Evolución geológica de la Cordillera Bética

ITINF.RARTO
GROT.ÓGTCO DE LA CORDILLERA
BÉTICA
Figura 14. Mapa estructural del extremooriental. de la Cordillera Bética mostrando
la localización de los afloramientos volcánicos y las principales fallas activas
durante el Neógeno (segúnOTT d'ESTEVOU y MONTENAT, 1990).
Evolución geológica de la Cordillera Bética
Los diversos investigadores muestran cierto acuerdo sobre la evolución
geológica de la Cordillera durante el Mesozoico, sin embargo, su evolución más
reciente es mucho más controvertida. A continuación se expone un breve resumen sobre su evolución geológica desde el Mesozoico hasta la actualidad.
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A principios del Triásico el Macizo Ibérico se localizaba en las inmediaciones del Norte de África. La apertura del Océano Atlántico produjo el desplazamiento relativo de África e Iberia (Iberia hacia el Oeste) a lo largo de
una falla transcurrente (o varias) que constituiría el límite de placas entre
África e Iberia. En el Mediterráneo occidental, se inició un periodo distensivo que originó una amplia plataforma continental que fue rompiéndose a
partir del Jurásico, creando sectores elevados y otros subsidentes.
Durante el Jurásico medio y el Cretácico inferior este proceso distensivo
llegó a formar corteza oceánica: la cuenca Ligur (Boillot et al., 1984). En las
Zonas Internas, en los complejos Alpujárride y Nevado-Filábride, se formaron materiales volcánicos y subvolcánicos, aunque se discute si son manifestaciones de una corteza continental adelgazada o de corteza oceánica.
En el mismo periodo de "rifting", en las Zonas Externas también extruyeron
importantes cantidades de materiales volcánicos.
En el Cretácico se produjo la apertura del Golfo de Vizcaya con la consiguiente rotación (unos 30Qen sentido antihorario) y traslación de Iberia. En
estos momentos cesó el movimiento relativo entre África e Iberia.
Paralelamente a la apertura del Golfo de Vizcaya, en el Mediterráneo occidental se inició un proceso de subducción que afectó principalmente a las
Zonas Internas. Comenzaron las primeras deformaciones ligadas a la orogenia alpina y, según algunos autores, en este momento actuaron los primeros mantos de corrimiento. Todas estas deformaciones, que en la
Cordillera Bética se iniciaron en el Cretácico superior, continuaron hasta el
Oligoceno. Durante el Eoceno y parte del Oligoceno, este proceso de subducción evolucionó a una situación geodinámica de colisión.
El aspecto actual de la Cordillera Bética, y su estructuración como un
orógeno s.s. se ha producido durante el Neógeno y Cuaternario debido a la
interrelación entre las placas africana y euroasiática (figuras 15 y 16). La
coexistencia de rasgos extensivos y compresivos durante los últimos 25
M.a. complica la interpretación geodinámica de la región. Actualmente no
existe un total acuerdo entre los diferentes grupos de investigación, por lo
que existen varias hipótesis sobre la evolución geodinámica reciente de la
Cordillera.
Principales hipótesis propuestas
Hasta el momento la hipótesis más extendida relaciona la estructuración
principal de la Cordillera con el desplazamiento hacia el Oeste de la "microplaca" o bloque de Alborán (constituida por las Zonas Internas bético-rifeñas)
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Figura 17. Reconstrucciones paleogeográfica y palinspástica de los dominios
alpinos del Mediterráneo occidental durante el Mioceno (según MARTÍN
ALGARRA, 1987,.SANZ DE GAWEANO, 1990).
que colisionó con los márgenes de Iberia y África (Andrieux et al., 1971;
Sanz de Galdeano y Vera, 1991, entre otros) (figura 17). Esta colisión tuvo
lugar durante el final del Paleógeno e inicio del Neógeno. En el orógeno bético se produjeron grandes pliegues y cabalgamientos vergentes generalmente hacia el Norte, así como grandes fallas transpresivas (Sanz de
Galdeano y Vera, 1992).
Otro rasgo tectónico observado en la Cordillera es la existencia de
importantes despegues extensionales de origen gravitacional en las Zonas
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INTRODUCCIÓN
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Figura 18. A. Modelo evolutivo del Mar de Alborán (según WEIJERMARS, 1985).
B. Evolución geodinámica extensional de la Cordillera Bética durante el Neógeno
(según DOBLAS y OYARZUN, 1989). Leyenda: l. Cuencas sedimentarias; 2.
Peridotitas; 3. Complejo metamórfico Nevado-Filábride,' 4. Volcanismoneógeno; 5.
Fallas de despegue; 6. Superficies de despegue; 7. Elevación cortical; 8. Manto
superior,' NF. Nevado-Filábride,' CA. Cartagena-Almería; B-B. Beni-Boussera,'R.
Ronda: TC. TénesCherchel.
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Internas con el consiguiente adelgazamiento cortical (Aldaya et al., 1984;
Platt y Vissers, 1989; Balanyá, 1991; García Dueñas y Balanyá, 1991, etc.).
Este hecho es utilizado por varios autores para defender un modelo geodinámico reciente de la Cordillera controlado por la existencia de deslizamientos gravitacionales de segmentos corticales en las Zonas Internas
(Weijermars, 1985; Doblas y Oyarzun, 1989; Platt y Vissers, 1989, entre
otros) (figura 18).
Finalmente, algunos autores defienden la existencia de una subducción
de la placa africana bajo la placa europea (Araña y Vegas, 1974; Megías,
1982; etc.) (figura 19). Este modelo explica, entre otros hechos, el volcanismo del Sureste peninsular y la sismicidad profunda e intermedia registrada
en la Cordillera Bética. Pero sus detractores le acusan de no resolver los
importantes movimientos direccionales que se observan tanto en el Rif
como en el orógeno Bético.
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Zonas
Zonas
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Externas
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Figura 19. Sección esquemática de la litosiera en la región Ibero-Magrebí
mostrandoel proceso de subducción incipiente (según VEGAS, 1991).
31
INTRODUCCIÓN
Figura 20. Fotografía aérea de los badlands del Desierto de Tabernas(Almería).
Cualquier relieve terrestre, incluido el de la Cordillera Bética, está controlado por tres factores fundamentales: estructura, litología y clima. La
Cordillera Bética es un orógeno joven y, por tanto, el principal factor que controla la orografía es el estructural. Como se ha comentado con anterioridad,
se pueden diferenciar varios dominios principales: Zonas Externas, Zonas
Internas, Complejo del Campo de Gibraltar y Cuencas NeógenoCuaternarias. También influye a una escala más local el controllitológico del
relieve, especialmente por procesos de erosión diferencial. Finalmente, desde un punto de vista climático el río Guadalquivir constituye una línea divisoria entre un sector septentrional, con gran desarrollo de la vegetación
(mayor protección del suelo) y menor erosión, y un sector meridional, donde el escaso desarrollo de la cobertera vegetal permite un aumento de los
procesos erosivos. Un ejemplo de la influencia climática en el relieve se produce en el Sureste de la Cordillera (provincias de Almería y Granada), donde las condiciones extremas de aridez provocan unas elevadas tasas de
erosión que dan lugar a paisajes típicos de badlands como los del Paraje
Natural del Desierto de Tabernas (figura 20).
Esta variabilidad geológica es la responsable de la enorme riqueza paisajística que presenta la región. A continuación vamos a analizar el relieve
de la Cordillera en cada uno de sus dominios, incluido el borde meridional
del Macizo Ibérico.
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Macizo Ibérico (Hercínico o Hespérico)
En la parte septentrional de Andalucía, ocupada principalmente por
Sierra Morena, afloran los materiales más profundos del antiguo orógeno
hercínico: rocas metamórficas (pizarras, cuarcitas) y plutónicas (granitos).
La escasa actividad tectónica de la región, da lugar a una orografía con
escasas formas escarpadas. Sólamente en áreas donde existe un fuerte
contraste litológico como en el Parque Natural de Despeñaperros, entre
cuarcitas muy resistentes a la erosión y pizarras, los procesos de erosión
diferencial, ayudados por un buzamiento vertical de las cuarcitas, da lugar a
un paisaje abrupto muy característico que en el sector del Desfiladero de
Despeñaperros se conoce como "Los Órganos". Además, en todos los puntos donde afloran masas graníticas, los procesos de meteorización de estas
rocas producen un paisaje muy característico de rocas caballeras.
Coberteratabular
En el sector centro-oriental de la Cordillera, sobre los materiales del
Macizo Ibérico se apoyan discordante mente materiales sedimentarios detríticos con una coloración rojiza muy característica de edad Triásico. A estos
materiales se les denomina cobertera tabular porque presentan una disposición horizontal o un buzamiento muy suave hacia el Sur. Este área está
caracterizada por un relieve muy plano (figura 21).
Figura 21. Relieve constituido por arcillas y areniscasde color rojizo (Triásico) con
estratificación subhorizontal queforman la denominadacobertera tabular (Alcaráz,
Albacete).
33
INTRODUCCIÓN
Cuenca del Guadalquivir
Sobre los materiales de la cobertera tabular y en ocasiones directamente sobre materiales del Macizo Ibérico, se sitúan los sedimentos marinos y
continentales que rellenan la Cuenca del Guadalquivir. Durante varios millones de años esta cuenca ha sido un sector subsidente situado entre el
Macizo Ibérico (antepaís) y el orógeno bético. Actualmente constituye un
sector deprimido respecto al resto de la Cordillera.
En el relleno sedimentario de la Cuenca se distinguen dos unidades
principales. La unidad más septentrional o autóctona está compuesta por
margas y areniscas. Las margas crean un paisaje típicamente alomado
(figura 22) mientras que las areniscas, más resistentes a la erosión, dan
lugar a varios resaltes tabulares en el relieve sobre los que se suelen apoyar varios núcleos urbanos (Úbeda, Baeza, Porcuna, etc.). Por otra parte, la
unidad más meridional, está rellena por materiales margosos y depósitos
gravitacionales en ocasiones de gran tamaño (olistolitos). Estos depósitos,
cuando tienen una naturaleza carbonática dan lugar a resaltes muy característicos en el relieve.
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Figura 22. Fotografía de la Depresión del Guadalquivir (provincia de Jaén).
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ITINERARIOGEOLÓGICO
DE
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En su contacto con el Océano Atlántico, el relieve está controlado por la
interacción entre el río Guadalquivir y el océano, y destaca un modelado litoral de marismas, dunas y playas muy abiertas (Parque Nacional de
Doñana).
Zonas Externas
Este dominio de la Cordillera está constituido por una cobertera sedimentaria intensamente deformada por pliegues y cabalgamientos vergentes
principalmente hacia el NNW. La dirección de estas estructuras tectónicas
es principalmente NE-SW. El relieve se caracteriza por una sucesión de alineaciones montañosas y depresiones con esa misma dirección. En muchos
casos, el control del relieve es principalmente estructural y los relieves positivos coinciden con estructuras anticlinales o frentes de cabalgamiento
(relieves concordantes). En otras ocasiones, el control del relieve es principalmente litológico y las rocas calizas, muy típicas de este dominio de la
Cordillera, originan una orografía muy escarpada mientras que las margas
y evaporitas coinciden con sectores más deprimidos. Entre otros relieves,
destacan las sierras de María, Harana, Cazorla, Segura y Las Villas,
Mágina, Jabalcuz, Subbéticas, Gorda y Grazalema, con alturas próximas a
2200 m.
Zonas Internas
En las Zonas Internas se sitúan los mayores relieves de toda la
Cordillera. Los picos Veleta y Mulhacén de Sierra Nevada superan los 3400
m de altitud. Entre otros factores se debe a que en este dominio se concentran las máximas deformaciones que han afectado y que afectan en la
actualidad al orógeno, y que provocan una orografía bastante escarpada.
Los materiales que constituyen las Zonas Internas dan lugar a una costa
típicamente acantilada, con el desarrollo de pequeñas playas (calas) de grava y arena.
A una escala más local, el relieve también está controlado por la litología; rocas más resistentes a la erosión como mármoles y peridotitas dan
lugar a una orografía más abrupta que, por ejemplo, las filitas.
Además de Sierra Nevada, pertenecen a las Zonas Internas las sierras
de las Estancias, Filabres, Baza, Gádor, Alhamilla, Cabrera, Mijas, Almijara,
Bermeja, Blanca, Tejeda, etc.
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TNTRorn ¡CCTÓN
Complejo del Campo de Gibraltar
En un alto porcentaje, la comarca geográfica del Campo de Gibraltar
coincide con el dominio geológico del Campo de Gibraltar. Las potentes
sucesiones de margas y areniscas que componen esta Unidad producen un
paisaje alomado muy característico que es interrumpido por relieves más
abruptos cuando dominan las areniscas, más resistentes a la erosión (Sierra
del Aljibe, Cádiz).
CuencasNeógeno-Cuaternariasy Volcanismo
Finalmente, sobre las Zonas Externas y las Zonas Internas se apoyan
numerosas cuencas neógeno-cuaternarias, que coinciden con sectores
deprimidos. En ocasiones, las deformaciones más recientes construyen
pequeños relieves positivos acentuados por procesos de erosión diferencial.
En las cuencas situadas en el Sureste de la Cordillera (provincias de
Almería y Murcia), aparecen extensos afloramientos de rocas volcánicas en
relación con fallas de dirección. Estas rocas y las condiciones áridas de la
provincia de Almería dan lugar a un modelado volcánico de gran belleza paisajística en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
En definitiva, la gran variabilidad geológica de la región es la responsable de los diferentes tipos de relieves (paisajes) de la misma: Sierra Morena,
Despeñaperros, Depresión del Guadalquivir, Parque Nacional de Doñana,
Parques Naturales de las Sierras Subbéticas, Grazalema, Cazorla, Segura
y Las Villas, Paraje Natural del Torcal de Antequera, Parque Nacional de
Sierra Nevada, Parques Naturales de Sierra Blanca, Cabo de Gata, Parajes
Naturales del Desierto de Tabernas, del Karst en yesos de Sorbas, etc.
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