GAVRISHCHUK OLGA «Moral y Luces, son nuestras primeras

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«Moral y Luces, son nuestras primeras necesidades», pensamiento del
Liberador Simón Bolívar
Los héroes de la historia, las figuras históricas
de pura cepa, líderes de la humanidad, han sido y serán sólo
aquellos quienes ejercen la libertad, ven en la libertad la fuerza del hombre, del
pueblo y del Estado.
Vasili Grossman (escritor soviético, 1905–1964)
El General Simón Bolívar, el más famoso e influente dirigente de la guerra
de la independencia de las colonías españolas en América, uno de los héroes
nacionales de Venezuela, nació en 1973 en Venezuela, Caracas, en una familia de
aristócratas españoles. De joven, cursó estudios en Europa y se apasionó con las
ideas revolucionarias que flotaban en el aire del Antiguo Mundo. En 1805 en
Roma Bolívar juró solemnemente liberar a su Patria de los españoles.
En 1808 España queda ocupada por la Francia napoleónica y a las colonías
de América se les presenta una oportunidad exepcional de obtener libertad. En
1810 desplazan al gobernador español de Venezuela, y en 1811 se declara la
independencia formal del país de España. Aquel mismo año Bolívar se incorpora
como oficial al ejército rebelde. En 1812 las tropas españolas vuelven a ocupar
Venezuela y Bolívar forzosamente huye del país.
Los años que siguieron los destacamentos rebeldes bajo la dirección de
Bolívar ya obtenían victorias, ya derrotas. Habían tardado años luchando muy duro
para derrocar la opresión colonial española, cuando en 1819 Bolívar llevó su poco
numeroso ejército a través de los Andes que se consideraban impracticables y
asaltaron súbitamente las tropas españolas en Colombia. El 7 de agosto de 1819
Bolívar ganó la Batalla de Boyacá que resultó crucial en la guerra de la
independencia de las colonías. Venezuela quedó liberada definitivamente en 1821,
Ecuador - un año más tarde. En 1824 el ejército de Bolívar liberó Perú y en 1825,
el Alto Perú (actualmente Bolivia).
Quince años de lucha, 472 batallas, conquista de las cordilleras andinas más
altas, la liberación del los territorios con una población de cerca de 16 millones así es el trayecto de la gloria militar de Bolívar. La conquista de la independencia y
la creación de los estados nacionales soberanos de América Latina es el balance
principal de esta lucha. A esta gran causa Bolívar consagró toda su vida. Hoy día,
en todo el mundo hispanoamericano a Bolívar se le llama Liberador. El nombre del
gran General fue inmortalizado en el nombre del último territorio liberado del
dominio español, la República de Bolivia.
Bolívar soñaba con crear una gran confederación que uniera a todas las excolonias españolas de América tomando por modelo los Estados Unidos, que los
jóvenes Estados independientes mancomunaran para defender su sistema de
valores, en especial la eficaz soberanía pública, republicanismo, igualdad social,
solidaridad, patriotismo y cooperación fraternal. Su gran ilusión era la fundación
de la Federación de Estados en la América del Sur, cuya parte formarían Colombia,
Perú, Bolivia, La Plata y Chile. El 22 de junio de 1826, en Panamá, Bolívar
convocó el congreso de los representantes de todos estos Estados que, por
desgracia, no duró mucho y se desolvió al poco rato. Tres países (Venezuela,
Colombia, Ecuador) sí se unieron por algún tiempo en Gran Colombia. Bolívar fue
su presidente desde 1819 hasta 1830. Sin embargo poco tiempo después, en la
política de los países-integrantes se revelaron las tendencias de abandonar la Gran
Colombia. La situación llegó a ser muy grave, incluso, en 1828, hubo un intento de
asesinar a Bolívar. En 1830 la Gran Colombia se desintegró. Bolívar presentó su
dimisión y aquel mismo año falleció.
***
Simón Bolívar daba mucha importancia al papel del Estado en el desarrollo
económico y la protección de los recursos naturales. Hasta el último aliento luchó
persistentemente por la abolición de la esclavitud en toda América Latina. Con el
mismo empeño luchó por la liberación de los pueblos indígenas del continente
Sudamericano. La igualdad social y política era para Bolívar “la ley de los leyes”,
él estaba convencido de que era necesario garantizar el acceso a la educación a los
más desfavorecidos. Según él, el sistema social-político de las jóvenes naciones de
América Latina tenía que cimentarse en los principios éticos y morales
repúblicanos más altos; y en la prioridad de la ilustración y los ideales patrióticos.
En su famoso discurso del 15 de febrero de 1819, hecho en la ciudad de Angostura,
capital de las liberadas definitivamente provincias españolas, en la reunión del
Congreso Nacional Bolívar expuso los fundamentos de la Constitución de
Venezuela.
Me gustaría hacer hincapié en la convicción de Simón Bolívar que “moral y
luces son las primeras necesidades del Estado”. Bolívar consideraba que cada
sociedad tiene dos necesidades fundamentales, la primera de las cuales es tener
cierta nomenclatura de normas, es decir, un código de leyes ético-morales basadas
en los principios de honor para que el pueblo las respete; y la segunda está en
lograr un alto nivel de ilustración. “La esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo
ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga,
abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo
conocimiento político, económico y civil.” No es suficiente decir “no” a la tiranía,
hay que saber vivir en la libertad. Si no, una persona educada en la tiranía no
tardará en sustituirla por una nueva tiranía. “Un pueblo pervertido si alcanza su
libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzaran en mostrarle
que la felicidad consiste en la práctica de la virtud; que el imperio de las leyes es
más poderoso que el de los tiranos.” Bolívar advierte que no se puede estar seguro
de que “un pueblo recientemente desencadenado, se lance a la esfera de la
libertad, sin que, como a Ícaro, se le deshagan las alas, y recaiga en el abismo”.
Son los pueblos mismos quienes resucitan la tiranía. Los pueblos de América
Latina han de, ante todo, comprender, asimilar el espíritu de la libertad y saber
aprovecharlo.
Bolívar se daba cuenta de la necesidad de la ilustración de los ciudadanos
del Estado que él creaba y de la unidad moral de “la comunidad” que se iba a
formar de los grupos sociales muy distintos que había en aquel momento en las
colonías. La educación a la par con ilustración de la gente no dejaba de
preocuparle, incluso durante las batallas. El 11 de diciembre de 1825 Bolívar
firmó el Decreto sobre los deberes y poderes del Director general de la Educación
Pública en el que se defenía el círculo de obligaciones de este cargo público, la
primera de las cuales era de garantizar al pueblo a nivel estatal la educación
“universal y uniforme”; las instituciones
educativas debian efectuar sus
actividades de acuerdo con las leyes del Estado. La educación es considerada como
la base de la “salud espiritual de la república” ya que “depende de las calidades
morales que los ciudadanos adquieren desde la infancia”.
Precisamente estos dos conceptos – MORAL Y LUCES – hallaron reflejo
en el borrador de la Constitución de Venezuela de 1819. Inspirado por la obra de
J.- J. Rousseau, Simón Bolívar propuso crear la institución del Poder Moral (una
especie de Tribunal Supremo) al que se le dió forma acabada en el proyecto de la
Constitución de la república de Venezuela que se presentó al Congreso de
Venezuela el 15 de febrero 1819 en Angostura. Las disposiciones del Poder Moral
fueron expuestos en el anexo a la Constitución.
El documento llevaba disposiciones sobre el poder Moral que se realizaba
através de un órgano especializado - Areópago (Bolívar tomó por modelo el
Areópago griego), y establecía las normas de su composición, orden de su
formación, su estructura, reglas de funcionamiento, poderes y funciones. Los
miembros del Areópago se elegirían por el Congreso General que ejercía el poder
legislativo. El candidato debía corresponder a ciertas exigencias específicas: ser
padre de familia, quien había asegurado la educacíon a sus propios hijos,
distinguirse por sus virtudes públicas. Según Bolívar, el Areópago se componía de
dos Camaras, cada cual tendría sus competencias: La Cámara de Educación y La
Cámara de Moral. A cargo de la Cámara de Moral estaban crear las bases
estables de la moralidad pública y el estado moral de la sociedad. Entre sus
funciones se destacan tres grupos: formar la opinión pública en cuanto a “la moral
de toda la República”, incentivar el comportamiento decente de los ciudadanos y
castigar “los vicios”. Además, la Cámara publicaría anualmente la lista de las
virtudes y los vicios públicos, asi como la lista de las personas sobresalidas por las
virtudes y sorprendidas en los vicios. En cuanto a La Cámara de Educación,
argumentando su necesidad, Simón Bolívar decía: “Constituyamos este Areópago
para que vele sobre la educación de los niños, sobre la instrucción nacional... “.
La Cámara de Educación estaba obligada a supervisar la educación fisica y moral
de los niños desde el nacimiento hasta que alcanzaran la edad de los doce. Una
descripción detallada de los poderes y formas de funcionamiento de la Cámara
testimonian la gran importancia que le daba el autor del proyecto al hecho de que
“el primer deber del gobierno es dar educación al pueblo”, asi como su
preocupación por la aplicación exacta de su plan.
La mayoría de los miembros del Congreso General de Venezuela no apoyó
la creación de la institución del Poder Moral, diciendo que era una institución
“poco práctica y capaz de convertirse a la peor forma de la inquisición religosa”.
El decreto de 15 de agosto de 1819 anunció la aprobacion de la Constitución y
renunció las disposiciones del Poder moral en su texto.
***
¿En que consiste la grandeza de Simón Bolívar reconocida por todo el
mundo? Por un lado, los resultados objetivos de sus actividades polifacéticas como
comandante, jefe del Estado, reformador social y diplomático ayudaron a los
pueblos del continente a pasar al grado más alto del desarrollo social en un período
crucial de transición del Viejo Mundo feudal a una formación burguesa nueva y
más progresista. Por otro lado, la herencia bolivariana contiene un mensaje al
futuro, es decir, en sus búsquedas ideológicas, Bolívar luchó por los ideales nobles
que según su opinión eran la libertad, la justicia social, la igualdad de todas las
razas y nacionalidades, la cooperación amistosa entre los Estados y los pueblos.
Bajo su liderazgo, los pueblos del continente dieron un paso importante para
convertirse en los creadores de su propio destino y participantes activos en la
historia del mundo. Como resultado, un gran número de nuevos estados soberanos
salieron a escena internacional.
Bolívar se daba una cuenta clara del carácter justo de la guerra de liberación
e hizo todo lo posible para que la lucha contra la opresión española se convirtiera
en la lucha nacional. “Soldados” – dijo Bolívar - “que sus fusiles lleven no solo
bayonetas, sino también las leyes de la libertad, y serán invencibles.” El caudillo
hizo un amplio uso de los factores políticos y social-económicos al nombre de la
victoria y la movilización de las fuerzas nacionales. Bolívar elaboró los decretos
sobre confiscacion de la propiedad de los partidarios de la corona española y su
distribución entre los soldados y oficiales del ejército de liberación, sobre
revocatoria del impuesto por cabeza de los indios y sobre la transferencia de las
tierras comunes a su propiedad privada, sobre la protección de los derechos civiles
de los indios americanos, etc. En su ejército lucharon hombro con hombro criollos,
mulatos, mestizos, indios, negros y miles de voluntarios de todo el mundo. En la
etapa de formación nacional más difícil, Bolívar encabezó a su pueblo y lo llevó a
la victoria.
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