Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rehabilitación (Madr). 2010;44(S1):2–7 www.elsevier.es/rh ARTÍCULO ESPECIAL Capı́tulo I: generalidades de los linfedemas y de la circulación linfática: patogenia y fisiopatologı́a E. Varela Donosoa,, G. Lanzas Melendob, M.A. Atı́n Arratı́bela y M.V. González López-Arzac a Medicina Fı́sica y Rehabilitación, Departamento Medicina Fı́sica y Rehabilitación e Hidrologı́a Médica, Facultad de Medicina UCM, Madrid, España b Medicina Fı́sica y Rehabilitación, Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, Madrid, España c Medicina Fı́sica y Rehabilitación, Departamento de Terapéutica Médico-Quirúrgica, Facultad de Medicina, Universidad de Extremadura, Badajoz, España Recibido el 31 de mayo de 2010; aceptado el 31 de mayo de 2010 PALABRAS CLAVE Linfedema; Incidencia; Clasificación; Circulación linfática; Fisiopatologı́a Resumen El linfedema es un aumento anormal de lı́quido rico en proteı́nas, en el espacio intersticial, debido a una alteración de la capacidad de transporte del sistema linfático, lo que ocasiona una hinchazón en diferentes partes del cuerpo, junto con una discapacidad para el paciente que afecta fundamentalmente a su área fı́sica y psicosocial. Desde la antigüedad, muchos autores han tratado de encontrar la relación entre este lı́quido y la circulación linfática. Existen dos diferentes formas de clasificar el linfedema: primario y secundario, con otras subclasificaciones de interés clı́nico. La incidencia mayor de linfedema de manera global es como consecuencia de la filariasis, aunque en los paı́ses desarrollados es el secundario a cirugı́a y/o radioterapia, fundamentalmente en el cáncer de mama, hoy dı́a en claro descenso debido a la técnica de la biopsia del ganglio centinela. Por la linfa son transportadas hasta la sangre proteı́nas de alto peso molecular, ası́ como otras sustancias, que son llevadas hasta ambos ángulos venosos yugulosubclavios. Las teorı́as de Guyton y Casley-Smith, explican la formación de la linfa en el espacio intersticial y su transporte. La unidad funcional del colector linfático es el linfangión, el cual puede contraerse autónomamente, conduciendo la linfa en sentido centrı́peto a lo largo de unas vı́as linfáticas superficiales y otras profundas pero que están perfectamente conectadas entre sı́; además, otros factores van a ser igualmente importantes en este proceso. Dos factores intervienen en la generación de los linfedemas: la alteración de la carga linfática y la de los mecanismos de transporte de la linfa. Una vez generado el estasis en el tejido intersticial, este puede sufrir distintos procesos, como es una fibrosis progresiva, tendiendo, por tanto, a la cronicidad y favoreciendo diferentes situaciones fisiopatológicas. & 2010 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (E. Varela Donoso). 0048-7120/$ - see front matter & 2010 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.rh.2010.05.006 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Capı́tulo I: generalidades de los linfedemas y de la circulación linfática: patogenia y fisiopatologı́a KEYWORDS Lymphoedema; Incidence; Classification; Lymphatic circulation; Pathophysiology 3 Chapter 1: generalities of the lymphedemas and lymphatic circulation: pathogeny and pathophysiology Abstract Lymphoedema represents an abnormal increase of protein-rich fluid inside the interstitial space due to an impairment of lymphatic transport capacity in the lymphatic system. It causes swelling in different parts of the body that results in a disability for the patient that fundamentally affects their physical and psycho-social areas. Since ancient times, different authors have attempted to discover the relationship between this fluid and lymphatic circulation. Lymphoedema can be classified into two groups: primary and secondary (with other sub-classifications that are of clinical interest). Filariasis represents the highest incidence of lymphoedema worldwide. However, in developed countries, lymphoedema is mostly secondary to surgery and radiotherapy, above all in breast cancer. Nevertheless, the incidence of this condition is decreasing nowadays due to the sentinel node biopsy technique. High molecular weight proteins as well as other substances are transported by the lymph and unloaded in both of the yugular-subclavian venous angles. The theories of Guyton and Casley-Smith explain lymph formation in the interstitial space and its transport. The functional unit of the lymphatic collector is the lymphangion, which can automatically contract, and leads the lymph in a centripetal direction along the superficial lymphatic pathways and other depths, but which are perfectly interconnected. In addition, other factors are going to be equally important in this process. Two factors contribute to the generation of lymphoedema: the alteration of the lymphatic load and the transport mechanisms of the lymph. Once the stasis in the interstitial tissue is generated, it may undergo various processes, such as progressive fibrosis. Therefore, this tends to be a chronic condition in favor of different pathophysiological conditions. & 2010 Elsevier España, S.L. and SERMEF. All rights reserved. Definición El linfedema se define como un aumento anormal de lı́quido rico en proteı́nas en el espacio intersticial debido a una alteración de la capacidad de transporte del sistema linfático, que se manifiesta por un incremento del tamaño o hinchazón de una extremidad o región del cuerpo1. Tiene un efecto negativo en el paciente desde el punto de vista fı́sico y psicosocial, provocando alteraciones de la imagen corporal, limitaciones de la movilidad de los miembros, dolor, disconfort y aumento de la frecuencia de infecciones, del uso de antibióticos y de las hospitalizaciones. Siempre hay que diferenciarlo de otras situaciones que provoquen acumulación anormal de lı́quido, como las insuficiencias cardiaca y hepática, sı́ndrome nefrótico, desnutrición, patologı́a arteriovenosa, etc., que originan un exceso de filtración capilar, en las que el lı́quido acumulado es pobre en proteı́nas1. La primera descripción recogida en la historia de un linfedema, se atribuyo a Celso (30 a.C.–50 d.C.) que describió una elefantiasis (parecido a la pezuña de un elefante). También se denominó satiriasis, leontiasis y sarcocele2. Posteriormente Ben Abbas y Avicena (De elephantiasis seu tumore pedium.) acuñaron el término de elefantiasis, que fue el utilizado en los siguientes años3. Durante los siguientes siglos se siguieron describiendo casos de elefantiasis asociadas a cuadro infecciosos, especialmente filariasis y lepra, hasta 1892 que William Milroy describió el primer caso de linfedema congénito hereditario. A principios del siglo XX se describieron otras causas de linfedema como el traumático y en 1921 William Halsted en Baltimore, comunicó los primeros casos de elefantiasis postquirúrgica, tras mastectomı́a con vaciamiento ganglionar axilar y lo denominó elephantiasis chirurgica. En 1938 Telford y Simmons aseguraron por primera vez que elefantiasis y linfedema eran la misma enfermedad y clasifican el linfedema en infeccioso, traumático, congénito y posquirúrgico2. En esa misma fecha la escuela húngara, con Rusznyak, Földi y Szado consideran que no puede hablarse de patologı́a del edema si tener en cuenta el sistema linfático y posteriormente en 1960 publican )lymphatics and lymph circulation* pilar de la linfologı́a experimental3. Incidencia y prevalencia La causa más frecuente de linfedema en el mundo es la filariasis. La filariasis linfática es un grupo de enfermedades, transmitidas por mosquitos y causadas por parásitos de la familia filaroidea, fundamentalmente Wuchereira Bancrofti, Brugia Malayi y Brugia Timori, presentes en paı́ses tropicales y subtropicales4. El 90% de los casos son producidos por la W. Bancrofti. Su nombre es en honor de Otto Wuchereira (1820–1873), que fue el primero en describir en 1866, el embrión de un gusano, que posteriormente fue identificado en 1876 por Joseph Brancoft (1836–1894), en pacientes afectos de filariasis2. Se calcula que una quinta parte de la población mundial está en riesgo de contraer la enfermedad y que 120 millones de personas, en 80 paı́ses, se encuentran infectadas por el parásito. Muchos pacientes presentan cuadros subclı́nicos, dependiendo de la región y el tipo de parásito, pero unos 40 millones de personas presentan cuadros clı́nicos desfigurantes. Es la segunda causa de discapacidad en el mundo5,6. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 4 Por este motivo la World Health Organitation (WHO) declaró en 1997 a la filariasis como una de las 6 enfermedades infecciosas potencialmente erradicables del mundo. Con posterioridad se creó el Programa Global para Eliminar la filariasis como problema de salud mundial para 2020, basado en la administración masiva de fármacos. En los paı́ses desarrollados la causa más frecuente de linfedema son los secundarios a neoplasias, sus complicaciones y sus tratamientos. Dentro de estas patologı́as, la incidencia varı́a según los tipos de neoplasias. En nuestro medio el linfedema más frecuente es el secundario a cáncer de mama y sus tratamientos. La incidencia varı́a entre según los distintos estudios7,8 y puede aparecer en cualquier momento desde el inicio del tratamiento hasta 20 años después9. Electra et al en una publicación de 2007 hacen un seguimiento de 632 mujeres supervivientes de cáncer de mama y reportan una incidencia del 20% a los 6 meses del diagnóstico, del 36% al año y del 54% a los 36 meses, siendo los factores de riesgo más relevantes el n.o de ganglios linfáticos extirpados en la cirugı́a y la obesidad10. En 2008 Rehana y colaboradores publican )The Iowa Women’s Health Study* en el que realizan un seguimiento a las supervivientes de cáncer de mama, desde 1986 a 2003, dividiéndolas en 3 grupos: pacientes con linfedema, pacientes con sı́ntomas pero sin diagnóstico de linfedema y pacientes sin linfedema ni sı́ntomas, valorando su calidad de vida. Como novedad aporta estudios en pacientes con sintomatologı́a de linfedema pero que no han sido diagnosticados. En ese periodo de tiempo, de una población de 40.453 mujeres, desarrollaron cáncer de mama 2.816, de las cuales 1.287 completaron el seguimiento. De estas, 104 (8,1%) fueron diagnosticadas de linfedema, 475 (37%) presentaban sintomatologı́a de linfedema en forma de edema de miembro superior, dolor/disconfort o impotencia funcional, pero no estaban diagnosticadas y 708 (54,9%) no tenı́an ni linfedema ni sı́ntomas11. Desde la introducción de la técnica del ganglio centinela como diagnóstico precoz del cáncer de mama, la incidencia del linfedema ha disminuido. Múltiples estudios desde entonces lo sustentan12–14. La mayorı́a de estos estudios hacen un seguimiento a corto plazo. McLaughin et al publican en 2008 un seguimiento a 5 años de comparando la prevalencia del linfedema en pacientes con técnica del ganglio centinela comparada con vaciamiento ganglionar axilar. Estudian 936 mujeres, a 600 de ellas (64%) les realizan la técnica del ganglio centinela aislada y al resto, 336 (36%) le realizan técnica del ganglio centinela seguida de vaciamiento ganglionar axilar. De las primeras, sólo 31 desarrollan linfedema (5%); en comparación con las sometidas a cirugı́a axilar, de las cuales 55 desarrollan linfedema (16%). Se encontró linfedema severo, estadios III–IV, en 3 de las pacientes de técnica de ganglio centinela (0,5%) y en 10 de las sometidas a cirugı́a (3%). De las pacientes sometidas a la primera técnica, la media de ganglios extirpados fue de 3 en las pacientes que no desarrollaron linfedema y de 4 en las que lo desarrollaron. En la segunda técnica la media de ganglios extirpados en las pacientes sin linfedema fue de 19 y de las pacientes con linfedema fue 22. Paralelamente a este estudio describen otros factores favorecedores de la aparición del linfedema como el peso/ı́ndice de masa corporal y la historia de traumatismo o infección y la radioterapia. La obesidad y el aumento de E. Varela Donoso et al peso durante el estudio fueron factores estadı́sticamente significativos en la aparición del linfedema, coincidiendo con estudios previos9,10. En este estudio, 39 pacientes presentaron cuadro infeccioso, de los cuales 11 (28%) desarrollaron linfedema, en comparación con las 75 pacientes de 897 (8%) que presentaron linfedema sin historia de infección. En relación con los traumatismos también encuentran diferencias estadı́sticamente significativas entre los pacientes que desarrollan linfedema tras traumatismo, con cirugı́a axilar (17%) y sin cirugı́a axilar (9%). No hubo diferencias significativas entre las pacientes de los dos grupos y el haber recibido radiación. Otras neoplasias que presentan alta incidencia de linfedema como consecuencia de la propia enfermedad o de sus tratamientos, son las neoplasias de aparato genital femenino: carcinoma de útero y ovario, ası́ como el carcinoma de próstata y el melanoma. Un estudio de 2003 de Ryan describı́a una incidencia de linfedema en Ca de ovario del 7,1%, de cuello uterino de 17,7% y de cuerpo uterino del 17,5%15. Tada et al. estudiaron 694 casos de pacientes a los que les habı́an realizado linfoadenectomı́a pélvica; 135 casos de carcinoma de ovario, 258 de cáncer cervical y 301 de cáncer de cuerpo uterino, que habı́an desarrollado linfedema, para tratar de identificar los factores de riesgo. De estos pacientes, 38 de carcinoma de ovario (20,7%), 78 pacientes de cáncer cervical (30,2%) y 83 pacientes de cáncer de endometrio (27,6%), desarrollaron linfedema. El tiempo medio de aparición del linfedema fue de 4,6 meses para el ovario, 4,2 para el cuello uterino y 6,8 para el endometrio. Concluyen que la radioterapia postoperatoria está firmemente relacionada con la aparición de linfedema, lo que confirmarı́a la más baja incidencia de aparición de linfedema en los casos de carcinoma de ovario que se radian con mucha menor frecuencia que los de útero. La disección de los ganglios linfáticos paraaórticos no guarda relación con la aparición de linfedema, no ası́ la disección de los ganglios pélvicos16. En el melanoma, la incidencia de aparición de linfedema tras linfoadenectomı́a, se han descrito incidencias entre el 23–80%4. Spillane et al en 2008 describen una incidencia del 12% en pacientes con linfoadenectomı́a inguinal en comparación del 23% de los pacientes que habı́an sufrido iliolinfoadenectomı́a. También encuentran relación estadı́sticamente significativa entre la radioterapia y la aparición del linfedema17. Anatomo fisiologı́a de la circulación linfática La linfa es un lı́quido semejante a la sangre18; aunque en ella no existen hematı́es. En la linfa que sale de los ganglios linfáticos (vasos linfáticos posnodales), los leucocitos están en una cantidad similar a la de la sangre, sobre todo linfocitos y monocitos; pero no en la que circula antes de estos (vasos linfáticos prenodales y capilares linfáticos). Por la linfa son transportadas hasta la sangre diversas moléculas no utilizadas por las células, siendo las más importantes las proteı́nas de alto peso molecular, ası́ como algunos lı́pidos, que son devueltas a la sangre tras realizar un largo recorrido por el organismo, en dirección en su mayor parte ascendente, en contra de la gravedad, llegando a ambos ángulos venosos yugulo-subclavios en lo que anatómicamente Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Capı́tulo I: generalidades de los linfedemas y de la circulación linfática: patogenia y fisiopatologı́a se conoce como )terminus*18,19. En los terminus, la linfa es vertida al torrente venoso para la ulterior utilización de dichas moléculas. La cantidad total de linfa en condiciones normales es de unos 10 l, siendo la velocidad a la que circula de unos 4,7 nano metros por segundo, con un rango que puede oscilar entre 0 y 29 nano metros, dependiendo de: la actividad fı́sica que se esté llevando a cabo, la posición espacial del cuerpo o de los miembros, la constitución orgánica, ası́ como también de otros diversos factores. En el espacio intersticial se origina la prelinfa. El capilar linfático inicia su actividad drenando la prelinfa del intersticio. Las teorı́as más aceptadas en cuanto a la formación de linfa son: la de Guyton y la de Casley-Smith18,19. Guyton apoya su hipótesis en la ley del equilibrio de Starling, que explica los mecanismos de intercambio existentes entre el medio intersticial y los capilares linfáticos por la siguiente fórmula: Fv ¼ KfcðPcPtÞoðpicpitÞ ¼ Fl Donde: Fv es el flujo de lı́quido transcapilar, Pc es la presión hidrostática capilar, Pt es la presión hidrostática tisular, pic es la presión plasmática osmótica, pit es la presión tisular osmótica, Kfc es el coeficiente de filtración capilar, o es el coeficiente de reflexión osmótica y por último Fl representa el débito linfático total. El lı́quido que sale del capilar sanguı́neo lleva escasas proteı́nas, pero, de estas, pocas pueden volver al lecho venoso debido a su alto peso molecular, lo que provoca una acumulación de proteı́nas en el intersticio celular, provocando con ello un aumento de la presión oncótica tisular. Ello conlleva una acumulación de lı́quido, produciendo un aumento de la presión tisular total, lo que favorece el paso de lı́quido y proteı́nas a los capilares linfáticos, cuyos poros son de mayor tamaño que los de los capilares sanguı́neos, hasta restablecer el equilibrio y la dinámica intersticial y capilar normal. La teorı́a de Casley-Smith20, habla de los filamentos de anclaje de las células endoteliales en las fibras de la matriz extracelular (colágeno) que traccionan de los bordes celulares con apertura de las uniones intercelulares, favoreciendo aun más la carga del capilar linfático, seguida del cierre que se produce al disminuir la tensión intersticial, originada por el drenaje. Los capilares linfáticos, que no poseen válvulas antirreflujo, se continúan con los colectores linfáticos prenodales que llegan hasta los ganglios linfáticos situados a todo lo largo del recorrido, pero agrupados generalmente en cadenas ganglionares. La unidad funcional del colector linfático es el linfangión, que se contrae autónomamente a una frecuencia de 2–10 veces por minuto, ayudando a que la linfa circule en sentido anterógrado o centrı́peto. Además de los linfangiones, los colectores linfáticos prenodales poseen válvulas antirreflujo; de hecho, cada linfangión se sitúa entre 2 válvulas. Estos colectores, ası́ como también los capilares linfáticos se sitúan: a nivel superficial o subdérmico y a nivel profundo o subaponeurótico, ambos muy intercomunicados. El trabajo de captación y propulsión que realiza el linfangión se denomina carga linfática, y es igual a la cantidad de proteı́nas de origen plasmático del espacio intersticial que ha de drenarse en la unidad de tiempo para mantener la concentración adecuada. En función de las variaciones del medio ambiente del linfangión, como son: el 5 aporte de fluidos, las variaciones coleidosmóticas, etc., este tiene la capacidad de aumentar el volumen y la frecuencia de la contracción (volumen minuto) para compensar las variaciones de su entorno. Tras pasar por los colectores prenodales, la linfa llega a los ganglios linfáticos atravesándolos y sufriendo una depuración por parte de los linfocitos allı́ existentes. Esos ganglios linfáticos se encuentran distribuidos también a nivel superficial y profundo, siendo su número total en el organismo entre 500 y 1.000 unidades18. A continuación de los ganglios linfáticos, la linfa circula por los colectores prosnodales, que también presentan válvulas antirreflujo y son de constitución similar a los preganglionares, pero, a diferencia de estos, los posganglionares van aumentando progresivamente y en sentido centrı́peto, tanto de luz como de grosor de pared. Estos colectores posganglionares progresan hasta los troncos linfáticos. A nivel torácico19 los troncos linfáticos son: el tronco o troncos yugulares procedentes de los ganglios cervicales profundos y que drenan los linfáticos de cabeza y cuello, el tronco o troncos subclavios que reciben la linfa de los miembros superiores y por último, el tronco o troncos mediastı́nicos, que drenan las cadenas de mamaria interna, vı́sceras torácicas y espacios intercostales, excepto los inferiores que desembocan en la cisterna de Pecquet (CP) o cisterna chili, delante de T11 y detrás de la aorta. A nivel abdominal también existen tres grandes troncos: El tronco lumbar derecho, que drenan el hemiabdomen inferior derecho, el tronco lumbar izquierdo, que drena el hemiabdomen inferior izquierdo y por último, tronco intestinal, que drena los linfáticos viscerales, y que a su vez drena en el tronco lumbar izquierdo. Los troncos lumbares se unen en la CP, donde se inicia el conducto torácico (CT). Existen 2 grandes conductos colectores de la linfa que no son simétricos: el CT y la gran vena linfática o conducto linfático derecho. El CT, es el colector de todos los linfáticos del cuerpo excepto de los que proceden de la extremidad superior derecha y de la mitad derecha de cabeza, cuello y tórax. Mide unos 45 cm de largo y unos 2 mm de ancho. Se origina en la CP. A nivel torácico, asciende entre la aorta y la vena ácigos, desembocando a modo de cayado en el ángulo venoso yúgulo subclavio izquierdo. Por su parte, el conducto linfático derecho se forma por la unión de los troncos yugular, subclavio y broncomediastı́nico derecho, drenando la linfa de la extremidad superior derecha, la mitad derecha de cabeza, cuello y tórax. Mide aproximadamente 1,5 cm de longitud. Está situado en la parte anterolateral de la base del cuello, delante del músculo escaleno anterior desembocando en el ángulo yúgulo subclavio derecho. A la progresión de la linfa, cuyo recorrido es en gran parte en contra de la gravedad contribuyen: la presión del lı́quido intersticial, la contractilidad de los músculos estriados, la contractilidad muscular lisa de las arteriolas, la contracción muscular lisa de los linfangiones, ası́ como también los movimientos respiratorios, estos últimos realizando un efecto de succión sobre los 2 conductos colectores principales21. En el caso concreto del miembro superior21 la linfa de esta región, ası́ como la de la región externa de la mama drena en los linfáticos axilares. Los linfáticos de la mano drenan en la axila tras pasar por los ganglios cubitales a nivel del codo; no obstante, el dedo pulgar, el ı́ndice y el dorso de Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 6 la mano drenan directamente sin pasar por esta estación linfática intermedia21. Tras realizar la estación axilar, la linfa es recogida por el troco subclavio, que la pasa directamente al terminus en cada lado del cuerpo. Una pequeña parte de la linfa procedente del miembro superior y que circula por los linfáticos subdérmicos (un 10%), drena, no en la axila, sino por la región posterior y anterior deltoidea, llegando a los capilares superficiales del tronco, tanto a los de la región anterior como a los de la región posterior. La linfa superficial de la región superior del hombro, por encima del deltoides, drena directamente en el terminus correspondiente a cada lado22–24. En el caso del miembro inferior25, y si lo observamos desde distal a proximal tenemos, en primer lugar, los ganglios del hueco poplı́teo. Por un lado los profundos, que reciben la linfa de la pierna y del pie, y por otro lado, los superficiales que la reciben del borde externo del pie y de la pantorrilla. Más proximales están el grupo ganglionar inguinal superficial y el iliaco profundo. En el iliaco profundo, drena la linfa que procede de las regiones profundas del miembro inferior más distal, mientras que en los inguinales superficiales, que se dividen en: grupo supero lateral, grupo superomedial y grupo inferior, por sus relaciones con las venas femoral safena magna, drenan: la linfa de la piel del miembro inferior, salvo la del borde externo del pie y la de la pantorrilla, la linfa de la pared abdominal por debajo del ombligo, la de la región lumbar, la de la región glútea, la de los intestinos, la de la región anal, la de los genitales externos en la mujer ası́ como también la del fondo del útero, a través del ligamento redondo. Más proximal encontramos los ganglios iliacos externos e iliacos internos26,27. En los primeros drena la linfa de los ganglios iliacos profundos, de la vejiga urinaria, del cuerpo del pene, del glande y del útero. En cambio, los iliacos internos, reciben la linfa de los órganos pélvicos, de la pared de la pelvis, de los músculos glúteos, de los tejidos eréctiles y de la región perineal profunda. Por último, toda esta linfa es recogida por los ganglios iliacos comunes junto a la desembocadura de las dos venas iliacas comunes que la pasan a los ganglios linfáticos lumbares, los cuales se hayan junto a la vena cava inferior. Allı́, la linfa es recogida por la CP. En el caso de la región céfalo-cervical, la linfa de la piel y los músculos de esta región es transportada por el troco yugular en ambos hemicuerpos. Existen multitud de ganglios linfáticos cervicales en esta zona, tanto superficiales como profundos. La división entre parte derecha e izquierda no es muy estricta en esta porción anatómica y existen muchas conexiones entre cada parte y su zona contralateral correspondiente. Patogenia del linfedema El sistema linfático devuelve a la sangre proteı́nas y lı́pidos no utilizados por las células. A esta función hay que añadir otra, de barrera frente a la infección28. En la generación del linfedema juegan un papel: la carga linfática y los mecanismos de transporte. Ası́, hay 2 mecanismos de generación: insuficiencia dinámica, y/o, mecánica. E. Varela Donoso et al En la insuficiencia dinámica, como ya hemos mencionado la cantidad de linfa transportada puede incrementarse ante ciertas ocasiones que lo requieran: alteraciones del retorno venoso, disminución de la presión oncótica por hipoproteinemia, insuficiencia cardiaca congestiva, etc. Dicho incremento puede incluso llegar desde 10 a 25 litros; ello pone en marcha mecanismos compensadores de transporte como son la apertura de vı́as linfáticas colaterales o la apertura de anastómosis linfo linfáticas y linfo venosas. Al aumentar la luz de los colectores y más tarde de los troncos linfáticos, sus válvulas antirreflujo se vuelven insuficientes, deteriorándose por tanto aun más la capacidad de transporte. Una vez que la carga linfática sobrepasa la capacidad de absorción y compensación del sistema linfático, aparece la insuficiencia linfática con el edema. En la insuficiencia mecánica, existe una alteración de las vı́as linfáticas, bien primaria o secundaria; por lo que para transportar la prelinfa, el organismo se ve forzado a poner en marcha los mismos mecanismos compensadores antes expuestos, sobreviniendo con el tiempo también la insuficiencia. Pueden presentarse también formas combinadas de las dos anteriores, en las que la carga linfática estarı́a elevada, por ejemplo, debido a un aumento de la permeabilidad de los capilares sanguı́neos y además el sistema linfático se encontrarı́a afectado orgánica o funcionalmente21. Fisiopatologı́a del linfedema El linfedema aparecerá clı́nicamente cuando el volumen acumulado de linfa en el intersticio supere aproximadamente el 20% del normal. Se va a ir produciendo en el mismo una fibrosis paulatina debido a la llegada de células procedentes del tejido conjuntivo. Ası́, el miembro afecto se volverá duro y la linfa circulará aun peor. Además, el éstasis linfático, dado su alto contenido en proteı́nas, se convierte en medio de cultivo adecuado para muchos gérmenes que ocasionarán linfangitis e hipodermitis, lo cual empeorará aun más la circulación y tenderá a agravar el edema. El sistema linfático como barrera frente a las infecciones también se va a alterar debido al estasis19,28. El mantenimiento de esta situación generará un cı́rculo vicioso que conducirá al linfedema crónico, ası́ como también a la fibrosis subcutánea irreversible y/o a la salida de linfa al exterior (linforrea) en los casos más graves. Bibliografı́a 1. Belmonte R, Forner I, Santos JF. Rehabilitación del linfedema. En Manual SERMEF de Rehabilitación y Medicina Fı́sica. Madrid: Ed Panamericana; 2006. p. 795–6. 2. Hadju SI, Elephantiasis. 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