3.1.8. diferencias éntrela indivisión postcomunitaria y la hereditaria

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CONSULTA
3.1.8. DIFERENCIAS ÉNTRELA INDIVISIÓN POSTCOMUNITARIA Y LA HEREDITARIA RES­
PECTO AL PASIVO. EFECTO DECLARATIVO DE LA PARTICIÓN Y PASIVO.
La indivisión postcomunitaria, es básicamente una indivisión de liquidación, es
decir, debe ser liquidada antes de ser partida. En cambio la indivisión hereditaria es
una indivisión de distribución, ya que la ley divide de pleno derecho el pasivo (art.
1380 y 1168 del Código Civil) entre todos los herederos en función de su respectivo
interés en la masa. Si las deudas que motivaron el embargo fueron anteriores a la
partición, no es dudoso que alcanza a todos los coindivisarios, desde que debió
liquidarse antes de partirse. La situación es diversa si las deudas se originan luego
de la partición, ya que en tal caso el adjudicatario responde por su propio pasivo y no
vincula a sus anteriores coindivisarios. La partición una vez inscripta, opera siempre
retroactivamente ya que dicha inscripción es de las denominadas noticia. Es rele­
vante la fecha en que se originaron las deudas. En efecto, desde la partición (inscripta
o no) la deuda es del dueño (adjudicatario). Antes de la partición, las deudas
contraídas por el desarrollo del giro comercial, responden todos los sucesores.
CONSULTA
"X" y "Z" (esposos) fallecieron, el primero en
1960 y el segundo en 1963.
Se tramitaron ambas sucesiones y fueron
nombrados herederos sus hijos "A" y "B"
"A" y "B" otorgaron partición en el año 1965
en escritura pública inscripta en el Registro de
Traslaciones (la partición se otorgó en un Juz­
gado Letrado de esta ciudad).
Entre los bienes había un taller mecánico,
que según la partición giraba bajo la razón de
"Sucesión de X"; el mismo se adjudicó a "A" (hoy
fallecido sin bienes, no se tramitó sucesión).
En el año 1978 la D.G.I, trabó embargo en
los bienes de "Z", "A" y "B".
La señora "B" no tenía ni remota idea del
embargo ya que había enajenado en dos o tres
oportunidades, una de ellas en 1986 y no le
hicieron siquiera mención de un embargo (que
hoy asciende a N$ 10.000.000.=).
En el desconocimiento del embargo prome­
tió en venta un solar en M., es decir, firmó un
boleto de reserva donde se pactó una multa de
U$S 800.=, que tendría que abonar si no levanta
el embargo.
Tomando en cuenta lo que dice el art. 1151
del Código Civil respecto a los efectos de la
partición, pienso que el embargo existe pero no
alcanzaría a "B", pero no lo puedo descartar
porque realmente es la misma persona.
¿Tendría importancia que la partición no
estuviese registrada en el Registro Público de
Comercio? (certificado en trámite).
¿Tiene alguna importancia que las deudas
con la D.G.I, fueran anteriores o posteriores a la
partición?
Es de tener en cuenta que el comercio no
giró en forma de sociedad comercial, sino como
empresa unipersonal que luego pasó a herede­
ros.
INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHO CIVIL
Parte Primera
Relación de hechos
1.- "X" y "Z" -esposos- iniciaron una empresa
unipersonal en el giro de taller mecánico. "X"
falleció en 1960 y "Z" en 1963. Se tramitaron
ambas sucesionesyfuerondeclaradosherederos
2.- "A" y "B" otorgaron partición judicial en
1965 reducida a escritura pública e inscripta en
el Registro Departamental de Traslaciones de
Dominio de S.J.
3.- Entre los bienes había el indicado taller
mecánico que -según la partición- giraba bajo la
razón social de "Sucesión de X". Dicho taller
mecánico fue adjudicado en la partición a "A"
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REVISTA DE LA A.E.U. - T. 78 (1-6), 1992
Hoy "A" falleció, sin dejar bienes y no se tramitó
su sucesión.
4.- En 1978 la Dirección General Impositiva
trabó embargo en los bienes de "Z", "A" y "B".
5.- "B" sin conocimiento del embargo había
realizado diversas enajenaciones, una en 1986,
sin que se le mencionara la existencia del em­
bargo que pesaba sobre ella desde 1978. El
monto de lo embargado asciende a la fecha a la
suma de N$ 10.000.000.= (nuevos pesos diez
millones).
6.- En el desconocimiento del embargo,
prometió en venta un solar en Montevideo, es
decir, firmó un boleto de reserva donde se pactó
una multa de U$S 800.= (ochocientos dólares
USA) que debe abonar si no levanta el embargo.
Consulta
7.- La consultante formula dos cuestiones:
a) si tiene importancia que la partición de 1965
no estuviese registrada en el Registro de Co­
mercio, y b) si tiene alguna importancia que las
deudas con la D.G.I, fueran anteriores o poste­
riores a la partición.
Opinión de la consultante
8.- Tomando en cuenta lo que dice el art.
1151 del Código Civil respecto a los efectos de la
partición, piensa que el embargo existe pero no
alcanzaría a "B". Pero no lo puede descartar
porque realmente es la misma persona.
Parte Segunda
Dictamen
9.- En la consulta referida se contienen
algunas afirmaciones que deben ser
liminarmente aclaradas a fin de ordenar el de­
sarrollo de este dictamen. En primer lugar,
desde que la consultante expresa que "es de
tener en cuenta que el comercio no giró en forma
de sociedad comercial, sino como empresa
unipersonal que luego pasó a herederos", cabe
concluirse que el referido taller mecánico habría
sido instalado por el Sr. "X", fallecido en 1960 y
que, luego, continuó sugiro con la designación de
¿Sucesión de X" en estado de indivisión
postcomunitaria entre la viuda "Z", fallecida en
1963 y sus dos hijos "A" y "B", éstos, a su vez, en
indivisión sucesoria.
10.- Al fallecimiento de la Sra. "Z" se con­
funden las indivisiones originadas en ambas
muertes de los padres "X" y "Z", tanto en los
bienes integrantes de la indivisión postco­
munitaria como en la sucesoria. Y de esa si­
tuación se sale por la partición judicial de 1965
en la que se adjudicó el taller mecánico al hijo
"A", quien a su vez fallece y no se tramitó la
sucesión.
11.- El embargo de la D.G.I, (no lo dice la
consultante, pero se ha de tratar de un embargo
genérico, ya que hacia la fecha del mismo ( 1978)
ya se habían partido entre "A" y "B" los bienes
relictos e indivisos) parece originarse (tampoco
lo indica la consultante) en la actividad comer­
cial del taller mecánico que, luego de fallecido
"X", continúa bajo la denominación de "Sucesión
de X". Esto nos lleva a examinar a continuación
la situación creada en los siguientes Capítulos:
I. Diferencias entre las indivisiones posteomunitariaylahereditariarespectoalpasivo.il.Efecto declarativo de la partición y pasivo. III.Conclusiones.
Capítulo I
Diferencias entre las indivisiones
postcomunitaria y la hereditaria
respecto al pasivo
12.- En diversos dictámenes hemos tenido
oportunidad de examinar las diversas estruc­
turas de la indivisión postcomunitaria y la he­
reditaria o sucesoria. Con respecto a su destino
o finalidad, la primera, la postcomunitaria, es
básicamente una indivisión de liquidación, es
decir, debe ser liquidada antes de ser partida. El
art. 2010 del Código Civil consigna que el fondo
líquido de gananciales, será dividido entre ma­
rido y mujer a sus respectivos herederos. Pre­
cisamente, para obtener el "fondo líquido" debe
ser considerado su activo y su pasivo; por eso
mismo, la ley organiza un procedimiento de
liquidación de la sociedad conyugal (arts. 2006 y
2007 Código Civil) que, luego de la ley 10.783 la
mujer igualada con el marido cobra después de
satisfecho el pasivo social ("cargas, deudas y
obligaciones").
13.- En cambio, la indivisión hereditaria es
una indivisión de distribución, ya que la ley
divide, de pleno derecho, el pasivo (art. 1380 y
1168 del Código Civil) entre todos los herederos
en función de su respectivo interés en la masa
(alícuotas). Es por ello que la ley, en materia
sucesoria, no organiza un sistema de liquidación
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CONSULTA
-al contrario de lo que sucede en la indivisión
postcomunitaria- ya que el art. 1043 Código
Civil, en los que algunos han querido ver un
sistema de liquidación sucesoria, sólo es un
medio de calcular diversos acervos para cumplir
las disposiciones de la ley o el testador.
14.- Es por ello que se dice, y es acertado, que
la indivisión postcomunitaria es una indivisión
de liquidación y la indivisión hereditaria es una
indivisión de reparto. Debemos, pues, proyectar
estos principios generales en la materia, en el
tema que nos ocupa. Precisamente, en el caso del
estado de indivisión postcomunitaria no hay una
división de pleno derecho del pasivo, como ocu­
rre en la hereditaria, ya que el pasivo debe
satisfacerse antes de partirse la masa ex-ganancial.
15.- Por lo dicho, salvo el caso especial de
disolución de la sociedad conyugal por el meca­
nismo del art. 6a de la ley 10.783 de 18 de
setiembre de 1946, en el que, el acreedor que no
se presenta al emplazamiento queda "perjudi­
cado", esto es, pierde su derecho a cobrar sobre el
cúmulo de ex-gananciales y sólo conserva la
acción contra el cónyuge deudor (art. 79, misma
ley), los acreedores sociales (imaginando como
se dijo que el taller mecánico era ganancial)
pueden atacar, en la etapa de indivisión
postcomunitaria, tanto los bienes que integra­
ban la disuelta sociedad conyugal (ex-ganan­
ciales) como los propios del cónyuge deudor.
16.-Si"X"eradeudordelaD.G.I.,éstapodía
agredir los bienes antes referidos. Una vez fa­
llecido "X", que es la situación referida, ya que
durante la vigencia de la sociedad conyugal sólo
tenía acción contra el deudor "X" y contra los
bienes que éste tenía como propios o contra los
gananciales cuya administración correspondía
a "X" por ley o por capitulación matrimonial (art.
4s de la ley 10.783), su pasivo queda dividido de
pleno derecho entre sus herederos (Parágrafo
13).
17.- Pero, aun en el caso de que el taller
mecánico, en estado de indivisión, hubiera ge­
nerado durante este período la o las deudas que
motivaron el embargo de 1978, debe estimarse
que tales deudas integran el pasivo de la
indivisión ya que se origina, no en una actividad
exclusiva de uno de los coindivisarios, sino, en
un giro comercial en el que todos tenían diversas
cuotas alícuotas.
18.- La ulterior partición, como se desarro­
llará -~r." j r.í"- -': l-':"'.- 1 ' 1^':":':•.'•'. ; :•'" - : ' ae. en
forma alguna, a los coindivisarios de la afecta­
ción del embargo. Además, el taller mecánico generador del embargo colectivo (sobre "Z", "A" y
"B")- se adjudica a A. No conocemos el estado
civil de "A", pero el hecho de que haya fallecido
y no se haya "tramitado" su sucesión, no impide
que haya trasmitido, de pleno derecho, a sus
herederos todo su pasivo.
19.- Si suponemos que "Z", como su madre,
habiendo muerto intestado, es legitimaria de la
mitad de la herencia (arts. 885 num. 3 y 887
Código Civil) y, además de todo el remanente, si
era soltero, ya que aun habiendo fallecido casa­
do, la esposa sólo tiene derecho a porción con­
yugal (ya que el taller mecánico es propio
del eventual matrimonio de "A") y como tal,
no tiene sino la responsabilidad subsidiaria
de los legatarios (art. 883, inc. 1 Código Civil).
En fin, no resulta del escueto texto con­
sultado quienes pueden ser los herederos de
A, por lo que, lo dicho antes, es meramente
hipotético e imaginando que no hay hijos legí­
timos ni naturales, en cuyo caso, claro está, la
madre no es legitimaria por existir herederos
forzosos de primer orden (art. 885, nums. 1 y 2
Código Civil).
20.- Pero, en cualquier caso, la falta de
tramitación sucesoria es totalmente irrelevante
en cuanto a impedir los efectos del modo de
adquirir sucesión "mortis causa" que, por el solo
hecho de abrirse la sucesión (muerte) la pro­
piedad y la posesión pasa de pleno derecho a sus
herederos con la obligación de pagar las deudas
y cargas hereditarias (art. 1039 Código Civil).
Tampoco es relevante que "A" muera sin dejar
bienes, desde que ello no afecta la trasmisión
sucesoria del pasivo.
Capítulo n
Efecto declarativo de la partición
y pasivo
21.- En el caso en consulta el efecto
declarativo de la partición consignado en el art.
1151 del Código Civil por el cual, hecha la par­
tición, cada heredero se reputará haber suce­
dido directa e inmediatamente al causante y no
haber tenido parte alguna en las demás cosas de
la sucesión, es aplicable tanto en la indivisión
hereditaria como postcomunitaria, ya que ésta
se gobierna por las reglas generales de la par­
tición hereditaria (art. 2013 Código Civil). Sin
perjuicio, claro está, de que la indivisión post­
comunitaria debe ser liquidada antes de ser
partida.
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22.- Si las deudas que motivaron el embargo
de la D.G.I, fueron anteriores a la partición, no
es dudoso que alcanza a todos los coindivisarios,
desde que debió "liquidarse" antes de partirse.
En cambio, la situación es diversa, si las deudas
se originan luego de la partición, ya que, en tal
caso, el adjudicatario responde por su propio
pasivo y no vincula a sus anteriores
coindivisarios. Sencillamente porque desde la
partición en adelante el adjudicatario es el único
titular del establecimiento comercial.
23. Por supuesto que el conocimiento por
los terceros de la partición resulta de la ins­
cripción en el respectivo Registro, sin perjuicio
que -una vez inscripta- opere siempre
retroactivamente el efecto declarativo, ya que la
inscripción delapartición es délas denominadas
"inscripciones noticia". Este punto ha sido ex­
tensamente desarrollado en conferencia del
dictaminante y, por sus implicancias y dimen­
siones, considero que no pueden siquiera
sintetizarse sus conclusiones. En lo que hace ala
consulta, la partición tiene fecha cierta, por
haber sido otorgada como corresponde a toda
partición, en escritura pública y como tal hace
plena fe (arts. 1574 y 1575 del Código Civil).
24.- En el supuesto de que la partición no
estuviere inscripta en el Registro de Comercio,
para los terceros (y la D.G.I., sin duda lo es) el
taller mecánico está, todavía, en estado de
indivisión. Pero conocida la situación, ya que por
información registrai o por tener acceso directo
a la documentación, rige en todos sus términos lo
expresado precedentemente, la partición ope­
raría retroactivamente respecto a los "bienes o
cosas", pero no respecto a la deuda que hasta el
momento de la liquidación del pasivo, sigue
pesando sobre los patrimonios de los
coindivisarios. Las deudas generadas hasta la
partición por el desenvolvimiento de la misma
indivisión son comunes, no solidarias, y en caso
de que uno de ellos se vea obligado a abonarla,
podrá repetir contra los coindivisarios por sus
respectivas cuotas. Las posteriores correspon­
den al deudor.
25.- La circunstancia de que la coindivisaria
"B" realizara diversas enajenaciones inmobi­
liarias sin que se le mencionara la existencia del
embargo que pesaba sobre ella desde 1978,
puede deberse a la no extracción de los respec­
tivos certificados, pero en nada perjudica los
derechos de la embargante, en este caso la D.G.I.
REVISTA DE LA A.E.U. - T. 78 (1-6), 1992
26.- Claro está que si "B" no era titular del
taller mecánico, sólo tendrá en su caso, la res­
ponsabilidad por su cuota en la herencia de "Z",
desde que no existe solidaridad pasiva entre los
integrantes de la indivisión. Ello obliga a que el
actual monto del embargo, no deba ser satisfe­
cho, exclusivamente, por "B" a quien le asiste el
derecho a abonar su cuota en la deuda y obtener,
a su respecto, el levantamiento del embargo. Lo
dicho, sin perjuicio que se pruebe el desarrollo de
actividades de una sociedad irregular entre los
sucesores de "X" y "Z", en cuyo caso variaría el
régimen de la responsabilidad que pasa a ser
solidaria.
Capítulo III
Conclusiones
28.- De acuerdo a lo precedentemente de­
sarrollado y a la consultado se concluye:
I.- La falta de inscripción de la partición (con
referencia al taller mecánico) en el Registro
Público y General de Comercio impide el cono­
cimiento de tal negocio jurídico respecto de los
terceros, entre los que se encuentra la D.G.I.,
pero conocida la situación, rige lo dispuesto en el
numeral 22 de este informe.
IL- Es relevante la fecha en que se origi­
naron las deudas. En efecto, desde la partición
(inscripta o no) la deuda es del dueño
(adjudicatario). Antes de la partición las deudas
contraídas por el desarrollo del giro comercial,
responden todos los sucesores.
Esc. Enrique Arezo Píriz
Informante
Montevideo, 7 de abril de 1992. Reunida la
Comisión de Derecho Civil integrada por los
Escribanos Enrique Arezo Píriz, Bruno Rossi,
Adriana Goldberg, Raúl Anido, Gabriela
Petroni, Jacqueline Pamas, Andrés Casaretto,
Roque Molla y Ana Olano, aprobó por unani­
midad el informe precedente.
Esc. Roque Molla
Coordinador
Aprobado por unanimidad por la C.D. de la
AEU, Resol. N9 24.977 de Is de junio de 1992.
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