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AÉREA
R:E V I S T A
1:
ILUSTRADA
PUBLICACIÓN
DE
AERONÁUTICA
MENSUAL
D i r e c t o r : J o a q u í n de l a L l a v e y ^Sierra
ANO Vil
MADRID - J U L I O - 1 9 2 9
FIGURAS
DE
NUM. 7 2
RELIEVE
li'lr?
Lo» c a p i t a n e » J i m é n e z e Iglesias, h é r o e s del m á s i m p o r t a n t e vuelo mundial llevado
a b o Dor la A e r o n á u t i c a e s p a ñ o l a , e n el a c t o d e s e r l e s i m p u e s t a c o n s o l e m n i d a d
^
por S. M. el R e y la M e d a l l a A é r e a
'It
AÉREA
REVISTA MENSUAL ILUSTRADA DE AERONÁUTICA
Declarada de utilidad para el Ejército por Real orden de 22 de junio de 1927.
TÉCNICOS,
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Y
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Aituro del Agua y Oiiell.
Teléfono número 7 3 221
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AEREA
'
3
E l vuelo triunfal del «Jesús del G r a n Poder» sobre el Atlántico y las Repúblicas hispanoamericanas
Conio en nuestro número anterior prometimos a nuestros lectores, damos a continuación la reseña detallada por etapas del
admirable viaje realiza<lo por nuestros bravos compatriotas capitanes Jiménez e Iglesias, felizmente terminado y desarrollado
punto por punto conforme al proyecto elaborado, a excepción del
primer aterrizaje—^salvado el Atlántico— que, por falta de esencia, se efectuó sobre Babia en vez de Riojaneiro.
Desde el 24 de marzo al 17 de mayo han paseado triunfantes
el pabellón español por encima del Atiántico, !a costa oriental
de Sudamérica, la pampa argentina, la cord llera de los Andes,
la costa del Pacifico, las tierras feraces y ardientes de Centroamérica y las aguas del mar Caribe, donde la perla de las
Antillas, Cuba, la isla hermosa, añt)ra el cariño de la madre
patria.
iHa sido su viaje una rrtarcha triunfal, que además <le demostrar la bondad e importancia de la producción aeronáutica nacional, ha servi<lo más que varios años de hispanoamericanismo
al uso para exaltar nuestros valores ante aquellos hermanos de
raza. Prueba irrecusable de ello es la infinita serie de actos y
agasajos que en honor de nuestros héroes del aire se han organizado en los diferentes paises que han atravesado.
AÉREA, que desde el pr'mer memento n;) dudó en el éxito de
!a empresa, por conocer el valor de sus esforzados paladines y la
calidad del aparato empleado, se felicita por el cumplimiento
de su augurio y, al mismo tiempo, felicita calurosamente a los
capitanes Jiméntz e Igiesias, qje e.i estos momentus gustan entre
no.sotros las mieles de su triunfo.
El p r o y e c t o
Aquel "Jesús del Gran Poder" que un día volara hacia Oriente y causas muy ajenas a la excelencia de sus motores obr,a;aron a detenerse en pleno d e s e r t o arábigo, al volver a tieiras
<ie ta patria hizo concebir a sus tripulantes, los expertos pilotos
capitanes Jiménez e Iglesias, la idea de otro vuelo de mucha
más amplia envergadura. ¡Tan contentos quedaron de las co:-.diciones de su aparato, de su capacidad de resistencia!
¿Qué vuelo estaba sin batir en el vuelo en linea recta: el de
Ferrarin y Del Prete? Pues veremos de superarlo.
Aceptada la idea por la Superioridad, presentaron los pilotos
en la Jefatura Superior el proyecto, que comprendía, además
del vuelo directo al Brasil, una visita a las naciones americanas
hijas emancipadas de la vieja España.
Se intentaría primeramente el salto directo Sevilla - Riojaneiro, con lo que quedaba batida la marca establecida por los
ases Italianos. Después fijaban en su proyecto, y eran de conformidad las autoridades superiores, el siguiente itinerario:
Riojaneiro - Montevideo, Montevideo - Buenos Aires, Buenos
Airés-Santiago de Chile. Santiago-Lima. Lima-Pavta. PavtaColon, Colón-Managua, Managua - (Guatemala, (iuatemaia - La
Habana. En total, 20.540 kilómeros.
Como la parfda había de verificarse de Sevilla, se procedió a
la construcción de una pista que permitiera deslizarse al enorme
peso que la gran cantidad de esencia proporci ;naria al avión.
Debido a dificultades originadas a última hora por expropiación de algunos terrenos comprendidos dentro del área de la
pista, la obra no pudo terminarse totalmente con firme de hormigón. No obstante, entre el r e c o r r d o de este material y la
parte solamente apisonada se legró extenderla a 1.880 metros,
que se amplían a 2.150 contando el resto de terreno despejado
para salvar la salida.
Aunque las características del "Jesús del Gran Poder" son ya
conocidas de nuestros lectores por haberlas publicado .'KÉRKA
con motivo de su vuelo a Mesopotamia, las repetimos a continuación :
Tipo sex<|uiplano, Breguet-bidón, construido en duraluminio:
envergadura, 15.90 metros: superficie. 52,410 metros cuadrados;
motor Hispano, construido en Barcelona, de 600 H P . : combustible, 4.125 litros de gasol-na de Borneo, de 760 gramos de den-
sidad : peso al despegar. 5.250 kilogramos; carga útil con relación al peso, igual a o,W).
El "Jesús del Gran Poder" es to<lo, completamente, de construcción española, verificada en Construcciones Aeronáuticas de
(ietafe, bajo la dirección de los Sres. Ortiz Echagüe, Sousa y
l'ernández Checa, y han sabido darle tales condiciones aerodinámicas que, a pesar de que su coeficiente de carga es de 87,
mientras que el Ryant en que Limbergh hizo su famoso vuelo
era de 98, el del Fokker del comandante Byrd era de 100, el
del Bellanca de Chamberlin de 111, el del Bremen de Koelh era
(ie 120 y el de! Savoia de Ferrarin era de 151, a pesar de esto,
repetimos, ha podido lograr el segundo vuelo de distancia del
nuindo.
La p a r t i d a
Sin alharacas, calladamente, tan en silencio que sólo los jefes
de aeródromo y algunos amigos particulares de los pilotos se
hallaban en Tablada, se dispuso a partir el hermoso avión en
la tarde del 24 de marzo pasado.
Es Domingo de Ramos y el sol sevillano pica ya con intensidad.
Se ha saca<lo del hangar el aparato y, arrastrado por una sección de solda<los de la base, es coiwlucido hasta la pista, a unos
::os kilómetros y medio de distancia.
Kn la proa lleva pintado un escudo de España con el águila
bicéfala de Carlos \ ' . A los costados, en el fuselaje, Laffita,
Mariír.ez ;le León y otros artistas han pintado viñetas sevillanas
y orientales. "Oselito", con su cordobés terciado, atravesará el
Océano, como este nazareno y estas flamencas y flamencos. También lleva unos carteles de la Exposición pegados a los flancos,
hacia proa.
Una vez el aparato en condiciones de vuelo, fueron colocadas
en las cabinas dos cestas que contenían plátanos, dátiles, higos,
termos con leche y yemas de huevo y aguas minerales, destinados estos alimentos para las necesidades durante el vuelo. También dispusieren la colocación de varios botes de ceregumil. <|ue
constituye un alimento bastante nutritivo.
Llegado el momento de la gran emoción, los que van a partir
^e despiden de los presentes, suben a sus puestos. Recomendaciones de u:ios, consejos de otros. De pronto, el motor que trepida, la hélice que gira vertiginosa, el aparato que se arrastra,
recorre la pista en toda su longitud sin lograr despegarse. Un
memento de suspensión en el latir de los corazones. Avanza ligero el "Jesús de! Gran Poder", dejando tras sí una nube de
pilvo. Da unos saltos breves. Ahora se desprende el patín de
cola.
¿ Ha despegado ya ? No se ve bien. Avanza por el campo verde fuera de la pista. N'iene derecho a los hangares como sí fuera a embestirlos.
De pronto un grito, cien gritos. Aplausos, vivas que no pueden oír los bravos aeronautas. Ya está el "Jesús del Gran
Poder" sobre Sevilla. Son las cinco y cuarenta y dos de la
tarde exactamente.
Ha sido una maniobra sencillamente admirable. Todo el mun-do reconoce el éx'to que supone el despegue con una carga tan
formidable. Los aviadores especialmente, manifiestan su júbilo.
Mucha confianza tenían en la destreza de Jiménez, en su pericia,
serenidad y valor, pero la maniobra realizada por éste ha superado las más optimistas esperanzas.
Majestuosamente dio la vuelta sobre la ciudad, siendo salu<iado entusiastamente por el gentío que llenaba las calles presenciando las primeras procesiones. El cura párroco de la par r c q u a del Omnium Sanctorum, que llevaba la presidencia de la
cofradía de la N'irgen de la Cena, al pasar sobre la venerada
imagen, dedicó una oración y un rezo impetrando de la Santísima Virgen un viaje feliz a los pilotos.
Sobre la Vega de Triana enderezaron el rumbo, y pasando
sobre Coria del Río se perdió en la lejanía el ave mecánica, ungida de ilusión, ansiosa de gloria.
AEREA
Sobre el Atlántico
Alcanzada la altura suficiente para salvar los obstáculos hasta
llegar a la costa, siguieron sobre el mar costeando la parte occidental de África con un consumo me<lio de 92 litros por hora,
reduciendo la potencia a las nueve décimas, pues se vio era
suficiente para mantenerse a la altura deseada sin fatigar el
motor y reduciendo el consumo de gasolina.
Frente a Casablanca hubieron de vencer un temporal <le lluvias y vientos violentos, que fué más peligroso por la oscuridad
reinante, pues era ya plena noche.
A las veintitrés y cincuenta y cinco .pasó sobre Cabo Juby e!
avión, desarrollándose normalmente el vuelo a una media de 200
kilómetros por hora.
Y al llegar a Dakar y Cabo Verde se lanzaron animosos a
pleno Atlántico, dispuestos a dar el salto formidable de uno
a otro continente. Un viento alisio favorable al principio facilitó la marcha de la mecánica ave, pero al llegar a las calmas
propias del Ecuador volvieron a presentarse chubascos y nubes
muy espesas <jue imposibilitaron en absoluto la visibilidad y observaciones astronómicas, hasta que les fué posible rectificar e!
rumbo con la observación de la marcha de un buque procedente de Natal.
El aparato rcspondia admirablemente al esfuerzo exigido, y
¡a resistencia física de los pilotos no era menor y con más tesón
mantenida; pero el temporal encontrado redujo la velocidad por
su viento en contra a menos de cien kilómetros por hora, siendo
la del avión superior a 180.
¡Tierra, tierra!
Por el tiempo de vuelo transcurrido calcularon la proximidad
de la costa brasileña; pero el temporal nuboso, que continuaba,
impedia con su cerrazón la exploración del horizonte, ademáj
de hallarse aún envueltos en las tinieblas de la noche. De pronto
una luz que guiña allá entre la lejanía, a la que se precipita
el avión. Una y otra vez el luminoso parpadeo con intermitencias, y en un desgarrón de la bruma, la apenas siluetada sombra
de un promontorio. ¡Tierra, tierra! ¡El faro de Natal!
Es como un espolazo a la casi embotada sensibilidad de los
bravos aeronautas, que sienten el supremo placer de dioses dominadores del éxito.
El gran salto ultramarino está dado, y ya sólo falta resistir
unas horas más para lograr lo que con verdadera ansia desean
los aviadores: la marca de distancia en linea recta, que detentan Ferrarin y Del Prete.
Sobre la costa brasileña, y siempre combatido por el inoportuno temporal de vientos contrarios, sigue el hermoso avión su
marcha; no ha tenido la más ligera averia su motor, que bordonea isócrono, lo mismo que al salir de la campiña sevillana. La
maravilla de su funcionamiento anima a los bravos que conduce
y les da la confianza plena en el éxito de su hazaña. Bajo sus
plantas, la feracidad del suelo brasileño ofrece panoramas de
maravilla que ya la luz del dia permite admirar. TÍKIO marcha
b'en a bordo... Pero el nivel de gasolina anuncia la próxima
agonía del depósito y es preciso preparar el aterrizaje. El maldito temporal de vientos contrarios, con el que, apenas dieron
vista al continente, tropezaron, retrasando la marcha del aparato,
determinó el mayor gasto de combustible y el agotamiento, por
lo tanto, antes del tiempo calculado.
El campo de aterrizaje más próximo en la ruta era el de
Bahía y a él se dirigieron, tomando tierra felizmente después
de cuarenta y tres horas y cincuenta minutos de permanencia en
el aire y de haber recorrido 6.746 kilómetros, la mayoría sobre
el mar, por la línea orto<lrómica.
No lograron superar el esfuerzo de los ases italianos, pero
quedaba para F'spaña el segundo lugar en el vuelo a distancia.
Las autoridades brasileñas de Bahía, advertidas de la presencia del avión, rindieron a sus tripulantes un cariñosísimo
homenaje que difícilmente olvidarán.
Bahía-Ríojaneiro
Como el primer punto de arribada en tierra americana se habla acordado fuera Kíojanciro, apenas repuestos <le combustible determinaron partir de Bahía con rumbo a aquella capital.
El aparato, intacto, sin revisar, elevóse de nuevo entre ac'amaciones de los buenos hermanos de raza, y, nuevamente sobre
las pródigas tierras del Brasil, enderezó su proa hacia la capital
de la República, a cuyo aeródromo de "Los Alfonsos" arribó
tras ocho felices horas de vuelo.
Es imposible narrar el apoteósico recibimiento de autoridades,
pueblo brasileño y colonia española, que es allí numerosísima.
H;I mecánico (ianzo, que embarcado por mar llegó anticipadamente, auxiliado por un eciuipo de mecánicos brasileños, procedió a la revisión completa <k'l avión apenas descendieron de él
.=us tripulantes.
El Gobierno brasileño declaró huéspetles oficiales a los capitanes Jiménez e Iglesias.
Los aviadores recibieron a millares las felicitaciones, destacándose por su calidad las siguientes:
"Agradézcoos sinceramente cariñoso telegrama, deseándoos
mayor éxito empresa que emprendéis, pensando siempre nuestra querida líspaña y evocando sus glorias.—Firmado. Alfonso, Rey."
"Santa Bárbara <le California.—Sinceras congratulaciones por
vuestro magnífico vuelo.—Lindbcryh."
"Sevilla.—Cordialmente les felicitamos Infanta y yo por magnifico vuelo, nuevo timbre gloria para FZspaña y su Aviación.
Afectuosos saludos.—Carlos Borbón."
"Sevilla.—Entusiasta felicitación. Bendícelos.—Cardenal ar:,obispo."
"Roma.—^Con ánimo emocionado ante vuestro triunfo envíoleí sincero vivísimo júbilo complacencia.—l-'crrariii.''
El capitán Iglesias, acompañado del encargado de Negocios
de España, visitó en Petrópolis al presidente de la República,
Sr. Washington Luis. Fué recibido por el pueblo en masa en
me<lio de gran entusiasmo. El prefecto le dio la bienvenida, y
el representante de la colonia española, D. Sandalío Alcober,
le ofreció una "corbeille".
Inmediatamente el capitán Iglesias visitó la catedral y depositó flores en el sarcófago de los ex emperadores del Brasil.
El Sr. Washington Luis le felicitó vivamente por la proeza
que él y su compañero Jiménez acababan de realizar. Seguidamente el capitán Iglesias visitó al barón de Tefíé, quien le
agradeció la atención. Desde el domicilio de dicho señor, Iglesias, acompañado del encargado de Negocios de España, partió,
a las cuatro de la tarde, para Ríojaneiro.
La colonia española organizó un extenso programa de homenaje, en el que figuraba un banquete de 300 cubiertos y una
recepción general de compatriotas en los salones de la Asociación de Beneficencia Española.
Los aviadores no sabían cómo corresponder a las atenciones
y agasajos, verdaderamente rendidos de cansancio.
Hubieron de sufrir el asedio de infinidad de periodistas y
corresponsales que les pedían declaraciones e interviús hasta
agotar su atención.
Por fin, revisado y listo el motor, sin que la más leve averia
hubiese sido hallada, repuestos de combustible los depósitos,
decidieron continuar su viaje circunvalatorío el día 3 de abril.
Mucho antes de la hora fijada para la salida del "Jesús del
Gran Poder", el campo de "Los Alfonsos" y sus inmediaciones
estaban atestados de público.
Al llegar los capitanes Jiménez e Iglesias al aeródromo fueron vitoreados entusiásticamente.
A las cinco y cuarenta y siete minutos (hora local), en medio
de frenéticas aclamaciones, elevóse majestuosamente el "Jesús
del Gran Poder".
E! momento fué <le intensa emoción, y la multitud aclamó
frenét'camente a los aviadores y a España.
Desde el aeródromo, donde Jiménez e Iglesias fueron despedidos por un representante del presidente de la república, señor
Washington Luis, y por otros de todos los ministros del Gobierno federal, por las autoridades, el encargado de Negocios y
el cónsul de España, la colonia española, los aviadores brasilei"ios y una inmensa muchedumbre, así como desde las azoteas
y lugares públicos, el "Jesús del Gran Poder" y sus tripulantes
fueron vitoreados hasta que el aparato desapareció en el horizonte con rumbo a la capital del Uruguay.
A EREA
Montevideo
En rumbo para el Urusruay pasó el "Jesús del Gran Píxler"
a las siete y cuarenta por la población de Santos ; a las nueve,
sobre la fortaleza <Ie Itachacu, y a las trece y treinta y cinco,
s b r e Pelotes, ya próximo a la frontera uruguaya.
Ya en territorio de la República del Uruguay, fué escoltado
por varios aviones que salieron a recibirle.
El "Jesús del Gran Poder" llegó sobre la población a las
cinco horas y tres minutos de la tarde, y después de varias
evoluc'ones descendió niajestuosamente y tomó tierra en el
campo de aviac'ón militar a las cinco horas y cinco minutos.
Una salva de aplausos y vítores acogió la presencia de los
¡viadores españoles.
Idénticas manifestaciones <!e entusiasmo que en las poblaciones
i'el Brasil acompañaron a nuestros pilotos a su llegada a Montevideo. Más de 20.000 personas ocupaban el aeródromo de
aviac ón militar.
Fueron declarados huéspedes oficiales y recibidos solemnen en'e por el presidente de la República. El ministro de la Guerra les ofreció un ban:|ucte, así como la colonia española y el
Es lado Mayor del Ejército uruguayo.
Al siguiente día de su llegada Jiménez revisó detenidamente
el aparato, con el fin de partir para Buenos Aires el día 4.
l)es<lc antes de la una de la tarde «na enorme muchedumbre
llenaba el campo de aviac'ón militar, ávida de tributar una entusiasta despedida a los aviadores españoles.
En el campo se hallaban esperando a los capitanes Jiménez
c Iglesias todas las autoridades de la capital, el ministro de la
Guerra, el general jefe de Estado Mayor, el presidente del Club
Español, los agregados militares del Brasil, Argentina y Francia;
el ministro de España. Sr. Danvila. y otras muchas personalidades.
Poco después de las dos y cuarto llegaban al aeródromo en
íuitomóvil los capitanes Jiménez e Iglesias, quienes fueron ovac ona<los por la multitud al descender.
Terminados los preparativos de marcha, los aviadores ocuparon sus puestos en el avión, después de estrechar las manos de
las personas que les despedían, y acto continuo el "Jesús del
Gran Píxler" ganó el espacio y tomó la dirección de Buenos
Aires, volando sobre el mar.
La mult'tud despidió a los aviadores con una ovación clame rosa.
Eran las quince horas nueve minutos cuando despegó el " J e sús del Gran Poder".
Buenos
Aires
Corto es el trayecto de Montevideo a la capital del Plata.
pues consiste solamente en la travesía del enorme río argentinouruguayo por su desembocadura. El recuerdo de! "Plus Ultra",
que pretéritamente surcara aquel cielo llevando también el saludo de la vieja patria. llenaba de emoción a los bravos aeronautas.
¿Recibiría Buenos Aires al "Jesús del (irán Poder" con aquel
l o o entusiasmo con (lue fué esperado el primer mensajc-o
aéreo.
Dejemos la descripción de ello a los perwlicos bonaerenses:
"Los camiones de excursión del servicio especial del Aeródromo Cívicomilitar de Palomar y el ferrocarril comenzaron desde
las primeras horas de la mañana a transportar al campo de
Aviación millares de personas.
Por la tarde el campo de aterrizaje fué rodeado por un cordón
de soldados del batallón aeronáutico.
Dentro de la zona solamente se encontraban e! embajador <le
España. Sr. Maeztu ; el director general de Aeronáutica, cororel Crespo; el general Millán Astray, los jefes militares de las
distintas unidades aéreas, la primera División aérea, todo el
personal del aeródromo y los periodistas.
A las quince horas cuarenta y cinco minutos se dibujó en el
espacio la silueta del "Jesús del (¡ran Poder", avanzando sobre
la ciu<Iad en majestuoso vuelo. La muchedumbre prorrumpió en
entusiastas aclamaciones.
El a v ó n comenzó a volar sobre la ciudad a las quince y cincuenta y cinco minutos y permaneció realizando evoluciones
hasta las dieciséis horas diez minutos, en que aterrizó en el aeródromo del Palomar, acogido por una ovación unánime y estruendosa.
El director general de Aeronáutica se adelantó a los aviadores
y les dio la b envenida en nombre de la Aviación militar argentina y puso a disposición de los ilustres huéspedes las instalaciones y demás elementos de la ba.se aérea. El ministro de
España, Sr. Maeztu, abrazó a los capitanes Jiménez e Iglesias,
y lo propio h'zo el general Millán Astray. El director de Aeronáutica civil. Sr. Bavastre, les saludó en nombre de la Aviac'ón, y el prefecto en nombre de la ciudad. Casi no pudo termi
nar. El público arr(dló a los soldados del cordón y se apoderó
de los aviadores Jiménez e Iglesias y los condujo en hombros,
en medio de un loco entus asmn, aclamaciones y vivas a España
y a los aviadores, hasta el Casino Español.
Después de ser obsequiados con un v no de honor. Jiménez
e Iglesias salieron a las cuatro cuarenta y cinco para la capital,
en un tren especialmente dispuesto para ellos y las utoridades
que les recibieron.
Ocupaban el aerotlromo más de 25.000 personas."
¿Qué añadir después de esto? Sólo decir <|uc tuvieron los capitanes Jiménez e Iglesias que declinar algunos homenajes por
la necesidad de descansar y hacer una minuciosa revisión de
motor y aparato antes de lanzarse al paso de los Andes.
Como nota interesante conviene destacar la conferencia pronunciada por el general Millán Astray en la Asociación Patriótica, a la que fueron invitados los aviadores, que llegaron al
local de la Asociación rodeados de miles de personas.
El Sr. Maeztu pronunció un breve discurso, refiriendo hechos de la vida militar <Ie Millán Astray y destacando la grandiosa evolución que realiza España.
Millán Astray comenzó hablando de la hermosa labor realizada por el Ejército español en Marruecos, recordando a González Tablas, Valenzucla, Arredondo y a los miles de soldados
españoles muertos defendiendo el honor de la patria. Relató
algunos sucesos, que produjeron gran emoción, entre ellos el del
b'ocao de la Muerte. Elogió la labor de los generales Berenguer,
I-'ranco y otros, y cantó un himno a la Aviación española, d'ciendo que Iglesias y Jiménez, como Franco, Gallarza y Loriga,
son exponentes del valor tradicional y adelanto de la técnica
en España. Habló de la grandeza española en to<los los órdenes, diciendo que se le debe mucho al patriotismo del marqués
de Flstella. Emplazó a los argentinos para que visiten España y
se convencerán de sus progresos y del cariño que allí se les
tiene.
Millán pxlió a Iglesias (jue hablase, limitándose éste a decir
que ante la perspectiva de Buenos Aires creía haberse extraviado en su ruta aérea y haber caído de nuevo en España.
Millán .-\stray y los aviadores fueron ovaci<inados con delirante entusiasmo.
El día 12 de abril decidieron dar el gran salto a través de los
Andes, hazaña que por vez primera realizaba un avión español.
1.200 kilómetros solamente, pero de una dificultad pareja a la
de la travesía atlántica, por el peligro que suponía vencer en
altura l<iS ingentes picachos, que en algunos sitios se elevan a
7.200 metros (el Aconcagua).
A las nueve y catorce minutos de la mañana despegó el " J e sús del Gran Poder", dibujando un círculo sobre el aeródromo,
alejándose hacia el Oeste, hacia la pampa inmensa, llena de
sugestión y de leyenda. Un aparato argentino que se elevó para
escoltarle entra en barrena y uno de sus tripulantes, que no
pudo utilizar el paracaídas. selló con su sangre el solemne
momento.
La p a m p a . L.os Ancles
Ante ellos la llanura interminable: primero salp-'cada de
chacras que se destacan del suelo como un limpio dibujo geométrico, de puntitos movibles como hormigueros diseminados.
los rebaños de miles y miles de animales, almacén gigantesco
de carne para la exportación; después, la llanura solitaria como
un infinito campo de aterrizaje. Y allá lejos unos montes que
parecen al principio lomas que se elevan en la llanada para acabar con su monotonía.
Pero la fantástica velocidad del ave mecánica, que engulle la
AEREA
C Á D I Z . — I g l e s i a s y Jiménez, acompañados tle la herinana «le t-.^rAe, de lus aviadores Franc<i y Ruiz de Alda y de varios oficiales del " A l m i r a n t e C e r v e r a " , a poco de fondear el barco en (|ue regresaron a E s p a ñ a
C Á u i / . — L o s ci;pilanes Jimt-nez e Iglesias, acompañados del infantí* D. Alfonso, el alcalde, Sr. C a r r a n z a , autoridades y público, al dirigirse al A y u n t a m i e n t o , donde se l«;s o b s e q u i ó con un " l u n c h " en nombre de la ciudad
AEREA
SKVJI.I.A.—Los aviadores en su visita al pal)eHón de la Argentin;;
AEREA
distanc'a, va elevando poco a poco las líneas aquéllas hasta
presentar una inmensa mole de montañs.
Dejemos a Jiménez expresar sus sentimientos ante la presencia de la cordillera andina:
"Fué emocionante. Delante de nosotros se levantaba una inmensa mole de montañas que parecían imposibles de salvar. Yo
le dije a Iglesias: "Vamos a picar para arriba a to<lo galope".
El "Jesús del Gran P o d e r " se -portó una vez más como un bravo. Nos remontamos a cuatro mil metros y pico. El espectáculo
que se nos ofrecía era del todo soberbio Yo me veía más lejos de
la tierra que nunca. Sólo turbaba el silencio augusto de la altura
el zumbido de nuestro motor y el rodar de la hélice. El descenso, ya sobre el valle, fué también hermoso. Invertimos en él
sólo unos treinta minutos. íbamos a todo gas."
El paso de los Andes acababa de realizarse por vez primera
en la Historia a bordo de un avión español tripuladlo por españoles.
También se verificaba la primera vez en línea recta, cosa
peligrosísima, pues las demás travesías de la cordillera se han
hecho sigu endo el ferrocarril trasandino.
A unos cien kilómetros de vuelo de la vertiente chilena de
la cordillera está Santiago de Chile, a una altura sobre el mar
de 5/0 metros, y a dicha capital, con la plena satisfacción del
éxito, hicieron rumbo los pilotos, los valientes vencedores de
las cumbres.
Santiago de Chile
A las tres y cuarenta de la tarde aterrizaron los aviadores en
el aeródromo del Bosque.
Iba seguido de dos aviones Bissing. tripulados por los tenientes Rivero y Niiñez, que salieron momentos antes a recibir a los
aviadores Jiménez e Iglesias al macizo andino.
Cuarenta minutos después el avión español aterrizaba suavemente en el aeródromo del Bosque, ante el desbordante entusiasmo de la multitud.
En el aerixlromo se encontraban para recibir a los aviadores
el subsecretario del Ministerio de la Guerra, los jefes de !a
Aviación chilena, el embajador de España, el personal de la
F-mbajada y los presidentes de las Sociedades españolas.
Al descender del aparato los aviadores manifestaron que han
tenido un tiempo excelente, pues el viento de popa favorecía el
vuelo, deslizándose el aparato con gran velocidad y cruzando en
línea recta la cordillera de los Andes, cuyas cumbres pasaron a
.f.ooo metros de altura.
Los aviadores salieron del aeródromo en hombros de la multitud.
Los capitanes Jiménez e Iglesias se trasladaron desde el aeródromo a la Embaja<Ia de España, donde comieron.
Durante el trayecto fueron objeto de constantes manifestaciones de entusiasmo. El comercio cerró sus puertas y la ciudad
estaba engalanada.
La Prensa elogió la pericia de los aviadores en la difícil
prueba del paso de los Andes.
Los aviadores fueron presentados al presidente de la República por el embajador español. La Escuela Chilena de Aviacón
les obsequió con un almuerzo. Hubo recepción en el Circulo
Español y otros muchos agasajos.
Por el Gobierno chileno se les concedió a los capitanes Jiménez e Iglesias la Orden del Mérito Chileno, condecoración estimadísima en dicha nación, cuyas insignias les fueron colocadas
en solemne acto por el ministro de Relaciones Exteriores.
Pero lo más trascendental de la visita de nuestros compatriotas a Chile, lo que ha de señalar con refulgente hito el runVbo de
nuestras relaciones con las Repúblicas americanas de nuestra
raza, es el hecho honroso de haber dcposita<lo en sus manos
viriles los documentos diplomáticos que contienen la solución
del enojoso y antiguo pleito sobre la posesión de Tacna y Arica
entre Chile y Perú.
Un funcionario de la Cancillería entregó al ministro de E s paña, marqués de Berna, el abultado sobre que los contenía, y
éste a su vez a los pilotos españoles. Entre otros documentos,
iba una carta-credencial del presidente de la República, señor
Ibáñez, y la autorización para el embajador chileno en Lima
para firmar el Acuerdo convenido.
Si de un loco entusiasmo fué el recibimiento del "Jesús del
Gran Poder" a su llegada de la Argentina, no menos entusiasta
fué la despedida.
El pueblo chileno veía en él, no ya al embajador de la vieja
madre creadora de la raza, sino al heraldo de paz que llevaba
en su pecho nobilísimo guardado, como sagrada reliquia, el
mensaje de amistad a otro pueblo hermano, con el que sólo
deseaba fraternidad y mutuo cariño.
El "Jesús del Gran Poder" no ha tenido durante su ruta
momentos de más gloria que aquellos en que, alzando el vuelo
en Chile, tendió majestuoso un puente de amor entre esta nación y Perú, la España andaluza, rediviva y nostálgica, que en
tierras americanas aún recuerda y mantiene la tradición del
viejo solar.
A las seis y diez de la mañana del 22 de abril salió el "Jesús
del Gran P o d e r " con dirección a Arica.
Arica. Mensajeros de paz
Solamente diez horas tardaron en recorrer los 2.000 kilómetros que separan Santiago de Arica. Todos ellos sobre la costa
del Pacífico, testigo de pasadas glorias españolas.
A las dieciséis y dieciséis llegó el "Jesús del Gran Poder"
al campo de aterrizaje de la población peruana, precisamente
enclavada en el territorio cuyo largo litigio—ya una vez sangrientamente discutido por guerra de ambos países—terminaba
amistosamente con su embajada honrosa.
Tanto como en Chile importaba en Perú el magno y fausto
<iesenlace.
Numeroso gentío ocupaba en aquellos momentos el aeródromo, pues se conocían la hora de la salida y la hora a que
iban a llegar, por haberlo anunciado la Municipalidad.
Al descender del aparato los aviadores sonaron estentóreos
vivas a España y a ellos. Estos fueron recibidos por el representante de España en el Perú, el cónsul español en Arica y
numerosos miembros de la colonia española, que los abrazaron
entusiasmados.
El pres'dente de la Municipalidad de .-Xrica y un representante
<lel Ministerio de Esta<lo dieron la bienvenida a los aviadores.
Los capitanes Jiménez e Iglesias fueron llevados en andas al
Casino Oficial por la multitud. .'\llí fueron obsequiados con un
champaña por las autoridades.
Los niños de las escuelas, que liabian acudido al aeródromo
llevando banderas españolas y chilenas, aclamaron a los pilotos
de! "Jesús del Gran Poder", quienes, eniocionadísimos, dieron
a todos las gracias.
Los capitanes Jiménez e Iglesias manifestaron que la travesía
fué feliz. Pasaron a las doce y cuarenta y cinco por Antofagasta, y a las catorce y cincuenta y cinco por Iquiquc.
Sólo veinticuatro horas permanecieron en Arica.
k las nueve y veinticinco del día 24 partieron con dirección
a Lima, donde habían de entregar los documentos de que eran
portadores.
En el aeríxlronio había un gentío inmenso. También estaban
presentes todas las autoridades, el repesentante de España, los
miembros de la colonia española y otras personalidades. Hasta
que el aparato desapareció, la multitud aclamó a los aviadores
Jiménez e Iglesias y a España.
Lir
Podría hacerse la crónica del viaje de los capitanes Jiménez
e Iglesias repitiendo a su llegada a cada población del itinerario
la descripción del recibimiento hecho en Bahía y Riojaneiro,
Ni un momento en su recorrido dejaron de oír aplausos, plácemes, vivas a la vieja y querida España.
Pero en Lima, la capital del Perú, que parece la viva trasplantación de Córdoba o Sevilla, donde las mujeres llevan la
clásica mantilla prendda con la gracia y gentileza de una macarena, donde son los patios, las casas con cancela y rejas floridas copias fieles de las solariegas sevillanas; en Lima, repetimos, había de llegar al sumun, a lo apoteósico.
Y para mejor describir su arribo y estancia en tan bella \
acogedora ciudad, más vale dejar a la Prensa peruana que
1<. haga, transcribiendo su información:
AEREA
EXPECTACIÓN
Lima, 23 (6 t.)-—Los per:ódicos matut^nps anunciaban hoy la
salkla de los aviadores españoles de Arica a las nueve y veinticinco, diciendo que invertirían en el trayecto de cinco a cinco
horas y media.
ConcKiémlüse, pues, aproximadamente la hora de llegada del
"Jesús del Gran P o d e r " notóse desde el medio día inusitado
movim'ento en toda la población. El comercio español cerró sus
puertas y concurrió en masa al aeródromo. Los edificios públicos
y muchos particulares lucían en los 'balcones colgaduras y banderas peruanas y españolas.
El alcalde publicó una alocución ensalzando a España e invitando a recibir a los aviadores.
Una enorme muchedumbre, a pie y en carruajes, invadía las
vías que conducen al campo de aviación. Este, a las dos de la
tarde, presentaba un aspecto imponente. La multitud pasaba de
40.OCO pers; ñas. Entre las personalidades que acudieron a recibir al "Jesús del Gran Poder" figuraba el Gobierno, el alcalde,
los jefes de Aviación civil y militar, los presidentes de las Sociedades y Centros españoles, el ministro y el cónsul de España
y numerosas representaciones peruanas.
A las dos de la tarde se elevaron varios aparatos militares, que
salieron al eticuentro del "Jesús del Gran Poder". La expectación era enorme y el entusiasmo 'ndescriptible.
Lima. 23 (12 n.).—Los aviadores españoles Sres. Jiménez e
Iglesias han llegado a esta capital a las cuatro y cuarenta minutos de esta tarde, procedentes de Arica.
El viaje realizado por el "Jesús del Ciran Poder" ha sido
muy rápido.
Han sido recibidos los pilotos por una multitud entusiasta,
reunida en el campo de aterrizaje desde mucho antes de la hora
señalada para la llegada del avión, que los hizo objeto de ovaciones clamorosas.
DETALLKS
Lima, 24 (2 m.).—A las catorce y quince dibujóse en el espacio un punto apenas visible. Un sordo murmullo de la muchedumbre acogió la presencia de los españoles mensajeros del presidente de Chile. A medida que el aparato se aproximaba iha en
aumento la expectación, y cuando apareció sobre el aenxlromo
estalló una ovac'ón inmensa.
A las catorce y veinticinco en punto (hora local), después
de volar sobre la ciudad y el aeródromo, tomó tierra el "Jesús
del Gran Po<Ier", en medio de grandísimo entusiasmo. La masa
arrolló a las fuerzas que la contenían y rodeó a los aviadores,
sin dejarlos apenas saltar del avión.
Después de ser saludados los capitanes Jiménez e Iglesias
por el Gobierno y el alcalde, quienes les dieron la bienvenida
y los declararon huéspedes oficiales y predilectos, el ministro de
España y el cónsul les dieron un abrazo.
KN EL l'ALACIO DE LA
MUNICIPALIDAD
Lima, 23 (2 t.).—Jiménez e Iglesias fueron recibidos en el
palacio de la Municipalidad y declarados huéspedes oficiales.
Entre los pilotos españoles y el alcaUle de Lima se cambiaron
elocuentes discursos.
RECEPCIÓN
Lima, 24 (2 t.).—Los capitanes Jiménez e Iglesias, después de
la V sita al presidente Leguía, comieron en el Casino Plspañol,
donde se celebró una brillantísima recepción, organizada por la
colectividad española.
A su llegada, os capitanes Jiménez e Iglesias hicieron entrega de tres sobres procedentes de Santiago, con documentos para
el ministro de España, para el canciller peruano y para el embajador de Chile en el Perú."
Solamente cinco días permanecieron en Lima los tripulantes
del "Jesús del Gran Pcxler".
El punto de destino de la nueva etapa estaba fijado en Gua-
yaquil (Ecuador); pero horas antes de partir recibieron tm telegrama participándoles que el campo de aterrizaje del aerixironii; del Cór.<lor se hallaba en malas condiciones, siendo dificilísima la toma <le tierra, por lo que decidieron cambiar la escala,
haciéndolo en Payta.
En su vista, el día 29, ante una multitud inmensa, y en presencia de las autoridades y del representante de España y la
colonia española, partió el "Jesús del Gran Ptxler", a las diez
y trece minutos (hora local), con destino a Payta.
Al elevarse el aeroplano se oyeron estentóreos vivas a España y a la Av ación española.
Payta
A las quince horas peruanas (nueve de la noche en España)
llegó sobre la ciudad el "Jesús del Gran Poder".
Una inmensa multitud, entre la que figuraba el alcalde, el
cónsul español y la colonia española, aclamó a los capitanes
Jiménez e Iglesias.
Tras un feliz aterrizaje, el alcalde se adelantó a los pilotos españoles y les dio la bienvenida, declarándolos huéspedes de la
ciudad.
El cónsul los abrazó.
En un automóvil se dirigieron los Sres. Jiménez e Iglesias,
entre aclamaciones, a la ciudad, yendo al Ayuntamiento, donde
fueron obsequiados.
El trayecto recorrido en esta etapa fué de 900 kilómetros.
El motor, sin dar muestras de cansancio. El aparato, sin la más
ligera avería.
Colón. Managua
De Payta a Colón, en la República de Panamá, hay un recorrido de 1.920 kilómetros, que hicieron nuestros aviadores en
diez horas veinte minutos.
Fueron escoltados a su llegada a esta República centroamericana por seis aparatos navales norteamericanos que, siguiendo
la dirección del Canal de Panamá, descendieron en el aeródromo
de Francefield (Colón).
Nuevos agasajos y una visita a la capital, Panamá, donde
fueron alojados en el palacio de la .Municipalidad y presentados
a! presidente.
Regresados a Colón, donde esperaba el mecánico con el motor de repuesto, que llegó pt)r mar desde Ríojaneiro, ordenó
Jiménez el cambio y ajuste. El motor sustituido, que tan dura
prueba había sufrido, se encontraba, no obstante, en magníficas
condiciones después de ciento treinta horas de impecable funcionamiento.
Permanecieron en Colón una semana por el motivo antes mencionado, y el día 9 de mayo emprendieron de nuevo su recorritlo
aéreo, volando hasta Managua, capital de Nicaragua. Ni que
decir tiene que siguieron los entusiasmos y los homenajes.
Guatemala
A las ocho de la mañana, y con una cariñosa despedida por
parte de la población y de las autoridades n-caragüenses, emprendió el vuelo el "Jesús del Grn Pcxler" con rumbo a Guatemala, y a través de las Repúblicas de Honduras y El Salvador,
flonde, por la premura de tiempo, no podía detenerse.
Guatemala era el último punto del Continente donde debían
tnoíT los aviadores, pues des<le él se dispuso por la superiori<lad, al reformar el itinerario, habían <le dar el salto o etapa
final a La Habana.
L capital de !a República, (iuatemala, despertó el día lo de
mayo con gran curiosidad por la anunciada visita de los aeronautas españoles.
.Antes de la hora señalada para el aterr'zaje del avión tripulado por los Sres. Jiménez e Iglesias hallábase congregada en
el campo de aviación una inmensa muchedumbre, deseosa de
tributar un caluroso recibimiento a los pilotos. Entre las personalidades que también habían acudido al aeródromo se encontraban el presidente Chacón y el Cuerpo diplomático acreditado
en esta capital.
A las diez y media de la mañana, y después de efectuar diver-
lo
AEREA
sas evoluciones sobre el campo de aviación, tomó tierra el aparato, siendo saludados los pilotos por el Sr. Chacón, <|ue les
dio la bienvenida, y clamorosamente ovacionados por toílas las
personas que se hallaban en el campo de aterrizaje.
La noche de su llegada a Guatemala se celebró un banquete
oficial en la Casa de Gobierno.
Visitaron durante su estancia la antigua capital, abandonada
a raíz de un terremoto.
En la .Academ'a Militar guatemalteca se les rindió un home-
naje, en el cual se les entregó a cada uno una medalla de oro,
regalo de la ciudad de Guatemala, y un diploma.
El dia 17 de mayo, fiesta del cumpleaños de S. M. el Rey,
levantó el vuelo el "Jesús del tiran Píxler" para terminar su
ruta triunfal en la capital de nuestra iiltima colonia, perdida
tan dülorosameiite hace tan sólo treinta años: la incomparable
Habana, <londe era esperado con enorme ansiedad. Eran las diez
V cuarenta v cinco, hora americana.
Suéerencias del viaje de los capitanes Jiménez e Iglesias
ARTÍCULOS Y CÜMENT.VRIOS
Por creerlo de interés para nuestros lectores y porcpie al mismo tiempo reflejan el que ha tenido el mundo entero ante el admirable crucero aéreo de nuestros ases nacionales, transcribimos a continuación algunos artículos y ci mentarlos extractados
de entre el fárrago de literatura que .a Prensa nacional y extranjera ha dedicado a su hazañosa aventura por América;
De Antonio Rey Soto, en La Zarpa, de Orense:
"Crónica de Guatemala.—La mnv de lo raza.—Al arribo del
"Jesús del Gran Poder".—Súbitamente,
de o alto, descendió el
poderoso ronquido de un motor potente. K-; la décima calle, iK)r
donde transitábamos, la gente salla a !?s puertas, como proyectada, de los interiores, y sobre las aceras, abandonados mostradores y oficinas, todos los rostros encima de los cuellos estirados, haciendo pantallas de las manos, buscaban con un ansia gozosa, en el sector de firmamento que recortaban los aleros, la
gran ave de acero que parecía zumbar va encima. Ue pronto
desembocó en el azul. Volaba lenta y baja y un poco cabeceante,
tal que si palpase el aire, apartándolo, al elegir, ya nmy cerca,
ei lugar donde posarse. Se dejó ver en todos sus detalles el
largo y alado cuerpo gris, fuertemente timbrado en los flancos
por los clásicos colores—sangre y oro—de España.
Cuando desapareció me volví a mirar a la muchedumbre y vi
que todos los ojos buscaban, lo mismo que los míos, otros ojos
con quienes cambiar la íntima e inefable emoción. Y fué enton
ees cuando sentí que un so'iviantador calofrío recorrió por todo
mi cuerpo, y el pelo se me encrespó y s; me hizo sensitivo.
No, no era patriotería sensiblera y cursi. ICra algo más hondo,
confortador y sano. Xo me crispó el orgullo nacional, sino la
soberbia magnífica de la raza.
Como simple ciudadano español vi pasar el avión majestuoso
con cierta indiferencia; pero como miembro del formidable imperio que debe ser, que tiene que ser Iberoamérica, vibré y ardí
1 mismo que una llama.
Los nobles rostros de cuantos guateniaUtcos veía irradiaban
—no nic cabe la menor duda—un inefable sentimiento atávico,
y me sentí contagiado profundamente de él.
Y esto hasta tal punto, que volví a experimentar pena por no
haber nacido aquí o en cualquier otro lugar de América, aunque
ninguno me haya pareci<lo tan bello y tan amable como éste.
¿Sabéis por qué? Pues principalmente, sobre todo, para poder
gritar en momentos y en días tan solennies como el de hoy a
mis compatriotas, hasta enronquecer haciéndolo;
—Sí, si; esto también es nuestro, tan nuestro como nuestro
idioma, como nuestra sangre, como nuestra fe, como las artes,
las ciencias y las letras y el recuerdo eternamente enardecedoi
de las sublimes hazañas (pie nos legó nuestra madre España.
Y después seguiría hablando, inacabablemente, atropellad-imente, tempestuosamente, de la enorme fortuna que me cabía,
como americano, por iK)seer dos grandes y verdaderas patrias,
con indiscutibles e inalienab'es derechos para establecer en cualquiera de ellas el hogar sagrado e inviolable.
Pero como he nacido en España, un bien comprendido sentimiento de pudoroso recato me obligó y sigue obligándose a esconder hasta que me muera estas íntimas y avasallantes emociones.
• * •
; El "Jesús del Gran P o d e r ! "
Se ha criticado—me consta— por blancos, y por negros, por
tirios y troyaiios, este nombre tan poderosamente evocador de b.
triunfadora nave.
Claro que, en realidad, ap-'nas si pueden llamarse críticas as
siempre cariñosas observaciones que a tal respecto han llegado
a mi noticia. Quiero, no obstante, haceime eco de ellas, para
aclarar bien los conceptos.
Jesús del Gran Poder es nombre que no quiere, ni puede, ni
debe traer a la memoria de quien le pronuncia ideas de inquisición y oscurantismo, que están rectificadab, hasta seminimas polla crítica sabia y acendradísima; ni debe, ni puede, ni quiere
tampoco sonar a irreverencia en los sencillos oídos piadosos que
le oyen.
Jesús del Gran Poder quiere decir simplemente España.
España en todas sus extensiones pasadas, presentes y futuras ;
España de allende y aquende el mar.
Porque España, quiérase o no, es cristianismo. Esa es la única
y exclusiva razón de su existencia en el planisferio histórico.
La reconquista; el descubrimiento y la civilización de América;
la política—buena o mala, no vamos a dilucidar eso ahora—de
Felipe I I ; sus letras, sus artes, sus ciencias; las expresiones
más puras y características de sus grandes hombres, de sus costumbres y de sus ideales, nacen, crecen y se desenroscan gigantescamente en torno de la cruz de Cristo.
Si para simbolizar el Egipto emplearíamos una pirámide o
una esfinge, y para Grecia elegiríamos acaso la V'ictoria de Samocracia o el Partenón, y para Rimia la loba, o un águila, o
una espada, para representar a España, -.'•.^ún !a substancial heráldica nacida de la medula viva de su historia, tenemos (|ue levantar un Cristo.
Quítese a Cristo de España y ¿qué queda? Nada. Las catedrales se derrumban, las pinturas se borran, los sistemas filosóficos se desvanecen, las gestas ni se realizan ni se escriben, no
deliran sus divinos deliquios místicos, no se descubre América,
o si se descubre no hay frailes que la civilicen...
i Aunque no creas, lector, en El, tienes que reconocer que la
obra de P-siwña la hizo Cristo!
Y no es irreverente, no—¿cómo podría serlo?—darle el nombre del Hijo a la nave que viene de allá lejos, de las mismas fecundas riberas de donde vino antaño la otra nave descubridora,
que llevaba el nombre de la Madre.
¿ Xo comprendéis, ¡ oh sencillas y piadosas almas!, que la carabela "Santa M a r í a " y el avión "Jesús del Gran Poder" se
correlacionan inevitablemente a través de los siglos?
Ambas llevan a bordo el mismo espíritu y la misma sangre.
La "Santa María" los engendró para la libertad que habíais
de alcanzar en la edad viril. El "Jesús del Gran Poder" os confirma en la lilx'rtad lograda.
* •
•
Este viaje de la nave de la raza a través del vasto continente
americano dejará—tampoco dudo de este—huellas hondas en
cuantos sepan pensar recia y desapasionadamente.
España, que la envía, no lo hace para alardear vanamente de
poder o de orgullo. Ni muchísimo menos con miras imperialistas
o comerciales.
AEREA
Los sueños de las pasadas grandezas guerreras están hace
muchos años encerrados en el sepulcro del Cid. en Cárdena, por
la vigorosa mano del ciclope Costa. Y en cuanto a su dilatación
comercial en el orbe, no aspira ella más qv.e a dar a conocer loi;
productos que 'e son únicos, y frente a los cuales no puede existir nunca competencia. Si España desanareciese, ¿dónde volver
a encontrar sus generosos vinos, sus melosas frutas, sus transparentes y finisinios aceites? Pues para hacer valer estos prnductüs no tiene que salir de su casa.
.Si ha salido hoy e.i sólo para agrupar corazones y espiritu'-'
y calentarlos bajo sus alas, lo mismo que la gallina del tierni
simo símbolo que emp'eó Cristo.
* * •
¿Que son unos bravos Un, aviadores Jiménez e Iglesias?
No haya para qué repet'rlo más. Kilos van poniendo, hora
a hora y minuto a minuto, su vida "al tablero, ]X)r su patria y
por su ley".
Pero bien recompensados están, pues les cabe la gloria altísima, inmarcesible, de llevar confiados a su corazón heroico y su
pericia imponderable !o mejor que tiene España, que es, simplemente, sus entrañas de madre.—Antonio Rey
Solo.—Guatemala, mayo de 1929."
Del Diario de Xavarra:
"Del día.—El fiielo sobre el Atlántico.—l'n
gran triunfo est^añol.—El "Jesús del Gran Poder" y toaos los aparatos que
Unía son de fabricación nacional.—El .<e;/undo %-uclo del mundo.—Es motivo de legítimo orgullo nacional este maravilloso
vuelo de los capitanes Jiménez e Iglesias en su avión "Jesús
del Gran Poder".
La aviación militar española, la gloriosa, por heroica y abnegada, aviación militar españiila, ha merecido este nuevo dia de
triunfo, después de aque' otro del "Plus l ' l t r a " , y España sab'"á
premiar a los ilustres capitanes que de manera tan brillante han
ganado para l\spaña el segundo puesto en las proezas aéreas de
estos tiempos.
V también sentirá satisfacción por el triunfo que obtiene su
industria.
* Porque el "Jesús del Gran Poder" y todos los aparatos y mecanisitios que lo integran son españoles.
En una interviú ha dicho un distinguid ) oficial de nuestra Marina de guerra, el señor conde de San Luis, presidente del .\ero
C ub, lo siguiente :
" E s , además, motivo del máximo orgullo saber (|ue el av ón es
íntegramente español. El motor es Hispano, construido en España ; el aparato, salido de la fábrica de Getafe; los manómetros, altímetros, en fin, todos los aparatos accesorios, son fabricados por la industria nacional. ICsto, después del triunfo enor
me logrado, y en vísperas de las Exposioi;>n.es de Sevilla y Barcelona, tiene una gran transcendencia, particularmente con relación a nuestro piirvenir comercial en .Xmérica.
El triunfo logrado es tan señalado, que España ha logrado
vencer en esta empresa a naciones riquísimas y empeñadas er
maxuuos esfuerzos para mejorar su aviación. Es preciso repetir una y otra vez que el segundo puesto logrado jxir España sig
nifica un éxito formidable. Están batidos todos los vuelos de
Inglaterra, Francia, .\lemania. Estados Unidos, Checoeslovaquia
15élgica, Japón, etc. .\quellas travesías del .-atlántico, <iue hace
poco maravillaron, son casi juegos de niños al lado de esta
nueva proeza. No SOUKJS campeones mundiales, pero estamos en
camino de serlo."
Entiende el conde de San Luis que Jiménez e Iglesias de
bieron encontrar, después de su paso por el Ecuador, los vien
tos aliso de Sur, que son contrarios a la marcha. Como es bien
sabido, los vientos alisios son aquellos quL' proceden de las regiones frías—los Polos—, y caminan en dirección de los tórridos
y del Ecuador. Su dirección, debido al movimiento de rotación
de la Tierra, les da cierta inc'.inación en su marcha Norte-Sur
y Sur-Norte, por lo cua' son contrarios en su recorrido a partir
del Ecuador. El avión, que en la primera parte de su viaje debió
se favorablemente empujado por los vientos, los encontró d°
cara o de proa al pasar el hemisferio Sur.
¡ Un vítor de entusiasmo patriótico por los ilustres capitanes
y por nuestra aviación!
íí
Del comandante- Pérez-Seoane, en Lo ]'oc del 10 de junio
<U 1929:
"De mi anccdotario aeronáutico.—.Acabáis de recibir, con los
aplausos que se merece en su "ritorno vincitore", a la tripulación del "Jesús del Gran Poder", Jiménez e Iglesias, estos dos
hombres que tan bien hermanan, que hasta eufónicamente sus
apellidos parecen aunados, pertenecer a una sola persona. Habéis seguido su vuelo triunfal con asombro, con ansiedad, con
entusiasmo; con el asombro, ansiedad y entusiasmo que siempre
saben despertarnos en el alma las grandes hazañas, aunque descontado tuviéramos, por la calidad de sus héroes, el éxito de la
empresa. ; Pero hay en todo empeño grande tantos factores
aleatorios!
V, sin duda, a pesar de todo, el público, (|ue con tanto interés
siguió el mágico vuelo, subyugado por la precisión lograda en
las etapas, olvidaba los peligros, dificultades y trabajos que l.-i
empresa ofrecía. Nuestra imaginación no se detuvo mucho a
fen.sar sobre la soledad inmcn.sa de los espacios marítimos o
selváticos o pamperos que hubieron de salvar, como un cervato
salta un arroyuelo; se nos borró de nuestra memoria las altas
cumbres andinas, que cruzaron no muy lejos del segundo gigan
te del mundo, del Aconcagua, con todos los riesgos que las
grandes cordilleras ofrecen a la navegación aérea por distintos
motivos; se nos olvidó, quizá, el trabajo continuo que exige, de
atención, de preparación, de entrenamiento, de experiencia, la
navegación aérea por tierras y mares, costas y montañas que
se vieron entonces por vez primera.
Tal era la elegancia con la que se surcaron los aires de tres
continentes, que se cumplía inexorablemente la ley que presidia toda elegancia: sensación de faciidad. V ante la tal sensaciói',
las más terribles borrascas se esfuman y desvanecen, las más
pertinaces nieblas se aclaran y desi>ejan, las enormes distancias
Sf reducen, el carro de la victoria tiene alas, la cuadriga s.Uama "Jesús del (irán Poder", y las ruedas de 'a nave, que con
tanto mimo acariciaron tierras americanas, retornan a la patri i
(|ue las vio partir con el mismo aire español con que se hincha
ron. ; Eso son "nianitas"!
P t r o al público que recuerda desde luego la historia aeronáuti
ca de Jiménez e Iglesias, cuando con este mismo avión fueron ;i
parar, de un solo salto también, de Sevilla a iMesopotamia; que
e.^ muy posib'e ([ue también recuerde los anteriores vuelos, todos
magistrales, de Jiménez e Iglesias, bien dando la vuelta a Es
paña, bien yendo y viniendo, como el <|Ue da un paseo, a Cab 1
Juby, en el desierto del Sahara, ya tomando parte en el viaje de
1,1 patrulla Atlántida de ida y regreso a Fernando Póo y Guinta española continental, a las se'váticas y poco conocidas ori
lias del Muni, puede que le entretenga conocer alguna otra pe
quena anécdota de su vi la y casi de su muerte aeronáutica
anterior.
Hace ya casi seis años... Puede iiue estén cumplidos... No re
cuerdo la luna, aunque si, y muy bien, que a(|uella noche habíala
llena..., espléndida.
.\ su luz blanca habían saido tres hidroaviones de la base de
Mar Chica para reconocer la costa marroquí hasta .-Mhucemas.
hacia donde estaba el nudo gordiano que se cortó dos años des
pues. Uno de los "hidros" lo mandaba Franco; otro, Jiménez. .
La suerte unía aquella noche en la misma empresa a los dos
futuros triunfadores del .Xtlántico Sur, camino de la .-Xmérica
de nuestra raza.
.-M regreso, ni 'a más leve brisa rizaba el agua de Mar Chici.
El mar estaba "espejo"; la luna miraba su imagen en el fondíi
d-.. aquel azogue de ocasión.
.Xmarar en esas condiciones era peligroso, pero no había más
remedio que hacerlo, y dos de los tres aviones hincaron el pico
en el agua, creyéndola más abajo, y el tercero escapó por mila
gro del chapuzón, ni son dar algunos botes no muy saludables.
Habia que tomar agua a tientas, por sobra de luz y de buen
tiempo.
Un hombre del equipo de salvamento sacó de debajo de la>
aguas a Jiménez. Yo lo veía media hora después en la mesa de
operaciones dei quirófano del hospital Dócker, en Melilla.
Los médicos, con sus blusones blancos, se encerraban en un
mutismo desesperante... Jiménez, exhalando un quejido vago
yacía allí, enormemente desfigurado.
Pregunté. No había nada que hacer... Ya lo ve usted, me di
12
(iKiAJh.—Liis a\ lailurcs Jiménez
al aeriHlromo.—El presidente del
con los capitanes Jiménez (.)) e
pl)se(|uiados en el Real
AEREA
c líílesias, llevados en ImmhrdS por la niiichedunibre. que los aclamó (lelirantemente a su llexada
Gobierno, general Primo de R i v e r a ( ] ) , y el ministro de la Gobernación, general Martínez Anido (2).
Iglesias (4), examinando el avión " J e s ú s del Gran l ' o d e r " . — L o s capitanes Jiménez e iglesias son
Aero Club, con asistencia del infante D. Alfonso, el jefe del Gobierno y otras autoridades
ARREA
13
El. FKKKOI..—El puehUí ferrolano. ante la casa del capitán Iglesias, a c h - n a n d )
a los intrépidiis aviadores, después de haberlos paseado en hombros por la ciudad.— Desde el balcón de la casa del capitán Iglesias, los gloriosos .iviadores
agradecen al pueblo sus manifestaciones de entusiasmo.—Jiménez e Iglesias,
con la madr? de éste (i) >' sus ytros hijos (¿, 3 y 4), en la casa donde habitan
ívirfsv^rrsviirtfírré^irrsviiVs^rrsvitTSiiiysfKfsvir^^
Dirección: Olózaga, 5 y 7
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AEREA
jeron... Este hilillt) de sangre que sale por el oído... Fractura
de base del cráneo... No hay nada que hacer...
No habia nada que hacer, en efecto. En el libro del Destino
estaba escrito...—/.
Pérc:-Seoanc."
Comentario de la Herald Trihimc, de Nueva Y o r k :
La Herald Trihunc, comentando el vuelo trasatlántico realizado por los aviadores españoles, lo califica de "nueva con
quista latina", y añade:
"Los anglosajones, muy ocupados en la evolución de la aviación en nuestros países, no prestamos la debida atención a la
colaboración de los latinos en el progreso de la aviación. V
mientras nos deleitamos en contemplarnos en nuestro propio espejo, resulta que de improviso surge la hazaña latina, y ahori
es muy probable que Iglesias y Jiménez se hayan conquistado el
título de primeros aviadores de 1929, que concede la Sociedad
Internacional de Aviación."
Gago Coutinho, en O Cruzeiro, de Ríojaneiro:
La nueva revista ilustrada O Cruzeiro pub'ica una salutación
del ilustre aviador portugués a los heroicos capitanes Jiménez
e Iglesias, calificándolos de "verdaderos descendientes de los
héroes ibéricos, descubridores de los Nuevos Mundos", y ensalza
los hechos de los aviadores ibéricos.
Añade que los portugueses de corazón estiman como propias
las modernas conquistas de la aviación española. Habla de la
evolución, refiriéndose con entusiasmo al inventor brasileño
Santos Dumont, precursor de la aviación.
Concluye: " Pero estos pueblos americanos no valoran esto
vuelo famoso sólo por la importancia y dificultades materialcque los aviadores españo'es acaban de vencer, sino tambiéii
porque comprenden y aprecian el enlace diplomático de est;¡
visita sentimental de la vieja madre patria, cuyos hijos arriesgan la propia vida. Por eso los reciben entusiasmados. Idéntico
sentimiento experimentan los portugueses del Brasil. Estos, como
los de Portugal, los admiran igualmente.
Los aviadores españoles serán siempre recibidos en tierras
portuguesas con las más afectuosas demostraciones de amistad
y cariño."
De José María Salavcrría, en I.a Vanguardia, de Barcelona:
"Ideas y notas.—Así en el cielo como en la tierra.—Nuestros
aviadores están ejercitando con heroica y entusiasta actividad
una función que había sido bien propia de las gentes españolas,
y que dejó de serlo en un mal período de nuestra historia; me
refiero al espíritu de aventura, de expedición arriesgada, de empresa difícil y comprometida. Y están ejercitando también una
cualidad que muchos de los mismos españoles suponían en decadencia o en franca derrota; el don de la eficacia.
Lo cierto es que los vuelos de gran empeño se suceden cada
vez más audaces y ambiciosos, y este último, el que van realizando los capitanes Jiménez e Iglesias a través del Atlántico y
de las Repúblicas americanas, es de una emocionante grandeza.
Pronto partirán el comandante Franco y sus compañeros para
la aventura de la vuelta al mundo, y no será extraño que cualquier día emprenda un aparato el vuelo de máximo recorridr.
para ganar el récord de distancia.
La pa'abra aventura tiene en este caso su acepción más no
ble; el hombre más previsor y sabio necesita en cierto monten
to fiar su fortuna al azar, jugándose el éxito, la honra y la existencia contra las eventualidades misteriosas. Pero separando estinexorable tributo a lo contingente, los aviadores españoles dan
pruebas de rehuir la aventura en el sentido vulgar y bajo. Cuentan con el valor, desde luego, con un valor y una resistencia a
a las fatigas y al padecimiento realmente excepcionales, pero
su confianza y su tesón los ponen en la técnica, en el cálcu'o
preciso, en el frío y razonado estudio de todas las posibilidades
El valor queda descontado. Y no un valor impulsivo y veh';mente, semejante al del soldado que asalta una trinchera en un
cuarto de hora de enardecimiento y de una especie de enajenación forzada, sino un valor frío, niedita<lo, que pone a prueba
el alma mejor constituida. .\ punto de levantar el vuelo en e!
aeródromo de Buenos Aires, los capitanes Jiménez e Iglesias
ven voltear un avión argentino en el espacio y precipitarse ai
suelo; uno de los pilotos ha dejado de existir, ¡y tan fácilmente.
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tan estúpidamente...! A la media hora nada más, nuestros aviadores se sientan en su aparato y parten, sonriendo, hacia la ingentes y peligrosas cimas de los .\ndes. Llevan viva la imagen
del pobre piloto que acaba de morir. Saben que la muerte les
acecha también a ellos de la misma manera impensada y estúpida, como mata la bala certera que en el combate surge de no
se sabe dónde. Con la diferencia de que para los aviadores el
combate se prolonga indefinidamente, en etapas sucesivas de
idéntico riesgo, de iguales dificultades.
Por lo mismo, estas expediciones aéreas conmueven tanto y
producen tales arrebatos en 'as muchedumbres. Tienen la especia! patética de la guerra, y parece que sólo pudieran afrontarlas
los militares. En España, en efecto, la aviación es un oficio encomeiKlado a los hombres de armas. Y todos los grandes pilotos
que tenemos, todos los hábiles y emprendedores expedicionarios
de nuestra aviación se han formado en Marruecos, en la guerra
contra los moros. Guerra dolorosa y costosa, es cierto, pero que
ha servido, cuando menos, para crear una reserva de hombres
tácticos, eficaces y dccidi<los. Las guerras coloniales, dentro de
su molestia y carestía, rinden esa utilidad. Es el caso de Inglaterra, nación que siempre puede contar con buenos generales
y un plantel de oficiales experimentados gracias a las continuas
campañas que se ve obligada a sostener en el variado escenario
de su mundo colonial. Francia es otro ejemplo de lo mismo.
La aviación debe a la guerra su progreso, y aunque los hom
bres civiles han iniciado los vuelos y han inventado los apara
tos, son los hombres de guerra quienes han infundido a esto:;
aparatos una impaciencia ambiciosa y un impulso triunfal. En
el último período de la guerra europea, la aviación había alcanzado un progreso casi decisivo; actualmente, el aparato en
vuelo ha perdido su antigua autonomía de cosa arbitraria que
obe<lece al mandato del hombres con temibles intermitencias. Kl
hombre va moviéndose en el aire casi con tanta seguridad como
sobre el mar y la tierra. La justicia obliga a confesar que a la
guerra, a la amenaza de la guerra, se debe la mayor parte de
este resultado.
El mismo espíritu de justicia nos obligaría a rpvanptí
otro;
muchos progresos y descubrimientos debidos
El
hombre civil y laborioso, la humanidad pacífj
nte.
con frecuencia no hace más que aprovecharse
s \
útiles que el hombre de guerra emp'ea para mil ^ ^ ^ ^ _ __,.-_
píosivos, verbigracia, no se inventaron para abrir tíli
trabajar las minas: se inventaron para cargar los arcabuces y las
bombardas. Después, la humanidad trabajadora se aprovechó de
la pólvora para sus fines de trabajo y progreso. Los ejemplos
del mismo orden podrían traerse en gran número.
I Es tan tentador un aeroplano! Invita a arrojar bombas, por
ese prurito instintivo que nos acomete cuando estamos en una
altura. Echar piedras desde una cima o desde lo alto de MU
barranco es un ademán que pocas personas pueden reprimir.
¿Contra quién las piedras? Contra nadie. Se disparan piedras
contra otras piedras, por el placer de arrojarlas, por un movimiento irreflexivo que viene del fondo de la naturaleza. En la
práctica del combate se ha entendido siempre que el que está
en alto vale por tres; todos los combatientes procuran parapetarse en las alturas; las fortalezas y las poblaciones importantes
se han construido desde los tiempos primitivos en las eminencias. Es natural que el hombre de armas moderno vea en la
aviación un cómplice de una extraordinaria eficacia. Desde un
aparato en vuelo ¡ es tan fácil, tan tentador y hermoso el poder
hundir un acorazado o arrasar una ciudad... !
Pero los capitanes Jiménez e Iglesias son unos buenos mu
chachos, que no aspiran a destruir nada ni a matar a nadie. Sus
corazones están limpios de rencor y la sonrisa brilla en sus ojos
y sus labios. Con esa sonrisa juvenil en el rostro y con la mente
despierta y tensa, los arriesgados aviadores van bordando sóbrela inmensidad y la variedad de las naciones hispanoamericanas
un hermoso trazado de simpatía.—fosé María
Salairrría."
De Buenaventura L. N'idal, en F.l .VoíiViVro del Lunes:
"Nvestro
sahido de bienvenida.—.\\eT
tarde han llegado a
Madrid, tripulando el ya famoso "Jesús del Gran Poder", los
ilustres aviadores capitanes Jiménez e Iglesias, honra del Ejército español y legitimo orgullo de nuestra patria.
El recibimiento tributado a los heroicos y modestos aviadores,
16
AEREA
que han sabido conquistar fama mundial, ha sido digno de su
hazaña.
En el mismo aparato en que saHcron del aeródromo de Tablada han llegado al de Getafe, después de liaber hecho un recorrido de 18.825 kilómetros, tocando en Bahia (en vuelo directo desde Sevilla), Riojaneiro, Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Arica, Lima, Guayaquil, Panamá, San José de
Costa Rica, Managua, Tegucigalpa, San Salvdor, Guatemala y
La Habana, recibiendo el homenaje de cariño de las colonias
españolas en dichas poblaciones residentes, y de consideración
y afecto de los indígenas.
Oportuno nos parece en estos momentos en que tiene feliz
remate la hazaña de los capitanes Jiménez e Iglesias con la
apoteosis de que han sido objeto en Cádiz, Sevilla y Madrid,
recordar algunas de las fases más interesantes de ella, aunque
sólo sean tres: una de carácter particular; otra, nacional, y la
tercera, mundial.
La de carácter particular se refiere a la pericia demostrada
por estos oficiales de nuestro Ejército que tendrán a estas horas
la enorme satisfacción de haber contribuido al enaltecimiento de
nuestra patria, demostrando que puede competir nuestra Aviac'ón con la del mundo entero.
La de carácter nacional es el hecho de haber puesto de manifiesto que en España no sólo hay excelentes aviadores—y no
en pequeña cantidad—, sino también elementos capacitados para
valerse por si solos en el desarrollo de una industria que tanto
esmero y cuidado exige, pues el "Jesús <lel Gran Poder" ha sido
construido en Plspaña, y con materiales españoles, hasta en sus
menores detalles, lo cual debe ser también para todos nosotros
un motivo de satisfacción y orgullo.
De carácter mundial, porque nadie desconoce el hecho de que
hace poco tiempo—quizá no llegue a tres meses—el subsecretario del Aire de la Gran Bretaña anunció que la Aviación inglesa se proponía batir todos los récords aéreos existentes, y que
parao ello se construían aparatos ex profeso y de exclusiva fabri
cación inglesa.
El primer intento fué el de los aviadores Williams y Jenkis,
que se proponían hacer el vuelo de Crmvnwell a Bengalose
(8.200 kilómetros), trayecto mayor que todos los establecidos,
pero que sólo hicieron el recorrido de 6.600 kilómetros ; hazaña
muy digna de consideración, pero que no pudo superar a la realizada por Jiménez e Iglesias.
En la actualidad el récord de distancia está establecido en la
siguiente forma:
Italia: Con Ferrarin y Del Prete, 7.188 kilómetros.
España: Con Jiménez e Iglesias, 6.746 kilómetros.
Gran Bretaña: Con Williams y Jenkis, 6.600 kilómetros.
Norteamérica: Con Chamberlin y Levinc, 6.294 kilómetros.
Y digno de señalarse es que, de no haber tenido nuestros
aviadores el contratiempo del viento contrario y del foco de
temporal que encontraron, hubieran llegado a batir el récord
de los italianos.
Pone esto de manifiesto que los éxitos de Franco, Ruiz de
Alda y Duran en el vuelo trasatlántico; de Gallarza y Loriga en
el vuelo a Filipinas; la travesía a Guinea, des<le Sevilla, y otros
de índole parecida, no han sido éxitos debidos a la casualidad,
o cuando más al heroísmo de nuestros aviadores, sino hijos de
una gran competencia, de un acabado estudio, de una excelente
preparación, que nos permite en el momento presente estar en
competencia con el mundo entero y mantener en esa lucha el segundo puesto.
En Italia, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, .«Memania, Norteamérica, el Japón, etc., los aviadores aprendieron y se formaron
durante la gran g u e r r a ; parecía natural que después de tan duro
aprendizaje y de heroicidades tantas la competencia quedar-',
reducida a esas mismas naciones.
Cuando la catástrofe de Annual, en 1921, casi no había Aviación en España. Recuérdese <|ue hasta hubo suscripciones para
regalar aparatos al Ejército. Entonces comenzó su desa.-roUo.
En Marruecos se formaron nuestros aviadores. De cómo se han
portado, de lo que valen, de lo que son capaces y de lo que de
ellos se puede esperar, nos dan idea los hechos que estamos
presenciando y los que seguramente hemos de presenciar dti.tro
de poco,
y sumados estos tres aspectos de la hazaña realizada por Ji-
ménez e Iglesias, vemos que su importancia es enorme, y cuantos agasajos se les tributen, merecidos, porque se trata de todo
el Cuerpo de Aviación, de la industria española, del desenvolvimiento nacional, del prestigio de nuestro país en el Extranjero, de una gloria de España que hace alternar muy dignamente a nuestra patria entre todas las que aspiran a la supremacía aérea.—Buenaventura L. Vidal."
Y, por último, la nota oficiosa publicada en tcxlos los periódicos a rail del salto del "Jesús del Gran P o d e r " sobre el
Atlántico:
" E l éxito alcanzado por el avión "Jesús del Gran PcKlcr" en
su vuelo trasatlántico sugiere algunas reflexiones referentes a
las posibilidades de industrialización en nuestro país.
Al llegar el Directorio al Poder en septiembre del 23 encontró
una Aviación brava y activa que prestaba en África valiosos
servicios con personal idóneo y heroico, pero con material enteramente extranjero. Orientó su esfuerzo hacia la nacionalización industrial de aviones y motores, y ve con satisfacción que
al catxi de cinco años tan sólo, son ya españoles la totalidad
de los aviones, motores, magnetos, hélices, aparatos de navegación y, en resumen, que en su casi totalidad el dinero que el
Estado y los particulares dedican a la .\viación, en España
queda.
Pero no es esto sólo, con ser bastante, lo obtenido, sino que,
en contra de las afirmaciones pesimistas de los que opinan que
t uestra producción no puede ni podrá ser barata, los motores y
aviones españoles resultan más baratos en venta que sus similares extranjeros, y en cuanto a calidad, si la hazaña del avión
de Jiménez e Iglesias no fuera bastante a acreditar una fabricación, ahí está la opinión unánime de nuestros pilotos militares para confirmar la superioridad de la construcción nacional
con respecto a la extranjera.
En resumen: una industria delicada e importante nacionalizada en un lustro, en condiciones excelentes de precio y calidad,
y treinta o cuarenta millones de pesetas que se quedan en E s paña anualmente, dando trabajo a varios miles de obreros.
Este ejemplo abre el ánimo a la esperanza de otras nacionalizaciones a que el actual Gobierno dedica su atención constante, tales como la de la industria del automóvil, que hace salir
de España anualmente más de 400 millones de pesetas, los que
espera el fiobieriio actual dejar reducidos a menos de la mitad
mediante las iniciativas de la Comisión del Motor y del .\utomóvil y la ayuda del ciudadano español, que cesará por patriotismo en la preferencia que ahor aotorga, inconscientemente en
algunos casos, a la fabricación extranjera, que no hay razón
para que no sea igualada por la nacional.
Se hcen públicos estos hechos y el comentario correspondiente
por entender el Gobierno que al país conviene conocer la marcha
<le su progreso y las posibilidades de trabajo y riqueza con que
puede contar.
2 abril 1920"
Habana
Treinta y im años que en un mes de mayo, también trágico
y doloroso para España, sufrió ésta la rota de Santiago de Cuba, que determinó meses después la total caída de la isla y el
fin de la dominación española en América.
Torpezas jjoliticas antiguas, nunca remediadas ni rectificadas,
crearon el malestar de los cubanos. (|ue, fomentado por Norteamérica, dio origen a la insurrección que costó tantas vidas a
España. No fué, en realidad, una guerra colonial, pues que Cuba,
sin elemento indio indígena, no luchaba contra la raza conquis
tadora. Fué una guerra civil entre hermanos, porque españoles
hijos de españoles, oriundos puros de españoles, eran los insurgentes que nos combatían.
Quizá por esto, al correr el tiemixi, cicatrizarse las heridas y
ver con desilusión los cubanos que a(|uella independencia que
anhelaban sólo es nominal; que financieramente y aun terri
torialmente—la posesión de la tierra está en manos de grandes
tnifs norteamericanos—su amada isla es una colonia de Norteamérica, vuelven los ojos hacia la España, que tan ciegos ultrajaron, y muchos, muchos, en lo recóndito de su alma, cmor.tr.
la patria perdida, la madre a! fin y al cabo, y darían cualquier
cosa por llamarse de nuevo españoles, conservando, como e»
AEREA
natural, su cualidad de cubanos dentro del Estado español
Esta situación de ánimo, latente en La Habana como en ol
resto de la nación cubana, se patentizó en el recibimiento heclu.
a nuestros aviadores que, finalizando felizmente su viaje, llegaron a dicha capital el dia 17 de mayo, el del cumpleaños de
S. M. el Rey de España.
Eran nuestros oficiales los prime-ros españoles que después
de la segregación de nuestra antigua colonia arribaban a tierras
antillanas como embajadores extraordinarios portadores del saludo de la vieja España. Además, llevaban cartas credenciales
para asistir como tales a la toma de posesión del presidente de
la República, reelegido, Sr. Machado.
El "Jesús del Gran Poder" aterrizó, a las cinco de esta tarde,
en el aeródromo de Columbia, después de efectuar algunas evo
luciones sobre la población.
El campo estaba abarrotado de un gentio inmenso, que, a;
aparecer el avión españo', prorrumpió en delirantes ovaciones.
Los aviadores fueron materialmente sepultados bajo una lluvia
de flores. Les dieron la bienvenida, al aterrizar, las autoridades cubanas y los demás destacados elementos de la numerosa
colonia española de La Habana.
Desde el campo, y seguidos por una muchedumbre enorme,
que no cesaba de vitorearles, Jiménez e Iglesias se tras'adaron
al Centro (¡allego, donde fueron agasajados. Desde allí estuvie
ron a depositar una corona de flores en el monumento al hé-cc
de la Independencia, Marti.
Luego se dirigieron al Ayuntamiento, donde el alcalde, de;:
pues de darles en calurosos términos la bienvenida, les hizo ei.
trega de las llaves de la ciudad, y les declaró liuési>edes de bf
ñor. Finalmente marcharon a la :atedral, totalmente llena di
fieles, y en la que se cantó un solemne "tedeum" en acción de
gracias por la feliz terminación del vuelo, y desde alli se diri
gieron a sus alojamientos, para descansar.
El "Jesús del Gran Poder" invirtió exactamente en su vue'o
desde Guatemala nueve horas y veinticinco minutos, a pesar dei
fuerte viento de prt)a que tuvo durante la mayor parte del viaje.
El general Machado, queriendo darles una muestra del afee
to de la nación cubana, firmó un decreto concediéndoles la me
dalla del Mérito.
No rei>etimos, porque seria cansar a! lector, la relación dí
los actos y homenajes que en honor de los bravtis pilotos se organizaron en la capital ciibana; además de los reseñados, bás
taños consignar las siguientes palabras de Jiménez: —En Cuba,
el recibimiento fué un acto inolvidable. Nos creíamos en la mi?
ma España. Muchos cubanos gritaban, rojos de entusiasmo:
" ¡ V i v a España!", con los ojos llenos de lágrimas por 'a emoción.
Y es que nuestra España se marchó de Cuba; i)ero ha quedado su alma, que es España niisnn, y su historia y sus viejas
glorias pesarán siempre en el mundo.
La circunstancia de hallarse en aguas de La Habana, adonde
Condujo la Embajada enviada a la toma de posesión del genera!
Machado, el crucero "AlmiraiUe Cervera", el Gobierno ordenó
el regreso a su bordo de los pi'otos y del aparato "Jesús del
Gran Poder".
Con una aix.teósica desi>e<lída, comiR-ndio y suma de todos los
estusiasmos, zarpó nuestro bu(|ue de guerra en <lemanda <le la
patria el día 30 de mayo.
El r e g r e s o
RKCIRIMIKNTO
TRIUNFAL
EN
lÁDIZ.
GKT.\KE
V
S 1 - V I I . I . , \ . KN
KI. A K R O O l i O M O
DF
MAIJRll)
A la llegada a Cádiz del "Almirante Cervera", el dia 7 de
junio, fué recibido por la población, engalanada, en medio de!
volteo de 'as campanas de todas las iglesias y el sonar de las
sirenas de los barcos del puerto, empavesados.
Desembarcados los capitanes Jiménez e Iglesias entre el delirante entusiasmo del público, se dirigieron al Ayuntamiento,
acompañados del infante D. Alfonso y otros personajes. Allí
hubo brillante recepción y fueron cariñosamente obsequiados
Mientras tanto, el "Jesús del Gran Poder" era desembarcadu
y puesto a punto por el mecánico, pues a bordo del glorioso aparato se dispuso regresaran a Sevilla, de donde habían partido.
17
Los preparativos en esta capital para la recepción fueron real
mente imponentes.
El día 8 se congregaron en la base de Tablada 120 aparatos
de todas las bases, que formaron en fila, haciendo un efecto for
midable. A las diez y media habían llegado de Cuatro Vientos
cuatro aparatos más.
Como todas las escuadrillas querían salir a recibir a los avia
dores, se procedió a un sorteo, y le tocó la suerte a la escuadrilla de Marruecos, formada de nueve aparatos, que era mandada por el capitán aviador Sr. Luna.
Incesantemente llegaba público y la base estaba completamente
llena. Los alrededores presentaban un magnífico aspecto.
Entre los aviadores estaban los franceses Condouret y Mailloux, que -han a intentar el salto del Atlántico a Nueva York.
De Madrid llegaron más avionetas. En la carretera los autonióvies formaban una cola de más de tres kilómetros de extensión. Poco antes de las once llegaron el marqués de Albeiitos, teniente mayor de la Real Maestranza de Sevilla, y el director general de la Exposición, Sr. Cruz Conde. A las diez
cuarenta y cinco en punto salió la escuadrilla designada para recibir y acompañar al "Jesús del Gran Poder" hasta Sevilla
Por la mañana se recibió en ia estación de Tablada un radio
dando cuenta de la salida del avión.
A las once y ocho minutos apareció el "Jesús del Gran
Poder" en el horizonte, al que daba escolta una escuadrilla de
Carache, que había salido a su encuentro desde Tablada.
El "Jesús del Gran Poder", volando por fuera del perímetro
del aeródromo, se internó sobre la ciudad, evolucionando sobr,'
ella.
Tan pronto la gente se dio cuenta de la presencia del avión
se lanzó a las azoteas y otros lugares abiertos de la ciudad, saludando el paso del "Jesús del Gran Poder" con grandes vi
tores y aclamaciones. Jiménez e Iglesias saludaban desde el
aparato agitando las manos. El momento fué de una emocón
indescriptible. Toda la ciudad era un largo rumor y una excla
mación unánime.
Después de su vuelo sobre la pob ación, el "Jesús del Gran
Poder" tomó rumbo a Tablada con objeto de aterrizar.
.\l aparecer de nuevo el "Jesús del Gran Poder" sobre el
aeródromo la muchedumbre en él reunida prorrumpió en vítores
y ovaciones.
En el aeródromo esperaban formadas todas las escuadrillas
lecién llegadas, los jefes y oficiales de la base, los infantes
D. Carlos y D. Alfonso de Orleáns, las autori<lades locales civiles y militares, la Directiva del .Aero Club de Andalucía, el
padre y la hermana del capitán Jiménez, que habían llegado ins
tantes antes, y otras personalidades.
En ei momento de aterrizar el "Jesús del Gran Poder" ti
entusiasmo se desbordó en la muchedumbre.
El avión tomó tierra a las once y cuarto. El público se lanzó
como un solo hombre hacia donde el avión se había parado, y.
rodeando el aparato, vitoreó con indescriptible entusiasmo a los
aviadores. Al descender del avión Jiménez e Iglesias fueron casi
asfixiados por la muchedumbre que les rodeaba y pugnaba por
abrazarles. De pronto, una voz gritó así:
—;; I A Sevilla en hombros ! !!
Y Jiménez e Iglesias fueron levantados en volandas, y a los
gritos de: " ¡ A Sevilla! ; A Sevilla!", los bravos pilotos, que
pugnaban por desasirse, fueron llevados veinticinco o treinta
metros, hasta que los jefes y oficiales de la base, tras largos es
fuerzos, consiguieron que fueran lejados nuevamente en tierra
Ya por su pie, Jiménez e Iglesias se dirigieron al lugar dor
de as autoridades esperaban.
El primero en saludarles y felicitarles fué el infante don
Carlos, quien los abrazó. Después de repartir miles de apretó
lies de manos y recibir sinnúmero de felicitaciones, los aviadores se dirigieron con las autoridades al pabellón de oficiales del
aeródromo, donde fueron obsequiados por los jefes y oficialid;-i
de la base con un vino de honor.
Terminada la breve recepción en e' pabellón de oficiales, ocu
pando un automóvil, en unión del alcalde de la ciudad, y seguí
do de otros, uno de ellos por una Comisión de la Hermandad
de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, que había acudido a
recibirles, Jiménez e Iglesias se dirigieron desde el aeródromo
a la iglesia de San Lorenzo,
El paso de la comitiva por la ciudad fué una cosa de apoteo-
18
ARREA
sis. Miles de personas, apiñadas en las calles, entorpecían la
marcha del automóvil en donde iban los aviadores, vitoreándoles y estrechándoles la mano.
Desde los balcones, ventanas y azoteas muchas mujeres les
arrojaban flores. Puede decirse que todos los tiestos que adornaban los balcones y ventanas de la carrera hasta San Lorenzo
quedaron sin una flor.
Al llegar a la plaza de San Lorenzo, las campanas de la igl';sia tocaron a repique. La multitud que aguardaba la llegada de
los bravos pilotos saludó su presencia con vivas a Sevilla, a España y al "Jesús del Gran Poder".
Una vez dentro del templo los aviadores, se cantó un "tedeum" de gracias por el feliz éxito de' vuelo, y los aviadores
oraron con gran fervor ante la imagen de Nuestro Padre Jesús
del Gran Poder.
Los aviadores manifestaron al presidente de la Hermand.id
de Jesús del Gran Poder que regalaban a la iglesia la copa de
oro que les fué ofrecida en Guatemala, como recuerdo de su
vuelo. La Hermandad agradeció y aceptó el obsequio, que ser.i
convertido en cáliz para celebrar con él en las misas de gran
solemnidad.
La Hermandad rogó luego a los aviadores que devolviesen .i
a(|uélla la placa que se le puso al avión, para ponerla como re
cuerdo en e! altar mayor de la iglesia.
La Hermandad prometió ofrecerles otra reproducción exacta
de la original. Los capitanes Jiménez c Iglesias accedieron gustosos a ello.
Desde San Lorenzo se dirigieron los aviadores al domicilio
del Aero Club de Andalucía, do-idc se les ofreció un champaña de honor. El público congregado frente al domicilio del
Aero Club obligó con sus vítores a asomarse a los balcones s
Jiménez e Iglesias, ovacionándoles.
Durante el acto en el Aero Club llegó a éste el cardenal Hundain, que felicitó a los aviadores efusivamente, diciéndoles que
su hazaña era digna de ser esculpida en mármoles.
Jiménez e Iglesias le dieron cuenta de su regalo de la copa
de oro de Guatemala a la Cofradía del Jesús del Gran Poder,
agradeciendo mucho el presente el doctor Ilundain.
También fueron felicitados los aviadores por los pilotos fran
ceses Condouret y Mailloux, que elogiaron la proeza del "Jesús
del Gran Poder".
Jiménez e Iglesias no lucían más condecoración sobre el uniforme que la medalla que les rega'ó la colonia española en Cuba, en la que sobre esmalte figuran miniados los nombres de todas las Repúblicas americanas visitadas durante su vuelo.
A Madrid
Aun(|uc la salida del "Jesús del Gran Poder" para Madrid
estaba marcada para las cinco de la tarde, desde antes de las
cuatro estaba lleno el aeródromo y sus alrededores, que presentaban un aspecto tan imponente como pintoresco.
Centenares de automóviles y millares de personas a pie, por
no haber encontrado vehículos disponibles, se dirigían a Tabla
da, desde Sevilla, en una imponente manifestación.
Mucho antes de la hora señalada llegaron los capitanes Jiménez e Iglesias para reconocer el aparato; cuando emijezaron
a llegar las autoridades ya estaban ambos con sus respectivos
"monos" en traje de marcha.
Al darse cuenta el público del paso del automóvil que con
ducía a los aviadores los aplausos y vítores se extendieron por
todo el trayecto, y entre ovaciones penetraron en el aeródromo.
<Iirig¡éndose al lugar ocupado por el "Jesús del Gran Poder".
Presentaba el aeródromo de Tablada un panorama precioso;
más de 125 aparatos de todas clases y tamaños estaban dispuestos a dar escolta al "Jesús del Gran Poder".
El momento de despegar el "Jesús del Gran Poder" fué de
una emoción indescriptible.
Muchos de los aparatos se habían ya elevado y evolucionaban
sobre el aeródromo; otros de poca marcha se adelantaron algunos minutos a la salida oficial para ser alcanzados durante el
camino.
Las escuadrillas de Marruecos formaron en orden de combate,
para dar escolta al aparato de los capitanes Jiménez e Iglesias;
seguían a éstas las llegadas de Cuatro Vientos, Los Alcázares
y Getafe.
El cielo parecía poblado por multitud de pájaros enormes, que
daban un aspecto fantástico a aquel iugar, como es difícil que
vuelva a repetirse.
Terminadas las despedidas, y minutos antes de las cinco de la
tarde, los aviadores Jiménez e Iglesias ocupaban sus puestos en
el "Jesús del Gran P o d e r " ; segundos después funcionaban las
palancas del aparato, y éste comenzó a elevarse majestuosamente entre las aclamaciones entusiastas del público, que desbordó su entusiasmo en honor de nuestros aviadores.
Después de evolucionar a muy poca altura se elevó el aparato,
entrando en la calle formada por las escuadrillas citadas y tomando seguidamente rumbo a Madrid.
* * *
Mucho antes de que llegase la hora en que aproximadamente
se esiJeraba llegase el "Jesús del Gran Poder", numerosas personas llegaron al aeródromo de Getafe para tributar el homenaje
que tan merecido tienen los capitanes Jiménez e Iglesias por 'a
gran hazaña realizada.
Varios trenes especiales llegaron de Madrid abarrotados de
público, y a las siete de la tarde el enorme gentío que había
llegado de Madrid circundaba el aeródromo. Numerosísimos automóviles fueron llegando después, y el público fué aumentando
en tal forma, que puede decirse que nunca se vio tan concurriüi,
ningún aeródromo de España.
Poco después de las siete llegó el presidente del Consejo y
el presidente de la Asamblea, Sr. Yanguas. También llegaron todos los ministros.
En representación del Rey fué el infante D. Alfonso di
Borbón, y asistió también el infante D. Alfonso de Orleáns.
Entre las personalidades que esi)craban la llegada del "Jesús
del Gran Poder" se encontraban también el capitán genera',
barón de Casa Davalillos; el jefe superior de Aeronáutica, corDnel Kindelán; el alcalde de Madrid, Sr. Aristizábal; el presidente de la Diputación, Sr. Salcedo Bermejillo; el general de la
Armada, Sr. Cervera; embajador de Cuba y muchas más, que
sería prolijo citarlas. También se hallaban en el aeródromo numerosos pilotos y jefes y oficiales de diversos Cuerpos.
Antes de las siete llegaron algunos aviones que venían de Se
villa. En uno de ellos llegó el jefe de Aeronáutica en Marruecos, teniente coronel Fernández Mulero.
Después llegó la escuadrilla del grupo de instrucción de Getafe, y más tarde la de Sevilla, en la que venía el jefe del aero
dromo de Tablada, Sr. Delgado Brackembury.
Con objeto de poder contener el numeroso público que acudió
al aeródromo se habían formado alrededor del mismo filas de
soldados de Aviación.
A iiesar de esto, cuando se acercó la hora en que había de lie
gar el "Jesús del Gran Poder", el público intentó romper las
filas y solamente consiguió avanzar unos metros.
Cuando mayor era la afluencia al aeródromo llegaron los obre
ros de Construcciones Aeronáuticas, donde se ha construido el
"Jesús del Gran Poder", que son más de 500. Iban precedidos
por una gran bandera, en la que iba escrito un saludo para los
capitanes Jiménez e Iglesias, y dos estandartes.
Cuando faltaban pocos momentos para que llegasen los capitanes Jiménez e Iglesias, el presidente del Consejo, acompañado
de los infantes, los ministros y demás autoridades, se colocaron en primera fila, pues el público había ido ganando terreno.
A las ocho menos cuarto apareció el "Jesús del Gran Poder",
que había evolucionado por Madrid.
Al ver el aparato, el público prorrumpió en vítores entusiastas, y la ovación fué estentórea.
El "Jesús del Gran Poder" evolucionó sobre el aeródromo y
aterrizó normalmente.
Entonces el público rompió las filas y se lanzó en desenfre
nada carrera adonde estaba el aparato.
Pronto se vio el avión rodeado de público, y en cuanto llegaron arrebataron a los capitanes Jiménez e Iglesias de la carlinga, y haciendo estériles los esfuerzos de la Guardia civil que
había llegado, se llevaron en hombros a los intrépidos aviadores,
ovacionándoles constantemente y paseándoles en triunfo por
todo el aeródromo.
El público llevó al capitán Iglesias adonde estaba el Gobierno ; pero cuando el general Primo de Rivera daba la bienvenidn
AÉREA
al ilustre aviador el público lo llevó en andas nuevamente, ;
hubo que desistir de recibirlos en el campo.
Cuando los aviadores pudieron desasirse del público iKMietraron
en uno de los pabellones del aeródromo. All! les saludaron, en
nombre del Rey, el infante 1). Alftmso de Borbón, y les dio
la bienvenida el presidente de' Consejo.
También les saludare n el gener.il Cervera, en nombre de la
-Xeronáutica Naval, y el alcalde de Madrid.
Después se s'rvió un "lunch", y el presidente del Lonseio
(lió cuenta a los aviadores de que el día 14 les sería impuesti
la Medalla .\érea por su Rran hazaña, por la cual brindó el
marqués de Estella.
Kl capitán Jiménez brindó por Kspaña, por el Rey y por el
presidente del Consejo.
Mientras os aviadores Jiménez e Iglesias eran obsequiador,
por sus compañeros, el público les i-clamó constanteinente, viéndose obligados a salir repetidas veces a una de las ventanas de'
edificio para saludar al público.
A las ocho y media marcharon i Madrid los capitanes Jiménez e Iglesias, siendo ovacionados Constantemente por el pú
blico.
Kn la calle de Sevilla, ante el .\ero Club, el público se congregó en espera de la llegada de los tripulantes del "Jesús del
Gran Poder". Más de tres mil perdonas ocupaban las aceras, y
los guardias de Seguridad tenían que contener al público para
que no interrumpiera la circulación.
Poco antes de las nueve, hora anunciada para la llegada, s:'
interrumpió el paso de vehículos.
Cuando llegó el que conducía a los capitanes Iglesias y Jiménez, el público rodeó el automóvil, y al descender aquéllos 't;s
llevó en hombros mientras les aplaudían y vitoreaban entusiásticamente.
Cuando los aviadores llegaron al Aero Club, después de haber
sido aclamados por el público, fueron obsequiados con un lunai.
VJ marqués de Tenorio, en nombre del Aero Club, les dio
la bienvenida, y les felicitó jior MI hazaña, que tanta gloria lia
dado a España.
El capitán Jiménez agradeció el homenaje en sentidas frasos,
y dijo que durante su vuelo siempre habían pensado en el Aero
Club de Madrid, ])ara ellos tan (|uerido.
[o(^¿^aDooDDoooooacooaaDaDDaaDDD3aaoDaaaaaDDaDnoaooaaDDDq^
^@na :)aQoaD
10
Como no cesara de aplaudir el público, aparecieron en el balcón de' Aero Club los capitanes Jiménez e Iglesias repetidas veces, y saludaron al pueblo de Madrid, al que tanto quieren,
agradeciendo el recibimiento que les habían hecho.
Cuando los capitanes Jiménez e Iglesias salieron del Aero
Club para regresar a su domicilio, el público los aclamó nueva
mente y los llevó en hombros.
Los aviadores se trasladaron seguidamente a su domicilio,
siendo ovacionados hasta que el automóvil se perdió de vista.
Manifestaron que se hallaban muy cansados y deseaban pode'
descansar en su domicilio después de tan larga ausencia.
Premios, condecoraciones y honores
Además de las condecoraciones concedidas por los diferentes
jefes de Estado de las Repúblicas americanas visitadas, se les
ha otorgado a los capitanes Jiménez e Iglesias las llaves de
gentileshombres de S. M., un premio de cien mil pesetas dtl
Aero Club de España y la Medalla Aérea, que solemnemente
se les impuso en la brillante fiesta militar celebrada en el
Retiro el día 14, en la que S. M. el Rey condecoró a varios jefes, oficiales y tropa que en tierras africanas ganaron laureadas v medallas militares.
Colofón
Como una hazañosa epopeya de esforzados argonautas parece la relación del viaje aéreo de los capitanes Jiménez e Iglesias. Paladines de la raza, han paseado nuestros gayos colorea
nacionales por los aires de un continente que nosotros cívilizatuos. El cóndor de los Andes, orgulloso y altivo en sus dominios inaccesibles, habrá sentido terror al ver superado su vuelo por este otro cóndor <le corazón de acero. Que el recuerdo
de la hazaña perdure en el corazón de nuestros hermanos de
hispanoaniérica y que den frutos de paz y de mutua correspondencia espiritual y material las semillas lanzadas a voleo des-le
nuc.itro "Jesús del Gran Poder".
Ju io 1929.
^DaaoonODDOODoaaaDoooooooooODjoooaaDmoDODOooDaaoaDD^ciraioT
£ / deseo de publicar integro, con la extensión ^ue su extraordinaria importancia merece, el anterior original sobre el vuelo
del «Jesús del Gran Poder», obliga a la redacción
de '^EREA
aretirar gran parte de texto
de actualidad, qlue incluiremos
en el próximo
número.
^0°
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l£Íná\^ckaD :30LjcooDoooDonoaDODaoDDac ODaaQODoooocDononaoDOODCQ^
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S„ Majestad aI.ra.an,lo a J i n . é n e . e ^^^^f<^"
condecoración
N u e s t r o Soberano y el jefe del (¡obierno conversando con los aviadores del " J e s ú s del Gran
P o d e r " después de serles impuesta la Medalla Aérea en los jardines del Retiro
.'.1.1 ^ p f - ^ ^ j w " ! ^ ^
I ; iM^ta» i »
r^sr
- ' - < " -le recil.ir la preciada
»
Las fuerzas <le Aviación militar desfilando ante la tribuna regia y los condecorados.
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AEREA
23
R e a l Aero Club de Guipúzcoa
Pruebas de Aviación verificadas en San Sebastián durante los días 22, 23 y 24 de
julio de 1929, con motivo de las fiestas en homenaje a la Aviación Española
C o m i t é d e honor.—Presidente <le honor, S. M. el Rey Don
Alfonso X I I I ; vicepresidentes: Excmo. Sr. D. Miguel Primo
de Rivera, Excmo. Sr. General Martínez Anido, ministro de
la Gobernación; Excmo. Sr. General Ardanaz, ministro del
Ejército; Excmo. Sr. Almirante Garcia Reyes, ministro de
Marina; Excmo. Sr. Vicepresidente del Consejo Superior de
Aeronáutica, genera! D. Jorge Soriano; Excmo. Sr. Jefe superior de Aeronáutica Militar, coronel D. Alfredo Kindelán.
Vocales: Excmo. Sr. Capitán general de la sexta región,
Excmo. Sr. Capitán general del Departamento Marítimo.
Excmo. Sr. Gobernador civil de Guipúzcoa, P-xcmo. Sr. Gobernador militar de San Sebastián, comandante de Marina,
presidente de la Diputación de Guipúzcoa, alcalde de San Sebastián, presidente del Real .\cro Club de Madrid, presidente
del Real ,\ero Club de Cataluña, presidente del Real Aero Club
de Andalucía, jefe de! aeródromo militar de León, presidente
del Real Aero Club de San Sebastián, presidente del Real
Automóvil Club de Guipúzcoa, presidente de la Asociación de
la Prensa de San Sebastián, presidente del Centro de Atracción
y Turismo.
C o m i t é organizador.—Presidente, el del Real Aero Club
de San Sebastián; vocales: Sr. Pérez Egea, por el Ayuntamiento ; D. Quintin Altolaguirre, por la Diputación; don
Manuel de los Santos, por la Asociación de la Prensa; don
León Carrasco, por el Centro de Atracción y Turismo, y el capitán aviador D. Francisco Escribano.
C o m i t é d e p o r t i v o (Jurado).—Presidente, D. Venancio
Nárdiz; vicepresidente, D. León Carrasco; secretario, don
B'rancisco Escribano; vocales: D. Emilio de Jorge, D. Francisca
Jornet, D. José Gaytán de Ayala, D. Lorenzo Roca, D. Manuel Jaén, D. Julio Segovia, D. Enrique de los Santos, don
Joaquín de La Llave, D. Francisco Barrón, D. Luis Riaño,
D. Felipe Díaz Sandino, D. Luis Romero, D. Juan Ortiz y
I). Francisco Riera.
R E S U M E N DE PRUEBAS Y P R E M I O S
C o s t a d e G u i p ú z c o a . — U n premio de 3.000 pesetas y otro
de 2.fX)0. L'na copa para cada premio.
R e n d i m i e n t o y p r e c i s i ó n . — U n premio de 2.000 jiesetas y
otro de i.ooü. Una copa i>ara cada premio.
M á x i m a y mínima.—Un premio de i.ooo pesetas y otro
de 500. Una copa a cada premio.
C a z a d e g l o b o s . — U n premio de l.ooo pesetas y otro de
500. Tres copas y tres objetos de arte.
P a r e j a s . — T r e s copas y objetos de arte para todos los pilotos participantes. Una alhaja u otro objeto de arte para cada
señorita concursante.
P r u e b a d e bombardeo.—Copas y objetos de arte, de
categoría escalonada, (pie sean en número total igual al de pilotos y observadores ([ue tomen parte.
Las pruebas se celebrarán los días y a las horas que el
Jurado fije con la debida anticipación, empezándose el día 22 de
julio.
Reglamento general de las pruebas, redactado de
acuerdo con las generales de la F. A. I. y las particulares del Real Aero Club de España
Articulo i.° Dada la pequeña extensión del campo, sólo
podran tomar parte en las diversas pruebas aquellos aparatos
cuyas condiciones y características lo permitan, y las pruebas
no ix)drán realizarse más que con viento en calma y cielo despejado o nubes de altura superior a 1.000 metros.
Art. 2." En caso de suspensión de cualquiera de las pruebas se anunciará al público y a los pilotos izando en el campo,
con una hora de anticipación a la señalada, una bandera roja.
señal que, previo aviso telefónico del aeródromo, se repetirá
en San Sebastián en la torre del Casino.
Art. 3." Las matrículas serán gratuitas para todas las prue
bas.
Art. 4." -V partir del 18 de julio habrá en el aeródromo un
jefe del mismo, designado por el Comité del Real Aero Club de
Guipúzcoa, encargado de atender desde el primer^ momento a
los pi'otos que concurran a la Semana de Aviación y a la vigilancia de los aparatos y del camiK).
El jefe será responsable de cuanto ocurra en el aeródromo
durante las horas que duren los vuelos, pudiendo ordenar, de
acuerdo con el Jurado, la suspensión de éstos, siempre que se
estime que las condiciones atmosféricas no son francamente
favorables.
Art. 5." Los aparatos formarán en el campo en una, dos
o más filas, según el número de ellos, y orientados con la proa
o capot hacia el viento.
Cuando haya vuelos, los aparatos que vayan a salir esperarán
detrás de la línea de salida, que se señalará en el campo con una
raya pintada de cal encolada de color blanco.
Art. 6.° Las salidas se harán en sentido del eje del aeródromo y hacia el Sur, dejando las tribunas a la derecha, y los
aterrizajes en sentido opuesto.
Art. 7." Queda terminantemente prohibido el volar a poca
altura y los vuelos de acrobacia por encima del público.
Art. 8." Todos los pilotos tendrán el carnet de la Federación Aeronáutica Internacional (F. A. I.) y la licencia anual
que previene el artículo 29 del Reglamento de Concursos de
aquella Federación, debiendo estar todos los aparatos en regla
con arreglo a la reglamentación vigente.
Art. 9.° Las inscripciones se admitirán en el Aero Club de
España (Sección Guipúzcoa) hasta el 20 de julio inclusive, indicándose al solicitar la inscripción la fuerza y marca del motor, nombre y apellido del piloto, número de su licencia y nombre del pasajero, para la prueba en que aquél sea obligatorio,
reservándose el Jurado el derecho de rechazar las inscripciones
que no reúnan, a su juicio, las condiciones debidas, tanto en lo
que se refiere al material como al personal. El núruero má
-ximo de inscripciones que podrán admitirse será 20.
Al solicitar la inscripción harán constar que conocen y acatan este Reglamento y aceptan toda responsabilidad por loí
accidentes que pudieran sufrir u ocasionar.
Art. 10. Los aparatos estarán siempre anclados en dirección opuesta al viento reinanti, y en caso de temporal o vientos
duros se sujetarán en la forma conocida con el nombre de los
tres piquetes, a cuyo fin habrá dispuestos en el campo los piquetes necesarios a razón de tres por cada aparato y las ama
rras necesarias.
Art. II. El día anterior al en que deben empezar las prue
bas y para todas ellas se dará a cada aparato el númert) que le
corresponda, según sorteo, que se hará ixjr gruix)s distintos,
entrando en cada grupo los de características iguales o parecidas, debiendo corresponder los números menores a los aparatos
más fuertes y los mayores a los de menor fuerza, con el fin
de que sean éstos siempre los últimos en salir.
Art. 12. Estos números se fijarán con pintura negra y con
un grueso o ancho de 10 centímetros en la cara inferior de los
dos planos.
Art. 13. Caso de que por avería o accidente de cualquier
Índole se viese obligado algún piloto a tomar tierra durante el
recorrido, avisará al aeródromo por el medio más rápido, pudiendo recurrir para ello a los puestos de miqueletes, a los
peones camineros y haciendo uso de las estaciones y numerosos
locutorios telefónicos provinciales.
.\rt. 14. El Real Aero Club de Guipúzcoa tendrá dispuestos todos los servicios necesarios, tanto terrestres como marítimos, y el servicio de ambulancia, automóviles y gasolineras para acudir con la mayor rapidez donde fuese necesario.
•
tíáL^'^
u ^ .
Bote volador de gran alcance D O R N I E R
*'-•
.-
SUPERWAL
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ENRIQUE
TRAUMANN
A D Rr D
Fernando el Santo, 2A. Teléfono 31"763
Telegramas:
Traumann-Madrid
I
•
25
AEREA
Art. 15. Tendrá también nombrados los cronometradores,
comisarios y auxiliares que sean necesarios para cada prueba,
tanto en el campo como en 'as diversas etapas de los recorridos.
Art. 16. En caso de accidente no se permitirá que se aproxime al aparato más que el personal competente y dispuesto
para tal fin.
Art. 17. Mientras haya aparatos con motores en marcha no
se permitirá que delante de ellos se coloquen más que los pilotos y mecánicos encargados de aquéllos.
Art. 18. El jefe del aeródromo recibirá diariamente, a la^
ocho de la mañana y a las dos de la tarde, un parte meteoroló
gico de los aeródromos de Vitoria, Logroño, Burgos, Getafe y
Cuatro Vientos, indicando los vientos reinantes, nubosidad \
tiempo probable, e igua' parte comunicará también el Observat"^rio de Igueldo cuantas veces sea necesario.
Art. 19. Con arreglo a los partes recibidos, el jefe del aeródromo, de acuerdo con el Jurado, podrá suspender las pruebas
en cualquier momento, a ser posib'e con la antelación necesaria para hacer las señales de suspensión prevenidas en el articulo segundo.
El jefe del aeródromo podrá también impedir que se hagan
vuelos si no están montados debidamente todos los ¡servicios
auxiliares que se señalan en este Reglamento.
Art. 20. Bajo la autoridad de' referido jefe queda también
cuanto se refiere al orden, disciplina y atenciones del personal
y del material de vuelo dentro del campo, pudiendo adoptar
cuantas disiX)SÍciones estime necesarias para garantir el orden
y la seguridad del aeródromo, resolviendo cuantas dificu'tades
puedan surgir y quedando sometido a su decisión todo el personal afecto al servicio de los aparatos.
Art. 21. No se permitirá la entrada en el campo a ninguna
persona extraña al servicio referido.
Art. 22. Los cronometradores del campo se encargarán de
llevar las hojas de duración de los vuelos <le cada aparato e"
las diversas pruebas, registrando las horas de salida y de toma;:
de tierra de aquéllos en la forma dispuesta para cada prueba.
Art. 23. Al terminar los vuelos de cada prueba el piloto firmará sus hojas resi>ectivas, que pasarán al registro general de'
archivo del aero<lromo, para enviarlas a su debido tiempo a los
aeródromos a que pertenezca o del que dependa cada piloto.
Art. 24. El Jurado formará la clasificación dos horas des
pues de terminada cada prueba, exponiéndola en lugar visible
de' aeródromo y en el .-Xero Club, con todos los datos referentes
a las pruebas.
Art. 25. Los casos imprevistos serán resueltos por el Jurado
ateniéndose al Reglamento de la F. A. L, y las protestas contra
el fallo de aquél se elevarán a la resolución de la F. A. N. y se
admitirán hasta el medio dia siguiente al en que se efectúe la
prueba.
Art. 2C). En casos de empate para los premios se otorgarán
éstos por sorteo.
Art. 27. El Jurado lo forma el Comité Deportivo y estará
facultado para variar los recorridos a última hora.
Art. 28. El Real Aero Club de Guipúzcoa y la Comisión
organizadora no asumen ninguna responsabilidad \x>r los perjuicios que puedan ocasionarse como consecuencia de las pruc
has a que se refiere este Reglamento.
Art. 2f). El Jurado fijará con antelación los dias y horas de
celebración de cada prueba.
PRUEBAS CIVILES
(Cosías <lí' (hiifii~<'na)
P r e m i o s : Primero, una copa y 3.000 jKsetas. Segundo, una
copa y 2.(KX) pesetas.
RKGI.AMENTO
Articulo 1." Podrán tomar parte en esta prueba todos los
aparatos civiles inscriptos para esta Semana de Aviación.
Art. 2." Los aparatos serán conducidos ixir pilotos de nacionalidad española o extranjera que lleven por 'o menos un año
de residencia en España, lo que se acreditará debidamente, \
juicio del Jurado.
Art. 3° Cada aparato llevará un pasajero, cuyo nombre y
apellido se dará juntamente con el del piloto cuando éste solicite
su inscripción.
Art. 4.° Los aparatos llevarán a su salida un minimo de
combustible equivalente a 100 litros de gasolina y 20 de aceite.
Art. 5." El recorrido será el siguiente: Lasarte-MotricoIgueldo-Fuenterrabía-Igueldo-Lasarte.
Art. 6.° Las salidas se harán por orden de numeración de
los aparatos y con intervalos de diez minutos, que el Jurado podrá aumentar si lo cree conveniente.
Art. 7." La señal de salida la dará el juez con una fuerte
pitada y levantando una bandera, momento en que deberá po
nerse en marcha el motor y arrancar.
Art. 8.° El recorrido podrá hacerse a la altura que el piloto
estime conveniente, salvo en los pasos sobre los pueblos, que
llevarán una altura mínima de 200 metros.
Art. 9.° En la línea de partida habrá un cronometrador y un
ayudante, atentos a las señales del juez de partida.
Los cronometradores registrarán el momento en que el juez
da la seña' de salida, a partir de la cual se computará la duración del vuelo.
Art. 10. Tanto en Motrico como en Fuenterrabia los virajes
se harán a la derecha, rodeando los puntos que se indican en el
plano, en los que habrá encargados de vigilar y registrar los
I>asos.
En Igueldo habrá igualmente un comisario para registrar e'
paso por encima del monte.
Los puntos son: en Motrico, en la punta de Cardal, marcado
con lienzos blancos sobre el terreno, rodeando un asta con bandera roja; en Fuenterrabia, el faro del Cabo Higuer; en Igueldo, la torre.
Art. II. Al regreso de Fuenterrabia los aparatos tomarán
tierra en Lasarte y los cronometradores registrarán el instante en que los aparatos queden parados en la línea de entrada.
Art. 12. Para que la prueba sea válida, es condición indispensable que después de la toma de tierra el aparato no sufra avería y quede en condiciones de vuelo. Si la avería es de'
motor no se invalidará la prueba, siempre que se hubiese tomado tierra sin novedad y termine la prueba.
Art. 13. La prueba se correrá con arreglo a la fórmuli
e
V == X — en el que \ = velocidad, G = peso en el momento
F
de despegar y P = número de caballos del motor que da la
casa constructora según catá'ogo.
Art. 14. Esta prueba se reserva a aparatos civiles, siempre
que tomen parte más de tres de estos aparatos. Caso contrario
podrán también tomar parte en ella aparatos militares, y el
Jurado podrá variar la calidad de los premios, fijándolos antes
de la prueba.
PRUEBA DE AFICIONADOS
(Pnichíi
de reiuiimiento
y
precisión')
P r e m i o » : Primero, una copa y 2.000 i)esetas. Segundo, una
copa y 1.000 pesetas.
REGLAMENTO
Artículo I." En esta prueba no podrán tomar parte pilotos
militares y civiles que hayan pertenecido a la Aviación Mi'itar
desde hace seis años como mínimum, ni pilotos civiles que presten sus servicios como tales en lineas de pasajeros o comerciales, casas constructoras o Empresas particulares, pudiendo participar en ella tan sólo los socios de cualquier Aero Club de
España adherido a la F. A. N. que tengan su título correspondiente y practiquen la aviación por sport.
Art. 2° Los aparatos serán de propiedad particular y las
inscripciones se harán de acuerdo con lo establecido en el artículo 9.° del Reglamento general para estas pruebas.
Art. 3.° Las salidas se harán por orden de numeración de
los aparatos, evitándose (lue haya dos aparatos en el aire, a cuyo
fin, hasta que tome tierra e' anterior no se dará nueva salida
Art. 4.° Antes de la salida de cada avión éste deberá encontrarse con el motor en marcha en la proximidad de la linea
de partida señalada.
El juez dará una pitada fuerte y levantará una bandera roja
26
AEREA
que será la señal preventiva, y medio minuto después repetirá
la pitada e izará la bandera, momento en que se embalarán los
motores y podrán arrancar ios aparatos.
Art. 5.° Los cronometradores registrarán el instante en (píese dé la señal de partida a cada aparato y los comisarios visarán el lugar del terreno en que despeguen, distribuyéndose a lo
largo del campo para medir e! recorrido que cada aparato hag i
rodarKlo desde la línea de salida hasta la de desjiegue.
Para facilitar esta misión se señalarán en el campo de diez en
diez metros líneas o jalones normales al eje de! aeródromo.
Art. 6." Una vez en vuelo subirán los aviones a 1.200 metros de altura, con barógrafo precintado, que el Jurado inspeccionará a la salida y al regreso.
Art. 7.° Al llegar a 1.200 metros los aviones descenderán
para tomar tierra ló más cerca ix)sible de una línea blanca trazada en el suelo y cuyos extremos se señalarán con dos banderas.
Art. 8." No se cortará el contacto del motor hasta el momento de tocar tierra y empezar a rodar sobre el campo, siendo eliminados los que rueden con el motor en marcha o corten
el contacto en el planeo antes de haber tocado tierra.
Art. 9.° Los cronometradores registrarán el momento en
que tome tierra cada aparato y los observadores comisarios apreciarán la distancia desde la línea señalada para aterrizar hasta
el punto en que cada aparato quede parado, contándose la distancia hasta el eje de ruedas del aparato.
Art. 10. Se asignarán tantos puntos como aparatos salgnn
a la prueba al que desi)egue más cerca de la línea de salida,
y un punto al que despegue más lejos, dividiéndose la distancia
entre ambos por el número de aparatos y rebajándose un punto
por cada fracción que resulte de dicha división que se separen
los pilotos del que hizo la mejor salida.
En el aterrizaje se asignarán también tantos puntos como aparatos aterricen al que quede más cerca de la linea de llegada y
un punto al que aterrice más lejos, precediéndose para la adjudicación de puntos a los demás aparatos en forma análoga a
la indicada anteriormente.
Al mínimo tiempo de subida a 1.200 metros se asignarán
también tantos puntos como aparatos hagan la prueba, rebajan
dose un punto jxir cada cinco segundos de aumento en la duración de la subida.
Art. II. Los premios se otorgarán a 'os dos que obtenga-.i
más puntos.
Art. 12, Esta prueba se reserva a aparatos civiles, siempre
que tomen parte más de tres de estos aparatos. Caso contra
rio, podrán también tomar parte en ella aparatos militares, y el
Jurado podrá variar la calidad de los premios, fijándolos antes
de la prueba,
PRUEBAS DE MÁXIMA Y MÍNIMA
Premio*: Primero, una copa y i.ooo pesetas, Segundo, una
copa y 500 pesetas,
REGLAMENTO
Artículo i.° Esta prueba queda reservada a los socios de
cualquier Aero Club de España adherido a la F . A. N. que
tengan título de piloto y practiquen la aviación por "sport".
Art. 2.° Los aparatos serán de propiedad particular y las
inscripciones se harán de acuerdo con lo establecida en el articulo 9.° del Reg'amento general para las pruebas de esta Se
mana de Aviación.
Art. 3." Las salidas se darán por orden de numeración de
los aparatos, en forma que no haya en el aire dos de éstos, a cuyo
fin no se dará nueva salida hasta que el aparato anterior haya
tomado tierra. La salida para cada uno se dará levantando una
bandera.
Art. 4.° Desde Lasarte los aparatos se dirigirán en demanda
de la torre de Igueldo, pasando por su vertical en dirección al
punto que se señala en el monte Ulía, en la punta de Mom.pás,
marcado con lienzos blancos en el terreno que rodea a un asta
con bandera roja, y rebasada la vertical de este punto virarán
hacia la derecha, haciendo en sentido inverso el recorrido Ulía
Igueldo (verticales de los punios indicados) para virar nuevamente hacia la derecha y repetir el mismo itinerario IgueldoUlía-Igueldo y regresar al campo.
Art. 5.° La primera vuelta se hará a la velocidad máxima
y la segunda a la velocidad mínima y a una altura no inferior
a 500 metros, siendo eliminados los aparatos que en el recorrido
de máxima acusen un descenso superior a 500 metros.
Art. 6° Los aparatos saldrán con los barógrafos precintados y éstos serán inspeccionados por el Jurado a su regreso.
Art. 7° En la torre de Igueldo y en el punto que se señala
en el monte Ulía (punta Mompás) habrá comisarios encargados de vigilar los pasos de los aviones por su vertical y crono
metradores que registrarán los instantes de estos pasos para cada aparato.
Art. 8.° En la primera vuelta se otorgarán al aparato que
haga la velocidad máxima un número de puntos igual al de aparatos que salgan a la prueba, rebajándose un punto por el orden sucesivo de velocidad de mayor a menor.
En la vuelta de velocidad mínima, al aparato que lo haga con
menor velocidad, se le asignarán un número de puntos igual al
de aparatos más una mitad, rebajándose punto y medio por el
orden en que queden en esta parte de la prueba total.
Los premios se otorgarán a los dos que obtengan el mayor
número de puntos en las dos vueltas.
Art. 9.° Esta prueba se reserva a aparatos civiles siempre
que tomen parte más de tres de estos aparatos. Caso contrario,
ptxlrán también tomar parte en ella aparatos militares, y el Jurado podrá variar la calidad de los premios, fijándolos antes d'la prueba.
PRUEBAS GENERALES
(Prncbns Je casa de
plobos)
P r e m i o s : Primero, una copa. .Segundo, una copa. Tercero,
una copa. Cuarto, objeto de arte. Quinto, objeto de arte. Sexto,
objeto de arte.
REGLAMENTO
.•\rticulo i.° Podrán tomar parte en esta prueba todos loí
pilotos, civiles o militares, inscriptos i)ara la .Semana de Aviación.
Art. 2° Las salidas se harán del campo de Lasarte, por el
orden de numeración de los aparatos, evitándose que haya dos
aparatos en el aire, a cuyo fin no se dará nueva salida hasta
que haya tomado tierra el anterior.
.•\rt. 3." Desde Lasarte los aparatos irán directamente a la
Concha, en cu)0 centro habrá fondeada una lancha, en la que
estará el Jurado, y que se distinguirá por dos grandes banderas
blancas, una a proa y otra a popa.
Art. 4.° Al llegar los aparatos a la vertical de la lancha, y con
la elevación que señalará el Jurado antes de empezar la prueba, se harán en la lancha del Jurado dos disparos de humo de
pisto'a de señales. El primero será la señal preventiva y el segundo indicará el momento en que se da suelta a los globos, en número de diez por cada avión y simultáneamente.
Art. 5.° La caza de globos durará tres minutos, contados •\
partir del segundo disparo, al término de los cuales se hará un
nuevo disparo, indicador de que ha terminado la prueba y de
que el aparato debe regresar a Lasarte para la prueba del inmediato, en la misma forma que se acaba de indicar.
-Art. 6.° Los premios se otorgarán a los pilotos que durante
los tres minutos de la prueba de cada uno de ellos rompa con su
avión el mayor número de globos.
PRUEBAS GENERALES
(Prueba
de
parejas)
P r e m i o s : Primero, una copa. Segundo, una copa. Tercero,
una copa. Objetos de arte para todos los pilotos. Una alhaja
o recuerdo para cada una de las señoritas.
RET.L.NMKXTO
.Artículo i." Podrán tomar parte en esta prueba todos los
pilotos, civiles o militares, españoles e iberoamericanos, quise hayan inscripto para esta Semana de Aviación.
Art. 2.* Los pilotos presentarán un certificado de haber vo-
27
AEREA
lado más de 300 horas, expedido por autoridad competente, según la F . A. N .
Art. 3." Las inscripciones para esta prueba se cerrarán a
las doce de la noche del día anterior a la prueba, debiendo indicarse al hacer la inscripción e' nombre y apellido de la señorita que ha de subir en el aparato.
Art. 4.° La prueba se correrá en el trayecto Lasarte-Zaraúz-Faro de (juctaria-San Sebastián-Faro de Pasajes y La
sarte.
En los extremos del recorrido los virajes se harán a la derecha, dejando en el centro los puntos que se señalen. Se establecerán comisarios encargados de vigilar y registrar el paso de
los aviones por los distintos puntos.
Art. 5." El recorrido se liará con arreglo a la fórmula
G
V ^ X — en la (|Ue \ ' = velocidad, G := peso del aparato en
p
el momento del despegue y P = la fuerza en caballos del
motor dada por la casa constructora según catálogo.
Art. 6." Las salidas se darán jxir orden correlativo de numeración de los aparatos y con intervalos de diez minutos, que
el Jurado pcxirá variar retrasándolos cuando lo crea conveniente.
Art. 7." La señal para 'a salida la dará el juez dando una
fuerte pitada y levantando una bandera. En este momento el
aparato, que estará listo con el motor parado, lo pondrá en marcha y hará la salida.
Art. 8." El recorrido podrá hacerse a la altura que el pilote
estime conveniente, salvo en los pasos sobre los pueblos, en que
llevarán una altura mínima de 200 metros.
Art. 9.° En la línea de partida habrá un cronometrador y un
ayudante, atentos a las señales de salida del juez de partida.
Los cronometradores registrarán los momentos en que el juez
dé las salidas, a partir del cual se computará la duración del
vuelo.
Art. 10. Al regreso de Pasajes los aparatos tomarán tierra
en Lasarte y los cronometradores registrarán el instante en
que el aparato quede sobre la línea con motor parado.
Art. II. Para que la prueba sea vá'ida es condición indispensable que después de la toma de tierra el aparato no sufra
avería y quede en condiciones de vuelo.
Si la avería es del motor no se invalidará la prueba, siempre
que se hubiese tomado tierra sin novedad.
.•\rt. 12. Terminada esta prueba cada piloto firmará su hoja
de vuelo.
PRUEBAS GENERALES
(Pni-cha iic bombardeo)
P r e m i o s : Copas. Objetos de arte de categoría escalonada
para todos los pilotos y observadores que tomen parte en la
prueba.
RFX.LAMENTO
Artículo i.° Esta prueba se reserva exclusivamente a los
aviones y pilotos militares y navales inscriptos para esta Semana de Aviación.
Art. 2." Las salidas se harán por orden de numeración de
los aparatos, no dándose nueva salida hasta que haya tomado
tierra el aparato anterior, y se hará la señal levantando una
bandera,
Art. 3.° Desde Lasarte se dirigirán los aparatos a la Con
cha, sin pasar por encima de poblado mientras lleven bombas,
en demanda de un blanco visible colocado a la entrada de l.n
bahía, entre el castillo y la is'a.
.^rt. 4." Cada aparato llevará cuatro bombas, que lanzará en
cuatro pasadas sobre el blanco, una en cada pasada, y una v e /
arrojadas aquéllas regresará a Lasarte.
Art. 5." La altura mínima en el momento de lanzar las bombas será de 200 metros y la máxima de 300. Las pasadas se
harán en dirección normal a la linea de entrada en la bahía y
sin llegar a la playa mientras se lleven bombas.
Art. 6.° Se establecerán tres observadores encargados do
visar los puntos de caída, llevándose las visadas a un croquis
de escala adecuada, en el que se situará el blanco, trazándose
alrededor de! mismo, de diez en diez metros, círculos concéntricos, el menor de diez metros de diámetro y el mayor de
100 metros.
Art. 7.° Se otorgarán 100 puntos por cada impacto dentro
del círculo menor y se irán lebajando de diez en diez puntos
a medida que aquéllos vayan cayendo en los círculos exteriores
trazados alrededor de aquél.
Art. 8.° Los premios se concederán con arreglo al número
de puntos obtenidos.
FABRICA
PROVEEDOR
Santa
Úrsula,
12
—=
DE
HÉLICES
DE LA AERONÁUTICA
y Barraíón,
ESPAÑOLA
1 (Puente de Segovia)
MADklD
z=—
MAQUINAS PARA TRABAJAR LA MADERA
GUILLIET
FIL8
& C.
Fernando VI, 2 3 . - M A D R I D
Depósito; Fernández de la Hoz, 4 6
Agencias: Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Valencia, Zaragoza, Pamplona
28
AÉREA
1 N I) I C B
D K
R K Y I S T A S
I.'AKKAL'TO. \iini. 151. i de juiíid.
C<»iifni/>ríi/)(i;;(iii(/u acromiuticii.
I.os esfuerzos de nuestra aviación.
Desfiués del l'II Congreso de Suciedades
Club.
p.l a'.'ióu .Moranc .S'auhiier 222.
La fuella a liuropa.
El avión Bulle) ¡iaglerock.
afiliadas al AeC'
LES AII.ES. Núni. 410. 27 '''• junio.
6.517 kilómetros en cuarenta y una horas.
El regreso del "Mystcre".
El F.aglcrock.
De.royat en la copa Michelin.
Las pruebas de La Baale.
El Ministerio del Aire condena los espcc'áculos acrobéiticos.
Tenteliva tra.':allániica de l'rauco.
I.K.S SPORT.S. Xúm. -(>7. i de jnnio.
L'AKRAUTO. Xúni. 152, « du junio.
Lo política de bautismos de aire.
Pedro l'errier.
Oryanicación general de las fuerzas aéreas
Notas de Italia.
Navios portaavionc.:.
francesas.
L ' . \ K K . \ U T ( ) . Kúm. 153. 15 <le juui...
/;'/ )Ȓ(iii de Rcinis.
Las copas militares en Prancia.
líl motor Beardmorc de aceite pesado Typhoon
L E S S P O R T S . Xúni. 768. 5 <lc junio.
i.
L'.MíK.\L"r(). Xúni. 154. 22 de junio.
Ilnsayos de paraeaídas.
Comisión superior de la seguridad aérea.
La eonstrucción Bocning.
Homologación de pruebas.
Reorganización de los Cuerpos técnicos en
Consideraciones prácticas sobre el estudio de los motores de
aviación.
El Jockey Morane .Sanlnier 222.
El Estado y las Compañías.
¡'reparativos para la copa Schneider.
(¡irier y W'eiss han balido el récord de i'eloeidad.
Récord de altura de Neucnhofen.
Intento de récord con avituallamiento.
/•'ieslas aéreas de Toulouse.
Monoplano Glenny Henderson.
I'na gran fecha de la aviación.
I im E,.rposición de aviación de turismo.
tiestas aéreas de Rcims.
Cu gran raíil en la América Central.
LES S I ' O R T S . Xúm. -(r.). 8 de jnnio.
liinniíi.
l.',\l'"K.\UT(). Kúm. 135. 29 de junio.
Los z'uelos de híaryse Hilsz.
El hidro fíernard para la copa Schneider.
La barrena plana y las acrobacias en los mitins.
Segundo concurso internacional de Rotterdam.
La Comisión Internacional de Navegación Aérea.
l.KS .MLKS. N'úni. 416. 6 de junio.
Narración del comandante
Wciss.
El Morane 222 con motor Júpiter.
La aviación privada y el apremlizaje.
Organización técnica de la aerondutica francesa.
La libertad del aire (con motivo del accidente a] " Xepiirlin"
F.l aiiiiíiio (I las Indias.
l-ederación Aeronáutica Pranccsa.
La Exposición de Littorio.
El monoplano Columbin Triad.
El problema del enfriamiento en los motores de a^'iaeión.
Vn buen vuelo del motor Diessel l'ackard de aviación.
Crucero de 35 hidras italianos.
Los raíds transatlánticos.
El récord de altura, en 12.739 metros.
La seguridad aérea.
LES S P O R T S , Xúni. 770. 12 de junio de 1929.
La seguridad para la navegación aérea por el método de Rougcrie.
Las fiestas de Reims el 15 de junio.
La muerte de Magnard.
Lies S P O R T S . Xúm. 771. 15 de junio.
El
La
El
La
Hlackburn Blnebinl.
aviación alemana tonni la delantera.
vuelo de Ass<dant. l.efevre y Lotti.
fiesta de Reims.
L E S S P O R T S . Xúm. 772. 19 de junio.
L E S .MLES. Kúm. 417. 13 de junio.
La partida de Ahrenberg.
El monoplano Doyle Oriole de escuela.
Novedades del pre.uipucslo 1930.
El vuelo nocturno.
.Medidas para la seguridad.
Conver.^ación con Me. Crackcn.
El regreso de Jiménez e Iglesias.
Línea
Marsella-Beyrouth.
LES -Ml.l^S. Xúm. 418. 20 de junio.
Travesía atlántica de Assolant y compañeros.
EJ biplaza de caza "K .47" construido en Flygimlustri.
hll aparato Kahn de alas batientes.
Reorganización de los cuerpos técnicos.
El crucero italiano en el Mediterráneo oriental.
Las líneas Farman.
líslailistica americana de aecidenles.
Proyecto de Kingsford
Smith.
Las fiestas de Reims.
El raid del "Pájaro
Canario".
Monumento a Carros.
Hace diez años.
LES S P O R T S . Xúm. 773. 22 de junio.
halizado
Marmier
La fiesta
Detroyal
nocturno de las rulas aéreas.
bate el récord francés de distancia en cirrnito cerrad".
de Evreu.i\
gana la copa .Michelin.
LES S P O K T S . Xúm. 774. 20 de junio.
Motores Napier en el .Salón de Londres.
El Fokker "F.
XIV".
M
AEREA
Preparación para la copa Schneidcr.
Concurso Guq¡]cnheim.
Sin noticias del
"Numancia".
Comcnlario sobre el raid del avión canario.
L E S S P O R T S . Núm. 775. 29 de junio.
Por la seguridad aérea,
l'n nuevo Dornier.
FJ raid de ¿ii lianle.
F I . I ( ; H T . Núm. 23. \(>1. X X I . 6 de junio de 1921).
La copa del Rey.
lil mitin de Rotterdam,
¡il Avro
Antelope.
Cómo la T. .V. / / . an.rilia a los servicios postales aéreos anierica>ws.
¡il nuevo .Irt/osy.
lil nuevo aeródromo particular de Londres.
Los paracaídas y su desarrollo.
i L K J H T . Xúni. 25. Vol. X X I . 20 de junio de 1929
/;'/ viaje de una escuadra aérea a la India.
AnÍ7'Crsario del primer vuelo
trasat'ántico.
Hi monoplano "Comper .S'wift" oon motor .'icorpion de 40 / / / ' .
í n mitin aéreo en Canadá occidental.
La Real Puerca Aérea
.iuslraliana.
Pruebas de un piloto naivl en Malta.
F L I G H T . Núm. 26. \'ol. X X I . 27 de junio de 1929.
Los aeroplanos Hueros anfibios.
El "Curtissreid Rambler" completamente
metálico.
Cómo se establece un aeródromo civil.
hracaso del vuelo atlántico español.
Progreso del autogiro.
Italuí y la copa .Schníider.
Estudios de los esfuerzos de torsión en las alas Cantilever.
Hidras de gran velocidad con nwtor de enfriamiento por aire.
Eficacia aerodinámica de los hidras de casco y de flotadores.
I'ruebas aéreas en Manchester.
A \ ' I . - \ T I ( ) X . Xúm. 22. Vol. X X V I . i de junio de 1929.
La Compañía l'ord y el desarrollo de su sección aeronáutica
Quinta vuelta aérea a .4mérica: Rubbish.
/;/ enfriamiento de los líífuidos a alta temperatura.
La primera Conferencia de Aeropuertos.
El biplano "Cunuingham Hall. PT. 6" de cabina cerrada.
AVl.ATION. Núm. 23. Vol. X X V I . 8 de junio de 1929
El
El
El
/;/
aeropuerto de .S'chenectady, por Winis.
transporte aéreo de pasajeros.
servicio médico de la rama aeronáutica, por Keith.
monoplano de ala baja "Alc.rander 32 fíulet".
A X ' I A T I O N . Núm. 24. Vol. X X V I . 15 de junio de 1929.
Progresos de los transportes aéreos en los Estados I 'nidos.
El monoplano "Aristocart"
de cabina cerrada.
P.l matulo acústico del alundoado para los campos de toma de
tierra eventual.
La Compañía Pord y el desarrollo de la aeronúulica Mneri:ana.
A M A T I O N . Núm. 25. Vol. X X V I . 22 de junio de 1929.
La organización de los scnñcios de vuelo Curliss. por Winis.
El crecimiento del mercado de e.rportación.
El autogiro Pitcairn.
El concurso y E.xposición de Cleveland.
Nuevas inscripciones en la prueba
(¡uggenheim.
29
T H E A E R O P L A N E . Núm. 24. Vol. X X X \ I . 12 junio 1929.
La política y la Aviación.
Un proyecto trasatlántico
alemán.
Los inscriptos en la copa del Rey de Inglaterra.
Normas del Ministerio del Aire para la copa Schneider.
El récord muiuiial de altitud.
Muerte de Juan
Dumjllc.
La copa Curtís de Marina.
Inauguración del aeródromo de Maídenhead.
.Maniobras en Cambridge.
El accidente de Northampton.
El nwnoplano metálico
"Hamílton".
Dos dirígles enanos alemanes.
La Compañía I'airey.
T H E A E R O P L A N E . Núm. 25. \'ol. XXXX'I. ly junio 1929.
El X Anií-ersario del primer vuelo Irasattántico.
Todavía a través del Atlántico.
El accidente de Dungeness.
Comentarios
americanos.
El comercio de acero y la aviación.
El regreso del "Pairey".
El ala con larguero único.
El mitin de ll'innipeg.
La reunión aérea de Coniíigton.
E.vpoícicíón de Montreal.
El monoplano ".Swífi", de la Comper .4ír Crafl.
T H E A E R O P L A X E . Núm. 26. \ o l . X X X \ ' I . 26 j u n o 1929.
La aeroíntlígestión.
Otro intento de travesía del .lllánlico. (Se refiere al " Dorn er número 16".)
lil "Cru: del Sur".
I ñas ideas para la li.rposición de .¡eronáutica.
Los que van a Rotterdam.
Investigación sobre el accidente del Canal.
El presupuesto de la aviación cii'il francesa.
Enfriamiento de los líquidos a alta temperatura.
Iluminación de aeródromos y rutas.
lil monoplano triplaza "The
Dcssoutter".
Suevos hidras en Rochsler.
El mitin de
ll'ithenshave.
lil Club Aéreo de l'lstcr.
..Los Clubs de aeroplanos ligeros en .itnérica.
lil correo de la India.
A E R O N A U T I C S (antes "Popular .\viat'(;n'). Núm. 6. N'olumen IV. Junio de 1929.
f 'n retroceso en la política aérea de Coolidgc.
La verdad respecto al .uilvamento de Nobille.
La aviación se abre paso en la enseñanza.
¿De dónde proceden las alteraciones de tiempof
Los raíds aéreos y los mosquitos.
Modernas
ll'alkyrias.
Los negocios se imponen en el vuelo.
Trabajos de las líneas con aerítplanos de cinco pasajeros.
Revista financiera
mensual.
Comentarios
corrientes.
Eotografía aérea popular.
Sotas de aerodinámica
elemental.
Influencia naval sobre los proyectos de aeronaves.
ll'anshington y la Aeronáutica.
lil modelo de hidra Morris.
T H E A M E R I C A N A V I A T O R . Airplanes and Airports. J.,
nio de 1929.
Aeronaves militares, modelo 1929.
Lubricación de ¡os motores de aznaeión.
Sovedades
aéreas.
Las mujeres y el sentido del aire, por Lady Head.
AEREA
30
El primer grupo cxpcdiciomirio a Europa.
Récords recientes.
Aspectos de la Aeronáutica
naval.
La Exposición aeronáutica de Newarks.
Sovedades de los Aero Clubs.
U. S. A I R S K R V I C E S . \ ú n i . 6. Vol. XIV. Junio de 1929.
La cuarta reunión de investigaciones
aeronáuticas.
El concurso de globos de Fitsburgo.
Los dirigibles Good Ycar.
El vitelo y la salud mental.
El primer vuelo
trasatlántico.
El récord de altura del teniente Souceck.
Boeing en el campo del Canadá.
El desarrollo de la industria
aeronáutica.
Un mecanismo para la limpieza de los motores.
Preparativos de la factoría Ford.
L E V I E D E L L ' A R I A . Año I. Núm. 11. 6 de junio.
El crucero italiano a Oriente.
La Aeronáutica en la Cámara de los Diputados.
Los aeroplanos expuestos en la Exposición de Littorio.
Impresiones de Neunhofen, récord de altura.
El vuelo a vela.
El autogiro y las investigaciones de La Cierva.
Exposición de modelos del A. C. de Bolonia.
Beneficios económicos de los transportes aéreos.
Preparativos para la Copa Schneider.
Núm. 12. 13 de junio.
El regreso de la escuadra ocrea italiana.
El general Bcranof habla del problema aéreo en Rusia.
La racionalización del tráfico aéreo en I-rancia.
El faro Liiulberg.
El problema de la seguridad aérea en Francia.
El vuelo nocturno en Inglaterra.
Manifestaciones del Aero Club de Cataluña.
Núm. 13. 20 de junio.
El
El
La
El
La
valor del crucero a Oriente.
"Pájaro
Amarillo".
aventura del
"Szrzia".
concurso de aviones ligeros de Bruselas.
pérdida del "City of Ottau'a".
Núm. 14. 2;7 <ie junio.
/:/ paracaidas italiano; sus sucesi^'os perfeccionamientos,
por*
el coronel Fiore.
El equipo eléctrico de los motores de .-Iviación, por el corone!
Celloni.
. ,
Aeroplano biplaza de combate, por el coronel Raffaelli.
Escuadrillas de incursión, por el comairdante Mecozzi.
La A'i-iación en la batatín de Tancnbcrg, por el teniente coronel Marazzani.
Meridiana solar paro orientación en vuelo, por el <Ioct jr
Simeón.
Algunas fórmulas para el cálculo de la altura y ángulo azimutal de un astro, por el doctor Somma.
Los problemas científicos de la Aeronáutica, por el doctor
Bañista.
El empleo del a''¡ón ligera en las tropas terrestres.
Los armamentos aéreos de varios Estados.
El problema del Pacífico.
El Reino l'nido considerado como potencia aérea.
El 7'uclo rasante contra tropas en marcha.
Reconocimiento académico de dos técnicos de Acroiuiulica.
Análisis científicos de los siniestros
aeronáuticos.
El Focke-Wulf
5.24 Kiebitz.
El monoplano Thaden T.2.
El nuevo Gipsy Moth.
Instrucción de vuelo ciego en Francia.
Cuestiones técnicas del tráfico aéreo.
Desarrollo de la radiolclegrafia en el tráfico aéreo alemán.
Los grandes vuelos y la navegación.
B U L L E T I X D E LA F E D E R A T I O X
AERONAUTIQUE
I N T E R N A T I O N A L E . Año X. Núm. 3^^. Junio 1929.
Reunión XXFI de la /•. . 1 . /.
Fiaje a América de! .Sur de! presidente
Prueba Internacional de Turismo.
Nuei'os récords homoloiiados.
de la /•". .(. /.
l.K D O C U M E N T A E R O N A U T I Q U E . Núm. 3^'. Marzo 1929Nuevos aviones: Bird, BÍ-UM
20, Curtiss Falcon, Douglas
Ambassador. Elias Aircoupe FC. i. ¡•ocke-lVutf .SB 24, Fairey
Endurance, l-ockcr C. / ' / / / , Trimotor
Ford, Keystone para
anuncios, Liberty Bell 100, Koolho',rn PK. ;;, Merrill CIT O,
Pitcairn Super Maihving P. A. 6. Raab Kaalzcnsleiii RK 2¡
Pelikan, Romeo Ro 5 Í'.V Flyer.
THK
Notas
J O U R N A L Ol' T H E R O V A L A E R O N Á U T I C A ! .
S O C I E T Y . Núm. 222. \<K. 33. Junio 1929.
de un pasajero
del
"/.eppciin".
La XXV
Conferencia de F. A. I.
El desgraciado vuelo de Franco.
Balance de marzo de las lineas aéreas italianas.
Notas sobre el 'i'uelo a la vela.
El tnist de la mentira. (Se refiere a las primeras notíeí.'.s
erróneas sobre el vuelo de Franco.)
Aniversario de F. Baracca.
La red aérea española.
El helicóptero
gigante.
La Aeronáutica en la Exposición de Florencia.
Notas de vn pasajero del zeppcllin.
.Métodos y aparatos scn^-illos de na'<'egación a la eslinin. por
Brion.
Estadística de accidentes de a'riación en los listados f'm':/;'.?.
Radio de acción de ai-iones niulliniolores.
Cubierta currentilínea para motores de cnfrianiienlo [^or aire.
El túnel de Langley Ficld.
REVI.STA A E R O N Á U T I C A . Año V. Núm. 6. Junio de 1920.
I-A C O X Q U K T K DK I.WIK. Añ,, XXV. Xúm, 6. Junio .929.
La nueva doctrina de guerra, por el comandante del Ejército
español D. Luis Manzaneque. (Breves comentarios a las teorías
del general Douhet.)
Acerca de las graneles unidades aéreas, por el general Douhet.
El tema de la batalla aérea v la proporción entre el todo y
las partes, por el general Bastico.
Inauguración de la linca .{mberes-Hamburgo.
por J. Dcvos,
F.l vuelo del zeppcllin,
interrumpido.
El éxito del Congreso de .Iviación
.Sanitaria.
El .Salón suizo.
Dos aviadores suecos, en Bruselas.
El pabellón de aeronáutica en la l-erii de Milán.
L ' A E R O N A U T I U L ' E . Núm. 121. Junio 1929.
Consejo Superior de Aeronáutica
AEROPUERTOS
Vista la instancia elevada por el alcalde de Irún, acompañando proyecto de aeropuerto en auuella p()blación y pidiendo (pie se declare dicho aeropuerto de interés general, conforme a
lo establecido en el Real decreto-ley (ie iQ de julio de 1927. y que
se sancione con la aprobación del proyecto de aeropuerto ipie presenta, en atención a <pie desde la publicación del Real decreto referido ha ocurridt» el hecho de haberse establecido entre Biarritz y
Bayona un aeródromo abierto a la navegación aérea, y en estas
circinistancias se estim;i que representa para Kspaña u n a condición
de inferioridad el «pie no tengamos nosotros, en las mismas condiciones, con relación a la frontera, otro aeropuerto abierto al servicio ptiblico, y considerando, por otra parte, (|ue la situación d';l
aeropuerto ijue se proi)one por el Ayuntamiento de I r ú n corresponde
a una necesidad cpie establece el ser la provincia de Guipúzcoa un
centro de turismo y deportivo importante, especialmente en el verano, pudiendo decirse cpie el a e r o p u i r t o que se c r e a r a en Irún
lo seria de toda la rcRión, y en especial de San Seb.istián, y llenarla
al mismo tiempo las condiciones a<luaneras (pie deben regular el
tráfico aéreo nacional (pie por dicho sitio e n t r a en K s p a ñ a ; de conformidad C(m lo propuesto por el Consejo Superior de Aeronáutica, en su parte permanente,
S. M. el Rey ((i. D. g.) se ha dignado disponer ((ue a la lis'a
de los aeropuertos de interés general o de servicio público (pie,
C(msiderados como m á s urgentes, establece el párrafo (|uinto del
articulo II del Real decreto-ley de ¡g de julio de 19-27. se añada
el aeropuerto ipie se construya en I r ú n , al cual se debe dar el
carácter de aduanero (pie estaldece el mismo Cuerpo legislativo,
haciéndose la declaración de que por el articulo 9." del mismo
Real decreto-ley se conceptuarán como de utilidad pública y serán
objeto de la oportuna declaración en su caso, y sometidos a la ex
propiación forzosa, si fuera necesaria, los terrenos, obras y comu
nicaciones afectos al proyecto ipie se aprueba de este aeropuerto
de interés general.
Es también la soberana voluntad de S. M. (pie. con arreglo a lo
(|ue dispone dicho Real decreto-ley y las instrucciones para su cumplimiento, aprobadas por Real orden de 20 de julio de 192S (Gace'a
del 27) se constituya la J u n t a correspondiente de dicho aerofiuerto,
debiéndose proponer por los centros respectivos los técnicos militar, naval y civil (pie deben ser nombrados para (pie actúen en
la misma J u n t a .
En cuanto a la petición formulada por el alcalde para (pie se
apruebe el proyecto de aeropuerto (|ue ha presentadoT "'se le manifiesta (pie no es ello (iportuno mientras no informe la J u n t a (|üe so
nombra, a la (pie se le remiten todos los antecedentes (pie obran
en este Consejo.
Real orden ,; 1 mayo 1929. (Gacela del día f< junio, pág. 1.437.)
AERÓDROMOS
ediente incoado por solicitud de O. José Civit y
Vistíí el exped
Jové vecino (ie Lérida, solicitando la concesión (pie previene el articulo 5." del Real decreto-ley de iS de julio de
1927 para establecer un aerodnmio de carácter particular en terrc
nos de su propiedad, situados a dos y medio kilómetros de Lérida
y en el sitio denominado IMá deis M a n g r a n e r s ; de acuerdo con io
informado por el Consejo Superior de .Aeronáutica.
S. M el Rey ((i D. g.) se ha dignado disponer (|ue .se otorgue
la concesión que solicita con carácter precario y gratuito, con arreglo a las condiciones siguientes:
.
,
I." El concesitmario ha de demostrar su nacionalidad española,
quedando prohibida la transmisión y participación de esta concesión
a toda otra persona o entidad sin estar autorizados por la Dirección general de Navegación y T r a n s p o r t e s Aéreos.
2." La concesión se hace con arreglo al plano de situación v
detalle presentado con la instancia, y el aeródromo particular se
denominará Civit,
3." En el campo han de poder aterrizar y partir, sin pagar
derecho alguno, las aeronaves del Estado (militares, navales, policía, etc.). debiendo sólo abonar dichas aeronaves los abastecimientos, rejiaraciones y auxilios que recibieran, según las tarifas
aprobadas.
4." El concesionario del aeródromo Civit propondrá las tarifas
para establecer en dicho aeródromo, sometiéndolas a la aprobación
de la Dirección general de Navegación y T r a n s p o r t e s Aéreos, sin
(pie puedan exceder, en ningún caso, de las establecidas en los servicios de navegación aérea comercial o particular en los .lerodromos militares o navales aprobadas por Real orden de 26 de marzo
de 1929, con todas las reducciones prevenidas en las mismas para
los casos especiales (jue en ellas se establece.
.\siniismo someterá el concesionario a la aprobación de dicha
Dirección general el plan de balizamientos, luces, señales de todas
clases, limites del campo dispuesto para aterrizar y salida de aviones, instalaciones y servicios cuales(piiera que establezca al inaugur a r el campo, y cada vez (lue las citadas condiciones sufran alguna
variación.
5." El concesionario (|ueda obligado a remitir mensualmente a )a
Dirección general de Navegación y T r a n s p o r t e s . \ é r e o s la estadística relativa al movimiento de aeronaves en el aeródromo particular Civit, a los efectos de información.
Queda también sometido a observar al tráfico aéreo (pie se hayan
dictado o se dicten en lo sucesi\o, y especialmente en este sentido
revisará la documentación de toda aeronave (jue aterrice en su aeródromo particular, impidiéndole la salida en el caso de iiroceder directamente del E x t r a n j e r o (sea nacional o e x t r a n j e r a la aeronave)^
dando cuenta de ello inmediatamente pof telégrafo (con cargo a la
aeronave detenida) a la Dirección general de .N'.avegación y T r a n s portes .-Xéreos y al jefe del aeropuerto nacional de Barcelona, jefe
de la jurisdicción regi(mal de Lérida, para (jue se disponga lo (pie
proceda.
6." El concesionario del aeródromo Civit queda obligado a prestar toda clase de facilidades a las visitas de inspección oficial (jue
se pasen a su aeródromo para comprobar las condiciones de segurí dad de las diversas instalaciones y servicios.
7." Se entenderá (pie la concesión de este aeródromo, de carácter |)articular, no lleva consigo la concesión de linea aérea alguna ([ue acuda o p a r t a del mismo, lo que t e n d r í a (pie ser objeto
de concesión expresa y separada.
8.* El concesionario (pieda obligado a conseguir que la linea
de alta tensión de ((uince metros de altura que pasa por las inmediaciones del aeródromo sea desviada, o, por lo menos, marcada
de manera ((ue sea visible desde largo,
.Asimismo será conveniente (pie haga desaparecer el local (pie se
construía en el caiiipo ; (pie dada la irregularidad de los bordes del
terreno u t i l i z a b l e ' p a r a el aterrizaje, sea éste señalado claramente
y marcado con una T en el centro del campo, o mejor, la palabra
" L é r i d a " , y (pie se limpie el terreno de tocones de olivos y piedras.
Real orden 5 junio 19-^9- {Gacrlii del día S. pág. 1.437.)
COMISIONES
Aceptada por el Gobierno español la invitación que le h a
dirigido la Comisión Internacional de Navegación .Aérea p a r a
la reunión (pie a(iiiélla ha de verificar en P a r í s a partir del p r ó x i m o
día 10, en la (pie ha de estudiar la modificación de sus E.statutos,
con objeto de poder lograr la conformidad de los Estados (pie hasta
ahora no han creído convenienle adherirse al Convenio ipie aípielH
Comisión sirve, de conformidad con lo acordado en Consejo de
Ministros,
S. M. el Rey (q. D. g.) se ha dignado n o m b r a r p a r a la Delegación de nuestro Gobierno en a(iuella reunión al vicepresidente del
Consejo Superior de -Aeronáutica, general de división excelentísimo
Sr. D, Jorge Soriano y E s c u d e r o ; teniente coronel de I n g e n i e r o s
D. Emilio H e r r e r a Linares, y segundo secretario de nuestra E m bajada de París, D. E r n e s t o Zulueta e I s a s i ; concediéndoles a los
primeros comisión por una duración probable de trece días en el
E x t r a n j e r o y dos en España, con las dietas, viáticos y demás gastos que les corresponden, por un valor presupuestado de 5.954.92
pesetas, cuyo crédito debe afectar al articulo 20 del capitulo 10, concepto " P a r t i c i p a c i ó n española en la A e r o n á u t i c a I n t e r n a c i o n a l " , «!j
AEREA
32
la sección primera de las olilifíaciones de los departamentos minis
teriales del presupuesto vigente.
Es también la soberana voluntad de S. M. (pie se expidan los
libramientos oportunos a estos efectos.
Real orden de 3 de junio de iy.¿y. (uaci'la del dia 5, páK. 1.374.)
REGLAMEXTüS
EXPOSICIÓN
S e ñ o r : El Gobierno de V. M. viene ocupándose del desarrollo del
tráfico aéreo, cuestión ésta (pie ct)nstituye hoy tlía una obsesión en
todos los países.
P o r el Real decreto-ley del 9 de enero de i g j 8 se creó, ctni objet(,
de impulsar mejor y desarrollar el Iráfico aéreo, u n a Caja de re
serva (jiie, absorbiendo los excesos de g a n a n c i a s que pueda tener
1 i Compáñia concesionaria de la explotación de líneas aéreas subvencionadas constituya un fondo de reserva (jue aplicar a la in
lensificación del tráfico aéreo.
f'ert» el robustecimiento del tráfico aéreo no radica exclusi\ amen
te en el adecuado plan de lineas .léreas y a e r o p u e r t o s ; se Ijns.i
t inibién en los ser\ icios auxiliares de la navegación y especialmeiuc*
en el progreso de la indu.stri 1 nacional acnináutica y su especialización para fines comerciales. Es, pues, indi.spensable ((ue los fon
dos de la Caja del Tráfico . \ é r e o puedan, en parte, dedicarse a favorecer el desarrollo de esos servicios auxiliares e industriales, .1
proteger la investigación, a nacionalizar s u s progresos y todo c u a n to, en suma, abarate o perfeccione 11 fói.ricación.
E s t a s consideraciones inducen al liobicrno de V. M. a consignar
que los fines de la ya creada Caja comprenden en su esfera de acción, debidamente g a r a n t i z a d : , cuanto es integrante del tráfico aéreo
comercial y de turismo, proporci(mándola los ingresos (pie aseguren
su existencia, cuyas fuentes b r o t a r á n de los usuarios y del Estado,
sin que éste, por ese concepto, tenga que a u m e n t a r sus presupuestos.
l'or todo lo cual, el Gobierno de V. M., a propuesta del Consejo
Superior de Aeronáutica, tiene el honor de someter a V. M. e.
siguiente Real decreto aprobando el Reglamento de la Caja del
Tráfico .Aéreo :
KKAL ÜECKETO
.•\ jiropuesta del presidente del Consejo de Ministros, y de acucr
do con éste.
Vengo en decretar lo s i g u i e n t e :
.articulo ú n i c o : Se aprueba el Reglamento adjunto para el fun
cionamient(] de la Caja del Tráfico .Xéreo.
IJado en l'alacio a ¡7 de j u n i o de 1 y¿(j.—.XLKO.NSO.—El presi
dente del Consejo de Ministros, Mignel Primo de Rivera y Orbo¡ic'ja.
REGLAMENTO DE LA CAJA IlEL TRÁFICO AÉREO NACIONAL
Carácter
y
funciones
-\rticulo 1." 1.a Caja del Tráfico .Xéreo Nacional, creada por ei
Real decreto ley de y de e n e i o de 192S, constituirá una (lependenci;i
de la Dirección general de N a v e g a c i í n y T r a n s p o r t s .Xéreos aneja
::l Consejo Superior de .Aeronáutica, C(ín los caracteres de autónoma y especial cumplimientt» de sus fines, siendo intervenidas su.s
oi)eraciones por un deleg.'ido p e r m a n e n t e del presidente del Tribunal
Supremo de la Hacienda pública.
-Art. 2." Eos ingresos de l.i Caja s e r á n :
a) La parte de beneficios cpie corresponda al E.stado en la explotación de la red nacional del tráfico aéreo (articulo j . " del
Real decreto núni. ¿ de ly^y).
b) El importe de lo recaudadí) en los aer(Klronios de servicios
del Estado abiertos a n a \ e g a c i ó n aérea por las tasas y derechos (ic
c.lbergue, aterrizaje, iluminación, etc., a las aeronaves ci\ iles (Real
decreto de 29 de septiembre de 192H e instrucciones dictadas para
su cumplimiento por Real decreto núni. 163 de 1929 de la I'residencia del Consejo de Ministros).
c) El 4 por 100 de los ingresos ¡¡(¡uidos e x t r a ñ o s al Estado que
tengan las J u n t a s de los aeropuertos nacionales en concepto (le l.(
J u n t a Central de los aeropuertos que le otorga el articulo 10 de'
Real decreto de ly de julio de iy27.
d) El importe de las multas recaudadas por las infracciones de
los Reglamentos del tráfico aéreo, en la parte que corresp(mde al
Estado.
e) U n a participación global en el .seguro obligatorio .sobre personal y material \ o l a n t e cuando se est.ablezca.
f) El 2 I)or 100 del importe de las subvenciones a Empresas y
Corporaciones oficiales y particulares para fines aeronáuticos (pie
percibirán sólo el liípiido.
g) Las subvenciones que la Comisaria Regia del T u r i s m o coa
ceda para el desarrollo del turismo aéreo.
h) Cuabjuier otro ingreso procedente de donación del Estado,
entidades oficiales, particulares, etc.
A r t . 3." Los fondos de la Caja se emplearán :
a) En las subvenciones e x t r a o r d i n a r i a s y complementarias que
el Consejo Superior de .Xeronáutica estime necesarias a las Coni
p i ñ í a s concesionarias del tráfico aéreo.
b) l'.n el inantenimiento e instalación de terrenos de fortuna
para aterrizajes y en sostenimientos y mejoras de los servicios auxiliares de la navegación aérea.
c) E n las subvenci(mes (pie el Consejo Superior de Aeronáutir.i
apruebe para las Cajas de propaganda aeronáutica de las Sociedade;
(|ue C(mstituyan la l'ederación .-Xeronáutica Nacional.
(1) E n las subvenciones y premios (¡ue se concedan por el Consejo
para los concursos, p r o p a g a n d a y turi.snio aéreo, etc., etc.
e) E n las subvenciones (|ue el C(msejo estime necesarias a ¡as
J u n t a s de aeropuertos para su construcción o para instalación de los
servicios auxiliares de la navegación aérea.
f) En las primas de construcción a las fábricas de material
aeronáutico, en las bonificaciones de interés (jue se acuerden en el
uso del crédito a e r o n á u t i c o , en la adípiisición de patentes y licen
cias para el desarrollo y nacionalización de la industria aeronáutica, en auxilios a las instituciones de carácter social para el personal navegante y en las demás sub\'enciones (pie el Consejo apruebe para fines aeronáuticos.
g) En los premios ([ue el Consejo acuerde C(mceder para concursos (jue tiendan a impulsar la técnica proyectista de a e r o n á u t i c i
y la construcción y ensayos de prototipos.
h ) E n las informaciones, estudios, in\estigaciones, ensayos y
pruebas experimentales (pie tiendan a fomentar el desarrollo de la
aeronáutica comercial o de turismo y a perfeccionar la fabricación
(le su material.
i) En los gastos de personal y material de la Caja.
.•\rt. 4." Los fondos de la Caja del Tráfico .-Xéreo no podrán
tener otro destino (jue el marcado en el artículo anterior, a no ser
|)(]r disposición especial del Gobierno.
Organisació:t
.-\rt. 5." La Caja dependerá dir(íctaniente del director general
de Na\'egación y T r a n s | ) o r t e s , \ é r e o s y vicepresidente del Consejo
Superior de .Aeronáutica, (piien t e n d r á además, en relación con la
oficina de Caja, las siguientes a t r i b u c i o n e s :
a) Ejercer la suiierior inspección de los servicios.
b) Presenciar los ar(|ueos cuando lo considere conveniente, dele.iiando en otro caso y disponer la celebración de arípieos e x t r a
ordinarios si lo juzga pertinente.
c) .Acordar los nombraniienlos del personal auxiliar de oficin:\.
(I) Disponer (pie a la oficina de la Caja se le entreguen cuantos
antecedentes estime necesarios para j u z g a r en cuaUpiier m o m e n ' o
de la situación de la Caja.
.•\rt. 6." La oficina de l.i Caja se o r g a n i z a r á con l:;s siguientes
agrupaci((nes de servicios : Tesorería, Contabilidad e Intervención.
El tesorero tendrá a su cargo todas las ol)eraciones de tesoreri;i,
custodiando los fondos y los talonarios de che(|ues de las cuentas
Cíjrrientes de los Bancos, extendien'lo éstos p:ira los pagos (p;e
l u y a n de efectuarse mediante ellos.
Cuidará de (pie se lleve con t(xla exactitud y sin ningún retrafo
el libro auxiliar de caja.
El contador establecerá el orden de la contabilidad, desígnándol 1
y hriciendo (lue se l l e \ e sin el n:enor retraso y de modo que en cual(piier instante pueda coiiipr(»barse la \er(la(lera situación de toda.i
1 s cuentas.
T o m a r á razón de tod(LS los documentos (pie produzcan derechos
y (il)ligaciones ¡lara la Caja, formulando los asientos (pie hayan de
figurar en los libros principales.
Conqiete al interventor, p(]r delegación del presidente del T r i b u
n :1 Supremo de la Hacienda piíblica, fiscalizar las operaciones
conforme a las n o r m a s del presente Reglamento.
.Además de los funcionarios mencionados, tendrá la Caja el peT
S(;n;d auxiliar necesario, describiéndose a cada servicio el (|ue s-,:
puntual desempeño requiera.
Ciisloíliii
y situación
de ¡os
fondos
.Art. 7." Los fondos se e n c o n t r a r á n en u n a de las situaciones
siguientes :
I." En el Banco de E s p a ñ a en una cuenta corriente a nombre de
" C a j a del Tráfico .Aéreo .Nacional".
2."
En cuenta corriente en alguna otra entidad bancaría, cuando
asi lo acuerde el vicepresidente, por ser C(mveniente para las neccsid (les del servicio, con el mismo titulo.
3.* En la caj;i de la Tesorería.
.Art. S." Todos los ingresos se efectuarán en metálico en la caja
de la Tesorería o bien mediante entregas en el Banco de P^spaña u
en sus sucursales o excepci(malinente en alguna entidad bancariri,
a falta de a((uella donde se tenga cuenta corriente ; |)ara su alxmo en
la misma, las entidades (pie lo efectúen remitirán a la oficina ic
Caja el resguardo definitivo entregado por el Banco para su canje,
por el (pie deberá librar la C:;ja.
.•\rt. y." La caja de Tesorería sólo c(mtendrá los fondos que. ,1
juicio del vicepresidente, sean necesarios p a r a las atenciones del
momento, y estará provista de dos llaves diferentes, que Címserva
rán en su p(Mler el contador y tesorero, como claveros de la misma, que serán los únicos resp(msal)les de su custodia.
El último dia hábil de cada mes se verificarán ar(pieos por los
claveros, í|ue levantarán acta por su resultado. Dichos anpieos sv
rán 1 resenciados por el vicepresidente o un delegado de él. por ci
inter^entor, (jue ;.utorizarán en acta, en unión de los claveros.
Ordenación
de
pagos
.Art. 10. La ordenación de los pagos corresponde al vicepresidente del Consejo Superior de -Aeronáutica, previo acuerdo por el
mismo, salvo en a(piellos (pie sean atenciones periódicas de personal
o material, (|ue po(lrán ser satisfechas sin acuerdo especial, en visia
(le sus justificantes.
Cuando las circun.stancias lo re(p-iieran podrá el vicepresidente
acordar la entrega de cantidades, a justificar en un plazo, que en
el iiropio acuerdo se determinará.
La preparación de los acuerdos para ordenación de pagos corresp(m(le a la oficina de la Caja, informando previamente a ¡a
resolución el interventor.
33
AEREA
De la forma
de verificar
los ingresos
y
Art. I I . Los ingresos que se efectúen directamente en la Caía
t e n d r á n lugar mediante mandamiento expedido i)or el vicepresidente.
en el que se expresará su cuantía y aplicación, figurando en el d>
cumento la t()ma de razóti del contador, el " i n t e r v e n i d o " del interventor y el " r e c i b í " del tesorero.
Dichos mandamientos serán mandamientos y t e n d r á n una partí'
destinada a resguardo del ingreso, que será igualmente autorizada
por el tesorero, interventor y contador, y se e n t r e g a r á al personal
(|ue lo verifi(|ue.
Mediante análogos documentos se formalizarán los ingresos efectuados en los Bancos p a r a abono en la cuenta corriente de la Caja
del Tráfico .^éreo Nacional, siendo preciso para ((ue se expedida
el correspondiente resguardo la presentación en las oficinas de la
Caja del definitivo de la suma ingresada, que se u n i r á al mandamiento.
Art. 12. Los pagos se realizarán materialmente por la Cajn,
cuando asi convenga, y en otro caso tendrán lugar mediante talones
contra las cuentas corrientes de la misma en los alíñeos, cuya
entrega al interesado significa p a r a la Caja el pago de la obligación
contraída.
En cual<|uiera de los casos procederá a la entrega material de los
fondos o del talón de cuenta corriente el mandamiento de pa.^o
expedido por el vicepresidente. Dichos mandamientos e x p r e s a r á n l.i
cuentia y aplicación del pago y en la forma <|ue h a b r á de efec
t u a r s e ; figuran en él la toma de razón del contador, el "interven i d o " del interventor y el " r e c i b í " de la persona o entidad a cuyo
nombre vaya expedido, (|ue en el caso de que el pago se efectúe en
un talón de cuenta corriente deberá hncer cimstar esta c i r c u n s t a n cia, con el número tlel talón y Banco.
Los talones de cuentas corrientes se a u t o r i z a r á n por el ordena
dor de pagos, el tesorero y el interventor.
El perceptor acreditará .su personalidad a satisfacción del test •
rero. con las garantías (jue haya establecido la oficina de Caja.
.Art. 13. P a r a proveer de efectivo metálico a la Caja se exiio
dirá la orden a favor del tesorero, el cual, una vez hecho efectivo
el cheque en la c u e n t a corriente respectiva, verificará el ingres.i
de la misma suma y en el mismo día en la mencionada Caja. El
resguardo de este ingreso será el justificante i|ue se una a la orden
de salida de fondos de la cuenta corriente.
.•\rt. 14. P a r a el traslado de los fondos de la caja de metálico
a cuahiujera de las cuentas corrientes se e x t e n d e r á la orden *lf
salida a favor del tesorero, (juien cuidará de hacer el ingreso en e'
mismo (lia y lo justificará con el oportuno resguardo de entrega, que
se u n i r á a la referida orden.
De la
COMISIONES
pat/os
contabilidad
. \ r t . 15. La contabilidad de la Caja del Tráficct .-Xéreo Xacion-d
se llevarán por el sistema de partida doble, con arreglo a las prácticas mercantiles.
.\r\. 16. Mensualmente se h a r á el balance ordinario y ndenias
potlrá hacer en todo momento los balances extraordinarios <iue ordene el vicepresidente.
Será obligatorio hacer cuando cesen en sus cargos el vicepresidente, el interventor, el ctmtador o el tesorero o cuando cual(|uier.i
de los referidos funcionarios sean transitoriamente sustituidos por
caso de ausencia o enfennedad las funciimes (|ue a cada uno de
éstos se refieran,
Art. 17. Siempre (|ue se hagan balances se ctmiprobarán los saldos de las cuentas corrientes de los Bancos y cuantas veces sea
preciso por el documento de conformidad facilitado por el estable
cimiento.
Art. iX. Mensualmente se formará im resumen de ingresos v
pagos, en el (|ue se consignarán como pago las existtncias en 1
caja en metálico y en las (|ue resulten en las cuentas corrientes,
m á s t o d o s los ingresos habidos por grupos de coiiceptos; en '
D a t a se especificarán por las .Agrupaciones o motivos de gastos
d u r a n t e el mes todas las sumas i n v e r t i d a s ; la diferencia r e p r e s e n t a r á
el saldo en fin de cada mes.
.•\rt. i<). .\1 t e r m i n a r el ai'io se redactará un balance general.
(|ue después de aprobado por el Ccmsejo Superior de .Aeronáulic.i
se remitirá directamente al Tribunal Supremo de la Hacienda pú
blica, a c o m p a ñ a d o de los desarrollos y estados c|ue sean necesario.-;
para juzgar debidamente la situación (|ue refleje.
Madrid, 17 de junio de 1929. . \ p r o b a d o por S. M.—Miguel Primo
de Rivera y Orbancja.
Real decreto-ley de 17 de junio de 1929. (Gaceta del iK. págin a s 1.612 a 1.614,)
Disi)one ([ue los tenientes de navio especialistas de .Aeronáutica
D. Manuel de la Sierra y Bustamante y D. Joaquín Arbolí e H i dalgo se trasladen, por un plazo de diez días, a Sesto Calende (Italia), con objeto de asistir a las pruebas del hidroavión " S a v o i a 6 2 "
que en dicha localidad, y por la Societá Idrovolantí Alta Italia, se
construye para la Marina.
Real orden de 3 de j u n i o de 1929. ( " D . O . " núm. 122.)
Como resultado de expediente pnmiovido por invitación hecha
por D. Ignacio F ú s t e r Otero para cpie una Comisión de Marina
visite las fábricas (|ue su representada, la Casa Vickers (.-Vviation)
Limited, posee en Weybridge y Southampton ( I n g l a t e r r a ) . S. M. el
Rey (c|. D. g.), de acuerdo con la Dirección general de .-Xeronáuii
ca y Sección de Intendencia, ha tenido a bien disponer (jue el contraalmirante director general de .Aerimáutica. D. J u a n Cervera y
Valderrama, capitán de fragata de la Dirección citada D. Pablo
H e r m i d a Seselle y capitán de corbeta, director de la Escuela de
.Aeronáutica. D. Manuel de Klórez y Martínez de Vitoria, se t r a s laden a dichos pimt(>s en C(ímisión,
Real orden (le 24 de junio de 1929, ( " D . O . " núm. 138.)
Disp(me (|ue el capitán de corbeta D. J u a n Montis Villalonga y
el teniente de navio D. .Antonio Núñez Rodríguez, después de obtener el título de ingenieros de construcciimes ;:eronáuticas, .^e
trasladen, por u n a duración de unos dos meses, en comisión del
servicio, a Inglaterra, .Alemania e Italia, para efectuar prácticas
en varias fábricas de material a e n m á u t i c o , con arreglo a instrucciones (|ue se les dará.
Real orden de 24 de junio de 1929. ( " D . O . " núm. 13X.)
S. M. el Rey (q. D. g.) se ha dignado disponer que los tenientes
de navio, especialistas de .Aeronáutica, D, Manuel de la Sierra
y Bustamante y D. Joaquín .Arbolí e Hidalgo se trasladen, por un
plazo de diez días, a Sesto Calende (Italia), con objeto de asistir
a las pruebas del hidroavión " S a v o i a 6 2 " , que en dicha localidad,
y por la Societá Idrovolantí Alta Italia, se c<mstruye para 11
Marina,
Real orden de 3 de junio de 1929. [Gaceta del día 5, pág. 1.375.)
CRÉDITOS
Se concede un crédito de 48.903,75 pesetas para obras de reparación y entretenimiento de ai)aratos y motores.
Real orden de 2 - de mayo de 1929. ( " D . O . " núm. iiH.)
ídem de 48.960 pesetas p a r a ad(|uisición de repuestos p a r a motores ".-\sso" 200.
Real orden de 3 de junio de 1929. ( " D . O . " núm. 122.)
ídem de 49-937.75 pesetas para reparación y entretenimiento de
aparatos y motores d u r a n t e la segunda (|uincena de este mes.
Real orden de 3 de junio de 1929. ( " D . O . " núm. 131.)
ídem de 11.500 pesetas p a r a ad(|uirir de la casa C h a v a r a y Churruca diez r.idiadores para aparatos " M a r t i n s y d e " .
Real orden de 10 de junio de 1929. ( " D . O . " n ú m . 131.)
ídem de 11.866,28
para el han,«ar (|ue ha
ner y de camino para
Real orden de 17 de
pesetas para la cimstrucción de pavimento
de instalarse en el polígono de tiro naval Jaai>aratos.
j u n i o de 1929. ( " O . O . " núm. 136.)
Ídem de 8.280 pesetas para dotar de servicio contra incendios a
los talleres y edificios del muelle del contradiíjue del puerto de
Barcelona, pertenecientes a la Aeronáutica.
Real orden de 17 de j u n i o de 1929. ( " D . O . " núm. 136.)
ídem de 8.512 pesetas para la ad(|uisíción de un automóvil " F o r d "
con destino a la base aeronaval dpi M a r Menor.
Real orden de 17 <le junio de 1929. ( " D . O . " núm. 138.)
NOMBRAMIENTOS
Nombra profesor de radiotelecomunicación de aipiel Centro docente al alférez de navio, observador, D. ]osS P i u r y Q u e s i d a , ,1
partir del 25 <Ie dicho mes, en relevo del oficial que desempeñaba
este cargo, teniente de navio D. Jesús I"(mtán Lobé, ¡(ue pa.só a
otro destino.
Real orden de 3 de junio de 1929. ( " D . O . " núm. 122.)
Ncmibra alumno mecánico en vuelo al m a r i n e r o de segunda
la Escuela de .Aeronáutica Naval Julio Gimeno Peribáñez.
Real orden de 17 de j u n i o de 1929. ( " D . O . " núm. 134.)
Aeronáutica
Naval
AUTORIZACIONES
Autoriza al ministro de M a r i n a para Címcertar ^on la Sociedad
anónima Construcciones .\cr<máuticas la ad(|uísición de seis hidroaviones " O o r n i e r - W a l l " para atenciot.es de la .Aeronáutica Xaval, dentro del limite de un millón novecientas ochenta mil pesetas.
Real decreto de 5 de junio de 1929. ( " D . O . " núra. 124.)
de
Nombra al teniente de navio, aviador naval. D, J o s é Galán Guerra para asesorar los acuerdos de la J u n t a del aeropuerto de Irún
Real orden de 24 de junio de 1929. ( " D . O . " núm, 141.)
OBRAS
Promoviendo expediente para habilitar el campo de aterrizaje de
la base aeronaval del Mar Menor, proveyéndole de la hierba necesaria p a r a su m a s conveniente servicio, bajo la dirección del ingeniero de Montes D. Ezequiel González Vázquez, al que se refie-
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35
AEREA
re la Real orden de 19 de abril último ( " D . O . " núm. 90). Su
Majestad el Key (<|. D. g.). de acuerdo con la Dirección gener il
de Aeronáutica. Sección de Intendencia e Intervención Central, se
ha dignado disponer;
i.° La constitución de u n a J u n t a compuesta por el jefe de Ii
base r^eronaval ci»ino presicfente, y v'ocales el ingeniero referido y
oficial de Contaduría e Intervención de dicho centro, con el .*in
expuesto.
2." Kl otorgamiento, como subvención para atender a gastos de
material y personr^l. de un crédito de 50.000 pesetas, con cariío
al concepto de .\eronáutica, del capitulo y artículo únicos del presupuesto extraordinario, (pie será librado a la orden de la J u n t a
para sufragar sus obligaciones, 1 ,s cuales deben relacionarse en lo
posible, siendo una de ellas el pago de gr;itificación y dietas reco
nocidas al ingeniero.
3." La rendición trimestral por la J u n t a de u n a cuenta de cargo
y data j u s t i f i c d i en la forma prevista para las de fondo económico, ((ue enviará a este Ministerio para su comprobación, acompañada de una Memoria e i donde conste la gestión de la J u n t a , t r a bajos hechos, sus residtados y p.rocedimientos seguitlos p a r a compra de material. ; 1 objeto de tener los elementos precisas p a r a
j u z g a r de su más eficaz gestión.
Cuando la esc.sez de ftmdos disponibles justifiquen nuevas concesiones lo h a r á asi presente : y
4." Que este proced'ui'ento de sub\ención cese desde el momento
(|ue se haya llegado a b. finalidad de tener el c^.mpo en las condiciones propuestas.
Real orden de 2^ de mayo de 1929. ( " D . O . " núm. iiS.)
Aeronáutica Militar
.\SCENSOS
Excmo. S r . ; Vista la instancia promovida por el sargento de
Ingenieros, piloto militar de aeroplano, con destino en el Servicio
de .aviación. Eugenio Pérez Sánchez, en súplica de que se le conceda el empleo de suboficial, por creerse comprendido en los articu
los 8." y 16 del Reglamento de pilotos de tropa, aprobado por
Real orden circular de 11 de febrero de IQ21 (C. L. núm. 5 8 ) ; teniendo en cuenta (|ue dicho sargent.i fué n o m b r a d o alunmo d»-l
curso de pilotos c<m |)osterioridad a la publicación del vigente
Reglamento de .aeronáutica, aprobado por Real decreto de 13 de
julio de 1926 (C. L. núm. 251), el Rey (q. D. g.). de acuerdo con
lo informado por el Consejo Supremo del Ejército y Marina, se ha
servido <lesestimar la petición del recurrente por carecer de derecho
a lo tpie solicita, y dis])oner se regulen sus asensos con sujeción a
lo prevenido en los artículos iS y 19 de dicho Real decreto. E s
asimismo la voluntad de S. M. que esta resolución se aplique a
todos los (|Ue se encuentren en igual caso que el solicitante.
Real orden de 7 de junio de 1929. ( " D . Ó . " n ú m . 124.)
Cl'RSO DE OFICI.M.ES .\VI.\DORES
El Rey (i|. O. g.) se ha servido disponer se anuncie un curso
de oficiales aviadores. C(m arreglo al .articulo 17 del Reglamento orgánico de .Xeronáutica Militar, aprobado por Real decreto de i •?
de julio de 1926 (C. L. núm. 251) y a las instrucciones s i g u i e n t e s :
1." El número de plazas a cubrir será 40.
2.° Las pruebas de oposiciones para este concurso se celebrarán
en C u a t r o Vientos, a partir del día 30 de noviembre p r ó x i m o ; en
ellas podrán t o m a r parte todos los oficiales de Estado Mavor. I n fantería, Caballería, .\rtillería e Ingenieros (|ue no habiendo cumplido veintisiete a r o s de edad en fin del ai'io actual lo .soliciten c o l
anterioridad al 30 de octubre, dirigiendo sus instancias a los capitanes generales o jefe de la circunscripción militar respectiva,
por conducto regrilar. acompañadas de certificado de sus servicios
V ci.nceptuación. extractando la séptima subdivisión y copia de 1.a
hoja de hechos, a más de los certificados y documentos personales
une e r e n convenientes para acreditar aptitudes especiales (¡ue pudieran tener.
3." Dichas autorid"des ordenarán el reconocimiento previo que
disnone la Real orden de 4 de febrero de 1920 ( " D . O . " núm. 2S).
y si resulta éste favorable, remitirán !as instancias al jefe superior
de .Xeronáutica. en la inteligencia de (|ue las (|ue no tengan entrada
en dicha Jefatura hasta el día .s de noviembre se ccmsiderarán com.i
no recibidas. Por la Jefatura Superior de .Xeronáutica se n o m b r a r á
una J u n t a de jefes que estudie las hojas de hechos de los aspirantes y proponga los (pie hayan de ser admitidos para efectuar los
ejercicios, l ' n a vez verificado, el jefe superior de la misma interesa•"á de a(|uellas autoridades la present"ción en Cuatro Vientos, en
las fechas oportiuias. de los t|ue hay.an de efectuar los ejercicios.
haciendo los viajes por cuenta del Estado.
Los (|ue fueren ncmibrados alumnos tendrán derecho a las dietas
reglamentarias desde el día en cpie salieron de sus Cuerpos h a s t a
^1 <le su regreso al mismo, u n a vez efectuados los exámenes.
Terminados los ejercicios regresarán a sus Cuerpos en espera
del resultado ilel concurso.
4."
El reconocimiento médico definitivo a (|Ue h a b r á n de someterse los asjiirantes se efectuará ante un Tribimal médico del Ser
\ ICIO de .aviación, y consistirá en lo que determina la antes citada
Real orden de 4 de febrero de 1920.
.•X continuación del reconocimiento médico se efectuarán las
pruebas de cultura física que determina la Real orden de 3 de oc
tubre de 1927 ( " D . O . " núm. 221). y que son las siguientes;
a) E l e v a r desde el suelo con ambas manos hasta la vertical
por encima de la cabeza, con los brazos extendidos, u n a pesa de
gimnasia de 35 kilos de peso.
b) Efectuar sobre terreno llano una carrera de 500 metros en
el tiempo máximo de minuto y medio.
c) Efectuar sobre terreno llano una c a r r e r a de un kilómetro dr
longitud en el tiempo máximo de cuatro minutos.
Los aspirantes que de primera intención dejaran de efectuar alguna de ellas podrán intentarla de nuevo, por otra sola vez, en el
momento que se les ordene,
5." El examen teórico (jue. en unión del resultado del reconocimiento médico, ha de servir de base para la selección de los opotores consistirá en los ejercicios siguientes;
I." ITna Tirueha psicométrica referente a los cometidos propios
de la .•Xví-ción Militar.
2." U n a prueba de dibujo topográfico consistente en el dibujo
a una sola tinta de un relieve montado en plataforma giratoria, observado oblicuamente, y que dará dos vueltas. Duración del ejercicio : (luince minutos.
3." O t r a prueba de dibujo reconstructivo consistente en el trazado de im cierto aspecto (t de la planta y alzado de un objeto sencillo, del que se darán varias fotografías. Duración del ejercicio ;
media hora.
4." Prueba de topografía y lectura de planos, dándose p.ara ello
un pHno a e s c l a i : 50.000. de cuyo terreno debe hacerse una
descripción y dibujar someramente el panorama (|ue representaría
desde cierto punto de vista. Duración de la primera parle del ejercicio n-"'n^e " u n u t o s . y la se*?unda. una hora.
í " Kíerí'icio de memori'- ret.entiva.—Contemplación duranlí*
c'*ico "i-nMtos de un plano o relieve, sobre el (lue se siti'ien troti'^s
f'e'<''"ido h-'cer una descripción gráfica o por escrito en menos de
q\'ince minutos. Este ejercicio puede íimpliarse o sustituirse por la
contemplación de u n trozo de película cinematográfica de a s u n t o "
a e r o n á u t i c o s o militares.
6.* Ejercicio de cultura militar.—Resolver en menos de ima hor.a
im sencillo problema táctico, cuya solución acredite el conocimien
to de la táctica de las tres . \ r m a s . y reglamentos prácticos de obligatorio conocimiento en la extensión con que se estudia en las
Academias militares.
7.** U n ejercicio de cultura general.—Resolver en menos de una
hora im problema de mecánica o física, o contestar a una pregunta de Geografía o Historia con extensión de los textos de las citadas .\cademias.
8," Idiomas.—Traducción y comeníarios de im p á r r a f o profesional escrito en francés y en los idiomas e x t r a n j e r o s que solicite
cada opositor. Duración del ejercicÍ4>: quince minutos p a r a c a d i
idioma.
9." Tema libre (voluntario).—.Xciuellos oficiales que desearan
d e m o s t r a r especial competencia en ,dgún a s u n t o militar o técnico
relacionados con la .Xviación Militar, podrán solicitar examen, que
tendrá lugar ante Tribunal designado especialmente, en ca.so de
considerarse el tema interesante.
6." P a r a los efectos de calificación se c o n s e r v a r á el anónimo
m á s absoluto.
Todos estos ejercicios serán calificados por puntos, y la Junt.i
calificadora determin rá el coeficiente (^ue ha de darse a la puntuación numérica de cada ejercicio y la modificación que h a b r á n de
introducir en ella los servicios de campaña o méritos especiales
de cada oficial, calificándose en definitiva los examinados por e!
orden de conceptuación (pie así resulten, y proponiendo para su
nombramiento de Real orden como alumnos de la Escuela de Observadores de Aviación a los cuarenta n e j o r cimceptuados, a condición de satisfacerse para el número de los ipie ingresen de cada
A r m a los límites de proporcionalidad s i g u i e n t e s :
Del 76 por 100 al 26 para el .Xrma de Infantería.
Del 24 por loo al 6 para el .Xrma de Caballería.
Del 52 por 100 al 13 para el .'Xrma de .Xrtilleria.
Del 20 por 100 al 5 para el Cuerpo de Ingenieros.
7." La J e f a t u r a Superior de .-Xeronáutica podrá disponer, en
cuali|uier tiempo, (pie sean dados de baja en la Escuela y sé incorporen a los Cuerpos de su procedencia, los alumnos que por
cuaUpiier razón no deban continuar el curso, en la inteligencia que.
dada la índole especial de los servicios aéreos, su baja no i m n l i c
el menor desdoro para el oficial (|ue habiendo demostrado el buen
deseo de pertenecer a ellos no logre sus asniraciones.
Real orden de 31 de mayo de 1929. ( " D . O . " n ú m . 1 1 7 )
CIRSOS
DE
AEROSTACIÓN-
P a r a aprovechar Kis ejercicios (pie tienen lugar en el c a n u . a m e r to de Car.abanchel, c<m motivo del curso de información .-'rtillera. el
Rey ((|. D. g.) ha tenido a bien disponer ipie el curso de .Xen'istación para ofici->les aviadores dispuesto por Real orden circular d2 de mayo último ( " D . O . " n ú m . 97). que debía t e r m i n a r el 15 de'
actual, se prorrogue hasta el 5 de juiío nróximo.
Real orden de 12 de junio de 1929. ( " D . O . " núm. 12S.)
OBRAS
E N MKI.II.I.A.—Por Real orden de 31 de mayo de 1929 ( D . O. n ú mero ii.s) se aprueba la ejecución del proyecto de panteón para
Aviación Militar en Melilla, cuyas obras importan 49.960 pesetas.
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E N El. Af;RODROMO DK H E R R A I Z ( M E L I L L A ) . — P o r Real orden de
31 de mayo de 1929 ( " D . O . " n ú m . 118) se aprueba la ejecución
de las obras correspondientes al proyecto de edificio para grupo
electrógeno y baterías en dicho aeródromo, cuyo iniporte asciendo
a 21.500 pesetas.
E N G K T A F K . — P o r Real orden de 3 de junio de 1929 ( O . O. número 120) se aprueba la ejecución de las obras corresp<mdieni<íS
al proyecto de un hangar de 94 por 22 metros en dicho aeródromo, cuyo importe asciende a 243.400 pesetas.
desde Sevilla a las Reptiblicas del S u r y Centro-.Vniérica h a n realizado ctm brillantez excepcional y singular acierto tripulando el
avión "Jesiis del Gran Poder", acreditando con tan gloriosa hazaña
su sobresaliente pericia técnica y s u valor personal y p o r considerar hecho t a n significado comprendido en el articulo i." del
Reglamento de la referida condecoración, aprobado por Real decrrjto de 14 de abril d e 1926.
Real orden de 10 de junio de 1929. ("D. O . " n ú m . 125.)
PILOTOS
EN
EL AERÓDROMO UE S A I N A
REMEI. C T E T L Á N ) . — P o r
Real
orden
de 13 j u n i o de 1929 ( " D . O . " n ú m . 129) se aprueba la ejecución
de las obras corresptmdientes al presupuesto de ornamentación e.\terior de los edificios del aeródromo dicho, cuyo importe asciende
a 24.000 pesetas.
RECOMPENS.'XS
M1LIT.\RES
Excmo. S r . : El Rey (q. \). g.) h a tenido a bien nombrar pilotos
militares de aeroplano, con la antigüedad (pie a cada uno se consigna, a los oficiales del Servicio de \ v i a c i ó n (pie figuran en la siguiente relación, (|ue da principio con el capitán de Caballería d o n
.Mejandro Manzo de Zúñiga y termina ctm el teniente de I n f a n t e ría ü . Manuel Bazán Buitrago. que h a n terminado con aprovechamiento el curso correspondiente en la Escuela de Clasificación.
Real orden de 4 de j u n i o de 1929. ( " D . O." n ú m . 121.)
Por Real orden <le 5 de junio de 1929 ( " D . O . " n ú m . I 2 0 se
concede la medalla de Sufrimientos por la I'atria al capitán de
Infantería, oficial aviador, D . J o a q u í n T a s s o Izíiuierdo, herido
grave en accidente de aviación en el aeródromo de Cuatro Vientos
el 13 de j u n i o de 192S.
El jefe superior de l a s fuerzas ¡nilitares de Marruecos, en uso
de las atribuciíines <iue le confieren el articulo 3." del Reglamento provisional de la Medalla Militar de 12 de marzo de 1920
( " D . O . " n ú m . 50) y el 52 del Reglamento de Recompensas en tiempo de guerra, aprobado por Real decreto de 11 de abril de 19.'5
("C. L . " n ú m . 93), dio cuenta de h.iber concedido la Medalla Militar al capitán de .\rtilleria, piloto (hoy comandante), U. Ricardo
Bellod Keller, por su brillante actuación como ])iloto experto y valeroso en 144 vuelos de reconocimiento, bombardeo y aprovisionamiento de posiciones y apoyo de columnas (jue realizó, permaneciendo sobre territorio enemigo doscientas treinta horas t r e i n t a y u n
minutos, distinguiéndose siempre, no sólo por su arrojo personal,
sino por s u s grandes aptitudes para el mando, y m u y especialmente
en el de u n a de las escu.adrillas Rolls ijue vinieron desde la zona
oriental a la occidental en septiembre de 1924, por el levantamieiii.)
de las cabilas de esta última zona, y cjue sobresalieron notablemente en los aprovisit)namientcis de pt)siciones y apoyo de columnas (pie
con decisión y a r r o j o se efectuanm, volando a escasa altura, para
la mayor eficacia del servicio, n o obstante el intenso tiroteo del
enemigo, (|ue causó en el persimal volante del expresado grupo nu
merosas bajas. E n su vista, el Rey (q. D. g.), por resolución fecha
de hoy, se h a servido confirmar la referida concesión, por estimar
que los hechos señalados anteriormente se encuentran com])rendidos en el artículo i." del citado Reglamento provisional de la Medalla Militar y en el p á r r a f o primero del articulo 25 del v i g e n ' e
Reglamento de Recompensas en tiempo de guerra.
Real orden de 10 de j u n i o de 1929. ( " D . O . " n ú m . 125.)
REI.AIION QUE SE CITA
Capitán de Caballería D. .Mejandro Manso de Zúñiga. 22 de
marzo de 1929.
Capitán de I n f a n t e r í a D. José Ruiz Casaux. 22 de marzo de 1929.
Otro, D. Ramiro Molina Sol, 22 de marzo de 1929.
Teniente de I n f a n t e r í a D. Manuel l ' g a r t e Ruiz, 22 de marzo de 1929.
Otro, D, Manritiue Montero Mera, 22 de marzo d e 1929.
Teniente de Ingenieros D. .Andrés Pitarch Ruiz, 22 de m a r
zo de 1929.
T e n i e n t e de I n f a n t e r í a 1). Enri(|ue Jiménez Benhamou. 22 de
marzo de 1929.
Otro, D. . \ n t o n i o Melendreras Sierra, 22 de marzo de 1929.
Teniente de Caballería D. F r a n c i s c o .Mcalá, de Madrid, 22 de
marzo de 1929.
Otro. D. Joaquín Collar Serra, 22 de marzo de 1929.
Otro. D. César León Martínez, 22 d e m a r z o d e 1929.
T e n i e n t e de Ingenieros D. Santiago Sampil y F e r n á n d e z de la
Grada, 22 de marzo de 1929.
Otro, D. Luis Calderón Gaztelu, 22 de marzo de 1929.
Teniente de Caballería D. Carlos Pombo Somoza, 22 de marzo de 1929.
Capitán de I n f a n t e r í a D. Ramón Esc;irio y X ú ñ e z del Pino. 8 de
mayo de 1929.
Capitán de Caballería D. F^ederico BelIod Keller, 16 de mayo
de 1929.
Teniente de Infantería 1). Manuel Bazán Buitrago, 13 de mayo de 1929.
Madrid, 4 de junio de 1929,—Ardaiia:.
PL.\XTILL.\S
El Rey (([. D, g.), por resolución fecha de hoy, h a tenido a bien
conceder la Medalla . \ é r e a al capitán de I n f a n t e r í a D . Ignacio J i ménez M a r t í n y capitán de Ingenieros D. Francisco Iglesias Brage,
por el extraordinario mérito alcanzado en el notable vuelo (pie
Por Real orden de 10 de junio de 1929 ( " D . O " n ú m . 126) se
dispone que la planlilla del Servicio de .Aviación en .-Xfrica sea la
(lue se indica en el adjunto e s t a d o ;
TROPA
SE CUÍLQUIEH imk o CUERPO
Jefes, oficiales y asimilados
ESPECIALISTAS
Mecánicos
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•—r. ^ - a í>
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82
Jefatura y servicios generales
105
Un grupo (circunscripciones Melilla y Rif)
Un Ídem (circunscripciones Ceuta-Tetuán y Larache)
105
Un ídem de hidroaviones (Atalayan)
13tí
Escuadrilla de Cabo Juby
92
TOTAL
34
520
(1) Uno de categoría aeronáutica.—(2) Ocho coriespondicntes a catCRoria aeronáutica.- (3) Cuatro de categoría aeronáutica.
NOTAS.—1.* Los señalados con asteriscos serán de categoría oeíonáutica.—2.* Formarán parte de esta plantilla cinco capitanes n édícos y un capellán
primero. 3.* El personal de tropa para servicios radiotelegráficos que se precise será destacado de Ici que integran la plantilla de estos servicios en la Península.
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