PROA52 - Cursillos de Cristiandad de Madrid

Anuncio
Boletín del Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de Madrid / Abril 2016
DONATIVO 1 €
[nº 52]
«El Señor ha resucitado,
¡Aleluya!».
LA SEMANA SANTA en Comunidad
vivida en la Pascua de Jóvenes, en la
Pascua de familias y en la parroquia
“Virgen del Camino”.
Uso privado
d
Café con...
Paco “el Marino”
2
EDITORIAL
Jaime López Peñalba
M
adrid amanece, como cantaban en la Movida.
Pero no amanece de la misma manera para todos,
por lo que parece. Para algunos, solamente sale el sol.
Amanece, pero es poco.
Fantaseaba yo estos primeros días de Pascua con
la idea de sustituir como saludo el “¡hola, buenos
días!”, educado y cordial, con el Christus surrexit! Vere
surrexit! (“¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha
resucitado!”). Por subir el nivel los próximos 50 días.
Es broma: es por la curiosidad de ver las caras. ¿Os
imagináis?
Yo también tengo la manía de levantar compromisos
para cada tiempo litúrgico: mis compromisos de
Adviento, mis compromisos de Cuaresma... así hasta
una buena pila de ellos. Al final, claro, me despisto en la
carrera de vallas, porque antes o después me canso de
correr y saltar, saltar y correr, cuando no me tropiezo con
alguna y acabo enredado con mi autoimpuesto listón,
con el orgullo herido de verme en el suelo, enfadado y
frustrado de toparme con mis propios límites.
Keep it simple, he pensado para
esta Pascua 2016. Esta vez me voy a
conformar con ver amanecer. Esta vez
solo me pido a mí mismo lo que le
pido al Señor: devuélveme la alegría
de la salvación (Sal,50). Solo quiero
luz y solo quiero alegría.
Me lo han recordado las palabras
del papa Francisco en la pasada
Vigilia pascual: «Pedro, sin embargo,
se levantó. No se quedó sentado a
pensar, no se encerró en casa como
los demás. No se dejó atrapar por la densa atmósfera
de aquellos días, ni dominar por sus dudas; no se dejó
hundir por los remordimientos, el miedo y las continuas
habladurías que no llevan a nada. Buscó a Jesús, no a
sí mismo. Prefirió la vía del encuentro y de la confianza
y, tal como estaba, se levantó y corrió hacia el sepulcro,
de dónde regresó admirándose de lo sucedido. Este fue
el comienzo de la resurrección de Pedro, la resurrección
de su corazón. Sin ceder a la tristeza o a la oscuridad, se
abrió a la voz de la esperanza: dejó que la luz de Dios
entrara en su corazón sin apagarla».
Y como si mi hombre viejo necesitara una puntilla,
sigue el Santo Padre: «Al igual que Pedro y las
mujeres, tampoco nosotros encontraremos la vida si
permanecemos tristes y sin esperanza y encerrados en
nosotros mismos. Abramos en cambio al Señor nuestros
sepulcros sellados –cada uno de nosotros los conoce–,
para que Jesús entre y lo llene de vida; llevémosle las
piedras del rencor y las losas del pasado, las rocas
ppesadas de las debilidades y de las
ccaídas. Él desea venir y tomarnos de
la mano, para sacarnos de la angustia.
PPero la primera piedra que debemos
rremover esta noche es ésta: la falta
dde esperanza que nos encierra en
nnosotros mismos. Que el Señor nos
lilibre de esta terrible trampa de ser
ccristianos sin esperanza, que viven
ccomo si el Señor no hubiera resucitado
y nuestros problemas fueran el centro
dde la vida».
EDITORIAL Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad
de Madrid
REDACCION Macarena Montes
MAQUETACION Mercedes Fernández
ILUSTRACIONES Juan Pablo Arenas
DISEÑO Beatriz Rodríguez de los Ríos
FOTOGRAFÍA Nacho Pereira y Cindy González
COLABORADORES ESPECIALES Jaime López Peñalba, Inés Colón
de Carvajal, Vicente Vida, Elena Navas, Paco Díaz Serrano, Alex
Martín, Paloma González, Diana Platas, Luis Casarrubios, Inma
Rausell, Alberto Fransuá
IMPRIME Reproconsulting, S.L.
Este número se puede descargar en formato pdf en
www.cursillosmadrid.org
3
TESTIMONIOS PASCUAS 2016
¡
CELEBRAMOS LA PASCUA EN COMUNIDAD!
Cuando los ecos de la Cuaresma y de la Semana Santa recién concluida ya forman parte de nuestro
acervo espiritual, la luz esplendente del cirio Pascual ilumina todavía con fuerza nuestros corazones
restaurados y gozosos. He aquí algunos testimonios personales de cómo la Comunidad de Cursillos de
Madrid ha vivido esta experiencia insondable y vivificante que constituye el Triduo Pascual. Desde nuestra
parroquia, desde la Pascua de jóvenes o en familia… toda la comunidad de cursillos hemos proclamado
al unísono: “El Señor ha resucitado, ¡Aleluya!” .
PASCUA DE JÓVENES 2016
Inés Colón de Carvajal
E
sta era la tercera Pascua que vivía junto a los jóvenes de cursillos y como siempre el Señor
tenía algo nuevo que decirme. En la primera pascua aprendí a abrazar la cruz y a entender, y vivir,
la pasión de Cristo junto a Él; en la segunda el Señor resucitó en mi vida y en esta tercera todo cambió.
Primero de todo termine de darme cuenta de que el
Señor me quiere en este movimiento, disfrutando y
aprendiendo cada día de mi labor como “dirigente”. Y
a base de disfrutar y sentir su AMOR en cada persona,
en cada celebración y en cada minuto de esta pascua, lo
único que podía hacer era abandonarme a ÉL. Dejar mi
autosuficiencia a un lado y con ello entregarle, no solo mis
cruces sino mi vida. Contar con El para todo y entregarle
todas mis ilusiones, preocupaciones, proyectos, dudas…
por pequeñas y mundanas que a mí me puedan parecer.
Vuelvo a casa feliz de haber vivido una pascua más
acompañando al Señor junto a mi novio y mi comunidad
que tanto bien me hace y tanto me ayuda a acercarme a
Dios. Han sido cuatro días increíbles que no son más que
un empujón para seguir viviendo mi vida con la certeza
de que mi vocación es ser santa y que el movimiento me
brinda las claves para intentar, dentro de mis debilidades,
conseguirlo. ¡De colores!
4
PASCUA EN FAMILIA 2016
L
a Gracia está siendo derramada últimamente con abundancia en nuestra familia, lo que nos
hace vivir de forma especial el agradecimiento a Dios por el Amor que nos tiene.
Belén y Blanca han hecho en estos últimos años sus
Cursillos, bendiciéndonos el Señor al tener ya casi
toda la familia en Su camino, con mayores o menores
dificultades, sin olvidar la importante componente de
cruz que tiene la vida de todo cristiano.
Y es así llevando con paz y alegría nuestro camino de
Cuaresma como llegamos a la Pascua. Pensamos que
era importante que nuestras hijas vivieran la Pascua de
jóvenes por lo que nosotros dimos un cauteloso paso
atrás mientras ellas esperaban con ilusión la vivencia en
Comunidad de la Pasión y Resurrección de nuestro Señor.
A Belén, con la que en principio contaban para el equipo
de música de los jóvenes, la llamaron para trabajar con los
adolescentes en la Pascua en Familia. Fueron para ellas
momentos de duda, que finalmente solucionó dándonos
ejemplo: “Iré donde sirva más” Cuando la escuchamos
nos llenamos de satisfacción y alegría. Bueno, y un poco
de orgullo. Todo iba rodando bien. Deberíamos haber
recordado: “Mayores cosas veréis”.
Cuando todo estaba preparado, surgió un imprevisto
que nos permitió pasar la Pascua en familia, y salimos
corriendo hacia Guadarrama en cuanto llegó la hora.
Nos costó un poco entrar, pero casi sin saberlo el Señor
nos iba transmitiendo sus mensajes. De confianza cuando
veíamos a los niños en brazos de sus padres. De quietud
y silencio en el amplio jardín que rodea la casa. De la
obra de Dios en las plantas y la maravillosa naturaleza
que teníamos alrededor. Pero lo mejor estaba por llegar.
Comenzó en la Vigilia de Jueves Santo. No es fácil de
explicar, pero estar una hora delante del Señor sabiendo
que al día siguiente no iba a estar nos hizo disfrutarlo
de forma especial, como si no fuera a haber mañana.
Paladeando su palabra, recibiendo de una forma
indescriptible su paz, el abandono. “No tengáis miedo”,
como si fuera un adelanto de la Pascua.
Esta experiencia centró la Pascua, y nos hizo vivir el
“abandono” llenos de esperanza, conducidos a lo
que fue el momento crucial: “¡Cristo ha resucitado¡”
y la alegría desbordó. Los cantos ya no eran lo mismo.
Reíamos como niños felices. ¡Cristo vive!.
Salimos de allí con el corazón pleno y la certeza de que
Cristo había pasado por nuestras vidas. No puede ser un
momento más, y con la ayuda de Dios no lo será. Este
regalo que nos hace, nos lleva a vivir conscientes de la
importancia de que Cristo viva con nosotros, en nuestra
familia. Que Él nos conceda confianza de niños, ilusión
de joven, y llene nuestra vida de Amor para compartirlo.
¡De colores
5
PASCUA EN PARROQUIA 2016
Q
uerida comunidad: Me piden que comparta cómo he vivido esta Semana Santa en mi parroquia, que
es Virgen del Camino, en Collado Villalba. Lo primero que tengo que decir es que mi Parroquia es mi casa.
Y en esa intimidad que forman el entorno físico y el
Señor, en medio de las personas con las que comparto la
fe, la Cuaresma ha sido un pórtico para adentrarme en
la Pasión del Señor. Ésta ha tenido dos momentos finales
maravillosos: la clausura del último Cursillo y los ejercicios
espirituales en Las Rosas el último fin de semana de la
Cuaresma. ¡Así cualquiera! Los Oficios del Jueves Santo,
la procesión del Cristo del Buen Camino por las calles de
Villalba. La Hora Santa y la vigilia ante el Monumento,
con confesiones durante toda la madrugada. El Vía Crucis
del Viernes Santo y los Oficios de la tarde. La alegría de la
Vigilia de la noche del Sábado…
Me resulta imposible expresar en estas breves líneas lo
que el Señor me ha regalado. Pero no puedo dejar de
compartir con vosotros la escena que pude contemplar
la noche del Jueves al Viernes. Me fui a casa a las doce
de la noche del Jueves; regresé al Monumento a rezar
a las siete de la mañana del Viernes; la única persona
que estaba en esos dos momentos fue una mujer pobre:
permanecía dormida al calor del Señor. Me acordé del
pasaje del Evangelio en el que después de escuchar
las duras palabras de Jesús “muchos de sus discípulos
se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús
dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis
marcharos? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a dónde
iremos?” (Juan 6, 60-69). En su pobreza esta mujer no
tenía otro sitio donde refugiarse sino al calor del Señor.
Yo en cambio tuve sueño y me fui a “mi casa” a dormir.
Como a los discípulos de Emaús, el Resucitado me está
explicando lo que es ser apóstol a través de esta pobre
mujer: “Bienaventurados los pobres…” .
¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡De colores!
6
25 AÑOS PASCUA DE JÓVENES
Alberto Fransuá
¡¡
Gracias Mariano Vázquez!!...
Y Gracias al Señor, por tu entrega a nosotros
los jóvenes, que “aprendimos juventud” junto
a ti desde la Pascua de 1991, o mucho antes.
Sí, “Nosotros los jóvenes” empezamos ahora
a peinar canas (o a no peinar nada) pero
seguimos viviendo con la Alegría de Pascua
porque Mariano la “contagiaba”.
Hacía un año y medio de mi Cursillo y ya
antes conocía yo a bastantes curas. Muchos
abrían su inteligencia, su sabiduría teológica o
pastoral, pero lo que me llamó la atención de
Mariano fue que abría su corazón. Un corazón
de sacerdote muy enamorado de Cristo.
¡DE COLORES!
7
25 AÑOS PASCUA DE JÓVENES
Alberto Fransuá
8
CAFE CON...
Francisco Jiménez Lombos
H
oy nos recibe en su casa Paco, conocido por muchos como “Paco el marino”. Nació en Galicia,
hizo su Cursillo hace 66 años y estudió en la Escuela Naval, lo que hizo que pasara largas temporadas
navegando por todo el mundo y alejado de su familia y del Movimiento de Cursillos. Es por ello, que se
reconoce a sí mismo como verdadero cursillista desde hace 29 años, momento en el que fue destinado
definitivamente a Madrid. Desde entonces, ha caminado en su fe de la mano de distintas reuniones de
grupo y de la ultreya de Nuestra Señora del Pilar.
guiando allí. Cuando localicé dónde estaba el
Movimiento de Cursillos en la calle la Paz, yo trabajaba
en el Cuartel General y a la hora de comer salía del
despacho y pasaba por la capilla para saludar al Señor
y hablar con él. Un día estando en la capilla sentí que
el Señor me decía “Venga, ve a Cursillos ya y no andes
¿Cuántos años llevas en Cursillos?
Hice mi Cursillo hace 66 años (el día 24 de Mayo de vagueando más”. Ese día salía a las 6 de la tarde, y me
1950), pero ese mismo año entré en la Escuela Naval fui a la ultreya. Era el 24 de Noviembre del año 1987,
y allí no podía tener reunión de grupo. Iba a algunas hay fechas que no se olvidan.
ultreyas los fines de semana. Pero la Virgen y el Señor
quisieron que llegara a Madrid para comprometerme ¿Había muchos jóvenes antes en Cursillos cuando
realmente con Cursillos. Una de las cosas que hice, llegaste a Madrid?
inspirado por el Espíritu Santo, y por las que así se Muy pocos, éramos casi todos gente más bien madura.
entiende cómo he perseverado, fue cumplir lo que Luego empezaron a venir, y ahora sois mayoría, lo cual
apunté en mi hoja de compromisos: 2 misas a la semana, a mí me encanta.
un rosario y un compromiso… pero para cumplirlo.
Como soy muy cabezota, estos compromisos junto con ¿Cuál es tu ultreya?
la oración diaria, la confesión y la Virgen me sostuvo La ultreya de Santa María del Pilar. Yo empecé en Arturo
estos 32 años. Y cuando llegué a Madrid, tardé 3 años Soria. Pero un día Javier Cuevas comenzó una ultreya
en el Barrio del Pilar y nos reclamó a unos cuantos de
en localizar dónde estaba Cursillos de Cristiandad.
Arturo Soria, entre ellos yo. Éramos seis: Pilarín, Juan
Pazos, Roberto Rey (ya sacerdote), el matrimonio
¿Dónde estaban entonces Cursillos en Madrid?
Estaban en la Paz. Me dio la pista una persona de la Argüello (que era de la ultreya de la Araucana) y yo.
Jefatura de Apoyo Logístico, donde yo estaba destinado, A las Escuelas he ido siempre porque Sebastián Gayá
y que pertenecía a la Escuela de Santa María. En aquella decía que “a la Escuela hay que ir aunque no se pueda”.
época, cursillistas había muy pocos. Fui secretario 7
años junto con Agustín Bobo y con Eugenio Pérez. Y ¿Qué significa la reunión de grupo para ti?
EEs
un
momento
he ido a unos cuantos
im
importante para hablar
cursillos, unos 22.
dde Dios con gente que
tte entiende. Además,
¿Cómo te diste cuenta
nnos ayudamos mucho
de que tu movimiento
pporque nos hace falta.
era Cursillos?
LLlevamos 3 o 4 años.
En
primer
lugar,
M
Me llamaron para
porque en Cursillos
rrodar la reunión de
me sentí siempre feliz.
ggrupo y me quedé. La
Y, además, porque
pprimera reunión de
el Señor me ha ido
Diana Platas, Luis Casarrubios, Inma Rausell y Paco “el Marino“
¿Dónde hiciste el Cursillo?
En Padrón, cerca de Santiago de Compostela, en el año
1955. Éramos todos jóvenes de Acción Católica, todo
chicos. De este cursillo salieron cuatro curas.
9
CAFE CON...
Francisco Jiménez Lombos
grupo que tuve la empezamos en el año 1988 y duró la vida, es
hasta el año 2000 o 2001. Después, he tenido otras un vicio que
reuniones de grupo hasta la actual.
tengo.
A
los
cursillistas se
¿Has invitado a un montón de gente a Cursillos, no?
Sí, no llevo la cuenta. Algunos se quedan, otros no se les nota que
quedan, ya lo sabéis. Yo todos los años llevo al menos a son cursillistas,
Cursillo de Paco “el Marino“
uno. Creo que solo hubo un año que no llevé a ninguno. por ejemplo
cuando se ven a los jóvenes rezando en el Sagrario. Ahí
De los rollos del Cursillo, ¿habrás dado todos o casi es donde se nota. Porque a veces necesitamos hablar
con el Señor. Es el que nos maneja.
todos, no?
Los que he dado en más ocasiones han sido Iglesia,
Jesucristo, Formación (fue el que más di porque al Y estando retirado, ¿Cómo se fermentan los ambientes?
haber sido doce años profesor… de formación… algo El Señor te los pone delante. A veces.
entendía). Di también alguno de Comunidad. En mi
opinión, el más difícil es el de Jesucristo. Preparar ese ¿Qué consejos nos darías (a los jóvenes) para que esto
me hizo sufrir mucho. Además, no sabes si lo das bien durara mucho tiempo?
porque es una pasada hablarle a la gente de Jesucristo, Cursillos lo maneja el Espíritu Santo, como a toda la
envolverlo en tu vida… es muy difícil. Yo tengo un rollo Iglesia. Por eso siempre que damos un rollo invocamos
de Jesucristo archivado de Sebastián Gayá.
al Espíritu Santo. Esto es obligado porque lo que tengas
que decir no solo tiene que ser inspiración del Espíritu
Santo, sino que tiene que llegar a los corazones.
¿Qué nos puedes contar de Sebastián Gayá?
Lo que más me sorprendía de Sebastián Gayá era su
humildad. Cuando le nombraron Monseñor, él no quería Después de tantos años formando parte activa del
ser Monseñor. Y en las reuniones nunca hablaba hasta Movimiento, se puede caer en la tentación de pensar
el final.
que es momento de dejar que a uno le cuiden en vez
En mi opinión personal Sebastián merece ser santo de cuidar a los demás. Pero a ti eso no te pasa, eres
porque la humildad es lo primero. Eso te lleva a la muy de actuar. Además de perseverar, que para ti es
santidad derecho. Él tenía una regla en su despacho de fundamental, ¿qué va más allá de perseverar?
una frase que dice: “El que anda solo y entre barrancos, El Señor dijo una vez en la cruz: “Tengo sed”. Y tenía
terminará embarrancado”. Y es que necesitamos la sed de nosotros. Y hay tanta gente alejada, que no
comunidad para no perdernos.
puedes parar. Si rezas esta oración: “Señor Jesucristo,
tú que en los momentos más angustiosos de tu Pasión
¿De qué manera empezarías a evangelizar, a hablar del manifestaste una sed ardorosa de almas, haz que se
Señor a la gente que no conoce a Dios?
comunique a nosotros aquella tu sed.” el Señor te da
Lo primero es hacerte amigo y empezar a ver cómo son. SED.
El testimonio que damos no es solo hablar del Señor.
Cuando ven cómo nos comportamos y cómo somos
de felices llega un momento que quieren ser como tú
y se preguntan “Yo quiero ser como tú, ¿qué hay que
hacer?” Hay que llegar a eso. Y les dices “¡Ah, pues
haz un Cursillo!”. Y cuando hay ocasión de hablarles de
Dios, pues se le habla también. Pero para eso hay que
saber un poco, conocer un poco al Señor. Decía Sebastián
Último Cursillo de Paco “el Marino“.
Gayá que hay que estudiar. Yo llevo estudiando toda
6-9 Diciembre de 2007
10
ANIVERSARIOS
11
ANIVERSARIOS
12
ANIVERSARIO 50 AÑOS DE SACERDOTE
DE PEPE CASANOVA
E
l pasado 28 de marzo celebramos con gran alegría los 50 años de sacerdocio de Pepe Casanova,
director espiritual de la ultreya de Nuestra Señora de la Visitación, que sigue viviendo su
cuarto día con espíritu de servicio y entrega a Dios.
Pepe, el pequeño de cinco hermanos, se sintió desde
niño muy cerca del Señor. A los veinticinco años se
ordenó sacerdote con el único propósito de servir a
Dios entre los hombres. Su ordenación en 1966 en
la catedral de Ciudad Real por D. Juan Hervás Benet
es recordada como uno de los momentos más felices
de su vida. Fue también del inicio de un largo camino
que tuvo como primer destino Anchuras (Ciudad Real)
donde permaneció durante cuatro años. Posteriormente,
fue trasladado a Secuéllamos (Ciudad Real), lugar que
recuerda con especial cariño y donde durante seis años,
formó parte de una importante vida de parroquia. En
1976 se traslada a Madrid. A partir de ese momento y
una vez más, por obra de la Providencia, tal y como
lo asegura Pepe, comenzó a colaborar como profesor
en el colegio Logos, centro del que aún hoy en día es
profesor.
Pepe hizo su primer Cursillo de Cristiandad en 1966,
poco antes de ser ordenado. Tras unos años sin una
participación activa, se incorporó después de ir al
Cursillo que tuvo lugar en el puente del Pilar del año
1997 en Madrid. A partir de entonces, ha sido un
ejemplo para nuestra comunidad y ha formado parte
del equipo de muchos cursillos. El último cursillo al
que ha ido fue en el año 2012. (Texto extraído del Café
con… Pepe Casanova)
13
JMJ 2016
H
ace unas semanas hemos celebrado el 25 aniversario de la primera Pascua de Jóvenes del
MCC Madrid.
Nos contaron que la idea de vivir como comunidad el
triduo Pascual surgió como preparación espiritual de la
JMJ de ese mismo año, 1991, que tuvo lugar en Czestochowa, Polonia.
En este año de la misericordia, Polonia, el país de la
llamada “Santa de la Misericordia”: Santa Faustina
Kowalska y también de nuestro querido San Juan Pablo
II, nos volverá a acoger con la misma generosidad y
entrega con la que lo hizo hace 25 años. Mercedes
Alcolea nos da su testimonio:
“Rotas mis barreras, oí hablar de aquella
peregrinación a Czestochowa y me apunté.”
Czestochowa (Polonia) [1991]
Imposible no asombrarme al contemplar mi vida
y descubrir cómo la mano de Dios, a través de la
Iglesia, ha ido reconduciendo el camino al que tiendo
a acomodarme, para llevarme siempre a aspiraciones
más altas. ¡Qué bueno es el Señor!
Yo no pasé meses preparando aquel encuentro del
verano de 1991 de los jóvenes con el Papa Juan Pablo
II en Polonia. Una vez allí, tampoco estuve pegada a
la radio que lo traducía a todos los idiomas. Apenas
le pude ver. Mi sistemática rebeldía me hizo perderme
muchas cosas de aquella JMJ pero encontré tanto, que
no tendría tiempo bastante para dar gracias.
Ciertamente no fui movida
por un gran ardor espiritual, o
al menos yo no lo sentí así y,
honestamente, tampoco fui sólo
por ver al Papa o escuchar sus
palabras, pues ya le había visto
otras veces.
No es mi caso el de alguien sin
fe o separado, sino más bien
el de una católica sincera y de
corazón pero que va dejando las
cosas pasar y acaba intentando
acoplar su fe a lo que va
surgiendo.
Pero cuando se ha vivido auténticamente como “hijo”,
no puedes vivir cómodamente de otra manera, al menos
no por mucho tiempo.
Eso fue lo que me estaba ocurriendo, pues unos meses
antes de aquella jornada, mi mundo perfectamente
“normal” empezó a no bastarme. Algo bullía por dentro
imponiéndome la necesidad de empezar a cambiar. Creo
que de la mano de otras personas de fe, especialmente
de la comunidad de Cursillos de Cristiandad, el Espíritu
Santo aprovechó esta crisis de inconformismo (y un
íntimo calor me susurra que también Él la provocó)
para llevar de nuevo mi vida hacia la grandeza que le
correspondía. El Espíritu mueve, inquieta, arde… y a mí
me hacía arder en deseos de libertad. Para ello, necesité
romper barreras.
Fue entonces cuando decidí terminar definitivamente un
noviazgo de casi seis años que me había ido apartando
de todo y de todos, para poder estar siempre disponible
a aquel novio, a quien yo había convertido en el centro
de mi autoestima.
Poco después dejé mi trabajo. Con él, un buen sueldo,
el reconocimiento que tanto esfuerzo me costó ganar,
la seguridad en medio de la crisis de aquella época.
Una crisis que se empezaba a manifestar en ciertos
“maniobras” para mantener el status, en los que no
q
quería
entrar.
14
JMJ 2016
Rotas mis barreras, oí hablar de aquella peregrinación
a Czestochowa y me apunté. No tenía ni idea de qué
iba ni cómo sería, ni lo que encontraría; simplemente
estaba decidida a ir. Había convertido mi vida en un
lienzo en blanco y esa peregrinación serían los primeros
brochazos.
Preparé mochila, saco, alimentos… todo lo necesario
para el viaje, pero en ningún momento me preparé yo.
Todo aquello de la preparación espiritual del peregrino
me parecían ñoñerías.
Yo me iba a la aventura, con un buen fin y buena gente,
y también muy importante, una fe en común, pero
hasta ahí.
Tras unos días en autocar llegamos a Polonia, donde
empezaba la peregrinación a pie hasta Czestochowa.
Empecé el viaje criticándolo todo, juzgándolo todo y
quejándome constantemente de la organización.
Según caminábamos las cosas comenzaron a cambiar.
Un camino que comencé sin entender, pero que iba
haciendo mella en mi alma, especialmente con todos
los gestos de caridad que abrumaban mi habitual
soberbia.
Así, mi autosuficiencia comenzó a resquebrajarse
el día que una chica, a la que el primer día ya había
etiquetado de “monjil” y engreída, en un descanso del
camino se inclinó para darme un masaje en los pies.
La transparente limpieza de su corazón no me dejó
exclamar: “Ah! ¿Lavarme tú a mí los pies?”. Reconocí
enseguida la necesidad que tenía de dejar que me
lavaran los pies.
Otro chico vino a curarme las heridas y empecé a
ver cómo se curaban, mimaban, lavaban los pies y
se atendían unos a otros. No me había dado cuenta
antes porque, hasta entonces, yo solo había mirado mis
propios pies.
A veces es necesario marchar lejos para encontrar:
quién habita en nuestro interior. Y despojarse de todo
lo accesorio para saborear la VIDA que de verdad
importa. Y arrojar las muletas de la vanidad, el éxito,
las seguridades… Y agotar las propias fuerzas para
recibir la fuerza inagotable (del agua que salta a la vida
eterna) y empezar a caminar como “hijos” y no como
esclavos de tantas cosas.
Aquella JMJ fue mucho, muchísimo más que quedar un
día mucha gente para ver y oír al Papa. Éramos miles,
¡miles! Y para cada uno en especial, el Espíritu había
trazado un plan personal y perfecto de forma que cada
uno recibiera según su necesidad. El Espíritu Santo nos
mimaba con esmero, cuidando sorprendernos en cada
detalle. ¡Imposible irse vacío!
Lo íbamos viendo unos en otros: el triste reía, el cansado
continuaba, el solitario se abría, al altivo lloraba, el
severo cedía, el alejado…confesaba.
Todo esto lo vi, lo vi. Tengo los rostros, escenas y
nombres como un tesoro en la memoria. No, nadie nos
lo ha contado. Lo hemos vivido.
Cerraba Juan Pablo II la homilía de aquel encuentro con
estas palabras: “El fuego del Espíritu Santo, que quema
toda miseria humana, todo egoísmo sórdido y todo
pensamiento mezquino. Dejad que este fuego arda en
vuestros corazones. La Virgen María lo ha encendido
en vosotros aquí en Czestochowa. Llevad este fuego a
todo el mundo. ¡Que nada ni nadie lo apague nunca!
¿Qué ha sido para vosotros Jasna Góra? Ha sido para
vosotros hoy el Cenáculo, un nuevo Pentecostés: la
Iglesia, una vez más, reunida en compañía de María,
una Iglesia joven y misionera, consciente de su misión.
¡Recibid el Espíritu Santo y sed fuertes! Amén.”
Para embarcarse en estas historias hay que ser generoso,
valiente, capaz de asumir riesgos (como el de tener que
cambiar) y tomar tus propias decisiones aunque sea
contracorriente.
Juan Pablo II nos había convocado bajo el lema “Habéis
recibido el Espíritu de hijos”. Casi 20 años después, sigo
sintiendo mías las palabras con la que nos convocaba:
“¡Volad a gran altura, consideraos entre aquellos que
vuelven la mirada hacia metas dignas de los hijos de
Dios! ¡Glorificad a Dios con vuestra vida!”
Tras la JMJ no decidí ser religiosa, no retomé una Fe que
hubiera abandonado. Pero pude tomar las riendas de mi
vida y reaprendí a vivir, a vivir caminando. Recuperé la
conciencia de mi filiación como hija de Dios. Recuperé
así mi libertad, la santa libertad de los hijos de Dios. Y
una alegría que nada ni nadie me podrá quitar.
Mercedes Alcolea
Extracto del libro “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe (Col 2,
7)”. Coordinado por Pedro I. Pérez Lozano. Madrid, 2011.
15
JMJ 2016
Opción 1
Fechas
16 de julio- 2 de agosto
Opción 2 24 de julio – 2 de agosto
Transporte
Ida y vuelta en
autobús
Ida en avión y
vuelta en autobús
Lugares
Coste
Peregrinación: Lourdes, Lyon, Traveris, 650 €
Franckfurt. Días en las Diócesis:
Breslavia.
JMJ: Cracovia.
Vuelta: Turín.
Cracovia.
500 €
Vuelta por Turín.
16 Julio
17 Julio
Madrid - Lourdes
Lourdes
18 Julio
19 Julio
20 Julio
21 Julio
22 Julio
23 Julio
24 Julio
Lourdes - Lyon
Lyon - Traveris
Traveris - Frankfourt
Frankfourt Breslavia
Días en las
Diócesis
Días en las
Diócesis
Días en las
Diócesis
25 Julio
26 Julio
27 Julio
28 Julio
29 Julio
30 Julio
31 Julio
Misa en
Czestochowa
con la CCEE
Misa de Apertura
Catequesis
Festival de
Juventud
Catequesis
Acogida del
Papa
Catequesis
Víacrucis
Vigilia
Misa de Clausura
Cracovia - Turín
1 Agosto
2 Agosto
Turín
Turín - Madrid
16
CRÍTICA DE LIBRO
ace 20 años, Leticia, una joven burgalesa,
decidió cambiar el traje blanco de campeona
de esgrima por el hábito blanco de las madres dominicas de Lerma.
Hoy es Sor María Leticia de Cristo Crucificado, maestra de novicias en el convento de
dominicas de Lerma (Burgos).
Todavía conserva todas sus espadas y alguna vez le
hace una demostración de esgrima a las chicas nuevas
del convento, pero su dedicación es la de ser religiosa
de clausura.
Ayuda a hombres y mujeres con su oración y su experiencia de Dios. Este libro, como las reflexiones diarias
de su blog El reto del amor, es buena prueba de ello.
H
Mucha gente piensa que es mala porque no puede perdonar. Y no es que sea mala; es que, como humana, es
débil. Todas las fuerzas que uno tiene no son suficientes
para sanar las heridas que llevamos dentro. Necesitamos un Salvador.
Nosotros no podemos sanarnos personalmente. Hay
heridas tan grandes que necesitamos que
q se nos dé
el don del perdón. Y Jesucristo nos lo
ofrece. Él nos sana. Este libro es una
muestra de cómo Cristo puede sanar
y dar paz a pesar de grandes afrentas.
Recoge, de la mano de Sor Leticia, siete casos reales en los que se ha dado
el perdón.
CRÍTICA DE PELÍCULA
a épica historia bíblica sobre la resurrección,
contada desde los ojos de un no creyente.
Clavius (Joseph Fiennes), un poderoso militar
romano y su ayudante Lucius (Tom Felton),
son asignados para resolver el misterio sobre lo que le ocurrió a Jesús en las semanas
posteriores a su crucifixión, con el fin de combatir los
rumores del mesías resucitado y prevenir una revuelta
en Jerusalén.
A Clavius, un tribuno romano, le encomienda el procurador de Judea, Poncio Pilato, que se asegure de la
muerte de un tal Jesús de Nazaret antes del sábado,
una petición que le han hecho los miembros del sanedrín que pidieron su ejecución en la cruz. Y así, lo hace,
además de sellar el sepulcro donde es depositado su
cuerpo, y poner una guardia que evite cualquier pretensión posterior de sus discípulos de una resurrección
que habría profetizado. Pero el caso es que el cuerpo
desaparece, y aunque los soldados dicen que sus seguidores lo robaron, Clavius, que conduce la investigación
por orden de Pilato, cada vez advierte más elementos
que no cuadran, y que van a desafiar su personal visión
del mundo.
Se nota que Reynolds tiene experiencia en escenas de
acción, y que sabe concebir planos de amplio lienzo.
Resulta meritorio el pasaje inicial en que los romanos
L
se enfrentan a un grupo de sediciosos encabezados
por Barrabás, que muestra de un modo convincente la
respuesta militar para defenderse de un ataque a pedradas. En general hay una buena puesta de escena a
la hora de mostrar brevemente la crucifixión, y un momento tan difícil de abordar como la ascensión, está
resuelto con bastante decencia estática. El conjunto se
puede decir que está logrado, estamos ante una buena
película sobre la resurrección, que podría considerarse
en tal sentido complementaria de la superior La Pasión
de Cristo.
Hay cierto clasicismo en la descripción del protagonista,
el hombre que querría tener a algo a lo que aferrarse, y
que acaba tocado por la gracia. Su trayectoria está bien
descrita, empezando por su profesionalidad a la hora
de seguir las órdenes de Pilatos, y siguiendo por su contacto con los que han conocido a Jesús. El modo en que
se introduce al Señor resucitado es original y sirve para
identificar a un personaje que hasta entonces resultaba
intrigante. Además resulta atractiva la descripción del
grupo de discípulos y el momento de trato más personal del protagonista con Jesús. Quizá lo más flojo es la
poca presencia femenina en el film, María Magdalena
se encuentra bastante desdibujada, aunque peor es lo
de la Virgen, reducida a una mujer sufriente de modo
algo histérico en la Pasión.
Descargar