6.- Secretaría Pro-Tempore La Cumbre Iberoamericana es una conferencia diplomática del más alto nivel, cuyas deliberaciones giran en torno a un tema propuesto por el país anfitrión en coordinación con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que fue creada en la Cumbre de Salamanca en el 2005. Al mismo tiempo, la Cumbre sirve para que los jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos impulsen las principales iniciativas de interés para los países miembros. La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno es, junto a la Reunión de ministros de Relaciones Exteriores, la más alta instancia política de la Conferencia Iberoamericana. Desde el inicio de las Cumbres Iberoamericanas en 1991, y antes de que existiera la Secretaria General Iberoamericana, se estableció un sistema según el cual cada país sede designa una Secretaría Pro-Tempore. La Secretaría Pro-Tempore es ejercida anualmente por el país en el que se celebra la Cumbre y se ocupa de apoyar a la SEGIB en la organización de la misma, así como de coordinar con ella los trabajos preparatorios y de dar continuidad a sus decisiones, con el respaldo de la denominada Troika (compuesta por el propio país anfitrión, su antecesor y su sucesor). Finalizada la Cumbre pasa el testigo al siguiente país anfitrión. La Secretaría Pro-Tempore cuenta con un secretario Pro-Tempore al frente, nombrado al efecto, que es el responsable de toda la organización por parte del país anfitrión y “cara visible” de la Cumbre frente a terceros. El secretario ProTempore de la XXII Cumbre Iberoamericana es el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia Aldaz, asistido en esta labor por el embajador en Misión Especial para las Cumbres Iberoamericanas y Asuntos Multilaterales de Iberoamérica, Diego Bermejo Romero de Terreros. Por ello, es el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación quien coordina los contenidos de las reuniones preparatorias de la Cumbre.