza de este privilegio. 1.2. DECLARACION DE CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS QUE SE REFIEREN A LOS CONYUGES Y A LA SOCIEDAD CONYUGAL, PARA QUE SE APLIQUEN A LOS COMPAÑEROS PERMANENTES 1. Fecha de Sentencia : Abril 29 de 1996. 2. Magistrado Ponente : Jorge Arango Mejía Aclaración de Voto : Eduardo Cifuentes Muñoz, Carlos Gaviria Díaz, Jose Gregorio Hernandez Galindo, Alejandro Martínez Caballero. 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional. Tomo 4.Sentencia No. C - 174 de 1996. Pag. 146 y ss. 4. Actor : Andrés López Valderrama 5. Normas Demandadas : Los siguientes artículos del Código Civil, en forma parcial : 411, numerales 1º y 4º ; 423 modificado por la ley 1 de 1976, artículo 24 ; 1016 numeral 5º ; 1025 numeral 2º ; 1026 modificado por el Decreto 2820 de 1974, artículo 57 ; 1040, subrogado por la ley 29 de 1982, artículo 4º ; 1046 modificado por la ley 29 de 1982, artículo 5º ; 1047, modificado por la ley 29 de 1982, artículo 6º ; 1051 modificado por la ley 29 de 1982, artículo 8º, 1054 ; 1230 ; 1231 ; 1232 ; 1233 ; 1234 ; 1235 ; 1236 ; 1237 ; 1238 ; 1266, numeral 1º del Código Civil. Y el artículo 263 del Código Penal. 6. Pronunciamiento : Se declara la exequibilidad de las normas demandadas. “En ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, el ciudadano Andrés López Valderrama demanda ante la Corte Constitucional los siguientes artículos del Código Civil, en forma parcial : 411, numerales 1º y 4º ; 423 modificado por la ley 1 de 1976, artículo 24 ; 1016 numeral 5º ; 1025 numeral 2º ; 1026 modificado por el Decreto 2820 de 1974, artículo 57 ; 1040, subrogado por la ley 29 de 1982, artículo 4º ; 1046 modificado por la ley 29 de 1982, artículo 5º ; 1047, modificado por la ley 29 de 1982, artículo 6º ; 1051 modificado por la ley 29 de 1982, artículo 8º, 1054 ; 1230 ; 1231 ; 1232 ; 1233 ; 1234 ; 1235 ; 1236 ; 1237 ; 1238 ; 1266, numeral 1º del Código Civil. Y el artículo 263 del Código Penal. “Pretende el demandante que la Corte Constitucional reforme las normas que se refieren a los cónyuges ; la sociedad conyugal, la porción conyugal, etc., y disponga que ellas versan, además, sobre los compañeros permanentes...”. En síntesis la Corte plantea en sus consideraciones que el matrimonio es diferente de la unión libre, y por lo mismo, difieren entre si las situaciones jurídicas de los cónyuges y de los compañeros permanentes, existen normas del matrimonio inaplicables a la unión libre ; los cónyuges, por ejemplo, se encuentran sujetos a prohibiciones que no rigen para los compañeros permanentes, verbi gracia el contrato de compraventa entre cónyuges no divorciados es nulo5, al igual que las donaciones irrevocables que celebren entre ellos. Estas restricciones no existen para los compañeros permanentes. “...Lo que no es admisible es pedir a la Corte Constitucional que al examinar la constitucionalidad, que no se discute y ni siquiera se pone en duda, de normas que asignan derechos y obligaciones a quienes tienen el estado civil de casados, asigne esos mismos derechos y obligaciones a quienes no tienen tal estado civil, sino uno diferente” . ...No se quebranta el principio de igualdad,...cuando se da por la ley un trato diferente a quienes están en situaciones diferentes, no solo jurídica sino socialmente”. Se declaran exequibles las normas demandadas ; y señala la H. Corte Constitucional (por referencia que hace a otra sentencia de la Corporación), que estaría usurpando funciones del congreso, si so pretexto de aplicar la Constitución, llama a heredar en la sucesión intestada a quien la ley no ha llamado. Esto compete al congreso en su función legislativa. 5 El artículo 1852 del C.C. que consagra la nulidad del contrato de venta entre los cónyuges no divorciados y entre el padre y el hijo de familia fue declarado Inexequible parcialmente en la parte subrayada, en sentencia No. C - 068 de 1999 del 9 de Febrero de 1999 Magistrado Ponente : Alfredo Beltrán Sierra Aclaración de Voto : Los magistrados Eduardo Cifuentes Muñoz, Carlos Gaviria, Jose Gregorio Hernández y Alejandro Martínez Caballero sostuvieron en su aclaración del voto que fue desafortunado el pronunciamiento de la Corte por los argumentos con los cuales se sustentó la decisión ya que, debió analizarse si efectivamente el trato diferenciado que se deriva de las normas demandadas se apoya en una diferencia relevante entre las dos instituciones que se regulan y si las medidas estudiadas se referían de manera exclusiva a las circunstancias divergentes, ajustándose en forma estricta al grado de diferencia. En este caso debió realizarse un estudio detallado de cada una de las materias reguladas por las normas cuestionadas conforme a los criterios de la Corporación. Las normas demandadas hacían referencia al deber de alimentos, la vocación hereditaria y la porción conyugal. Sobre el tema del deber de alimentos, así como de la porción conyugal se sostuvo en principio que lo ajustado a la Constitución, - por resguardar la familia - sería otorgar idénticas protecciones a las relaciones familiares sin importar su origen, no obstante ello concluyen la aclaración manifestando que: sería improcedente un fallo de inexequibilidad porque el deber de alimentos y el derecho a la porción conyugal no se apliquen a los compañeros permanentes, ya que esto podría presentar posibles dificultades técnicas e inclusive terminar anulando la unión marital de hecho como opción distinta al matrimonio. Concluye así la aclaración del fallo : “Frente a la imposibilidad de proferir un fallo de inexequibilidad de normas que en ciertas circunstancias podrían producir un efecto inconstitucional, surge el deber imperativo del legislador de asumir el tema a fin de establecer las circunstancias y condiciones en las cuales las obligaciones y derechos de que tratan las disposiciones demandadas, deben hacerse extensivas a los compañeros permanentes para evitar un tratamiento violatorio de la Carta”. (las negrillas son ajenas al texto). En otros términos en la aclaración del voto se critica el fallo de la Corte, por resolver la constitucionalidad de las normas demandadas en bloque y no individualmente.6 Comentarios : En relación con la sentencia y la aclaración de voto manifiesto varias inquietudes : 6 Corte Constitucional. Sala Plena. Sentencia No. C - 174 de Abril 29 de 1996. Magistrado Ponente : Jorge Arango Mejía Aclaración de Voto : Eduardo Cifuentes Muñoz, Carlos Gaviria Díaz, Jose Gregorio Hernandez Galindo, Alejandro Martínez Caballero. Para ello he considerado importante resaltar un aparte de la sentencia que genera a mi parecer controversias : “En razón de las consecuencias jurídicas que la unión libre, o unión marital, trae consigo, tal unión, en determinadas circunstancias establece o modifica el estado civil de quienes hacen parte de ella”. ¿Quiso la Corte hablar de la existencia de un nuevo estado civil ?, los tratadistas nacionales refiriéndose al tema, siempre han debatido si el divorcio, o la viudez constituyen un estado civil diferente. Para algunos es así ; pero, para otros, solo existen dos estados civiles : soltero y casado ; nunca se habla del estado civil de compañero permanente. Inclusive el Dr. Lafont Pianetta en su libro “Derecho de familia Unión Marital de Hecho”, sostiene que la unión marital no es un hecho que origina un nuevo estado civil, puesto que el estado de compañero no alcanza a serlo ; ni es tampoco un hecho que altere o extinga uno precedente, pues no lo modifica. Así el soltero, el casado o el viudo, no dejan de serlo por virtud de una unión marital, todo esto al tenor de lo dispuesto en el art. 5 º del Decreto 1260 de 1970. No niega el autor, que existe la posibilidad de registrar dicha unión, ante notaría, pero tiene un carácter facultativo, no existe disposición legal que los obligue a ello, y a través de este no cambian su estado civil, solo se da un estado jurídico imperfecto.7 7 LAFONT PIANETTA, Pedro. “Derecho de Familia - Unión Marital de Hecho”. Ediciones librería del profesional, Segunda Edición - Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Pag. 162 y ss. Por otro lado, en la aclaración de voto se habla de la “imposibilidad de proferir un fallo de inexequibilidad de normas que en ciertas circunstancias podrían producir un efecto inconstitucional”. Al respecto considero que las normas son constitucionales o inconstitucionales, y constituye una transgresión a la seguridad jurídica el considerar una norma bajo cierta circunstancia constitucional, pero bajo otra perspectiva inconstitucional. Estimo que la decisión proferida por la Corte fue acertada, porque el actor en sus pretensiones lo que buscaba era la aplicación de dicha normatividad a los compañeros permanentes y no la declaratoria de inconstitucionalidad de los artículos demandados y el espacio donde debe plantearse la problemática señalada por el actor se encuentra en la rama legislativa no en la judicial. Constituiría una abierta extralimitación de sus funciones conforme lo señala la Corporación en la sentencia, si so pretexto de analizar la constitucionalidad de los artículos les otorga un alcance que la ley no contempló, y que compete al congreso de la República determinar. 1.3. LA UNION MARITAL HOMOSEXUALES ? DEBIO COBIJAR A LAS PAREJAS 1. Fecha de Sentencia : Marzo 7 de 1996 2. Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz. Aclaración de Voto : Eduardo Cifuentes Muñoz - Vladimiro Naranjo M. Salvamento Parcial de Voto : Jose Gregorio Hernandez G. 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional, Tomo 3, Sentencia No. C - 098 de 1996. Pag.100 y ss. 4. Actor : German Humberto Rincon Perfetti 5. Normas Demandadas : Los dos incisos del artículo 1, y el literal a) del artículo 2 6. Pronunciamiento : Se declaran exequibles las normas demandadas. El señor German Humberto Rincon Perfetti, presenta demanda de inconstitucionalidad de los dos incisos del artículo 1, y el literal a) del artículo 2, por considerar que existe un trato discriminatorio a las parejas homosexuales que hacen comunidad de vida permanente y singular. “Art. 1º- A partir de la vigencia de la presente ley y para todos los efectos civiles, se denomina Unión Marital de Hecho, la formada entre un hombre y una mujer, que sin estar casados ...” Igualmente, y para todos los efectos civiles, se denominan compañero y compañera permanente, al hombre y la mujer que forman parte de la unión marital de hecho. Art. 2º - Se presume sociedad patrimonial entre compañeros permanentes y hay lugar a declararla judicialmente en cualquiera de los siguientes casos : a) Cuando exista unión marital de hecho durante un lapso no inferior a dos años entre un hombre y una mujer sin impedimento legal para contraer matrimonio...”. b) (...) La Corte en su pronunciamiento sostuvo : “La Constitución respeta las inclinaciones y orientaciones sexuales de los ciudadanos, bajo el esquema del derecho a la personalidad y a su libre desarrollo (Arts. 14 y 16 CN), respetando la libre opción sexual”. En síntesis el pronunciamiento de la Corte señala que las disposiciones demandadas adoptadas por el legislador, no prohiben ni sancionan el homosexualismo. Se limitan a tratar aspectos patrimoniales de un determinado tipo de relaciones y no crea un privilegio que resulte constitucionalmente censurable, y que con la expedición de la ley 54 de 1990 el legislador buscó proteger a la parte que históricamente se ha considerado débil en las relaciones heterosexuales : la compañera permanente ; situación que no se da en las relaciones homosexuales. En otras palabras lo que la Corte quiso destacar es que el legislador decidió proteger un grupo anteriormente discriminado, por virtud del desarrollo del art. 42 de la Carta Fundamental, sin pretender consagrar privilegios odiosos, frente a otro tipo de relaciones. Consideró la Corporación que tal vez fue una omisión del legislador, pero no por ello se genera el trato discriminatorio que el actor pretende demostrar. Declara por tanto Exequible que la unión marital se refiera al HOMBRE Y LA MUJER QUE HACEN COMUNIDAD DE VIDA PERMANENTE Y SINGULAR. Aclaración de Voto de los Doctores Eduardo Cifuentes Muñoz y Vladimiro Naranjo Mesa : “ Consideramos necesario resaltar los siguientes puntos : (1) Los demandantes censuran (...) la conducta omisiva del legislador que no se ha ocupado de establecer el régimen patrimonial de las uniones homosexuales ; (2) La consecuencia del reproche, aún en el supuesto de que tuviera algún sustento, no puede comportar la inexequibilidad del actual régimen legal aplicable a las uniones maritales de hecho, como quiera que sería absurdo eliminar una valiosa conquista social ; (3) la extensión, por vía judicial, del régimen legal existente a las uniones homosexuales, en este caso, no seria posible, pues desconocería que es el Congreso el llamado a adoptar tal medida de conformidad con el primado del principio democrático”. Consideramos justo y pertinente que la ley establezca un régimen patrimonial propio en relación con las uniones homosexuales, lo cual es independiente de que estas se consideren o no constitutivas de familia (...)”. (...) se abre un espacio de controversia y de reivindicación de pretensiones de justicia que deben tramitarse en el foro público de la democracia. No puede esperarse que el expediente fácil de una interpretación analógica sustituya lo que debe ser fruto de una decidida y valerosa lucha política”.8 8 Corte Constitucional, Sala Plena. Sentencia No. C - 098 de Marzo 7 de 1996 Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz. Aclaración de Voto : Eduardo Cifuentes Muñoz - Vladimiro Naranjo M. Salvamento Parcial de Voto : Jose Gregorio Hernandez G. Salvamento Parcial de Voto del Doctor Jose Gregorio Hernandez G. “(...) El concepto de “pareja” tiene en la Carta Política por único y texativo (sic) alcance el de “un hombre y una mujer”, pues la familia es definida por la misma Constitución (artículo 42). La Constitución Colombiana no acepta formas de unión matrimonial o de hecho entre un hombre y varias mujeres o entre una mujer y varios hombres (poligamia)... mal podría admitirse el homosexualismo como origen válido, lícito y constitucional de la familia. Esta se encuentra basada en la procreación, la cual no es posible sino sobre el supuesto de la pareja heterosexual. No puedo aceptar el criterio, expuesto en la demanda y aceptado en el conjunto de la sentencia, consistente en que el legislador al no contemplar las uniones maritales entre homosexuales incurrió en una omisión. La Constitución no persigue a los homosexuales, pero tampoco se hace jurídicamente válida la unión entre ellos, para fines de conformar una familia”. Comentarios : En virtud de la tolerancia que se predica de un Estado Democrático, en donde se fomenta el respeto por la diferencia, considero que sería contrario a estos principios afirmar algo diferente a lo señalado por los Dres. Vladimiro Naranjo y Eduardo Cifuentes Muñoz, en su aclaración de voto ; este tipo de relaciones al igual que las uniones libres, son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad y deberán enfrentar su propia lucha política, al igual que lo hicieron las uniones libres, para que les sean reconocidos sus derechos. Por último acudo a una frase prestada : ¿Nos perdonaríamos unos a otros, no digo ya teniendo costumbres diferentes, sino incluso máximas opuestas, si no supiéramos tolerar lo que nos hiere ? ¿Y quién puede arrogarse el derecho de someter a los otros hombres a su tribunal ? ¿Quién puede ser tan temerario que crea que no necesita la indulgencia que niega a los demás ?9. No se puede desconocer que inicialmente las relaciones concubinarias fueron tan perseguidas y maltratadas por la sociedad, como lo son ahora las relaciones homosexuales, pero la diferencia es que hoy nuestra juventud está siendo educada para tolerar la diversidad, porque existe respeto y conciencia de los derechos de los demás, mientras no transgredan los derechos propios ; por ello no se ve muy lejano el día en que este tipo de relaciones reciban un tratamiento legalmente justo y lo que es más importante, que les sea propio. Considero que la decisión de la Corporación fue en esencia acertada, porque el espacio para la lucha política no se encuentra en la Corte sino en el órgano legislativo ; no es inconstitucional una ley que aborda la solución al conflicto de la pareja heterosexual y omite lo relativo a la homosexual ; si lo fuera también seria inexequible el art. 113 del C.C. 9 UNESCO “El Derecho de ser Hombre”. Ediciones Sígueme.. Colsubsidio. 1973 1.4. CONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 8 DE LA LEY 54 DE 1990 REFERIDA A LA PRESCRIPCION DE LA ACCION PARA SOLICITAR LA DISOLUCION DE LA SOCIEDAD PATRIMONIAL 1. Fecha de Sentencia : Marzo 21 de 1996 2. Magistrado Ponente : Jorge Arango Mejía Salvamento de Voto : Jose Gregorio Hernandez Salvamento de Voto : Eduardo Cifuentes Muñoz Aclaración de Voto : Carlos Gaviria Diaz, Alejandro Martínez Caballero 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional, Tomo 3 - Sentencia No. C - 114 de 1996, pag. 198. 4. Actor : Jaime Ballesteros Beltrán 5. Norma Demandada : Demanda parcialmente el artículo 8º de la ley 54 de 1990 6. Pronunciamiento : Se declara la exequibilidad de la norma. En ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, el ciudadano Jaime Ballesteros Beltrán demanda parcialmente el artículo 8º de la ley 54 de 1990, por considerar que : La Carta fundamental equiparó el matrimonio a la unión marital de hecho, y este artículo genera un trato discriminatorio en contra de los hijos habidos de la unión marital frente a los matrimoniales y a los extramatrimoniales de cualquiera de los cónyuges, al consagrar : Art. 8º “Las acciones para obtener la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes, prescriben en un año, a partir ... de la muerte de uno o ambos compañeros permanentes”. La Corte Constitucional refuta los argumentos de la parte actora haciendo alusión a la Sentencia C-239/94, de mayo 19 de 1994, en donde la Corporación manifestó : “ Sea lo primero decir que es erróneo sostener, como parece hacerlo el demandante, que la Constitución consagre la absoluta igualdad entre el matrimonio y la unión libre, o unión marital de hecho (...) Basta leer el artículo 42 de la Constitución para entender porqué no es así. “El noveno inciso del artículo mencionado, determina que “las formas del matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los deberes y derechos de los cónyuges, su separación y la disolución del vínculo se rigen por la ley civil”. Nada semejante se prevé en relación con la unión marital de hecho, precisamente por ser unión libre” (...) “En síntesis : sostener que entre los compañeros permanentes existe una relación idéntica a la que une a los esposos, es afirmación que no resiste el menor análisis, pues equivale a pretender que pueda celebrarse un verdadero matrimonio a espaldas del Estado, y que, al mismo tiempo pueda éste imponerle reglamentaciones que irían en contra de su rasgo esencial, que no es otro que el de ser una unión libre”. (Sentencia C-239/94, de mayo 19 de 1994. Magistrado Ponente, Jorge Arango Mejía, Gaceta Constitucional, Tomo 5 de 1994 pág. 213 y ss) En relación con la disolución de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes consagrada en el artículo 5o. de la ley 54 de 1990, señala la H. Corte Constitucional : “(...) en los literales a) y b), es decir, cuando ocurre la muerte de uno de los compañeros permanentes, o de los dos, o cuando uno de ellos contrae matrimonio con una tercera persona, también la disolución debe decretarse por sentencia judicial, a menos que en el último caso, el matrimonio, los antiguos compañeros declaren que se ha presentado la causal y que es procedente la liquidación, lo cual pueden hacer por escritura pública”. Adicionalmente declara la Corporación : “...si la causal de disolución es la muerte de uno de los compañeros permanentes, para que el compañero supérstite o los herederos del difunto puedan intervenir en el proceso de sucesión, siempre será necesario que se declare por sentencia, que la sociedad patrimonial existió y que se disolvió por el fallecimiento de uno de los compañeros permanentes. Lo mismo sucede cuando fallecen los dos compañeros permanentes”. (La negrilla es ajena al texto) Haciendo una interpretación del inciso 2o. del art. 6º de la citada ley, consideró la Sala Plena de la Corte : “ Cuando la causa de la disolución y liquidación sea la muerte de uno o de ambos compañeros permanentes, la liquidación podrá hacerse dentro del respectivo proceso de sucesión, siempre que exista la prueba de la unión marital de hecho en la forma exigida por el artículo 2o. de la presente ley”. ¿Cuál es esa prueba ? La sentencia Judicial, pues el inciso primero del artículo 2o. de la ley, establece : “Se presume sociedad patrimonial entre compañeros permanentes y hay lugar a declararla judicialmente...”. Es claro que esa declaración judicial solo puede hacerse por sentencia”. (...) conseguida la sentencia será posible la intervención en el proceso de sucesión (la negrilla es ajena al texto) (...) Presentada la demanda, en los dos casos que se han descrito, ya la presente uno de los compañeros, o un heredero del difunto, podrá pedirse la suspensión de la partición en el proceso de sucesión (...)”. Concluye la Corte : “La posibilidad de suspender la partición y la suspensión del término de prescripción establecida por el art. 8º de la ley 54, hacen que el término de un año sea suficiente para que los herederos de uno de los compañeros permanentes hagan valer los derechos que les reconoce el inc. 1º del art. 6º de la ley 54”. La Sala Plena declaró exequible el artículo demandado, considerando que el surgimiento de la sociedad patrimonial es el producto de una situación fáctica, y que en aras de preservar la seguridad jurídica se debe mantenerse el término de prescripción de un año a partir de la separación física y definitiva de los compañeros permanentes para solicitar la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial, afirmando que con este precepto legal no se viola ningún principio de la Carta Fundamental. Aclara la sentencia : “Tal prescripción solo se refiere a la Sociedad Patrimonial entre Compañeros Permanentes, y no podría extenderse a la sociedad de hecho entre concubinos, (...) es claro en consecuencia, que si uno de los compañeros permanentes, o uno de sus herederos, no reúne los presupuestos señalados en la ley para demandar el reconocimiento de la existencia y disolución de la sociedad patrimonial regulada por la citada ley, podrá demandar que se declare la existencia y disolución de la sociedad de hecho entre concubinos”10 10 Corte Constitucional . Sala Plena. Sentencia No. C - 114 de Marzo 21 de 1996 Magistrado Ponente : Jorge Arango Mejía Salvamento de Voto : Jose Gregorio Hernandez. Salvamento de voto : Eduardo Cifuentes Muñoz Salvamento de Voto del Doctor Jose Gregorio Hernandez: El Doctor Jose Gregorio Hernandez, estimó que debió ser declarado INEXEQUIBLE, ya que se introdujo una clara e injustificada discriminación entre los hijos de la unión matrimonial y los hijos de la unión marital de hecho, violando los Arts. 13 y 42 de la Carta Política. “La Prescripción de un año a partir de la muerte de uno o ambos padres, contrasta abiertamente con el amplísimo término con el que cuentan los hijos nacidos dentro del matrimonio para acceder a los bienes de la sociedad conyugal”. Salvamento de voto del Doctor Eduardo Cifuentes Muñoz: El Dr. Cifuentes Muñoz en su salvamento de voto argumenta que debió declararse INEXEQUIBLE el art. 8º de la ley, ya que ciertamente la sociedad conyugal es diferente a la sociedad patrimonial, pues a la unión marital le falta para que sea matrimonio el acto solemne que se adelanta mediante diligencia legal ; pero desde el punto de vista económico ambas figuras regulan la comunidad de bienes que integran el patrimonio familiar, su objetivo es equilibrar las cargas y beneficios de la pareja a partir del establecimiento de un régimen económico equitativo que tienda a proteger a sus miembros. El trato diferenciado no solo debe fundarse en una diferencia relevante, sino que la medida debe referirse exclusivamente a las circunstancias divergentes, ajustándose de manera estricta al grado de diferencia. Se justifica que se reduzca el término dentro del cual pueda solicitarse la liquidación de la sociedad patrimonial, pues ello garantiza la seguridad jurídica. Sin embargo el trato diferente debe ser proporcionado, y la reducción del término de prescripción para solicitar la liquidación de la sociedad patrimonial, de 20 años a 1 año, es desproporcionada, y afecta inequitativamente los derechos de acceso a la justicia y de propiedad de quienes conforman la unión de hecho, sus herederos y legatarios. El principio de protección integral de la familia (art. 42 CN), el derecho de igualdad (art. 13 CN), el respeto al pluralismo cultural (art. 1º CN) y el derecho a la libertad personal para escoger forma de unión familiar (art. 16 y 42 CN), fueron desconocidos por la Corte en la Sentencia. Comentarios : La Corte pasó por alto el trato discriminatorio que tienen los hijos habidos en las uniones maritales, frente a los hijos nacidos dentro del matrimonio. No se trataba de explicar a través de qué otros mecanismos podían hacer valer sus derechos, sino de hacer respetar los que la Carta Política ya les había otorgado. ¿ Es acaso la supuesta protección a la seguridad jurídica una buena razón para violar las disposiciones Constitucionales ? ¿No es la Carta Fundamental la encargada de salvaguardar la seguridad jurídica de los ciudadanos que se rigen por ella, ... y la garantía de que verdaderamente se aplique, lo que genera dicha seguridad ? Comparto totalmente la opinión del Dr. Hernandez Galindo, expresada en su salvamento de voto, y adicionalmente siento que no es digno de una sociedad como la nuestra el fomentar injusticias y tratos discriminatorios amparados en que existen otros mecanismos para hacer valer ciertos derechos, cuando bien sabido es que los presupuestos procesales y sustanciales de la sociedad de hecho y de la sociedad patrimonial son bien distintos, y por la existencia de la sociedad patrimonial, figura creada por la ley 54 de 1990, los jueces son cada vez más exigentes en el cumplimiento de los requisitos para que se configure cada una, lo que significa en otras palabras, que no es tan simple que se reconozcan sus derechos a través de otros mecanismos. 1.5. CONSTITUCIONALIDAD DEL LITERAL b) PARCIAL DEL ART. 2 Y PARAGRAFO PARCIAL DEL ART. 3 DE LA LEY 54 DE 1990 1. Fecha de Sentencia : Febrero 4 de 1998. 2. Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz 3. Publicada : N.P. Sentencia No. 014 de 1998 4. Demandantes : Ricardo Cuervo Delgado y Cecilia Navarro Reyes. 5. Normas Demandadas : literal b) (parcial) del artículo 2º y parágrafo (parcial) del artículo 3 de la ley 54 de 1990, 6. Pronunciamiento : Se declaran exequibles las normas demandadas El ciudadano Ricardo Cuervo Delgado demandó la inconstitucionalidad del literal b) (parcial) del artículo 2º de la ley 54 de 1990. Por otro lado, la ciudadana Cecilia Navarro Reyes demandó la inconstitucionalidad del parágrafo (parcial) del artículo 3 de la citada ley. “Art. 2. Se presume sociedad patrimonial entre compañeros permanentes y hay lugar a declararla judicialmente en cualquiera de los siguientes casos : a) (...) b) Cuando exista unión marital de hecho por un lapso no inferior a dos años e impedimento legal para contraer matrimonio por parte de uno o ambos compañeros permanentes, siempre y cuando la sociedad o sociedades conyugales anteriores hayan sido disueltas y liquidadas por lo menos un año antes de la fecha en que se inició la unión marital de hecho”. (Lo resaltado constituye la parte demandada) Art. 3º. El patrimonio o capital producto del trabajo, ayuda y socorro mutuos pertenece por partes iguales a ambos compañeros permanentes. Parágrafo: No formaran parte del haber de la sociedad... pero si lo serán los réditos, rentas, frutos o mayor valor que produzcan estos bienes durante la unión marital de hecho” (Lo resaltado constituye la parte demandada). Sobre la demanda al artículo 2º, el autor considera que vulnera los Arts. 42 y 13 de la Constitución, argumentando : “La norma atacada creó la posibilidad de que las personas casadas o con impedimento legal para contraer matrimonio, puedan conformar una unión marital de hecho, sin importar cuántas veces se hubiera casado o cuántas uniones maritales de hecho hubiere conformado después de casarse, con la condición civil de disolver y liquidar la sociedad o sociedades conyugales anteriores”. El demandante considera que, “se viola el art. 42 de la Constitución, pues no puede haber voluntad responsable cuando justamente el nuevo hogar que forma una pareja presenta impedimento legal para su unión, por vía de adulterio”. “Sostiene que “no puede conformar una familia en forma responsable, si alguno o ambos de los que hacen el sistema humano, de índole familiar, ha dejado otra familia por vía de hecho sin haber tramitado el divorcio ... Esta norma favorece la desintegración de la familia válidamente unida en matrimonio, creando la posibilidad o posibilidades de hacer muchas familias para quien tiene vínculos familiares no disueltos por divorcio”. Concluye la parte actora; “la declaración de inconstitucionalidad del texto acusado es necesaria para “proteger los derechos de la familia que se constituye como matrimonio y aquellas que se forman por unión marital de hecho entre personas sin impedimento legal para contraer matrimonio”. Sobre la constitucionalidad del parágrafo (parcial) del art. 3o. de la citada ley, la demandante lo considera violatorio del derecho de igualdad ya que : “en materia de disolución y liquidación de unión marital de hecho existe un tratamiento discriminatorio toda vez que el unido de hecho, tiene unas obligaciones patrimoniales más gravosas que el casado”. También lo considera violatorio del art. 58 de la Carta fundamental Aduce la actora que la unión marital de hecho constituye “un matrimonio a título precario”... que el mencionado art. 3º prescribe que forman parte de la sociedad patrimonial los bienes provenientes del trabajo, ayuda y socorro mutuo, y en el parágrafo que sostiene “ingresará a la sociedad patrimonial los réditos, rentas, frutos o mayor valor que produzcan estos bienes durante la unión marital de hecho” ; “excede a los bienes que forman parte de la sociedad conyugal, como si la unión marital de hecho tuviese mayor entidad jurídica que la sociedad conyugal”. Argumenta que este artículo es violatorio del art. 13 de la Constitución “porque establece régimen diferente para la sociedad patrimonial y la sociedad conyugal, siendo más gravoso el primero”. Ya que la sociedad conyugal frente a los bienes propios tiene la obligación de devolverlos a su dueño quedándose solamente con los frutos, rentas, réditos y mejoras. “Esta norma deja en estado de desprotección a la persona que habiendo adquirido su patrimonio con mucho esfuerzo antes de trabar una relación por unión marital de hecho, puede ser despojada a los dos años de ese mayor valor que se produzca en sus bienes, por razón de valorización, que en el fondo no es otra cosa que la protección contra la devaluación” (Las negrillas son ajenas al texto). Consideraciones: Sobre la demanda al art. 2º.-la Corte - señala : “...no tiene por fin establecer cuando se ha constituido la unión de hecho, sino cuando se puede concluir que la existencia de una unión de hecho ha generado una sociedad patrimonial”. “El art. 2º autoriza que personas que tienen aún vigente el vínculo matrimonial puedan conformar unión de hecho, y por lo tanto sociedad patrimonial. El legislador decidió que también se presumía la existencia de la sociedad patrimonial en estos casos, quizás con base en el conocimiento de que muchas uniones de hecho son conformadas por personas que estuvieron casadas con anterioridad y no han disuelto ese vínculo, y a partir de la convicción de que esas situaciones también deben ser abarcadas por el derecho con el objeto de regular los conflictos que de ella puedan derivarse”. Sobre el art. 3º, y su señalamiento de que el mayor valor que produzcan los bienes de propiedad de uno de los compañeros permanentes durante la unión de hecho, forman parte de la sociedad patrimonial ; expresa : “La demanda parte de la base de que la unión de hecho, es “un matrimonio a título precario” y que, por consiguiente, no es posible aceptar que el régimen de disolución y liquidación de la sociedad patrimonial sea más severo...que el previsto para la disolución y liquidación de la sociedad conyugal... El legislador ha optado por no incorporar todos lo bienes que poseen o adquieren los consortes o convivientes a la sociedad conyugal o patrimonial. De esta manera, ha autorizado a estas personas para que preserven y, en determinados casos, formen o acrezcan un patrimonio propio”. La actora considera que del texto se deduce : “...la valorización que obtienen los bienes propios de los compañeros permanentes ingresa a la sociedad conyugal (sic), hecho que implica un perjuicio económico para el compañero al que pertenece el bien, pues la valorización no es sino un mecanismo de protección contra la devaluación que afecta la moneda...” Por esto termina considerando la demandante que se brinda trato discriminatorio a los compañeros permanentes. Debatiendo este argumento la Corte manifiesta : “la interpretación sistemática de la norma acusada no avala la interpretación de la actora ... las normas que regulan la sociedad conyugal y la sociedad patrimonial expresan el interés del legislador en garantizar la existencia, al lado de los bienes comunes, de bienes propios del cónyuge o compañero permanente”...la interpretación de la actora “ propiciaría en unos cuantos años, el agotamiento de los patrimonios propios de los compañeros permanentes, en razón del fenómeno de la inflación”. “la mera actualización del precio de un bien, como resultado de la tasa de devaluación de la moneda, no constituye un producto de la cosa, pues de esa valorización monetaria no se deduce que el poseedor del bien haya acrecentado realmente su patrimonio. Para que un bien haya producido un mayor valor es necesario que se pueda constatar un incremento material de la riqueza de su propietario,... “la valorización de los bienes propios de los convivientes, por causa de la corrección monetaria, no ingresa a la sociedad patrimonial””. Sobre la violación del Principio de igualdad, basada en que la sociedad patrimonial y la sociedad conyugal no son reguladas de forma idéntica, la Corte consideró : “Ese trato idéntico no puede aplicarse enteramente a los asuntos relacionados con los derechos patrimoniales que se derivan de la sociedad patrimonial y conyugal ; ya que tanto las condiciones en las que surgen las dos sociedades como las pruebas por aportar acerca de su existencia son diferentes y ello puede generar consecuencias diferentes en este campo, siempre y cuando, (...) las diferencias sean razonables , es decir, se puedan sustentar con una razón objetiva”. Por Virtud de lo expuesto resuelve la H. Corte Constitucional declarar EXEQUIBLES los artículos (parcialmente) demandados.11 Comentarios : El actor en la demanda confunde los términos : devaluación, inflación, corrección monetaria y valorización, como bien lo señala la Corte en la sentencia, 11 Corte Constitucional. Sala Plena. Sentencia No. 014 de Febrero 4 de 1998. Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz En la monografía de Elizabeth Carrioni, Jose Luis Chirivi, Diana P. Martínez denominada “VALORIZACIONES DE LOS BIENES PROPIOS EN LA SOCIEDAD PATRIMONIAL DE HECHO”, se analiza cada uno de los conceptos : “Devaluación : Es una medida del gobierno que reconoce un menor valor a la moneda nacional frente a una moneda extranjera.... Corrección Monetaria : ...Es la reajustabilidad de las obligaciones monetarias Valorización : Es el mayor valor que tiene un bien respecto del precio de adquisición, previa deducción de la depreciación. Inflación : Es el alza sostenida y generalizada en el precio de los bienes y servicios, que trae como consecuencia una pérdida en el poder adquisitivo de la moneda...”12. Entendidos de manera general cada uno de los conceptos, se hace evidente que el compañero permanente no pierde los bienes que le son propios por el hecho de la unión marital, lo que sucede es que el mayor valor adquirido por los bienes, tendrá un carácter social en la medida en que no sea simplemente el producto de una valorización monetaria, sino que reporte un acrecimiento real al patrimonio del poseedor. 12 CARRIONI, Elizabeth ; CHIRIVI, Jose Luis ; MARTÍNEZ, Diana P. “VALORIZACIONES DE LOS BIENES PROPIOS EN LA SOCIEDAD PATRIMONIAL DE HECHO”., Monografía. Pontificia Universidad Javeriana. Especialización Derecho de Familia. 1998 En la obra citada se resalta que la Corte incurrió en error al utilizar el término devaluación, porque esta se presenta frente a otras monedas extranjeras. El término que debió emplearse fue el de depreciación, que lleva implícita la inflación. Considero que habría sido una muy buena oportunidad para que la Corte resolviera el tema de la desvalorización de los bienes, por que si la valorización o mayor valor que produzca un bien pertenece a la sociedad patrimonial, la pérdida o deterioro que ese mismo bien sufra ¿Quién debe asumirla ?. Por equidad se debe considerar que también la deben asumir los compañeros permanentes por partes iguales. Existe adicionalmente otro tema interesante en relación con los bienes que forman parte de la sociedad patrimonial, y es el de los negocios referidos a obligaciones dinerarias en favor del compañero y que fueron realizados antes del surgimiento de la unión marital, pero que producen sus frutos (intereses, capital, etc.) en vigencia de la sociedad patrimonial. Se entenderá que ¿por ser bienes muebles (dinero) que pertenecían al compañero antes del surgimiento de la relación marital le son propios ? o por el contrario ¿pertenecen a la sociedad patrimonial ?. Si se considera que pertenecen a la sociedad patrimonial, podríamos sostener que si se adquiere una deuda antes de la relación, pero a largo plazo de manera que se encuentra - la deuda - en vigencia de la relación marital ; el pago del capital y los intereses o solo los intereses también pertenecerán a dicha sociedad, aunque del bien mueble o inmueble que se adquirió con el préstamo solo sea propietario el compañero que formó parte del vínculo jurídico antes del surgimiento de la Unión, y solo pertenecerá a la sociedad patrimonial el mayor valor que el bien adquiera, o los frutos que produzca. 2. DE LOS COMPAÑEROS PERMANENTES 2.1. DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA. 1. Fecha de Sentencia : Junio 8 de 1993. 2. Magistrado Ponente : Alejandro Martínez Caballero. 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T- 212 de 1993. Tomo 6 (Junio). Pag. 273 4. Procedencia : Juzgado Quinto de Familia de Santafé de Bogotá, D.C. La señora María Teresa Moller de París presentó solicitud de tutela en representación de sus hijos menores contra el Señor Daniel París (padre de los menores) por el incumplimiento de la obligación alimentaria . La Corte Constitucional se pronuncia sobre el tema, destacándose los siguientes aspectos. En un aparte de las consideraciones, la Corte hace referencia a la obligación alimentaria entre los compañeros permanentes, y señala, acogiendo la tesis expuesta por el Dr. Arturo Valencia Zea en su libro “Derecho Civil” Tomo V , que: “ La obligación de dar alimentos pesa sobre los parientes que tengan recursos económicos, y se establece en favor de los parientes pobres que se hallen en imposibilidad de procurarse sustento mediante el trabajo. Igualmente pesa entre cónyuges y en determinadas circunstancias entre concubinos”. (Las negrillas son ajenas al texto)13 En relación con la sentencia la Corte Constitucional Resuelve denegar la tutela y confirma la sentencia proferida por el juzgado, al considerar que existe un proceso de alimentos contra el padre de los menores y es allí donde la peticionaria tiene que utilizar los mecanismos que establece la ley para garantizar el cumplimiento de la obligación alimentaria. Comentarios : Debo resaltar que la doctrina acogida por la Corporación en esta sentencia no se encontraba vigente, aunque el Dr. Valencia Zea pregonó sobre el tema de alimentos una teoría avanzada para la época ; sin embargo no debe olvidarse que la edición de su obra es de 1988 y la ley 54, que regula las relaciones entre compañeros permanentes es de 1990. Por ello el término “en determinadas circunstancias” debe mirarse con beneficio de inventario, porque la Constitución de 1991 en su art. 42 establece la protección a la familia, y ésta se entiende constituida según lo dispone la misma Carta “...por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. Así mismo, enseña el 13 Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T- 212 de 1993. Tomo 6 (Junio). Pag. 273 Tomado del Dr. Arturo Valencia Zea, “Derecho Civil” Tomo V. Edit. Temis 1988. Pag. 62 Magistrado Ponente : Alejandro Martínez Caballero. artículo en mención : “...la pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos...”. Lo que significa que si resuelven no tener hijos, o simplemente no los pueden concebir, no por ello deja de hablarse de la existencia de una familia, caso en el cual la compañera deberá gozar de la protección del Estado, conforme a lo establecido por la Constitución. Aunque este tema no fue tenido en cuenta individualmente por la Corte Constitucional al momento de definir la aplicación extensiva de algunas normas legales que solo se refieren a los cónyuges, dentro de la cual se trataba el tema de los alimentos en el artículo 411 del C.C. (Sentencia C - 174 de 1996) y en este caso se consideró que no le eran aplicables al compañero permanente, no hay precisión sobre el tema, justamente porque en su momento no fue analizado individualmente por la Corporación mencionada. El Dr. Lafont Pianetta en su obra trata el tema de los derechos, deberes y responsabilidades de los compañeros permanentes ; y cuando menciona el deber de socorro y ayuda mutua, considera que en su aspecto material se reducen en el deber de alimentos : “...en la actualidad puede afirmarse que mientras subsista la unión marital de hecho, los compañeros legalmente se deben alimentos...” Esto según el autor encuentra respaldo constitucional en el art. 42, y se desprende del art. 1o. de la ley 54 de 1990 ,argumentando el autor en mención: “Art. 1º- Para todos los efectos civiles”, es lógico entender allí incluidos como efectos civiles indispensables para su consecución, las obligaciones civiles alimenticias que, con su cumplimiento satisfagan el sostenimiento permanente comunidad de vida marital....” “...esta consagración legal y explícita del deber de alimentos queda corroborada con la finalidad expresa de dicha sociedad patrimonial, porque si esta consiste en permitir la participación “por partes iguales” de las ganancias producidas “del trabajo, ayuda y socorros mutuos”, resulta lógico inferir que los alimentos, se deben y corren a cargo de la sociedad”.14 La reivindicación de los derechos de los compañeros permanentes, criterio aplicado por la mayoría de Corporaciones judiciales en las sentencias que posteriormente serán analizadas, no permiten deducir algo diferente a que existe el derecho de los compañeros permanentes y así mismo la obligación recíproca de brindarse alimentos, cuando la capacidad económica así lo permita, y mientras se mantenga el vínculo marital que los une. En otras legislaciones dicha obligación alimentaria se encuentra expresamente reconocida, según lo establece el Dr. Elias A. Chacón Q, en su obra “La Unión Estable de Hecho”: 14 LAFONT PIANETTA, Pedro. Ob. Cit. Pag. 176 y ss. “El Código Civil de Tlaxcala precisa: Los concubinos se deben alimentos en los mismos casos y proporciones que los señalados para los cónyuges”. El Código de Paraguay agrega, también, la obligación del concubino a pasar alimentos a su compañera abandonada (art. 218 - 1 ) En el derecho Alemán, el Artículo 1969 del B.G.B. dispone : “ El heredero está obligado, con la misma extensión con que el causante lo ha hecho, a prestar alimentos y a permitir el aprovechamiento de la vivienda y de los objetos del hogar doméstico, en los primeros treinta días después de producirse la muerte del causante, a las personas pertenecientes a la familia de dicho causante que, al tiempo de la muerte del mismo, formaban parte de su hogar doméstico y recibían de él el sustento (...) ”15 La Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Civil y Agraria en sentencia del 25 de Octubre de 1994 referida a indemnización de perjuicios de la compañera supérstite (sentencia que será posteriormente analizada), señaló que : “La unión marital de hecho no constituye, empero, para el derecho civil una situación o estado sancionado expresamente por la norma positiva, en cuanto un compañero permanente, por esa unión, pueda exigirle al otro precisos comportamientos y determinadas prestaciones, v.gr. no tiene tutela jurídica para reclamarle alimentos”. Lo señalado por la Corte en la sentencia es parcialmente cierto, porque debe tenerse en cuenta que si bien los compañeros no pueden exigirse legalmente los alimentos, también lo es que este tipo de obligaciones son las denominadas en el Código Civil como obligaciones naturales, que no están dotadas de coercibilidad sin que por ello pueda decirse que están exentas de regulación legal, porque según lo expone el 15 CHACON QUINTERO, Elias Alberto. “La Unión Estable de Hecho”, Aproximación para una Regulación Legal Integral. INSTITUTO HUILENSE DE CULTURA. Neiva 1993. Pags. 140 y ss y 221 y ss. Doctor Cubides Camacho en su obra “Obligaciones”16, la Corte Suprema de Justicia en sentencia del 25 de agosto de 1966 señaló que la enumeración del artículo 1527 del Código Civil no es taxativa y posteriormente aclaró la Corporación que de ello no se sigue que un juez, al resolver un litigio, considere como una obligación natural un caso no contemplado en la ley como tal, es decir, sólo es aplicable a las disposiciones que el mismo Código consagre, aún cuando no se les haya dado tal denominación. A la anterior exposición se sigue la pregunta : ¿La ley 54 de 1990 forma parte del Código Civil ? ¿Aunque la ley no forme parte del código civil le es aplicable esta clasificación de las obligaciones ? ¿Si los compañeros no tiene ningún derecho a los alimentos ¿podría el que los ha pagado repetirlos ?. Personalmente pongo en duda la viabilidad jurídica de esta pretensión. Considero pertinente resaltar las dudas manifestadas por el Dr. Carlos Gallón Giraldo, al señalar : ¿ Se puede demandar el pago de alimentos futuros entre concubinos ? ¿Cuál es la eficacia de una obligación que carece de sustento legal y se funda en doctrina que supone la exigencia de la obligación condicionada a que continúe algo que se deshace con un simple disgusto ? Analizando las inquietudes que el Doctor Gallón Giraldo certeramente expone, considero : 1) En relación con la pretensión de solicitar los alimentos futuros entre los compañeros permanentes se hace manifiesto que en la medida en que los compañeros hicieran comunidad de vida serían viables ; de lo contrario, en mi sentir, no prosperarían; salvo que se interpretara analógicamente por la jurisprudencia el régimen de los cónyuges señalado en el art. 411 del C.C., pero se ha establecido que dicha norma es de carácter restrictivo y no cabe en este caso la aplicación analógica; por ello, en principio, debe señalarse que solo se mantendría la obligación alimentaria frente a los hijos habidos en dicha relación. 2) Sobre la eficacia de una obligación condicionada a la permanencia de una relación que se deshace por un simple disgusto ; considero que este tipo de situaciones sin solución aparente, son el producto de un legislador que con la ley 54 de 1990 solo se encargó de regular las relaciones patrimoniales entre los compañeros permanentes, sin tratar por un instante el régimen que debe regular las relaciones 16 CUBIDES CAMACHO, Jorge. “Obligaciones”. Edición Tercera. Pontificia Universidad Javeriana. Pág. 67 y ss. personales de los mismos, como si el único efecto importante de la relación marital fuera el del momento de su disolución . 2.2. SERVICIO MILITAR DEL COMPAÑERO PERMANENTE. 1. Fecha de Sentencia : Agosto 12 de 1993 2. Magistrado Ponente : Antonio Barrera Carbonell 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No T - 326 de 1993. Tomo 8 (Agosto). Pag 411 4. Procedencia : Juzgados 4º Penal Municipal de Bucaramanga, 27 Penal Municipal de Cali, y 7º Penal Municipal de Palmira. (Procesos Acumulados por auto de la Sala de Selección) 5. Demandantes : Claudia Patricia Castillo, Esperanza Adila Orobio, Dolores Josefina Chamorro Luna. La Corte Constitucional consideró : “(...) El servicio Militar a pesar de constituir un deber de los Colombianos y un derecho de la patria a exigirlo, no puede sobreponerse a los intereses de los niños, que la Constitución Política consagró como derechos fundamentales y les reconoció una evidente preeminencia sobre los derechos de los demás(...) (...) Tener una familia y no ser separado de ella constituye un derecho fundamental de todo niño, porque, como es sabido, el ámbito natural de su socialización y su desarrollo es el núcleo familiar y nadie, nisiquiera la autoridad civil o militar, tiene la potestad de desarraigarlo de su medio, lo cual ocurriría al privarlo de la protección paternal ; porque ello entraña de hecho una violación constitucional por el propio Estado, de un derecho primario y primero, cuando su deber, al contrario, es el de “asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos” (C.P., art. 44). (...) Cuando la ley exencionó del servicio militar al “varón casado que haga vida conyugal” (Ley 1a. de 1945, f), estaba defendiendo la familia, que de acuerdo con los criterios ético - jurídicos que primaban antes de la nueva Constitución merecían protección únicamente cuando se formaban por el vínculo matrimonial ; pero a la luz de los principios profesados por los constituyentes de 1991, la familia que se origina entre compañeros permanentes, en las condiciones previstas por la ley, merece también reconocimiento y protección ; de manera que el varón en estas condiciones debe ser igualmente objeto de la exención que se otorga al casado. (...) Si la Constitución equiparó los derechos de la familia, sin parar mientes en su origen, y reconoció también los mismos derechos a los hijos “habidos en el matrimonio o fuera de él”, no puede la ley, ni mucho menos la Administración, mantener o favorecer diferencias que consagren regímenes discriminatorios, porque ello significa el quebrantamiento obstensible de la Carta al amparo de criterio éticos e históricos perfectamente superados e injustos”. 17 Por virtud de todo lo expuesto la Corporación concede las tutelas y ordena al ejercito Nacional el desacuartelamiento de los soldados. En igual sentido se pronunció la Corte Constitucional en las sentencias, T- 517 de 1993, T- 042 de 199418. 17 Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No T - 326 de 1993. Tomo 8 (Agosto). Pag 411 Magistrado Ponente : Antonio Barrera Carbonell . 18 Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 517 de 1993. Tomo 11 (Noviembre). Pag.557 Comentarios : En las sentencias que exigen el desencuartelamiento de los compañeros permanentes existe un elemento común, cual es la existencia de hijos producto de las uniones libres ; y para preservar los principios constitucionales y en razón de la primacía de los derechos de los niños sobre los demás se han resuelto las tutelas. Cabe la siguiente pregunta ¿ se contemplaría la misma solución, en los casos en que dichas uniones existen, aunque no se hayan procreado hijos dentro de ella ?. Por razón de la protección a la Familia, lo justo sería considerar que igualmente procedería la tutela. Pero en este caso ¿Cómo, sin tener que acudir a un proceso se demostraría la existencia de la unión libre ? Por razones de seguridad nacional y de orden público, no podría el Estado arriesgarse a que miles de hombres por escapar del servicio militar fingieran dichas relaciones, tendría que existir un medio de prueba, y que éste no fuera abiertamente violatorio al principio de buena fe que cobija la actuación de los particulares ante las entidades públicas, conforme lo señala en su Art. 83 la Carta Fundamental. Magistrado Ponente : Hernando Herrera Vergara Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 042 de 1994. Tomo II (Febrero). Pag 542 Magistrado Ponente : Jorge Arango Mejía La solución mas práctica al problema planteado sería exigir el registro público de la unión marital de hecho, de manera que como la falsedad en la declaración constituye el tipo penal de falsedad en documento público. Esta clase de medidas intimidan la conducta evasiva de los particulares por temor a la sanción penal ; además el registro podría surtir otros efectos entre los compañeros permanentes. Sin embargo, también habría que exigir la cancelación del registro en caso de ruptura de la relación y es necesario advertir que sería poco probable que la gente se encargue de hacerlo. 2.3. DERECHO A LA VINCULACION EN EL CLUB MILITAR DE LA COMPAÑERA PERMANENTE 1. Fecha de Sentencia : Diciembre 5 de 1996 2. Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz. 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional . Sentencia No. T- 681 de 1996. Tomo 12. pag. 345. 4. Demandante : Daniel Jaramillo Rivera Antecedentes : Siendo Daniel Jaramillo Rivera miembro en servicio activo de la Policía Nacional, y perteneciendo como socio al Club Militar, le fue negada la vinculación al club de su compañera permanente, por lo cual entabló acción de tutela contra la entidad. El Director del establecimiento público adujo que el Decreto 39 de 1992, que regulaba el tema de los socios activos no preveía la unión libre. La Corte Constitucional manifiesta que la improcedencia de la tutela para la solución de las controversias suscitadas entre los clubes privados y sus socios - ha sido la posición asumida por la Corte ; ya que : 1. La afiliación es un acto voluntario que somete al particular a un estatuto conocido anteriormente 2. (...) 3. Quien se considere afectado tiene a su alcance medio judicial de defensa ; pues existen acciones en este caso ante la jurisdicción contencioso administrativa. 4. No se configura ninguna de las hipótesis que toman como procedente el amparo en contra de los particulares. Sin embargo en esta sentencia, haciendo alusión a un aparte del fallo de tutela No. T-190 de 1993 (sobre seguridad social), señala la Corporación: “La Carta Política reconoce y ampara la familia como institución básica de la sociedad (...) Esta protección Constitucional se otorga independientemente de la manera como se constituya la familia(...) La Corte Constitucional, ha sostenido que el “incremento de la unión libre en Colombia durante este siglo llevó al constituyente de 1991 a no distinguir entre las familias creadas a partir de un matrimonio y aquellas que surgen de la decisión de vivir juntos y por ello la Constitución consagra iguales derechos a unas y otras”. Del mismo modo haciendo referencia a la Sentencia No. T- 553 de 1994 (sobre la seguridad social entre compañeros permanentes), reitera : “La Constitución no solo garantiza la igualdad de los derechos a los miembros de la pareja, sino también los hace sujetos de idénticos deberes, de donde, en palabras de la Corte, se desprende, que “todas las prerrogativas, ventajas y prestaciones y también las cargas y responsabilidades que el sistema jurídico establezca a favor de las personas unidas en matrimonio son aplicables, en pie de igualdad, a las que conviven sin necesidad de dicho vínculo formal”. A partir de las consideraciones anteriores, en la Tutela No. 681 concluye : “La medida consistente en negarle a la compañera permanente el ingreso al club militar, por convivir en unión libre con el demandante, introduce un factor discriminatorio en cuanto favorece, sin respaldo Constitucional, (...) al vínculo matrimonial (...)”. La Constitución es norma de normas y ante la supremacía que le corresponde debe ceder cualquier disposición de inferior rango que contraríe sus preceptos”. La Corte resuelve, en mérito de lo expuesto, DECLARAR la procedencia de la tutela.19 19 Gaceta de la Corte Constitucional . Sentencia No. 681 de 1996. Tomo 12. pag. 345. Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz. Comentarios : No obstante se evitó el trato discriminatorio al que se sometía a las personas unidas por vínculos naturales, considero que en este caso no se debió otorgar la tutela, porque no se trataba de un derecho fundamental vulnerado, por lo menos no de manera directa u ostensible, o que causara un perjuicio irremediable. Muy seguramente las partes habrían podido acudir ante la jurisdicción competente, para que resolviera el problema, utilizando el trámite normal para este tipo de casos, pero la interposición de tutelas para esta clase de situaciones es lo que genera el atraso de los procesos en los despachos judiciales, cuando hay situaciones verdaderamente graves, pendientes de solución. Existe un punto que considero importante destacar y es la intromisión extrema de la Corte en la vida cotidiana de los particulares, eliminando de esta manera la autonomía de la voluntad privada. Algún día alguien demandará la violación al principio de igualdad porque la religión católica no permite la existencia de las mujeres como sacerdotisas, lo que significa en esencia un trato discriminatorio ; sin embargo, no debe olvidarse que existen creencias, costumbres y religiones diversas, cada una con ideologías, principios y valores que le son propios, y mal haría la Corte si pretendiera anular las particularidades, para terminar homogeneizando las relaciones entre los particulares ; debe existir un respeto a la diversidad, siempre que ello no constituya una afrenta para la colectividad. Si bien el interés general prima frente al particular, la constitución resalta al individuo como ser individualizado y respeta la pluralidad, que no viola el derecho de los demás. Por otro lado, constituye una limitación o eliminación al derecho de asociación consagrado en la Carta Política en el artículo 38 , porque los miembros de un grupo se encuentran obligados a aceptar a cualquiera que este interesado en ingresar a él, y no podrán oponerse sin que ello implique en cierto grado discriminación. 2.4. RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL CAUSADOS A FAMILIA EXTRAMATRIMONIAL 2.4.1. DERECHO DE LA COMPAÑERA INDEMNIZACION DE PERJUICIOS. POR PERMANENTE DAÑOS A LA 1. Fecha de Sentencia : 25 de Octubre de 1994. 2. Magistrado Ponente : Eduardo García Sarmiento. 3. Publicada : Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil y Agraria. Gaceta Judicial Tomo CCXXXI No. 2470 ; Segundo Semestre de 1994, Volumen II. Pag. 843 y ss. 4. Procedencia : Tribunal Superior de Distrito Judicial de Medellín 5. Demandantes : Esther Julia Castillo Orejuela y Marleny Serrano En el proceso de responsabilidad civil extracontractual instaurado por Esther Julia Castillo Orejuela y Marleny Serrano contra Alirio Nuñez y Jose Obeimar Nuñez, por el fallecimiento de sus compañeros permanentes, La Corte Suprema de Justicia señala : “En cuanto al derecho que las compañeras permanentes puedan tener para reclamar la indemnización de los responsables del hecho en virtud del cual se vieron privadas del sustento económico que recibían”, precisa la Corte Suprema de Justicia en su Sala Civil y Agraria: “El art. 2341 del Código Civil (...) ha sido interpretado por doctrina y jurisprudencia como el soporte jurídico que tutela el derecho de la víctima del hecho ilícito causante del daño para exigir la indemnización del responsable. Con otras palabras, el reclamante del resarcimiento debe tener legitimación activa para deprecar la condena al responsable, entendiendo que tiene legitimación en cuanto se le vulneró o lesionó un derecho por existir norma jurídica que le garantiza una facultad de exigencia de satisfacción de un comportamiento o de una prestación por la que se ve privada por causa del hecho dañoso (...) Si un cónyuge se encuentra privado de poder exigir las obligaciones al otro por causa de que éste fue muerto por la actitud culposa de un tercero, el sobreviviente esta legitimado para reclamar de dicho tercero el resarcimiento del daño padecido por la muerte de su consorte. El tercero responsable asume las obligaciones, desde luego asumibles, que tenia a su cargo el cónyuge fallecido. Lo mismo puede predicarse de los herederos del causante (...) La unión marital de hecho no constituye, empero, para el derecho civil una situación o estado sancionado expresamente por la norma positiva, en cuanto un compañero permanente, por esa unión, pueda exigirle al otro precisos comportamientos y determinadas prestaciones, v.gr. no tiene tutela jurídica para reclamarle alimentos o el cumplimiento del deber de fidelidad. Por consiguiente se pone en duda por lo menos si éstos tienen legitimación para exigir resarcimiento de los daños y perjuicios que el hecho negligente, descuidado o imprudente de un tercero le cause por herir o matar a su compañero permanente”. La Corporación en la sentencia, trae a colación la posición del Tribunal Español en 1985, sobre el concepto de perjudicado, y sostiene : “(...)debiendo entenderse por perjudicado aquella persona ligada a la víctima, por vínculos próximos de familia, afecto, relaciones de convivencia real, dependencia económica u otras relaciones de recíproca asistencia y amparo que determinen real y efectivamente perjuicios derivados directamente de la muerte producida por el hecho delictivo (...)”. La sala continúa con su exposición y señala : “El Estado Colombiano reconoce y promete proteger tanto la familia matrimonial como la extramatrimonial (...)”. Considera la Corporación que para reconocer la unión marital de hecho como situación jurídica protegida por el Estado deben cumplirse unos presupuestos fundamentales : licitud, permanencia y estabilidad de la familia. “La jurisprudencia tradicional ha sostenido que cuando se demanda el pago de perjuicios por la muerte de una persona es necesario acreditarlos, pero que además debe establecerse la existencia de determinado vínculo jurídico que diera derecho a recibir un beneficio o provecho económico cierto ; así, por ejemplo, lo sostuvo la Corte Suprema de Justicia en sentencia del 8 de Abril de 1960” (G.J., t. XCII, pag. 771) (...) El propósito del legislador al imponerle a quien causa daño la obligación de indemnizarlo en su integridad, reconociéndole correlativamente el derecho al damnificado a la indemnización integral”. El damnificado tendrá derecho si se cumplen estos presupuestos : 1. Dependencia económica que tenia el reclamante de quien murió o quedó impedido para prestar la ayuda. 2. Daño cierto, es decir que exista la certeza de que dadas las circunstancias, la ayuda o socorro habría continuado 3. Que de la pretensión indemnizatoria no se obtenga ventaja o provecho contrario a la moral o al derecho La Corte establece que en el caso analizado las demandantes dependían económicamente de los occisos, la certeza del daño se manifiesta en la relación estable que mantenía con su compañera permanente, con la que integró una unidad familiar, se consideraron probados los supuestos y por tanto se revoca la sentencia del tribunal que negó el reconocimiento de perjuicios en favor de la compañera. Inclusive en esta sentencia se reconoció el derecho de los hijos no reconocidos por los difuntos, para reclamar la indemnización de perjuicios, basados en que se probó la existencia de una dependencia económica. Se reconoce en conclusión la legitimación activa en la causa para reclamar la indemnización de perjuicios a la compañera permanente, puesto que : “(...) se acreditó la dependencia de éstos respecto de los occisos, el daño cierto que se les causó en razón de la privación de la ayuda económica y la probabilidad de que la situación de hecho se prolongaría en el tiempo (...) lo que se presume de la estabilidad que existía en el grupo familiar de que éstos eran cabezas de familia”. 20 2.4.2. SOBRE LA CERTEZA DEL COMPAÑERA PERMANENTE. DAÑO OCASIONADO A LA 1. Fecha de Sentencia: 5 de Noviembre de 1998 2. Magistrado Ponente: Rafael Romero Sierra 3. Publicada: N.P. Referencia: Expediente No. 5002 4. Procedencia: Tribunal Superior del Distrito Judicial de Buga. 5. Demandantes: María del Carmen Oliveros de Obregón y Luz Marina Correa. Antecedentes. Se solicita en la demanda que los demandados sean declarados civil y solidariamente responsables de “todos los perjuicios” causados a los actores por la 20 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia del 25 de Octubre de 1994. Gaceta Judicial Tomo CCXXXI No. 2470 ; Segundo Semestre de 1994, Volumen II. Pag. 843 y ss. Magistrado Ponente : Eduardo García Sarmiento. muerte de Marco Aurelio Obregón (en lo que respecta al primer grupo de demandantes), y de Manuel Salvador Morales (en lo que hace al segundo grupo). Para nuestro análisis sólo consideramos pertinente tener en cuenta al segundo grupo, por tratarse de la responsabilidad civil extracontractual frente a la compañera permanente supérstite y los hijos producto de la relación. En 1a. Instancia el juzgado primero civil del circuito de Tuluá declaró responsables a todos los demandados y los condenó al pago solidario de una determinada suma de dinero. En 2a. Instancia el Tribunal Superior de Buga reformó la sentencia así: “Declaró solidariamente responsables a expreso Trejos y José Constantino Motato Castaño de los daños causados(...) a ... (compañera y descendiente del causante) condenándolos a pagar una suma por lucro cesante; y adicionalmente otra cantidad por perjuicios morales, ambas cantidades con sus respectivos intereses legales. “(...) confirmó en todo lo demás la sentencia del a quo. Algunas consideraciones realizadas por el Tribunal , se destacan a continuación: “ (...) el padre es quien sostiene y alimenta el hogar y cuando desaparece quienes sufren graves perjuicios son su esposa e hijos e inclusive su compañera, que es una perjudicada directa máxime cuando hay hijos comunes”. En general dijo que “es necesario tener en cuenta la capacidad productiva del muerto al momento de su fallecimiento; el dinero con que ayudaba a las personas a quien estaba obligado a sostener; el tiempo probable durante el cual hubiera estado obligado a hacerlo y finalmente el dolor o perjuicio de afección que causa a los parientes más próximos la supresión de la vida”. Consideraciones de la Corte: En el Cargo Décimo Tercero aduce el impugnante : “ (...) la compañera o concubina de Morales no tenía a la sazón “derechos legales” indemnizatorios, ni patrimoniales ni extrapatrimoniales. “No existiendo norma alguna que a ella le hubiese permitido reclamar perjuicios por la muerte de su concubino, “deviene incuestionable la indebida aplicación de la normatividad que si confiere esa indemnización pero a quien tenga vínculo jurídico legitimador por activa en la litis. (...) para el 30 de julio de 1983 esta demandante, como compañera o concubina del causante citado, apenas tenía meras expectativas frente a su compañero o concubino y, por lo tanto, no podía reclamar ningún derecho por su óbito”. La Corte sobre este cargo consideró : “Históricamente se ha considerado que la relación concubinaria no es hontanar de derechos. Muchas y de variada índole son las razones que se esgrimen para justificar tal posición (...) se ha estimado al respecto que cuando la concubina pide reparación, alega un atentado infringido a su situación inmoral, como sería al presentarse como damnificada porque el compañero rompe injustificadamente dicha relación ; (...) se objetaba la falta de certeza en el daño que el concubino padecía por el hecho ilícito del tercero, sobre la base de considerarse que la barraganía tiene un soporte esencialmente inestable y precario, desde que puede ser alterado por los concubinos a su antojo ; en otros términos : que no era cierto y actual el daño porque nadie puede garantizar con exactitud que de haber seguido viviendo el concubino, habría continuado ayudando a la manceba. Con tales criterios se negaba sin cesar todo derecho a los concubinos”. Pero paulatinamente se ha venido atemperando el rigor para darle cabida a ciertas eventualidades (...) La legislación, la jurisprudencia y la doctrina vinieron perfilando en algunos casos tal legitimación de los concubinos, hasta llegar a encontrar hoy un incontestable soporte constitucional. Así lo puso de presente esta Corporación en fresca decisión (...) frente a un litigio generado por hechos acaecidos con anterioridad a la entrada en vigencia de la Constitución de 1991, dijo : Así que hoy, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, ante el criterio de la vigente Constitución, puede la Corte tomar una posición con suficiente certeza, puesto que (...) el Estado Colombiano reconoce y promete proteger tanto la familia matrimonial como la extramatrimonial, siempre que ésta según el constituyente sea formada por un hombre y una mujer que lo hagan de manera responsable, seria y asumiendo las obligaciones que implican formar parte de un grupo familiar. (...) advirtió la Corte tajantemente que no se está protegiendo “una relación repudiada por la ley ni una vinculación transitoria que no tenga el propósito de conformar una familia (...)”.(Cas. Civ., Sentencia 130 de 25 de octubre de 1994) A propósito de la estabilidad y permanencia que caracteriza la voluntad responsable de formar familia semejante, es de subrayar que ello mismo hace que el daño analizado, vale decir, el que soporta el compañero supérstite al verse privado de la ayuda o sostén que le proporcionaba su amante fallecido, no puede calificarse de incierto ; no basta al efecto imaginar que el concubino hubiese podido suspender a voluntad suya el auxilio económico en cualquier momento, porque del mismo modo que nadie puede negarse tal hipótesis, tampoco podría asegurar que ello ha de acontecer fatalmente. (...) la estabilidad de la relación entre los compañeros permite esperar con seriedad que es harta la probabilidad de que la ayuda hubiese continuado ; que la supresión hoy existente de la ayuda no se debe más que a la muerte ocasionada por alguien extraño al concubinato”. (...) en aquella misma sentencia afirmó la Corte que la certeza del daño estriba “en que de las pruebas mencionadas se establece que los fallecidos mantenían una relación estable con sus compañeras e integraron una unidad familiar con los demás demandantes durante un lapso superior a los 10 años, en el cual aquéllos proveyeron al mantenimiento del grupo, lo que además permite presumir que probablemente tal situación subsistiría a no ser por el intempestivo óbito”. Fue así, como esta Sala, en la jurisprudencia que ha quedado citada, reconoció derecho a la concubina para reclamar el abono de los perjuicios que reciba con ocasión del hecho ilícito perpetrado por un tercero y ocasionando la muerte o incapacidad de su compañero. Y en general precisó que así acontecía cuandoquiera (sic) que se reunieran las siguientes circunstancias : 1. La dependencia económica que tenía el reclamante de quien murió o quedó en situación física o mental que imposibilite prestar la ayuda o socorro que venía otorgando. 2. El daño cierto (...) esto es que haya certeza de que dadas las circunstancias, la ayuda o socorro habría continuado. 3. Que la pretensión indemnizatoria no signifique obtener una ventaja o un provecho contrario a la moral o al derecho”. Concluye la Corte : “De lo expuesto se desprende que el reconocimiento de indemnización a favor de un concubino ha sido el producto de un concepto cuya evolución tomó un prolongado tiempo, y que no es cierto que su punto de partida esté exactamente en la expedición de la nueva Carta Política ; cosa distinta es que con este acontecimiento se tornó indiscutido el punto, y de ahí que esta Sala lo reconociese así en la sentencia a que pertenecen los pasajes transcritos líneas atrás”. “En suma, el cargo no prospera”.21 21 Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia del 5 de Noviembre de 1998. Referencia : Expediente No. 5002. 2.4.3. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO FRENTE A LA COMPAÑERA PERMANENTE Y LA CONYUGE. 1. Fecha de la sentencia : Febrero 10 de 1.995 2. Magistrado Ponente : Carlos Betancur Jaramillo 3. Publicada : N.P, Referencia : expediente No. 9373 4. Procedencia : Tribunal Administrativo de Santander. 5. Demandantes : Josefina Castillo de Cabeza e hijos y Carmen Sofía Rodríguez Antecedentes Las demandantes solicitan que se declare la responsabilidad de la Nación del Ministerio de Defensa y del Ejército Nacional por los hechos acaecidos el 28 de diciembre de 1.990, en los cuales resulto muerto el Señor Jose Ovidio Cabeza. En primera instancia se declara la responsabilidad administrativa de la demandada y es condenada al pago de los perjuicios materiales y morales para cada uno de los demandantes. Magistrado Ponente : Rafael Romero Sierra La sentencia es apelada y el recurrente señala que era improcedente decretar perjuicios en favor de la cónyuge supérstite, pues se acredito que la víctima desde doce años antes de su muerte convivía con la señora Rodríguez . La corte en breves palabras considero : que el recurrente tenia razón al señalar que no era procedente el decreto de perjuicios en favor de la cónyuge ya que se confesó que la víctima hacia vida marital con la señora Rodríguez, con quien procreó tres hijos menores que también son demandantes en el proceso, además no se probó que la relación de dependencia económica inicial de la citada cónyuge hubiese perdurado. En consecuencia la única consecuencia económica resultante de la muerte de la víctima se limitaba a la depreciación de las haciendas por falta de quien las dirigiera. Los perjuicios morales si son reconocidos a la citada cónyuge, porque la entidad demandada no los desvirtuó. En virtud de los expuesto el Consejo resolvió confirmar parcialmente la sentencia de primera instancia, y reformó lo relacionado con el pago de los perjuicios materiales a la cónyuge sobreviviente. Comentarios : En las sentencias anteriormente expuestas, proferidas por la Corte Suprema de Justicia, se hace reconocimiento al derecho que asiste al compañero o compañera permanente, para reclamar la indemnización de perjuicios por el fallecimiento de su compañero o compañera ; o por la imposibilidad física o mental de seguir colaborando en el hogar, a causa del hecho ilícito ocasionado por un tercero del que fue víctima el fallecido o el imposibilitado. Es importante destacar que en estos casos no se exige ningún proceso ordinario que declare la existencia de la unión marital, sino que de las pruebas que se aporten al proceso ello se deduce, criterio que protege el principio de la economía procesal. Sin embargo, nos asalta una duda, y es la exigencia de un tiempo prudencial que permita deducir la estabilidad de la relación entre los compañeros, en el caso citado por la Corporación (sentencia 130 de 25 de Octubre de 1994), se estableció que la convivencia fue de 10 años, no obstante, resultaría pertinente preguntarse : ¿Cuál podría ser el tiempo mínimo para que sea considerado tiempo prudencial? ¿Serían los dos años consagrado en la ley 54 de 1990 ? Ello no parece tan evidente, más aún si se tiene en cuenta que este tiempo se estableció para presumir la existencia de la sociedad patrimonial, es decir, para presumir el surgimiento del régimen económico entre los compañeros, pero la ley no señaló requisito temporal para la formación de la unión marital de hecho, entonces no podría la Corte imponer requisitos que la ley no contiene. Una sana apreciación de los hechos permitiría presumir la existencia de una relación seria y estable, o por lo menos con intención de seriedad y estabilidad, a los jueces les corresponderá analizar las relaciones en su interior, desentrañar la intención seria de constituir una familia y la estabilidad del vínculo, y corresponderá a cada interesado generar la certeza del juez por medio de las pruebas que aporte al proceso, para que se declare la existencia del derecho de reclamar la indemnización correspondiente en su favor. 2.5. NO APLICACIÓN DE LA LEY 294 DE 1996 DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR A LOS EX- COMPAÑEROS PERMANENTES 1. Fecha de Sentencia : 17 de Julio de 1997. 2. Magistrado Ponente : Jorge Antonio Castillo Rugeles 3. Referencia : N.P. Expediente No. 145 d. 4. Procedencia : Conflicto de Competencia entre Juzgado Penal Municipal y la Fiscalía Delegada ante el Circuito. 5. Demandante : Esmeralda Gutiérrez Antecedentes . La Señora Gutiérrez denuncia penalmente a su ex - compañero permanente (Ciro Alfonso Angarita Castillo), y padre de su hija por haberla agredido con arma cortopunzante. Dicho proceso fue repartido al juzgado 31 penal Municipal, este despacho se separó del conocimiento de la actuación por considerar que la conducta era constitutiva de lesiones personales regulada por el art. 23 de la ley 294 de 1996. La fiscalía se negó a avocar el conocimiento argumentando que las lesiones personales referidas a la violencia intrafamiliar , no constituyen un nuevo tipo penal, sino que se convierte en un agravante del delito, por tanto continua siendo de competencia de los jueces penales. La Corte consideró : “ De conformidad con lo manifestado en la denuncia, la víctima y su presunto agresor aunque es cierto que convivieron durante algún tiempo y de esa unión tienen una niña, también lo es que al momento de los hechos no hacían vida en común por lo que perdieron la calidad de compañeros permanentes y por ende, no puede considerarse que integran una familia en los términos de la ley 294 de 1996 (...). Por lo anterior la conducta en que presuntamente incurrió Angarita Castillo no le son aplicables las disposiciones de la ley en cita (...). “(...) se trata de la contravención especial de lesiones personales prevista en la ley 23 de 1991 y 228 de 1995, cuyo conocimiento tanto en la instrucción como en el juzgamiento, corresponde a los jueces penales municipales o promiscuos municipales”. “En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala Plena, RESUELVE DIRIMIR la colisión negativa de competencia planteada, en el sentido de atribuirle conocimiento de la actuación adelantada contra CIRO ALFONSO ANGARITA CASTILLO al Juzgado Treinta y Uno Penal Municipal de Santafé de Bogotá a donde se remitirá el expediente”.22 Comentarios : Considero que la Corte a pesar de haber hecho alusión al artículo 2 de la ley 294 de 1996, pasó por alto el texto y espíritu de la ley, cual es la Protección de la familia, ya que como bien dice el mencionado artículo 2 en su inciso b) : “Art. 2º (...)Debe entenderse que para todos sus efectos integran la familia : a) (...) b) El padre y la madre de familia, aunque no convivan en un mismo hogar”. ( Las negrillas son ajenas al texto) Por el hecho de la separación de los compañeros permanentes no se pierde la calidad de padre o de madre lo que pretendió el legislador, fue proteger con mayor ahínco las personas que forman parte del núcleo familiar y que son perturbados y agredidos, por aquellos que están obligados más que nadie a protegerlo. 22 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Sala Plena. Conflicto de Competencia entre Juzgado Penal Municipal y la Fiscalía Delegada ante el Circuito. Magistrado Ponente : JORGE ANTONIO CASTILLO RUGELES. REF : Expediente No. 145 de l 17 de Julio de 1997. Esto fue desconocido por la Corte en sus consideraciones y en la decisión de no aplicar la ley de la violencia intrafamiliar, lo que hubiese permitido tomar todas las medidas conducentes a garantizar la efectiva protección de la familia. 2.6. DE LA SEGURIDAD SOCIAL. 2.6.1. DERECHO DEL COMPAÑERO PERMANENTE A LA SEGURIDAD SOCIAL, AUNQUE EXISTA MATRIMONIO VIGENTE 2.6.1.1. Sentencia No. T - 553 de 1994 1. Fecha de Sentencia : Diciembre 2 de 1994 2. Magistrado Ponente : Jose Gregorio Hernandez 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional. Tomo 12 . Sentencia No. T - 553 de 1994. Pag. 350 4. Procedencia : Juzgado 7º Laboral del Circuito de Medellín Tribunal Superior de Medellín - Sala Laboral -. 5. Demandantes : Samuel María Arango Mejía y María Amparo Molina Misas El señor Samuel María Arango Mejía y María Amparo Molina Misas instauran acción de Tutela contra el Instituto de Seguros Sociales, por negarse a inscribir a la señora Molina compañera permanente del afiliado, quien es pensionado de la Institución. El peticionario es casado, pero se encuentra separado de hecho desde hace más de cuarenta años de su cónyuge. Hace casi veinte años convive con la señora Molina a quien quiere inscribir en el ISS, como beneficiaria. La Corte Constitucional como órgano competente para revisar los fallos de tutela proferidos en primera instancia por el Juzgado Séptimo Laboral del Circuito de Medellín y en segunda instancia por el Tribunal Superior de Medellín (sala Laboral), analiza el caso y señala : Esta Corporación en sentencia No. T-190 de 1993, y en igual sentido, el Consejo de Estado en fallo del 24 de Mayo de 1994, consideraron : “(...) en el sistema jurídico Colombiano de la sustitución pensional, rige el postulado de la igualdad entre cónyuges supérsitites (sic) y compañeros o compañeras permanentes. Nuestra ley en esta materia acogió un criterio material referido a la convivencia de la pareja al momento de la muerte y no tanto al del vínculo matrimonial para indicar quién tiene derecho a gozar de la pensión en caso de muerte del titular”. El ISS en respuesta que dio a los actores manifestó que “la compañera permanente no tenia derecho porque el señor aún estaba casado”. La Corte expresa : “Cuando se den los presupuestos necesarios para hacer exigible el derecho a la seguridad social - por el fallecimiento del afiliado - , si el ISS niega el derecho de la compañera permanente bajo el argumento de un vínculo matrimonial preexistente, pero disociado de la convivencia efectiva, se configuraría una vulneración del derecho de igualdad ante la ley, en perjuicio de quien materialmente tiene derecho a la sustitución pensional”. En virtud de las consideraciones resuelve : Conceder la tutela y ordenar al ISS, inicie a favor de la peticionaria, la prestación de la totalidad de los servicios médicos y asistenciales que le corresponden en su condición de compañera permanente del afiliado a la Institución. 23 2.6.1.2. Sentencia No. T-190 de 1993. 1. Fecha de sentencia : Mayo 12 de 1993. 2. Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional. Tomo 5. Sentencia No. T-190 de 1993. Pág. 372 y ss. 4. Procedencia : Juzgado Primero Civil Municipal de Manizales. 5. Demandante : Noelma Henao Betancur 23 Gaceta de la Corte Constitucional. Tomo 12 . Sentencia No. T - 553 de 1994. Pag. 350. Magistrado Ponente : Jose Gregorio Hernandez La Corporación en ésta sentencia, se pronunció en igual sentido a la T- 553 de 1994 (analizada anteriormente), consideramos pertinente resaltar algunos apartes de la misma, ya que clarifica puntos vitales en el tema de la sustitución pensional: “ (...) El factor determinante para establecer que persona tiene derecho a la sustitución pensional en los casos de conflicto entre el cónyuge supérstite y la compañera (o) permanente es el compromiso de apoyo efectivo y de comprensión mutua que existe entre la pareja al momento de la muerte de uno de sus integrantes. Es por ello que la ley (Ley 12 de 1975, art. 2º y Decreto Reglamentario 1160 de 1989) han establecido la pérdida de este derecho para el compañero supérstite que en el momento del deceso del causante no hiciere vida en común con él, salvo la existencia de justa causa imputable a la conducta del fallecido”. (lo señalado entre paréntesis esta fuera de texto) “(...) siendo la familia el interés jurídico a proteger, NO ES JURIDICAMENTE ADMISIBLE PRIVILEGIAR UN TIPO DE VÍNCULO ESPECIFICO al momento de definir quien tiene derecho al beneficio. Por el contrario, la Ley acoge un criterio material - convivencia efectiva al momento de la muerte - y no simplemente formal - vínculo matrimonial - en la persona legitimada para gozar de la prestación económica producto del trabajo de la persona fallecida”.24 La Corte denegó la Tutela, porque la señora Henao no había acudido aún ante la autoridad competente, para que resolviera si le asiste al derecho de sustitución pensional a la actora como compañera permanente del fallecido, o a su cónyuge sobreviviente quién lo abandonó desde que el fallecido sufrió una desfiguración facial. 24 Gaceta de la Corte Constitucional . Tomo 5. Sentencia No. T- 190 de 1993. Pag. 372 2.6.2. DESPLAZA LA CONYUGE SUPÉRSTITE A LA COMPAÑERA PERMANENTE ?. 1. Fecha de Sentencia : 24 de Agosto de 1995 2. Magistrado Ponente : Alvaro Bahamón Castilla. 3. Publicada : Extractos de Jurisprudencia. Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Año 1995 - Tomo 2. Extracto No. 186. Sentencia del 24 de Agosto de 1995. Sección Segunda. Subsección D. Expediente No. 24177 pag. 413 y ss. 4. Demandante : Elena Piñeros Dueñas La interpretación que ha dado el Tribunal administrativo de Cundinamarca, en relación con el tema de la sustitución pensional, es contrario al acogido por la Corte Constitucional ; pues desconociendo el Decreto Reglamentario 1160 de 1989 acoge la posición del Consejo de Estado en sentencia del 5 de mayo de 1981. Sostiene el Tribunal en sentencia de 1995: “Si bien la cónyuge tiene derecho preferencial en la sustitución reclamada con respecto a la compañera o la concubina, sinembargo (sic), hay que entender que el cónyuge debe presentarse a reclamar, a hacer valer sus derechos, a demostrar que realmente existe, que es sobreviviente, circunstancias estas que no sucedieron en la vía gubernativa como tampoco en el trámite de instancia. Hay que concluir entonces, que ante la ausencia del cónyuge, el derecho a la Magistrado Ponente : Eduardo Cifuentes Muñoz. sustitución le corresponde legalmente a la compañera permanente, que en este caso ha promovido la defensa de sus intereses. Esto quiere decir que si posteriormente aparece el cónyuge supérstite, como tal desplazaría en el derecho a la sustitución a la compañera permanente”.25 2.6.3. DERECHO DE SUSTITUCION PENSIONAL A LA COMPAÑERA PERMANENTE AUNQUE EL COMPAÑERO TUVIESE MATRIMONIO VIGENTE Y ESTUVIERA SEPARADO POR SU CULPA. 1. Fecha de Sentencia : 2 de Marzo de 1999 2. Magistrado Ponente : José Roberto Herrera Vergara 3. Publicada : N.P. Radicación No. 11245. Acta No. 7. 4. Procedencia : Tribunal Superior de Distrito Judicial de Cali 5. Demandante : Elba Nubia Jiménez Guzman. Antecedentes. Elba Nubia Jiménez Guzman demandó a la sociedad TECNOQUÍMICAS S.A. con el fin de obtener el reconocimiento del “derecho a sustituir” al causante Señor CARLOS BARBERI Z., en la pensión de jubilación que venía percibiendo de la demandada. 25 Extractos de Jurisprudencia. Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Año 1995 - Tomo 2. Extracto No. 186. Sentencia del 24 de Agosto de 1995. Sección Segunda. Subsección D. Ponente : Alvaro Bahamón Castilla. Expediente No. 24177 pag. 413 y ss. Su compañero fallecido estuvo casado con la señora Perdomo, “ se hallaba separado de hecho desde 1969...” y ella (la demandante) a pesar de figurar casada con el Señor Castrillón “se encuentra separada de hecho desde 1963...”. Como la esposa del Señor Barberi también reclamaba el derecho a sustitución pensional, la empresa dispuso consignar las mesadas correspondientes a órdenes del juzgado, mientras la justicia ordinaria determinaba a quién le asistía el derecho. “La cónyuge del causante alegó ser quien tiene derecho a la sustitución pensional pues “era la legítima esposa y entre ellos no hubo separación legal ni de cuerpos, ni de bienes, ni liquidación de la sociedad conyugal o divorcio”, y destacó que fue el causante el culpable de su separación. (Lo resaltado es propio) El Juzgado Séptimo Laboral del Circuito de Cali, resolvió declarar que “quién tiene derecho a acceder a la pensión de jubilación del causante es su cónyuge”. En 2a. Instancia. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali confirma la decisión del juzgado, considerando, luego de referirse al pronunciamiento de la H. Corte Constitucional del 12 de mayo de 1993, que : “(...) el cónyuge supérstite que en el momento del deceso del causante no hiciera vida en común con él, pierde el derecho a la sustitución pensional “salvo la existencia de justa causa imputable a la conducta del fallecido” - que de acuerdo con el testimonio de Mario Barberi y la copia de la sentencia que condenara al causante a suministrar, para toda la vida, alimentos cóngruos a su esposa, (..) no cabía duda de que “la separación del Señor Barberi con la señora Perdomo fue (...) por culpa del causante(...)”. Agrega el Tribunal : “(...) el causante estuvo recluido en el Centro Gerontológico “Mis Abuelos” durante 6 meses (...), por lo tanto no cumplió con el requisito de haber compartido los dos últimos años en forma continua con el causante”. Consideraciones de la Corte : “CARLOS BARBERI ZAMORANO contrajo matrimonio con ARGELIA PERDOMO con quien no volvió a convivir por culpa de aquel ; que antes de reunir Barberi (...) los requisitos para acceder a la pensión patronal de jubilación, y durante los últimos veinte años anteriores a su deceso, convivió exclusivamente con la demandante (Elba Nubia Jiménez), quién ostento la condición de compañera permanente hasta el día del fallecimiento de Barberi (...) y que entre los meses de Febrero y Agosto de ese último año, el causante estuvo recluido en un centro geriátrico. (...) a partir de la Constitución Política de 1991, se dio un giro fundamental en lo que respecta al concepto de “familia”, de modo que no solo la constituye un primer vínculo matrimonial, sino también cuando después de haber cesado definitivamente la cohabitación dentro de éste, se desarrolla durante varios años otra efectiva comunidad de vida - legal o de hecho - cimentada sobre una real convivencia de la pareja, basada en la existencia de lazos afectivos y el ánimo de brindarse apoyo y colaboración ; factores determinantes a efectos de construir el nuevo núcleo familiar. De suerte que cuando una pareja que se une aún por vínculos naturales, fruto de una voluntad responsable y de la decisión libre de un hombre y una mujer de realizar una convivencia estable para constituirse en familia, también tiene la protección Constitucional. (...) el nuevo sistema de seguridad social introducido por la ley 100 de 1993 consagró en su artículo 47, para la compañera permanente la condición de beneficiaria cuando, habiéndose extinguido la convivencia del pensionado con su cónyuge, aquella reuniese cabalmente las nuevas condiciones ( ...) Es que así lo estatuye textualmente la disposición en comento : “ en caso de que la pensión de sobrevivencia se cause por muerte del pensionado, el cónyuge o la compañera o compañero permanente supérstite, deberá acreditar que estuvo haciendo vida marital con el causante por lo menos desde el momento en que éste cumplió con los requisitos para tener derecho a una pensión de vejez o invalidez, y hasta su muerte, y halla convivido con el fallecido no menos de dos años continuos con anterioridad a su muerte, salvo que haya procreado uno o más hijos con el pensionado fallecido. Lo anterior no obsta para precisar que si se da una convivencia simultánea del pensionado tanto con su cónyuge como con su compañera la beneficiaria de la pensión de sobrevivientes, en primer término, es la esposa, (...) Tales requisitos exigidos al cónyuge o al compañero permanente supérstite son, en este nuevo esquema normativo, en primer lugar, la convivencia efectiva con el pensionado al momento de su fallecimiento ; la circunstancia de haber hecho vida marital responsable con el fallecido al menos desde el momento en que este adquirió el derecho a la pensión respectiva ; y, el haber convivido con el pensionado no menos de dos años continuos con anterioridad a su muerte, requisito éste último que puede suplirse con el de haber procreado uno o mas hijos con él, sin que tengan al efecto incidencia alguna las circunstancias en que se produjo la ruptura de la convivencia con su cónyuge, el presupuesto de ausencia de culpabilidad del fallecido no fue reproducido en la nueva preceptiva que reguló integralmente la materia con un fundamento y contenido diferentes. “(...) la separación entre los cónyuges se produjo dos décadas atrás, sin que la culpa del marido pueda tener el carácter de irredimible o mucho menos imputarse o trasladarse a la compañera permanente, quien no tuvo culpa alguna, sino por el contrario hizo vida marital responsable y estable con él durante los últimos veinte años y hasta el momento álgido de su existencia(...)” Sobre la ruptura de la continuidad por la internación del causante en un centro geriátrico, sostiene la Corte : “ (...) la ruptura de la continuidad en la convivencia por el hecho - no discutido - de haber estado el causante recluido en un centro geriátrico durante seis meses, encuentra la Sala que asiste razón a la censura al advertir que tal circunstancia, o cualesquiera otra constitutiva de fuerza mayor o de razón plenamente valedera y poderosa como el estar internado en una institución prestadora de servicios de salud, a lo sumo constituiría una interrupción en la contabilización del plazo de dos años, pero en manera alguna pueden reputarse como circunstancias enervantes del derecho a la pensión de sobrevivientes. (...) situaciones como las señaladas, no suponen la intención de hacer cesar o suspender la vida en común de la pareja, sino que, por el contrario, bajo la necesaria continuidad del apoyo moral y colaboración, implican la búsqueda del bienestar del esposo (a) o, para el caso que nos ocupa, del compañero (a), o la necesaria protección a su salud o a su propia vida, por lo que mal podría entenderse, como lo hizo equivocadamente el ad quem, que invaliden la exigida continuidad en la convivencia, mucho menos en el caso bajo examen cuando transcurrieron más 20 años (sic) de indiscutible unión marital, como lo dio por probado el propio tribunal. (...) para efectos de la pensión de sobrevivientes de la Ley 100, la exigencia adicional de convivencia durante los dos últimos años no se opone al hecho de que se trate de una persona enferma o que por ser “demasiado anciana no puede cumplir los deberes maritales completos” - para emplear las voces de uno de los intervinientes en el juicio -, dado que más que una convivencia material o sexual comporta una comunidad de vida familiar, con vocación de estabilidad, solidaria y responsable. “(...) Negar el derecho a quien cohabitó con una persona enferma, socorriéndola y brindándole el apoyo durante un tiempo tan prolongado, no solamente se apartaría del sentido y alcance de la nueva preceptiva, sino también entrañaría una aberrante injusticia. Concluye la Corporación : “(...) el Tribunal interpretó erróneamente el artículo 47 de la Ley 100 de 1993(...) La H. Corte Suprema de Justicia resuelve : “Revocar el fallo proferido por el Juzgado de conocimiento mediante el cual se declaró que quien tiene derecho a acceder a la pensión de jubilación del causante es su cónyuge, y en lugar se condenará a la demandada a pagar en forma vitalicia, la reclamada pensión de sobrevivientes en favor de la demandante. La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, CASA la sentencia proferida por el Tribunal del Distrito Judicial de Cali.26 2.6.4. AUNQUE NO EXISTA CONVIVENCIA EL CONYUGE OSTENTA EL DERECHO PREFERENCIAL PARA ACCEDER A LA SUSTITUCION PENSIONAL. 1. Fecha de la Sentencia :26 de marzo de 1998. 2. Magistrado Ponente : Clara Forero de Castro 3. Publicada : N.P. Referencia : Expediente No. 15006 4. Procedencia : Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección C. 5. Demandante : Dilia Almanza de Jiménez y Matilde Medina Corchuelo. Antecedentes. 26 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Sentencia del 2 de marzo de 1999. Radicación No. : 11245. Acta No. 7. Magistrado Ponente : José Roberto Herrera Vergara Las señoras Dilia Almanza de Jiménez y Matilde Medina Corchuelo interponen recurso de apelación contra la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, mediante el cual se niegan las pretensiones de las actoras, en las que se solicitaba la anulación de la Resolución proferida por la Caja Nacional de Previsión por la que se negaba el derecho a las actoras de sustituir pensionalmente al Señor Amador Jiménez Cancino (fallecido). El Tribunal negó las súplicas de las demandas basado en que : Por un lado la cónyuge (señora Almanza) no demostró que el abandono del hogar por parte de su cónyuge desde 1952, se hubiera dado por culpa no imputable a ella. Por otro lado a la compañera permanente (señora Medina) también se le negó el derecho de sustitución porque “afirmó, que la Corte Suprema de Justicia no concedió el exequatur de la sentencia mediante la cual un juez extranjero declaro nulo el matrimonio contraído con la señora Dilia Almanza, de forma que a pesar de haber contraído nupcias con el causante en el extranjero, tal matrimonio no tiene efectos legales en Colombia, y en esas condiciones su situación frente a la sustitución pensional era la de compañera permanente. La accionante convivió durante 35 años con el fallecido, pero no demostró que dependiera económicamente de él y, tampoco probó la convivencia al momento del fallecimiento. El Consejo de Estado en sus consideraciones hace referencia a la ley 12 de 1975 art. 1o., en donde se establece que el cónyuge sobreviviente pierde el derecho a la sustitución pensional cuando por su culpa no viviere unido al otro en el momento del fallecimiento. Así mismo resalta el decreto 1045 de 1978 en su artículo 54, y la ley 113 de 1985 artículo 1o., concluyendo después de citar las normas anteriormente mencionadas que : “(...) el cónyuge ostenta el derecho preferencial para acceder a la sustitución pensional (...) (...) la condición de cónyuge corresponde a la señora Dilia Almanza Quiroga puesto que el matrimonio contraído en Panamá por la señora Matilde Medina con el causante no surtió efectos en Colombia ya que no fue registrado (...) y además a la sentencia que decretó la nulidad del matrimonio católico celebrado entre el causante y la señora Almanza Quiroga no le fue concedido el exequatur. (...) no está probado que la cónyuge hubiese sido la culpable de la separación de hecho y resulta imposible que conviviera con su esposo en la fecha del fallecimiento pues es claro que para esa época vivía con su compañera permanente. Demostrado que la señora Almanza Quiroga tenía la calidad de cónyuge, y no habiéndose probado que haya sido la culpable de la separación, debe accederse al derecho reclamado (...) la cónyuge tiene derecho preferencial y probado éste, excluye el que pueda alegar la compañera permanente”. En mérito de lo expuesto, la Corporación revoca la sentencia apelada y a título de restablecimiento del derecho ordena a la Caja Nacional de Previsión Social reconocer y pagar a la señora Dilia Almanza de Jiménez en calidad de cónyuge del causante la pensión de jubilación. Comentarios : En los casos mencionados, y analizados por la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia se aplica por esencia el principio de la realidad, sin más ataduras que una legislación ligada en su esencia a la búsqueda de aplicación de la justicia, porque más que aplicar unas normas sin sentido, rígidas y desconocedoras de la realidad, se pretende, como dice el viejo aforismo de la justicia, “Dar a cada quién lo que le pertenece”. Existe un legislador que dicta unos parámetros que los jueces se encargan de aplicar en cada caso concreto, que interpretan buscando la aplicación de los principios, valores e ideologías consagrados en la Constitución de 1991. Contrario al criterio de la Corte Constitucional existen Corporaciones como el Tribunal administrativo de Cundinamarca y el mismo Consejo de Estado que se empeñan en discriminar a los compañeros permanentes, argumentando para tal discriminación el tipo de vínculo que unía la pareja; desconociendo con este criterio el pronunciamiento hecho por la Corte Constitucional, según el cual : “NO ES JURIDICAMENTE ADMISIBLE PRIVILEGIAR UN TIPO DE VÍNCULO ESPECIFICO al momento de definir quién tiene derecho al beneficio”. Si partimos del principio según el cual “el incumplimiento de un contrato no puede perjudicar al que se allanó a cumplirlo” y analizamos el caso resuelto por la Corte Suprema de Justicia, podemos establecer que la cónyuge del señor Barberi recibió de su esposo los alimentos, como consecuencia de que la separación de cuerpos no fue generada por su culpa. De esta manera el causante asumió las consecuencias de su incumplimiento, y como bien lo sostiene la Corte, la culpa no puede ser considerada irredimible. El señor Barberi la aceptó y por virtud de ello cumplió durante largo tiempo con esa obligación ; pero no podría desconocerse sin olvidar la justicia que entraña la realidad ; el socorro y la ayuda que le brindó su compañera durante largos años, por el hecho de que el causante un día hubiera decidido abandonar el hogar que matrimonialmente había constituido. En el caso del Consejo de Estado debe reconocerse que a quien incumbe probar es a quien alega. Por ello, la cónyuge (Dilia de Jiménez) debió ser quien demostraba no propiamente su ausencia de culpa sino la culpabilidad de su esposo en la separación, ya que no se trata de una negación indefinida, pues la separación se dio en un determinado momento y debió aportar la prueba de las causas que la originaron. A la compañera permanente no le correspondía probar hechos de una situación que le es ajena y solo debía acreditar satisfactoriamente el cumplimiento de todos los requisitos contemplados en la ley para ser la beneficiaria del derecho de sustitución pensional. De otro lado se estima pertinente aclarar el error en que incurrió la Corporación en mención, al señalar que “la Corte Suprema de Justicia no concedió el exequatur de la sentencia mediante la cual un juez extranjero declaro nulo el matrimonio contraído con la señora Dilia Almanza”, porque no se solicitaba ante el juez extranjero la nulidad del matrimonio sino la declaración del divorcio, a lo cual la Corte Suprema no concedió el exequatur, de tal manera que el segundo matrimonio no podía registrarse en el país sin incurrir en bigamia.. Considero que la Corte Suprema de Justicia fue un poco mas allá de las normas al interpretarlas bajo los lineamientos de la nueva Carta Política, pues a partir de la Constitución de 1991 la unión marital de hecho goza de reconocimiento y protección no solo legal sino Constitucional. y el mirar solo el tipo de vínculo para determinar la procedencia de la sustitución es someter a la compañera permanente a un trato discriminatorio; adicionalmente, la culpa del causante en la separación no puede ser considerada irredimible, ni trasladarse a la compañera quien hizo vida estable y responsable con el causante en los últimos 30 años. El vínculo se caracterizó por : 1) la permanencia y estabilidad de la relación ya que convivió por mas de 35 años con el causante con quien contrajo matrimonio aunque no fue válido, adicionalmente el occiso adelantó el trámite de divorcio pero no le concedieron el exequatur. 2) la convivencia efectiva . 3) la circunstancia de haber hecho vida marital responsable. En estos términos la compañera permanente cumpliría con todos los requisitos exigidos por la ley 100, pero como bien lo señaló el Consejo de Estado en su momento, esta ley no es aplicable por la fecha del fallecimiento del occiso. Sin embargo no deja de parecernos odioso el despojar totalmente a la compañera permanente de su derecho por no ser quien ostenta la calidad de esposa. La derogación de las normas puede ser expresa o tácita, y pongo en duda que hoy al igual que ayer se pueda decir que la cónyuge en calidad de tal, tiene por derecho propio más prerrogativas que la compañera permanente, porque a la luz de la Constitución de 1991, la situación legal y social de las relaciones maritales ha cambiado y es por ello admisible decir que este tema hoy admite un serio debate. 2.7. DERECHO A LA EDUCACION Y AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD. 1. Fecha de Sentencia : Agosto 24 de 1995. 2. Magistrado Ponente : Fabio Morón Díaz Salvamento de Voto : Vladimiro Naranjo 3. Publicada : Gaceta de la Relatoría de la Corte Constitucional. Sentencia No. T377 de 1995. Pag. 37. 4. Procedencia : Juzgado Penal Municipal de Pamplona 5. Demandante : Patricia Peña Acuña Antecedentes. Se presenta la acción de tutela contra el Colegio “Rafael Afanador Cadena” , porque la actora Patricia Peña Acuña, siendo reconocida como buena estudiante y sin problemas disciplinarios, en 1994 decide por motivos personales dejar la residencia paterna y convivir con su novio, decisión que se informó a las directivas del colegio. La rectora le permitió continuar asistiendo al colegio pero sin el uniforme de la institución. Para aceptarla en el colegio en 1995, le pusieron como condición “arreglar su situación”, es decir, regresar a su casa y tener como acudiente a su madre, o casarse, lo cual implicaba que debía conseguir un trabajo y estudiar por las noches, para lo cual le ayudarían a conseguir cupo en otra parte. La alumna se matriculó, pero como se negó a cumplir con el convenio, la institución le negó la posibilidad de continuar en el colegio, aunque intentaron las directivas del plantel conseguirle cupo en otras instituciones, pero no fue posible. El Juez de 1a. Instancia, interroga al establecimiento demandado, el que manifestó que en el colegio existían algunas alumnas que tenían hijos, pero ellas actualmente no tenían vínculos con sus novios y vivían con sus padres. La rectora del colegio argumentando las razones por las cuales no se aceptaba la alumna en el plantel afirmó : “(...) 1) Para matricularse debió pedir previo visto bueno de rectoría (cosa que omitió), 2) No llevó como acudientes a sus padres, porque no estaban de acuerdo con la decisión que había tomado la actora. 3) Su actual estado civil era contrario a la filosofía del colegio.”. Después de escuchar las declaraciones de la demandada el juez de 1a. Instancia denegó la tutela. Se remite a la Corte Constitucional para su revisión, quien se pronuncia diciendo : “En reiteradas oportunidades esta Corporación ha manifestado la trascendencia e importancia, que en un Estado Social de Derecho, tiene la educación...Así lo quiso destacar el constituyente, entre otros, en el Artículo 67 de la Carta Política. PROTECCION A LA EDUCACION. “(...) La educación en un Estado Social de Derecho ha de propender, porque cada uno de los actores del proceso educativo, especialmente los alumnos, se apropie e interiorice principios fundamentales para la convivencia humana, tales como la tolerancia, respeto a la diversidad y la igualdad en la diferencia. “ No basta, por parte del ente educador, (...)que pretenda homogenizar comportamientos y actitudes ante la vida, como, equivocadamente lo cree el representante de los profesores en el consejo directivo, para quien el estado actual de la actora “(...) no garantiza la igualdad de comportamiento que deben observar los estudiantes menores (...)”, concepto contrario a las escuelas de pensamiento que rechazan la colectivización u homogenización del pensamiento de los individuos. Al contrario se trata (...) de viabilizar el desarrollo del individuo como fin en sí mismo, permitiéndole (...) desarrollarse, integral y equilibradamente, en un contexto social caracterizado por la coexistencia de paradigmas de vida, no solo diferentes sino incluso antagónicos(...)”. La Corporación recalca que en sentencia C - 064 de 1993 del 23 de Febrero cuyo Magistrado Ponente fue el Dr. Ciro Angarita Barón, se señaló que “ningún tipo de educación puede vulnerar los valores, principios y derechos consagrados en la Constitución de 1991.” La Corte consideró que en el caso en mención se desbordaron los límites de la autonomía y capacidad de autorregulación que se reconocen a las instituciones educativas. RESPETO A LA DIGNIDAD, A LA AUTONOMIA, A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD. Sobre el tema expresó la Corte ; que con el repudio a la actora por su decisión, que fue considerada inmoral, al igual que con la imposición del cumplimiento del convenio (casarse o volver con sus padres) se desconoció el respeto a la dignidad, a la intimidad y al libre desarrollo de la personalidad. Con la decisión de la actora de negarse a cumplir con el convenio, se le canceló la matrícula, lo que genera una violación a sus derechos fundamentales de educación y del debido proceso. DERECHO A LA IGUALDAD El colegio demandado, al cancelar la matrícula de la actora, “la colocó en condiciones de inferioridad respecto de sus compañeros, no solo por someterla al cuestionamiento generalizado y al escarnio público, (...) sino por condicionar su permanencia al cumplimiento, no solo de los requisitos académicos y disciplinarios, sino de un “convenio”, que desconoce el más mínimo respeto a la intimidad y a la autodeterminación. La Corte resuelve : REVOCAR el fallo de 1a. Instancia, y tutelar los derechos a la educación, la intimidad, libre desarrollo de la personalidad, igualdad y debido proceso, de la actora, quien debe ser reintegrada al colegio. Salvamento de Voto : En el salvamento de voto, el Dr. Vladimiro Naranjo sostiene : “En la Sentencia se desconoce de manera manifiesta, por una parte, la autonomía escolar reconocida por la Corte,(...) y por otra el reconocimiento que la misma Corte ha hecho de la moral como objeto jurídicamente protegido”. Respecto de la autonomía escolar, trae a colación la sentencia No. T- 473 de 1993, en donde se considera que la selección de los estudiantes para el ingreso a una institución educativa es válida, y solo genera discriminación cuando existe un rechazo sin razones lógicas y legítimas, es decir, cuando cumpliendo el aspirante las condiciones válidas para estar en un colegio no es aceptado en él. Sobre la protección a la moral, señala : “(...) a través del relativismo moral que parece estar imperando en nuestra sociedad y cuyas graves consecuencia son notorias, se conduce a una mal entendida tolerancia que, en casos como éste, lleva a obligar a un establecimiento educativo a contrariar su filosofía encaminada a la sana formación de sus alumnos, y al Estado a incumplir la misión que le encomienda la Carta Política de velar por la mejor formación moral de los educandos (...)”.27 Comentarios : Las consideraciones de la Corte preservan los principios, valores y derechos consagrados por la Carta Fundamental. Es una decisión acorde con los lineamientos y las políticas asumida por la Corporación, en donde se superan los tratos 27 Corte Constitucional. Sentencia No. T - 377 de 1995. Magistrado Ponente : Fabio Morón Díaz Salvamento de Voto : Vladimiro Naranjo En igual sentido se pronuncia la Corte Constitucional en Sentencia No. T - 015 de 1999 discriminatorios e injustos que de vieja data, se aplicaban a los compañeros permanentes. En el salvamento de voto, no existió una real argumentación que justificara la expulsión de la alumna del plantel educativo, porque si bien es cierto se habla de la validez en la selección de los estudiantes, dicha selección ya había sido llevada a cabo, y por tal motivo la actora había ingresado a la institución, de tal suerte que manteniendo su nivel académico y sin problemas disciplinarios no se ve como una decisión que pertenece al fuero interno de cada persona vaya a generar tal traumatismo social, máxime aún, si hoy en día como origen de la familia la unión marital de hecho goza de reconocimiento Constitucional y de protección legal. Ya no es considerado como pecado, ni mucho menos como un acto inmoral digno de reproche. El Doctor Elias Alberto Chacón Q. en su obra “La Unión Estable de Hecho”, ratifica la concepción moderna sobre este tipo de uniones, y señala : “La unión libre de facto no constituye una afrenta a los valores culturales de la comunidad ; envuelve el papel erotizado de la pareja en función idéntica al matrimonio ; obedece a una atracción sexual con afecto... que no origina en el creyente religioso trauma espiritual... y esta socialmente tolerado”.28 Magistrado Ponente : Alejandro Martínez Caballero 28 CHACON QUINTERO Elias Alberto. “La Unión Estable de Hecho”, Ob. Cit. Pag. 129. 3. DE LA SOCIEDAD PATRIMONIAL 3.1. SOCIEDAD DE HECHO ENTRE CONCUBINOS La Corte Suprema de Justicia, debido a la ausencia de una legislación que protegiera los derechos de los hoy considerados compañeros permanentes, y con miras a la aplicación de la justicia y la equidad, reconoció que existía una unión de intereses, deliberada o no por los amantes, conformada por el trabajo en común de las partes, y por tanto se podría hablar de la existencia de una sociedad de hecho, producto de las circunstancias más que de una actividad razonada y voluntaria. La primera sentencia en la que la Corte Suprema de Justicia reconoce la existencia de la sociedad de hecho entre concubinos data del año de 1935. Considero pertinente destacar algunos apartes de la misma: “Las sociedades de hecho se dividen en dos clases así : Primera.- Las que se forman por virtud de un consentimiento expreso (...) Segunda.- Las que se originan en la colaboración de dos o más personas en una misma explotación y resultan de un conjunto o de una serie coordinada de operaciones que efectúan en común esas personas y de las cuales se induce un consentimiento implícito (...) “Se presumirá ese consentimiento ; se inducirá de los hechos, el contrato implícito de sociedad, y se deberá, en consecuencia, admitir o reconocer la sociedad creada de hecho, cuando la aludida colaboración de varias personas en una misma explotación reúna las siguientes condiciones : 1. Que se trate de una serie coordinada de hechos de explotación común 2. Que se ejerza una acción paralela y simultánea entre los presuntos asociados, tendiente a la consecución de beneficios 3. Que la colaboración entre ellos se desarrolle en pie de igualdad, es decir, que no haya estado uno de ellos, con respecto al otro u otros, en un estado de dependencia proveniente de un contrato de arrendamiento de servicios, de un mandato (...) 4. Que no se trate de un estado de simple indivisión, de tenencia, guarda, conservación o vigilancia de bienes comunes, sino de verdaderas actividades encaminadas a obtener beneficios (...) “(...) Si la sociedad - lo que es muy frecuente - se ha creado de hecho entre concubinos, será necesario (...) para poderla reconocer, estas dos circunstancias adicionales : 1. Que la sociedad no haya tenido por finalidad el crear, fomentar, o estimular el concubinato, pues si esto fuere así , el contrato seria nulo por causa ilícita, en razón de su móvil determinante. En general, la ley ignora las relaciones sexuales fuera del matrimonio (...) 2. Como el concubinato no crea por si solo comunidad de bienes, ni sociedad de hecho, es preciso, para reconocer la comunidad de hecho entre concubinos, que se pueda distinguir claramente lo que es la común actividad de los concubinos en una determinada empresa creada con el propósito de realizar beneficios, de lo que es simple resultado de una común vivienda y de una intimidad extendida al manejo, conservación o administración de los bienes de uno y otro o de ambos”. 29 29 Gaceta Judicial Tomo No. XLII, pag. 476 y ss. Casación Noviembre 30 de 1935. Tomado del libro de Elias Alberto Chacón Quintero. “La Unión Estable de Hecho”. Ob. Cit. Pag. 240 y ss. Posteriormente en reiteradas sentencias (entre otras ; sentencia No 031 de 1990 ; sentencia 102 de 1994) la Corporación, adoptando un criterio más flexible al sostenido en sus primeros fallos, establece: • “La Convivencia de amantes no genera por sí sola, comunidad de bienes incluso por más prolongada que fuere aquella. • La affectio societatis no entraña una dedicación exclusiva a la actividad reputada como social... por mejor decirlo, la permanencia en la actividad social no debe ser tomada como ocupación total del tiempo en los quehaceres destinados a cumplir con el objeto social, pues el ángulo desde donde jurídicamente se le ha de mirar es el de su continuidad, estabilidad o invariabilidad”. De la sentencia No. 031 de 1990, se hace importante aclarar la situación de la parte demandante María Dufay Gualtero, quien trabajaba en una institución pública y aportaba su salario a los “gastos domésticos” y adicionalmente en sus ratos libres se dedicaba a atender el negocio en compañía de su compañero permanente el señor Juan Aníbal Granja Alvarez. En este caso, la Corte estableció que el cubrimiento de los gastos domésticos era una forma de participación societaria, y por ello reconoce la existencia de la sociedad de hecho.30 30 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia No 031 del 7 de Febrero de 1990. Gaceta Judicial No. 2439. Tomo CC - Primer Semestre de 1990 Magistrado Ponente : Hector Marin Naranjo. En igual sentido la Sentencia No. 102 del 11 de Agosto de 1994. Comentarios : Debemos destacar la evolución jurisprudencial que ha existido en torno al tema de la sociedad de hecho entre concubinos, ya que este fallo 031 de 1990, que fue proferido antes de la expedición de la ley 54 de 1990, no ratificó lo que en el año de 1935 había señalado la misma Corporación, sobre el requisito adicional para poder reconocer la existencia de este tipo de sociedades: “Que la sociedad no haya tenido por finalidad el crear, fomentar, o estimular el concubinato, pues si esto fuere así , el contrato sería nulo por causa ilícita, en razón de su móvil determinante. En general, la ley ignora las relaciones sexuales fuera del matrimonio (...)”. Debemos sin embargo advertir que la Corte Suprema de Justicia, a partir de la vigencia de la ley 54 de 1990, ha sido más estricta en el reconocimiento de la sociedad de hecho entre compañeros permanentes, sobre todo en la observancia del cumplimiento de uno de los requisitos para que se configure como tal, como lo es el Animus Societatis, situación ésta que hace más compleja la aplicación de justicia, aunque efectivamente se pueda hablar de la aplicación de la ley, porque ahora los antiguos concubinos tienen mayor dificultad para que se les reconozcan los derechos que fueron adquiridos con anterioridad a la expedición de la ley, en la medida en que tendrán que acudir al proceso declarativo de la sociedad de hecho (cuando el surgimiento de la relación marital sea anterior a la ley 54), demostrando la existencia del ánimo societario, y posterior o simultáneamente iniciar un proceso en el cual se declare la existencia de la sociedad patrimonial (si tiene dos años dicha unión, a partir de la vigencia de la disposición legal). Si los compañeros permanentes no pudiesen acogerse íntegramente a la ley 54 de 1990, expedida para regular este tipo de relaciones, y tampoco les fuera posible allegar al proceso los medios probatorios necesarios para que se declare la existencia de la sociedad de hecho entre concubinos, no tienen más alternativa, como bien lo señaló la Corte Suprema de Justicia en el año de 1965 que iniciar el proceso ordinario tendiente a que se reconozca la existencia de un enriquecimiento sin justa causa del patrimonio de uno de los compañeros a expensas del empobrecimiento del otro. En otros términos, existe la posibilidad de iniciar tres procesos ordinarios cada uno catalogado como lento y dispendioso ; solo quiero dejar una inquietud ¿Será esto lo denominado en la Constitución como posibilidad de “acceso a la administración de Justicia” de manera pronta y oportuna ?. Todo lo injusto, dispendioso y arbitrario que pueda ser el trato dado por el aparato judicial a la situación de los compañeros permanentes, no es más que el producto de una legislación escasa, torpe y llena de vacíos, que debe interpretar un órgano Estatal que no termina de darle la importancia y el papel fundamental que dentro de la sociedad cumple la unión marital de hecho, como pilar de una familia ; porque si bien la jurisprudencia debe reconocer los efectos patrimoniales de la unión marital de hecho por virtud de la ley 54 de 1990, se desconocen los efectos jurídicos generados por las relaciones personales entre los compañeros, porque tal vez en el fondo tanto la rama judicial como la legislativa continúan creyendo en la inmoralidad de este tipo de relaciones. 3.2. SOCIEDAD DE HECHO : APORTES EL TRABAJO DOMÉSTICO. 1. Fecha de Sentencia : Agosto 12 de 1992 2. Magistrado Ponente : Ciro Angarita Barón 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 494 de 1992. Tomo 4 (Agosto). Pag. 373. 4. Procedencia : Sala de Casación Civil - Corte Suprema de Justicia 5. Peticionaria : Esther Varela Antecedentes : La demandante convivió durante 24 años con el causante ; desde 1970 la peticionaria dice poseer la casa en que vive, por lo menos en un porcentaje del 50%. Cuando se inició el proceso de sucesión del compañero fallecido la totalidad de los bienes le fueron adjudicados a la única heredera (hermana del causante), paralelamente a este proceso la compañera supérstite inicia un proceso ordinario para que se declarara la existencia de una sociedad de hecho. Mediante la interposición de la acción de tutela se solicita que se ordene al juez competente, suspender provisionalmente la entrega de los bienes del causante a la adjudicataria. El Tribunal niega la tutela, por considerar que la posesión no es un derecho fundamental, y adicionalmente declara que existen otros medios de defensa judicial como el de la oposición a la entrega. Se impugnó la sentencia proferida por el Tribunal y la Corte Suprema de Justicia confirma la misma, negando la procedencia de la tutela. La H. Corte Constitucional en uso de la facultad discrecional de revisión, analiza el caso y declara: Sobre la Posesión como derecho fundamental : “...Ciertamente en un país con los problemas estructurales de pobreza y subdesarrollo, como Colombia, la justicia a nivel de utilización racional de sus recursos económicos y la función social de los mismos hacen imperativo su ingreso o incorporación efectiva a la economía Nacional. Por su naturaleza y alcance, una de las vías más eficaces para lograrlo es, precisamente, el estímulo y protección a formas concretas de posesión material económica, como instrumento privilegiado de acceso a la propiedad. (...) Por lo anterior, no es infundado afirmar que en la actual coyuntura Colombiana la posesión es un derecho fundamental. En efecto, tiene como ya se señaló, conexión íntima con el derecho de propiedad, la cual constituye en opinión de esta Corte uno de los criterios específicos para la determinación de esa categoría jurídica abierta que es el derecho Constitucional fundamental” (Tomado de sentencias T- 406 y T - 428 de la Corte Constitucional). “...Además, la ontología y especificidad de la relación posesoria y sus consecuencias económicas y sociales son de tal relevancia en el seno de la comunidad y para el logro de sus altos fines, que esta Corte reconoce que la posesión tiene, igualmente, entidad autónoma de tales características y relevancia que ella es hoy, por sí sola, con todas sus consecuencias, un derecho Constitucional fundamental de carácter económico y social”. Analizando la H. Corte Constitucional la viabilidad de la tutela expone : “ Puesto que en el presente caso la posesión de la peticionaria esta amenazada de despojo sin que, como veremos seguidamente, se haya surtido el debido proceso y los medios de defensa judicial no le brindan la protección inmediata que la naturaleza de su derecho exige, esta Corporación, considera que las circunstancias ameritan la concesión de la tutela”. Sobre el debido proceso señala la Corporación que ha sido violado de manera formal y sustancial, por las razones que ha continuación se exponen : 1. El Juzgado de Circuito continuó tramitando el proceso de sucesión aunque la reforma del C.P.C. estableció que sería de conocimiento de la jurisdicción de familia 2. Constituye violación al debido proceso que la actora, por no ser parte, no pudiera controvertir debidamente las decisiones tomadas en el juicio sucesorio en contra de sus intereses o derechos. “No podía ser oída ni vencida en juicio para defender su posesión u otras pretensiones”. Concluye la Corporación, en relación con este tema : “No existía otro mecanismo de defensa para proteger sus derechos fundamentales, por tanto procede la tutela ante la amenaza que experimenta la posesión de la peticionaria”. Sobre la existencia de otro medio de defensa judicial, dispone la Corte : “...No basta, pues, con la existencia en abstracto de otro medio de defensa judicial si su eficacia es inferior a la de la acción de tutela... Esta Sala no puede aceptar el argumento de que hay que esperar la sentencia de casación para dirimir el conflicto. El derecho fundamental a la posesión se encuentra amenazado por la acción del juzgado que lleva a cabo el proceso de sucesión, que desconoce el debido proceso razón por la cual debe concederse la acción impetrada”. Refiriéndose al tema del TRABAJO DOMÉSTICO FEMENINO y la desigualdad, declaró la Corte con base en la exposición que hace la peticionaria de las actividades que realizaba desde que inició su relación permanente con el difunto : Manifiesta la actora que se destacan entre otras las labores domésticas, la colaboración en actividades comerciales, la explotación de la casa mediante el arrendamiento de las piezas, todo ello con la intención de que se reconozca la existencia de la sociedad de hecho, este juicio se adelantaba en ese momento ante la Corte Suprema de Justicia ; en aras de allegar elementos de juicio para resolver la tutela el magistrado ponente solicitó a esa Corporación el envío de copias del expediente. El Tribunal en el caso en mención negó la existencia de la sociedad de hecho, porque el aporte que hizo a la sociedad la demandante no fue claramente explicado, pues no indica si consistió en dinero y su cuantía, o si fue en especie cuales fueron los bienes aportados, solo se limita según el Tribunal a describir algunas actividades realizadas. Sobre el pronunciamiento del Tribunal, la Corte señala que se desconoció el denominado aporte de industria, y que se abstuvo de considerar por un momento siquiera si el trabajo doméstico de la concubina tuvo o no significación económica suficiente para reconocerle, con todas sus consecuencias, la calidad de socio, este desconocimiento - concluye la Corporación - estimula y profundiza la desigualdad y la injusticia en las relaciones sociales. “Los constituyentes de 1991 fueron conscientes no solo de la discriminación salarial de que es hoy víctima la mujer Colombiana, sino también que muchas de ellas no reciben ningún pago por su trabajo... Por ello se elevó a canon Constitucional la eliminación de todas las formas de discriminación en contra de la mujer y se garantizan plenamente sus derechos. Desconocer el trabajo doméstico de la peticionaria involucrado en la amenaza de despojo sin debido proceso, del inmueble que ella habita hoy adquirido y mejorado progresivamente, durante la unión de hecho y como fruto conjunto de los concubinos, viola los derechos constitucionales de igualdad, debido proceso y no discriminación en contra de la mujer”. Después del extenso análisis jurídico - la Corte - concluye : 1. Como la peticionaria ha poseído el inmueble que actualmente habita, no puede ser despojada de él sin el debido proceso. 2. El inmueble fue adquirido durante la unión de hecho como fruto del esfuerzo de ambos compañeros permanentes al cual ella aportó, cuando menos su trabajo doméstico (protegido Constitucionalmente por el art. 25) 3. Por la protección inmediata de los derechos vulnerados revoca la sentencia de la Corte Suprema de Justicia y otorga la tutela. Con base en las anteriores consideraciones resuelve : 1. Revocar la sentencia de la Corte Suprema de Justicia 2. Ordenar al juez que se abstenga de practicar la diligencia de entrega 3. En cualquier futura entrega del inmueble que realice la autoridad competente, deberá respetar la posesión y los frutos del trabajo de la peticionaria. (Las negrillas son ajenas al texto) 4. Siempre que exista trabajo doméstico en las relaciones entre hombre y mujer la doctrina constitucional enunciada en la sentencia tendrá carácter obligatorio. (Las negrillas son ajenas al texto)31 • Sentencia de la Corte Suprema de Justicia en el caso de la señora Esther Varela 1. Fecha de Sentencia: 6 de Mayo de 1993 2. Magistrado Ponente: Carlos Esteban Jaramillo Schloss. 3. Publicada: Gaceta Judicial - Sala Civil . 1er. Semestre de 1993. 4. Procedencia: Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali. 5. Demandante: Esther Varela 31 Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 494 de 1992. Tomo 4 (Agosto). Pag. 373. Magistrado Ponente : Ciro Angarita Barón Antecedentes. Esther Varela presenta demanda contra Melida Guerrero Trujillo, como heredera única de Hernando Guerrero Trujillo, para que mediante el trámite ordinario se declare la existencia de la sociedad de hecho con ocasión del concubinato que mantuvieron durante 24 años y que se disolvió en 1989 con motivo del fallecimiento del señor. En 1a. Instancia se negaron las pretensiones de la demanda. Contra la sentencia se interpone recurso de apelación y el Tribunal confirma en su totalidad la providencia del a quo. El Tribunal argumentó: 1. No existió prueba concluyente de que la demandante haya efectuado aporte alguno para la constitución de la sociedad cuya existencia pretende sea reconocida. 2. No aparece acreditado que los concubinos tubieran (sic) intención de asociarse en una actividad común para percibir beneficios y repartirse las ganancias o las pérdidas resultantes...” (...) cada uno de los amantes desarrollaba una labor diversa, el señor (...) como empleado de las empresas de Cali y la señora Varela atendiendo las labores del hogar y realizando algunas labores extras que le reportaban utilidades, las cuales invertía en el hogar(...)”. si bien es cierto pudo haber contribuido al bienestar de su concubino, no desarrolló junto con él ninguna actividad económica que permita deducir la existencia de una sociedad de hecho...” Consideraciones de la Corte : En lo que denominó primera sección - la Corte Suprema de Justicia - dejó consignadas, “algunas consideraciones (...) en vista de los juicios que, sobre una aparente falta de legitimidad constitucional de la misma providencia materia de impugnación, dejó expresados en la sentencia T.494 de 12 de agosto de 1992 a través de una de sus Salas de Revisión en asuntos de tutela, la Corte Constitucional.” Y al respecto señaló : “(...)Las reglas de estirpe constitucional se reputan como verdaderas normas dominantes frente a todas las restantes que no tengan esa categoría cuando, para desentrañar el genuino significado de éstas, haya de acudirse al sentido general del derecho objetivo imperante... (...)La carta de 1991...pone de presente, aun cuando se les reconoce un valor preeminente a los criterios que sobre el particular resulten enunciados en los fallos proferidos por la Corte Constitucional en tanto supremo guardián que es de la integridad y de la supremacía de dicha Carta (art.241), esto no significa en modo alguno que en el proceso de formación de la doctrina constitucional, como pauta obligatoria para la correcta interpretación y aplicación del ordenamiento en su totalidad, se haya implantado, en beneficio de el mencionado organismo, un monopolio autoritario e irrestricto que, trasponiendo los hitos normales que circunscriben la eficacia de la denominada “cosa juzgada constitucional”, pueda llegar hasta convertirse en fuente de legitimo menoscabo del ámbito de jurisdicción reservado por la propia Constitución a otras autoridades del orden judicial. (...)al declarar inexequible el vocablo “obligatorio” contenido en el primer inciso del articulo 23 del decreto 2067 de 1991 (sentencia C.131 de 1993), de entrada da por supuesto que esa Corporación y los cuerpos judiciales comunes, en el terreno del que viene haciéndose mérito, deben funcionar a la vez, cada cual dentro de los precisos límites que la normatividad superior les asigna, y siempre bajo la égida de un espíritu de franca coordinación permanente de atribuciones y de propósitos para cuyo buen entendimiento... (...) jurisprudencia de los jueces y jurisprudencia de la Corte Constitucional deben ser las dos fuerzas propulsoras de la transformación jurídica de la sociedad, es indispensable que esas dos fuerzas actúen de común acuerdo, concurrentemente hacia las mismas metas, y no en conflicto entre si...no hay que creer que la Constitución está reservada en todo caso a la Corte Constitucional... Siempre que la Constitución contiene preceptos directamente aplicables a las relaciones individuales, sin que se encuentren en colisión con leyes ordinarias, es la autoridad judicial común la que debe juzgar directamente de la interpretación y aplicación de las normas constitucionales, teniéndolas presentes a fin de someter a interpretación evolutiva las leyes ordinarias y vivificarlas, infundiéndoles el espíritu progresivo de la Constitución...”. (...) la Corte Suprema de Justicia, al propugnar porque la interpretación de acuerdo con la cual haya de aplicarse el ordenamiento positivo sea concorde con el sentido que resulta de los mandamientos superiores entronizados por la Constitución, no puede obrar desbordando el marco de competencia que la misma Carta Política se encarga de señalarle, disponiendo en particular que es atribución distintiva de aquélla la de “... actuar como Tribunal de Casación...” (art. 235, num. 1o) ... a la Corte no le es permitido, ni aún con el pretexto de cogerse a súbitos cambios doctrinarios patrocinados por la jurisdicción constitucional, someter a revisión y revocar la providencia objeto de recurso por causales no aducidas, así como tampoco echando mano de aspectos argumentativos de carácter jurídico que de hecho la impugnación deducida no trae, principio que frente al caso en estudio conduce a sostener que del fallo dictado por la Corte Constitucional (Ref.: T.494 de 12 de Agosto de 1992), no es factible extraer de oficio elementos que alteren las pretensiones impugnativas tal y como ellas fueron individualizadas por el censor en la demanda presentada(...). En la sección segunda la Corte realiza el análisis sobre los cargos presentados por el recurrente, y señaló: (...) el Tribunal ad quem, no obstante encontrar probado el estado de concubinato existente entre el demandante y Hernando Guerrero, desestimó todas las pretensiones contenidas en la demanda, por no haberse acreditado así mismo que, al lado de dichas relaciones de convivencia y con ocasión de ellas, se hubiera formado entre los concubinos una empresa asociativa para explotar bienes adquiridos por el esfuerzo común, luego en una decisión de esta índole hay que entender resueltas en su integridad las súplicas deducidas al comienzo del proceso y, por sustracción de materia, no es posible descubrir allí ninguno de los factores constitutivos de la inconsonancia(...) (...) el fallo adverso implica un pronunciamiento del sentenciador sobre la pretensión de la parte, que sólo podría ser impugnado a través de la causal primera si con el se violó directa o indirectamente la ley sustancial. De lo contrario se llegaría a la conclusión de que el fallo sólo sería congruente cuando fuera favorable a las pretensiones de la demandante, lo que a todas luces es inaceptable...” (G.J.T. CXXXVIII, pag. 396) Cargo Primero. “(...) se denuncia ... “inexcusable error judicial” en la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali. Alega el censor que en el presente asunto el Tribunal ... “se limitó a considerar específica doctrina de la Corte como si ella tuviera el carácter de ley” (...) Consideró la Corte al respecto: “... la convivencia concubinaria por prolongada que fuere, siendo un estado de hecho y a diferencia de lo que en el matrimonio ocurre, no genera per se régimen económico alguno entre los concubinos...” “...esa convivencia extramatrimonial (...) sean cuales fueren su estabilidad y permanencia, no significa de suyo y por lo tanto tampoco prueba la existencia de una comunidad de intereses económicos que pueda servirle de soporte al reconocimiento de una compañía patrimonial entre concubinos(...)”. “... para que la Corte quede habilitada para ejercer el poder de casación, se requiere singularizar la prueba o pruebas que sostiene fueron equivocadamente analizadas por el Tribunal, explicando detalladamente en qué consiste el error que se denuncia. Es que no basta para afirmar que “...las pruebas testimoniales que obran en el proceso evidencian que hubo...” o que “... luego no hubo lógica en la real apreciación de la actora...”, sino que resulta indispensable señalar en forma clara y precisa lo que el censor estima que dicen las pruebas sobre las que el ataque recae, confrontándolo con el contenido de la sentencia para descubrir que la apreciación del fallador resulta contraevidente con la realidad procesal. “(...) el análisis probatorio hecho por el juzgador de instancia llega a la Corte amparado por presunción de legalidad que debe ser desvirtuada en el recurso y, por lo tanto, no resulta suficiente demostrar que puede haber otra interpretación del acervo probatorio, sino que debe establecerse con toda claridad que el análisis hecho por el sentenciador es equivocado. Decisión. En mérito de las consideraciones que anteceden, la Corte Suprema de Justicia NO CASA la sentencia proferida por el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Cali. Comentarios : Considero de vital importancia establecer el carácter vinculante de los fallos proferidos por la Corte Constitucional, para determinar el verdadero alcance de la tutela anteriormente analizada. En la demanda presentada por Andrés de Zubiria y Lizette Arbelaez, en acción pública de inconstitucionalidad de los artículos 2º - inciso 2º - y 23 - en forma parcial del Decreto 2067 de 1991, publicada en la Gaceta de la Corte Constitucional sentencia No. C - 131 de 1993, se establece el carácter obligatorio de las sentencias proferidas por la Corporación ; en nuestro caso sólo consideramos pertinente analizar la demanda al artículo 23 del mencionado Decreto, “ARTÍCULO 23. La doctrina constitucional enunciada en las sentencias de la Corte Constitucional, mientras no sea modificada por ésta, será criterio auxiliar obligatorio para las autoridades y corrige la jurisprudencia”. Según los actores dicho artículo 23 del Decreto 2067 de 1991 “viola el principio constitucional de las fuentes auxiliares de la actividad judicial, pues solo la ley que emana del legislativo es criterio imperativo obligatorio para el juez, mientras que la misma Constitución establece los criterios auxiliares de la justicia, que son : la doctrina, la jurisprudencia, la equidad y los principios generales del derecho”. En la norma acusada se habla del carácter obligatorio, de tal manera que lo que es obligatorio no puede ser considerado auxiliar, porque lo primero implica coacción mientras que lo segundo no. La Corporación expone sus racionamientos al analizar la constitucionalidad del artículo 23, y señala : “ 2.2. Las fuentes del derecho (...) Dice así el artículo 230 de la Constitución Política de Colombia : Los jueces, en sus providencias solo están sometidos al imperio de la ley. La equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son criterios auxiliares de la actividad judicial. Las fuentes están pues constitucionalmente clasificadas en dos grupos que tienen diferente jerarquía : • Fuente obligatoria : el “imperio de la ley” (inciso 1º) • Fuentes auxiliares : la equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina (inciso 2º) Ahora bien por la expresión “imperio de la ley” debe entenderse ley en sentido material - norma vinculante de manera general - y no la ley en sentido formal - la expedida por el órgano legislativo -. (...)” Continua la Corte con su exposición, y señala que en el artículo 243 de la Carta se consagra la denominada “cosa juzgada constitucional”, en virtud de la cual las sentencias de Constitucionalidad de la Corte Constitucional presentan las siguientes características : • Efectos erga omnes • obligan para todos los casos futuros no solo para el caso concreto • porque hacen transito a cosa juzgada tienen certeza y seguridad jurídica, es decir no se puede volver a ellas. • (...) Señala la Corporación las semejanzas y diferencias entre las jurisprudencia de la Corte Constitucional y la jurisprudencia de los demás jueces y Tribunales del país. Dentro de la semejanzas menciona : • fuerza de cosa juzgada • la providencia de la Corte Constitucional y la del Consejo de Estado que declara o niega una nulidad tiene efectos erga omnes, mientras que en general las sentencias judiciales solo tienen efectos inter partes. Las diferencias radican en que la jurisprudencia de los jueces y Tribunales no constituyen un precedente obligatorio, salvo la reproducción del acto suspendido en lo contencioso administrativo, tales providencias solo tienen un carácter auxiliar conforme lo señala el artículo 230 de la Constitución Nacional, mientras que para los futuros casos similares, la jurisprudencia constitucional tiene fuerza de cosa juzgada constitucional - artículo 243 de la Carta Política -, de suerte que obliga hacia el futuro para efectos de la expedición o su aplicación ulterior (...) “Las sentencias que profiera la Corte Constitucional tendrán el valor de cosa juzgada constitucional y son de obligatorio cumplimiento para todas las autoridades y particulares”. Para aclarar y desarrollar a cabalidad el tema de la obligatoriedad, la Corte establece : “¿Quién determina los efectos obligatorios de una sentencia de la Corte Constitucional ? Como ya lo ha establecido esta Corporación solo la Corte Constitucional, ciñéndose a la preceptiva superior, puede fijar los alcances de sus sentencias”. Resuelve declarar Inexequible la expresión “obligatorio” del artículo 23 del Decreto 2067 de 1991, por ser contrario a los artículos 230 y 241 de la Constitución. Como se puede observar, todo este tema de la obligatoriedad está referido a la declaración de Constitucionalidad o no de las normas demandadas ; en relación con las tutelas resueltas por la Corporación la lógica nos llevaría a pensar que tiene efectos inter partes, pues no se encuentran cobijadas por un efecto erga omnes ; sin embargo, en la sentencia T - 494 de 1992, quiso la Corte otorgarle este carácter, al consagrar : “Siempre que exista trabajo doméstico en las relaciones entre hombre y mujer la doctrina constitucional enunciada en la sentencia tendrá carácter obligatorio”. (Las negrillas son ajenas al texto). ¿No incurriría en este caso la Corporación en una extralimitación de sus funciones ?, o simplemente como siempre lo ha interpretado la H. Corte Constitucional determinó en ejercicio de sus funciones propias el alcance y contenido de sus sentencias. Corremos el gran riesgo de mecanizar nuestro sistema judicial, pues si cada vez que lo considere pertinente la alta Corporación le va a otorgar este carácter erga omnes a sus sentencias de tutela, nuestros jueces en un determinado momento no tendrán mas que copiar las sentencias por ella proferidas y cambiar el nombre de las partes que intervienen en el proceso, sin que les sea permitido valorar las pruebas o aportar su criterio, convirtiendo la administración de justicia en una práctica de administración ordinaria, impuesta y de carácter obligatorio para los jueces de la República . La Corte Suprema de Justicia en las consideraciones que realizó en la primera sección de la demanda en estudio, dejó muy claro que so pretexto de acogerse a los cambios doctrinarios patrocinados por la Corte Constitucional no puede violar la Constitución y las leyes sometiendo a revisión y revocación providencias objeto de recursos por causales no aducidas. Y si bien es cierto que la jurisprudencia de la H. Corte Constitucional es obligatoria, también lo es, que so pretexto de aplicar dicha jurisprudencia no puede violarse impunemente la Constitución, que sigue siendo la Norma de Normas. Podemos resumir así la historia procesal del caso de Esther Varela. Por una parte, la Corte Constitucional le reconoce la posesión como derecho fundamental, de manera tal que no podía ser despojada de su residencia. Así mismo se determina que el trabajo por ella realizado durante la vigencia de la relación marital debe ser considerado como un aporte societario, estableciendo en su pronunciamiento que lo dispuesto en esta sentencia será de carácter obligatorio para la Corporación competente en el análisis del caso . La Corte Suprema de Justicia asume el conocimiento del caso y por la técnica de casación que es rigurosamente exigida por esta Corporación, entre otras razones por la garantía al debido proceso, se concluye que las pretensiones de la actora no estuvieron debidamente encaminadas a que se reconociera su aporte ; por lo tanto, la Corporación confirma la sentencia del Tribunal y niega las pretensiones de la actora. ¿Qué puede hacer la demandante ? Teóricamente el tema es muy debatido por los doctrinarios, y en la práctica es poco utilizada la solución. Sin embargo debo decir que en mi concepto prevalece la decisión de la Corte Constitucional y por ello la señora Varela podría instaurar una tutela contra la decisión judicial de la Corte Suprema de Justicia por “Vía de Hecho”, al proferir una sentencia manifiestamente contraria a la “ley” ( ley en sentido material, ya que es proferida por la Corte Constitucional y no por el órgano legislativo), empezando por este carácter de ley se discute el tema. Con esta medida se podría ver vulnerada la garantía procesal según la cual las sentencias hacen tránsito a cosa juzgada, y posiblemente se de el exabrupto de que un juez municipal conozca de la tutela por vía de hecho contra la decisión judicial de la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional solo la conocería por medio de su facultad discrecional de revisión de las tutelas ; lo que terminaría siendo también ilógico, porque ¿Cómo puede una Corporación que es parte del conflicto convertirse al mismo tiempo en juez ? 3.3. CONFLICTO DE COMPETENCIAS ENTRE LA SALA CIVIL Y LA SALA DE FAMILIA POR LA DECLARACION DE LA SOCIEDAD DE HECHO ENTRE COMPAÑEROS PERMANENTES 1. Fecha de Sentencia : 16 de Julio de 1992. 2. Magistrado Ponente : Hector Marin Naranjo 3. Publicada : Gaceta Judicial No. 2458. Tomo CCXIX - Segundo Semestre de 1992. Pag. 100 y ss. 4. Procedencia : Conflicto entre la sala civil y la de familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo, 5. Demandante : María Inés Orduz de González Decide la Corte Suprema de Justicia el conflicto surgido entre la sala civil y la de familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo, dentro del proceso ordinario seguido por María Inés Orduz de González contra Julio Camargo Bernal. Por tratarse de un conflicto no de jurisdicciones sino entre las salas especializadas civil y de familia, que hacen parte de la jurisdicción ordinaria, la que debe resolver el conflicto es la Corte en mención como superior funcional de los Tribunales en conflicto. Consideraciones : La parte actora pide que se declare la sociedad de hecho, aunque entre las partes exista una unión marital de hecho, porque cuando la demandante interpuso la acción aún no gozaba de reconocimiento judicial la figura. “Hoy coexisten a raíz de la expedición de la ley 54 de 1990, las sociedades de hecho, civil, comercial y la proveniente de la unión marital de hecho, teniendo cada uno presupuestos legales autónomos tanto sustancial como procesalmente”. No pueden subsumirse en el género de la “unión marital” para asignarlas sin distingo, a la jurisdicción de familia y como el petitum de la demanda estaba encaminada a la declaración de la sociedad de hecho, la competencia le corresponde a la jurisdicción civil.32 Comentarios : Existió un conflicto entre el Consejo Superior de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia, por la determinación del órgano que debía dirimir el conflicto de competencia entre la jurisdicción civil y la de familia, sin embargo con la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, quedó superada cualquier dificultad 32 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 16 de Julio de 1992. Gaceta Judicial No. 2458. Tomo CCXIX - Segundo Semestre de 1992. Pag. 100 y ss. que presentara el tema, al consagrar en su artículo 17 sobre la Corte Suprema de Justicia,: “Artículo 17. De la Sala Plena. La Sala Plena cumplirá las siguientes funciones: 1. (...) 2. (...) 3. Resolver los conflictos de competencia en la jurisdicción ordinaria, que no correspondan a alguna de sus salas o a otra autoridad judicial; De la misma manera, reza en su artículo 18: “ Artículo 18. Conflictos de Competencia. Los conflictos de competencia que se susciten entre autoridades de la jurisdicción ordinaria que tengan distinta especialidad jurisdiccional y que pertenezcan a distintos distritos, serán resueltos por la Corte Suprema de Justicia en la respectiva Sala de Casación que de acuerdo con la ley tenga el carácter de superior funcional de las autoridades en conflicto, y en cualquier otro evento por la Sala Plena de la Corporación. Los conflictos de la misma naturaleza que se presenten entre autoridades de igual o diferente categoría y pertenecientes al mismo distrito, serán resueltos por el mismo Tribunal Superior por conductos de las salas mixtas integradas del modo que señale el reglamento interno de la Corporación”. Por virtud de lo expuesto se puede concluir que la controversia que surgió entre las dos altas Corporaciones hoy quedo atrás, porque expresamente fue consagrada la competencia para dirimir este tipo de conflictos, en cabeza de la Corte Suprema de Justicia, como superior funcional de las autoridades en conflicto. Magistrado Ponente : Hector Marin Naranjo 3.4. DECLARACION DE UNION MARITAL DE HECHO Y SURGIMIENTO DE SOCIEDAD PATRIMONIAL. 3.4.1. La relación sexual esporádica pero prolongada en el tiempo no constituye unión marital de hecho 1. Fecha de Sentencia : 31 de Mayo de 1995 2. Magistrado Ponente : Marina Rojas Maldonado. 3. Publicada : N.P. Aprobado en Acta No. 005 de Febrero de 1995 4. Procedencia : Juzgado Diez y Ocho de Familia de Santafé de Bogotá. 5. Demandante : María Esther Ríos D La parte actora María Esther Ríos D, solicita que sea reconocida la existencia de la sociedad patrimonial, y que sea disuelta y liquidada. El demandado Ruben Dario Basto B. manifiesta que convivió con la demandante hasta 1972, fecha a partir de la cual empezó a convivir con Elvinia Lesmes Buitrago, siendo cierto que visita periódicamente a sus hijos. La demandante manifiesta conocer de la existencia de la otra señora, pero alega que el señor siempre ha mantenido relaciones sentimentales por fuera de la casa y por ello no deja de ser su compañero permanente. En primera instancia se declara que prospera la excepción de falta de causa porque entre las partes no ha existido unión marital de hecho. La demandante interpone recurso de apelación, y solicita que sea tenido en cuenta la confesión del demandante según la cual “hacía apenas seis meses había sostenido relaciones sexuales con cierta regularidad con la demandante”, que se queda y pernocta con ella en la casa, que dice habita con sus hijos producto de esa unión familiar. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá - Sala de Familia - en sus consideraciones, acoge la teoría del Dr. Pedro Lafont Pianetta, según el cual, los elementos primordiales de la unión marital de hecho son : “ 1. La idoneidad marital. Integrada por un hombre y una mujer (heterosexualidad), que está sujeta a condiciones y requisitos legales, deducidos de las normas sobre filiación (art. 4o. ley 45 de 1936), y recogidas por la ley 54 de 1990 en el artículo primero donde condiciona a una dualidad de seres humanos, cuando señala que la unión marital sólo puede formarse “entre un hombre y una mujer”. “2. La comunidad de vida marital .Con anterioridad a la ley 54 de 1990, la legislación escrita omitió toda regulación sobre la unión marital de hecho (...) en el artículo 1o. dice que esa relación de pareja se llama “Unión Marital de Hecho” y que se forma “hacen una comunidad de vida permanente y singular, en donde impera el consentimiento, que permite la existencia de una relación fáctica de vida familiar, cuyas manifestaciones tendrán que ser analizadas en cada caso concreto, para no confundirla con lo que puede tan solo ser comunidad de habitación o residencia, donde no hay lugar a hablar de Unión marital de hecho (...)”. “3. Causa marital . Es de naturaleza fáctica, cual es “la de permitir, en desarrollo de la libertad marital, la satisfacción heterosexual y la formación de una familia dentro de los limites y restricciones de la misma ley” (Pedro Lafont Pianetta “Derecho de Familia”) (...) Debe tenerse presente, que el vínculo marital de hecho está condicionado a la existencia de la comunidad de vida ; por eso no puede hablarse de la “unión marital de hecho”, respecto de un vínculo marital de dos compañeros que no hagan vida en común (...)” “(...) En el sub-lite se deduce mediante la prueba testimonial, en donde los declarantes depusieron en forma clara y precisa, que hace mas de veinte años el demandado no tiene comunidad de vida con la demandante, porque convive con otra mujer, repuntándose esta relación ante las personas que los conocen como de “marido y mujer”, y que las visitas a la casa de la demandante son situaciones (...) que se traducen en visitas esporádicas a sus hijos y a la actora (...)”. Es por esto que no se configuran los elementos para que legalmente se consolide la unión marital de hecho, y por ello se confirma la sentencia de 1a. Instancia. Las relaciones sexuales esporádicas no constituyen una Unión Marital de Hecho, menos aún, si alguna de las partes tiene una unión marital de hecho durante veinte años aproximadamente con otra persona. .33 33 Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia. Acta No. 005 del 31 de Mayo de 1995 Magistrado Ponente : Marina Rojas Maldonado. 3.4.2. Pueden coexistir las uniones maritales de hecho, sin que se forme en ninguna la sociedad patrimonial. 1. Fecha de Sentencia : Julio 3 de 1998 2. Magistrado Ponente : Carlos Alejo Barrera Arias. 3. Publicada : N.P. Antecedentes. El Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, por medio del recurso de apelación debió conocer y resolver el caso de un hombre que hacía vida marital con dos mujeres, en distintos sitios de la ciudad, y simultáneamente. Por la muerte de una de las dos señoras, una hija demandó al señor con el fín de que se declarase la existencia de la unión marital de hecho entre su madre y el presunto compañero, por consiguiente que se declarara el surgimiento de la sociedad patrimonial entre los compañeros permanentes. Al proceso acudió otra señora quien también probó que el Señor la presentaba como su esposa . El Tribunal en sus consideraciones cita al Dr. Pedro Lafont Pianetta en su obra “Unión Marital de Hecho” y argumenta que : “(...) no es posible la concurrencia de dos sociedades patrimoniales porque existe una analogía entre esa situación y la prohibición que trae la ley 54 de 1990 en su artículo 2o., en el sentido de que no se forma sociedad patrimonial de hecho entre compañeros permanentes cuando uno o ambos miembros de la pareja estuvo casado con otra persona y no ha disuelto ni liquidado su sociedad conyugal anterior”. La Corporación, en otras palabras resolvió el conflicto aplicando por analogía la prohibición de concurrencia de patrimonios sociales familiares, referida a la sociedad conyugal. De esta manera “afirmó que así como una misma persona no puede tener dos sociedades conyugales vigentes al mismo tiempo, tampoco puede tener dos sociedades patrimoniales, entre compañeros permanentes , vigentes al mismo tiempo”. Por otro lado estableció que la pluralidad de uniones maritales de una persona con varios constituye una situación anormal , incompatible con la figura jurídica de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes, porque implica el incumplimiento del requisito de la singularidad. En mérito de lo expuesto el Tribunal resuelve revocar la sentencia proferida por el juzgado y reconocer a la difunta como compañera permanente del demandado, pero niega la existencia de sociedad patrimonial entre ellos. Salvamento Parcial de Voto del Doctor Jesael Giraldo El Doctor Jesael Giraldo salvó parcialmente su voto porque consideró, que ni siquiera existió unión marital de hecho ya que conforme se demostró en el proceso, no se cumplió con el requisito de singularidad. Aclara el ponente en su exposición : “(...) lo cual no quiere decir, que si no hay singularidad no haya familia, sino que sin tal elemento no hay unión marital de hecho declarable judicialmente, de conformidad con los artículos 1o. y 4o. de la citada ley 54 de 1990”34 Comentarios : En la primera sentencia (3.4.1.) la Sala no desarrolla a profundidad el tema de la singularidad, presupuesto indispensable para que se configure la Unión Marital de Hecho, y aunque mal podría pensarse que sea la parte que ha cumplido con sus obligaciones quien sufra las consecuencias por el incumplimiento de su compañero, no se analizan las consecuencias jurídicas que genera dicha falta, en este caso se falló aplicando justicia, pero no con la observancia ceñida al ordenamiento Jurídico, porque de ser así habría tenido que concluir que en ninguna de las dos relaciones 34 Revista “Ambito Jurídico” Editorial Legis. Año II - No. 31. Bogotá, 26 de Abril al 9 de mayo de 1999. Pág. 11. que mantiene existe Unión Marital de Hecho, en la medida que no se ha cumplido con la singularidad. Entendida de esta manera la singularidad ¿ No se viola el principio de la buena fe ?, Los Doctores Guillermo Ospina Fernández y Eduardo Ospina Acosta en su obra “Teoría General de los Actos o Negocios Jurídicos” señalan : “El (...) art. 1603 del Código Civil, a vuelta de consagrar expresamente el postulado de la buena fe, declara, a manera de consecuencia natural e inmediata de dicho postulado, que los contratos “obligan no solo a lo que en ello se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley pertenecen a ella”. Por otra parte, las reglas que el propio Código da para la interpretación de los actos jurídicos concuerdan con el texto legal transcrito, a la vez que lo desarrollan y complementan. En efecto, el art. 1618 ordena al intérprete atender preferiblemente a la intención real de los contratantes y no a lo literal de las palabras y, según al art. 1621, concordado con el 1501, a falta de estipulación en contrario, en todo contrato se entienden incorporadas todas las normas específicas del contrato de que se trata. De suerte que, tanto las partes en el momento de ejecutar un acto jurídico, como el juez al intervenir en dicha ejecución, deben consultar la intención real de los agentes, las normas legales propias de la naturaleza del acto y de las obligaciones respectivas, como también las costumbres jurídicas y los dictados de la equidad, que tienen el carácter de normas supletivas (ley 153 de 1887, arts. 8 y 13), para fijar así el verdadero contenido de dicho acto y de las obligaciones resultantes, y para desarrollarlo de buena fe”.35 (Las negrillas son ajenas al texto) Este postulado según lo señalan los mismos autores, es aplicable a todas las obligaciones, cualesquiera que sean sus fuentes. Partiendo de la anterior exposición, no se entiende cómo puede la parte que actúa de mala fe en la relación marital, beneficiarse de ella. Además, si de antaño ha existido el principio según el cual “nadie puede alegar su propia culpa en su favor”, ¿Cómo puede el compañero que ha incumplido su deber de fidelidad alegarla en el proceso, para que no se declare la existencia de la unión marital, y que de esta manera el fallo le sea favorable ? En la segunda sentencia mencionada (3.4.2.) se declara la existencia de la unión marital, pero no el surgimiento de la sociedad patrimonial, lo cual continua dejando a los compañeros permanentes en una absoluta desprotección, porque como se ha señalado en reiteradas oportunidades, lo único que el legislador reguló en la ley 54 de 1990 fueron los efectos patrimoniales que surgen entre los compañeros permanentes, patrimonial tal y al declararse la unión pero no el surgimiento de la sociedad declaración carece de importancia ; ya que la ley sólo tiene relevancia en el aspecto económico. 35 OSPINA FERNÁNDEZ Guillermo y OSPINA ACOSTA Eduardo. “ TEORIA GENERAL DE LOS ACTOS O NEGOCIOS JURIDICOS”. Editorial TEMIS. Bogotá - Colombia 1980. Pag. 334 Por otro lado si se analizan las consideraciones realizadas por el Tribunal se ve la pobreza en sus argumentaciones, ya que en mi sentir no había lugar a ninguna aplicación analógica, porque la disposición legal - si se quiere interpretar de ese modo -, consagra la singularidad no como requisito para el surgimiento de la sociedad patrimonial sino para la existencia de la unión marital, conforme lo señala el art. 1o. de la ley 54. En este punto considero importante señalar que fue más acertado y coherente en la fundamentación el Dr. Jesael Giraldo en su aclaración del voto. 3.5. COEXISTENCIA DE SOCIEDADES PATRIMONIALES ? 3.5.1. Sentencia del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá - Sala de Familia 1. Fecha de Sentencia : 22 de Febrero de 1996 2. Magistrado Ponente : Oscar Maestre Palmera 3. Procedencia : Juzgado 17 de Familia 4. Demandante : Luz Marina Zambrano En proceso ordinario de Luz Marina Zambrano Hernandez contra Amparo Helena Bendeck Torres, Esteban Enrique Bendeck Ochoa, Carolina Bendeck Diaz y herederos indeterminados del causante señor Esteban Juan Bendeck Olivella La actora solicita que se declare la existencia y liquidación de la sociedad patrimonial desde 1987, año en el cual iniciaron la relación hasta el 27 de febrero de 1993, fecha en la cual falleció el presunto compañero permanente Esteban Juan Bendeck Olivella. En 1a. Instancia se conceden las pretensiones de la demanda. La parte demandada interpone recurso de apelación argumentando que los testigos coinciden en afirmar que el difunto (presunto compañero permanente) y la demandante presumiblemente hicieron vida marital, pero que dicha relación no pasó de ser amatoria, ya que el causante nunca abandonó el hogar que compartía con la señora Ochoa, esta relación perduró por veinte años y dos meses y por sentencia judicial ya había sido declarada. El Tribunal de Distrito de Santafé de Bogotá señala en sentencia de Febrero 22 de 1996 lo siguiente : “La Unión Marital de hecho está condicionada a la existencia de la comunidad de vida entre los compañeros permanentes a diferencia del matrimonio. La ley señala como exigencia para que se constituya la figura de la unión marital de hecho : la comunidad de vida caracterizada por la permanencia y singularidad”. En la Sentencia se sostiene : “Es bien cierto que la pluralidad de uniones maritales es un fenómeno posible, pero de difícil establecimiento, debido a su situación irregular, la cual no es concebida por nuestro ordenamiento jurídico teniendo en cuenta la constitución familiar monogámica que nos rige, es por ello que la ley restringe sus efectos jurídicos normales y generales”. Posteriormente acogiendo la teoría del Doctor Pedro Lafont Pianetta en su obra Unión Marital de Hecho, señala el Tribunal : “ ...a) Alcance- La ley solo exige un par de personas para que pueda establecerse una unión marital de hecho, lo que, en estricta lógica, impide que ella pueda surgir con una sola persona ni con más de las dos. “ b) Pluralidad de uniones maritales.- Se trata aquí de un fenomeno diferente de lo anterior que, por lo contrario, se encuentra admitido “1o. Alcance- Realmente el limite de dos personas (un par) no se viola en el caso de pluralidad de uniones maritales de hecho, esto es, cuando una misma persona tenga varios compañeros o compañeras porque en este evento, por lo expresado, no puede hablarse de una sola unión marital entre todas estas personas (puesto que son más de dos), sino que es necesario hablar de varias uniones maritales, según el número de parejas que puedan establecerse. “2o. Posibilidad Legal- En estricto derecho cada relación o unión marital de hecho, individualmente considerada, se ajusta a la ley porque se encuentra “formada entre u hombre y una mujer” (art. 1o. ley 54 de 1990). Pero en sentido genérico la pluralidad de relaciones o uniones maritales, no sólo infringe el principio de la monogamia sino también impide su propósito. De allí que tal relación sea lícita pero no perfecta, por lo que, como veremos no han de producir todos sus efectos civiles”. Ahora bien, si se admitiera la pluralidad de uniones maritales de hecho en cabeza de un mismo compañero, sería como admitir a su vez la coexistencia de sociedades patrimoniales, situación ésta que nuestra ley tampoco prevé”. Atendiendo estas consideraciones el Tribunal declaró que estaba probada mediante sentencia anterior una unión marital de hecho, y por ello concluye que no es procedente como lo pretende la demandante, declarar que entre ella y el difunto existió otra unión marital, pues faltaría una de las condiciones para la existencia de la unión marital, que es la singularidad. En mérito de lo expuesto el Tribunal revoca la sentencia de 1a. Instancia36 3.5.2. Sentencia del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Medellín - Sala 3a de Familia. 1. Fecha de Sentencia : 24 de Noviembre de 1998 2. Magistrado Ponente : Gloria Eugenia Pareja Velez. 3. Publicada : N.P. Acta No. 213 de 1998. 36 Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia Sentencia del 22 de Febrero de 1996 Magistrado Ponente : Oscar Maestre Palmera. 4. Procedencia : Juzgado 2o. de Familia 5. Demandante : María Villegas Aristizabal El Tribunal de Medellín en sentencia de 1998, revisa el caso de la señora Villegas, quién solicita sea declarada la existencia de la sociedad patrimonial y la correspondiente disolución y liquidación, a lo cual se oponen los herederos del mismo, dentro de los cuales se encontraban hijos concebidos durante la vigencia de la unión marital, pero no de la demandante. Después del análisis de las pruebas aportadas, el tribunal concluye : “...la parte actora demostró a cabalidad la existencia de la unión marital de hecho que mantuvo con el causante, porque sin estar casados, ni tener impedimento para contraer matrimonio, mantuvieron una comunidad de vida permanente y singular, SIN QUE LA RELACION OCASIONAL QUE AQUEL MANTUVO CON LA MADRE DE ALGUNOS DE LOS DEMANDADOS, AFECTE ESTA SINGULARIDAD Y PERMANENCIA...”. Confirma la sentencia de 1a. instancia.37 Comentarios : La ley contempló el surgimiento de la unión marital de hecho, siempre que se cumplieran los presupuestos básicos para ello, uno de ellos es la singularidad, y si ella no se cumple no puede constituirse dicha unión. Este requisito, puede terminar perjudicando al sujeto de la relación que hubiese respetado su obligación de fidelidad. Cómo entrometerse en el fuero interno de cada persona y saber sin temor a errar que existía o no la voluntad con otra persona de conformar una familia, o por el contrario que nunca pensó conformarla ? Este es el dilema en el que se encuentran nuestros jueces, cuando deben determinar lo ocasional que fue determinada relación para las partes, de tal manera que sea evidente la violación a la singularidad, como debió hacerlo el Tribunal de Medellín en este caso. ¿Será que el tiempo de duración de la relación establece eso ?, si bien es cierto, esto nos da lugar a determinar la estabilidad del vínculo, no puede ser el único elemento que se tenga en cuenta para la formación de la unión marital de hecho, porque el 37 Tribunal Superior de Medellín. Sala 3a de Familia. Sentencia del 24 de Noviembre de 1998. Acta No. 213. Magistrado Ponente : Gloria Eugenia Pareja Velez. legislador solo exigió el requisito temporal para determinar la existencia de la sociedad patrimonial. En el caso del Tribunal Superior de Santafé de Bogotá, si la demandante hubiese iniciado primero las acciones buscando la declaración de la sociedad patrimonial, habría logrado seguramente, su reconocimiento, y a la antigua compañera permanente se le estarían negando todos sus derechos. El Tribunal con esto quiso aplicar el aforismo jurídico según el cual ¿ El primero en el tiempo es mejor en el derecho ?. Podría asumirse una postura más facilista y práctica, cómo sería el considerar, como lo hacen algunos abogados en sus alegatos, que : “...al no existir comunidad de vida permanente y singular, ante la vigencia de relaciones de vida paralelas, NO PUEDE HABLARSE DE UNION MARITAL DE HECHO, sino simplemente de CONCUBINATO”. Lo que deja a las compañeras permanentes, antiguamente sin ningún tipo de distinción llamadas “concubinas”, en la misma situación que tenían antes de la expedición de la ley 54 de 1990. 3.6. SURGIMIENTO DE SOCIEDAD PATRIMONIAL AUNQUE EXISTAN RELACIONES CONCUBINARIAS CON OTRA PERSONA Tribunal Superior de Medellín. Sala de Decisión de Familia. 1. Fecha de Sentencia : 9 de Diciembre de 1998. 2. Magistrado Ponente : Darío Hernán Nanclares Vélez 3. Publicada : N.P. Sentencia No. 1581 La parte demandante solicita que se declare la existencia de la unión marital de hecho, el surgimiento de la sociedad patrimonial y que se disponga la respectiva disolución y liquidación de la misma. El demandado se opone argumentando relaciones sexuales esporádicas En primera instancia se declara la existencia de la unión marital de hecho, el surgimiento de permanentes liquidarla. la sociedad patrimonial, que por encontrarse los compañeros separados definitivamente se considera disuelta, y se procederá a El Tribunal de 2a. instancia realiza las siguientes consideraciones : “La ley 54 de 1990 ...no se refiere al concubinato, sino, entre otros aspectos, a la unión marital de hecho, figura jurídica que es ostensiblemente diferente de las simples relaciones concubinarias desprovistas de caracteristicas que no revelen la intención de los amantes de conformar una familia. Significa lo anterior que el legislador no eliminó los nexos de concúbito. Y no podía hacerlo, porque estos se remiten a hechos o acontecimientos que se derivan de la condición humana, lo cual implica que, eventualmente, una persona pueda tener con otra de diferente sexo una unión marital de hecho, y al mismo tiempo, sostener relaciones concubinarias por fuera de esa unión”. (Las negrillas son ajenas al texto). En este caso los compañeros no convivían todo el tiempo juntos, solo se veían los fines de semana ( de Jueves a Domingo), por razón del lugar de trabajo del compañero ; de la misma manera se probó en el proceso que el Señor mantenía relaciones con una tercera persona, lo que lo inducía a alegar que no existía singularidad, y que por lo tanto no existía unión marital de hecho. Sin embargo, el Tribunal en su pronunciamiento sostuvo : “ ... De las evidencias procesales...se deduce... que existió una unión marital de hecho... ...su convivencia fue estable y permanente, constituyendo una familia, eran vistos y tenidos como esposos, comportamientos que fueron NOTORIOS Y PÚBLICOS, conclusión a la cual no se opone las circunstancias consistentes en que el demandado no residiese permanentemente en el mismo techo, debido a que no lo podía hacer por razones de orden laboral,...donde ejerce su profesión de galeno, ni el hecho de que, durante ese mismo lapso, hubiese sostenido relaciones de concúbito con otra persona, evento que no descarta la singularidad de los nexos maritales entre los aquí contendientes. Las reglas de la sana critica (Art. 187 C.P.C.), permiten presumir y, por lo tanto, declarar judicialmente la existencia de una sociedad patrimonial”. El Tribunal confirma la sentencia de 1a. Instancia.38 Comentarios : Teniendo en cuenta que la unión libre o concubinaria estaba amparada por la jurisprudencia, mediante el reconocimiento de la existencia de una sociedad de hecho, y más aún con el pronunciamiento de la Corte Constitucional - que es de carácter obligatorio para todos los jueces de la República -, en donde se exige reconocer el trabajo doméstico como aporte social (Sentencia No. T- 494 de 1992), y a quien lo realiza debe considerársele como socio industrial, máxime aún si se tiene en cuenta el tratamiento preferencial que tiene en la legislación comercial - en la repartición de utilidades - dicha clase de socio, la posibilidad de que coexista la sociedad patrimonial con el concubinato, no genera mayor diferencia a si se reconoce la coexistencia de sociedades patrimoniales. 38 Tribunal Superior de Medellín. Sala de Decisión de Familia. Sentencia No. 1581 del 9 de Diciembre de 1998. Magistrado Ponente : Darío Hernán Nanclares Vélez 3.7. COMPETENCIA PARA DISOLUCION Y LIQUIDACION DE LA SOCIEDAD PATRIMONIAL 1. Fecha de Sentencia : 22 de Mayo de 1998. 2. Magistrado Ponente : Carlos Esteban Jaramillo 3. Publicada : N.P. Radicación : 7151 La Corte Suprema de Justicia en Sentencia de Mayo 22 de 1998, declara : “...Los procesos cuyo objeto sea la disolución y liquidación de sociedades conyugales, además del correspondiente al domicilio del demandado, es competente el juez del domicilio común anterior de los cónyuges mientras el que demanda lo conserve, precepto este que se encuentra consagrado en el art. 23 num. 4o y aplicable por una evidente razón de analogía a los procesos de disolución y liquidación de sociedades patrimoniales entre compañeros permanentes a los que se refiere en sus artículos 4o. y 7o. la ley 54 de 1990...”39 Comentarios : Esta sentencia es citada con el único fin, de generar certeza sobre la competencia de los jueces para conocer de dichos procesos, ya que lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia no es novedoso, sólo aplica el fuero del domicilio para determinar la competencia de los jueces, conforme lo señala el artículo 23 numeral 4o. del C.P.C, modificado por el artículo 8º del decreto 2272 de 1989. 39 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 22 de Mayo de 1998. Radicación : 7151 Magistrado Ponente : Carlos Esteban Jaramillo La Corporación no ha proferido ningún fallo en relación con la unión marital de hecho, salvo para dirimir los conflictos de competencia que generó. Ya que para estos efectos se considera reciente la ley 54 de 1990, actualmente se encuentran en proyecto varias sentencias, pero hasta el momento la Corte en mención no ha señalado de manera directa la interpretación que dará a los vacíos legislativos. 3.8. ¿ EXISTENCIA DE UNION MARITAL POR LA DECLARACION DE NULIDAD DEL MATRIMONIO ? 1. Fecha de Sentencia : 18 de Mayo de 1998 2. Magistrado Ponente : Jesael Antonio Giraldo Castaño 3. Publicada : N.P. 4. Procedencia : Juzgado 13 de familia de Santafé de Bogotá. 5. Demandante : Consuelo Rivera Arroyave Antecedentes : La señora Rivera presentó demanda ordinaria en contra del Señor Efraín Olivos Bermúdez mediante la cual pretende se que se declare la existencia de la sociedad patrimonial de diciembre de 1990 hasta noviembre de 1994. Las partes contrajeron matrimonio civil en la República de Venezuela en 1989. El matrimonio fue declarado nulo por el Juzgado Segundo de Familia de Santafé de Bogotá, pues los contrayentes tenían vigentes matrimonios por el rito católico en Colombia. Al declararse la nulidad del matrimonio celebrado en Venezuela , no surgió sociedad conyugal por disposición expresa de la ley, dando lugar al surgimiento de la sociedad marital de hecho. El Señor tenía liquidada la sociedad conyugal formada con su primera esposa desde 1989. La señora había hecho la separación de bienes desde 1983. Se intentó tramitar el divorcio ante el Juzgado 15 de Familia pero como el matrimonio fue declarado nulo el divorcio no se pudo decretar. Los compañeros permanentes habían constituido una sociedad comercial de hecho que operó desde 1981 y se tramitaba la declaración de la misma ante el Juzgado Octavo Civil del Circuito. La sociedad patrimonial de hecho se formó a partir de 1990 y perduró hasta noviembre de 1994, fecha en la cual ocurrió la separación física de los compañeros permanentes, a pesar de haber sido autorizada por medio de auto proveniente del Juzgado 15 de familia de Santafé de Bogotá. En 1a. instancia se desestimaron las pretensiones de la demanda. El Tribunal después de realizar un extenso análisis de los requisitos contemplados en la ley 54 de 1990 para el surgimiento de la unión marital de hecho, consideró : “(...) la disposición (legal) exige expresamente, que los compañeros no estén casados. Pareciera que el hecho de estar casados impidiera definitivamente la conformación de la unión marital. Pero no, el artículo 2o., haciendo referencia concreta al impedimento matrimonial, permite que entre personas casadas pueda surgir sociedad patrimonial con las limitaciones que dicha norma establece, esto es, que las respectivas sociedades conyugales se hayan disuelto y liquidado por lo menos un año antes de la iniciación marital. “Si es posible que haya unión entre personas casadas, porque así lo autoriza el literal b) del artículo 2o. de la ley citada, la única interpretación posible de la exigencia imperativa del artículo 1o., es la de que no puedan estar casados entre sí. Y ello es así, porque no pueden coexistir al mismo tiempo, entre los mismos sujetos, por ser excluyentes, un mismo hecho jurídico familiar de constitución de la familia (unión marital) y un negocio jurídico familiar también de constitución de la familia (el matrimonio). El Tribunal menciona la interpretación que el Dr. Pedro Lafont Pianetta en su obra, realiza sobre el tema : “(...) la expresión (sic) “que sin estar casados” se refiere en el texto a “un hombre y una mujer” que forman la unión, (...) son los dos compañeros los que no deben estar casados entre sí. (...) de encontrarse casados entre sí, será este matrimonio el que rija su relación e imposibilite la formación de una relación marital de hecho. “(...) porque con dicha expresión no quiso prohibirse el establecimiento de uniones maritales de hecho entre personas que, a pesar de no estar casados entre sí, en cambio sí se encontraban casados con terceras personas. (...) (Derecho de Familia, Unión Marital de Hecho, Ediciones Librería El Profesional, 1992. Pag. 124) Manifiesta el Tribunal : “(...) el interrogante surge en el caso de que el matrimonio sea inexistente o se declare nulo. La inexistencia no requiere declaración judicial, se presume de pleno derecho, y no genera ningún efecto jurídico, porque no existió negocio jurídico. En tal caso podría pensarse en surgimiento de unión marital de hecho, por la ineficacia total del matrimonio. Pero vistos los casos en que se presentaría la inexistencia matrimonial (matrimonio entre personas del mismo sexo, o sin la presencia de juez o notario, o falta total de consentimiento), no se ve cómo podría transformarse en unión marital, sin que ésta, dados, los requisitos de la unión no devenga también en inexistente. Quedaría sólo el caso de la ausencia de juez o notario. “La nulidad en cambio requiere declaración judicial, pero el matrimonio produce efectos jurídicos hasta su declaración. (...) El artículo 148 del C.C., establece que anulado un matrimonio, cesan desde el mismo día entre los consortes separados los derechos y obligaciones recíprocos que resultan del contrato de matrimonio ; pero si hubo mala fe en alguno de los contrayentes, tendrá éste obligación de indemnizar al otro todos los perjuicios que le haya ocasionado, estimados con juramento”. “En Colombia la declaración de nulidad del matrimonio no tiene efecto retroactivo (ex tunc) sino para el futuro (ex nunc), por esta razón es que produce todos los efectos entre la fecha de su celebración y el de la ejecutoria de la sentencia que decreta la nulidad. “(...) y si el matrimonio resulta anulado, el legislador estableció cuáles son las consecuencias de la declaración de nulidad dependiendo de la causal que resulte probada, señalando expresamente que si es por la preexistencia de un vínculo anterior, no surgirá sociedad conyugal (...) pero obviamente subsistiendo las otras consecuencias patrimoniales como la de indemnizar perjuicios a cargo del cónyuge de mala fe (art. 148 del C.C.) o del que haya actuado con culpa (art. 443 numeral 3º del C de P.C.), así como la legitimación para revocar las donaciones efectuadas por causa de matrimonio (arts. 1842 y 1846 del C.C.) “Si se acepta la tesis del surgimiento de una unión marital en el matrimonio nulo, no se sabría qué hacer con los efectos patrimoniales establecidos por la ley para la nulidad de tales matrimonios porque no podría coexistir con la mencionada sociedad patrimonial, ni el legislador ha establecido que a gusto de los cónyuges éstos puedan acogerse alternativamente a uno u otro sistema. “Tampoco es de recibo el argumento del recurrente en el sentido de que en Colombia el único matrimonio nulo que produce efectos hasta la declaración de nulidad es el putativo, porque el que se ha contraído de mala fe por ambos contrayentes no produce efecto alguno (...)” “(...) En el caso materia de análisis, tenemos que las partes, ambas casadas, contrajeron matrimonio civil en Venezuela, el 10 de noviembre de 1989, el cual fue declarado nulo por el Juzgado Segundo de Familia de esta ciudad (...) la causal que prosperó fue precisamente la de preexistencia de un vínculo anterior válido. “ Los cónyuges liquidaron sus sociedades conyugales así : el Señor Olivos (...) en 1989 y la señora Rivera (...) en 1983. “Los esposos Efraín Olivos y Consuelo Rivera, se separaron definitivamente el día 24 de noviembre de 1994. “ Lo anterior muestra sin duda alguna que cuando se decretó la nulidad del matrimonio hacía varios meses se había terminado la convivencia entre los cónyuges, y la única comunidad de vida idónea para darle nacimiento a una unión marital entre aquellos era la que se iniciara después de destruido el vínculo matrimonial con la sentencia de nulidad. “No son de recibo en nuestro derecho las argumentaciones de la apelante, en el sentido de que la nulidad absoluta del matrimonio, refiriéndose a la nulidad insubsanable, opera de pleno derecho sin necesidad de declaración judicial, porque la ley lo que señala es lo contrario (...) y la doctrina y la jurisprudencia son unánimes en la exigencia de la sentencia judicial, mientras tanto el matrimonio se considera válido (...)” En mérito de lo expuesto el Tribunal resuelve CONFIRMAR la sentencia proferida por el Juzgado Trece de Familia de Santafé de Bogotá.40 Comentarios. El Dr. Alberto G. Spota en su obra “Tratado de Derecho Civil. Tomo II. Derecho de Familia”, señaló : “La declaración o la comprobación de la invalidez del matrimonio resulta de suma gravedad, no sólo en cuanto ella comprende a los cónyuges, cuya unión - si ésta se consumo - va a asumir la condición del concubinato o de la “vinculación libre (...)” 41. 40 Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia. Ref : Ordinario (Unión Marital de Hecho) de Consuelo Rivera Arroyave contra Efraín Olivos Bermúdez. (Apelación sentencia) Magistrado Ponente : Jesael Antonio Giraldo Castaño. 41 Spota, Alberto G. “Tratado de Derecho Civil”. Tomo II. Derecho de Familia, Volumen 1 (11). Ediciones Depalma. Buenos Aires 1962. Pág. 783. Esto podría entenderse de dos maneras : 1) que la relación que mantiene la pareja a partir del momento en que se declara la nulidad del matrimonio lo único que constituye es una unión marital, o 2) que como se retrotraen los efectos por la declaración de la nulidad se debe entender que en el tiempo de convivencia no existió un matrimonio (porque en el caso analizado existían vínculos anteriores vigentes), y que por tanto sólo se dio origen a una relación concubinaria, porque las partes en su condición no podían contraer ningún matrimonio, aunque así lo hubiesen creído. En la sentencia proferida por el Tribunal de Santafé de Bogotá, se estableció conforme a lo señalado por la ley que : “En la declaración de nulidad por la preexistencia de un vínculo anterior, no surge sociedad conyugal (...) pero obviamente subsistiendo las otras consecuencias patrimoniales como la de indemnizar perjuicios a cargo del cónyuge de mala fe”. En el caso en mención no cabe aplicar ninguna consecuencia patrimonial que sea favorable a alguna de las partes, porque de ambos se predica la existencia de un vínculo matrimonial vigente ; por lo tanto puede entenderse que los contrayentes actuaron de mala fe, o por lo menos que de los dos es predicable la culpa. Sobre el aparte de la sentencia que predica : “Si se acepta la tesis del surgimiento de una unión marital en el matrimonio nulo, no se sabría qué hacer con los efectos patrimoniales establecidos por la ley para la nulidad de tales matrimonios porque no podría coexistir con la mencionada sociedad patrimonial, ni el legislador ha establecido que a gusto de los cónyuges éstos puedan acogerse alternativamente a uno u otro sistema”. Considero que no observa el Tribunal la situación concreta del caso que debe resolver, porque de los hechos es claro que no nos encontramos frente a una posible coexistencia de sociedad patrimonial y sociedad conyugal, porque se presume de hecho (es decir que admite prueba en contrario) la separación de bienes del matrimonio celebrado en país extranjero, conforme lo señala el art. 180 del C.C. Inclusive, no existe en el caso concreto la posibilidad de exigir algún efecto patrimonial por la declaración de nulidad del matrimonio ; porque como ya lo observamos las dos partes fueron culpables ; entonces no se puede concluir que las partes escogen libremente cual de los dos sistemas acogerán , porque si sólo se mirara la intención real de las partes tendría que concluirse que ellos desde el principio eligieron el vínculo matrimonial, lo que sucedió es que no cumplieron con los requerimientos contemplados en la ley para que fuese válido. Adicionalmente señalamos que el Tribunal de Santafé de Bogotá ha aceptado en algunas sentencias que si las sociedades conyugales anteriores estaban disueltas y liquidadas y el matrimonio se celebra en un país donde existe régimen de sociedad conyugal puede formarse la sociedad conyugal ; en este caso no tendrían las partes que acudir a ningún otro proceso (que les sea impropio) para que se les reconozcan los efectos patrimoniales de la relación . Ya que el Código Civil en su artículo 1820 num. 4o. establece que no surge la sociedad conyugal cuando respecto de los contrayentes estuviere vigente un vínculo conyugal anterior, pero debe entenderse que lo que busca el mencionado artículo es evitar la coexistencia de sociedades conyugales en concordancia con lo establecido por el derogado artículo 2082 del C.C., y como se puede apreciar en el caso en mención no coexisten las sociedades a título universal, porque la primera ya fue disuelta y liquidada. Por virtud de esta interpretación en nuestro sentir es posible que la sociedad conyugal se hubiese formado, y no constituiría ninguna transgresión a la seguridad jurídica ; porque los efectos patrimoniales del vínculo conyugal anterior ya habían sido jurídicamente resueltos . Los operadores de la justicia no deben olvidar que su misión es aclarar y dirimir el conflicto entre las partes, con observancia de cada caso en concreto, obviamente siempre adheridos a las disposiciones legales, pero nuestro sistema permite que hagan interpretaciones conforme a una sana crítica. No se entiende por qué tienden a generar hipótesis en sus sentencias que no van acordes con los hechos planteados en la demanda, y con base en las posibles hipótesis terminan resolviendo el litigio. Aunque debo manifestar mi asentimiento con la decisión proferida en la sentencia mencionada, ya que no se debe confundir la nulidad del matrimonio con la inexistencia del mismo, en el primer caso se entiende que el matrimonio realmente existió, pero carecía de validez, sin embargo se reconoce legitimación de la prole, el surgimiento de la sociedad patrimonial, inclusive el artículo 151 del C.C. señala : “Art. 151. En la sentencia misma en que se declare la nulidad de un matrimonio, (...) se determinará con toda precisión los derechos que correspondan al cónyuge inocente y a sus hijos, en los bienes del otro consorte, la cuota con que cada cónyuge debe contribuir para la educación y alimentos de los hijos, la restitución de los bienes traídos al matrimonio y se decidirá sobre los demás incidentes que se hayan ventilado por las partes”. Por virtud de este artículo queda claro que el matrimonio efectivamente existió, tanto así que, conforme lo señala el artículo 148 del C.C. “Anulado el matrimonio, cesan desde el mismo día entre los consortes separados, todos los derechos y obligaciones recíprocas que resultan del contrato del matrimonio (...)”, lo que indica que los derechos y obligaciones contraidos por los cónyuges al momento del matrimonio no se retrotraen por la declaración de nulidad, entre otras razones, porque sería físicamente imposible lograrlo. Concluyo que no sería viable por un lado admitir que los hijos procreados en un matrimonio nulo son legítimos, y que cesan los derechos y obligaciones recíprocos de los contrayentes desde el mismo día en que se declara la nulidad del matrimonio, lo que supone que no cesan ni un día antes, y considerar al mismo tiempo que la convivencia de los contrayentes constituye una Unión Marital de Hecho, porque tales ventajas y prerrogativas consagradas por el legislador son aplicables únicamente al vínculo matrimonial aunque sea nulo. A pesar del notable avance que ha tenido la teoría de la unión marital, nadie podría - considerándose medianamente cuerdo - afirmar que los hijos habidos en la relación marital son hijos legítimos, y por tanto sería incongruente el fallo que considere se presentan los efectos del matrimonio nulo, pero la relación que existe entre la pareja es la de los compañeros permanentes, propia de la unión marital de hecho. En el caso analizado, sería posible iniciar otro tipo de procesos tendientes a que se reconozcan los efectos patrimoniales que surgieron entre las partes, como lo serían el de comunidad, sociedad de hecho o enriquecimiento sin causa. Lo conveniente sería admitir el surgimiento de la nueva sociedad conyugal, si el país donde fue celebrado el matrimonio lo permite, y adicionalmente si las sociedades conyugales anteriores se encontraban celebración del nuevo matrimonio. disueltas y liquidadas al momento de la 4. APLICACIÓN DE LA LEY 54 DE 1990 EN EL TIEMPO En este capítulo nos dedicaremos exclusivamente a analizar las diversas teorías que se han planteado sobre la retroactividad, irretroactividad y retrospectividad de la ley 54 de 1990, consideramos de vital importancia el tema, porque de acuerdo al criterio que se acoja se determina su aplicabilidad o no a las relaciones maritales formadas antes de la expedición de la ley. Por ello haremos referencia a la posición asumida por la Corte Constitucional, Corte Suprema de Justicia y la de algunos Tribunales sobre la materia. Como se observará a continuación no existe un criterio unificado, y por ello también nos permitimos realizar nuestro propio análisis. LA LEY 54 DE 1990 ES APLICABLE RETROACTIVAMENTE ? 1. Fecha de Sentencia : Mayo 19 de 1994. 2. Magistrado Ponente : Dr. Jorge Arango Mejía 3. Publicada : Gaceta de la Corte Constitucional, Tomo 5 . Sala Plena. Sentencia C- 239 de 1994. Pag. 199 y ss. 4. Demandante : Manuel G. Salas Santacruz En este capítulo solo se hace referencia a la sentencia C-239 de 1994, en el aparte pertinente a la aplicación de la ley 54 de1990 en el tiempo. El resto de ésta demanda fue analizada en el Capítulo I. La Corte Constitucional se pronuncia sobre la exequibilidad del art. 1º de la ley 54 de 1990: Art. 1º “A partir de la vigencia de la presente ley...”, (Las negrillas son ajenas al texto) y sostiene : “La ley 54 de 1990 sigue el principio general según el cual la ley rige hacia el futuro ; al respecto el art. 9º de la ley comentada dispone que ésta rige a partir de la fecha de su promulgación. ...Por este aspecto no hay un motivo de inconstitucionalidad... La aplicación de la ley citada a relaciones concubinarias consumadas, es decir, nacidas y extinguidas antes de su vigencia, sólo sería posible idealmente, en la medida en que no se vulneraran derechos adquiridos, en razón del principio consagrado en el art. 58 de la Constitución : “Se garantiza la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores”. Ello implicaría darle a la ley un efecto retroactivo, que ella misma no previó, y que está, en general, prohibido en guarda de la seguridad jurídica. Solo el legislador al dictar una ley, puede establecer su carácter retroactivo, pero el juez al momento de aplicarla, no puede desconocer las situaciones jurídicas concretas ya consolidadas”. La misma Sentencia trae a colación lo que había expresado en fallos anteriores en relación con el tema de la retroactividad, y señala : “...La retroactividad por regla general, resulta censurable solo cuando la nueva norma incide sobre los efectos jurídicos ya producidos en virtud de situaciones y actos anteriores, y no por la influencia que pueda tener sobre los derechos en lo que hace a su proyección futura”. (Corte Constitucional, Sentencia C-511 de 1992. Magistrado Ponente : Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz)”. Concluye la providencia diciendo : “(...) aceptando el principio de que la ley se aplica a partir de su vigencia, corresponderá al juez, en cada caso concreto, determinar su aplicación(...) habría que preguntarse si los dos años previstos en el literal a) y b) del artículo segundo, deben contarse solamente dentro de la vigencia de la misma, o pueden comprender el tiempo anterior ?. Pero esto, se repite, es asunto de interpretación de la ley, y por consiguiente de su aplicación, y nada tiene que ver con la exequibilidad. La Corporación en breves palabras sostuvo que en caso de que la interpretación de la ley se hiciera erróneamente, podría el particular acudir nuevamente a la justicia haciendo uso del recurso de casación si fuere el caso por interpretación errónea. Se declaran Exequibles el Art. 1º y el inciso segundo del Art. 7º de la ley 54 de 1990.42 Corte Suprema de Justicia 1. Fecha de Sentencia : Octubre 13 de 1995 2. Magistrado Ponente : Pedro Lafont Pianetta 3. Publicada : Ref : Expediente No. 5755 4. Procedencia : Conflicto de jurisdicción suscitado entre los juzgados Cuarto Promiscuo de Familia y Cuarto Civil del Circuito de Ibagué 5. Demandante : Blanca Alcira Romero Bejarano La Corte Suprema de Justicia resolviendo un conflicto de competencia, conceptuó sobre la aplicación de la ley 54 de 1990 en el tiempo, diciendo : “Si la vigencia de la ley 54 de 1990 se inició conforme a su texto el 28 de Diciembre de 1990, fecha de su publicación, la unión marital de hecho generadora de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes (sic) para que esta ley resulte aplicable, ha de extenderse, por lo menos dos años después, es decir como mínimo a 28 de Diciembre de 1992”, en este caso si el compañero permanente falleció el 14 de Agosto de 1992, la sociedad que pudo surgir entre las partes, “no queda regulada por lo preceptuado en la citada ley 54 de 1990, sino que ha de regirse por la legislación civil común anterior”.43 42 Corte Constitucional. Sala Plena. Sentencia C - 239 de Mayo 19 de 1994. Magistrado Ponente : Dr. Jorge Arango Mejía 43 C.S.J. S.C.C. Referencia : Expediente No. 5755 del 13 de Octubre de 1995 Magistrado Ponente : Pedro Lafont Pianetta Igualmente en reiteradas sentencias el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá ha sostenido la IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY 54 DE 1990, es decir que el plazo bienal consagrado en la disposición legal debe apreciarse desde la vigencia misma de la ley, a partir del 31 de Diciembre de 1990. Argumentando entre otras razones, la prohibición que consagra el art. 2082 del C.C. : “Art. 2082 C.C. “Se prohibe toda sociedad a título universal, sea de bienes presentes y venideros o de unos u otros. Se prohibe así mismo, toda sociedad de ganancias a título universal, excepto entre cónyuges. Podrán con todo, ponerse en sociedades cuantos bienes se quieran especificándolos”.44 En relación al tema el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Medellín, en su Sala de Familia, ha acogido al igual que la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal de Santafé de Bogotá, la teoría de la IRRETROACTIVIDAD de la ley, aplicando en esencia los mismos criterios utilizados por las Corporaciones judiciales anteriormente mencionadas. Comentarios : 44 Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia Acta No. 035 del 12 de Febrero de 1996 Magistrado Ponente : Marina Rojas Maldonado, En igual sentido se pronuncia el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, en sentencia del 30 de Octubre de 1995. Magistrado Ponente : Cesar Julio Valencia Copete. En igual sentido se pronuncia Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, en sentencia del 12 de Noviembre de 1993. Magistrado Ponente : Dora Consuelo Benitez. El Profesor Eduardo García Maynez en su obra, afirma que “las normas legales tienen efecto retroactivo cuando se aplican : 1. A hechos consumados bajo el imperio de una ley anterior 2. A situaciones jurídicas en curso, por lo que toca a los efectos realizados antes de la iniciación de la vigencia de la nueva ley”.45 Si se realiza un análisis no muy detallado, se puede observar que este asunto se refiere al conflicto de leyes en el tiempo, en cuyo caso no estamos haciendo alusión al mismo tema, porque las relaciones entre los antiguos concubinos hoy denominados compañeros permanentes no gozaban de ninguna disposición legal anterior que regulara su situación ; en este caso no existía situación jurídica entre las partes que conformaban la unión libre, pues se trataba de una situación eminentemente fáctica. Por esto no podemos hablar de la aplicación retroactiva de la ley, cuando no existía una disposición normativa anterior que se aplicara ; en este caso, como lo sostuvo en su concepto el Dr. Ramiro Bejarano aprobado por la Resolución 017 de la Academia de Jurisprudencia, se trata de la aplicación de la ley con efecto retrospectivo, ya que no existiendo una legislación anterior aplicable, la nueva ley rige las relaciones que 45 GARCÍA MAYNEZ, Eduardo. “ Introducción al estudio del Derecho”.. Editorial PORRUA, S.A ; México D.F. 1973. se habían consolidado antes de su vigencia, pero en el entendido de que ellas aún existan, o que hayan existido por lo menos un día después de la promulgación de la norma. Entenderlo de otra manera sería considerar que las uniones libres que surgieron con anterioridad a la ley no pueden regirse por ésta (como lo hace la H. Corte Suprema de Justicia y algunos Tribunales), sino desde el momento en que cumplen - a partir de la vigencia de la ley -, los dos años que ella requiere, y sólo para que regule los efectos patrimoniales desde entonces. ¿Qué deben hacer los compañeros permanentes con todo el tiempo anterior, en el que vivieron juntos ?. Existen dos posibles soluciones : 1) Renunciar a todos los bienes adquiridos con anterioridad al cumplimiento de los dos años, desde la vigencia de la ley, o 2) Iniciar dos procesos, el primero solicitando la declaración de la sociedad de hecho, por el tiempo anterior que no cobija la ley 54, - siendo importante aclarar, como ya se dijo anteriormente, que la jurisprudencia cada vez es más exigente en el cumplimiento de los requisitos para que se configure dicha sociedad de hecho. Adicionalmente, la parte demandante debe negar que dicha comunidad surgió por razón de la relación marital y debe demostrar que solo existía un interés económico, situación probatoriamente demostrable, pero en esencia irreal ; el segundo proceso, consistiría en solicitar la declaración de existencia de la sociedad patrimonial, y su posterior disolución y liquidación por el tiempo en el que es aplicable la ley 54 de 1990. Esta interpretación implica iniciar dos procesos ordinarios, que contengan las mismas partes y con igual finalidad : “el reconocimiento de una comunidad de bienes”. No se necesita hacer un gran análisis jurídico para concluir que se están violando los principios de economía procesal y la eficaz y oportuna distribución de justicia, generando con esto una mayor congestión judicial. Sobre el tema, el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Buga aplica efectos legales de la ley 54 de 1990 a uniones anteriores a 1990. Este Tribunal acogiendo el concepto presentado por el Dr. Ramiro Bejarano Guzman, consideró que : “la ley puede tener efecto RETROSPECTIVO, en virtud del cual la ley sin violar derechos adquiridos, tiene en cuenta situaciones anteriores a su vigencia para conferir derechos por razón de la misma. Esa es la situación que se presenta en relación con uniones maritales de hecho que vino a encontrar conformadas e iniciadas la ley 54 de 1990 al momento de entrar en vigencia, la que por tanto se aplica a las mismas, siempre que se reúnan los requisitos en ella previstos y además que hayan perdurado después del 31 de Diciembre de 1990, fecha de promulgación de la ley. Es decir, en lo tocante a si las uniones maritales de hecho que estaban ya iniciadas al momento en el que entró a regir la ley se puede formar entre compañeros permanentes, la sociedad patrimonial, responde - el Tribunal - afirmativamente dado que la ley tiene efectos retrospectivos”. Según lo explica la Corporación en comento, la tesis expuesta es la que mejor se acomoda a los lineamientos de la Carta Política, pues la teoría contraria, la que predica que la ley únicamente se aplica a las uniones maritales de hecho nacidas a partir del 31 de Diciembre de 1990, tiene un gran problema y es que ; “conduce a sostener que en vigencia de una normatividad supralegal de tan relevante contenido social como la que nos rige, y a las puertas del siglo XXI, aquellos compañeros permanentes con diez, veinte y hasta treinta años de convivencia, deben continuar soportando la injusta y discriminatoria situación patrimonial en la que se encontraban antes de la expedición de la ley, y con la cual se pretendió ponerle fin a aquel estado de inequidad”.46 46 Revista “ Ambito Jurídico”. Editorial Legis, Bogotá, 20 de Julio al 2 de Agosto de 1998. pag.13 Tribunal Superior de Distrito Judicial de Buga. Sala de Familia. Sentencia No. 01012 del 25 de Septiembre de 1996. Magistrado Ponente : Felipe Francisco Borda Caicedo El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca, haciendo el análisis sobre el tema, menciona las diversas corrientes doctrinarias que existen sobre la aplicación de la ley, y acoge por dar cumplimiento a la Ratio Legis de la norma, la que considera que la ley 54 de 1990 regula no solo las uniones maritales de hecho que se formen con posterioridad a la misma, sino también a las que existan al momento de entrar en vigencia la norma, porque el legislador pretendió colocar según palabras textuales de la Corporación en : “situación regular a las miles de parejas concubinarias existentes al momento, permitiendo que entre ellas existiera una sociedad patrimonial que pudiera disolverse y liquidarse dando a cada cual lo que le corresponde”. Sobre la interpretación que se debe dar al art. 1º de la ley 54 de 1990 que consagra : “Art. 1º. A partir de la vigencia de la presente ley y para todos los efectos civiles, se denomina Unión Marital de Hecho...”. Manifestó el Tribunal en mención que ; “no se quiso significar que solo se formaría sociedad patrimonial en las uniones que surgieran con posterioridad a la entrada en vigor de la ley, pues lo que allí se reguló fue simplemente la manera en que deben denominarse esas relaciones”. Sobre el principio general según el cual la ley rige hacia el futuro, consideró la Corporación importante destacar que también puede tener un efecto retrospectivo, en virtud del cual la ley sin violar derechos adquiridos, tiene en cuenta situaciones anteriores a su vigencia para conferir derechos por razón de la misma. Y ésta sería la situación que se presenta con las uniones maritales que se encontraban formadas e iniciadas al momento de entrar en vigencia la ley. Sería por tanto aplicable a ellas, siempre que se cumplieran con los requisitos contenidos en la misma, y que hubieran perdurado después de la fecha de promulgación de la ley. En concordancia con lo anterior el Tribunal considera que los dos años a los que se refiere la disposición legal, no deben contarse a partir de la vigencia de la ley, y que bastaría con que la unión se mantuviera durante un día más, desde que la ley fue promulgada y entró en vigencia, para que les fuera aplicable. Así mismo señala : “ A su vez el art. 18 de la ley 153 de 1887 dice : “las leyes que por motivos de moralidad, salubridad o utilidad pública restrinjan derechos amparados por la ley anterior, tienen efectos generales e inmediatos”. La Sala estima que la aplicación de la ley antes que ser retroactiva es “de aplicación inmediata toda vez que ella esta regulando asuntos de familia que por su propia naturaleza son de orden público y en tal virtud su aplicación no puede quedar subordinada a plazos o condiciones sin (sic) los cuales sería inocua su aplicación” 47 47 MINISTERIO DE JUSTICIA Y DEL DERECHO “ La Conciliación en el Derecho de Familia”. República de Colombia -, Santafé de Bogotá, D.C. enero de 1996. Pag. 123. 2a. Unidad Jurisprudencia. Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca. Sala de Familia. Sentencia del 19 de Agosto de 1994. Magistrado Ponente : Jose Malagón Páez Comentarios : En virtud de la aplicación de justicia es, en mi sentir, la posición que adoptan los Tribunales de Buga y de Cundinamarca utilizando el concepto del Dr. Ramiro Bejarano, quienes protegen los principios consagrados en la Carta Fundamental. El Dr. Manuel Ardila Vásquez, magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, en el Compendio de la Conferencia que dictó con ocasión del Simposio sobre Derecho de Familia en Paipa (Boyacá), denominado “Algunos Escolios sobre la ley 54 de 1990”, habló sobre la retrospectividad de la ley, y para desarrollar el tema expuso la situación de los hijos naturales nacidos antes de la expedición de la ley 45 de 1936, que promueve la investigación judicial de la paternidad. Sostuvo que aunque siempre se ha considerado que la ley no puede ser retroactiva sin la voluntad expresa del legislador, en este caso la H. Corte Suprema de Justicia replicó : “A la ley 45 no se le ha hecho producir un efecto retroactivo, porque en los casos en que se ha reconocido acción a los hijos extramatrimoniales anteriores a la ley, no se ha violado ningún derecho adquirido, circunstancia que caracteriza el efecto retroactivo. Lo que se ha producido es un efecto retrospectivo”.48 48 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Gaceta Judicial No. LXXXIV tomada del texto “Algunos Escolios sobre la ley 54 de 1990”. Compendio de la Conferencia dictada por el Dr. Manuel Ardila Vásquez con ocasión del Simposio sobre Derecho de Familia en Paipa (Boyacá). Continuando con su exposición el Dr. Ardila sostuvo : “muchas leyes particularmente las que tocan temas de orden público y se encaminan a remediar injusticias sociales existentes, se dictan no sólo evitando que tales injusticias se produzcan en el futuro, sino que se eliminen las ya producidas, es decir que su aplicación comprenda las nuevas situaciones y las anteriores, en cuanto, respecto de éstas, no se viole ningún derecho adquirido”. Se debe resaltar que las relaciones concubinarias que ya habían terminado cuando fue expedida la ley 54 de 1990, o las que ya habían sido resueltas por orden judicial, antes de la expedición de la ley, inclusive los procesos que se encontraban en curso, no deben regirse por esta nueva disposición, porque ella no tiene carácter retroactivo. Nuestro esfuerzo se encuentra encaminado a lograr una reivindicación total para las parejas que viven en uniones maritales que aún se encuentran vigentes, pero que se iniciaron con anterioridad a la expedición de la ley, para que se les reconozcan judicialmente desde el momento de su formación, las prerrogativas y derechos que el legislador después de muchos años de lucha política, les quiso reconocer con la expedición de la ley 54 de 1990. 5. COMENTARIOS GENERALES A LA LEY 54 DE 1990 5.1. DE LA SEPARACION FISICA Y DEFINITIVA La jurisdicción no ha realizado ningún análisis sobre el significado de la “separación física y definitiva” de los compañeros, contemplada en el art. 8º de la ley 54 de 1990, para señalar el término de prescripción de las acciones con el fin de solicitar la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial. No queda entonces claro cómo se guarda la seguridad jurídica, en el evento en que alguno de los compañeros permanentes deba por razón del trabajo abandonar el lugar de residencia familiar - caso en el que se daría la separación física - y que con el paso del tiempo establezca otra relación marital con una tercera persona, de tal manera que con el transcurso de otro tiempo más, se considere por voluntad de los primeros compañeros “definitiva” la separación. En este caso, ¿ A partir de cuándo se cuenta el año ? ¿ Desde la separación física o desde que lo consideraron definitiva ?. Aunque la jurisprudencia expresamente no ha tratado el tema se puede inferir de algunas de las sentencias que se tiene en cuenta no el tiempo efectivo de la separación, sino el momento en el que las partes (compañeros permanentes) lo consideraron definitivo ; y es que admitir otra interpretación haría mas precaria aún la situación de los compañeros quienes cuentan por disposición legal con un término de prescripción de las acciones arbitrariamente breve, si se compara con el régimen de los cónyuges. Adicionalmente a nadie se le puede sancionar con la aplicación de la prescripción si ni los compañeros habían determinado la ruptura de la relación. Observando un poco la intención del legislador se puede determinar que no buscaba desconocer los derechos a quienes por fuerza y para mantener la familia se vean obligados a separarse de ella, no se entendería cómo entonces desde el momento en que deben abandonarla, le corra el término de prescripción para solicitar la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial, máxime aún si en este tiempo es que se acrecentará el capital social por el trabajo que el compañero desempeñe en otro lugar. 5.2. DE LA SINGULARIDAD Como requisitos contemplados en la ley para la formación de la sociedad patrimonial de hecho se encuentra el de la singularidad, referido al número de uniones maritales. La exigencia según el Dr. Manuel Ardila Velásquez : “es que no haya en ninguno de los compañeros permanentes más uniones maritales que la que los ata”. “Mediante tal requisito ... se procura la fidelidad de los compañeros permanentes, no toda infidelidad es óbice para la configuración de la unión marital...es indispensable fijar la vista en la característica de la simultaneidad. Porque si las relaciones son sucesivas, bien pueden configurarse una tras otra,...sin que se repelen recíprocamente”. Considera el ponente que este requisito puede llegar a ser injusto, pues fácilmente en él halla escondite la inmoralidad, en la medida en que a un compañero inescrupuloso le bastaría, para arruinar la unión marital en desmedro del otro, establecer una nueva relación con un tercero real o fingidamente ; en tal caso el sancionado realmente no sería el compañero culpable, sino el inocente.49 La Corte Suprema de Justicia al igual que los Tribunales, desconocen la posibilidad de la Coexistencia de Sociedades patrimoniales ; sin embargo y a pesar de que la legislación actual no lo prevé, no nos podemos sustraer de la realidad, y fácticamente es una situación posible que nuestros jueces obligados por la Constitución y las leyes a aplicar justicia no pueden desconocer. 49 ARDILA VÁSQUEZ, Manuel . “Algunos Escolios sobre la ley 54 de 1990”. Compendio de la Conferencia dictada con ocasión del Simposio sobre Derecho de Familia en Paipa (Boyacá). Ob. Cit. El Dr. Ardila Vásquez en su intervención critica la ley, al considerar que, así como se disuelve la sociedad patrimonial por el matrimonio de uno de los compañeros con un tercero, se debió generar la misma consecuencia jurídica cuando se forma paralelamente una nueva relación de unión marital ; sin embargo no tuvo en cuenta la importancia que tiene el conocimiento de la antigua compañera sobre el surgimiento de la nueva relación ; y aún más, el conocimiento de la nueva compañera sobre la existencia de la antigua. Pues sería injusto someterlas a unas consecuencias jurídicas producidas por una situación que desconocen ; que les es ajena, ya que esto generaría inseguridades jurídicas, y al considerar que ninguna de las relaciones maritales es válida el único que saldría beneficiado sería el compañero que dio origen a la invalidez, en cuyo caso no tendría que responder por ninguna. Sobre el tema el Dr. Chacón Quintero en su obra menciona el Código de Familia de Cuba del año de 1975, que en su artículo 18 precisa : “La existencia de la unión matrimonial entre un hombre y una mujer con aptitud legal para contraerla y que reúna los requisitos de singularidad y estabilidad surtirá todos los efectos propios de matrimonio formalizado legalmente cuando fuere reconocido por el Tribunal competente...” El Dr. Chacón, refiriéndose a la regulación Cubana sobre el tema manifiesta : “La singularidad no se predica de ambos, simultáneamente, sino de cada uno en particular, pues el inciso 2º del mismo artículo, advierte que si uno de los dos tenia vínculo matrimonial (unión formal) anterior, el matrimonio (informal) reconocido por la jurisdicción, surte efectos respecto del otro que haya actuado de buena fe y de los hijos habidos de tal unión”. 50 Esta disposición legal no obstante proteger a la parte que actúa de buena fe y de quien no se puede predicar el incumplimiento de una de las obligaciones de la unión, como lo es la singularidad, debe generar profundos traumas en la práctica, ¿Como hablar del surgimiento de una relación que incumbe a dos partes, pero que solo generará efectos frente a una ? De manera directa o indirecta genera efectos de carácter económico, jurídico y familiar que incumben y afectan a los dos integrantes de la relación. 50 CHACON QUINTERO Elias Alberto. “ La Unión Estable de Hecho”. Ob. Cit. Pag. 134 5.3. POR EL MATRIMONIO POSTERIOR DE LOS COMPAÑEROS PERMANENTES PUEDEN COEXISTIR LA SOCIEDAD PATRIMONIAL Y LA SOCIEDAD CONYUGAL ? Si bien es cierto que para el surgimiento de la unión marital de hecho es necesario que los compañeros permanentes no se encuentren casados entre si, ¿Qué sucede cuando han sido primero compañeros permanentes y posteriormente se casan ?. Podríamos pensar que coexisten la sociedad patrimonial y la sociedad conyugal, y que el término de prescripción para solicitar la disolución y liquidación de tal sociedad - que es de un año, según el art. 8º de la ley 54 de 1990 - en este caso no se aplica, en la medida en que los compañeros no se han separado ni físicamente, ni definitivamente. Inclusive el legislador consagra : “Art. 8º : Las acciones para obtener la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes prescriben en un año a partir .... del matrimonio con terceros...”(Las negrillas son ajenas al texto). Tampoco se podría pensar que el matrimonio entre los ex - compañeros (actuales esposos), genera la disolución de la sociedad patrimonial, porque el legislador no contempló este caso como una de las causales para darla por disuelta, conforme lo señala el art. 5º de la citada ley : “Art. 5 º : La sociedad patrimonial entre compañeros permanentes se disuelve : a. (...) b. Por el matrimonio de uno o ambos compañeros permanentes con persona distinta de quienes forman la sociedad patrimonial”. (Las negrillas son ajenas al texto) Se podría por tanto concluir que pueden coexistir las dos instituciones jurídicas, porque no existe una disposición normativa que contemple lo contrario. Pero debemos realizar una observación importante ; si bien coexisten las dos sociedades ello no implica que se acrecienten simultáneamente, porque al surgir la sociedad conyugal, la sociedad patrimonial se debe entender congelada. Corresponderá a nuestros jueces interpretar la norma y dar solución a este conflicto. 5.4. DE LA NOTORIEDAD Y PUBLICIDAD Debe considerarse la notoriedad y publicidad de las relaciones maritales de hecho como elemento constitutivo de este tipo de vínculos ? Aunque no se menciona este tema en la Constitución, cuando se habla del origen de la familia y las condiciones en las que puede surgir, ni tampoco regula la materia el legislador en la ley 54 de 1990, salvo para decir que, cualquier medio de prueba es válido para acreditar la existencia de la unión. Debe entenderse que la notoriedad constituye un elemento indispensable de carácter probatorio para acreditar la existencia de este tipo de relaciones, ya que como pilar del derecho probatorio se establece : !Tanto vale no tener el derecho como no poderlo probar !, por esto los jueces terminan declarando la existencia de la unión marital de hecho, por el trato de marido y mujer que se daban las partes, ante los terceros ; termina siendo ésta la manera más utilizada para demostrar la intención volitiva de los compañeros de conformar una familia, ya que las simples relaciones sexuales que se lleven a cabo clandestinamente pero de manera frecuente, no son reconocidas como originadoras de la unión antes mencionada. Si un compañero al interior de la relación manifiesta su intención de conformar la familia, pero so pretexto de evitar el escarnio público no lo hace evidente ante terceros, dicha relación no está llamada a prosperar como unión marital de hecho ante los jueces de la República, salvo que decidiera el compañero demandado reconocer la intención de conformar la familia. Considero entonces que sí constituye un elemento característico, que si bien no es necesario para que exista la conformación de la familia ; el hecho de que sea notoria o pública ante terceros (la intención de constituirla) es inminente, ya que en la práctica no se puede reconocer de otra manera, y por la protección a la seguridad jurídica, no podría consentirse que con la sola declaración de una de las partes, bastara para darlo por cierto. 5.5. CONTRADICCION O ERRONEA INTERPRETACION DEL ARTÍCULO 2º Y LOS LITERALES C) Y D) DEL ARTÍCULO 5º. “Art. 2º. Se presume sociedad patrimonial entre compañeros permanentes y hay lugar a declararla judicialmente en cualquiera de los siguientes casos : a) (....) b) (....) “Art. 5º. La sociedad patrimonial entre compañeros permanentes se disuelve : a) (....) b) (....) c) Por mutuo consentimiento de los compañeros permanentes elevado a escritura pública, y, d) Por sentencia judicial”. En la práctica, se ha entendido que se requiere sine qua non y para todos los casos la declaración judicial de la sociedad patrimonial previa, para solicitar la disolución y liquidación de la misma por escritura pública. Dicha sentencia judicial previa, sólo seria necesaria si existiera conflicto entre las partes, para que sea un juez de la República quién dirima la controversia, pero va en contra de la economía procesal someter a los compañeros al proceso ordinario declarativo de sociedad patrimonial, cuando existe la certeza para las partes de que ella existe. Lo único que genera esta interpretación es que los compañeros que se encuentran de acuerdo en resolver su situación patrimonial, lo hagan por sí mismos, es decir, acuden a la aplicación de justicia por mano propia, ya que el aparato judicial además de resultarles costoso, - por los escasos bienes con los que generalmente cuentan -, no les resuelve su estado con la prontitud por ellos requerida, de tal manera que ellos mismos son sus jueces, y legalizan por las vías de hecho su situación, permitiendo el Estado (por su papel pasivo) que la parte más ignorante de la relación marital se encuentre en desventaja frente a su compañero ; esta situación con la presencia de un notario igualmente puede suceder, pero las partes conocerán a ciencia cierta cuáles serían los bienes que les corresponderían por derecho, aunque terminen renunciando a ellos. Seria conveniente someter las uniones maritales de hecho a registro obligatorio y con base en él, solicitar ante el notario competente la disolución y liquidación de la misma. La frase “...y hay lugar a declararla judicialmente”, debería interpretarse no como requisito ad sustanciam actus de la existencia de la sociedad patrimonial, sino como “ante la falta de acuerdo entre las partes” habrá lugar a declararla por sentencia judicial. Este sería el espíritu de la ley, cuando permite que la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial se haga por mutuo acuerdo de las partes elevado a escritura pública, o por sentencia judicial. De tal manera que los compañeros permanentes puedan acudir ante los centros de conciliación o ante la notaría correspondiente para solicitar la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial, al igual que les es permitido a los cónyuges para la separación de bienes o para la separación de cuerpos. Inclusive, si fuese inadmisible la teoría que se expuso anteriormente, sería entonces importante establecer un trámite acorde a la situación que desean resolver las partes, pues se les obliga a llevar a cabo un proceso eminentemente contencioso, cuando en el fondo puede no existir ninguna contención, como en el caso del mutuo acuerdo. Debía por tanto permitírseles acudir ante el juez competente, pero mediante un proceso de jurisdicción voluntaria, como ya se expuso en el primer capítulo de esta obra. 5.6. PROCEDENCIA DE LAS MEDIDAS CAUTELARES, EN EL PROCESO DECLARATIVO DE UNIÓN MARITAL DE HECHO. No existe un criterio unificado sobre el tema. El Código de Procedimiento Civil reza en su artículo 690 : “Art. 690. Medidas Cautelares en procesos ordinarios. En el proceso ordinario se aplicarán las reglas que a continuación se indican : 1. En el auto admisorio de la demanda que verse sobre dominio u otro derecho real principal , en bienes muebles o inmuebles , directamente o como consecuencia de una pretensión distinta o en subsidio de otra, o sobre una universalidad de bienes, de hecho o de derecho (...) (Las negrillas son ajenas al texto). Sobre el tema el Dr. Jesael Giraldo (Magistrado de la Sala de Familia del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá), en el artículo “Unión Marital de Hecho y la Sociedad Patrimonial entre Compañeros Permanentes” publicado en la revista “Nueva Época” manifestó: “Como para el reconocimiento de existencia de la unión marital y de la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes debe tramitarse un proceso ordinario, proceden las medidas cautelares del artículo 690 del C.P.C., inscripción de la demanda de bienes sujetos a registro y secuestro de bienes muebles, no tanto porque recaigan sobre un derecho real, sino porque recaen sobre una universalidad jurídica. Y declarada la existencia de la sociedad patrimonial proceden las medidas cautelares del artículo 691 ejusdem, porque ya hay certeza de la existencia del derecho”. (Las negrillas son ajenas al texto).51 51 GIRALDO CASTAÑO, Jesael Antonio. “Unión Marital de Hecho y la Sociedad Patrimonial entre Compañeros Permanentes”. Revista Nueva Época. Pag. 13 y ss. El Tribunal de Santafé de Bogotá - Sala de Familia, decidiendo sobre el recurso de apelación contra un auto proferido por el juzgado 19 de familia expone de manera clara su posición frente a la materia. 1. Fecha de Auto : 23 de marzo de 1999 2. Magistrado Ponente : Jesael A. Giraldo Castaño 3. Procedencia : Juzgado 19 de Familia 4. Demandante : Martha Esperanza Vera Cruz. En el proceso ordinario promovido por la señora Vera contra Diego R. Rodríguez, se solicitó la declaración de la unión marital y en consecuencia de la sociedad patrimonial entre las partes. La actora solicitó el decreto de medidas cautelares (secuestro de mejoras y de bienes muebles, al igual que el embargo y secuestro de las sumas de dinero depositados en los bancos). Las medidas fueron denegadas por el a quo, al considerarlas improcedentes. El Tribunal revocó parcialmente la sentencia al analizar minuciosamente el art. 690 del C.P.C - anteriormente transcrito -, y considerar : “(...) la universalidad jurídica o de derecho, es un conjunto de derechos, una masa de derechos y obligaciones, que forman una unidad. Esto ocurre con las sociedades disueltas ; tanto con las sociedades de derecho como con la conyugal y las de hecho. Al disolverse, su patrimonio se constituye una universalidad jurídica, que debe liquidarse para entregarle a los socios, lo que por ley les corresponde en forma concreta. A semejanza de lo que acontece en la sociedad conyugal, disuelta la sociedad patrimonial entre compañeros permanentes surge una masa común, distinta a los bienes propios de los compañeros, que componen una universalidad jurídica, y que debe liquidarse”. Argumentó el Tribunal que como la pretensión versa sobre una universalidad jurídica y como se realiza a través del proceso ordinario, las medidas cautelares son viables y procedentes. Así mismo aclara la Corporación : “(...) la inscripción o el secuestro de bienes muebles que se decretan en este tipo de procesos no ponen los bienes fuera del comercio, pero en caso de ser enajenados después de la inscripción, tienen la virtud de convertir a los adquirentes en causahabientes del enajenante, a quienes por consiguiente se hacen extensivos los efectos jurídicos de la sentencia(...) (...) como la medida es cautelar, decretada la cancelación del registro cobran eficacia de pleno derecho las inscripciones de las enajenaciones realizadas”. Se resalta en la sentencia que el artículo 690 del C.P.C. no prevé la medida cautelar de embargo, sino la de secuestro, por lo tanto sólo concede esta. Comentarios En efecto, la sociedad patrimonial constituye una universalidad jurídica al igual que la sociedad conyugal. La diferencia radica en que el proceso declarativo de la sociedad patrimonial recae sobre un derecho en principio incierto y discutido, como lo es la misma Unión Marital que le dio origen. Es por ello frecuente la demanda temeraria que presenta uno de los compañeros contra el otro, a sabiendas de que no existió tal relación marital con el cumplimiento de los requisitos exigidos por la ley, causando de esta manera perjuicios irremediables al compañero, por encontrarse impedido para disponer de sus bienes, hasta tanto no se resuelva el proceso. Sin embargo, este tipo de medidas tienden a proteger la situación económica de los compañeros que terminan el proceso en el que se declara la existencia de unión marital y la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial, pero no encuentran ningún bien para distribuir, porque todos han sido ocultados o distraídos por su antiguo compañero de mala fe. Con la procedencia de las medidas cautelares se asegura el cumplimiento de las decisiones del juez, y aunque según lo señala el Dr. Giraldo Castaño el Tribunal de Bogotá, en su sala de familia ha sido duramente criticado por permitir la procedencia de las mencionadas medidas en este proceso, su función como juez de la República es evitar a toda costa la inoficiosidad de la sentencia que profiere, salvaguardando la universalidad jurídica que posteriormente decidirá si realmente existió o no. CONCLUSIONES A través de la investigación realizada esperamos haber cumplido nuestra misión y dejar planteadas al lector varias inquietudes en relación con la unión marital de hecho. No pretendimos en ningún momento dar una respuesta a tantas lagunas mentales que se generan por una ley que pecó por ser imprecisa, corta y llena de vacíos ; no queremos desconocer con esto el gran aporte social que realizó, pero es el momento de aceptar que debe ser reformada y adaptarse más a la realidad colombiana . Tampoco es nuestra intención repetir cada uno de los temas tratados a lo largo del trabajo, pero hay algunos aspectos generales sobre los cuales se considera necesario hacer cierto énfasis, de tal manera que los principios consignados en cada uno de los comentarios se encuentren aquí plasmados. 1. No se le ha dado a la Unión Marital de Hecho la importancia que exige ; existen aún muchos prejuicios y aprehensiones sobre la materia ; y si tenemos en cuenta que próximos al siglo XXI este tipo de relaciones aumentan cada día más, no podemos conformarnos con creer que sólo cuando estén en juego intereses económicos realmente grandes valdrá la pena ocuparnos de este tipo de vínculos. Se hace indispensable promover una reforma legislativa que supere las carencias que nos deja esta ley ; que genera inconformismo en aquellos que deben someterse a su regulación y, lo que es peor, en aquellos que conforme a la justicia tienen más derechos que cualquier otro por cumplir en extremo con los requisitos por el legislador contemplados, pero que deben someterse a otros procesos por no resultarles aplicable, según la jurisprudencia, esta regulación. 2. Todos los artículos de la ley 54 de 1990 que han sido demandados ante la Corte Constitucional han sido declarados exequibles, inclusive las que consagran de manera abrupta un trato discriminatorio a la relación marital, como es el caso de la demanda al artículo 8o. de la ley en mención. Considero pertinente aclarar que la Corte Constitucional ha manifestado en reiteradas sentencias su profundo afán por proteger a los miembros de la unión marital, lo que ha sucedido con la mayoría de demandas analizadas es que los actores pretenden que esta Corporación por vía de inconstitucionalidad llene los vacíos que el legislador dejó, y es claro que esta no es la función que le fue asignada, de manera que se equivoca el particular en solicitar reformas que solo el congreso a través de su función legislativa puede hacer. 3. La citada ley no reguló las relaciones personales entre los compañeros permanentes, por ello sólo se encuentran protegidas por la buena fe, pues aunque se señale que existen obligaciones naturales entre los compañeros v.gr. los de alimentos éstas carecen de coercibilidad y por tanto se pone en duda su eficacia en la protección a la familia ; entendiendo que ella surge aunque no se hayan procreado los hijos. 4. En relación con la sociedad patrimonial existe unanimidad jurisprudencial hasta el momento, en declarar que es improcedente la coexistencia de sociedades patrimoniales. Sin embargo se ha venido admitiendo, porque la realidad así lo exigió, la coexistencia de uniones maritales o de unión marital y concubinato con tercera persona, lo que en otros términos significa que la familia extramatrimonial siempre estará sometida a que el incumplimiento de uno de los compañeros de lugar a la pérdida de los derechos en el otro, sin importar de quién es la culpa ni quién debe beneficiarse con ella, porque en algún momento se pretende que la ley esté primero que la misma realidad, negando el “poder normativo de lo fáctico”. No pretendo un juez que viole la normatividad y que arbitrariamente imponga derechos, creo que todos anhelamos al jurista que no solo conoce las normas sino también al pueblo al cual se les aplica, al igual que un legislador que no limite la realidad a su imaginación, y que legisle dictando unos parámetros, unas reglas de interpretación absolutamente claras, de tal manera que el juez las pueda aplicar a la realidad de los hechos. 5. Algunos temas que claman ser aclarados por el legislador, son : • En la sustitución pensional se podría pensar en otorgar a cada una de las compañeras o del cónyuge supérstite una porción de la misma, en proporción a la ayuda económica que recibían del causante ; • La ley debe permitir que los compañeros permanentes estando de mutuo acuerdo puedan acudir ante los notarios directamente para la solicitar la disolución y liquidación de la sociedad patrimonial ; o por lo menos que se les permita acudir ante el juez por medio de un proceso de jurisdicción voluntaria. • El requisito de singularidad no debe interpretarse siempre en contra de aquel que ha cumplido. 6. Sobre la aplicación de la ley 54 de 1990 en el tiempo concluimos que, en aras de proteger la finalidad perseguida por el legislador con la expedición de la ley como lo es el “garantizar y reivindicar los derechos de los compañeros permanentes” ; por tanto se le debe aplicar a esta disposición legal el carácter “retrospectivo”, no retroactivo, porque no existía una legislación anterior que otorgara derechos adquiridos que sean vulnerados por la citada ley. La enumeración de los temas que presentan vacíos podría ser tan infinita, como lo es la cotidianeidad misma. El tema de mayor desarrollo jurisprudencial y el más acorde a la realidad de los hechos es el relacionado con la responsabilidad civil extracontractual, en donde no se determina primero cual es el vínculo que existe entre las partes para esclarecer la existencia del perjuicio, basta demostrar unos presupuestos para que surja el derecho ; porque el vínculo jurídico que exista entre las partes no es lo que verdaderamente determina la gravedad del daño sufrido u ocasionado. Finalizo esta obra evocando a nuestro jueces lo señalado por el gran maestro Spota, quién les recuerda el papel fundamental que desempeñan en nuestra sociedad : La jurisprudencia es el medio principal por el cual el derecho va armonizándose con las exigencias de la vida jurídica, o sea, con las necesidades éticas, sociales y económicas prevalecientes y debe buscar armonizar la certeza y estabilidad de la norma con la fluyente y variable que en su eterno devenir nos presenta la vida del derecho. La jurisprudencia es la fuente principal del derecho, evitando su cristalización, lo que constituye la prueba de cómo ya no procede la omnipotencia legislativa para permanecer indiferente o impasible frente a una norma que se separa de la idea de la mayor humanización del derecho.52 52 SPOTA, Alberto G. “EL JUEZ, EL ABOGADO Y LA FORMACIÓN DEL DERECHO A TRAVÉS DE LA JURISPRUDENCIA”. Ediciones Depalma. Buenos Aires 1976. BIBLIOGRAFIA 1. D'AGUANNO, José. " LA GENESIS Y LA EVOLUCION DEL DERECHO CIVIL'. Madrid LA ESPAÑA MODERNA. Pag. 240. 2. Mac Iver R.M. & Page Charles H. "SOCIOLOGIA". Editorial TECNOS, Madrid, 1969. Pag. 247. 3. SPOTA, Alberto G. "TRATADO DE DERECHO CIVIL" Tomo 11. Derecho de Familia. Volumen 1. Ediciones Depalma, Buenos Aires. 1962. Pag. 14 y ss. 4. COPETE LIZARRALDE, Alvaro. "LECCIONES DE DERECHO CONSTITUCIONAL". Ediciones LERNER. Pag. 91 5. LOPEZ DE MESA, Luis. "Opiniones Constitucionales". Imprenta Nacional. Bogotá - Colombia, pag. 298. 6. CORTE CONSTITUCIONAL. Sala Plena. Sentencia No. C - 174 de Abril 29 de 1996. Magistrado Ponente: Jorge Arango Mejía Aclaración de Voto: Eduardo Cifuentes Muñoz, Carlos Gaviria Díaz, José Gregorio Hernandez Galindo, Alejandro Martínez Caballero. 7. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia No. C - 068 del 9 de Febrero de 1999. Magistrado Ponente : Alfredo Beltrán Sierra. 8. LAFONT PIANETTA, Pedro. “Derecho de Familia - Unión Marital de Hecho”. Ediciones librería del profesional, Segunda Edición - Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Pag, 162 y ss. 9. CORTE CONSTITUCIONAL, Sala Plena. Sentencia No. C - 098 de Marzo 7 de 1996. Magistrado Ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz. Aclaración de Voto: Eduardo Cifuentes Muñoz - Vladimiro Naranjo M. Salvamento Parcial de Voto: Jose Gregorio Hernandez G. 10. UNESCO. “El Derecho de Ser Hombre”. Ediciones Sígueme.. Colsubsidio. 1973 11. CORTE CONSTITUCIONAL. Sala Plena. Sentencia No. C - 114 de Marzo 21 de 1996 Magistrado Ponente: Jorge Arango Mejía Salvamento de Voto : Jose Gregorio Hernandez. Salvamento de voto: Eduardo Cifuentes Muñoz 12. CORTE CONSTITUCIONAL. Sala Plena. Sentencia No. 014 de Febrero 4 de 1998. Magistrado Ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz 13. CARRIONI, Elizabeth ; CHIRIVI, Jose Luis ; MARTÍNEZ, Diana P. ; "VALORIZACIONES DE LOS BIENES PROPIOS EN LA SOCIEDAD PATRIMONIAL DE HECHO". Monografía. Pontificia Universidad Javeriana. Especialización Derecho de Familia. 1998 14. Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T- 212 de 1993. Tomo 6 (Junio). Pag. 273 Magistrado Ponente: Alejandro Martínez Caballero. Tomado del Dr. Arturo Valencia Zea, "Derecho Civil" Tomo V. Edit. Temis 1988. Pag. 62 15. CUBIDES CAMACHO, Jorge. “Obligaciones”. Edición 3a. Profesores 3 .Pontificia Universidad Javeriana 16.CHACON QUINTERO, Elias Alberto. "La Unión Estable de Hecho", Aproximación para una Regulación Legal Integral. INSTITUTO HUILENSE DE CULTURA. Neiva 1993. 17. Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No T - 326 de 1993. Tomo 8 (Agosto). Pag 411 Magistrado Ponente: Antonio Barrera Carbonell . 18. Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 5 17 de 1993. Tomo 11 (Noviembre). Pag.557 Magistrado Ponente: Hernando Herrera Vergara 19. Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 042 de 1994. Tomo 11 (Febrero). Pag 542 Magistrado Ponente: Jorge Arango Mejía 20. Gaceta de la Corte Constitucional . Sentencia No. 681 de 1996. Tomo 12. pag. 345. Magistrado Ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz. 21.CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia del 25 de Octubre de 1994. Gaceta Judicial Tomo CCXXXI No. 2470 ; Segundo Semestre de 1994, Volumen U. Pag. 843 y ss, Magistrado Ponente : Eduardo García Sarmiento. 22.CORTE SUPREMA DE JUSTICIA . Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia del 5 de Noviembre de 1998. Referencia: Expediente No. 5002. Magistrado Ponente: Rafael Romero Sierra 23.CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sala Plena. Conflicto de Competencia entre Juzgado Penal Municipal y la Fiscalía Delegada ante el Circuito. Magistrado Ponente: JORGE ANTONIO CASTILLO RUGELES. REF: Expediente No. 145 de 1 17 de Julio de 1997. 24. Gaceta de la Corte Constitucional. Tomo 12. Sentencia No. T - 553 de 1994. Pag. 350. Magistrado Ponente: Jose Gregorio Hernandez 25. Gaceta de la Corte Constitucional. Tomo 5. Sentencia No. T- 190 de 1993. Pag. 372 Magistrado Ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz. 26. Extractos de Jurisprudencia. Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Año 1995 - Tomo 2. Extracto No. 186. Sentencia del 24 de Agosto de 1995. Sección Segunda. Subsección D. Ponente: Alvaro Bahamón Castilla. Expediente No. 24177 pag. 413 y ss. 27. CONSEJO DE ESTADO. Sentencia del 26 de marzo de 1998. Referencia del expediente : 15006. 28. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA . Sala de Casación Laboral. Sentencia del 2 de marzo de 1999. Radicación : 1 1245. Acta No. 7. Magistrado Ponente : José Roberto Herrera Vergara 29. Corte Constitucional. Sentencia No. T - 377 de 1995. Magistrado Ponente : Fabio Morón Díaz Salvamento de Voto: Vladimiro Naranjo 30. En igual sentido se pronuncia la Corte Constitucional en sentencia No. T - 015 de 1999 Magistrado Ponente: Alejandro Martínez Caballero 31. Gaceta Judicial Tomo No. XLII, pag. 476 y ss. Casación Noviembre 30 de 1935. Tomado del libro de Elias Alberto Chacón Quintero. "La Unión Estable de Hecho". Ob. Cit. Pag. 240 y ss. 32.CORTE SUPREMA DE JUSTICIA . Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia No 031 de¡ 7 de Febrero de 1990. Gaceta Judicial No. 2439. Tomo CC - Primer Semestre de 1990 Magistrado Ponente: Hector Marin Naranjo. 33. Con igual sentido la Sentencia No. 102 del 11 de Agosto de 1994. 34. Gaceta de la Corte Constitucional. Sentencia No. T - 494 de 1992. Tomo 4 (Agosto). Pag. 373. Magistrado Ponente: Ciro Angarita Barón 35. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA . Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia del 16 de Julio de 1992. 36. CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia No. C - 131 de 1993. 37. Gaceta Judicial No. 2458. Tomo CCXIX - Segundo Semestre de 1992. Pag. 100 y SS. Magistrado Ponente: Hector Marin Naranjo 38. Tribunal Superior de¡ Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia. Acta No. 005 del 31 de Mayo de 1995 Magistrado Ponente: Marina Rojas Maldonado. 39. OSPINA FERNÁNDEZ, Guillermo y OSPINA ACOSTA, Eduardo. " TEORIA GENERAL DE LOS ACTOS 0 NEGOCIOS JURIDICOS". Editorial TEMIS. Bogotá - Colombia 1980. Pag, 334 40. Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia Sentencia del 22 de Febrero de 1996 Magistrado Ponente : Oscar Maestre Palmera. 41. Tribunal Superior de Medellín. Sala 3a de Familia. Sentencia del 4deNoviembre de 1998. Acta No. 213. Magistrado Ponente : Gloria Eugenia Pareja Velez. 42. Tribunal Superior de Medellín. Sala de Decisión de Familia. Sentencia No. 1581 del 9 de Diciembre de 1998. Magistrado Ponente: Darlo Hernán Nanclares Vélez 43. Revista “Ambito Jurídico”. Editorial Legis. Año II, No. 31, Bogotá, del 26 de Abril al 9 de Mayo de 1999. Sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá del 3 de julio de 1998. Magistrado Ponente : Carlos Alejo Barrea Salvamento de Voto : Jesael Giraldo Castaño 44. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA . Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia del 22 de Mayo de 1998. Radicación: 7151 Magistrado Ponente: Carlos Esteban Jaramillo 45. Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia. Ref : Ordinario (Unión Marital de Hecho) de Consuelo Rivera Arroyave contra Efraín Olivos Bermudez. (Apelación sentencia) Magistrado Ponente : Jesael Antonio Giraldo Castaño. 46. SPOTA, Alberto G. "Tratado de Derecho Civil. Tomo U. Derecho de Familia. Volumen 1 (1 l). Ediciones Depalma. Buenos Aires 1962. Pág. 783. 47. CORTE CONSTITUCIONAL. Sala Plena. Sentencia C - 239 de Mayo 19 de 1994. Magistrado Ponente: Dr. Jorge Arango Mejía 48. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA . Sala de Casación Civil y Agraria. Referencia: Expediente No. 5755 del 13 de Octubre de 1995 Magistrado Ponente : Pedro Lafont Pianetta 49. Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá. Sala de Familia Acta No. 035 del 12 de Febrero de 1996 Magistrado Ponente: Marina Rojas Maldonado, 50. En igual sentido se pronuncia el tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, en sentencia del 30 de Octubre de 1995. Magistrado Ponente: Cesar Julio Valencia Copete. 51.. En igual sentido se pronuncia Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, en sentencia del 12 de Noviembre de 1993. Magistrado Ponente: Dora Consuelo Benitez. 52. GARCÍA MAYNEZ, Eduardo." Introducción al estudio del Derecho". Editorial PORRUA, S.A; México D.F. 1973 53. Revista “Ambito Jurídico” - Editorial Legis, Bogotá, 20 de Julio al 2 de Agosto de 1998. pag. 13 54. Tribunal Superior de Distrito Judicial de Buga. Sala de Familia. Sentencia No. 01012 del 25 de Septiembre de 1996. Magistrado Ponente: Felipe Francisco Borda Caicedo 55. " La Conciliación en el Derecho de Familia". República de Colombia Ministerio de Justicia y del Derecho, de Santafé de Bogotá, D.C. enero de 1996. Pag. 123. 2a. Unidad Jurisprudencia. Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca. Sala de Familia. Sentencia del 19 de Agosto de 1994. Magistrado Ponente: Jose Malagón Páez 56. Sentencia de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Gaceta Judicial No. LXXXIV tomada del texto "Algunos Escolios sobre la ley 54 de 1990". Compendio de la Conferencia dictada por el Dr. Manuel Ardila Vásquez con ocasión del Simposio sobre Derecho de Familia en Paipa (Boyacá). 57. VÁSQUEZ Dr. Manuel, Ardila "Algunos Escolios sobre la ley 54 de 1990". Ob. Cit. 58. GIRALDO CASTAÑO, Jesael Antonio. "Unión Marital de Hecho y la Sociedad Patrimonial entre Compañeros Permanentes". Revista Nueva Época. Pag. 13 y ss. 59. Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, Auto del 23 de marzo de 1999. Magistrado Ponente : Jesael Giraldo C. 60. SPOTA, Alberto G. “EL JUEZ, EL ABOGADO Y LA FORMACIÓN DEL DERECHO A TRAVÉS DE LA JURISPRUDENCIA”. Ediciones Depalma. Buenos Aires 1976.