Los lazos que no se pueden romper

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Los lazos que no se pueden romper - Buquedepapel, Semanario de noticias culturales
Escrito por Por: Jaime “Papá”Jaramillo*, Especial para Buque de Papel, Bogotá
Lunes 16 de Mayo de 2011 05:24
Existen diferentes tipos de relaciones entre madres e hijos. Algunas muy buenas, donde la
confianza, el apoyo y la comprensión son la base; algunas regulares, donde simplemente la
indiferencia es la que prima en la relación; otras bastante malas y deterioradas, donde lo que
reina es el resentimiento, el rechazo y el dolor, y algunas otras caracterizadas por unas
dependencias emocionales obsesivas, nocivas y compulsivas, que les roba la paz interior los
desestabiliza, descontrola o desquicia.
¿Te has preguntado alguna vez cómo es realmente tu relación con tu madre? ¿Ha estado esta
relación basada realmente en el amor? ¿Has aceptado a tu madre tal y como es? ¿O tú como
madre, has aceptado que tu hijo no te pertenece y que debes respetar lo que él quiere ser,
hacer y finalmente tener en su vida? Todas estas preguntas y muchas más, probablemente
están constantemente en la mente de muchas madres e hijos, y desafortunadamente muchas
veces no se llega a establecer una comunicación asertiva, basada en el amor para que estas
relaciones y conflictos personales se puedan mejorar y resolver.
En el día de la madre hay una gran celebración, donde abundan los regalos, las flores, las
comidas y las reuniones familiares, pero muchas veces no hay una comunicación sincera,
donde se pueda expresar el sentimiento realmente. Por eso, aprovecha esta fecha para
preguntarte si has sido una buena hija, un buen hijo, una buena madre o una buena abuela, ya
que muchas veces nuestras relaciones no están basadas en el amor sino en el miedo, que es
diametralmente opuesto al amor, y esto hace que se cree una barrera invisible que puede durar
todo la vida y que te puede llevar a tener comportamientos y reacciones hostiles, de las cuales
tarde o temprano te arrepentirás.
Y finalmente me pregunto: ¿Qué es lo que queda después de que un ser querido muere? Esto
me lo pregunto, porque ya ha pasado un año desde la partida de mi madre a su viaje a la
eternidad, y algunas veces pienso en lo que haría si la pudiera volver a tener a mi lado, aunque
fuera por unos cuantos días. A veces me imagino, que la hubiera compensado con el tiempo
que no le pude dar por vivir en diferentes ciudades, con el amor que le hubiera podido expresar
más a menudo y con el agradecimiento, gratitud y apreciación profunda, por todo lo que ella
hizo por mi y mi familia.
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Los lazos que no se pueden romper - Buquedepapel, Semanario de noticias culturales
Escrito por Por: Jaime “Papá”Jaramillo*, Especial para Buque de Papel, Bogotá
Lunes 16 de Mayo de 2011 05:24
Entonces hoy, si tienes aún viva a tu madre, analiza a fondo y pregúntate sinceramente lo
siguiente: ¿Sientes que le has dado realmente todo tu amor y le has expresado todo tu cariño y
agradecimiento? o por el contrario, ¿Sientes que la has criticado, juzgado, calumniado,
exigiéndole siempre que sea tal y como quieres tu que ella sea, quizás sacándole en cara sus
defectos y necedades? De pronto, puedes estar pensando que hablar con tu madre no tiene
sentido, ya que ella es testaruda o tiene una forma muy característica de ser y has decidido ser
indiferente ante esta situación, pero sólo te digo que si desciendes al corazón de tu madre (sólo
puedes llegar allí cuando la observas y escuches en silencio con amor), verás que ese corazón
está lleno de creencias llenas de miedo que la hacen sufrir y la hacen comportarse como una
persona rígida, fría, calculadora, controladora, insensible, cantaletera o intensa. Pero si estas
consciente y con amor la observas sin juzgarla y sin enjuiciarla, te darás cuenta que la mayoría
de los problemas que has tenido con ella estan basados en esa programación y creencias con
que ella fue educada, que son las mismas creencias que ella quiere imponerte, porque
considera que es la mejor manera de educarte. Para que puedas unir y estrechar tus lazos de amor con tu madre, te recomiendo que en éste,
su mes la invites a compartir un espacio sagrado de celebración y reconciliación con ella,
preferiblemente en la naturaleza, donde le des la oportunidad a ella de expresar sus
sentimientos, de liberarse de sus miedos y de esas cadenas mentales que la hacen sufrir; y así
en una conversación centrada en el amor, puedan comprender, entender y liberarse de la culpa
y el remordimiento, antes de que sea tarde.
*Los pensamientos, opiniones y expresiones de los columnistas son libres y no influyen,
condicionan o significa el criterio editorial de Buque de Papel.
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