LAS COSAS 259 a) Fundos itálicos. Cuando las conquistas de Roma se extendieron por toda Italia, las tierras tomadas a los enemigos fueron pasadas al poder del Estado, que hizo después la distribución conforme a su naturaleza. Todas estas tierras se denominaban fundos itálicos, de los cuales se deben distinguir las tierras cultivadas y las no cultivadas. Las tierras cultivadas fueron agri limitati, que se entregaron en propiedad a los particulares y se las limitó desde la época del Rey Numa. La limitación era hecha por medio de unos aparatos llamados groma, siendo por eso, quienes las medían llamados gromatil. La función de medir las tierras tenía una carácter público y religioso. La distribución del agri limitati le daba a los particulares el dominium ex jure quiritium y se efectuó de tres maneras: Bajo Tulio Hostilio y sus sucesores hubo repartos gratuitos entre los ciudadanos pobres, recibiendo cada uno una porción de siete yugadas denominada agri viritani, posteriormente en la época republicana y comienzo del Imperio, fueron los cuestores los encargados de hacer la distribución, mediante ventas efectuadas a los particulares, denominándose los terrenos así vendidos, agri questori; a los veteranos, en recompensa por los servicios prestados al Estado, o bien a los ciudadanos que se enviaban para fundar colonias, se les asignaban terrenos (parcelas), los cuales se denominaban agrisignati. Las tierras no cultivables fueron dejadas a quienes quisieran tomarlas por ocupación, sin limitación de ningún género, con la obligación solamente de pagar un tributo. Como sólo concedía el Estado un derecho de ocupación, el mismo podía revocar tal derecho si así lo consideraba conveniente. Después de las Leyes Agrarias, estos agri ocupatorii vinieron a transformarse en propiedad quiritarial. Por ser los patricios de la clase privilegiada en el Estado, casi todas las tierras no cultivadas llegaron a ser propiedad de estos. Pero esta situación provocó por parte de la gente menos poderosa una reacción que terminó en las Leyes Agrarias. La primera de estas Leyes Agrarias, fue la Lex Icilia Aventina publicada en el año 456 a. C., dictada a petición del tribuno Icilus por la que se repartieron las