• 149-M-99 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA

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 149-M-99
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA San Salvador a las doce horas del día diecinueve de diciembre del año dos
mil.
El presente juicio ha sido promovido por el Licenciado Juan Pablo Ernesto Córdova Hinds,
en carácter de Apoderado General Judicial de la Sociedad MULTIFONDOS S.A. de C.V.,
CASA DE CORREDORES DE BOLSA, de este domicilio, impugnando de ilegales las
resoluciones dictadas por: a) El Superintendente de Valores en fecha treinta de octubre de
mil novecientos noventa y ocho, por medio de la cual se suspendió el asiento registral de la
Sociedad Multifondos, S.A. de C.V., Casa de Corredores de Bolsa por un plazo de dos
meses; y b) Por el Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores, el día siete de
enero de mil novecientos noventa y nueve que confirmó la suspensión ya relacionada.
Han intervenido en el presente juicio el Licenciado Juan Pablo Ernesto Córdova Hinds, el
Superintendente de Valores, el Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores, y la
Licenciada Norma Alicia Pérez Carbajal, en carácter de Agente Auxiliar delegada por el
señor Fiscal General de la República.
LEIDO EL JUICIO Y
CONSIDERANDO:
I. El actor en su demanda manifestó: Que la Superintendencia de Valores, emitió a las
nueve horas del día veinticinco de junio de mil novecientos noventa y ocho, resolución en
la cual determinó que la Sociedad Multifondos S.A. de C.V. Casa Corredora de Bolsa,
había infringido el Art. 18 letra d) de la Ley del Mercado de Valores.
Como sanción a esta infracción se suspendió por dos meses el asiento registral de la
relacionada Sociedad, impidiéndole por dicho lapso realizar acción de intermediación
bursátil. La notificación de la resolución de mérito, se realizó el día dieciocho de noviembre
de mil novecientos noventa y ocho.
Que en fecha veinte de noviembre del mismo año, se interpuso recurso de apelación ante el
Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores. Los motivos de la impugnación
fueron: 1) la inconformidad con la notificación del fallo en cuestión; y 2) el contenido de la
sentencia emitida por el Superintendente. El resultado de esta impugnación, fue la
resolución de fecha siete de enero de mil novecientos noventa y nueve con la cual el
Consejo decidió confirmar la suspensión ya relacionada.
Que al no existir otro recurso administrativo contra las actuaciones del Superintendente de
Valores y del Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores, procede de
conformidad al Art. 11 LJCA, a interponer acción contenciosa administrativa.
Que considera que la notificación que se hizo de la resolución emitida por el
Superintendente de Valores, no se realizó en debida forma, pues únicamente les fue
notificado el fallo y no la sentencia o resolución que fuera emitida, lo cual conlleva a un
vicio de nulidad, como lo establece el Art.221 del PrC.
Que a pesar de haber sido expuesto este argumento en el recurso de apelación, el Consejo
Directivo de la Superintendencia de Valores, desestimó dicho razonamiento por considerar
que "la Sociedad Multifondos S.A. de C.V. Casa Corredora de Bolsas, tenía pleno
conocimiento de que se le estaba instruyendo un proceso, y que la notificación del fallo era
suficiente para dar a conocer el contenido de la sentencia".
Que "Al notificar nada más partes de la sentencia, se pone en duda la misma existencia de
la sentencia. Al transcribir solo el fallo, se priva al interesado de conocer el pleno contenido
de la misma y las argumentaciones, razonamientos y valoraciones que se han hecho en el
caso, puesto que solo se da a conocer la parte final de la resolución. En este caso, la parte
interesada, mi representada, no puede ejercer a plenitud todos sus derechos porque ni
siquiera ha sido debidamente informada del contenido de la resolución o sentencia".
Que la esquela de notificación del fallo, ni siquiera contiene la hora y el día de la emisión
de la resolución - refiriéndose a la dictada por el Superintendente - , únicamente la fecha de
la notificación del mismo; deduciéndose claramente que se ha cometido una "grave falta de
procedimiento y de seguridad en las actuaciones tanto del Superintendente, como de la
Superintendencia", transgrediendo los Arts.1253 y 1119 PrC., siendo en el primero que se
establece que toda diligencia judicial, sea de la clase que fuere, deberá contener fecha y
hora, mientras que el segundo sostiene que "Toda sentencia, decreto o diligencia judicial
que no esté autorizada en legal forma es nula".
Que esta Sala, en varias sentencias ha señalado que "la notificación es la piedra angular del
proceso y garantía para ejercer la defensa", haciendo particular alusión a la sentencia
proveída a las catorce horas veintinueve minutos, del día dieciocho de noviembre de mil
novecientos noventa y ocho; en la cual se cita al tratadista Almagro que señala "que estos
(actos de comunicación) deben servir a plenitud su objetivo, que no es otro que el de
permitir al destinatario, conocida la resolución causante, disponer lo conveniente para la
mejor defensa de los derechos".
Que el Art. 4 del Código Penal, prescribe que toda forma de responsabilidad objetiva queda
prohibida, por considerarse violatoria al principio constitucional de presunción de inocencia
preceptuado en el Art. 12 de la Constitución. Lo anterior ha sido reconocido por la Sala de
lo Constitucional en sentencia de fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa
y dos en la que señala que "No podrá imponerse una pena en base a criterios de
responsabilidad objetiva", y por la Sala de lo Contencioso Administrativo en sentencia del
día treinta de mayo de mil novecientos noventa y siete en la que se estableció que "solo
podrán ser sancionadas por hechos constitutivos de infracción administrativa las personas
físicas o jurídicas que resulten responsables de las mismas, y a quienes se compruebe dicho
vínculo de .culpabilidad, no siendo aceptable la potestad sancionadora basada en el mero
incumplimiento de la norma".
Que el Superintendente de Valores y el Consejo Directivo no obstante los artículos antes
mencionados impusieron a la Sociedad Multifondos S.A. de C.V. Casa Corredora de
Bolsas, una sanción en base a criterios de responsabilidad objetiva, al ordenar la suspensión
del asiento registral por el plazo de dos meses, por considerar que se incurrió en el supuesto
previsto en el art.18 letra d) de la Ley del Mercado de Valores, el cual señala que el
Superintendente esta facultado para suspender el asiento registral de una casa corredora
cuando ésta deje de desempeñar su función activa por más de un año.
Que en relación a lo anterior es necesario aclarar que Multifondos S.A. de C.V., tenía por
accionistas a los señores Carlos Enrique y Federico Quiros Noltenius, el primero con mil
quinientas acciones y el segundo con ocho mil quinientas, las cuales tenían un valor
nominal de cien colones y fueron vendidas el día once de noviembre de mil novecientos
noventa y seis, al BAC International Bank y al señor Sergio Quevedo, quienes como
nuevos accionistas actualizaron su situación legal habiéndose inscrito la nueva credencial el
día veintiuno de enero de mil novecientos noventa y nueve, al número Dos del libros Un
Mil Trescientos Veinticinco, del Registro de Sociedades, en el Registro de Comercio;
regularizándose además la situación de las declaraciones juradas de los directores de la
sociedad, la información pertinente de los nuevos accionistas y la actualización de la fianza
para el ejercicio de la intermediación bursátil, habiendo sido remitida la documentación
correspondiente a la Superintendencia de Valores el día veinte de enero de mil novecientos
noventa y ocho; posteriormente en sesión de fecha veintisiete de enero del mismo año
Mercado de Valores S.A. de C. V. otorgó a Multifondos S.A. de C.V. Casa Corredora de
Bolsa, la calificación necesaria para reiniciar sus operaciones con la nueva junta directiva y
accionistas. Siendo el caso que en abril del mismo año, Multifondos. S.A. de C. V.,
adquirió mediante la empresa BAC Capital Markets Inc. acciones del puesto de bolsa
denominado Inversiones Bursátiles Credomatic S.A. de C.V., motivo por el cual todas la
operaciones que se tenían proyectadas ejecutar a través de Multifondos S.A. de C.V.,
quedaron sin concretarse por haberse trasladado hacia el nuevo puesto de bolsa, situación
que era del total conocimiento de la Superintendencia de Valores.
Que Multifondos S.A. de C.V en ningún momento ha incumplido con las formalidades
exigidas por la ley para realizar la labor de intermediación bursátil, pues lo que en realidad
se dio fue un estancamiento de las operaciones planificadas, a raíz de la adquisición de otro
puesto de bolsa llamado Inversiones Bursátiles Credomatic S.A. de C.V.; habiéndose
tomado la decisión de realizar las operaciones pendientes con el segundo puesto de bolsa y
no con el primero.
Así mismo señala que la situación de la referida Casa Corredora de Bolsa es excepcional y
no causa perjuicio a nadie, ya que en ningún momento ha habido defraudación u
ocultamiento de documentos e información, por el contrario se ha cumplido con todos los
requerimientos legales para operar, sin que exista dolo, ni culpa en las actuaciones de la
Sociedad Multifondos S.A. de C. V.; además considera que al no haberse materializado
ningún negocio no existe bien jurídico dañado, así como tampoco se ha causado menoscabo
a ninguna parte. Siendo por ello que la sanción impuesta a la referida sociedad es
desmesurada y únicamente se basa en criterios de responsabilidad objetiva.
Que el principio de gradualidad o graduación en las sanciones, señala una necesaria
correspondencia entre el delito y la pena, entre el daño causado y la consecuencia punitiva
que conlleva el daño y en este caso no ha sido respetado en el fallo emitido por el
Superintendente de Valores y que fuera posteriormente confirmado por el Consejo
Directivo. Pues si bien es cierto este es un principio de carácter penal se hace extensivo al
Derecho Administrativo, tal y como se ha reconocido en la doctrina, así como en sentencias
emitidas tanto por la Sala de lo Contencioso Administrativo, como por la Sala de lo
Constitucional. Que el Art. 45 de la Ley Orgánica de la Superintendencia de Valores prevé
como sanciones de índole administrativa, la amonestación privada o pública, la suspensión
o cancelación de inscripciones en el Registro Público Bursátil, así como la imposición de
sanciones pecuniarias, atendiendo a la infracción que se hubiere cometido. Siendo el caso
que la Sociedad Multifondos S.A. de C. V. posee un expediente limpio, ya que nunca ha
incurrido en errores graves, considera que las observaciones hechas por el personal de la
Superintendencia de Valores no ameritaba sanción, pues la falta atribuida no reviste
ninguna gravedad, haciéndose la observación que en todo caso lo que hubiera procedido era
un amonestación privada, pero no una suspensión, ya que la misma es una sanción
demasiado drástica, sin que hayan sido valorados adecuadamente los argumentos
presentados por la referida Sociedad.
Que en sentencia de inconstitucionalidad proveída por la Sala de lo Constitucional, el día
diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y dos, se estableció que la autoridad
administrativa no puede constituir materialmente una pena, por ser esto atribución judicial.
Sentándose en la misma sentencia que el Art. 14 de la Constitución, autoriza a la
Administración " - con carácter evidentemente excepcional -a imponer multa o arresto
hasta por quince días, pero en ningún momento aparece que se le concedan aquellas
potestades punitivas o sancionatorias, y que habiendo sido establecidas en forma
excepcional, tales facultades sancionatorias deben entenderse taxativas; y en consecuencia,
no puede hacerse una ampliación por vía legal, pues en tal caso la misma deviene
inconstitucional".
Que en base a tal consideración queda claro "que la sanción consistente en la suspensión o
cancelación por dos meses para operar como Puesto de Bolsa, es una sanción administrativa
y por consiguiente tiene la misma naturaleza ontológica que una pena", lo cual violenta el
derecho de propiedad y libertad, consagrados en los Arts. 2, 14, 102 y 103 de la
Constitución. Añade, que el hecho que la Sociedad Multifondos S.A. de C.V. no haya
ejercido su labor ha sido un problema de facto; lo cual en realidad no es motivo para
inhabilitarla administrativamente mediante una pena, en el ejercicio de la intermediación;
ya que el hacerlo implica que la referida sociedad no podrá dedicarse a su finalidad
principal, quedando clausurada, motivo por el cual se hace necesario tomar en cuenta la
sentencia pronunciada por la Sala de lo Constitucional, en la que se estableció que tal
consecuencia jurídica negativa solo puede ser aplicada por autoridad judicial y no
administrativa.
Finaliza su exposición señalando que es necesario tener en cuenta que por precedentes
jurisprudenciales y en base a la norma primaria, la administración está facultada para
realizar amonestaciones privadas o públicas, e imponer multas, pero no tiene más
atribuciones sancionatorias pues serían inconstitucionales, debiendo en todo caso recurrirse
a procedimientos mercantiles o penales según el caso.
II. Admitida que fue la demanda, se tuvo por parte al Licenciado Juan Pablo Ernesto
Córdova Hinds, se suspendió provisionalmente la ejecución de los actos impugnados y se
solicitó informe a las autoridades demandadas sobre la existencia de los actos que se le
atribuían. Dichos informes fueron rendidos en forma afirmativa; se confirmó la suspención
del acto impugnado y se requirió a las autoridades demandadas nuevo informe en el que
expresaran la legalidad del acto adversado; ordenándose además la notificación de tal
resolución al Señor Fiscal General de la República.
Por su parte las autoridades demandadas en lo pertinente manifestaron: Que con fecha
treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa y ocho, en proceso administrativo
instruido contra la Sociedad Multifondos S.A. de C. V., Casa Corredora de Bolsa, el
Superintendente de Valores pronunció sentencia definitiva en la que en base al Art. 18 letra
d) de la Ley del Mercado de Valores, resolvió suspender el asiento registral de la referida
sociedad por el plazo de dos meses en el Registro Público Bursátil. Dicha resolución fue
notificada a la parte actora a las once horas y cincuenta minutos del día dieciocho de
noviembre de mil novecientos noventa y ocho, lo cual consta en la respectiva acta de
notificación. De tal resolución se interpuso recurso de apelación ante el Consejo Directivo
de la Superintendencia de Valores, el cual fue resuelto en sentencia definitiva de las once
horas y quince minutos, del día siete de enero de mil novecientos noventa y nueve,
confirmándose la sentencia en apelación, en todas y cada una de sus partes.
Que de acuerdo a lo expuesto por la parte demandante en su demanda tal notificación
adolece de nulidad, afirmación que carece de la objetividad necesaria como para ser
atendida, ya que de conformidad al Principio de Especificidad, plasmado en el art.1115
Pr.C. "Toda nulidad requiere de una mención precisa y concreta en la Ley, y que la misma
la sancione con la nulidad que se pretenda alegar"; es decir que para que proceda la
declaratoria de nulidad se hace imprescindible la concurrencia de dos requisitos siendo el
primero la mención o tipificación en la ley de forma expresa, y el segundo, la existencia de
un perjuicio a un derecho o defensa.
Que la afirmación realizada por la parte actora, al señalar que el hecho de habérsele
notificado únicamente el fallo de la sentencia hace dudar la existencia de la misma, tiene
una notable carga de subjetividad y la norma jurídica en la cual se basa la supuesta nulidad
alegada, carece de total aplicación al caso concreto, ya que la misma expresamente
sanciona la falta de notificación y nunca hubo tal falta; además el hecho de que en la
notificación no constara la hora y fecha del proveído no ha interferido de manera alguna en
la defensa del demandante, ya que el plazo para la interposición del recurso inicia a partir
del momento de la notificación y, el contenido de la sentencia, siempre ha estado al alcance
de los recurrentes con solo que se solicitara en las oficinas de la Superintendencia de
Valores el expediente correspondiente; por lo que no puede deducirse responsabilidad
alguna sobre la Superintendencia de Valores por el desinterés de la parte actora de solicitar
el expediente.
Además de conformidad al Art. 65 de la Ley Orgánica de la Superintendencia de Valores,
las actuaciones que regula "no están sujetas a solemnidades especiales, pudiendo emplearse
cualquier medio de simplificación de las formas", razón por la que no se hace necesario
transcribir por completo la sentencia en el acto de notificación, pudiéndose transcribir
únicamente el fallo. Lo que en ningún momento riñe con lo establecido en el Art. 427 Pr.C.
que señala los requisitos de una sentencia, los cuales fueron cumplidos en la debida forma.
En relación al principio de responsabilidad objetiva, que la parte actora alega haber sido
aplicado, en contra de criterios emitidos por la Sala de lo Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia y con la normativa penal se hacen las siguientes observaciones: Que el
Art.2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa es claro al señalar que lo que
se conoce en esta instancia es la legalidad o ilegalidad de un acto específico, no de su
constitucionalidad, ya que esta labor corresponde por razón de competencia a la Sala de lo
Constitucional; por lo que no es comprensible la intención de interpretar las leyes bursátiles
bajo criterios penales y constitucionales de índole personal.
Que respecto de la alusión que hace el administrado al Art. 4 del Código Penal, es necesario
hacer ver que de conformidad al Art. 86 inciso 3° de la Constitución "los funcionarios del
gobierno son delegados del pueblo y no tienen más facultades que las que expresamente les
da la ley", por lo que la alegación de la norma de carácter penal no es comprensible en el
contexto del presente proceso, ya que "a)Esta Superintendencia no tiene facultades para
aplicar ninguno de los artículos del Código Penal; b) El único Artículo aplicable a los
puntos no tratados por las Leyes que rigen el Mercado de Valores en El Salvador y, en
especial, en materia de procedimientos, es el Art. 78 de la Ley Orgánica de la
Superintendencia de Valores, y ese no incluye el Código Penal".
Continúan las autoridades demandadas exponiendo que a folios seis, párrafo quinto de la
demanda presentada, el mismo actor afirma "Multifondos S.A. de C.V., en ningún
momento ha cumplido con todas las formalidades de ley exigidas para ejercer la
intermediación bursátil" admitiendo así su falta. Que además el apoderado de la parte
demandante en ningún momento negó que la referida sociedad infringió el supuesto
establecido en el Art.18 letra d) de la Ley del Mercado de Valores, el cual prevé la
suspención del asiento registral por parte de la Superintendencia de Valores hasta por un
año, debiéndose ello a que la contravención de la normativa administrativa realmente se
verificó, lo cual quedó plenamente demostrado en las dos instancias que fueron agotadas.
Que en relación a la falta de gradualidad alegada, se obvió la lectura del Art.44 de la Ley
Orgánica de la Superintendencia de Valores, "el cual establece una consecuencia jurídica
genérica por las infracciones a las distintas normativas aplicables a las sociedades
demandantes, y en su parte final reza: "…sin perjuicio de las sanciones establecidas
específicamente en otros cuerpos legales o reglamentarios". Ello significa indubitablemente
que si bien es cierto, en dicha norma aparecen consecuencias jurídicas genéricas a cualquier
infracción, su existencia no inhibe al Superintendente a decretar las consecuencias jurídicas
que puedan existir en otros cuerpos normativos. Por tanto, la imposición de la
amonestación o de una multa según el artículo 45, tal como se ha sugerido, no pueden sino
devenir en una ilegalidad, a la luz de lo expresado en el artículo 44, ambos de la Ley
Orgánica de la Superintendencia de Valores, y de lo que expresamente estipula el artículo
18 de la Ley del Mercado de Valores, el cual en ningún momento admite que se imponga
una amonestación por una de las causales. En ese sentido, no era jurídico, ni legal, ni
posible el decretar una consecuencia jurídica distinta de la que estipula el mencionado
artículo 18, y fue por ello que se aplicó de ese modo".
Que en relación a este punto "no debe olvidarse que el Superintendente esta facultado para
suspender hasta por un año a la Casa y solo lo hizo por DOS MESES; eso significa que no
lo hizo por el máximo posible, ni siquiera por un veinticinco por ciento de esa pena, sino lo
hizo por menos del diecisiete por ciento de la pena máxima a que podía ser sometida,
justamente tomando en cuenta que solamente se transgredió la norma y, a raíz de ello, nadie
se ha visto perjudicado hasta ese momento".
Finalmente señalan que en relación a la afirmación que hace la parte actora sobre la
supuesta arrogación de funciones correspondientes al Organo Judicial, la cual fundamenta
en una sentencia de inconstitucionalidad y en el Art. 14 de la Constitución, carece de todo
sentido. Pues la tesis que presenta sostiene que al decretarse la suspensión del asiento
registral de la sociedad demandante, se hizo uso de facultades que la ley no otorga ni al
Superintendente de Valores, ni al Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores, lo
cual es totalmente falso, ya que la consecuencia jurídica que se discute tiene su fundamente
legal en el Art. 18 de la Ley del Mercado de Valores.
Que siendo "la Sala de lo Contencioso Administrativo la encargada de resolver sobre
controversias suscitadas por la legalidad o ilegalidad de un acto administrativo, tal
legalidad o ilegalidad solo puede ser vista a través de la interpretación de una norma
existente, de la no existencia de dicha norma o de su pérdida de vigencia, y hasta este
momento no se ha puesto en duda ni la vigencia, ni la existencia, ni mucho menos la
positividad del artículo 18 de la Ley del Mercado de Valores, en virtud del cual se ha
decretado la suspensión de que tratan las sentencias impugnadas".
III. Se dio intervención en el juicio a la Licenciada Norma Alicia Pérez Carbajal, en
carácter de Agente Auxiliar y en representación del señor Fiscal general de la República y
se abrió a prueba el mismo por el término de Ley.
Concluido el término probatorio, se corrieron los traslados respectivos que establece el Art.
28 de la L.J.C.A.. y se solicitó la remisión del respectivo expediente administrativo. Las
autoridades demandadas no contestaron el traslado en el término de ley, por lo que en base
al Art. 46 de la normativa citada, se ordenó oírseles en la siguiente audiencia; el
Superintendente de Valores por su parte expuso razones que no justificaron su omisión de
contestar el traslado conferido, por lo que se le impuso multa de trescientos colones,
mientras que al Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores se le impuso una
multa de quinientos colones por no contestar el traslado conferido, ni expresar alguna para
tal omisión. Posteriormente se corrió traslado a la parte actora quien reiteró los argumentos
expuestos en la demanda. Finalmente se corrió traslado al señor Fiscal General de la
República a través de su agente auxiliar y representante, quien lo contestó esencialmente en
el sentido de es procedente declarar, si se produce perjuicio al derecho de defensa de las
partes, lo cual no sucedió en el presente caso, ya que la parte actora hizo uso del recurso de
apelación, siempre estuvo conocedora del proceso, no habiendo obstrucción en su derecho
de defensa, y siempre fue notificada, careciendo la nulidad alegada del requisito de
especificidad, razón por la que considera que los actos administrativos impugnados son
legales.
VI. FUNDAMENTOS DE DERECHO
El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia.
En el presente caso, los actos administrativos impugnados son las resoluciones dictadas
por: a) el Superintendente de Valores con fecha treinta de octubre de mil novecientos
noventa y ocho, por medio de la cual se suspendió el asiento registral de la Sociedad
Multifondos, S.A.de C.V., Casa de Corredores de Bolsa por un plazo de dos meses; y b)
Por el Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores, el día siete de enero de mil
novecientos noventa y nueve que confirmó la suspensión ya relacionada.
Los puntos controvertidos respecto de la legalidad de dichos actos son:
a.
b. La existencia de vicios en el procedimiento administrativo, específicamente en la
notificación de la resolución que ordenó la suspensión.
c.
d. Que la aplicación del Art. 18 letra d) de la Ley del Mercado de Valores, en el
presente caso se ha dado bajo el principio de responsabilidad objetiva.
e.
f. Que la sanción a que da lugar la disposición citada es contraria al principio de
proporcionalidad.
g.
h. Que el Superintendente al dictar la sanción de mérito, incurrió en desviación de
poder.
i.
j. Que la suspensión regulada en la disposición citada es producto del ejercicio
abusivo por parte de la Administración, de potestades sancionatorias propias y
exclusivas del Organo Judicial.
Por lo antes señalado, es indispensable para resolver, analizar si los actos adversados son
legales o no y, pronunciarse sobre cada uno de los puntos señalados.


Existencia de supuestos vicios en la notificación del acto que ordenó la
suspensión.
A juicio de la Sociedad actora (Fs.2) en el presente caso la administración" ha cometido
una grave falta de procedimiento" dado que al momento de realizar la notificación de la
resolución que ordenó la suspensión, únicamente comunicó la parte contentiva del fallo y
no el texto integro de la resolución.
Esa omisión en su opinión ha generado la violación al debido proceso, ya que una
notificación que no contiene la expresión de los hechos, pruebas y razones jurídicas que
sustentan el fallo, generan la nulidad de la misma. Dicho postulado lo fundamenta en los
Arts. 427, 221, 1253 y 1119, todos del Código de Procedimientos Civiles.
Sobre este punto, se observa: que la cita que hace el apoderado de la demandante de los
artículos anteriormente relacionados, carece de pertinencia para fundamentar de alguna
manera el argumento planteado respecto de la nulidad en la actuación a que hace referencia.
Efectivamente el Art. 427 Pr.C., se limita a regular la redacción de las sentencias
definitivas, en su forma y contenido. Nada prescribe respecto de la notificación en general,
ni en el caso particular de la sentencia. El Art. 221 Pr. tipifica como caso de nulidad " la
falta " de notificación para los actos en que la ley las requiere expresamente; obviamente la
situación que se analiza en el presente apartado, está fuera de la hipótesis del artículo citado
a partir del hecho de que se practicó la notificación del fallo, asunto comprobado por la
misma demandante con los documentos anexos a la demanda según Fs. 13. , y que el
señalamiento se contrae a la forma en que la mencionada diligencia fue practicada.
Respecto de los artículos 1253 Pr, y 1119 Pr. C. el primero prescribe que en toda diligencia
judicial deberá anotarse no solo el día, mes y año, sino también la hora; y el segundo, que
toda sentencia, decreto o diligencia que no esté autorizada en legal forma es nula.
Si la parte actora ha invocado estas disposiciones en el supuesto de que la diligencia de la
notificación a su juicio es irregular por no haberse puesto o anotado el día, mes, año y la
hora en que fue realizada, ésto no es el caso porque en la esquela de la notificación y en el
acta respectiva aparece que se dio pleno cumplimiento a la disposición citada; hecho que
desvirtúa o contradice las alegaciones respecto de la legalidad del acto de notificación.
Por otra parte consta en el texto de la mencionada esquela de notificación, que se consignó
el fallo proveído, que constituye en todo caso, la parte esencial y dispositiva de la
resolución impugnada. Esa forma de notificación no está sancionada con nulidad de la
diligencia en ninguna de las disposiciones citadas, ni en otras de la legislación a que se hace
referencia. La notificación así practicada tampoco puede equipararse a una omisión.
Desde otra perspectiva, como consta en el expediente administrativo, la Sociedad actora
introdujo en tiempo y forma el respectivo recurso, cuyo ejercicio y resolución final
representan la satisfacción de su derecho de defensa .Todo lo anterior permite establecer
que en el presente punto no ha existido la ilegalidad o el defecto argumentado y mucho
menos se ha propiciado perjuicios o indefensión de la sociedad actora.


Que la suspensión es producto de la aplicación del principio de responsabilidad
objetiva.
En el presente caso, como ya se ha detallado la sanción impuesta es una suspensión del
asiento registral de la Sociedad MULTIFONDOS S.A.de C.V., CASA CORREDORA DE
BOLSA.
La definición de los elementos del tipo del ilícito administrativo así como la consecuencia
jurídica respectiva se encuentra específicamente en el Art. 18 literal d) de la Ley del
Mercado de Valores.
Esta disposición preceptúa que " El asiento registral de una casa de corredores de bolsa
podrá ser suspendido por el Superintendente hasta por el plazo máximo de un año…..en
alguna de las siguientes causales: ..d) Dejar de desempeñar la función de intermediación
activa por mas de un año; …"
En el presente caso, la Sociedad Actora, ha aceptado que no ha desarrollado por mas
de un año la intermediación activa a la que se refiere la disposición citada, pero alega
que la cesación de su función, no ha generado perjuicio alguno - como otros supuestos
de infracción tipificados en la misma Ley - y que en dicha inacción no ha existido ni
culpa ni dolo alguno.
Por lo antes expresado el Apoderado de MULTIFONDOS concluye, que el Superintendente
al momento de sancionar a su poderdante ha pasado a realizar una aplicación de la norma
de manera mecánica y automática, sin valorar el nivel de culpabilidad y, por ello la
sanción de mérito, es producto de la aplicación del principio de responsabilidad objetiva.
Como último señalamiento los demandantes agregan que MULTIFONDOS ha mantenido
vigente la fianza respectiva así como la información que según la normativa aplicable esta
obligada a proporcionar a la Superintendencia, factores que contribuyen a eliminar la
responsabilidad.
Respecto al punto en estudio, este Tribunal considera indispensable establecer, como ha
sido señalado por la doctrina, la responsabilidad objetiva se configura cuando la
Administración al sancionarse limita a constatar el mero incumplimiento de la norma
jurídica - lo que significa que la acción o inacción del sujeto ha encajado en la norma
jurídica - sin pasar a determinar si ha existido nexo de culpabilidad en cualquiera de
sus formas: dolo o culpa - respecto del sujeto activo de la infracción.
En el presente caso, tal como ha quedado comprobado, la Sociedad Actora se ha mantenido
inactiva en el giro de la intermediación por más de un año. Esta omisión, inequívocamente,
coincide con el supuesto hipotético del ilícito administrativo en referencia.
Respecto al elemento de culpabilidad en la inactividad apuntada es necesario señalar, como
lo expresó la misma Sociedad a Fs. 3 vuelto de este proceso y Fs. 7 del primer expediente
administrativo, que el grupo accionista de MULTIFONDOS S.A de C.V., -que es el mismo
de INVERSIONES BURSATILES CREDOMATIC, S.A. de C.V.- decidió iniciar
operaciones por medio de la última sociedad y no a través de MULTIFONDOS.
Esta decisión expresamente manifestada, representa en el caso una expresión volitiva, por
medio de la cual se establece que el sujeto activo de la infracción decidió no realizar
acciones de corretaje por más de un año a cuenta de MULTIFONDOS.
Es necesario agregar, que la doctrina en el ámbito de la responsabilidad ha aceptado
pacíficamente, que la voluntad de un sujeto puede establecerse por una acción o por una
omisión; en este último supuesto, la violación a la norma se origina en la comisión de una
omisión, siendo ésta la forma en que se establece el vínculo de culpabilidad que apareja
responsabilidad legalmente.
Sumado a lo anterior, la referida Sociedad, en el respectivo procedimiento administrativo
para la imposición de la sanción, así como en el presente juicio, no ha expresado
justificación valedera que le impidiera cumplir con lo establecido expresamente por la
norma aplicable como una obligación.
Por el contrario, expresamente dijo en la demanda: " En abril de mil novecientos noventa y
ocho, el grupo de accionistas de MULTIFONDOS S.A. de C.V., mediante la empresa
llamada " BAC CAPITAL MARKETS INC. " Adquirió acciones del puesto de Bolsa
denominado INVERSIONES BURSATILES CREDOMATIC, S.A. de C.V. CASA DE
CORREDORES DE BOLSA, razón por la que las operaciones que se tenían proyectadas
ejecutar a través de MULTIFONDOS S.A. de C. V. , no se concretaron y se trasladaron
hacia el nuevo puesto de Bolsa cuyas acciones adquirieron por el mismo grupo financiero.
Todo esto se hizo de conocimiento de la Superintendencia de Valores."
En la declaración anterior, se reconoce expresamente que fue una decisión de la
Administración de MULTIFONDOS S.A. de C. V. , la que influyó para que permaneciera
inactiva, al determinar que las operaciones de bolsa proyectadas a ejecutar por dicha
Sociedad, ya no se realizaran por su medio sino por otra. Tal circunstancia, lejos de
justificar la omisión, acredita que la Administración de la Sociedad debe asumir las
consecuencias jurídicas de su determinación, habida cuenta que la legislación aplicable, en
particular, la situación prevista en el Art. 18 letra d) de la Ley del Mercado de Valores, está
vigente y se entiende ser del conocimiento generalizado.
En tales circunstancia, la aplicación de la consecuencia legal prevista en la disposición en
referencia no puede apreciarse como meramente mecánica o fundamentada en la
responsabilidad objetiva.
Las supuestas justificaciones que expone la Sociedad actora a fs 3 frente y vuelto de la
demanda, no son valederas a juicio de este Tribunal, dado que no representan en si mismas,
imposibilidades para la intermediación activa; todo lo contrario dichas manifestaciones
constatan la voluntad de los accionistas de no realizar intermediación por medio de
MULTIFONDOS, sino a través de otra sociedad de la cual eran también accionistas (IBC).
Por lo expuesto, el corretaje realizado por IBC, no excluye a MULTIFONDOS de la
obligación de cumplir con lo señalado en el Ar. 18 letra d) de la Ley del Mercado de
Valores.
Respecto de los argumentos expuestos sobre la falta de daño o agravio, es necesario
relacionar que éstos no son elementos constitutivos del tipo del ilícito administrativo en
cuestión, y por ello funcionan en todo caso, como hechos atenuantes o agravantes que
deben tenerse en cuenta al momento de valorar la gradualidad de la sanción.


Que la sanción impuesta es contraria al principio de proporcionalidad.
Otro punto esgrimido por la Sociedad demandante, es que no ha existido al momento de
establecer la consecuencia jurídica del ilícito administrativo, gradualidad, es decir, que la
administración se ha excedido en la determinación del plazo de la suspensión como
sanción.
Como ya se ha señalado, en el presente caso, el Superintendente de Valores, al momento de
observar el incumplimiento de la casa corredora, MULTIFONDOS, determinó que la
infracción ameritaba una suspensión por dos meses.
Dicha sanción es calificada de drástica por la actora, porque en su opinión por el
incumplimiento, sólo era procedente, a caso, una amonestación privada "pero no una
suspensión"; todo producto de la apreciación de las circunstancias atenuantes.
Sobre el argumento esgrimido es necesario relacionar, que en el presente caso, como se
aprecia de la lectura del Art. 18 de la Ley del Mercado de Valores, la administración al
momento de determinar la consecuencia jurídica de la infracción de mérito, aplica una
potestad reglada. Establecido legalmente entonces que el incumplimiento da lugar a una
suspensión, es jurídicamente inviable, que la Administración imponga otras formas
sancionatorias contempladas en la Ley para infracciones diferentes.
Concretamente, respecto a si la suspensión decretada por el período de dos meses es o no es
proporcional a la infracción cometida, este Tribunal es del criterio que existen elementos
que demuestran que se han tomado en cuenta ciertos factores, a fin de graduar la sanción.
Lo anterior se apoya en un principio lógico: de no haberse tenido a la vista dichos
elementos, la administración hubiera establecido el máximo señalado en la norma - un año , en cambio la suspensión de mérito equivale solamente a la sexta parte del máximo.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la suspensión en referencia es la consecuencia
jurídica prevista por el legislador para la situación específica.
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Que el Superintendente al dictar la sanción de mérito, incurrió en desviación de
poder.
La doctrina señala que la desviación de poder es una irregularidad que concretamente
afecta el fin del acto administrativo. Este vicio se actualiza en un acto que, emitido
formalmente dentro de la competencia del órgano y de los límites de su poder, sirve para
fines distintos de los establecidos por el legislador, distintos de los propios del poder que se
ejerce.
A partir de lo anterior, "el acto administrativo puede haber sido emitido por el órgano
competente, ajustándose a las reglas de fondo y de forma, siendo aparentemente correcto;
pero si la administración persigue un fin que no es el debido, el acto será inválido por
desviación de poder."(Diccionario de Derecho Público Editorial Astrea, Buenos Aires
Argentina, 1981, Pag. 233.)
En el presente caso la citada irregularidad a juicio MULTIFONDOS, se ha dado, ya que la
Superintendencia de Valores y el Consejo Directivo de dicho ente, han dictado una sanción
que " no esta acorde con el bien jurídico que pretende protegerse".
Respecto a este punto, este Tribunal aclara que, al realizar un análisis de los argumentos en
base a los cuales se alega que ha existido desviación de poder, éstos representan en todo
caso, una manifestación de la inconformidad de la Sociedad actora respecto del
establecimiento de la conducta tipificada por el legislador seguida de una sanción, pero no
concretan la supuesta sustitución de los fines inmediatos implícitos en la norma jurídica
pertinente.
Al analizar el acto en comento y teniendo en cuenta lo establecido en la normativa
aplicable, este Tribunal tiene la convicción de que no ha existido la irregularidad alegada
respecto del fin del acto dictado.
En términos estrictamente procesales, como lo señala María del Carmen Chinchilla en su
libro " La Desviación de Poder" (María del Carmen Chinchilla, La Desviación de Poder
Editorial Civitas Madrid, 1989. Pag.123) la alegación de la desviación de poder tiene
ciertos requisitos a nivel de carga probatoria.
Ya que por su naturaleza, este vicio es difícil de probar, no se requiere como necesario, la
aportación de plena prueba para su alegación; sin embargo quién pretenda la anulación de
un acto por este motivo, debe aportar por lo menos un principio de prueba sobre los
elementos constitutivos de tal irregularidad.
En el presente caso, como consta en múltiples pasajes de este proceso, la parte actora se
limitó a alegar la supuesta existencia de la desviación de poder, sin señalar, siquiera
indicios, o bien ofrecer o solicitar prueba a fin de comprobar su existencia. Tampoco ha
demostrado el vicio impugnado.


Que la suspensión en referencia es producto del ejercicio abusivo por parte de la
administración, de potestades sancionatorias exclusivas del Organo Judicial.
Otro de los argumentos esgrimidos por la Sociedad Actora, es que la imposición de una
sanción como la de que ha sido objeto, es una práctica abiertamente contraria a la
Constitución.
Dicho razonamiento se basa en la interpretación literal del Art. 14 de la Constitución de la
República que señala: "Corresponde únicamente al Organo Judicial la facultad de imponer
penas, no obstante la autoridad administrativa podrá sancionar, mediante resolución o
sentencia y previo el debido proceso, las contravenciones a las Leyes, reglamentos u
ordenanzas, con arresto hasta por cinco días o con multa, la cual podrá permutarse por
servicios sociales prestados a la comunidad"
De la anterior disposición, la Sociedad MULTIFONDOS, concluye que " la decisión del
Superintendente de Valores como del Consejo Directivo, viola los principios
constitucionales al excederse en sus atribuciones".. en cuanto dichas autoridades han
dictado una sanción diferente a la multa y al arresto.
Cita jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional -sentencia de inconstitucionalidad 3-92 en que se expresó que el artículo en referencia, hace una delimitación taxativa de las
potestades sancionatorias de la Administración, circunscribiendo dicha actividad a la multa
y al arresto, generando por ello que cualquier otra manifestación de este poder resulta
inconstitucional.
Al respecto este Tribunal aclara:


Origen y naturaleza de las potestades sancionadoras de la administración.
En retiterada jurisprudencia, esta Sala ha señalado, apoyándose en la doctrina, que la
potestad administrativa sancionadora, al igual que la potestad penal de los jueces y
Tribunales, constituyen técnicas de intervención social perfectamente habituales y
sólidamente asentadas que forman parte de un genérico " Ius puniendi" del Estado.
La dicotomía señalada, es aceptada en la actualidad al entender que si bien es cierto existe
una única potestad punitiva del Estado, ésta se manifiesta respecto de dos formas
diferentes: ilícitos penales - los delitos y faltas - los ilícitos administrativos o
contravenciones.
Respecto de los orígenes históricos de la potestad aministrativa, la doctrina señala el
denominado poder de policía, por medio del cual la administración está autorizada para
imponer las sanciones propiamente tales, así como las medidas de policía - que no son
sanciones - encaminadas a la vigilancia sobre las necesarias y previas autorizaciones
administrativas.
Las justificaciones del desarrollo de la potestad sancionadora en manos de los entes
administrativos obedece a razones pragmáticas evidentes, dado que sin ella, se dificultaría a
la administración el cumplimiento de su finalidad última que es garantizar: el
mantenimiento del propio orden jurídico, el de la sociedad en su conjunto, y el de la misma
administración, mediante la represión de todas aquellas conductas contrarias al mismo.
(José Suay Rincon, Sanciones Administrativas, Publicaciones del Real Colegio de España,
Bolonia 1989 Pag. 20)
A partir de lo anterior, "corresponde a la Administración la potestad sancionadora, no
como privilegio sino como un instrumento normal para el cumplimiento de sus fines (
inmediato y eficaz), en orden a la satisfacción de los intereses generales.." (Alejandro
Nieto, Derecho Administrativo Sancionador, segunda Edición, Editorial Tecnos, Madrid
1994 pagina 90).
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De la denominada Atribución implícita de la potestad sancionadora.
Es necesario señalar que la doctrina ha generado diferentes explicaciones que sustentan el
poder coercitivo de la administración: emanación del ius puniendi del Estado, potestad
ínsita, corolario de la policía. etc.. redundando todas en lo que el citado autor denomina una
atribución implícita de la potestad sancionadora.
A partir de esta perspectiva, la existencia de una potestad sancionadora de la administración
es necesaria e indiscutible para el adecuado cumplimiento de la función administrativa.
El mencionado expositor traslada la discusión de la existencia de la potestad sancionadora
en los entes administrativos - dado que la entiende ínsita, o connatural - a la capacidad para
su ejercicio. En esta idea, para que un ente de la Administración pública pueda ejercer en
concreto la potestad sancionadora reconocida genéricamente de antemano, ha de actuar de
acuerdo con ciertos requisitos, empezando por el de la legalidad.
En otras palabras, el principio de legalidad (reserva legal y mandato de tipificación) no
afecta a la existencia de la potestad sancionadora, sino a las condiciones de su ejercicio.


Criterios para la interpretación del Art. 14 Cn.
Como señala Segundo V. Linares Quintana, en su libro Tratado de Interpretación
Constitucional, (Segundo V. Linares Quintana Tratado de Interpretación Constitucional,
Editorial Abeledo- Perrot Argentina 1998 Pag140) existen diferentes enfoques o métodos
para alcanzar la interpretación de un texto constitucional.
Uno de éstos, es el denominado enfoque sistemático, visualizado por otros tratadistas
como el principio de unidad de la Constitución. A la luz de este principio " la
Constitución debe interpretarse siempre como un cuerpo o conjunto orgánico y
sistemático…integrado por reglas y principios racionales e inseparablemente vinculados
entre sí …por lo cual ninguna de sus cláusulas debe considerarse aislada, ni superfluamente
sino como parte de un sistema.."
Por lo señalado y teniendo por antecedente, que todas las disposiciones de la Constitución
poseen la misma jerarquía, el citado autor propugna por una interpretación "que armonice y
no la que coloque en pugna a las distintas cláusulas de la Constitución afectando su esencial
imprescindible homogeneidad, cohesión y coherencia"
Este punto se trae a cuenta, porque al realizar una revisión integral de la Constitución
vigente, se encuentran otras disposiciones que de forma expresa o implícita atribuyen a la
Administración pública potestades sancionatorias diferentes a las señaladas en el Art. 14
Cn., por ejemplo, el Art 68 Cn, referirse a las potestades administrativas del Consejo
Superior de Salud Pública y de las Juntas de Vigilancia, señala en su inciso segundo que
"Estos organismos tendrán facultad para suspender en el ejercicio profesional a los
miembros del gremio bajo su control, cuando ejerzan su profesión con manifiesta
inmoralidad o incapacidad".
Asímismo el Art. 181 Cn., que establece las atribuciones de la Corte Suprema de Justicia,
señala en la No. 12, que ésta podrá suspender o inhabilitar a los abogados autorizados
por los motivos previstos.
El Art. 219 Cn., al establecer la Carrera Administrativa y las bases de la Ley que regule el
servicio civil, autoriza " los traslados, suspensiones y cesantías…de los servidores
públicos..". Lo anterior confirma el limitado alcance del Art. 14 Cn.
Los ejemplos anteriormente relacionados demuestran y confirman plenamente que las
autoridades en ejercicio de la función administrativa, no sólo están facultadas para
sancionar las contravenciones a las leyes o normas administrativas, mediante arresto o
multa, sino, además, mediante otras sanciones como las indicadas en las disposiciones
constitucionales citadas.
En ese sentido, debe quedar establecido que el Art. 14 Cn. en la versión de la Constitución
vigente, al regular y atribuir a la autoridad administrativa la potestad de sancionar mediante
arresto o multa las contravenciones, de ninguna manera tiene carácter restrictivo o
excluyente, como para sostener, que esa autoridad en ejercicio de la función administrativa
que naturalmente le compete, no puede ser facultada legalmente para imponer otra especie
de sanciones ante las contravenciones correspondiente.
En ese sentido es inaceptable el planteamiento de que las únicas sanciones administrativas,
que la Constitución faculta imponer a las autoridades administrativas en los supuestos
legales son el arresto o la multa.
La cuestión al parecer se plantea a partir de una confusión. El Art. 14 Cn, en su parte inicial
establece "Corresponde únicamente al Organo Judicial la facultad de imponer penas". En
efecto, el poder penal o punitivo del Estado ha sido conferido por el constituyente a los
Tribunales y Jueces que integran el Organo Judicial, como garantía o seguridad de que ese
poder será ejercido con exacta observancia de la Constitución y de la ley, en el caso
particular, del Derecho Penal, que es el que contiene la determinación especial de las
conductas típicas de las infracciones penales y de las penas y medidas de seguridad
aplicables.
El Derecho Penal es una rama específica del Derecho Sancionador. El Derecho Penal
reprime en su caso las infracciones penales. El Derecho Penal, entre otras sanciones,
tradicionalmente ha incorporado la privación de libertad personal y el gravamen económico
del infractor mediante multa.
El arresto, de acuerdo a Cabanellas, consiste en el "Acto de prender a una persona y
privarle el uso de su libertad. Equivale a prisión; aún cuando se dice, según Escriche, que
está arrestado, y no preso, quien tiene su casa por cárcel; etc., etc. El mismo autor refiere
que "Según el Cód. Pen. Esp., el arresto como pena puede ser de dos clases; mayor o
menor, etc. etc. (G. Cabanellas, Diccionario de Derecho Usual, Sexta Edición, Tomo I, Pág.
221).
La multa, según el autor citado, consiste en la "Pena pecuniaria que se impone por un falta
delictiva, administrativa o de policía o por incumplimiento contractual"….."Dentro del
Derecho Penal, las multas pueden constituir pena principal o accesoria de otra; y también
alternativa, a juicio del Tribunal, o convertible- en arresto casi siempre por insolvencia del
infractor o por su negativa a pagarla"….."Dentro del Cód. Pen. Esp. La multa puede ser
pena grave o leve; etc. (G. Cabanellas. Ob. Cit. Tomo II, Pág. 755).
Las citas en referencia demuestran que tanto el arresto como la multa, han sido
consideradas como penas en la legislación o Derecho Penal. Esa circunstancia fue
considerada indudablemente por el constituyente salvadoreño en la formulación del Art. 14
Cn., y es el supuesto de la expresión que sigue a la regla general de que "Corresponde
únicamente al Organo Judicial la facultad de imponer penas.
En efecto, la expresión que le sigue: "No obstante", usada en la segunda parte del Art. 14
Cn., para facultar a la autoridad administrativa la imposición de sanciones como el arresto y
la multa, a cuenta de las contravenciones a las leyes o normas administrativas, sólo implica
de alguna manera, el recordatorio del origen penal de esa sanciones, pero de ninguna
manera, que se erija en base para sostener, que son las únicas sanciones administrativas que
la Constitución faculta a la autoridad administrativa en ejercicio de sus atribuciones legales.
Esta interpretación, como se colige, abona a considerar que la administración posee una
amplia gama - que requiere evidentemente del respeto al principio de legalidad, reserva de
Ley y tipicidad - de posibilidades para desplegar su potestad sancionatoria.
Consecuentemente, en el punto analizado no existe inconstitucionalidad ni legalidad.
Tomado como base los argumentos expresados, esta Sala considera respecto de los puntos
controvertidos en este proceso, que los actos administrativos impugnados son legales y así
deben ser declarados en definitiva.
POR TANTO, En base a las razones expuestas, Arts. 421, 427 Pr.C., 31, 32 y 3 literal c) de
la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a nombre de la República, esta Sala
FALLA: a) Declárase legal el acto dictado por el Superintendente de Valores con fecha
treinta de octubre de mil novecientos noventa y ocho, por medio del cual se decreta la
suspensión del asiento registral de la Sociedad Multifondos, S.A.de C.V., Casa de
Corredores de Bolsa, por un plazo de dos meses; y b) Declárase legal la resolución
pronunciada por el Consejo Directivo de la Superintendencia de Valores, el día siete de
enero de mil novecientos noventa y nueve que confirmó la suspensión ya relacionada; c)
Condénase en costas procesales a la parte actora conforme al derecho común; y; d) En el
acto de notificación entréguese certificación de esta sentencia a la autoridad demandada y a
la representación fiscal y devuélvanse los respectivos expedientes administrativos al lugar
de procedencia. NOTIFÍQUESE.---M. ALF. BERNAL SILVA---J. N. R. R.---RENE
FORTIN MAGAÑA---M. CLARA---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES
MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---J. E. ESCALANTE D.---RUBRICADAS.
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