Roberto Gargarella – No quisiera asumir como punto de partida

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Universidad de Buenos Aires
Facultad de Derecho
Presentación del Proyecto Mariano Moreno para la Formulación de un Nuevo Contrato Social
Fundamentos Filosóficos y Políticos de la Igualdad Liberal
Aula Magna, 7 de octubre de 2004
Roberto Gargarella – No quisiera asumir como punto de partida obvio que la concepción
que uno merece defender es una concepción igualitaria libera. Creo que merece pensarse el
liberalismo, el liberalismo igualitario, entre otras cosas por el peso que ha tenido el
pensamiento liberal en nuestra tradición política y porque muchos de los rasgos que estaban
presentes en ese liberalismo originario tienen mucho interés para seguir pensando cosas hoy
en el presente. Pero de todos modos esto quería dejar marcado: que no creo que el
igualitarismo liberal sea un punto de llegada; me parece que es un punto, una estación
intermedia en una reflexión que esta abierta y que merece seguir desarrollándose.
Retomaba estas ideas nucleares que asocio con el liberalismo, voy a presentarlas así muy
rápidamente, y lo que me va interesar es menos pensar los desarrollos que ha tenido ese
pensamiento en el neo conservadurismo, sino cómo ese núcleo duro del liberalismo tuvo
que ver con los orígenes de la creación constitucional en Argentina, mostrar algunos de los
problemas serios del modo en que se pensó el liberalismo en los orígenes constitucionales
en la Argentina, y en todo caso frente a eso mostrar la potencia que tenían esas ideas
liberales originales para decir algo en realidad muy diferente a lo que se dijo en los orígenes
de nuestra vida constitucional. Las ideas nucleares en las que voy a estar pensando son las
ideas que uno normalmente asocia con el pensamiento liberal: la idea de la autonomía, la
idea del individualismo, la idea de la libertad, la idea de derechos, la idea de tolerancia, la
idea de controles al poder como algunas de las ideas cruciales, centrales, nucleares del
liberalismo. En la tradición política latinoamericana y en nuestro país de modo muy
especial estas ideas nucleares tuvieron un desarrollo yo diría en un sentido muy defectuoso,
no porque no se puedan rescatar muchas cosas de nuestra tradición constitucional, pero sí
creo que merece que pensemos críticamente sobre los modos en que se leyeron esas ideas
nucleares del liberalismo en los orígenes de nuestra vida constitucional. La idea de
individualismo, por ejemplo, y para empezar por algún lado, se la leyó del modo yo diría
más estrecho posible y menos atractivo posible, la idea del individualismo se la vinculó con
la idea de egoísmo y la idea del egoísmo se la defendió como un modo de motorizar el
bienestar económico; y esto era algo que decían todos los padres de la patria en Argentina –
para bien o para mal-, pero esta idea de que gracias al esfuerzo individual y al egoísmo de
cada uno íbamos a obtener el beneficio colectivo que era lo que Alberdi reproducía del
pensamiento de Spencer y de Smith, la idea de que gracias a que cada uno está interesado
en su propio asunto es que finalmente a todos nos va a llegar el pan en la casa, vamos a
tener qué comprar o qué consumir... Pero no en virtud del altruismo, no en virtud de la
solidaridad, no en virtud del trabajo colectivo sino en virtud del esfuerzo individual, aislado
del modo más auto interesado posible de cada uno. Por eso la versión que se dio del
individualismo fue yo diría una versión posible pero al mismo tiempo la visión -no fue la
única, pero diría que fue predominante- una visión muy estrecha muy estrecha, muy
recortada, y diría también muy problemática del individualismo, y luego voy a comparar
cada una de estas ideas... el modo en que el igualitarismo hoy tiende a leerlas. Pero primero
con esta idea del individualismo. Segundo la idea de libertad, la idea de libertad también
fue leída de un modo muy problemático, y esto aun algunas de las figuras más
emblemáticas y más interesantes, y algunos de los intelectuales que ha tenido nuestra vida
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constitucional. No en páginas marginales, sino en páginas centrales de los escritos de
Alberdi, uno encuentra esta idea muy repetida, muy importante en él, que a la hora de
pensar en el desarrollo de la vida constitucional argentina uno tenía que tomar muy enserio
las libertades económicas pero no tan enserio las libertades políticas. O al menos en el
modo en que él lo decía, y esto lo cito de memoria, la idea de distribuir libertades
económicas a manos llenas y ser en cambio cuidadoso en cuanto a la apertura de las
libertades políticas. La idea de que no estamos preparados para la libertad política, pero
tenemos que hacer lo imposible para expandir la libertad económica. La libertad económica
pensada en ese sentido individual, egoísta que señalaba antes. Por eso es que en las
reflexiones sobre la idea de libertad otra vez hubo sobre esa ide4a tremendamente potente
que es la idea de libertad, una lectura nuevamente diría muy estrecha de cómo pensarla.
Otra idea crucial que tiene que ver con la idea de democracia, también fue leída de modo
muy restrictivo, y si uno toma los escritos de Sarmiento, de Echeverría, de Alberdi,
nuevamente ve -más allá del modo distinto que por el lenguaje de la época usaban el
término democracia- pero la idea central me parece que estuvo bien resumida por un muy
importante historiados contemporáneo argentino que es Natalio Botana cuando decía que
los padres de la patria en argentina descartaron la idea de democracia asociada con la visión
rousseauniana del contrato social, y lo que Rousseau llamaba la soberanía de la razón, para
pensar y en concentrarse en lo que llamaban la soberanía –no la soberanía del pueblo que
era la soberanía rousseauniana- sino la soberanía de la razón. Lo que decían también no en
páginas marginales, sino en páginas muy centrales, la idea de la soberanía de la razón, la
ida de la democracia abierta es una idea inaceptable para hoy para la Argentina, tenemos
que reemplazar la idea de la soberanía del pueblo por la idea de la soberanía de la razón”.
Esto es, dejar el poder en manos de aquellos que hoy estén preparados para llevar adelante
el poder; y esto, insisto, no es una lectura de mala fe de escritos muy importantes, muy
influyentes y muy interesantes también, pero me parece que la lectura habitual que se hacía
de cómo pensar la democracia, de cómo pensar este tema de la soberanía del pueblo era una
cuestión muy limitativa. La idea era rechazar esa aspiración inicial que hubo en la
revolución argentina, en la revolución independentista como en otras revoluciones
americanas, como la de estados unidos u otro país latinoamericano; sino preocuparse por
limitaren lugar de expandir esa vocación inicial expansiva, esa vocación expansiva inicial.
O sea que vemos por ahora, una lectura muy limitada, muy estrecha de la idea de
individualismo, de la idea de democracia, de la idea de libertad. La idea de derechos, no me
voy a expandir en ella pero Eduardo daba algunas pistas al respecto, también fue objeto de
una lectura muy limitada al asociarse la idea de derechos básicamente con la idea del
derecho de propiedad. Y de la lista digamos razonablemente expandida de derechos de la
idea tremendamente potente de derechos lo que quedó como derecho importante, quedó
aquello que rodeaba al derecho de propiedad. De la idea de tolerancia, también hubo un uso
muy problemático, que se notó en los debates de los constituyentes del 53, por el modo, por
la composición que tenía la convención constituyente del 53, la idea de tolerancia a que
algunos liberales empujaban como Gorostiaga fue muy golpeada dentro de la Convención
Constituyente y la idea de tolerancia también sufrió embates muy importantes que dio lugar
a lo que se ve era el viejo texto de la Constitución Nacional Argentina, la Constitución del
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53, que podemos elogiarla por muchas razones, pero es claro que en el marco, y en lo que
tiene que ver con la idea de tolerancia, por lo menos lo que hacía era presentar ideas muy
contradictorias, ideas ambiguas de por un lado afirmar la libertad religiosa y la tolerancia
religiosa, y por otro lado afirmar que en la argentina se sostenía el culto católico apostólico
romano.. Por un lado afirmar la apertura a todos los credos, y por otro lado decir que las
máximas autoridades de la Argentina tenían que responder al culto católico. Digo, con
independencia de la posición que personalmente tengamos al respecto, lo cierto es que la
idea de tolerancia fue mirada de un modo muy distinto de la que mucha gente en esa misma
época la miraba, se dio una idea de tolerancia también muy restrictiva. Y de la idea de
controles al poder, muy crucial al liberalismo, también a partir de la Convención
Constituyente del 523 se hizo una lectura muy restringida, al punto que se diferenció la
Constitución Argentina de lo que eran las Constituciones habituales del liberalismo en esa
época. Frente a la idea muy expandida de hacer la Constitución sobre todo para evitar la
tiranía y controlar al poder, se hicieron un montón de concesiones alegando las dificultades
que se estaban viviendo en el país. Y por eso por ejemplo, si uno coloca la Constitución
Argentina sobre la norteamericana, ve que hay algunas cosas raras para bien o para mal en
la C Argentina que se salen del camino de lo que el modelo liberal tradicional
norteamericano había establecido. ¿Qué cosas por ejemplo? Cosas que todavía hoy
persisten: facultades adicionales al presidente, la idea de la posibilidad del estado de sitio,
la idea de la intervención federal, la posibilidad de nombrar discrecionalmente y remover
discrecionalmente a los ministros, las mayores facultades legislativas del presidente... O
sea, una cantidad de atribuciones adicionales que se le habían negado en otras comunidades
liberales. Por eso es que el núcleo de pensamiento liberal en la Argentina, para bien o para
mal, y yo diría más bien para mal, pero por lo menos me gustaría presentarlo ahora como
algo descriptivo, fueron objeto de afectaciones importantes. Se socavaron muchos de los
principios fundamentales del pensamiento liberal. Lo que ha hecho contemporáneamente el
liberalismo igualitario, es la operación totalmente contraria, por eso es que el desarrollo de
la teoría del liberalismo igualitario nos ayuda a pensar mejor críticamente la realidad
argentina, y nos ayuda pensar mucho las bases del pensamiento constitucional argentino,
nos ayuda a someterlo a crítica. Porque cada uno de los puntos que defendió –y yo
agregaría, mal defendió- el cuerpo de dirigente principales de la argentina en los orígenes
de la vida constitucional, son desafiados por el liberalismo igualitario. Y entonces me
refiero brevemente a de qué modo estas ideas fueron desafiadas por el liberalismo
igualitario. Primero, y me refiero también a lo que decía Eduardo, la idea del
individualismo que se leía como asociado al egoísmo, el liberalismo igualitario hizo una
lectura profundamente distinta, donde lo que dijo es “lo único que importa, lo único que es
interesante de la idea del individualismo, es la idea de igualdad que está en el
individualismo.” ¿Por qué? Porque lo que importa en el individualismo es que cada uno
vale igual que el otro, por eso es que cada persona un voto. Por eso la idea más
individualista, es la idea más igualitaria. El aspecto más interesante que tiene el liberalismo,
es el individualismo, pero no por la faceta egoísta, por la faceta igualitaria. Lo que tiene de
rico el liberalismo está ahí, en esa idea de la igualdad encerrada en el individualismo. Por
eso, fíjense, una lectura radicalmente distinta a la que se hizo en los orígenes del
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constitucionalismo argentino. Y esto de la mano de un rechazo al modo en que se pensaba
la organización económica desde el liberalismo, porque lo que acá se pensaba era cada
persona es igual que la otra, en el sentido que cada persona nos importa de un modo igual, y
como nos importan las decisiones de las personas, tenemos que procurar que el país esté
organizado del modo tal de prestar atención a lo que la gente elige hacer. Prestar atención a
aquellas cosas en las que la gente es responsable. Y no penalizarlas o premiarlas por
cuestiones meramente circunstanciales, cuestiones meramente de azar. ¿Qué es lo que pasa
todos los días? ¿Qué es el legado que nos dejó el liberalismo? Que se nos penaliza o pena
por cuestiones ajenas a nuestra responsabilidad, cuando a una persona, por el hecho de
haber nacido en una familia sin recursos, o sea por el mal azar de haber nacido en el seno
de una familia sin recursos, tiene acceso luego a una educación peor, se la está tratando
malamente por algo que la persona no es responsable. Cuando una persona por su rasgo de
piel tiene un trato peor, obviamente que se la está tratando peor por algo por lo cual la
persona no es responsable. Cuando una persona por un defecto físico, en lugar de tener una
atención privilegiada tiene un trato de marginalización por parte del Estado, se la está
tratando peor por cuestiones ajenas a su responsabilidad. Por eso es que lo que hizo el
liberalismo igualitario sin mal fe sino tratando de hacer la mejor lectura posible del
liberalismo, es decir, “no mire, en el liberalismo hay una potencia extraordinaria que hay
que desarrollar y que por alguna razón no se quiso desarrollar, y es esta potencia igualitaria
que tiene". Decir, por ejemplo, las personas tienen que ser tratadas de acuerdo aquello de lo
que son responsables y no premiadas y castigadas por hechos meramente circunstanciales.
Que a la gente le cayó por la cabeza, que la gente no eligió. Tomemos la idea de libertad.
La idea de libertad también fue leída de un modo muy distinto por el liberalismo igualitario,
por ejemplo para decir, en contra de lo que dijo normalmente el liberalismo conservador
argentino, decir por ejemplo se viola la libertad tanto a través de acciones como a través de
omisiones. Esto es, no es que solamente se viola la libertad cuando alguien me ataca la
propiedad, cuando alguien me tortura, cuando alguien me golpea... por supuesto que todo
esto viola la libertad; pero también se viola a través de omisiones, no sólo de acciones.
Cuando no se me da lo que me corresponde, cuando no se me ayuda a que desarrolle mi
personalidad, cuando no se me ayuda a que me libre de las circunstancias en que nací, a
tener independencia. Y esta es una idea revolucionaria en el sentido que implica una
relectura radical de ese núcleo original; decir la libertad es viola no sólo a partir de la
acción del estado, sino a partir de omisiones, cuando no se le da a la gente aquello que le
corresponde. La idea de los derechos. De la lectura hiper limitada que hacía el
conservadurismo argentino asociado básicamente derecho con derecho de propiedad, y que
implicaba desconocer o marginar muchos derechos, lo que vino a hacer el liberalismo
igualitario es a decir que todos los derechos importan exactamente lo mismo. Fíjense la
realidad en Argentina todavía hoy, salvo pequeñas excepciones. De los derechos que
aparecen en la Constitución, algunos derechos son tratados como de primera categoría, y
otros son tratados como derechos de segunda categoría. Por alguna casualidad, los derechos
sociales, por alguna razón mágica, son leídos como si no tuvieran el mismo estatus
constitucional que los derechos civiles y políticos. ¿Cuál es la buena razón para decir que
cuando uno lee libertad de expresión eso quiere decir libertad de expresión hay que
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defenderla, y cuando uno dice vivienda digna no quiere decir vivienda digna sino algo que
algún momento podrá ser operativizado pero nunca ahora. Alguien tiene que decirle a cada
unjo de nosotros cuál es el buen argumento que permite hacer esa distinción, porque la
verdad es que cada vez más se advierte que no hay ningún buen argumento para hacer ese
tipo de distinciones, absolutamente ninguno. De la visión dañada de la tolerancia que surgió
de la Convención Argentina del 53 el liberalismo también... FIN DEL LADO A
... determinada religión, o porque la mayoría comparte determinados valores, está esta
pretensión de imponerle, a los demás que no comparten la idea que es propia de la mayoría
respecto a cómo se debe vivir. Y lo que vino a decir el liberalismo igualitario en defensa de
la idea de neutralidad, es que cada persona debe ser respetada en su concepción del bien
más allá de que al ala mayoría no le guste en absoluto. Más allá que lo que está haciendo
esta persona implique un daño para sí mismo, mientras la persona no moleste a los demás
esta persona debe ser resguardada al máximo. No porque esa persona le causa disgustos a la
mayoría, esa persona debe ser sancionada o tratada de un modo peor que los demás. Y
finalmente la idea de democracia, de la visión también muy restrictiva que se hizo de la
idea de democracia en los albores de nuestra visa constitucional, el liberalismo igualitario
lo que vino a decir fue todo lo contrario. Es natural, es obvio que debemos defender la idea
de democracia de otro modo, sobre todo a partir de la idea de una persona un voto, pero
sobre todo por la idea de... la reflexión es cómo construimos imparcialidad, cómo
construimos decisiones que sean respetuosas para las personas, cómo construimos
igualdad... y eso requiere que discutamos, que la política no se agote en el voto, que
tengamos discusiones políticas a cada momento y no cada cuatro años cuando hay un
llamado a elecciones. La discusión también desafiada permanente mente en la vida
cotidiana cuando vemos hoy lo que sucede en Argentina, donde otra vez las cosas parecen
cabeza abajo, donde la comunicación, la discusión de ideas no está guiada por la
importancia que tienen algunos para decir, por la urgencia que tienen algunos para
presentar sus puntos de vista frente a los demás, sino que tienen el acceso absolutamente
limitado. Hoy la palabra en Argentina se distribuye de acuerdo al dinero, hoy la palabra en
Argentina se distribuye de acuerdo a la capacidad que cada uno tiene ya sea para seducir al
que tiene dinero o para producir dinero. Y eso es antitético con las razones que puede tener
hoy la democracia. La democracia quiere que se escuche a todos, y sobre todo a aquel que
tiene algo importante para decir o algo urgente para decir, que tiene alguna necesidad
básica afectad y que quiere decir algo que de otro modo no podríamos escucharlo.
Entonces, y con esto cierro, lo que ha hecho el liberalismo igualitario en el mundo, es sacar
del núcleo central del pensamiento liberal lo que había ahí en el germen, explotar de modo
natural esa extraordinaria potencia que tenían las ideas que siempre defendió el liberalismo,
mostrar la enorme potencia que tienen y la enorme apelación que tiene para cualquier
persona normal. Hoy ese desarrollo teórico que llevó adelante el liberalismo igualitario nos
puede ayudar muchísimo a pensar lo que ocurre en Argentina, donde por el desarrollo que
se dio por la razón que sea en el siglo XIX en Argentina, y por la continuidad que esos
desarrollos tuvieron en los siglos subsiguientes, fueron puestas en cajas, fueron contenidas,
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y hoy lo que enfrentamos es una versión empobrecida de ese núcleo extraordinario, potente
del pensamiento igualitario liberal.
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