PLATAFORMA FACTICA COMUN A TODOS LOS HECHOS: En los

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CONTESTA VISTA DEL 347 DEL CPP
REQUIERE ELEVACION A JUICIO
Señor Juez Correccional:
María Antonia de la Rúa de Amuchástegui, Fiscal de Instrucción
del Distrito II Turno 6, evacuando la vista que le fuera corrida, en la presente causa
caratulada: “NAZAR, Luis Marcelo p.s.a. Incumplimiento de la obligación de promover la
represión, etc.”, (N-001/11), SAC Nº 256790, estimando cumplida la instrucción y conforme
lo dispuesto por los arts. 347 2do sup., 355 concordantes y correlativos del CPP,
respetuosamente comparece y dice:
I.- GENERALES DEL IMPUTADO: Se sigue la presente
causa en contra de Luis Marcelo Nazar, argentino, de 59 años de edad, casado, nacido en la
ciudad de Córdoba el día 11 de septiembre de 1952, Fiscal de Instrucción de la ciudad de Río
Segundo, Departamento Río Segundo de esta provincia de Córdoba, domiciliado en calle
Juramento N° 2613 del barrio Parque Chacabuco de esta ciudad, DNI n° 10.682.326., hijo de
José Aquiles Serafini y Hilda Santina Farré a quien se le atribuyen los hechos que se relatan a
continuación:
II.- PLATAFORMA FACTICA: COMUN A TODOS LOS
HECHOS: En los autos caratulados “Denuncia formulada por Héctor Eduardo Alejandro
Crivelli” (Den-31/2009-Srio.012/09),“Denuncia formulada por Héctor Eduardo Alejandro
Crivelli” (Den-32/2009-Srio.027/09), "Bergese, Jorge José p.s.a. Robo, Usurpación, etc." (B012/2009) que se tramitan ante la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Río Segundo Primera Circunscripción de la Provincia de Córdoba-, el Fiscal de competencia múltiple a
cargo dicha Fiscalía, Luis Marcelo Nazar, en pleno ejercicio de su cargo y bajo la esfera de
su competencia, presumiblemente en su público despacho, habría omitido ilegalmente y
retardado, actos de su oficio -en el marco de los actos y funciones propios del Ministerio
Público Fiscal conforme el art. 154 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba-, perjudicando de
esta manera el desarrollo normal y expeditivo de la administración de justicia; tal como se
detallará en cada uno de los hechos que se relatan a continuación:
PRIMER HECHO: Con fecha 19/06/2009 el denunciante Héctor Alejandro Crivelli presentó
escrito ante la Fiscalía de Instrucción de Río Segundo en relación a los autos caratulados
“Denuncia formulada por Héctor Eduardo Alejandro Crivelli” (Den-31/2009-Srio.012/09) en
1
el que adjunta prueba y solicitaba al Señor Fiscal de Instrucción “...que haga cesar los efectos
del delito e impida se sigan cometiendo, imponiéndole como medida coercitiva a Bergese y su
hijo, abstenerse de ingresar a la propiedad que ocupo, como también de turbar de cualquier
forma directa o indirecta la posesión que ejerce y de dirigirse y acercarse a mi persona...”, y el
Fiscal de Instrucción interviniente, Luis Marcelo Nazar, habría omitido ilegalmente
decretarlo, retardando de esta manera la realización de un acto propio de su oficio,
incumpliendo lo dispuesto por los arts. 144 y 154 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba.
SEGUNDO HECHO: Que con fecha 30/10/2009 Héctor Alejandro Crivelli y Lorenzo
Antonio Ortiz apoderado de su hijo Luis Patricio Ortiz, presentaron escrito ante la Fiscalía de
Instrucción de Río Segundo, en el que solicitaban “...que se hagan cesar los efectos del delito
al haber sido despojados del inmueble...cuya posesión ejercen...”, y además solicitaron se
instruya, impute y se indague a quienes habían resultado denunciados en los Srios. 51/08 y
12/09 (luego Den 31/2009) ambos de la Sub-Comisaría de la localidad de Santiago Temple, y
también solicitaron se haga cesar los efectos del delito, el que no fue decretado en tiempo y
forma, por lo que Crivelli presentó, con fecha 13/11/2009 PRONTO DESPACHO a los fines
de que se proveyera a dichos escritos, omitiendo el Fiscal Luis Marcelo Nazar decretarlo en
tiempo, haciéndolo con fecha 20/11/2009 consignado, en relación al escrito del 30/10/2009
“...oportunamente se proveerá lo que por derecho pudiere corresponder...” y en relación al
pronto despacho: “...estése a lo resuelto precedentemente...”, retardando dolosamente la
realización de un acto propio de su oficio, proveyendo sin fundamentación, incumpliendo con
su actuar lo dispuesto por los arts. 144, 146, 154 y 155 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba,
perjudicando de esta manera el desarrollo normal y expeditivo de la administración de justicia
e incumpliendo con sus deberes de funcionario público.
TERCER HECHO: Con fecha que no puede precisarse con exactitud pero ubicable con
posterioridad al día 07/04/2009, en los autos caratulados “Denuncia formulada por Héctor
Eduardo Alejandro Crivelli” (Den-32/2009-Srio.027/09) con conocimiento e intervención de
la Fiscalía de Instrucción de Rio Segundo, a cargo del Fiscal de Instrucción Luis Marcelo
Nazar, el nombrado habría omitido ilegalmente, disponer las imputaciones y receptar
declaración indagatoria a los denunciados Jorge José Bergese y José Bergese, por los delitos
de Turbación a la posesión y Coacción, incumpliendo con su obligación de perseguir
delincuentes.
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CUARTO HECHO: Con fecha 23/07/2010 el querellante particular, Héctor Alejandro
Crivelli presentó escrito en los autos "Bergese, Jorge José p.s.a. Robo, Usurpación, etc." (B012/2009), en el que solicitaba hacer cesar los efectos del delito de usurpación denunciado, y
el Fiscal de Instrucción interviniente, Luis Marcelo Nazar, habría omitido ilegalmente
decretarlo, retardando de esta manera la realización de un acto propio de su oficio,
incumpliendo lo dispuesto por los arts. 144 y 154 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba. Que
por tal omisión el querellante particular, Héctor Alejandro Crivelli, presentó con fecha
04/08/2010, PRONTO DESPACHO a los fines de que se proveyera a dicho escrito,
omitiendo ilegalmente el Fiscal Luis Marcelo Nazar decretarlo, retardando dolosamente la
realización de un acto propio de su oficio, incumpliendo lo dispuesto por los arts. 144, 146,
154 y 155 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba. Que el Sr. Fiscal Nazar decretó dicho
pedido el día 12 de agosto de 2010, el que en su parte pertinente reza: "... I) Por recibido el
Pronto Despacho que antecede. II) A lo planteado con respecto a hacer cesar los efectos del
delito mediante el desalojo del imputado, estése a los resuelto a fs. 71 y 102 de autos"; con
fundamentación aparente y arbitraria, desconociendo lo señalado por la Excma. Cámara de
Acusación por A.I. N° 230 del 08/06/2010, perjudicando de esta manera el desarrollo normal
y expeditivo de la administración de justicia e incumpliendo con sus deberes de funcionario
público.
QUINTO HECHO: Con fecha 13/08/2010 el querellante particular, Héctor Alejandro
Crivelli, presentó escrito de oposición en los autos "Bergese, Jorge José p.s.a. Robo,
Usurpación, etc." (B-012/2009) en contra del decreto de fecha 12/08/2010 y el Fiscal de
Instrucción interviniente Luis Marcelo Nazar habría omitido ilegalmente decretarlo,
retardando de esta manera la realización de un acto propio de su oficio -en el marco de los
actos y funciones propios del M.P.F. conforme el art. 154 del C.P.P. de la Provincia de
Córdoba-, incumpliendo lo normado por el art. 144 del C.P.P. de la Provincia Córdoba. Que
ante tal omisión, el querellante particular, Héctor Alejandro Crivelli presento escrito de
PRONTO DESPACHO con fecha 20/08/2010, en el que solicitó se proveyera a la
mencionada oposición, decretando el Fiscal Nazar en la misma fecha (20/08/2010):
"...manteniendo el suscripto el criterio sustentado en el mismo, elévese la presente oposición
por ante el Señor Juez de Control...", en referencia a la prejudicialidad invocada con
anterioridad, con fundamentación aparente y arbitraria, incumpliendo lo normado por el art.
154 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba, desconociendo lo señalado por la Excma. Cámara
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de Acusación en A.I. N° 230 del 08/06/2010, perjudicando de esta manera el desarrollo
normal y expeditivo de la administración de justicia e incumpliendo con sus deberes de
funcionario público.
SEXTO HECHO: Con fecha 09/09/2010 Luis Patricio Ortiz, propietario del inmueble objeto
del litigio, y Héctor Alejandro Crivelli, querellante particular, presentaron escritos en los
autos "Bergese, Jorge José p.s.a. Robo, Usurpación, etc." (B-012/2009), por el que se
solicitaban el desalojo del Señor Jorge José Bergese del predio rural, proveyendo dichos
pedidos, el Fiscal de Instrucción interviniente, Luis Marcelo Nazar, con fecha 14/09/2010
expresando: "...Proveyendo a los escritos obrantes a fs. 409 y 410; oportunamente se proveerá
lo que por derecho pueda corresponder..." con fundamentación arbitraria y aparente,
incumpliendo lo normado por el art. 154 del C.P.P. de la Provincia Córdoba y desconociendo
lo señalado por la Excma. Cámara de Acusación en A.I. N° 230 del 08/06/2010, perjudicando
de esta manera el desarrollo normal y expeditivo de la administración de justicia e
incumpliendo con sus deberes de funcionario público”.
III.- DECLARACION DEL IMPUTADO: Que en oportunidad de ejercer su
defensa material, en presencia de su abogado defensor, el imputado Luis Marcelo Nazar dijo
que “niega terminantemente todos los hechos que se le atribuye y que los mismos puedan
constituir un accionar doloso” (fs. 120/123).
IV) VALORACION DE LA PRUEBA: a) En el trámite de la presente
investigación jurisdiccional, se han reunido en autos los siguientes elementos probatorios:
Denuncia Formulada por Héctor Alejandro Crivelli (fs. 1/6); Fotocopias certificadas de los
autos caratulados "BERGESE, Jorge José p.s.a. Hurto Calificado, etc." que tramitan por ante
la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Río Segundo (fs. 7/59); Testimoniales: Declaración
de: Héctor Eduardo Alejandro CRIVELLI (fs. 117/118), Walter José IGLESIAS (fs.
129/131), Jimena COSTA (fs. 137/140), Roberto Rogelio SUÁREZ (fs. 143/144), Jorge Celso
PALACIO (fs. 146/147); Documental: Carpetas de pruebas: N° 1 (3 cuerpos de copias
certificas de los autos "BERGESE, Jorge José p.s.a. Hurto Calificado, etc."; N° 2 ("Denuncia
formulada por Crivelli, Hector Eduardo Alejandro c/Jorge José Bergese" (Den-16/2009),
"Denuncia formulada por Crivelli, Hector Eduardo Alejandro c/Jorge José Bergese (Den17/2009),"Denuncia formulada por Héctor Eduardo Alejandro Crivelli" (Den-19/2009),
"Denuncia formulada por Crivelli, Hector Eduardo Alejandro" (Den-33/2009), todas
tramitadas por ante la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Río Segundo; Nº 3: Estadísticas
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de la Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Río Segundo; Nº 4: copias certificadas de los
autos caratulados “Germano, Santiago y otro p.ss.aa. Estafa procesal en grado de tentativa”
(Expte. “G-126/2006”) y demás constancias de autos.b) VALORACION: A) Estimo útil, antes de ingresar a la valoración pormenorizada en cada
uno de los hechos –tal como realice al momento de requerir la Investigación jurisdiccionalrealizar una breve reseña sobre cuál era la relación jurídica entre denunciante y
denunciado y cuál era la situación jurídica del inmueble que motivara las numerosas
denuncias –con conocimiento e intervención del Fiscal de Nazar cuya actuación funcional hoy
resulta cuestionada- formuladas por Héctor Eduardo Alejandro Crivelli en contra de Jorge
José Bergese y su hijo, desde el año 2008.
1.- Que Luis Patricio Ortiz, adquirió, con fecha 30/11/2006 adquirió el inmueble, que motiva
la denuncia, compuesta por dos fracciones de campo que forman parte del denominado
"Huerta de Guevara" situados en Pedanía Oratorio de Peralta, Departamento de Río Segundo:
el Lote 2 ubicado frente a camino público de Los Chañaritos con Transito, de 41 has. (3926
mts. cuadrados) y Lote 3, ubicado al sur de la fracción anterior camino en medio, de una
superficie total de 119 hectáreas (5944 mts. cuadrados) en pública subasta -realizada en los
autos “Bergese Elia Magdalena y otro c/ Roberto Rubén Alonso -División de Condominio-”;
2.- Que con fecha 17/10/2008 Ortiz fue puesto en posesión del mismo, por oficio del Juzgado
Civil, Comercial, Conciliación y Familia en relación a los autos "Bergese Elia Magdalena y
otro c/ Roberto Rubén Alonso División de Condominio”. (ver fs. 34/35 de la carpeta de
pruebas de las copias certificadas correspondientes a Den-19/2009);
3.- Que con fecha 27/10/2008, Luis Patricio Ortiz autorizó a explotar y otorgó la tenencia
del mismo al denunciante Héctor Alejandro Crivelli. (ver fs. 5 de Den-19/2009), quien había
sido puesto en posesión del mismo por la Señora Jueza de Paz de la localidad de Los
Chañaritos Departamento Río Segundo con fecha 24/10/2008 (ver fs. 30/31 de la carpeta de
pruebas de las copias certificadas correspondientes a Den-19/2009).4.- Que a partir del día 28/10/2008 y hasta el día 16/10/2009 –fecha esta última en que el
imputado Bergese despojo a Crivelli del referido inmueble-, Héctor Alejandro Crivelli
formuló sucesivas denuncias en la Sub Comisaría de Santiago Temple y en la Fiscalía de
Instrucción de Rio Segundo, a raíz de los distintos incidentes protagonizados por Bergese y su
hijo por la explotación del inmueble:
5
-(Den-16/2009) de fecha 25/02/2009, por un hecho de Amenazas del 23/02/2009 cometido
por Jorge José Bergese;
-(Den-17/2009) con fecha 25/02/2009 también por un hecho de Amenazas ocurrido el
20/04/2007, otro hecho de Coacción ocurrido el 07/11/2008, y finalmente otro hecho del
20/11/2008 todos cometidos por José Bergese, hijo de Jorge José Bergese;
- (Den-19/2009) en la que obran glosados: -Sumario 51/08 en la que se denuncia un hecho de
Turbación de la posesión cometido fecha 28/10/08; -Sumario 12/09 (Den-031/2009), iniciado
con motivo de una denuncia por un hecho de Turbación de la posesión de fecha 06/02/2009,
en contra de Jorge Bergese e hijo;
-(Den-32/2009) iniciada por Sumario 27/09 en la que se denuncia un hecho de Amenazas del
29/03/2009 en contra de José Bergese, hijo de Jorge José Bergese; y -Den-33/2009 (Sumario
029/09), en la que se denuncia un hecho de Coacción fecha 03/04/2009 en contra de Jose
Bergese (h).5.- a.- Que finalmente con fecha 16/10/2009, luego que se concreta el despojo, Luis Crivelli
formula denuncia ante la Subcomisaría de Santiago Temple (Sumario Judicial Nro.
090/09, luego causa B-012/2009), con conocimiento e intervención de la Fiscalía de Río
Segundo, en la que manifiesta que el día 15 de octubre una persona que envió constató que en
el lote 2 sus sembrados de trigo estaban siendo comidos por animales vacunos y que faltaban
dos portones con cadena y candado y que en el lugar, Jorge Bergese plantó unos postes
atravesándoles un riel o hierro, impidiéndole el ingreso al campo que explota, para luego, el
mismo Bergese amenazar a un vecino del campo, Mauricio Mestre, que se encontraba frente a
la puerta del lote 2 y 3 diciéndole que en ese campo no iba a entrar nadie porque él lo iba a
cagar a trompadas. Asimismo dicho vecino le manifestó que Bergese le dijo que la cadena y el
candado que tenía el lote 3, había sido cortado por él y le había puesto una linga con un
candado nuevo, no permitiéndole tampoco el ingreso a dicho predio, siendo excluído de esta
manera de la posesión del campo en cuestión (ver fs. 1/35 de la Carpeta de pruebas 1).
b.- Que con fecha 16/10/09, por disposición del Sr. Fiscal de Instrucción de Río
Segundo se dispuso imputar a Jorge José Bergese p.s.a. de los delitos de Hurto Calificado,
Daño, Usurpación, notificándole al imputado dicha medida a fs. 32, ampliando la imputación
el 02/12/09 por el delito de Robo Calificado -fs. 49-, receptándosele declaración indagatoria el
día 03/12/09 (fs.50/54 de la carpeta de pruebas 1).
6
c.- Que con fecha 30/10/2009 Héctor A Crivelli y Lorenzo A Ortiz presentaron ante la
Fiscalía de Instrucción de Río Segundo y solicitaron “...que se hagan cesar los efectos del
delito al haber sido despojados del inmueble...cuya posesión ejercen…”
d.- Que el día 03/12/09, el denunciante Crivelli presenta instancia de constitución en
querellante particular, participación en actos instructorios y solicita hacer cesar los efectos
del delito, proveyendo a dicho escrito el Sr. Fiscal de Río Segundo en la misma fecha, al
punto sobre hacer cesar los efectos del delito "oportunamente...". Con fecha 04/12/09 decretó
que se librara oficio al Juez Civil solicitando informe sobre el remate de los campos en
cuestión en relación a los autos "Bergese, Elia Magdalena y otro c/ Roberto Rubén Alonso División de Condominio".
e.- Con fecha 14/12/09 el querellante particular Crivelli insiste con la solicitud de
lanzamiento del imputado del predio explotado, reiterando el pedido con fecha 18/12/09 (fs.
65 y 67 de la carpeta de pruebas 1), proveyendo al mismo el Sr. Fiscal Nazar con fecha
23/12/09 rechazando el lanzamiento, invocando la prejudicialidad del art. 9 del C.P.P. con
relación a los autos "Germano, Santiago y otro p.ss.aa. Estafa procesal en grado de
tentativa", ordenando asimismo un relevamiento con planimetría de los inmuebles rurales -fs.
71 de la carpeta de prueba 1-. En la misma fecha el querellante particular solicita se decrete su
requerimiento de hacer cesar los efectos del delito, pedido que fuera proveído el día 28/12/09
el que reza "...estése a lo resuelto por el suscripto en el decreto de fs. 71 de autos...", en
referencia a la prejudicialidad ordenada -ver fs. 86.
f.- Con fecha 08/02/10 el querellante particular se opone a dicho decreto, reiterando el
instructor como fundamento -con fecha 19/02/10- la prejudicialidad (ver fs. 102 de carpeta de
prueba 1).
g.- Que con fecha 22/02/2010 el Juzgado de Control de Río Segundo dicta el Auto
Interlocutorio N° 4 por el que resuelve rechazar la oposición impetrada por el querellante
Crivelli, recomendando asimismo al instructor la mayor premura en la resolución de los autos
"Germano Santiago y otro p.ss.aa. estafa procesal en grado de Tentativa".
h.-Con fecha 05/03/2010 el querellante particular interpone recurso de apelación y
nulidad en subsidio en contra del A.I. N° 4, concedido por el Juez de Control a fs. 335/336
concederlo.
i.- Que con fecha 08/06/2010 la Cámara de Acusación de Córdoba dicta Auto
Interlocutorio 230 por el que resolvió declarar erróneamente concedido el recurso de
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apelación interpuesto por el apoderado del Q.P. y señala en sus considerandos que:"...la
declaración de prejudicialidad penal por parte del fiscal -homologada por la a quo-, resulta
a todas luces arbitraria, toda vez que no se dan los presupuestos legales para su dictado (sus
fundamentos son aparentes)...En la presente, tal como lo advierte el querellante, el fiscal no
ofrece otra razón más que la referida a las medidas probatorias ordenadas por este tribunal
en la causa "Germano", pero no explicita cuál es la conexión que existe entre ambos
procesos, no obra en esta causa ninguna constancia de donde esa dependencia pueda
razonablemente inferirse. Además la propia magistrada neutraliza el único sustento que
tenía. Por otra parte, tampoco la declaración de prejudicialidad penal conlleva
necesariamente la imposibilidad de examinar y decidir la procedencia de los actos urgentes
de investigación, es decir aquellos que no puedan postergarse con riesgo de devenir
ineficaces o de imposible realización posterior, conforme lo dispuesto por el art. 12 CPP
(Aut. y loc. Cit. P. 102), tal como lo es el lanzamiento solicitado por el querellante particular.
Por todo lo expuesto y no obstante la decisión aquí adoptada, atento a surgir en forma
ostensible la injusticia de lo resuelto por las instancias judiciales anteriores, lo que importa
dilatar el proceso en perjuicio de los derechos del querellante particular (tutela judicial
efectiva, duración razonable del proceso, propiedad, etc.), es que se impone exhortar a los
órganos judiciales intervinientes a examinar nuevamente la cuestión a los fines de resolver
conforme a derecho..." (Ver fs. 351/353 de carpeta de prueba 3).B) Atento a que los hechos atribuidos al imputado Nazar contienen referencias al
marco normativo en que se inscribe la labor de un fiscal de instrucción, resulta necesario
repasar el contenido de esos dispositivos legales.
Entre las normas que regulan la actuación de los fiscales de instrucción y que son relevantes a
nuestros fines -dado que especialmente regían la conducta del fiscal Nazar en esos hechosson las que surgen de los artículos 155 y 171 de la Constitución Provincial; artículos 3, 9 y 30
de la Ley Orgánica del Ministerio Público; y 154, 144 y 302 del Código Procesal Penal. Los
artículos de la Constitución Provincial disponen, el primero, que los magistrados y
funcionarios judiciales “Deben resolver las causas dentro de los plazos fatales que la leyes
procesales establezcan, con fundamentación lógica y legal”; el segundo, que el Ministerio
Público “Ejerce sus funciones de acuerdo al principio de legalidad, imparcialidad…” entre
otros. El primero de los artículos citados de la LOMPF reitera que el principio de legalidad es
cardinal en el diseño institucional de ese órgano estatal; el segundo, que es función del
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Ministerio Público “Preparar, promover y ejercitar la acción judicial en defensa del interés
público y los derechos de las personas, con arreglo a las leyes”; y el tercero, que es función
del Fiscal de Instrucción “Preparar y promover la acción penal pública, a cuyo fin dirigirá la
investigación preparatoria, practicando y haciendo practicar los actos inherentes a ella”.
Finalmente, en relación a los artículos del Código Procesal Penal, el primero obliga a los
fiscales a emitir sus resoluciones por decreto, los que deberán ser fundados cuando ello esté
especialmente prescripto. Para la Cámara de Acusación “...sólo los decretos de mero trámite
quedan exentos de la fundamentación exigida por ley y que aquellos en los que se resuelven
cuestiones que afectan derechos fundamentales deben ser debidamente fundamentados, a fin
de no afectarlos...” (A.I. n° 484 de fecha 16/12/2008). Un especial deber de fundamentación
surge cuando un tribunal (o, como en este caso, un fiscal) se aparta del criterio sustentado por
otro de superior jerarquía pues, se dice que la condición de la discrepancia es que se brinden
nuevas razones (CSJN fallos 280:430; 301:198; 302:748; 307:207; 308:1575 y 2561 o,
también, C. Acus. AI nº 27 de fecha 25/3/88). Del segundo artículo del CPP se desprende la
obligación de estos órganos judiciales de dictar los decretos el día en que los expedientes sean
puestos “a despacho”. Asimismo, del tercero de los dispositivos procesales mencionados, se
desprende la obligación de los fiscales de hacer cesar los efectos del delito. Ello, en el caso de
las usurpaciones –delito instantáneo de efectos permanentes- en las que el imputado continúa
ocupando el inmueble y privando del uso y goce del mismo a quien resultara poseesdor o
tenedor, o dicho en otros términos víctima del despojo, se traduce en la obligación del
Ministerio Público de ordenar el lanzamiento, cuando concurran los requisitos para ello, lo
que como se señalo no está previsto legislativamente –a diferencia de lo que ocurre con otros
ordenamientos procesales-, por lo que ello ha sido establecido jurisprudencialmente. En
efecto, los requisitos de dicha medida fueron precisados y ampliamente explicados por la
Cámara de Acusación in re ‘Gualda’ (A.I. 236 del 26/08/08), a saber: a) verosimilitud del
derecho, b) peligro en la demora, c) fundamentación. Seguidamente serán reseñados en forma
breve.
a. Sobre la verosimilitud del derecho, sostuvo la Cámara en el precedente referido que
la medida procede “siempre y cuando exista en la causa un caudal probatorio tal que permita
afirmar como consistente —aun provisoriamente— la prueba tendiente a acreditar los
extremos de la imputación”. Explicando luego que “con el término ‘probabilidad’ no se está
haciendo referencia al grado de convicción propio de la elevación a juicio de la causa, sino a
9
un nivel convictivo consistente, en todo caso similar al requerido para el dictado de la prisión
preventiva... Tal como sucede con la prisión preventiva, es posible lograr un mérito de
probabilidad provisorio”.
b. Sobre el peligro en la demora la Cámara se limitó a mencionar que “es evidente en
casos de usurpación, pues si nos encontramos ante un delito instantáneo de efectos
permanentes, éstos deben ser suprimidos lo antes posible, pues de lo contrario el damnificado
se vería obligado a esperar una eventual sentencia condenatoria, causándole la usurpación
mayor perjuicio con el paso del tiempo”.
c. Finalmente, en lo que atañe a la fundamentación, se sostuvo que ésta consiste en que
“el fiscal de instrucción debe fundamentar la medida con argumentos suficientes para
demostrar que, con el material probatorio conseguido, se ha arribado a la probabilidad
requerida ... debe estar motivada, debiéndose detallar los elementos de prueba por los cuales
se ha arribado la mérito requerido para el dictado de la medida, lo que permitirá el ejercicio
del derecho de defensa por el imputado mediante su eventual impugnación”.
A todo ello, debe añadirse que las denuncias que relacionamos más arriba constituyen
“causas con prioridad de juzgamiento”. En efecto, por Acuerdo Reglamentario nº 668 Serie
“A” del 3/6/3, el Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Córdoba en ejercicio de su
función de superintendencia instituyó esa categoría de causas y ordenó que a las mismas se les
dé trámite con especial preponderancia. Así, en el Anexo A de dicha normativa, se incluye —
entre otras— a las causas de usurpación de inmuebles y a aquellas en las que el ofendido se
haya constituido en querellante particular. Pues bien, ambas características revestía la causa
“Bergese, Jorge José p.s.a. Hurto calificado, etc.” Y sus conexas en las que el denunciante se
había constituído en querellante particular (ver fs. 116 de la carpeta de prueba Nro. 2 y
101/103 de la misma carpeta de prueba ver además fs. 39 -decreto de imputación- y fs. 62 constitución en querellante- de la carpeta de pruebas nº 1, cuerpo 1).
C) Que, previo a ingresar al análisis pormenorizado de la prueba de cada uno
de los hechos, -a los fines de cumplir adecuadamente entre otros con el requisito de
especificidad previsto por la ley en el art. 355 del CPP- deben tenerse en cuenta las siguientes
circunstancias, que a juicio de la suscripta, tornan delictiva la conducta del Fiscal instructor en
la tramitación de las causas que dan origen a los hechos fijados en la plataforma fáctica:
1.- Que a partir del año 2008, y antes de la denuncia que diera inicio a la causa de la
Usurpación en la Fiscalía a cargo de Nazar, el denunciante formuló 5 denuncias en contra de
10
Jorge José Bergese y José Bergese, hijo del primero, a raíz de incidentes protagonizados por
los mismos motivados en la explotación del inmueble rural luego usurpado, los que resultaran
hechos delictivos diversos con diverso caudal probatorio, mencionadas al punto A 4 de la
presente requisitoria, causas en las que incluso el denunciante insto en diversas oportunidades
la tramitación de las causas presentando incluso Prontos Despachos y constituyéndose en
Querellante Particular.2.- Que se trataba de causas con prioridad de juzgamiento (Acuerdo Reglamentario Nro. 668
Serie A Ver nro. 8 Anexos 13 y 15), toda vez que el denunciante Crivelli se había constituído
en Querellante Particular y se vinculaban con la usurpación de inmuebles, que requería mayor
celeridad la investigación penal preparatoria a los fines de recabar elementos de prueba que
formen el caudal necesario para tomar una decisión..
3.- Que los escritos que el Fiscal de Instrucción omitió proveer y que se le reprochan como
hechos nominados Primero, Segundo, no se trataban de decretos de mero trámite, sino
consistían en pedidos vinculados por un lado a “...hacer cesar los efectos del delito e impida
que se sigan cometiendo...” -hechos nominado primero y segundo- y a la imposición de
medidas de coerción a quienes resultaren imputados -hecho nominado primero- que
correspondía que el instructor diera una respuesta fundada y por otro, el pedido vinculado al
Fiscal instructor para que cumpla con la obligación legal a su cargo, consistente en que
“...instruya, impute e indague a quienes habían resultado denunciados ...”-hecho nominado
segundo- en distintos sumarios que se tramitaban con conocimiento e intervención de la
Fiscalía a su cargo, en los que él no sólo no dio respuesta fundada sino que, en algunos casos,
omitió toda actividad investigativa;
4.- Que por otro lado, al momento de decretar tardíamente los pedidos, tal como se detallara
en la fijación de los hechos nominados cuarto, quinto y sexto, la fundamentación de dichos
decretos resultó aparente y arbitraria, tal como lo señalara la Cámara de Acusación, quien por
tal motivo lo había exhortado no sólo a examinar nuevamente la cuestión del lanzamiento sino
también a resolver fundadamente lo pedido por la parte –A.I. Nro. 230 del 8/06/2010- (ver fs.
352 vta. del III cuerpo de carpeta de pruebas de los autos B-12/2009).
Que no se trata del mero incumplimiento o del cumplimiento tardío de decretos de mero
trámite que el Fiscal podía no conocer, y/o no debía fundamentar. En efecto, debe tenerse
especialmente en cuenta:
5.- Que los distintos escritos y pedidos que el fiscal omitió proveer, eran formulados por el
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Querellante Particular para que el fiscal dispusiera “hacer cesar los efectos del delito” de
usurpación, del que estaba siendo víctima, en el marco del art. 302 del CPP, lo que no es una
simple facultad otorgada al fiscal cuando cuente con los elementos necesarios sino que es una
obligación, ya que “deberá” resolverlo, por lo que debía dar una respuesta fundada (ver en
igual sentido A.I. n° 484 de la Excma. Cámara de Acusación de fecha 16/12/2008 en autos
“Rodríguez”: “...sólo los decretos de mero trámite quedan exentos de la fundamentación
exigida por ley y que aquellos en los que se resuelven cuestiones que afectan derechos
fundamentales deben ser debidamente fundamentados, a fin de no afectarlos....”).6.- Que el nombrado con su conducta violo expresas normas procesales, a saber; arts. 301,
302, 319, 329, 337, 144, 146, 154 y 155 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba.7.- Por último, cabe destacar que en autos, el instructor, también se recabó prueba en orden a
disipar las dudas que pudieren subsistir en torno a si fue el fiscal Nazar quien tomó las
decisiones y las consecuentes omisiones que aquí se imputan y si hubo delegación. Así, se
llamó a declarar al secretario de la fiscalía y a la empleada judicial a la que se le distribuyó la
causa Bergese y la causa Germano. Walter José Iglesias Romero (fs. 129/131) refirió que
desde el primero de julio de dos mil cinco se desempeña como secretario de la fiscalía de Río
Segundo a cargo del fiscal Nazar. Recordó haber dado las directivas en la causa Bergese antes
de que se judicialice que dispuso la imputación de éste, y que la instructora de esa causa era la
empleada de la fiscalía Jimena Costa. Asimismo dijo que las decisiones en la causa las
tomaba el fiscal, expresando también que a esta causa el fiscal le prestaba más atención que a
las demás causas instruidas por esa empleada. A preguntas formuladas sobre si el fiscal se
reunía con los abogados de la causa Bergese, dijo que sí lo hacía con el Dr. Martínez, en su
despacho aunque no sabía qué se decía en esas reuniones. Sobre el argumento expresado en el
decreto cuya copia obra a fs. 73 de la carpeta de pruebas nº 1, cuerpo I (el de la
prejudicialidad), dijo que a ese argumento no lo propuso ni él ni la instructora, fue una
decisión del fiscal. Sobre los escritos de pronto despacho presentados por el querellante, dijo
que se recibían en la barandilla, pasaban por la secretaría y se le avisaba al fiscal que habían
presentado un pronto despacho, aclarando luego que ese aviso al fiscal lo daba “lo antes
posible”. Por su parte, Jimena Costa (fs. 137/140) declaró que trabaja en la fiscalía a cargo
de Nazar desde octubre de 2008. Expresó que no era “una causa del montón”, se presentaban
escritos instando instrucción, era una causa que estaba identificada. Agregó que la causa
estaba en el despacho del fiscal y ella recibía sus directivas. También dijo que en la causa
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Bergese, las primeras directivas respecto del curso de la investigación las dio el secretario y
con posterioridad el fiscal. En síntesis, ambos reconocieron de manera conteste que era el
propio fiscal el que tomaba las decisiones y que la causa Bergese tenía un trámite
personalizado de su parte.
D) Cabe aclarar que –tal como señale al requerir la investigación jurisdiccional- en
opinión de esta Representante del Ministerio Público, se encuentra fuera de discusión que en
el delito investigado por el Fiscal Nazar que da contenido a la causa B-012/2009
(Usurpación), la decisión del desalojo del inmueble objeto del litigio es una medida cautelar
(tendiente a hacer cesar los efectos del delito de manera anticipada cuando exista prueba
suficiente), cuyo encuadre jurídico se ubica en el art. 302 del C.P.P., como así lo sostiene el
T.S.J., Sala Penal, S. N° 133, 18/05/10 "Videla, Mirta Lilia p.s.a. Usurpación-Recurso de
Casación", la Cámara de Acusación (A.I. 239 del 26/08/2008 -"Gualda"), y calificada
doctrina Cafferata Nores, José I., Tarditti, Aída en Código Procesal Penal de la Provincia de
Córdoba, Comentado, con la colaboración de Gustavo A. Arocena, Tomo II, Ed.
Mediterránea, Córdoba, 2003, pags. 8 y 593.- Lo que sí resulta una cuestión controvertida, es
el caudal probatorio necesario y la oportunidad (durante la IFP o habiendo concluída la
misma) para hacer cesar los efectos de dicho delito, no encontrándose regulado
legislativamente, -como sí lo ha hecho el C.P.P. de la Nación en su art. 238 bis).- Que además
la doctrina y la jurisprudencia no es pacífica sobre el tema (ver el extenso detalle en los autos
“Gualda” de la Excma. Cámara de Acusación arriba citado).- Por ello, no es esto lo que se
debe reprochar al Fiscal Nazar (como pretende el denunciante Crivelli), sino el haber sido
moroso en la tramitación de las causas, el no haber decretado a su debido tiempo los distintos
pedidos de las partes, lo que motivo la presentación de numerosos prontos despacho (ver fs.
85 del cuerpo de copias de Den-19/2009, y fs. 365, 372 del tomo III de la carpeta de pruebas
de B-12/2009), afectando con su demora derechos constitucionales de las partes como son la
tutela judicial efectiva, la duración razonable del proceso, etc.E) Corresponde ahora sí, ingresar al análisis pormenorizado de los elementos de prueba
reunidos en cada uno de los hechos:
PRIMER HECHO: Sobre el hecho nominado primero tenemos que, el 19/06/2009 el
denunciante Crivelli presentó un escrito en el que propuso medidas probatorias, que se
adjunte la denuncia del 10/06/2009 y “que se haga cesar los efectos del delito e impida se
sigan cometiendo, imponiéndole como medida coercitiva a Bergese y su hijo, abstenerse de
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ingresar a la propiedad que ocupo, como también de turbar de cualquier forma directa o
indirecta la posesión que ejerce y de dirigirse y acercarse a mi persona…”(fs. 76/77 de la
Carpeta de Pruebas nº 2).
De los términos de la denuncia de los autos referidos surge que los hechos
denunciados encuadrarían en las previsiones del art. 181 inc. 3º (Turbación de la Posesión) y
del art. 183 del Cód. Penal (Daño).
Si bien en los delitos mencionados, por su modalidad comisiva, no era posible hacer
cesar sus efectos dado que el daño estaba consumado y la turbación cesó con el acto
turbatorio, sí correspondía que el Fiscal de Instrucción interviniente diera una respuesta
fundada al pedido de la parte y cumplir con su obligación legal de practicar la Investigación
Fiscal Preparatoria hasta llegar al dictado de una resolución definitiva (ver C.P.P. art. 5 y cc.).
Además, en el marco de dicha investigación, debía responder fundadamente al pedido de las
medidas de coerción (prohibición de acercamiento o de ingresar al campo del denunciado)
solicitadas por el denunciante, toda vez que no se trataba de decretos de mero trámite sino que
consistían en proveer a cuestiones que podían ocasionar gravamen a las partes (y que de
hecho lo ocasionaron).
Por el contrario, de la lectura de las constancias de autos se advierte que, tras la
presentación del escrito mencionado, el Fiscal instructor no sólo no proveyó sino que además
omitió toda actividad instructoria tendiente a colectar prueba a los fines de completar la
investigación y dictar la resolución correspondiente, incumpliendo con las obligaciones
legales a su cargo, tal como lo disponen los dispositivos procesales ya mencionados.
SEGUNDO HECHO: En relación al hecho nominado segundo, la prueba del mismo
surge en primer lugar de la denuncia que formuló Héctor Eduardo Crivelli el 28/10/08 ante la
Subcomisaria de Santiago Temple donde relata que ese día, a las 09.00 hs., se constituyó en el
campo que administra y constató “…que en un portón del campo Lote 3, el cual se
encontraba con cadena y candado, posee otra cadena con otro candado por lo que se le hace
imposible ingresar al mismo en tanto que el segundo campo, Lote 2, posee sus tranqueras
abiertas y dentro del mismo se observan varios animales…que no son de su propiedad…”,
anoticiamiento éste con el que dio inicio al Sumario Nro. 051/08. Días después se dispuso
que dicho sumario fuera remitido en consulta a la Fiscalía de Río Segundo (11/11/08) y luego
que sean elevados de manera definitiva (12/02/09), de modo que ingresaron a la Fiscalía
caratulados como "Denuncia formulada por Héctor Eduardo Crivelli" (Den-19/2009).
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Tiempo después, el 8/02/09 Héctor Eduardo Crivelli formuló una nueva denuncia ante
la Subcomisaría de Santiago Temple dando inicio al Sumario 12/09 (luego DEN-031/2009),
donde expresó que “…el viernes 6 de este mes, vino con un agrimensor a medir el campo
para realizar un plano, y se da con que faltaban los comederos para la hacienda, uno
hexagonal y otro rectangular…, el cargador de la hacienda, y sesenta postes de
quebracho…” “..que desde el 24/10/08, ha sido notificado por la Jueza de Paz que tiene que
retirar la hacienda el Sr. JORGE BERGESE o sus hijos y hasta el día de la fecha no los ha
retirado…que a raíz de esto le ha dañado las 14 hectáreas de alfalfa no permitiéndole cortar
la misma…” y que en el lote 3 “…ha notado la muerte de todas las algas que se encontraban
en el mismo y de los musgos, y habiendo utilizado esa agua para fumigar y por como ha
quedado la soja, el denunciante supone que ha sido contaminada ...con un herbicida
hormonal,…produciéndole un daño irreparable en las 153 hectáreas de soja que tiene
sembradas…” y “…hace constar que las únicas personas que poseen llaves del candado de
la tranquera son Jorge Bergese e hijos y otra el denunciante…”. A esa denuncia la suceden
un acta de inspección ocular y croquis ilustrativo del lugar del hecho confeccionados por el
comisionado Jorge Celso Palacios quien también rindió declaración testimonial en el sumario
el mismo día de la denuncia (ver fs. 11, 12 y 28 de la carpeta de prueba nº 2). Luego (el
9/02/09) las actuaciones sumariales fueron elevadas en consulta a la fiscalía de instrucción de
Río Segundo. Asimismo, el 20 de marzo de ese año, el comisionado Palacios da cuenta de las
medidas practicadas y la relación existente entre denunciante y denunciado (ver fs. 30 de la
carpeta de prueba nº 2).
En este contexto, el día 30/10/2009 el denunciante Crivelli, presentó un escrito ante la
Fiscalía de Río Segundo en la que solicita se instruya la causa, se indague a los denunciados
y se hagan cesar los efectos del delito (ver fs. 95 de la carpeta de prueba nº 2) y, ante la falta
de respuesta del instructor, con fecha 13/11/2009 presentó Pronto Despacho precisando que
lo hizo “...en relación a los sumarios 051/08, 012/09 y sus acumulados y conexos tramitados
en la Sub Comisaría de Santiago Temple...las denuncias formuladas por el compareciente
contra Jorge Jose Bergese con motivo de los hechos y consecuencias producidas en la
propiedad sita en parte del denominado Huerta de Guevara... encontrándose vencido el plazo
previsto para que se decrete mi pedido formulado el día 30 de octubre del corriente año, y de
los anteriores presentados, y que el tiempo que se encuentra corriendo perjudica
directamente mis derechos, en una denegatoria de justicia, vengo a solicitar se provea al
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mismo con preferente despacho a fin de que se hagan cesar los efectos del delito o en su caso,
habilitar el control jurisdiccional de la resolución que pudiera tomar el Señor Fiscal de
Instrucción” (ver fs. 99 de la carpeta de prueba nº 2).
Con fecha 18/11/2009 el Fiscal de Río Segundo se avoca al conocimiento de las
mencionadas denuncias (ver fs. 115 de la carpeta de prueba nº 2).
El 20/11/2009 el Fiscal Nazar admitió a Ortiz como querellante particular, se
pronunció en relación a lo solicitado por el denunciante Crivelli de que se instruya e indague a
los denunciados diciendo "téngase presente para su oportunidad", y a la solicitud de Crivelli
de hacer cesar los efectos del delito resolvió "oportunamente se proveerá lo que por derecho
pudiere corresponder..." y, finalmente, en relación al escrito de pronto despacho decretó
"...estése a lo resuelto precedentemente..." (ver fs. 116 de la carpeta de prueba nº 2)
Pues bien, del contenido de los sumarios surge que los hechos denunciados
encuadrarían en las previsiones del Cód. Penal arts. 162 -Hurto Simple (Srio. 12/09)- y 181
inc. 3° -Turbación de la Posesión (Srio. 58/08), y que —aquí también— si bien en los delitos
mencionados, por su modalidad, no era posible hacer cesar los efectos del los mismos -el
Hurto estaba consumado y la turbación cesó con el acto turbatorio- correspondía que el Fiscal
de Instrucción interviniente diera una respuesta fundada al pedido de la parte, y además debía
cumplir con su obligación de practicar y/o hacer practicar la Investigación Fiscal Preparatoria
hasta llegar al dictado de una resolución definitiva y tomar las medidas que resultaran
necesarias para recuperar los efectos sustraídos (ver C.P.P. arts. 302 y sgtes.).
Por el contrario, de la lectura de las constancias de autos se advierte que, tras la
presentación del escrito mencionado y del pronto despacho referido, el Fiscal instructor
omitió dar una respuesta fundada al pedido formulado por la parte, toda actividad instructoria
tendiente a colectar prueba a los fines de completar la investigación y dictar la resolución
correspondiente, incumpliendo con las obligaciones legales a su cargo.
TERCER HECHO: En lo referente al hecho nominado tercero, se atribuye al fiscal
haber omitido ilegalmente disponer las imputaciones y receptar declaración indagatoria a los
denunciados Jorge José Bergese y José Bergese por los delitos de Turbación a la posesión y
Coacción, incumpliendo con su obligación de perseguir delincuentes. Ello pues, en la
"Denuncia formulada por Héctor Eduardo Alejandro Crivelli" (Den-32/2009), con fecha
29/03/2009 se inició ante la Subcomisaría de Santiago Temple el Sumario 27/09 cuando
Crivelli anotició que “...se encontró en el interior del campo con el Sr. Bergese Jorge José,
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quien impidió fumigar 17 has....”; “...y le manifestó que “si entraban a dicho campo iban a
tener problemas, todo lo sucedido se realizó en presencia del Sr. Omar Zaragoza, propietario
de la fumigadora; en el día de ayer cuando el Sr. Crivelli se hizo presente en el lugar se
encontró con un candado de su propiedad roto que es el que le cerraba el ingreso al lote
2...”, a la que se añade acta de inspección ocular y croquis del lugar del hecho (ver fs. 80, 83
y 84 del cuerpo de prueba nº 2). En la misma fecha, dichas actuaciones fueron elevadas en
consulta a la Fiscalía de Instrucción de Río Segundo.
Luego, el 31/03/2009 Crivelli formuló una nueva denuncia por un hecho de
Amenazas ya denunciado en la Sub Comisaría de Santiago Temple el 29/03/2009, en la que
proporcionó mayores precisiones expresando que “...siendo las 09.00 horas aproximadamente
en oportunidad en que Víctor Chaile se encontraba en el lote 2 controlando la fumigación, se
habrían hecho presentes Jorge José Bergese y su hijo José Bergese a bordo de una camioneta
Ranger blanca, y le habrían expresado a Chaile ‘que no se le ocurriera fumigar la otra mitad
del lote porque iba a tener problemas’...”. Luego, cuando se hizo presente Crivelli en el lugar
junto al propietario de la fumigadora Omar Zaragoza, los Bergese manifestaron al
denunciante: "no fumigues allí porque vas a tener problemas", y en la misma fecha a las
14.00 horas aproximadamente, el denunciante advirtió que la tranquera del lote 2 se
encontraba cerrada por un candado puesto por Bergese (ver fs. 32/33 de la carpeta de pruebas
nº 2).El día 06/04/2009, se receptaron los testimonios de Víctor Chaile y de Omar Zaragoza
quienes ratificaron los dichos vertidos por Crivelli en su denuncia (fs. 38 y 39 de la misma
carpeta de pruebas).
El 07/04/2009 fueron elevadas las actuaciones en consulta nuevamente a la Fiscalía de
Río Segundo (ver recibo de la fiscalía de fs. 39 vta. del cuerpo de prueba nº 2). Luego de ello,
el 16/04/09 el Fiscal instructor libró oficio al Juez de Paz de la localidad de los Chañaritos
solicitando copias del acta de posesión labrada el 24/10/08 en relación al campo en cuestión.
Además, el denunciante junto a Lorenzo Ortiz se constituyó en querellante
particular el 27/03/2009, presentando la Instancia de Constitución ante la Fiscalía de
Instrucción de Río Segundo (ver fs. 101/103 de la misma carpeta de pruebas).
El Fiscal Nazar, conociendo entonces la existencia de motivos bastantes para
sospechar que los denunciados Bergese habrían participado en los hechos denunciados por
Crivelli (Coacciones reiteradas en distintos horarios del día 29/03/2009), ya que obraba en
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dichas actuaciones material probatorio suficiente para endilgarles a los denunciados los
delitos mencionados, omitió cumplir con su obligación legal. En efecto, además de las actas
de inspección ocular y croquis del lugar del hecho, obraban agregadas las declaraciones
testimoniales de Chaile y Zaragosa sobre las circunstancias de tiempo, modo, lugar y persona
en que habrían ocurrido los hechos denunciados, sumado a una encuesta vecinal y
documentación que acreditaba los dichos del denunciante.
La delictuosidad de los hechos denunciados era evidente ya que las expresiones
formuladas por Bergese y su hijo “...no fumigues allí porque vas a tener problemas...” o “...no
se le ocurriera fumigar la otra mitad del lote porque vas a tener problemas...”
eran
expresiones claramente intimidantes para impedirle a los Crivelli la fumigación, esto es, el
uso y goce del inmueble cuya tenencia detentaban desde el 27 de octubre del 2008, fecha en la
que habían sido autorizados por Luis Patricio Ortiz para la explotación agrícola del inmueble.
Se trataba de expresiones que anunciaban un mal injusto, grave y que los denunciados tenían
posibilidad de causar. La idoneidad de la amenaza para intimidarlos se colige de las propias
manifestaciones del personal contratado para ello, quienes dan cuenta que la fumigación
resultó interrumpida y que resultaron amedrentados por los incidentes producidos. Tampoco
se advierte que concurriera a favor de los denunciados alguna causa de justificación,
inculpabilidad o excusa absolutoria que impidiera atribuirles los hechos denunciados.
Véase también que conforme el art. 306 primera parte del C.P.P. “cuando hubiere
motivos bastantes para sospechar que una persona ha participado en la comisión de un
hecho punible, el órgano judicial competente procederá a recibirle declaración...”, una
interpretación estándar del artículo indica la obligación de recibir declaración al imputado
cuando exista sospecha bastante de su intervención en la comisión de un delito, lo que
presupone un caudal de prueba suficiente —que en esos autos existía—, presupuesto
necesario también de que el Fiscal cumpla con su obligación legal de practicar o hacer
practicar la investigación penal preparatoria a su cargo (arts. 301, 302, 303 cc. y cs. del
C.P.P.), la que debe concluir con la acusación o el sobreseimiento.
CUARTO HECHO: En cuanto a la prueba del hecho nominado cuarto, se imputa al
fiscal Nazar haber omitido ilegalmente decretar la solicitud del querellante particular Héctor
Alejandro Crivelli presentada el 23/07/2010 en los autos "Bergese, Jorge José p.s.a. Robo,
Usurpación, etc." (B-012/2009) donde requirió se hagan cesar los efectos del delito de
usurpación, a lo que se añade que el 04/08/2010 presentó un PRONTO DESPACHO a fin de
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que proveyera dicho escrito ante la inacción del Instructor. Es decir que lo que se atribuye al
imputado es haber retardado la realización de un acto propio de su oficio, incumpliendo lo
dispuesto por los arts. 144, 146 y 154 del C.P.P. Fue luego del derrotero en la tramitación de
dicha causa descripto en la letra A nro. 5 letras a hasta i, que el querellante Crivelli, el
23/7/10, solicitó —una vez más que ya había solicitado el 30/10/2009, el 3/12/2009 y el
14/12/2009— se hagan cesar los efectos del delito y el Fiscal Nazar —otra vez— no lo
decretó. El 4/8/10 Crivelli interpuso un pronto despacho y el fiscal no lo decretó en término
sino que recién el día 12 de agosto de 2010 se pronunció sobre dicho pedido expresando “... I)
Por recibido el Pronto Despacho que antecede. II) A lo planteado con respecto a hacer cesar
los efectos del delito mediante el desalojo del imputado, estése a los resuelto a fs. 71 y 102 de
autos” —los decretos en los que invocó la prejudicialidad—. Es decir que, cuando
tardíamente decretó, lo hizo a la manera en que ya lo había hecho antes y que para la Cámara
de Acusación resultaba “a todas luces arbitraria”, desoyendo la exhortación hecha por la
Cámara de que examine nuevamente la cuestión y resuelva conforme a derecho.
QUINTO HECHO: En cuanto al hecho nominado quinto, en el que se atribuye al fiscal
haber omitido ilegalmente decretar la oposición presentada el 13/08/2010 por el querellante
particular Héctor Alejandro Crivelli en los autos "Bergese, Jorge José p.s.a. Robo,
Usurpación, etc." (B-012/2009) en contra del decreto de fecha 12/08/2010. Crivelli presentó
escrito de PRONTO DESPACHO el 20/08/2010 y recién allí tuvo respuesta del fiscal quien
así retardó la realización de un acto propio de su oficio -en el marco de los actos y funciones
propios del M.P.F. conforme el art. 154 del C.P.P. de la Provincia de Córdoba-, incumpliendo
lo normado por el art. 144 del C.P.P. La prueba de esta hecho está dada por las siguientes
constancias:
Obra a fs. 377 de la carpeta de pruebas n° 1, cuerpo III, escrito en el que el querellante
particular Crivelli se opuso al decreto del Fiscal Nazar de fecha 12/08/2010, el que reza: " I)
Por recibido el Pronto Despacho que antecede. II) A lo planteado con respecto a hacer cesar
los efectos del delito mediante el desalojo del imputado, estése a los resuelto a fs. 71 y 102 de
autos..." (fojas en las que había dispuesto la prejudicialidad penal al resolver sobre el pedido
de hacer cesar los efectos del delito). El fiscal Nazar no proveyó a dicha solicitud, pero sí a
solicitudes de fotocopias formuladas por el abogado del imputado Bergese (ver fs. 380 de la
carpeta de pruebas 1 del cuerpo de pruebas III). Así las cosas, el 20/08/2010, luego de que el
querellante particular presentara un nuevo escrito de PRONTO DESPACHO, el Fiscal se
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expidió sobre el pedido de hacer cesar los efectos del delito y reiteró como fundamento para
rechazar esa medida, de nuevo, la prejudicialidad penal. Dispuso, en consecuencia, la
elevación de la oposición impetrada al Juez de Control (fs. 399 de la carpeta de pruebas nº 1,
cuerpo III). El 23/8/10 la jueza de control decidió correr vista al fiscal de instrucción “a los
fines de que se expida de manera fundada a la cuestión planteada por la defensa del
imputado…” en alusión a los escritos que lucen a fs. 385/390 y 391/398. Mas el instructor, al
parecer, incurrió en un equívoco y fundamentó su postura de la “prejudicialidad penal”
citando el fragmento de la resolución del juzgado de control que confirmó su tesitura (aunque
obvió hacer alguna referencia a lo que la Cámara de Acusación expresó sobre ambas
resoluciones de los órganos inferiores que “...la declaración de prejudicialidad penal por parte
del fiscal -homologada por la a quo-, resulta a todas luces arbitraria”) —fs. 401 de la carpeta
de pruebas nº 1, cuerpo III—.
En suma, el Fiscal interviniente continúo decretando de manera tardía y con
fundamentación aparente y arbitraria, desoyendo una vez más lo exhortado por la Excma.
Cámara de Acusación en A.I. N° 230 (resolución transcripta supra en la valoración del hecho
nominado cuarto, a la que remito en honor a la brevedad).
SEXTO HECHO: Finalmente, en relación al hecho nominado sexto, en el que se atribuye
al fiscal haber incumplido una vez más con lo normado por el art. 154 del C.P.P. y
desconocido lo que le señaló la Excma. Cámara de Acusación en A.I. N° 230 del 08/06/2010,
perjudicando el desarrollo normal y expeditivo de la administración de justicia e
incumpliendo con sus deberes de funcionario público toda vez que, tras el escrito de fecha
09/09/2010 presentado por Luis Patricio Ortiz y Héctor Alejandro Crivelli en los autos
"Bergese, Jorge José p.s.a. Robo, Usurpación, etc." (B-012/2009) en el que solicitaban el
desalojo del imputado del predio rural, el fiscal Nazar, el 14/09/2010, se pronunció sobre los
mismos en estos términos: "...Proveyendo a los escritos obrantes a fs. 409 y 410;
oportunamente se proveerá lo que por derecho pueda corresponder..." con fundamentación
arbitraria y aparente. Sobre este hecho obran los siguientes elementos de prueba:
A fs. 415 de la carpeta de prueba n° 1, cuerpo III —correspondiente a los autos "Bergese,
Jorge José p.s.a. Robo, etc." (B-012/2009)— escrito presentado por Luis Patricio Ortiz,
propietario del inmueble usurpado, y a fs. 416 escrito de Héctor Alejandro Crivelli,
querellante particular, mediante los cuales solicitan el desalojo del Sr. Bergese del predio rural
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objeto del litigio, invocando las resoluciones de la Cámara de Acusación del 08/06/2010 y del
Juzgado de Control, Menores y Faltas de la ciudad de Río Segundo de fecha 27/08/2010.
En efecto, luego de que el fiscal evacuara la vista que citamos antes como prueba del
hecho nominado quinto, el día 27/8/10 la jueza de control resolvió la oposición al decreto que
mantenía la prejudicialidad, revocándolo. Sostuvo en el punto IV que "En base a lo resuelto
por la Excma. Cámara de Apelación, en el entendimiento de que la Cámara se ha expedido
sobre el fondo de la cuestión -más allá de la opinión de la suscripta que fuere expresada en el
A.I. N° 04 de fecha 24/02/2010- y a los fines de evitar la innecesaria dilación del proceso y su
consecuente perjuicio a la parte recurrente, es que debe hacerse lugar a la oposición
impetrada y revocar el decreto que dispuso la prejudicialidad penal. Además, de la lectura de
la causa "Germano..." se advierte la poca actividad que la misma presenta, lo cual genera un
daño al querellante particular que debe ser contemplado..." (ver fs. 395/397 de la 2° carpeta
de pruebas)
Hizo lugar a la oposición y en el punto II del resolutorio indicó “En cuanto a la solicitud
de cese de los efectos del delito, remítanse los presentes a la Fiscalía de Instrucción de Río
Segundo, a sus efectos”.
Como el fiscal tampoco cumplía con lo ordenado por la jueza de control, el 9/9/10 en
sendos escritos las víctimas le requirieron ordene el inmediato lanzamiento del inmueble (ver
fs. 415 y 416 de la carpeta de pruebas nº 1, cuerpo III), sin embargo no lo hizo. En lugar de
resolverlos, el fiscal tomó otras medidas probatorias, entre las que se destaca una pericia
psiquiátrica del imputado en los términos del art. 85 del CPP. La improcedencia de esa
medida es clara: el artículo 85 dispone que se deberá realizar esa pericia sobre el imputado si
1) es menor de 18 años, 2) si es mayor de 70 años, 3) si es sordomudo, 4) si el delito que se le
atribuye es de carácter sexual, 5) si el delito que se le atribuye estuviere reprimido con pena
no menor de 10 años, 6) si fuere probable la aplicación de la medida de seguridad prevista
para los reincidentes múltiples.
Aquí el fiscal llevó su propósito de dilatar la medida solicitada por las víctimas acaso a la
máxima hipérbole: solicitó la pericia mencionada siendo que Bergese tiene 53 años de edad,
habla y escucha (o al menos no hay datos en autos que permitan sospechar lo contrario),
ninguno de los delitos de robo calificado (Cód. Penal art. 167 inc. 4º en función del 163 inc.
1º), daños (art. 183) y Usurpación (art. 181), es de carácter sexual o está castigado con pena
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superior a 10 años, y, por no tener Bergese otros antecedentes penales que éstos, mal podría
declarársele la medida de seguridad del art. 52 del Cód. Penal.
Para agregar otro dato de suma importancia en orden a valorar la postura de la
prejudicialidad mantenida por el fiscal Nazar, la Exma. Cámara de Acusación luego de que
éste requiriera la elevación a juicio sin haber desalojado la heredad y que el juzgado de
control haya rechazado la oposición de la defensa, por A.I. N° 82 del 09/03/2011 contestó la
reedición del planteo de la prejudicialidad en los siguientes términos “para dejar en claro la
cuestión cabe decir que el ejercicio de la acción pública no podrá suspenderse, interrumpirse
ni hacerse cesar, salvo expresa disposición legal en contrario (CPP, art. 5). Según el art. 9
del CPP, el ejercicio de la acción se suspenderá cuando la solución de un proceso penal
dependa de la resolución que recaiga en otro y ambos no puedan ser acumulados. Con esto
se pretende evitar el dictado de sentencias contradictorias sobre un mismo tema”.
Ahora bien —continuó la cámara— “el hecho de que el inmueble objeto de la
supuesta estafa procesal sea el mismo que el supuestamente usurpado con posterioridad, no
significa que exista una dependencia entre ambos procesos en el sentido excepcional exigido
por la ley para declarar la prejudicialidad penal”.
En el caso —explica— “la resolución del delito de usurpación no depende de la
solución que se adopte en el delito de estafa procesal, sencillamente porque el primero no se
encuentra condicionado en ninguno de sus elementos estructurantes a lo que se resuelva en el
segundo, aunque las conductas reprochadas hayan tenido por objeto un mismo inmueble. En
otras palabras y por vía de hipótesis, la adquisición de los lotes como producto una estafa
procesal, no tiene gravitación alguna en el análisis de la conducta atribuida a Bergese de
despojar del inmueble al poseedor”.
Asimismo, con más énfasis, refirió la cámara que “para poner en evidencia la
ausencia de fundamentos, debe destacarse que desde el anterior fallo de esta cámara (A. nº
230, 8/6/10) y más allá de la reticencia del instructor a proveer a las solicitudes del
querellante (lo que motivó la presentación de sucesivos prontos despachos, como se describió
en párrafos anteriores), situación causante a su vez de una demora de casi ocho meses hasta
la actualidad, tampoco el fiscal expuso en dicho período ningún argumento nuevo tendiente a
sustentar su tesis de la prejudicialidad penal, que no sea aquél que ya fuera objeto de crítica
por parte de esta Cámara de Acusación en el fallo nº 230, del 8/6/10, vale decir insistió con
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que las causas guardan “intima relación” y transcribió el criterio de la jueza de control
(decreto de fs. 392)”. (ver fs. 80/84).
En conclusión, la existencia de los seis hechos ha quedado debidamente acreditada en
autos, sus firmas debajo de las resoluciones y las declaraciones testimoniales de los
empleados de la fiscalía interpretadas en el sentido que señalamos aventan toda duda en torno
a que fue el imputado Nazar quien tomó las decisiones que constituyen un curso de acción
diferente del que la ley le obligaba a seguir, omitiendo cumplir con sus deberes de funcionario
público.
V.- CALIFICACION LEGAL: En orden a la calificación
legal, LUIS MARCELO NAZAR, deberá responder como supuesto autor de Incumplimiento
de deberes del funcionario público por no ejecución de leyes Reiterado (cinco hechos) –
nominados primero, segundo, cuarto, quinto y sexto- en concurso real (arts. 248 y 55 del Cód
Penal) e Incumplimiento de la obligación de promover la represión –hecho nominado
tercero- en concurso real (arts. 274 y 55 del Cód. Penal), por las razones expuestas por el
instructor a las que me remito por razones de brevedad con las que coincido. Así, a los fines
de evitar inútiles repeticiones, adhiero a los argumentos desarrallados por el mismo que se
transcriben a continuación “En primer término, se ajustará la calificación legal de los hechos
atribuidos al fiscal Nazar pues no es tanto la norma contenida en el art. 249 del Cód. Penal
la que mejor capta su conducta sino la del art. 248....” y lo la fundamenta de la siguiente
manera “...señala la doctrina que “No es fácil distinguir las figuras omisivas del art. 249 de
la ‘no ejecución de las leyes’ del art. 248, puesto que el funcionario que no ejecuta las leyes
cuyo cumplimiento le incumbe, puede considerarse que omite con ello un acto de su oficio”
(cfr. CARLOS CREUS y JORGE EDUARDO BUOMPADRE, Derecho penal – Parte especial, tomo II,
7ª edición, Astrea, Bs. As. Año 2007, pág. 271). De esto parecería surgir que cuando el
funcionario público no ejecuta una ley que debía ejecutar, también omite deberes de su
oficio. No obstante, sin ingresar al estudio pormenorizado que realizan los autores (para un
racconto de las diferentes opiniones ver EDGARDO ALBERTO DONNA, Delitos contra la
administración pública, segunda edición, Rubinzal-Culzoni, 2008, pág. 203) la interpretación
que a mi juicio se adapta mejor a la literalidad de ambas formulaciones normativas y a la
propia sistemática del Código Penal en estos delitos es aquella que considera que “…la
omisión prevista por el art. 248 se refiere a la de aquellos actos que son de autoridad por
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parte de los funcionarios dotados de competencia para realizarlo, en tanto que en el art. 249
quedan comprendidas las omisiones de los actos administrativos que no importa propiamente
actos de autoridad impuestos por leyes” (CARLOS CREUS, id. cit.). En el caso, es claro que los
hechos atribuidos al imputado Nazar no constituyen omisiones a las reglas propias de un
oficio sino se miden a partir de actos de autoridad propios de la competencia funcional de un
fiscal de instrucción, impuestos por las leyes,. “...Aquí el abuso consiste en la “decisión de no
ejecutar la ley, es decir, de no aplicarla, prescindiendo de ella como si no existiera” (CARLOS
CREUS y JORGE EDUARDO BUOMPADRE, op. cit., pág. 263-266). En este orden de ideas,
también señala la doctrina que dentro del concepto de omisión de la ejecución de la ley
“queda comprendido el retardo indebido de su cumplimiento: el no ejecutar es no ejecutar
cuando se debe ejecutar, de manera que tanto comete el delito quien deja de ejecutar la ley
como quien la ejecuta fuera de la oportunidad en que debía hacerlo” (id. cit.). En relación a
la expresión “ley” utilizada por el legislador, interpreta la doctrina que no se refiere a
cualquier reglamento u ordenanza sino que “sólo los que delimitan la competencia de los
funcionarios, es decir, los que determinan lo que el funcionario debe o puede hacer como tal,
expresando la voluntad del Estado en actos sobre los administrados que no sean de orden
estrictamente interno de la Administración” (id. cit.). En cuanto a la consumación, se indica
que la “omisión se consuma en el momento en que, habiendo debido ejecutarse la ley, no se
observa la conducta esperada” (id. cit.). Esto aclara el panorama al momento de valorar
globalmente las omisiones en que incurrió el Sr. Fiscal pues, si bien éstas tuvieron como
norte un mismo objetivo (no investigar y no desalojar al imputado), realizó las omisiones
típicas cada vez que, instado por el querellante particular para que investigue o desaloje
conforme le obligaba la ley ritual, debió realizarlas pero no lo hizo”.
Además en orden a completar la fundamentación de la calificación legal,
corresponde examinar el contenido del tipo subjetivo, esto es, en que consiste el dolo en la
figura en exámen. Previo a ello corresponde hacer la siguiente precisión: como es sabido, no
obra en nuestra ley una definición de dolo, lo cual ha motivado un considerable esfuerzo
doctrinario por elaborar una definición a partir de la interpretación sistemática de las normas
que integran nuestro Código Penal. Por otro lado, tampoco nuestra ley, permite una
conclusión unívoca sobre cuál es la ubicación que corresponde a dicho elemento en el ámbito
de la teoría del delito (según Bacigalupo: ni la estructura del sistema ni el contenido de las
categorías surge del texto de la ley, ya que el texto es ambiguo); no obstante ello, soy de la
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opinión –y en eso coincido con el instructor- que la ubicación sistemática que corresponde al
dolo es en el ámbito del tipo –su parte subjetiva- y no en la culpabilidad, por la vigencia – hoy
indiscutida con carácter constitucional - del principio de culpabilidad, ya que el tipo como
elemento del delito cumple una importante función en la delimitación del ámbito de libertad
de los ciudadanos – hacer conocer a estos que se prohíbe bajo amenaza de pena – finalidad
que se cumple de mejor manera con un tipo complejo, que no se limita solo a describir
objetivamente la conducta prohibida, sino que a su vez, incorpora el dolo y la imprudencia en
su parte subjetiva. Precisamente, con respecto al tipo penal que motiva la presente
investigación penal –incumplimiento de deberes de funcionario público por no ejecución de
leyes– en mi opinión el dolo consiste en la actitud anímica del autor que conoce y quiere
realizar las conductas descriptas en el tipo objetivo. En el caso de autos, en el deliberado y
conciente apartamiento de las normas jurídicas que regulaban su actuación como funcionario
público.
En los hechos bajo exámen resulta útil repasar la forma en que se llevó adelante la
tramitación de las causas –tal como lo hiciera el instructor- para corroborar la presencia de
dicho elemento subjetivo. Veamos: “repasemos entonces la sucesión de acontecimientos de la
causa “Bergese” relevantes para escudriñar si las conductas del Fiscal pudieron haberse
debido a descuidos:
Una vez que Crivelli ingresó al campo merced la tenencia que le otorgó Ortiz, Jorge José
Bergese comenzó a hostigarlo, amenazándolo con armas de fuego, daños a los cultivos,
envenenamiento del agua usada para fumigar (entre otros asedios), todo lo cual fue
denunciado ante la comisaría de Santiago Temple y luego remitidos a la Fiscalía de Nazar
mas éste no tomó ninguna medida pese a que el denunciante le había presentado escritos el
11/6/9 y el 30/9/9 anticipándole los riesgos que corría de que se produjera ese despojo dado
que las conductas de Bergese “eran cada vez más hostiles y violentas”.
En ese contexto, sin que el fiscal hubiere tomado alguna medida en orden a enervar el
accionar de los denunciados por Crivelli, en octubre de 2009, Bergese despojó a Crivelli
rompiendo las cadenas y candados de las tranqueras de los dos lotes y puso postes con un
riel de ferrocarril en uno de los ellos y en el otro una liga de acero que impidieron el ingreso
del tenedor desde aquel entonces.
Eso motivó una nueva denuncia contra Bergese, ahora por usurpación, más la
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solicitud de que se hicieran cesar los efectos del delito para que le restituya la tenencia del
campo que venía ejerciendo. En respuesta a ello el fiscal decidió no hacer lugar esgrimiendo
prejudicialidad penal con la causa “Germano, Santiago y otro p.ss.aa. Estafa procesal en
grado de tentativa” (Expte. “G-126/2006”).
Luego el fiscal indagó al imputado Bergese, receptó algunos testimonios y el
querellante particular Héctor Alejandro Crivelli volvió a solicitarle se hicieran cesar los
efectos del delito y el fiscal sostuvo nuevamente la prejudicialidad con la causa Germano. Así
las cosas, el denunciante impugnó dicho decreto, pero tuvo que ocurrir a la Cámara de
Acusación en apelación porque la jueza de control rechazó la oposición para que revise esa
decisión. Ese tribunal de apelación, no obstante rechazar en lo formal el planteo del
denunciante, en lo sustancial consideró el pedido de lanzamiento del inmueble usurpado
formulado como admisible, sosteniendo que tanto la resolución del fiscal de Río Segundo
como el del juez de control respecto a la prejudicialidad penal tenía fundamentación
aparente y resultaba a todas luces arbitraria, y exhortó al fiscal a resolver conforme a
derecho atento a surgir “en forma ostensible la injusticia de lo resuelto por las instancias
judiciales anteriores, lo que importa dilatar el proceso en perjuicio de los derechos del
querellante particular”.
Tras ese resolutorio, como el fiscal no tomó la medida que no sólo le requería el
querellante sino que ya la Cámara de Acusación le exhortaba, el 23/7/10 el denunciante
solicitó una vez más que el fiscal hiciera cesar los efectos del delito pero el Sr. Representante
del Ministerio Público no proveyó a la solicitud. El 4/8/10, entonces, el denunciante presentó
un pronto despacho para que provean su presentación el que fue contestado el 12/8/10
(veinte días después del pedido). En dicho decreto el fiscal Nazar dispuso que el denunciante
estuviera a lo resuelto a fs. 71 y 102 (esto es, los decretos que disponían la prejudicialidad).
El 13/8/10 el denunciante interpuso una nueva oposición al referido decreto pero el
fiscal nada hizo, no la decretó. Una vez más, el 20/8/10 interpuso pronto despacho y recién
allí el Fiscal remitió el expediente al juzgado de control para su resolución.
Una vez radicado en ese tribunal, atento a que entre el pronto despacho y el decreto
del fiscal por el cual reiteraba su criterio de la prejudicialidad corre agregado un escrito
intitulado “hace presente” ingresado al proceso por el imputado Bergese, por decreto del
23/8/10 la jueza corrió vista al fiscal para que se expida fundadamente sobre esa cuestión
planteada por el imputado (fs. 400 carpetas de pruebas nº 1, cuerpo III).
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No obstante haber sido ése el objeto de la vista, el mismo 23/8/10 el Fiscal se expidió
expresando que las causas guardan “intima relación entre sí” y añadió una copia textual de
una porción de la resolución anterior de la jueza de control (AI nº 4 del 24/2/10) que
confirmaba su tesis de la prejudicialidad (fs. 401 carpetas de pruebas nº 1, cuerpo III), como
si ése hubiera sido el motivo de la vista.
Luego de este derrotero, por auto nº 39 del 27/8/10 la jueza resolvió revocar el
decreto que dispuso la prejudicialidad penal y remitir la causa al fiscal para que se expida
sobre el cese de los efectos del delito (fs. 404/406 carpetas de pruebas nº 1, cuerpo III).
Así las cosas, con la prejudicialidad revocada y con el pronunciamiento tanto de la
jueza de control como de la Cámara de Acusación que consideraron que se debía ordenar el
desahucio, el 9/9/10 el denunciante solicitó una vez más el desalojo del inmueble, pero el
fiscal, sin expedirse a ese respecto, con fecha 14/9/10 resolvió practicar una pericia médica
psiquiatría al imputado.
Luego, ante un nuevo pronto despacho presentado el 24/8/10 exigiendo se
pronunciara respecto del desalojo, Nazar decidió elevar la causa a juicio junto con el
emplazamiento al imputado para que desocupe el inmueble pero Bergese se opuso al
emplazamiento a desocupar el predio ante el juez de control. A la fecha de la denuncia, el
desahucio todavía no había operado.
En conclusión, sostiene el instructor “...De esta sucesión de actos del fiscal es imposible
predicar un mero descuido de su parte. Es evidente que la causa “Bergese” tuvo
preeminencia para él. Los empleados señalaron que era el propio fiscal quien tomaba las
decisiones (no puede decirse que por delegación las tomaba un empleado o el secretario),
sobre ella se pronunció —hasta que Crivelli lo denunció y se iniciaron las presentes
actuaciones— tres veces la jueza de control y dos veces la Cámara de Acusación; y recibía,
además, planteos permanentes del querellante particular para que impulsara el proceso.
Nótese también que la prejudicialidad que invocaba fue duramente criticada por la Cámara
de Acusación mas al imputado pareció no conmoverlo, se mantuvo impertérrito en su
posición inicial. No lo hizo suministrando argumentos ni impulsando el trámite de la causa
cuya prejudicialidad invocaba, sino que, de manera obcecada, repetía que había una “íntima
vinculación” entre ambas causas que le impedía tomar las medidas que el querellante
solicitaba (y que la ley le ordenaba). Su objetivo era, claramente, demorar el desalojo y
mantener al imputado en la usurpación. En uno de los últimos pedidos del querellante para
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que cumpla con la ley y, en efecto, haga cesar los efectos del delito, para dilatar aún más el
pronunciamiento, Nazar llegó a decretar una pericia psiquiátrica del imputado, una medida
que, como ya lo vimos, por su palmaria improcedencia, constituye una verdadera
extravagancia procesal.
La conducta claramente tendenciosa del fiscal dirigida a no desalojar a Bergese en los
sucesos analizados en los párrafos anteriores permite también echar luz sobre los primeros
hechos, es decir, aquellos donde si bien había una contradicción entre el accionar del fiscal y
lo que le requería la ley, su designio no aparecía lo nítido que lució en los posteriores. Pero
una vez analizada la totalidad de las constancias de autos estamos en condiciones de concluir
que aquellas omisiones iniciales tenían ya el mismo propósito que las últimas: postergar todo
lo posible las medidas que por su función le exigía la ley si ello contradecía los intereses de
Bergese.
En definitiva, de ninguna forma podemos sostener que la denuncia al fiscal Nazar verse
sobre omisiones ocasionales, aisladas o que constituyan meras negligencias producidas por
la irreducible sobrecarga de trabajo de las oficinas del Poder Judicial. No. La causa
“Bergese” —donde cometió los hechos que se le imputan— salía del grueso de las causas
que se tramitan dado que sobre la conflictiva que allí se ventilaba se habían formulado siete
denuncias (de Crivelli contra Bergese), tenía querellante particular que requería
insistentemente se cumpla con lo que la ley le ordenaba al fiscal (que investigue y, sobre
todo, que ordene el desahucio), interpuso tres pronto despacho para que decrete esas
solicitudes, sobre las controversias que generaban sus decisiones se pronunció tres veces la
jueza de control y dos la Cámara de Acusación. Además sus propios empleados declararon
que era él mismo quien tramitaba la causa y tomaba las decisiones, no delegaba.
En una causa de esas características se imputa al fiscal una cadena de irregularidades
consistentes en, primero, haber omitido toda actividad instructoria tendiente a colectar
prueba a los fines de completar la investigación y dictar la resolución correspondiente;
luego, haber omitido dar una respuesta fundada al pedido formulado por la parte, como así
también toda actividad instructoria tendiente a colectar prueba a los fines de completar la
investigación y dictar la resolución correspondiente, incumpliendo las obligaciones legales a
su cargo; más tarde, haber omitido perseguir delincuentes pues no receptó declaraciones
indagatorias a los denunciados Jorge José Bergese y José Bergese ni dispuso sus
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imputaciones ante evidentes conductas delictivas denunciadas por ante su fiscalía; después,
haber omitido decretar una constitución en querellante particular en la que además se
solicitaba se hagan cesar los efectos del delito, siquiera lo hizo luego de que el requirente
interpusiera un pronto despacho; finalmente, haber continuado decretando de manera tardía
y con fundamentación aparente y arbitraria, incluso después de que la Excma. Cámara de
Acusación en A.I. nº 230 —decisión a la que luego se sumó la jueza de control— le exhortara
conducir la investigación de manera diferente.
Téngase en cuenta que el fiscal ordenó el lanzamiento de la heredad no cuando se lo solicitó
(en reiteradas ocasiones) el querellante, no cuando se lo exhortó la Cámara de Acusación ni
la jueza de control, sino que lo hizo recién el día 28/4/11 (fs. 169), dos días después de haber
recibido el oficio de fs. 114 de cuyo encabezado surgía que había sido imputado por el delito
de incumplimiento de deberes de funcionario público...”. Que a partir del año 2008, y antes
de la denuncia que diera inicio a la causa de la Usurpación en la Fiscalía a cargo de Nazar,
el denunciante formuló 5 denuncias en contra de Jorge José Bergese y José Bergese, hijo del
primero, a raíz de incidentes protagonizados por los mismos motivados en la explotación del
inmueble rural luego usurpado, los que resultaran hechos delictivos diversos con diverso
caudal probatorio, mencionadas al punto A 4 de la presente requisitoria, causas en las que
incluso el denunciante insto en diversas oportunidades la tramitación de las causas
presentando incluso Prontos Despachos y constituyéndose en Querellante Particular.- Que a
partir del año 2008, y antes de la denuncia que diera inicio a la causa de la Usurpación en la
Fiscalía a cargo de Nazar, el denunciante formuló 5 denuncias en contra de Jorge José
Bergese y José Bergese, hijo del primero, a raíz de incidentes protagonizados por los mismos
motivados en la explotación del inmueble rural luego usurpado, los que resultaran hechos
delictivos diversos con diverso caudal probatorio, mencionadas al punto A 4 de la presente
requisitoria, causas en las que incluso el denunciante insto en diversas oportunidades la
tramitación de las causas presentando incluso Prontos Despachos y constituyéndose en
Querellante Particular.
En el caso, resulta claro que el Fiscal instructor, se apartó de manera consciente y deliberada
de las normas que regulaban su actuación –en particular los arts. 301, 302, 319, 329 337, 144,
146, 154 y 155 del CPP, no obstante los reiterados pedidos de la parte y la exhortación
realizada por la Cámara de Acusación y el Juzgado de Control .- Por último, debe señalarse
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que existe consenso en la doctrina sobre las particularidades que debe presentar el elemento
subjetivo para su configuración, consistente en dolo directo - que algunos identifican con
malicia - resultando incompatible con el error, la culpa y el dolo eventual, que en el caso por
las razones arriba expresadas queda descartado.
El delito de Incumplimiento de la obligación de promover la represión está contenido
en el art. 274 del Cód. Penal, dispone la siguiente circunstancia de hecho como condición de
la pena: “El funcionario público que, faltando a la obligación a su cargo, dejare de
promover la persecución y represión de los delincuentes…”. Es decir que la omisión consiste,
aquí, en dejar promover la persecución y represión de los delincuentes. Se destaca la especial
calidad que debe reunir el funcionario público quien, dentro de su competencia, ha de tener
la función de persecución (individualización, aprehensión, localización, etc.) o represión
(investigación, aplicación de sanciones, etc.) de delincuentes. De esto se desprende que la
figura del fiscal de instrucción es arquetípica de este delito. Refiere la doctrina que “no es
indispensable una omisión total de las funciones del agente en ese orden, pero sí debe
tratarse de una omisión fundamental de persecución o represión, que puede constituirse tanto
en la falta de iniciativa de las actividades como en la inercia en el adelantar las ya
iniciadas”. Además, las actividades que no se cumplen tienen que ser obligaciones del cargo
del agente, deben estar comprendidas en su competencia como deber, no sólo como facultad
(porque, como señala Creus, “si no puede ser autor de encubrimiento”). Por otro lado, es
claro que la palabra delincuentes designa a quienes haya cometido hechos típicos. Por
último, respecto del tipo subjetivo, también se exige dolo directo pues el autor debe conocer
“la existencia o la posibilidad de existencia de un delito, y que tanto su persecución como la
represión estén dentro del marco de su competencia” (EDGARDO ALBERTO DONNA, Op. cit.,
pág.489).
V.-PETITUM: Por lo expuesto y conforme lo dispuesto por los
arts. 339, 340, 347, 354, 355 del CPP, solicito a S.S., dicte el decreto de Citación a Juicio en
contra de Luis Marcelo Nazar, Fiscal de Instrucción de la ciudad de Río Segundo de la 1ra.
Circunscripción Judicial, por los hechos precisados en la plataforma fáctica y calificados
prima facie de "Incumplimiento de los Deberes de Funcionario Público por no ejecución
de leyes Reiterado- cinco hechos en concurso real (nominados primero, segundo, cuarto,
30
quinto y sexto" (art. 248 y 55 del C.P.), e Incumplimiento de la obligación de promover
la represión (hecho nominado tercero) (art. 274 del C.P.), en concurso real (CP art. 55).
Fiscalía, 1 de Marzo de 2012.-
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