La construcción del razonamiento moral: el sentimiento de culpa

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Anuario de Psicologia
2003, vol. 34, n 9 ,2, 191-201
O 2003, Facultat de Psicologia
Universitat de Barcelona
La construcción del razonamiento moral:
el sentimiento de culpa
Genoveva Sastre
Montserrat Moreno Marimon
Seminari Interdisciplinar d' Estudis de G6nere
Universitat de Barcelona
Teodosia Pavón
Universitat Ramon Llull
Exploramos las intenciones de operar de sujetos de 6 a 21 años de edad
para resolver un conflicto en el que las consecuencias afectivas de una trasgresión moral desempeñan una función importante. Investigamos la secuencia
de 10s modelos organizadores aplicados por 10s sujetos en el momento de pensar cbmo ayudarían a una amiga10 que ha cometido una trasgresión moral. A
10s seis y ocho años de edad se preocupan por la recuperación del bienestar
emocional; a 10s diez y doce años el temor al castigo es un factor importante
pudiendo desembocar en la reparación del daño causado, o reafirmándose en
la trasgresión; a 10s catorce recurren espontáneamente a 10s valores morales,
y a 10s veintiún años se opta o por mantenerse en la trasgresión, neutralizando
el sentimiento de culpa, opor 10s valores morales y la autoimagen positiva. El
temor al castigo está más presente en 10s chicos y 10s valores morales en las
chicas. La secuencia de modelos detectada indica que las interacciones entre
10s valores sociales y el comportamiento individual son extremadamente complejas.
Palabras clave: valores, juiciolacción, complejidad, afectividad; género.
We explored the evolution of the organisational models that individuals
apply to resolve an event in which the affective consequences of a moral trasgression play an important role. The sample comprised subjects aged between
6 and 21. They were asked to imagine a situation in which a friend of theirs had
committed a trasgression, and to describe how they would help. The object was
to investigate the principies that guide their behaviour in this situation. The
six- and eight-year-olds were concerned with recovering emotional well-being.
A large proportion of ten- and twelve-year olds considered fear of punishment
to be a relevant element; they did not mention moral concepts. Seventy percent
of fourteen-year-olds took moral values into consideration. Among the twentyone-year-olds two d~fferentways of resolving the conflict are found: a ) reafirCorrespondencia: Genoveva Sastre y Montserrat Moreno Marimon. Seminari Interdisciplinar d'Estudis de GBnere. Facultat de
1
Psicologia. Pg. de la Vall d'Hebron, 171. 08035.Barcelona. Correo electrónico: [email protected] y [email protected] Teodosia Pavón. FPCEE Blanquema. Universitat Ramon Llull. Cister, 36. 08024 Barcelona. Correo electrónico: teodosiapl@blan-
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ming the trasgression, neutralising its negative emotional consequences; b)
redressing the moral and material harm done to others and to oneselJ:Finally,
our research showed that females were more concerned about moral principies
and males about fear of punishment. The results indicate that the interaction
between social values and individual behaviour is extremely complex.
Key words: Values,judgement/action, complexity, affectivity, gender:
La elaboración de la experiencia humana es compleja. No percibimos su complejidad porque podemos transferirle, de forma casi inmediata, significados elaborados a partir de categorizaciones y operaciones previas a 10s acontecimientos. Las
estructuras sociales en las que hemos formado nuestra mente nos deslizan más fácilmente hacia yuxtaposiciones y exclusiones que hacia la coordinación de 10s distintos
factores implicados en 10s hechos. Consecuentemente solemos habitar en un mundo
mental reglado por oposicionesjerárquicas que reducen la riqueza de las experiencias
por las que transcurre nuestra vida cotidiana y nuestro quehacer cientifico.
La teoría feminista ve el sistema sexolgénero como una de las oposiciones más
potentes de nuestras estructuras sociales que impregnan de significado la experiencia
de 10s varones y la de las mujeres. <<Lapolaridad masculino-femenino es una categorización muy poderosa que contiene y arrastra un variado repertori0 normativo y emocional, que impregna tanto las relaciones sociales como la identidad de 10s sujetosn
(Pastor, 1998, p. 225) En el seno de esta bipolaridad, nos han enseñado a creer en la
igualdad y a vivir en un mundo que trata las diferencias como elementos de poder y
de dominio; se nos ha dado una formación que da por supuesto que las creencias, las
tesrías y las prácticas sociales no deben ser necesariamente coincidente (Leal, 2002;
Cortina, 1999; Fernández, 1998).
Afortunadamente la falta de encaje entre las distintas realidades por las que
transcurre actualmente la vida de las mujeres ha puesto de manifiesto 10s limites del
androcentrismo. Negar las diferencias conlleva el riesgo de tratar una de sus partes
(prioritariamente la masculina) por el todo con la consiguiente eliminación de la parte
no considerada; mientras que la centración en las diferencias despoja a 10s seres
humanos de 10s valores derivados de su diversidad.
En el dominio del razonamiento moral, encontramos un claro ejemplo de 10s
errores y de las limitaciones del androcentrismo. En 10s años treinta, Piaget llegó a la
conclusión de que 10s juicios morales expresados por las niñas eran dificiles de interpretar, 10 cua1 le condujo a eliminarlas de su muestra y a sustentar su modelo evolutivo s610 en 10s varones. Años mis tarde, Kohlberg realizó y validó nuevos instrumentos experimentales con una muestra formada exclusivamente por varones y cuando
fi~nalmentehizo extensivos sus trabajos a las mujeres, éstas mostraron una serie de
calracteristicas que, si Kohlberg las hubiera analizado sin prejuicios de género, le
hubieran alertado del desajuste de su teoria con la realidad, y de la conveniencia de
modificar la primera, adecuándola al objeto de estudio. Pero frente a la bifurcación
"teoria-realidad", Kohlberg optó por mantener intacta su visión teórica a costa de
reducir la realidad a una sola de sus manifestaciones, la de 10s varones, y medir a las
mujeres con el patrón masculino. (Gilligan, 1982, 1988, 1990; Benhabib, 1987, 1992;
Sastre y Moreno Marimon, 2000)
Carol Gilligan, con su doble <<anomalia>>
de ser mujer y de dedicarse a la investigación, decidió revisar la teoría de base, situando las raíces del razonamiento moral
en las relaciones interpersonales y utilizando situaciones experimentales que permiAnwrio de Psicologia, vol. 34, no 2, junio 2003, pp. 191-201
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tieran a 10s sujetos exponer sus propias ideas sin someterlas a patrones predeterminados. He aquí que el supuesto <<subdesarrollomoral>>de la mujer respecto al hombre
estaba ocultando un tip0 de razonamiento, <relcontextualismo postconvencional>>,
capaz de tener en cuenta un gran número de variables contextuales que sobrepasan
10s limites del pensarniento masculino convencional.
La exclusión de las mujeres en las primeras elaboraciones de un paradigma,
que se pretendió universal, trajo como consecuencia una visión lineal, monolítica,
uniforme, de un tipo de razonamiento humano cuya riqueza, complejidad y diversidad empezamos s610 a entrever. Si tal y como dice E. Morin dodo est6 en todo y recíprocarnente,, (1998, p. 422), la construcción científica de sociedades regladas por un
orden de género debe considerar la presencia del todo en cada una de sus partes y la
de las partes en el todo. La construcción de la ciencia desde un lugar particular, desde
una sola cara del prisma, ya no es sostenible, aunque el lugar elegido goce de las ventajas y desventajas de ostentar el poder.
En este articulo nos proponemos presentar una parte de una investigación más
amplia realizada con el objetivo de explorar la influencia de la cultura de género en el
desarrollo del razonarniento moral (Pavón, 2002). Pero antes, quisiéramos presentar,
aunque sea muy brevemente, las lineas teóricas de algunos trabajos que dejaron su
impronta en nuestra investigación.
Dimensiones cognitivo-emocionales
Los primeros estudiosos sobre el desarrollo moral estuvieron fundamentalmente preocupados por analizar el significado que el sujeto concede a la normativa
social y enfatizaron la vertiente externa del conflicto en detriment0 de la vivencia
interna. Al final de 10s setenta Gilligan cambió el punto de mira del desarrollo moral,
enfocándolo hacia la función de 10s vínculos interpersonales. Sus trabajos están entre
10s primeros que abrieron las compuertas de 10 interpersonal y 10 afectivo y esta apertura ha tenido importantes repercusiones sobre distintas corrientes teóricas centradas
en las emociones morales.
Actualmente se están elaborando nuevos modelos teóricos que conceden igual
o mis importancia a la significación y organización del conflicto socioemocional que
a la reestructuración del significado dado por Kohlberg y Piaget a la normativa social
(Hoffman, 2000; Nunner-Winkler y Sodian,1988;Asendorpf y Nunner-Winkler, 1992;
Arsenio, 1988, 1992, 1995, 1996; Araujo,1999; La Taille, 2000; Lourenqo,l997; Sastre y Moreno, 1994,1998a, 1998b;Arnorim, 2000).
Más all6 del enfoque estrictamente constructivista, se ha constatado que las
emociones morales motivan diferentes comportarnientosrelacionales (Lindsay-Hartz,
1984; Ferguson, Stegge y Damhuis, 1991;Weiss, 1993; Baumeister, Stillwell y Heartherton, 1994, 1995b; Barrett, 1995; Fischer y Tangney, 1995; Miller, 1995a; Tangney
et al. ,1996b; véase Tangney, 1999 para una discusión). Sabemos, por ejemplo, que el
sentirniento de vergüenza se da en 10s mismos tipos de trasgresiones que el sentimiento de culpa y que, sin embargo, la vergüenza produce una inhibición y retrairniento personal, mientras que la culpa incita a la reparación del daño causado. La
literatura psicológica cuenta con estudios experimentales que muestran que sujetos
de diferente sexo viven de forma diferente el sentimiento de culpa (para una revisón
véase Bybee, 1998).
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Los resultados de 10s trabajos comprurativos entre juicio, atribución de emociones y comportamiento, realizados por Asendorpf y Nunner-WinMer (1992), nos estimularon a diseñar procedimientos experimentales orientados hacia la posible detección de las <<dimensionesracionales de 10 afectivo y de las dimensiones afectivas de
10 racional,, (Fox Kéller, 1998) que guía~n10s comportamientos en contextos de
acción. Planteamos nuestra investigación como una búsqueda metodológica dirigida
a ercplorar el entronque entre 10s hechos observables, 10 cognitivo y 10 afectivo, considerando la combinación de estas tres dimensiones como una unidad que confiere significado a cada una de las partes.
La muestra está formada por 350 sujetos, divididos en seis grupos de seis,
ocho, diez, doce, catorce y veintiún años de edad. Los grupos de seis a catorce años
incluyen 25 chicos y 25 chicas cada uno, procedentes de familias de un nivel cultural
medio-alto; el grupo de veintiún años está formado por 50 chicos y 50 chicas, estudiantes de Psicologia.
Instrumento
Utilizamos un conflicto hipotético como instrumento experimental. El texto
utilizado para representar el conflicto fue el siguiente':
<<Haciatiempo que Sonia (o Ricardo) quería tener un bolígraf0 que le gustaba
mncho pero que era de una marca demasiado cara para ella. Hoy, cuando no había
nadie en clase, ha visto uno igual al que ella quería encima de una mesa, 10 ha cogido
y se 10 ha quedado. Ahora Sonia está encantada de tener el bolígraf0 pero al rnismo
tiempo se siente culpable de haber robado y est6 intranquila; por esta razón Sonia
explica su problema a unla buenla amigola, Laura (o Sergio). Laura quiere ayudar a
su amigola y, después de pensar un buen rato, se le ocurren dos maneras diferentes de
solucionar el problema de Sonia>>.
Sobre este texto planteábamos varias preguntas. En este articulo presentaremos 10s resultados obtenidos a dos de ellas: <<iquéharias tú si fueras el amigo de
Sonia?; ¿por qué harías esto y no otra cosah.
Recogida de material
La recogida de material de 10s sujetos de diez, doce y catorce años se realizó
en pequeños grupos de diez sujetos. A 10s estudiantes universitarios, el primer dia de
cla~sese les entregó una adaptación del rnismo conflicto pidiéndoles que 10 contestarar1 de forma anónima. Con 10s sujetos de seis años realizamos entrevistas individuales siguiendo el método propio de la entrevista clínica.
1. Se modificaba el sexo de 10s personajes del conflicto en función del sexo de 10s sujetos experimentales.
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Codijicacidn de resultados
El análisis de 10s resultados se hizo teniendo en cuenta 10s consejos y las razones que 10s sustentaban.
Empezamos haciendo un banco de datos con 10s elementos que cada sujeto
consideró relevantes, 10s significados a ellos atribuidos y las relaciones e implicaciones elaboradas a partir de 10s datos y sus significados. Este primer análisis nos permitió diseñar seis modelos organizadores cuyo esquema reproducimos a continuación:
Presentación de resultados
Hemos analizado 10s resultados en función de las variables edad y sexo. Empezamos su presentación con la variable edad.
Edad y modelos
Los resultados obtenidos muestran que 10s sujetos de diferente edad organizan
sus intenciones de actuar de forina diferente. Véase Tabla 1.
Las respuestas de 10s sujetos han sido codificadas por dos observadores independientes, el porcentaje de acuerdo ha sido de 94% a 98%.
Modelo A. Su aplicación s610 se dio en sujetos de seis y ochos años de edad.
La casi totalidad de 10s sujetos de seis y ocho años consideraron como datos significativos el hurto y el sentimiento de culpa; atribuyeron al robo un significado emocional negativo, y desde la amistad y el deseo de ayudar a su amigola optaron por devolver el objeto robado para recuperar el bienestar personal.
El elemento organizador de las respuestas de estos sujetos fue el malestar e
inquietud del trasgresorla; la importancia dada a este dato les llevó a prescindir del
deseo de poseer el boligrafo; a valorar el hurto como un comportamiento generador
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TABLA1. PORCENTAJE
DE SUJETOS EN CADA MODELO SEGÚN LA EDAD
de imalestar emocional y, consecuentemente, a recomendar la restitución del objeto
robado. A titulo ilustrativo reproducimos fragmentos de algunas respuestas dadas por
10s sujetos que aplicaron este modelo: <<Quedevuelva el boli a donde estaba antes,
para estar contenta como antes y no sentirse mal, ni culpable)>.<<Cuandovayan al
patio devolverlo, porque si no aún se sentiria peor)).
Modelo B. Este modelo 10 aplicaron sujetos de diez y doce años, obteniendo en
amlbas edades el 30% de las respuestas.
El elemento organizador de sus respuestas fue la conveniencia de evitar un
posible castigo; consideraron como elementos significativos: el hurto, el sentimiento
de culpa y la posibilidad de recibir un castigo; atribuyeron-a la trasgresión el significado de acto punible y consecuentemente optaron por restituir el objeto para, de esa
forma, evitar cualquier punición. Recuérdese que en el texto del conflicto no se hacia
ninguna referencia al castigo. Ejemplos: <<Devolver10a donde estaba, porque asi
podria 'escaparse' y hacer ver que no ha pasado nada>>.<(Quevuelva a dejar el boligrafo sobre la mesa, porque asi hace 10 que es mejor para no tener 'broncs'>>.
Modelo C. Su aplicación abarcó desde 10s ocho hasta 10s catorce años, alcanzando su porcentaje más elevado a 10s diez (50%).
En sus respuestas tuvieron en cuenta el deseo de poseer el objeto robado y 10s
elementos del Modelo B; el hurto recibió dos significados emocionales opuestos, uno
positivo derivado de la consecución del deseo y otro negativo debido a su punibilidad.
Las implicaciones surgidas de esta contraposición de significados emocionales dieron lugar a que decidieran conservar el boligrafo, tomando las precauciones necesarias para evitar el castigo. Ejemplos: <<Quese quede el boligrafo, pero que se 10 deje
en casa, porque si 10 lleva a clase pueden 'engancharlo'>>.<<Quese quede el boligrafo,
y no diga nada a nadie para no tener problemas>>.
Modelo D. Detectamos la presencia de este modelo entre 10s diez y 10s veintiún años de edad, situándose su mayor porcentajes a 10s catorce años (70%).
El elemento organizador de este modelo es el sistema de valores morales; 10s
otros elementos relevantes son el hurto, y el sentimiento de culpa; quienes 10 aplicarorl interpretaron el hurto como una trasgresión moral y propusieron la devolución
del, objeto para reparar el daño causado. Ejemplos: c<Devolverloy pedir disculpas,
porque es la mis sincera y la que me parece más correcta>).<<Dejarel boligrafo a
donde estaba, porque es 10 que yo haria y creo que es 10 mejor que se puede hacer),.
Modelo E. Se detectó s610 entre el alurnnado universitari0 ( 45%).
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Los elementos relevantes de sus respuestas fueron: el sentimiento de culpa, el
hurto, el deseo de conservar el objeto, la necesidad de autocontrolar el malestar y el
hábito de transgredir por parte de la mayoría de la gente (este elemento no esta presente en el texto de la historia); atribuyeron al hurto un doble significado: por una
parte la creación de sentimientos de culpa y la satisfacción del deseo, por la otra. Las
relaciones e implicaciones establecidas por 10s sujetos entre 10s distintos elementos
les llevaron a recomendar que escondiera el boligrafo y controlara sus sentimientos
de culpa. Ejemplos: c<Quédateel boligrafo, es estrictamente la mejor solución, 10s
remordimientos siempre 10s podrás controlar y mientras tendrás el boligrafo que te
gusta,). ccQuédate el boligrafo, la culpa no te quitará el sueíío, no digas nada a nadie
además seguramente el dueño del bolígrafo tiene dinero>>.
Modelo F. Al igual que el anterior modelo, se dio s610 entre el alumnado universitari~(40%).
Los elementos relevantes fueron el hurto, el sentimiento de culpa, 10s valores y
normas morales y la necesidad de desplegar comportamientos productores de una
autoimagen positiva; el hurto recibió la significación de acción trasgresora que conlleva una autoimagen negativa. Consecuentemente, motivados por 10s deseos de respetar las normas y de tener una autoimagen satisfactoria, se inclinaron por restituir el
objeto robado. Ejemplos: c<Devuélvelo,te sentirás satisfecho de ti mismo, tienes que
superar el miedo a que te acusen de robar>>.<<Devuélvelo,demostrarás mis honradez
y valentia y te sentirás mejor contigo misma>>.
Secuencia de modelos
Siguiendo el hi10 conductor de las edades correspondientes a 10s distintos
modelos se observa la siguiente secuencia2:se empieza dando especial relevancia a la
recuperación de la tranquilidad emocional, este aspecto del conflicto coloca a 10s
demás elementos en segundo termino y encauza a 10s sujetos hacia la restitución del
objeto. Más adelante, el temor al castigo es el dato más relevante y desemboca o en la
recomendación de soslayar el castigo devolviendo el objeto (M. B), o en la de esconderlo, pudiendo de esta forma disfrutar del boligrafo sin riesgos de ser sancionaddo
(M. C). Posteriormente el deseo de respetar 10s valores morales ocupa el lugar central
con la consiguiente propuesta de restituir el objeto (M. D). Finalmente, el alurnnado
universitari0 se divide en dos grupos, uno da por supuesto que la mayoria de la gente
realiza prácticas trasgresoras, 10 cual les permite interpretar el hurto como un comportamiento habitual y 10s sentimientos de culpa como intranscendentes y pasajeros
(M. E), el otro grupo, por el contrario, se centra en 10s valores morales y en la autoimagen y recomiendan la restitución del objeto indebidamente apropiado (M. F).
Estas dos vias distintas de organizar la historia, por parte de 10s sujetos de
mayor edad, cierran una secuencia de modelos en 10s que el interés por ayudar a una
arnigdo va configurando diferentes intenciones de actuar. Se aconseja reparar el hurto
cometido, o perseverar en 61 y, en ambos casos, la opción elegida puede obedecer a
razones e intereses distintos tales como: recuperar la tranquilidad emocional, evitar el
castigo, neutralizar el sentirniento de culpa, comportarse correctamente y tener una
autoimagen positiva. Es decir que bajo la manifestación externa de dos comportamientos, devolver el objeto o quedarse con 61, subyace una diversidad mental no directamente observable.
2. Sin que el10 implique una intención de establecerestadios evolutivos
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Modelos y género
Al llegar a este punto sin duda nos preguntaremos si existen o no diferencias
entre las respuestas dadas por las chicas y las dadas por 10s chicos y, caso de existir,
cuál es su naturaleza. La respuesta es afirmativa, se han encontrado diferencias estadíisticamente significativas. Veamos en quC consisten estas diferencias.
TABLA
2. PORCENTAJE
DE SUJETOS SEGUN MODELOS Y SEXO
M.A
M.B
M. C
M.D
M.E
M.F
Femenino
28
12
3
35
11
11
Masculino
26
6
32
11
14
11
Modelos
Sexo
Un porcentaje mayor de chicos (32% versus 3%) aplican el Modelo C. Reafirnlarse en el incumplirniento de las obligaciones morales, tomando las precauciones
necesarias para evitar el castigo, parece ser más propio de 10s chicos que de las chicas, 10 cua1 lleva a pensar que ellos más que ellas actúan según una moral heterónoma. En cuanto a 10s sujetos que consideran que la mejor manera de actuar es devolver el objeto sustraído por razones morales, es decir, 10s que se sitúan en el Modelo D.,
el porcentaje de respuestas de las chicas (35%) es superior al de 10s chicos (1 1%).
TABLA3.PORCENTAJE
DE SUJETOS SEGUN EDAD. MODELO Y SEXO
Pese a las diferencias detectadas durante la infancia y adolescencia, no se han
hallado diferencias significativas entre el alumnado universitario.
El modelo de Kohlberg postula que el razonarniento moral avanza linealmente
y en un s610 sentido hacia un acuerdo cada vez mayor con la moral establecida. En
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nuestra investigación encontramos resultados distintos. La casi totalidad de niñas y
niños de menor edad proponen la devolución del objeto, mientras que a 10s diez, doce
y catorce años un número nada despreciable de sujetos se reafirman en la violación
de las normas, y el alumnado universitario se reparte casi equitativamente entre el
respeto y el incumplimiento de la norma.
También encontramos resultados inesperados en el análisis comparativo de las
producciones de sujetos de diferente sexo. No hemos detectado diferencias por razones de género, ni entre el alumnado universitario, ni entre las niñas y niños mis jóvenes. Pero si hemos encontrado diferencias importantes en las edades intermedias,
inclinándose la muestra masculina con mayor frecuencia a favor de la trasgresión y
prefiriendo las chicas no causar daño a terceras personas.
Las diferencias entre nuestros resultados y la linea evolutiva del modelo de
Kohlberg son una muestra de que 10s resultados de una investigación dependen, en
gran medida, de 10s supuestos de partida. Kohlberg parte de la existencia de regularidades universales susceptibles de explicar, en su totalidad, el desarrollo del razonamiento moral. Nosotras partimos del supuesto de que 10s diversos contextos de la
vida cotidiana, con sus múltiples y diversos entrelazamientos de componentes, tienen
que dejar su impronta en la construcción del razonamiento moral y postulamos que
10s juicios impregnados de connotaciones de acción (<<juicios/acción>>)
pueden o no
coincidir con 10s juicios que se emiten separados de connotaciones de praxis.
Si a 10s sujetos de nuestra experiencia que optaron por proponer acciones trasgresoras, les hubiéramos preguntado si el hecho de quedarse con el bolígraf0 era
correcto o incorrecto, la inmensa mayoría hubiera dado una valoración negativa. Pero,
consciente o no conscientemente, apoyaron sus previsiones de actuar en otra escala
de 10s sujetos trasgresores señalan la pertinencia de
de valores. Los ~~juicio/acciÓn~~
realizar investigaciones multidimensionales susceptibles de reflejar la diversidad de
elaboraciones mentales correspondientes a distintas combinaciones de ahechos, pensamientos y sentimientos>>.
Para nosotras, el razonamiento moral no es una cuestión abstracta, es sobre
todo un asunto de seres humanos que se relacionan, sienten, hablan, piensan y actúan
en situaciones y contexto diversos. Este postulado nos llevó a presentar una historia
en la que están entrelazados datos relativos a comportamientos observables, intenciones de operar en una determinada realidad, pensamientos, deseos y sentimientos. La
confluencia de estos diferentes elementos plantea, simultáneamente, el conflicto a
dos niveles:
a. La desavenencia entre el interés de cuidar y ayudar a la persona amiga, por
una parte, y el deber de rechazar la violación de la propiedad de una tercera persona,
por la otra.
b. La escisión emocional entre el deseo de quedarse con el objeto sustraído y
el sentimiento de culpa producido por la satisfacción de dicho deseo.
Por otro lado, no les interrogamos directa y explícitarnente sobre valores morales, sino que les pedimos sus intenciones de actuar de forma concreta en el conflicto
presentado.
Nuestra investigación, sustentada en el supuesto de que el razonamiento moral
se va desarrollando en 10s espacios de múltiples y discordantes agendas (Haraway,
1995), nos ha permitido detectar seis modelos organizadores. Sus similitudes y diferencia~muestran que 10s acontecimientos, por simples que parezcan, pueden ser interpretados desde múltiples puntos de vista. Cada modelo ilustra un proceso subjetivo de
apropiación de una ~xperiencia,en la que unas determinadas combinaciones de eleAnuario de Psicologia, vol. 34, no 2, junio 2003, pp. 191-201
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mentos aparecen articuladas de una forma particular. La secuencia de modelos presentada señala que la resonancia subjetiva de unos ccmismos>>acontecimientos impregna
la selección de elementos, la atribución de significado y la manera en que estos significados se combinan formando un sistema que a su vez confiere nuevos significados al
todo (Moreno Marimon, 1998; Moreno Marimon, Sastre; Bovet y Leal,1998). En sintesis, nuestros sujetos organizaron sus pensamientos y sentimientos en seis proyectos
distintos de actuación, dándonos con el10 argumentos a favor de la diversidad mental.
En el campo del razonamiento moral, el androcentrismo ha operado con una
lógica disyuntiva (teoria-práctica; objetividad-subjetividad;pdblico-privado; racionalidad-afectividad,etc.) que ha llevado a un pensamiento uniforme, lineal. Pero cuando
investigamos el razonamiento moral desde una perspectiva cercana a las decisiones
que vamos tomando en la vida cotidiana, y contemplamos 10 que es en lugar de 10 que
debería ser, se entrevé un desarrollo dispar, con progresiones paralelas, convergentes
y divergentes que se escapan de la uniformidad y linealidad postulada por Kohlberg.
Los modelos lineales s610 dan explicaciones correspondientes a la contraposición de principios morales, desprovistos de 10s contextos de relaciones interpersonales que les son subyacentes. La idea de que el pensamiento moral va avanzando uniformemente, en una sola dirección y sentido, hasta llegar a la apropiación individual
de 10s valores sociales es más un reflejo de 10s postulados y procedimientos androcéntricos que una representación de nuestra forma de razonar en la resolución práctica de 10s problemas de la vida cotidiana.
En relación a este último aspecto, 10s resultados de nuestra investigación señalain la necesidad de elaborar diseños de intervención que encaucen la educación moral
de 10s varones hacia el establecimiento de relaciones interpersonales equitativas.
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