Aceleradores de partículas: Descifrando el código

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 Aceleradores de partículas:
código genético del Universo
Descifrando
el
J. Rubén G. Cárdenas.
La investigación sobre las partículas elementales constituyentes de la
materia, consiste, de hecho, en descifrar el código genético del
universo: por qué es como lo conocemos y cómo fue que se hizo así. El
objetivo de la física de partículas es entender el mundo que nos rodea al
identificar las partículas elementales que lo componen, conocer sus
propiedades y cómo interactúan entre sí.
Las investigaciones se dan en dos vertientes principales: una a través de
experimentos y otra teórica al tratar de determinar los principios físicos
del fenómeno que se observa, lo que el físico teórico Richard Feynman
llamó ?los patrones en los fenómenos naturales que no son aparentes al
ojo humano sino al ojo del análisis?. El diálogo entre experimentales y
teóricos es permanente: el trabajo experimental generalmente está
guiado por predicciones teóricas y a su vez, los experimentos que
arrojan frecuentemente nuevos resultados, deben cimentarse en
explicaciones teóricas.
Para tratar de entender la estructura de la materia, y las fuerzas que
gobiernan su comportamiento se han construido aparatos capaces de
realizar experimentos con partículas aceleradas a velocidades cercanas a
la de la luz llamados aceleradores de partículas. Estos aparatos generan
haces de partículas subatómicas que al ser acelerados por medio de
campos electromagnéticos, pueden colisionar con otras partículas de tal
forma que la trayectoria de las partículas que libera la colisión puede
registrarse, con ayuda de detectores especiales, o como datos
informáticos, lo que proporciona importante información sobre la
estructura y propiedades de las partículas que han colisionado.
Para investigar fenómenos de escala subatómica se emplean potentes
aceleradores de partículas que producen haces de partículas con
velocidades cercanas a la de la luz los cuales se hacen chocar y,
asombrosamente, crean frecuentemente nueva materia. Esta se crea
debido a la energía de la colisión de acuerdo con las reglas de la
mecánica cuántica relativista. A mayor energía de la colisión, mayor
número de partículas son creadas aunque muchas de ellas son efímeras:
existen solamente por muy poco tiempo antes de transformarse en otras
partículas más estables. Así pues en los aceleradores se pueden estudiar
fenómenos que de otra manera no podrían ser observados en la Tierra.
Hoy los aceleradores pueden hacer colisionar partículas de tan altas
energías que, en una escala pequeña, pueden replicar las condiciones
que prevalecían cuando el universo tenía tan solo una fracción de
segundo y permiten a los físicos el estudio de partículas que formaron el
universo.
Imagen parcial de un acelerador de partículas en el CERN. Imagen
tomada de http://domino.lancs.ac.uk
Nuevas partículas en un acelerador
Un grupo del Instituto de Física de Cantabria, España, ha participado en
el proyecto de colaboración internacional en el Collider Detector,
desarrollado en el laboratorio Fermi de EU (Batavia, Illinois) en el 2006.
Los autores del trabajo han detectado la presencia de dos nuevos tipos
de bariones, que son familias de partículas compuestas por tres quarks,
a la que pertenecen también los protones y neutrones. Los dos nuevos
bariones, que han sido bautizados con el nombre de Sigma-sub-b; son
casi seis veces más pesados que un protón y tienen una vida
extremadamente breve, ya que desaparecen en un ínfimo instante. Para
diferenciar estos dos nuevos bariones de los ya existentes, es necesario
observar el tipo de quarks que los componen. Según la teoría física de la
estructura de la materia; existen seis tipos diferentes de quarks: . Los
dos tipos de bariones descubiertos por el experimento están formados
por dos up y un bottom, y dos down y un bottom. Esto les convierte en
partículas exóticas (1) ya que la materia ordinaria está compuesta sólo
por quarks up y down. Así, el hallazgo de estas dos nuevas partículas
permite profundizar en el conocimiento de la estructura fundamental de
la materia y de las fuerzas íntimas que gobiernan su comportamiento.
Además nos permiten ir completando una tabla periódica de los bariones
ya que el modelo teórico que explica las interacciones fundamentales de
la materia ya predecía su existencia y el proyecto Collider Detector
confirmó esa predicción.
Para poder encontrar estas dos nuevas partículas, los científicos
seleccionaron 103 partículas up-up-bottom y 134 down-down-bottom,
todas ellas surgidas y elegidas de los más de 100,000 millones de
choques de alta energía de protón y antiprotón producidos por el
acelerador del Laboratorio Fermi en los últimos 5 años.
Así como con los aceleradores de partículas se utilizan para crear nuevas
partículas (a veces efímeras), es posible también recrear el estado de la
materia de los primeros momentos de la vida del Universo, de hace
miles y miles de millones de años, gracias a las velocidades relativistas
que pueden lograrse. Esto es precisamente lo que se quiere conseguir a
través del experimento ?Alicia?, que se realizará próximamente en
Europa (finales del 2007 al 2008), con la colaboración de varias
universidades del mundo, entre ellas la UNAM.
1) en un principio parecía que los ladrillos fundamentales de la materia
eran los electrones, protones y neutrones, pero en los años cincuenta
cuando se descubrieron partículas como los cuarks y todas sus
variantes, que no concordaban con el modelo estándar de la física de
partículas, les llamaron partículas exóticas.
Referencias
CERN, the coolest place in the Universe? en su página del internet
http://public.web.cern.ch
Espectrometría de masas usando aceleradores de partículas?, grupo
Física de iones pesados y espectroscopía de masas, Laboratorio
"Tandar". Buenos Aires, Argentina, en su página de Internet:
http://www.tandar.cnea.gov.ar
Exotic Relatives of Protons and Neutrons Discovered by Pitt, Carnegie
Mellon Researchers in Fermilab Collaboration?. Press Release.
Universidad de Pittsburgh, octubre 24 del 2006
Elementary-Particle Physics: Revealing the Secrets of Energy and
Matter? EU.1998. The National Academic Press en su página de internet.
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