INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE

Martes, 31 de mayo de 2016
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL
PRINCIPADO DE ASTURIAS, JAVIER
FERNÁNDEZ
Firma de los convenios de colaboración
Leader y Femp entre el Principado de Asturias
y los grupos de desarrollo rural
“El futuro de Asturias pasa inevitablemente por el mundo rural”. Hice esta
afirmación en febrero del año pasado, a pocos meses de las elecciones
autonómicas. Entonces, hubo quienes echaron la frase al cesto de los
eslóganes de campaña, esas proclamaciones altisonantes que caducan
en cuanto se conoce el escrutinio: declaraciones para jalear al personal,
pero sin más armazón ni consistencia que las propias palabras.
Hoy vuelvo a repetirla. Lo hago porque es una verdad geográfica, social y
económica, también una verdad vital en la identidad de nuestra
comunidad autónoma. No cabe imaginar la Asturias de hoy sin el medio
rural, pero tampoco la del porvenir. Justo al contrario, la Asturias del siglo
XXI habrá de edificarse en buena medida sobre el desarrollo de las
potencias del medio rural.
El Gobierno del Principado es muy consciente de esa necesidad y la ha
convertido en prioridad política. La legislatura pasada redactamos la
Estrategia de Competitividad del Sector Primario y presentamos el Plan
de Desarrollo Rural 2014-2020, dos documentos con vocación
estratégica ligados entre sí. A esas iniciativas se han sumado
muchísimas medidas concretas. Cito dos muy próximas, también
vinculadas al PDR. Hace una semana, el Consejo de Gobierno acordó
destinar 26,6 millones a fomentar la incorporación de jóvenes al campo y
la modernización de explotaciones. Fue la convocatoria más elevada de
cuantas ha llevado a cabo con este fin el Ejecutivo autonómico. Ahora
mismo, hace unos minutos, hemos firmado 18 convenios de colaboración
con once grupos de acción local –siete también de acción costera— para
la puesta en marcha del programa LEADER para los próximos siete
años.
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Sé que este acto tiene entidad propia, valor en sí mismo como para que
no les distraiga con otras cuestiones. Pero también es de justicia que lo
aproveche para rechazar el falso discurso del olvido del medio rural, un
artefacto sostenido a base de medias verdades, tergiversaciones y
embustes. Hace unos meses, y esto puede servirles como ejemplo,
anunciamos el proyecto del área metropolitana. Pues faltaron minutos
para que algunos presentaran esa iniciativa como una prueba de que el
Gobierno del Principado relegaba a los concejos de las alas y al sector
primario. Quienes proclamaron semejante simpleza no sólo ignoraron a
propósito el potencial agroganadero de muchos concejos de la zona
central, sino que se empeñaron en un imposible. ¿A cuenta de qué sacar
más partido al área metropolitana –una realidad urbana que ya existe,
que no es necesario crear— iba a resultar perjudicial para las zonas
rurales, si un mayor dinamismo económico y demográfico revertiría a
favor de toda Asturias?
Les aseguro que sucede lo mismo con las descalificaciones de trazo
grueso que se propalan semana sí y semana también con tanto
desparpajo como irresponsabilidad sobre las políticas de conservación,
los esfuerzos de apoyo al sector lácteo, el saneamiento ganadero o, por
citar un caso ajeno a la gestión de la Consejería de Desarrollo Rural, los
equipamientos educativos. En Asturias mantenemos abiertas escuelas
con sólo cuatro alumnos, el número más bajo de toda España, y aún así
se propaga ese falso discurso del olvido que antes mencioné. Ustedes
tendrán su opinión sobre la labor del Gobierno del Principado en cada
uno de estos asuntos que les he citado. Será positiva o negativa, la que
consideren libremente, y yo no intento ahora modificarla, sino impedir la
extensión de esa suerte de especie invasora que es la mentira de la
desatención a las comarcas rurales, de la falta de empatía y de
preocupación por los problemas de los agricultores y ganaderos.
En Asturias hay gestión –lógicamente, yo sostengo que es buena
gestión—, hay capacidad, hay sensibilidad y hay prioridad política para el
medio rural. Se está mintiendo demasiado.
Repito lo que aseguré hace unos días en la Junta General: los pirómanos
que no saben hacer otra política que atizar la crispación allá por donde
pisan están jugando con fuego en el campo asturiano. Ni todas las
reclamaciones ni todas las protestas tienen razón, y hay imágenes, como
las que nos encontramos de cuando en cuando en los medios, que no
merecen ni comprensión ni tolerancia ni simpatía.
Este acto, en fin, es también una buena prueba del compromiso del
Gobierno de Asturias con el medio rural. Los convenios que hemos
suscrito movilizarán 75,8 millones, 5,8 específicamente para grupos de
acción costera. Es, con diferencia, el programa con mayor dotación de
los que aplicamos en las zonas rurales.
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El Plan de Desarrollo Rural de Asturias reserva el 17 por ciento del total
del gasto para el programa Leader. Es el porcentaje más alto de toda
España, sólo superado por Madrid, una comunidad con mucha menos
zona rural. Prácticamente, doblamos el porcentaje medio nacional y
cuadruplicamos el mínimo obligatorio fijado por la Unión Europea.
Además, seremos una de las primeras comunidades en poner en marcha
esta iniciativa. Se ha gestionado en un tiempo record: apenas seis meses
para configurar los grupos y despachar todo el encaje metodológico,
presupuestario y jurídico. Todas esas circunstancias, quede claro, no
concurren por casualidad, sino por la existencia de una determinación
política que agradezco explícitamente a la consejera de Desarrollo Rural
y a su equipo.
Quiero subrayar otras cuestiones que ustedes conocen. El Leader es un
programa diseñado por la Unión Europea para movilizar y fomentar el
desarrollo rural con la gente y por la gente que vive en ese territorio. Es,
en consecuencia, un instrumento para la promoción de una ciudadanía
responsable. Son los propios vecinos del medio quienes, sin mayor
intermediación administrativa, asumen la capacidad en la decisión para
dinamizar el lugar en el que habitan.
El Gobierno de Asturias no teme, no tiene prevención alguna ante ese
protagonismo de la gente. La experiencia demuestra que el Leader
fomenta respuestas innovadoras para satisfacer las necesidades de los
núcleos rurales y, qué duda cabe, esa contribución es importantísima
cuando quedan muchas cosas por hacer y por afrontar, como el
despoblamiento, el envejecimiento y la masculinización del mundo
agrario.
Los grupos de acción local son –sois, si me permitís la familiaridad- la
expresión del territorio, un reflejo de la realidad en el que están presentes
con voz y voto todos los actores colectivos públicos y privados con
participación en la sociedad rural. En estos once grupos, la
representación de la ciudadanía supera a la de las administraciones. No
formáis, por tanto, escenarios clónicos del poder político, sino
plataformas al servicio de la gente. Tenemos la exigencia de exigiros
responsabilidad, transparencia, compromiso y eficiencia en la gestión de
estos recursos, pero también estamos convencidos de que lo vais a
hacer de forma impecable y con rigor para crear riqueza y empleo.
Las actuaciones previstas con cargo a este programa son múltiples, muy
variadas e innovadoras. Ahí entran, por ejemplo, las inversiones en
materia de energías renovables y ahorro energético, las de mejora de
banda ancha rural, servicios básicos locales y cuestiones relacionadas
con el ocio y la cultura. Hay una en particular que merece un subrayado.
Es la que se ha venido a llamar el ticket de autónomo rural y que incluye
una línea específica con una dotación personal de hasta 25.000 euros
para facilitar la creación de empresas no agrarias en el medio rural. Es
una iniciativa pensada para la diversificación económica, para promover
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la capacidad de emprendimiento, para desarrollar un tejido de pequeñas
y medianas empresas y, por supuesto, para contribuir a fijar población en
nuestro medio rural. Esperemos que dé los resultados que todos
esperamos.
A todos quienes formáis parte de los grupos de acción local debo
felicitaros por vuestra valentía y por vuestra vinculación con los proyectos
que pondréis en marcha. Este Gobierno, os lo aseguro, seguirá
ofreciéndoos pruebas de que el apoyo al medio rural es una de sus
grandes prioridades.
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