Equidad de Género. Un reto para el municipio Lic. Ángeles Aidé González Sánchez | Segundo Congreso | Agosto de 2015. Equidad de género en el municipio. Abstract El tópico de la Equidad de género en el municipio se convierte en un reto, pues eliminar la brecha de desigualdades que hay entre hombres y mujeres, generada por la cultura dominante, por esa cultura opresora que coloca en una posición y condición de subordinación a las féminas no ha sido fácil. Sin embargo, con la suma de esfuerzos y voluntades, así como las implementaciones de acciones positivas, con una efectiva gestión municipal y la transversalidad de género, se logrará transformar gobiernos locales tradicionales por gobiernos locales innovadores. Equidad de género en el municipio “No somos iguales, pero sí tenemos los mismos derechos y responsabilidades, y nuestras oportunidades no deben de depender de si nacemos hombres o mujeres”. Lorena Aguilar UICN a) Exposición del Tema S in duda, la sociedad contemporánea ha evolucionado, principalmente en las últimas tres décadas, como producto de la introducción de nuevas tecnologías, los diversos movimientos sociales y, por ende, los cambios en el sistema político; lo cual, constituye algunas de las manifestaciones que muestran las constantes transformaciones de la ley perenne del cambio. Sin embargo, esta continua evolución no se ha dado de igual manera en todos los sectores sociales, donde existen enormes rezagos, como es el caso de las mujeres, quienes, en el umbral del siglo XXI, siguen relegadas tanto en el aspecto físico, intelectual, sexual como en lo político. Los avances alcanzados en la lucha por los derechos de las mujeres son incuestionables. No obstante, los pasos que se han logrado en contra de la desigualdad que padece el sector femenino se deben en gran parte al trabajo emprendido por las organizaciones, agrupaciones e instituciones feministas, éstas han procurado atender a las mujeres en diversas situaciones. En otras palabras, gracias al esfuerzo y recursos de féminas, la mujer ha gritado, se ha manifestado, se ha revelado en contra la cultura dominante, de la cultura opresora para ser visible lo que pareciera ser invisible. “Pág. 1 de 10” Equidad de género en el municipio. Un histórico ejemplo de ese gran esfuerzo es el derecho al sufragio efectivo, pues recordemos que antes sólo era una prerrogativa ejercida por los varones, las mujeres no podían votar ni ser votadas. Los sentimientos incipientes de clamar justicia hicieron eco en grandes mujeres, mujeres luchadoras en pro de los derechos de sus congéneres como Olimpia de Gouges, quien se convirtió en un icono con la célebre frase de: “Si una mujer tiene derecho de subir a la horca, entonces también debe tener derecho de subir a la tribuna”. Escritora y heroína francesa, cuyo nombre era Marie Gouze (Montauban, 1748 - París, 1793); que reivindicó la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el marco de la Revolución Francesa, considerada precursora del moderno feminismo. Una de sus principales obras fue la “Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana” en 1791, copia fiel de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1789); porque paradójicamente excluía a la comunidad femenina, por este hecho fue guillotinada en el año de 1793, orden dictada por Robespierre. Así como esta mujer hay muchas más que reclamaron sus derechos y ofrendaron su vida para lograr que ahora nosotras los ejerzamos dignamente. La batalla no ha sido fácil, a nivel internacional se han organizado conferencias y convenciones que arraigan un valor histórico por la defensa de los derechos de las mujeres y el logro de la equidad de género. Sin embargo, a pesar de los alcances de estas acciones, como arguye Patricia Espinosa Torres, son un tópico ajeno para muchas regiones y localidades de nuestro país, lo cual se convierte en un desafío (Barrera Bassols y Massolo, 2003). Es por ello, que cobra importancia la Equidad de Género en el Municipio. Hay que recalcar los esfuerzos del Gobierno Federal en esta índole, ya que a través del Instituto Nacional de las Mujeres se impulsan acciones de intercambio y formación de redes estratégicas con instancias de la mujer en las entidades federativas y en los municipio, cuyo objetivo es eliminar la discriminación y asegurar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres en “Pág. 2 de 10” Equidad de género en el municipio. todas las localidades de la nación y lograr la equidad de género. Faltan muchas estrategias por implementar para alcanzar la meta. Para ello, se requiere trabajar en conjunto: gobierno, sociedad civil, sector privado y las ONG. Toda persona sea hombre o mujer merece respeto, tener un trato digno y sin distingo tiene que ejercer sus derechos, que por el sólo hecho de existir ya le pertenecen porque son inalienables, pues como diría Gloria Conde (2000): “El cuerpo lo da la naturaleza, lo demás, lo construye la sociedad”. Conceptualización de Equidad de Género. H ablar de equidad de género no es sinónimo de mujer, eso es erróneo, porque dicho termino implica a hombres y a mujeres; por lo tanto, para usos prácticos definiremos lo que es equidad e igualdad, así como género y sexo, y posteriormente conceptualizaremos equidad de género. Veamos el siguiente cuadro: EQUIDAD IGUALDAD (del latín aequitas, de aequus, "igual"; del griego "͗επιεικεία", virtud de la justicia del caso en concreto) *Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que merece *Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto. (proviene del latín "aequalitas”) *En el ámbito social se considera como igualdad al contexto o situación donde las personas tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades en un determinado aspecto. ¿Género o Sexo? Para no caer en equivocaciones se debe tener presente en voz de Scott que “... el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos,... es una forma primaria de relaciones significantes de poder. Los cambios en la organización de las relaciones sociales corresponden siempre a cambios en las representación es del poder...” (Lamas, 1996). Por su parte, Lamas (1998) concibe al género “Pág. 3 de 10” Equidad de género en el municipio. como un “conjunto de ideas, discursos, prácticas y representaciones sociales que atribuyen características específicas a mujeres y hombres” (p.6). En contraste, al hablar de sexo, en voz de Lamas (1998), se atañe exclusivamente a lo biológico, a una categoría biológica, pues el sexo es algo más que lo que la sociedad designa como tal. Esto no quiere decir que no existe relación alguna entre ambos conceptos, ya que dependiendo del sexo se determina el papel del género. Como se puede apreciar género y sexo no es lo mismo; sin embargo, juntos conforman los Sistemas Sexo-Género, concebidos como: “los conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de las diferencias sexuales” (De Barbieri citado por De la Cruz, 1998, p. 4). Dicho sistema refleja una marcada y diferenciada situación de discriminación y marginación de las mujeres con respecto a los varones, a éstos se les reconoce y coloca en el pedestal de la esfera productiva y a ellas en la reproductiva. Observe el siguiente cuadro: Diferencias del sexo y género Sexo Características biológicas Dado por los genes No puede cambiarse Ejemplo: Sólo las mujeres pueden dar a luz Género Características Sociales Aprendido Puede cambiarse Ejemplo: mujeres y hombres pueden cuidar de las niñas y niños y de las personas mayores Fuente: Elaboración propia con información de Walker, (citado por De la Cruz; 1998) Diría De Barbieri (citado por De la Cruz, 1998), el famoso Sistema SexoGénero es la maquinaria productora de la situación desigual de poder entre “Pág. 4 de 10” Equidad de género en el municipio. ellos y ellas. Por lo anterior podemos decir, como bien apunta Berger (1981) que: “Toda sociedad humana es una empresa de construcción del mundo” (p. 13), pues mediante el proceso de socialización el ser humano va adquiriendo, desempeñando y, por ende, reproduciendo, dentro del tejido social, los diferentes roles de acuerdo al género. La estructura de la sociedad mexicana no se salva de esta situación, en efecto, traza las funciones o papeles sociales que determinan el actuar de las mujeres y los hombres adquiridos por costumbres, tradiciones y mitos, en el cual los varones no lloran, eso es de nenas; el hombre es el que sale a trabajar, es el jefe de la casa, el sexo fuerte y dominador; por su parte la fémina se relega a cuatro paredes (el hogar) y la familia, se considera el sexo débil, abnegada, sumisa y muchas veces una simple propiedad del hombre. Como bien apuntan Moffat, Geadah y Stuart (1994), la sociedad ha creado al concepto de género, que desafortunadamente no trata equitativamente a hombres y mujeres, empero lo que la sociedad crea también se puede cambiar. Es decir, se pueden sustituir esas prácticas discriminatorias que ponen en jaque el desarrollo de la mujer. La situación que padece la mujer, por el mismo hecho de serlo, es producto de la sociedad, ya que ésta discriminación le ha conferido a hombres y mujeres diferentes papeles, actividades, conductas y responsabilidades. Esto es lo que en palabras de las citadas autoras se llama la División del Trabajo en Función del Sexo, más específicamente es la División del Trabajo por Género (1994). Por tanto, no se puede culpar sólo al hombre porque él también es víctima del mismo proceso de socialización. Esto no quiere decir que se debe seguir produciendo y reproduciendo las mismas conductas, esta situación no es estática y para eso se requieren transformaciones internas en las estructuras sociales, ya que las diferencias biológicas no deben convertirse en desigualdades sociales, porque limitan el acceso equitativo de mujeres y hombres, pues el género es adquirido y, por lo tanto, se puede modificar. Equidad de género en el municipio. Equidad de Género “Pág. 5 de 10” L a equidad de género, de acuerdo a la OIT, supone un disfrute equitativo de hombres y mujeres de los bienes sociales y las oportunidades de los recursos y recompensas. La equidad de género no significa que hombres y mujeres sean iguales, pero sí que lo sean sus opciones y posibilidades de vida. El énfasis en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres no presupone un modelo definitivo de igualdad para todas las sociedades, pero refleja la preocupación de que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades de tomar decisiones y trabajen juntos para lograrlo. Dada las actuales disparidades, un tratamiento igualitario a hombres y mujeres no es suficiente como estrategia para alcanzar la igualdad de género. Un tratamiento igualitario en un contexto de desigualdad puede significar la perpetuación de las disparidades. Lograr la igualdad de género requerirá cambios en las prácticas institucionales y en las relaciones sociales, porque a través de éstas se refuerzan y mantienen las disparidades. También requerirá un mayor protagonismo de las mujeres en el diseño de sus sociedades (OIT/DelNet. 2002. Género y desarrollo. Recuperado de www.itcilo.it/delnet) La igualdad de oportunidades, en base a la OIT, se refiere a la necesidad de desigualdades que corregir las existen entre hombres y mujeres en la sociedad. Constituye la garantía de que mujeres y hombres puedan diferentes esferas participar en (económica, política, participación social, toma de decisiones) y actividades (educación, formación, empleo, etc) sobre bases de igualdad. El mecanismo de acción positiva tiene como fin contrarrestar las desigualdades de partida para que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres sea una realidad. “Pág. 6 de 10” Equidad de género en el municipio. Fuente: OIT/DelNet. 2002. Género y desarrollo. Recuperado de www.itcilo.it/delnet Equidad de Género en el Municipio. E l municipio es indispensable para el auténtico federalismo, es la célula básica de los Estados, es la base de su división territorial y de su organización política y administrativa como se puntualiza en el artículo 115 de la Constitución Mexicana. El municipio está regido por un órgano denominado Ayuntamiento y cobra relevancia porque la municipalidad es la institución más cercana que tiene la ciudadanía, y la es obligación de las autoridades, no sólo a nivel local, sino en sus diferentes niveles de gobierno, de velar por la tranquilidad y seguridad de las familias, pero también de lograr y asegurar la igualdad de oportunidades y el ejercicio pleno de los derechos para mujeres y hombres. Sin duda, contribuir a alcanzar este desafío constituye un compromiso que tanto el gobierno, como la sociedad civil deben asumir con corresponsabilidad. Una de las herramientas para logarlo es la Perspectiva de Género en la gestión municipal, definida como una categoría analítica que acoge a todas aquellas metodologías y mecanismos destinados «estudio de las construcciones culturales y sociales propias para los hombres y las mujeres, lo que identifica lo femenino y lo masculino que supone la existencia de una desigual distribución de poder entre géneros en todas las clases sociales. “El enfoque de género puede lograr la ampliación real y permanente de las opciones de las mujeres respecto de su acceso igualitario a las oportunidades de desarrollo, a la vez que potencia también a las organizaciones sociales bajo sus condicionantes socioeconómicos, culturales, etáreos, étnicos, etc., como actores estratégicos de la política pública local. Por medio de la incorporación de la perspectiva de género en la gestión municipal, se contribuye entonces a romper barreras culturales y a redistribuir el poder entre los géneros en un esfuerzo decidido por fortalecer la equidad social y lograr las metas del desarrollo humano”. Fuente: Cortés, P. (2002). Recuperado de www.eclac.cl/mujer/proyectos/proyectos.asp Equidad de género en el municipio. Es por lo anterior, que urge la transversalidad de las políticas municipales de género. Para empezar, la argumentación de la transversalidad se requiere del involucramiento de todas las áreas y componentes de la “Pág. 7 de 10” organización política-administrativa municipal, y que es un criterio básico opuesto al criterio de segregación de los temas de las mujeres a un área asilada y desarticulada del resto de la institución, como asunto de competencia exclusiva “de las mujeres” y de menor jerarquía frente a las otras competencias municipales como argumenta Alejandra Massolo (Barrera Bassols y Massolo,2003, p.34). “La diferencia se produce sola, la igualdad hay que construirla” Amorós b) Conclusiones y propuestas concretas. L ograr la equidad de género en el municipio es un gran desafío para las autoridades locales, lo cual implica romper con las tradicionales formas de gobernar y construir gobiernos locales innovadores, con acciones positivas y con transversalidad de género. La finalidad es alcanzar un buen gobierno local que garantice la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, en un ambiente libre de violencia, con el pleno ejercicio de los derechos humanos. Por lo anterior, las propuestas que se establecen son desde dos esferas: Gobierno • Transformación interna Municipio Sociedad • Transformación externa Equidad de género en el municipio. Fuente: Elaboración propia. “Pág. 8 de 10” Transformación interna del Gobierno Municipal Transversalidad de Género Sensibilización de funcionarios/as públicos/as (Capacitación) Gobierno Perspectiva de Género Políticas Pública con Género Transformación externa con la sociedad Programas y proyetos con equidad de género. Campañas de Fomento a la equidad de género. Deconstrucción cultural. Sociedad Para finalizar, se retoman las palabras de Phillips Anne, en un futuro: “Hombres y mujeres se desplazarán por igual entre las responsabilidades del hogar y del empleo, compartirán por igual la crianza de los hijos y el “Pág. 9 de 10” Equidad de género en el municipio. cuidado de los padres, variarán como individuos más que como sexos en sus prioridades o experiencia y serán igualmente atraídos (o repelidos) por una vida política”. c) Referencia Bibliográfica Berger L., P. (1981). Para una Teoría Sociológica de la Región. (2º. Ed.) Barcelona: Kairós. Conde, G. (2000). Mujer Nueva. México: Trillas. De la Cruz, C. (1998). La participación política en los E.U. México: Gernika Lamas, M. (1998). La perspectiva de género, en Gestión de Recursos Naturales. México: D.F. Barrera Bassols, D. y Massolo, A. (Comp.). (2003). El municipio. Un reto para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Instituto Nacional de las Mujeres. Lamas, M. (Comp.) (1996). El género: La construcción cultural de la diferencia sexual. México: Porrúa. Consulta en línea: Cortés, P. (2002). Recuperado de www.eclac.cl/mujer/proyectos/proyectos.asp OIT/DelNet. 2002. Género y desarrollo. Recuperado de www.itcilo.it/delnet Equidad de género en el municipio. “Pág. 10 de 10” Datos de identificación Nombre: Ángeles Aidé González Sánchez Cargo: Conferencista Internacional Municipio: Chiconcuac Teléfono: (55) 33747958; (55) 17685447 E-Mail: [email protected] Fichas Curricular Ficha curricular Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), certificada en impartición de cursos de capacitación presenciales; cuenta con un diplomado en “Construyendo la Igualdad entre Mujeres y Hombres” y, actualmente, estudia un Diplomado Internacional Especializado en Derechos Humanos, Género y Políticas Públicas. Además, es integrante de la Red Mundial de Conferencistas. Degusta de la oratoria, literatura y fotografía; es una persona muy activa y soñadora.
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