Discurso Representante del BID - Contraloría General de la República

LANZAMIENTO PORTAL ANTICORRUPCIÓN
DISCURSO REPRESENTANTE BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO
SR. KOLDO ECHEBARRÍA
Miércoles 24 de julio de 2013
Buenos días a todos, especialmente a las autoridades que nos acompañan y que
me acompañan en la testera. Gracias también a todos ustedes por la participación
en este acto y gracias de verdad a los auténticos protagonistas de esta iniciativa,
que son las tres instituciones aquí presentes por invitar al banco a este evento.
Agradecer también en el nombre del banco al gobierno de Noruega por su
aportación financiera al Fondo de Transparencia, que es la fuente que el banco ha
utilizado para financiar esta iniciativa. Destacar que ésta es una iniciativa que se
enmarca en las relaciones que el banco viene manteniendo con instituciones aquí
presentes, una larga relación fructífera con la Contraloría General de la República
tanto en Chile como fuera de Chile. La Contraloría nos acompaña en múltiples
proyectos de modernización de la función de control en el sector público en otros
países y tenemos una gran deuda de gratitud con todo su trabajo. Del mismo
modo con el Consejo de Defensa del Estado, con el que estamos trabajando en un
proyecto en estos momentos en una institución que también es señera en el
conjunto de la región y de la que extraemos lecciones para otros proyectos en
otros países. Igualmente con el Ministerio Público, con el que también hemos
trabajado y estamos abiertos a seguir trabajando para contribuir a sus fines y, por
supuesto, con el Consejo de Transparencia.
Ésta es una actuación en la que, como decía nuestro primer presidente, el banco
es algo más que un banco, donde el rol fundamental no es tanto el rol de financiar
como el rol de catalizar, el rol de acompañar. Y esto es particularmente en un país
como Chile. Chile nos brinda la oportunidad de participar en iniciativas señeras en
materia de reformas institucionales como ésta, que luego el banco puede tomar
como una correa de transmisión para otros países y éste es un rol en el que yo
diría que Chile es mucho más importante para el banco que el banco para Chile.
Déjenme unirme a una de las consideraciones que han hecho los predecesores en
el uso de la palabra y hacer alguna breve reflexión sobre el fenómeno de la
corrupción y el conocimiento que tenemos en esta materia, porque no es un
fenómeno evidente. Durante muchos años, quizás durante demasiados años,
corrupción y desarrollo económico eran temas que no se relacionaban, como si el
desarrollo económico dependiera únicamente de la inversión, de la productividad,
del comercio, de los recursos naturales. Hoy en día si algo sabemos, y lo sabemos
empíricamente con demostraciones que ponen evidencia sobre la mesa, si algo
sabemos es que lo que hace el desarrollo económico duradero y sostenible es la
calidad de las instituciones, es lo que en un libro reciente que se denomina “Por
qué fracasan las naciones”, alguien pone como las instituciones inclusivas versus
las instituciones extractivas, que son las instituciones en que florece la corrupción.
No hay tampoco corrupción compatible o incompatible con el desarrollo. En una
formulación que también se usó en algunos tiempos que había como distintos
tipos de corrupciones, no todas las corrupciones son malas. Todas las
corrupciones revelan problemas institucionales que son fuente de inestabilidad,
que son fuente de disrupción para los países.
Ahora bien, en la lucha contra la corrupción es muy importante atinar en las
estrategias y en las políticas. Es una lucha en la que no hay atajos, como bien
decía el Contralor, y hay una expresión acuñada por un colega venezolano que
habla de la corrupción de la anticorrupción, básicamente basada en formular
alternativas milagrosas al problema que, al final, al no resultar, produce una
sensación de falta de compromiso y de falla en la lucha contra la corrupción.
Sabemos, sin embargo, que reformas funcionan y sabemos que en materia de
lucha contra la corrupción no hay nada más importante que la lucha contra la
impunidad, no hay nada más importante que un castigo efectivo realizado por las
instituciones que tienen esta competencia en el Estado frente a este tipo de
comportamiento. Sabemos también frente a algunos mitos que, y un mito típico es
que en un entorno de mejores salarios, por ejemplo, hay menos corrupción. Esto
no es cierto. Esto no evidencia que así sea. Lo que sí sabemos es que hay menos
corrupción en entornos más meritocráticos, es decir, allí donde los funcionarios
públicos se reclutan de manera transparente a través de sistemas de mérito y este
sistema llega hasta altos niveles del Estado, como en el caso de Chile a través de
la Alta Dirección Pública. Sabemos que en estos casos hay menos corrupción y,
finalmente, sabemos que la transparencia es una gran arma en la lucha contra la
corrupción y esta transparencia tiene muchas modalidades y, además, la
tecnología hace posible iniciativas que profundizan esta transparencia, que
facilitan el acceso a la información y el uso por parte de todos los ciudadanos de
canales de denuncia que, al final, redundan en más capacidad sancionatoria y, por
lo tanto, en más disuasión de fenómenos de corrupción. Y tengo que señalar que,
en este sentido, estamos ante una iniciativa extraordinariamente importante. El
hecho que tres instituciones de la importancia de las que nos convocan aquí se
unan en esta iniciativa no es algo que se vea frecuentemente. Me da envidia
incluso en relación a mi propio país. Ojalá tuviésemos una iniciativa de esta
naturaleza con este grado de colaboración, en una iniciativa que, aunque es
aparentemente sencilla, tiene, como se ha explicado, un enorme potencial de
innovación en esta materia a través de la involucración de los ciudadanos, de
bajar los costes, digámoslo así, de denunciar comportamientos no deseables y
facilitar que las instituciones actúen.
Creo que es un ejemplo más de la capacidad de demostración que nos ofrece
Chile como banco y esperamos ser capaces de continuar trabajando en ella y
poder compartirla con otros países miembros de la institución. Nada más. Muchas
Gracias.