ACUERDOS SOBRE LA APLICACIÓN DE MEDIDAS SANITARIAS Y FITOSANITARIAS DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO Y SU APLICACIÓN EN VENEZUELA María Guerra*; Alexis López y María López Universidad Simón Bolívar. [email protected] Introducción El Acuerdo sobre la Aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias (AMSF) de la Organización Mundial del Comercio, confirma el derecho que tienen los países miembros de aplicar las medidas necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y animales y preservar los vegetales. Estas medidas pueden adoptar muchas formas: referirse a la necesidad de que los productos procedan de zonas libres de enfermedades; a la inspección de los productos; a su tratamiento o elaboración por medios específicos; al establecimiento de niveles máximos autorizados de residuos de plaguicidas o a la exclusi6n del uso de determinadas sustancias. Estas medidas se aplican a los alimentos de producción nacional, a las enfermedades locales de animales y vegetales, así como a productos procedentes de otros países. La aplicación de estas medidas puede dar lugar a restricciones al comercio, ya que muchas veces suelen utilizarse para proteger a los productores nacionales de la competencia de sus homólogos foráneos. Una restricción sanitaria o fitosanitaria que no este debidamente justificada puede ser un instrumento proteccionista muy eficaz y, debido a su complejidad técnica, un obstáculo engañoso, difícil de impugnar. Sobre este particular vale mencionar que el AMSF pretende mantener el derecho de los gobiernos a ejercer la protección que consideren oportuna, y tratar de garantizar que tales derechos no den lugar a barreras innecesarias al comercio internacional. Los países en desarrollo han confrontado muchos problemas para la correcta aplicación del Acuerdo, es por ello que en el mismo se contempla la prestación de asistencia técnica a estos países, tendiente al logro del cumplimiento de la normativa planteada. No obstante, estas naciones continúan confrontando inconvenientes derivados de las dificultades que tienen para cumplir con los requisitos sanitarios de los Miembros importadores, que ofrecen una justificación científica para sus propias medidas sanitarias y fitosanitarias y participan de manera significativa en la elaboración y aprobación de normas internacionales. El presente trabajo de investigación se refiere al Acuerdo sobre la aplicación de las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio y su aplicación en Venezuela. En este sentido haremos referencia a dos casos donde ha sido cuestionada la transparencia de estas medidas adoptadas por Venezuela, y que podrían acarrearle futuras sanciones comerciales en un futuro próximo. Esta investigación surge como consecuencia de los continuos cuestionamientos que se le han hecho a las medidas sanitarias y fitosanitarias adoptadas por Venezuela, en foros como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Organizaci6n Mundial del Comercio (OMC), donde se ha catalogado a tales prácticas como proteccionistas, causante de distorsiones al comercio bilateral, entre nuestro país y sus aliados comerciales. Al respecto, es importante señalar que, en el seno de la CAN, se han aplicado sanciones comerciales a cinco productos venezolanos a raíz de una controversia suscitada con Perú. Es por ello que este trabajo tiene como finalidad, determinar la posibilidad de que se establezcan sanciones comerciales en contra de nuestro país en el seno de la OMC, como consecuencia de sus posibles controversias con Argentina y Estados Unidos. Asimismo, sé intentará, específicamente, conocer las disposiciones del Acuerdo sobre Aplicación de las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, analizándose las situaciones planteadas con los referidos países. En el presente trabajo, en primer lugar, se hará referencia al Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, enfatizando en sus objetivos, características y elementos que lo conforman. En segundo término nos abocaremos al estudio de los cuestionamientos de que están siendo objeto las medidas sanitarias y fitosanitarias venezolanas, por parte de Argentina y Estados Unidos. Finalmente, se mencionaran las conclusiones. Para el desarrollo de esta investigación se utilizó el método de investigación descriptivo / documental, ya que se consultaron diversos documentos emanados de la Secretaría de la Organización Mundial del Comercio; del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de esa organización; del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria, organismo adscrito al Ministerio de Agricultura y Tierras y páginas de Internet vinculadas a la materia. Las diversas controversias que ha generado para Venezuela la aplicación de las medidas sanitarias y fitosanitarias en la Comunidad Andina de Naciones y en la Organización Mundial del Comercio, obligan a la realización de un estudio profundo de las mismas a objeto de conocer cuales son los deberes y derechos que tienen los países miembros en esos foros, con el propósito de determinar si realmente las utilizan para proteger la salud y la vida de las personas y animales, y preservar los vegetales o, si por el contrario, tienen un carácter proteccionista que contribuyen a distorsionar el comercio internacional y podrían afectar las relaciones comerciales internacionales de Venezuela. Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias v Fitosanitarias de la organización Mundial del Comercio. Origen, Objetivos características v elementos que lo conforman. Con el espíritu de preservar la salud de la población, tanto humana como animal y mejorar la situación fitosanitaria en el territorio de todos los países miembros, se estableció el Acuerdo Sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, de la Organización Mundial del Comercio en 1995. En este sentido, era el deseo de todos los gobiernos de establecer un marco multilateral de normas y disciplinas que sirvieran de guía a la elaboración, adopción y observancia de este tipo de medidas, para reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el comercio. El Acuerdo está fundamentado en el derecho que tienen los países miembros de adoptar las medidas que estimen necesarias para proteger la salud y la vida de su población, de la flora y de la fauna. Vale mencionar que este Acuerdo forma parte del tratado por el que se constituyo la Organizaci6n Mundial del Comercio. Objetivos del Acuerdo El objetivo fundamental del Acuerdo es reafirmar el derecho soberano de todo gobierno a garantizar el nivel de protección sanitaria que estime apropiado y evitar al mismo tiempo un mal uso de ese derecho con fines proteccionistas, que se traduzca en la imposición de obstáculos innecesarios al comercio internacional. Específicamente el acuerdo persigue: ¾ Proteger la vida de las personas de enfermedades propagadas por animales, plagas, vegetales, y de los riesgos resultantes del uso de los aditivos, contaminantes, toxinas u organismos patógenos en comidas o bebidas. ¾ Proteger la vida de los animales de los riesgos derivados del uso de aditivos, toxinas, plagas, enfermedades y organismos patógenos. ¾ Proteger la vida de los vegetales de los riesgos resultantes de plagas, enfermedades y organismos patógenos. ¾ Prevenir o limitar a un país de los perjuicios causados por la entrada, radicación o propagación de plagas. Sobre este particular es menester hacer las siguientes aclaratorias: el término animales incluye a los peces y a la fauna silvestre; los vegetales incluyen a los bosques y la flora silvestre; las plagas incluyen a las malas hierbas; los contaminantes incluyen los residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios y sustancias extrañas. Asimismo, vale mencionar que el Acuerdo no se aplica a las medidas de protección del medio ambiente o de los intereses de los consumidores, ni a las adoptadas en defensa de los animales. Entre las formas que pueden adoptar las medidas sanitarias están aquellas que se refieren a la necesidad de que los productos procedan de zonas libres de enfermedades; a la inspección de los productos, a su tratamiento o elaboración por medios específicos; al establecimiento de niveles máximos autorizados de residuos de plaguicidas o a la exclusión del uso de determinadas sustancias. Estas medidas se aplican tanto a los artículos alimenticios de producción nacional o a las enfermedades locales de animales y vegetales, como a los productos procedentes de otros países. Las mismas pueden dar lugar a restricciones al comercio, ya que muchas veces son utilizadas para proteger la producción nacional de la competencia extranjera. Como se mencionó anteriormente, la complejidad de las normas técnicas, sanitaria o fitosanitaria, aplicadas a los bienes que se intercambian en los mercados internacionales se constituyen en instrumentos proteccionistas de gran eficacia porque, aunque su aplicación no esté debidamente justificada, se convierten en instrumentos proteccionistas cuya impugnación requiere de juicios prolongados y costosos para los litigantes. Derechos y obligaciones de los países miembros El Acuerdo autoriza a los miembros a asegurarse de que cualquier medida sanitaria o fitosanitaria se aplique solo cuando sea necesaria para proteger la salud y la vida de las personas, de los animales y para preservar los vegetales; deben estar basadas en principios científicos, no se deben mantener sin testimonios científicos suficientes, y que no exista discriminación de manera arbitraria o injustificable entre los miembros para que prevalezcan condiciones idénticas o similares. Al mismo tiempo establece que las medidas impuestas a las importaciones no pueden ser más restrictivas que las aplicadas en el plano nacional y que se establezcan en consonancia con las normas y recomendaciones internacionales. Asimismo, los miembros tendrán derecho a adoptar medidas provisionales cuando los testimonios científicos sean insuficientes, sobre la base de la información pertinente de que disponga con inclusión de la procedente de las organizaciones nacionales competentes. No obstante, el acuerdo autoriza a los países miembros a aplicar diferentes métodos y diferentes normas para la inspección de los productos. Vinculación del Acuerdo MSF con el Acuerdo de Obstáculos Técnicos al Comercio (AOTC).4 Existe la tendencia a confundir el ámbito de aplicación de ambos convenios, no obstante, a diferencia del AMSF, el Acuerdo de Obstáculos Técnicos al Comercio abarca todos los reglamentos técnicos y todas las normas de aplicación voluntaria, al igual que los procedimientos utilizados para su cumplimiento. Ambos convenios se relacionan en la medida que la naturaleza y la finalidad de la norma se solape dentro del alcance de los mismos, ya que se intenta garantizar que los reglamentos técnicos y las normas, así como los procedimientos de prueba y certificación, no ocasionen obstáculos innecesarios al comercio. Medidas MSF • Inocuidad de los alimentos • Protegen la vida humana contra enfermedades propagadas por animales o vegetales • Protegen animales o vegetales de enfermedades de o plagas Ejemplos: • Contaminación microbiológica • Residuos de plaguicidas/medicamentos veterinarios. • Aditivos • • • Medidas OTC Contaminación de enfermedades humanas (excepto inocuidad de los alimentos) Información nutricional Embalaje y calidad de los alimentos Ejemplos: • Farmacéuticos • Etiquetado – calidad • Seguridad de vehículos Elementos Fundamentales del Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias. El acuerdo establece una serie de elementos a través de los cuales se pretende sistematizar, en términos sanitarios, el comercio internacional agropecuario. Entre las disposiciones más importantes se destacan las siguientes: Justificación de las Medidas: El acuerdo permite a los gobiernos garantizar la protección sanitaria y fitosanitaria apropiada, pero reduce la posible arbitrariedad de las decisiones y fomenta la coherencia en la adopción de tales medidas, cuya aplicación no puede tener mas finalidad que la de garantizar la inocuidad de los alimentos y la protección sanitaria de los animales y los vegetales. En particular, en el Acuerdo se especifica, que factores han de tenerse en cuenta al proceder a la evaluación del riesgo existente. Dichas medidas deben basarse, en la mayor medida posible, en el análisis y en la evaluación de datos científicos, objetivos y exactos. La evaluación del riesgo se hará con el fin de minimizar los efectos negativos del comercio agropecuario, de manera que se eviten: "Perjuicios por perdida de producción o de ventas en caso de entrada, radicación o propagación de una plaga o enfermedad; los costos de control o erradicación en el territorio del miembro importador y la relación costo-eficacia de otros posibles métodos de limitar los riesgos" Armonización: Se anima a los gobiernos a establecer medidas sanitarias y fitosanitarias nacionales que estén en consonancia con las normas, directrices y recomendaciones internacionales, cuando existan. A este proceso se le denomina armonización. Dichas normas son elaboradas por otras organizaciones internacionales, diferentes de la OMC, en la cual participan los representantes gubernamentales de los países miembros de esa organización. En la práctica, prominentes científicos y expertos gubernamentales en materia sanitaria son los encargados de la elaboración de dichas normas. Adaptación a las Condiciones. Teniendo en cuenta las diferencias en cuanto al clima, las plagas o enfermedades existentes, o la situación en materia de inocuidad de los alimentos, no siempre resulta apropiado imponer las mismas prescripciones sanitarias y fitosanitarias a los artículos alimenticios y a los productos de origen animal o vegetal, procedentes de diferentes países. Por consiguiente dichas medidas varían a veces según el país de origen, del artículo alimenticio o del producto animal o vegetal de que se trate. El Acuerdo toma en cuenta estas diferencias. Además, los gobiernos deben reconocer la existencia de zonas libres de enfermedades que pueden no corresponder a fronteras políticas y deben introducir en sus prescripciones las modificaciones apropiadas para adaptarlas a los productos procedentes de esas zonas. Sin embargo, el Convenio impide la discriminación injustificada en la aplicación de tales medidas, ya sea a favor de los productores nacionales o entre los abastecedores extranjeros. Equivalencia. Los miembros deberán aceptar como equivalentes las medidas sanitarias y fitosanitarias de otros miembros si el país exportador demuestra objetivamente al miembro importador que sus medidas logran el nivel adecuado de protección. A menudo existen diversos medios para lograr niveles de riesgo aceptables, siempre que esos medios sean viables desde el punto de vista técnico y económico y garanticen un mismo nivel de inocuidad de los alimentos o protección sanitaria de los animales y los vegetales; los gobiernos deben optar por los que no entrañen un grado de restricción del comercio mayor del requerido, para lograr su objetivo en esta esfera. Además, si otro país demuestra que las medidas que aplica garantizan el mismo nivel de protección sanitaria, estas deben aceptarse como medidas equivalentes. Con ello se pretende asegurar que los consumidores dispongan de la mayor cantidad y variedad posible de productos alimenticios inocuos, que se facilite el acceso a los productores a insumos igualmente inocuos y que exista una competencia saludable en la esfera económica. Transparencia. La transparencia hace referencia a la necesidad de alcanzar un mayor grado de claridad, previsibilidad e información acerca de las políticas, las normas y los reglamentos comerciales de los miembros. En este sentido, se tiene que los gobiernos miembros tienen la obligación de notificar ante la Secretaría de la OMC las prescripciones sanitarias y fitosanitarias, nuevas o modificadas, cuya aplicación afecte el comercio, con antelación a su entrada en vigor, de manera que los miembros interesados puedan conocer su contenido, hagan observaciones, y tengan tiempo para adaptar sus productos y métodos de producción a las prescripciones del país importador. Asimismo, estos países tienen la obligatoriedad de crear oficinas - denominadas servicios de información y notificación - para atender las peticiones de información complementarias sobre tales medidas y encargarse de las notificaciones propiamente dichas. También deben ofrecer la posibilidad de que se examine la manera en que aplican sus reglamentaciones en materia de inocuidad de los alimentos y control sanitario de los animales y los vegetales. Asistencia Técnica y Trato Especial y Diferenciado El Acuerdo prevé la prestación de asistencia técnica, especialmente a los países en desarrollo y menos adelantados, para ayudarlos a cumplir con las medidas sanitarias y fitosanitarias. Esta puede adoptar la forma de suministro de tecnología, investigación e infraestructura, asesoramiento, créditos, donaciones, capacitaci6n de recursos humanos, conocimientos técnicos, formación y equipos. En materia de Trato Especial y Diferenciado se reconocen las necesidades especiales de los países en desarrollo y en particular de los menos adelantados, ya que el acuerdo estipula cierta flexibilidad para la introducción de nuevas medidas sanitarias y fitosanitarias, así como la posibilidad de establecer excepciones de duración limitada al cumplimiento de las obligaciones emanadas de sus disposiciones. Asimismo, contempla la participación de dichos países en las organizaciones internacionales competentes. Solución de Diferencias. El acuerdo fomenta la resolución bilateral de las diferencias comerciales, preferiblemente antes de ser discutidas en las reuniones ordinarias del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias. Para solucionar tales controversias los gobiernos deben agotar los mecanismos establecidos para tal fin en el "Entendimiento relativo a las normas y procedimientos por los que se rigen la solución de diferencias de la OMC" - buenos oficios, conciliación, mediación, arbitraje o la petición del establecimiento de un grupo especial de expertos comerciales que garanticen el asesoramiento científico de expertos técnicos y esté facultado para hacer recomendaciones. Estos grupos especiales inducen cambios de procedimientos en la aplicación de las MSF, si concluyen que un país no cumple con las obligaciones derivadas del AMSF; someten sus recomendaciones a la consideración del Órgano de Soluci6n de Diferencias (ASD), el cual decidirá sobre la pertinencia de la aplicación de las mismas, y el país objeto de la reclamación está obligado a ejecutarlas e informar el modo en que se les ha dado cumplimiento. Administración. Se creó un Comité de Medidas Sanitaria y Fitosanitarias (CMSF) el cual se encarga de vigilar el cumplimiento del Acuerdo, examinar las cuestiones que puedan tener repercusiones en el comercio y mantener una estrecha cooperación con las organizaciones técnicas competentes, y servir de foro para la celebración de deliberaciones y consultas. Anualmente celebra tres reuniones ordinarias, en las cuales se ventilan las diferencias bilaterales existentes entre los países miembros y se continúan las negociaciones sobre los distintos elementos que conforman el Acuerdo. Estándares y Directrices internacionales en materia Sanitaria y Fitosanitaria. Las medidas Sanitarias y Fitosanitarias se refieren a las normas sobre inocuidad de los alimentos, protección de los animales y preservación de los vegetales. El AMSF no elabora tales medidas, sin embargo, alienta a los miembros a armonizar en el mayor grado posible sus medidas sanitarias, basándolas en normas, directrices o recomendaciones internacionales y autoriza a los países a que establezcan sus propias normas. En este sentido la OMC, reconoce a tres organizaciones de normalización competentes, llamadas comúnmente "las tres hermanas": El Codex Alimentarius, en materia de inocuidad de los alimentos; La Convención Internacional de Protección Fitosanitarias (CIPF), en lo que concierne a la protecci6n fitosanitaria; y a la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE), en lo relativo a las normas y directrices sobre salud animal y zoonosis. Venezuela y el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias. Por su propia naturaleza, las medidas sanitarias y fitosanitarias pueden dar lugar a restricciones del comercio. Todos los gobiernos reconocen que puede ser necesario y conveniente aplicar algunas restricciones al comercio para garantizar la inocuidad de los alimentos y la protección sanitaria de los animales y los vegetales. Sin embargo, los gobiernos se ven a veces sometidos a presiones a fin de que, en lugar de limitarse a aplicar las medidas estrictamente necesarias, utilicen las restricciones sanitarias y fitosanitarias para proteger a los productores nacionales de la competencia extranjera. El Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias está basado en las precedentes normas del GATT, tendentes a restringir la utilización injustificada de medidas sanitarias y fitosanitarias con fines de protección comercial. El objetivo fundamental del Acuerdo es reafirmar el derecho soberano de todo gobierno a garantizar el nivel de protección sanitaria que estime apropiado y evitar, al mismo tiempo, un mal uso de ese derecho, con fines proteccionistas, que se traduzca en la imposición de obstáculos innecesarios al comercio internacional. En esta parte del trabajo haremos referencia a los cuestionamientos de que han sido objeto las medidas sanitarias aplicadas por Venezuela para restringir las importaciones de ajo, papa y cebollas procedentes de la Argentina, por una parte, y a los señalamientos hechos por el gobierno de Estados Unidos de América, a través de los cuales se cuestionan los fundamentos científicos esgrimidos por Venezuela para no otorgar permisos sanitarios a determinados rubros originarios de ese país. Restricciones impuestas por Venezuela a las importaciones de ajos, papas y Cebollas procedentes de la Argentina. De acuerdo con un informe procedente del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria, SASA, Venezuela restringió las importaciones de ajo y cebollas procedentes de la Argentina a partir de 1997, cuando se detectó un cargamento contaminado con el hongo denominado Urocystis Cepulae1, el cual fue confirmado por los análisis de laboratorio. Venezuela considera al referido hongo una plaga Cuarentenaria A1, debido a que no existe en Venezuela, y su entrada al país causaría graves daños económicos al país, ya que produce daños directos a los cultivos y es de dificil erradicación. Después de un largo proceso de consultas bilaterales, ambos países decidieron establecer una agenda de trabajo, la cual contemplaba entre otros aspectos la visita de técnicos venezolanos a varias provincias de ese país, con el propósito de determinar la existencia o no de la plaga en determinadas áreas productoras de ajo y cebolla. La mencionada inspección se llevó a cabo en diciembre del 2002. De acuerdo con el informe de la referida visita, en las regiones visitadas no 1 Urocystis cepulae: hongo causante de la enfermedad denominada carbol del ajo y la cebolla, la cual esta calificada en Venezuela como enfermedad de importancia cuarentenaria, debido a los daños directos que produce en el cultivo y su difícil control. La diseminación de la enfermedad se efectúa por medio de esporas contenidas en las semillas, que una vez sembrada el hongo puede perpetuarse en el suelo y conservarse latente hasta por un periodo de diez años. CABI1999, CROB Protection Compencium. se encontró la presencia del mencionado hongo. No obstante, dada la condición de plaga cuarentenaria A1 del Urocystis cepulae para Venezuela, mencionado reporte recomendó abrir la importación de los referidos rubros, bajo un plan de trabajo que se estableciera entre las partes, y que garantizara a Venezuela que los mismos procedían de las áreas inspeccionadas y que en lo sucesivo se mantuvieran con el status o situación fitosanitaria que permita la importación con el nivel adecuado de protección. Ese Plan de Trabajo quedó establecido en un Proyecto de Protocolo Sanitario de áreas libres de la referida plaga, que la parte venezolana sometió a la consideración de las autoridades sanitarias argentinas en octubre de 2003, para su correspondiente evaluación. Se desconocen cuales ha sido la respuesta argentina en este sentido. Sobre este caso, vale mencionar que el mismo ya ha sido llevado a consulta en el Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC en siete ocasiones. En la última oportunidad, octubre de 2003, el Presidente de ese grupo insto a las partes a buscar una pronta solución a la situación planteada. La delegación argentina notificó haber recibido el proyecto de Protocolo y que oportunamente enviará los respectivos comentarios. Cuestionamiento de los Estados Unidos de América a los permisos sanitarios y fitosanitarios requeridos por el Servicio de Sanidad Agropecuaria de Venezuela a las importaciones de uvas, peras, manzanas, carnes de cerdo, aves y vacuna. En mayo de 2003, la Misión Permanente de los Estados Unidos de América en Ginebra, sometió, a través de su homologa venezolana, a la consideración de las respectivas autoridades de Venezuela, un cuestionario, donde cuestionaba los permisos sanitarios requeridos por el SASA a los importadores, venezolanos, de los rubros uvas, peras, manzanas y carnes de cerdo, aves y vacuno, con el argumento de que tales medidas estaban afectando las exportaciones estadounidenses de esos productos realizadas a Venezuela y parecían no estar basadas en evidencias científicas, ni se había demostrado que estuvieran afectando la salud y la vida de las personas y los animales. Asimismo, sostenían que estas medidas parecían estar basadas en estándares internacionales, y no existían evidencias de que hubieran sido notificadas ante el Comité de Medidas Sanitarias de la Organización Mundial del Comercio. Vale mencionar que los Estados Unidos hicieron los referidos cuestionamientos, basados en el derecho que les confiere el articulo 5.8 del Convenio AMS, de acuerdo con el cual estipula que todo Miembro tiene derecho a pedir explicaciones a otro Miembro cuando considere que las medidas sanitarias adoptadas por este último restringen o pudieran restringir sus exportaciones. Venezuela respondió el mencionado cuestionario a través del envió de una serie de legislaciones nacionales en las cuales esta contemplada la emisión de permisos sanitarios, como un requisito indispensable, previo a la importación de productos agropecuarios. Al parecer esta respuesta no satisfizo los requerimientos de las autoridades sanitarias norteamericanas, toda vez que el referido caso fue sacado a relucir en las dos últimas reuniones del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, realizadas después del envío de las mencionadas preguntas. Igualmente, el asunto ha sido tema de discusión en varias reuniones bilaterales que se han celebrado tanto en Ginebra como en Caracas, lo cual evidencia el interés del país norteño en el asunto. Conclusiones Dentro del comercio internacional las medidas sanitarias comportan dos elementos: el primero, se distingue en el contexto de las operaciones comerciales agropecuarias de alta seguridad sanitaria, en el cual prevalece el criterio de seguridad por encima de la certidumbre científica; basado en normas, directrices y recomendaciones internacionales, establecidas por instituciones competentes en la materia, como son el Codex Alimentarius, la CIPF y la Organization Internacional de Epizotias, las cuales trabajan conjuntamente con la OMC para complementar las disposiciones del AMSF. El segundo, se conecta con el tema comercial debido a la posibilidad de los países de hacer uso de tales medidas como barreras no arancelarias, ya que al suprimirse total o parcialmente los aranceles en las operaciones de comercio exterior y otras restricciones paraarancelarias, estas son las únicas regulaciones que subsisten en el comercio agropecuario internacional. Esta potencialidad negativa, fue originalmente combatida en los años de vigencia del GATT y complementada con la entrada en vigor del Acuerdo de Medidas sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, el cual busca blindar el comercio internacional de esas posibles distorsiones. En los casos analizados, siempre se ha acusado a Venezuela de aplicar medidas proteccionistas, restrictivas del comercio de los rubros mencionados, y estimamos que la defensa venezolana ha sido muy débil, en el sentido de que han aplicado tácticas dilatorias a unas controversias que parecen estar a la vuelta de la esquina. Sobre este particular, es menester informar que el Presidente del Comité de Medidas Sanitarias siempre insta a las partes a buscar una solución amistosa a las diferencias que puedan suscitar, a fin de evitar llegar a instancias mas altas que pudieran desencadenar en la convocatoria de una panel, lo cual podría acarrear sanciones comerciales al país que incumpla con las recomendaciones de este grupo de expertos. Venezuela no es ajena a esta realidad, ya una vez fue sancionada en el marco de la comunidad andina, al no poder justificar la prohibición de las importaciones de ajo procedentes de Perú. Si bien es cierto que la convocatoria de un panel y la posterior sanción a un determinado país es un proceso que lleva años, la posibilidad siempre esta latente. Esta es una razón valedera que explica porque se debe llegar a soluciones amistosas, a fin de evitar sanciones comerciales que pudieran ser negativas a nuestros intereses. Sin embargo, estimamos que en el caso con Argentina no se vislumbra una solución a corto plazo, toda vez que el Plan Agrícola para el 2004, plantea entre sus objetivos, la disminución de las importaciones de aquellos rubros susceptibles de ser producidos en el país, entre los cuales esta la papa. Mas aún, el Ministro de Agricultura expresó, en una oportunidad que Venezuela tiene producción suficiente de ese tubérculo como para abastecer al mercado interno. Decir quien tiene la razón, no es el objetivo de este trabajo, ya que todo país, por una parte, tiene todo el derecho de tomar las medidas que estime pertinente para proteger la salud y la vida de sus nacionales, pero, también es cierto, que todo Estado soberano, de acuerdo con el AMSF, tiene el derecho de demandar el levantamiento de una medida, cuando considere que esta restringiendo sus exportaciones, lo cual ha ocurrido en el caso argentino, ya que Venezuela prohibió la importación de los rubros en cuestión, procedentes del país sureño, hecho que se ve reflejado en las importaciones venezolanas originarias de ese país en 2002. En definitiva, creemos que si no se presta la debida atención a este caso, y se deja pasar el tiempo, podría ocurrir lo que sucedió con el Perú. Tal vez el buen momento político que están viviendo las relaciones entre los dos países, podría ayudar positivamente. El caso con los Estados Unidos lo estimamos de mayor cuidado, en virtud de las implicaciones comerciales que tiene. A juicio de muchas personas, dada la experiencia previa, la táctica empleada por este país indica que vamos directo a la apertura de un panel. Ya han hecho referencia al caso en tres oportunidades a nivel de la OMC. La próxima etapa sería la convocatoria de consultas y posteriormente, de no ser satisfactorias las respuestas de Venezuela, se pudiera acudir al Organismo de Solución de Controversias de la OMC, para resolver la diferencia, lo cual podría desencadenar en la convocatoria de un panel. De hecho, en fecha reciente Estados Unidos llevó a consultas a Venezuela, en el marco de la OMC, donde se pidió aclaratoria sobre la política de emisión de licencias de importaciones aplicadas en el país. Otro hecho que así lo presagia, es el tenso clima de las relaciones bilaterales, atizado por las diferencias mostradas por los gobiernos de ambos países sobre diversos tópicos. Tampoco, hay que olvidar que a este país tampoco le tiembla el pulso a la hora de imponer sanciones comerciales, con o sin el consentimiento de la OMC. Por todas estas razones, creemos que dicha controversia podría ocurrir en un plazo no tan lejano Anexo I BALANZA COMERCIAL BALANZA COMERCIAL VENEZUELA • ARGENTINA (Millones de Dólares*) 1.999 2.000 1.998 2.001 2.002 Intercambio Comercial 385.1 300.9 241.0 249.1 147.0 Exportaciones Totales 53.30 62.54 23.25 22.35 9.143 Petróleo y derivados 33.53 49.38 7.720 471 1.968 0 0 0 0 0 No tradicionales 19.77 13.16 15.53 21.88 7.175 Importaciones Totales 331.8 238.4 217.7 226.7 137.8 Saldo •278. •175. • • •128. Mineral de Hierro Fuente: Procesado por BANCOEX - Cifras sujetes a revisión - Diciembre 2003 Instituto Nacional de Estadística - INE Dirección de Hidrocarburos, MEM Gerencia de Planificación y Economía Minera, MEM Anexo II Principales exportaciones PRINCIPALES EXPORTACIONES VENEZUELA ARGENTINA AÑ0 2002 PRODUCTOS VALOR Atilenglicol(etanodiol) 1.087.57 Demás productos de panadería, pastelería o galletería 893.909 Demás chapas y tiras de aluminio sin alear, de espesor superior a 0.2 mm, excepto cuadradas o rectangulares 500.477 Polietileno de densidad inferior a 0,94 en forma primarias 852.517 Cables, trenzas y artículos similares de aluminio sin alma de acero 350.972 Radiadores de vehículos automóviles 328.683 Medicamentos que contengan otros antibióticos 278.401 Partes de maquinas o aparatos de sondeo o de perforación 254.969 Demás aparatos para filtrar o depurar gases 168.749 Unidades de procesos digitales, excepto las de las subpartidas Nros.8471 .41 .00 143.898 Tabacos homogenizados o reconstruidos 132.282 Subtotal 4.139.91 Resto 2.004.92 Total Fuente: Comunicación O.DGCE/ del MPC de noviembre 2003. 6.144.83 Anexo III Principales importaciones PRINCIPALES IMPORTACIONES VENEZUELA – ARGENTINA AÑO 2002 PRODUCTOS VALOR (US$) Aceite de soya (soja), en bruto, incluso desgomado 7.296.4 68 Tubos de entubación ("casing") o de producción ("tubing"), del tipo de los utilizados para la extracción de petróleo o gas, sin soldadura (sin costura), de hierro o ácero. 1.082.848 Demás partes de las demás bombas para líquidos de la partida 84.13vehiculos con motor de embolo o pistón alternativo, de encendido por chispa, para el transporte de personas, de cilindrada superior a 1 .000 cm3 pero 589.184 Tubos del tipo de los utilizados en oleoductos o gasoductos, sin soldadura, de hierro o de acero. 485.380 Demás construcciones o partes de construcciones, de fundaci6n de hierro o acero, excepto las construcciones prefabricadas de la partida 94.06 419.791 Bombonas, botellas, frascos y artículos similares de capacidad inferior a 18,9 litres (5 gal.) 362.898 Demás fríjol (poroto, alubia, judía, fréjol) común (Phaseolus vulgaris), excepto para siembra 325.426 Contracarriles y cremalleras, curias, bridas de unían, placas y tirantes de separación y demás piezas diseñadas especialmente para la colocación, unión o fijación de carriles (rieles) de fundación hierro o acero. 264.971 Demás vehículos para el transporte de mercancía con motor de embolo o pistón, de encendido por chispa, de peso total con carga maxima1 inferior o igual a 5 1. 255.675 Chicharrones 231.542 SUBTOTAL 11.314. 183 RESTO 6.479.1 75 TOTAL 17.793. 358 BIBLIOGRAFIA Organización Mundial del Comercio (1998). Serie de Acuerdos de la OMC. Suiza. Organización Mundial del Comercio (1994). Los Resultados de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales. Suiza. Secretaría Comité de Medidas Sanitarias OMC. Minuta de la XXV reuni6n ordinaria. Suiza, abril 2003. Secretaría Comité de Medidas Sanitarias OMC. Minuta de la XXVI reunión ordinaria. Suiza, Junio 2003. Secretaría Comité de Medidas Sanitarias OMC (2003). Minuta de la XXVII reunión ordinaria. Suiza, octubre 2003. Informe del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria acerca de la visita de inspecci6n sanitaria a Argentina, Caracas, enero 2003 http:/www.wto.org