Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-1468/10) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,.. Artículo 1. Modifícase el artículo 634 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación el que quedará redactado de la siguiente forma: Artículo 634.- Los gastos causídicos serán a cargo del denunciante si el juez considerase inexcusable el error en que hubiere incurrido al formular la denuncia, o si ésta fuera maliciosa. Los honorarios del curador provisional se establecerán sobre el monto de las utilidades realizadas durante su desempeño, no pudiendo superar el 10 % de las mismas. Cuando frente a la complejidad de las tareas, el honorario resultante fuere de un monto excesivamente reducido, podrá regularse en base al patrimonio del presunto insano, no pudiendo, en este caso, superar el 10 % del mismo. Artículo 2. Comuníquese al Poder Ejecutivo. Guillermo R. Jenefes.FUNDAMENTOS Señor Presidente: El objetivo del presente proyecto es reproducir el expediente 212/08, que habiendo sido presentado en el año 2008, perdió estado parlamentario. El instituto de la curatela persigue someter a aquellas personas declaradas dementes a un régimen de protección. El objeto no es solo el de preservar su salud, sino también resguardarlos de su propia inconsciencia y explotación de terceros. El procedimiento prevé que ante la solicitud de declaración de demencia, el juez debe nombrar un curador ad-item o provisorio a efectos de que represente al supuesto demente tanto en su persona como en sus bienes. El mentado curador debe ser un abogado de matrícula, y sus funciones subsistirán hasta que se discierna la curatela definitiva o se desestime la demanda. Ahora bien, al momento de regular los honorarios del curador provisorio, los mismos se determinarán en base al patrimonio del presunto insano, y no sobre el monto de las utilidades realizadas durante su desempeño. Así lo indica el art. 634 del código de rito “Los gastos y honorarios del presunto insano no podrán exceder, en conjunto, del diez por ciento del monto de sus bienes”. Señor Presidente: este razonamiento puede resultar totalmente contrario a los intereses del presunto insano que la ley busca proteger. Para dar un ejemplo ilustrativo, en un patrimonio de $1.000.000 el curador podría ser acreedor de $100.000 por el solo hecho de haber sido designado, independientemente de la calidad de su desempeño. Resulta más justo que se regulen honorarios sobre las utilidades realizadas, ya que de esa forma, el curador realizará sus mejores esfuerzos para que el capital produzca y por consiguiente, el presunto insano sea el mayor beneficiario. Este mecanismo está previsto en el caso del administrador judicial, que es muy similar a la del curador, pero desgraciadamente no fue tenido en cuenta en el caso que nos ocupa. En efecto, la ley 21.839 (Aranceles y Honorarios para Abogados y Procuradores), dispone en su art. 15 “Si el profesional actuare como administrador judicial en proceso voluntario, contencioso o universal, en principio serán aplicadas las pautas del art. 7° primera parte, sobre el monto de las utilidades realizadas durante su desempeño”. Es importante destacar que como presupuesto para la designación de un curador ad- litem deben existir bienes. Dispone en art. 628 que “... cuando el presunto insano careciere de bienes o estos solo alcancen para su subsistencia, circunstancia que se justificará sumariamente, el nombramiento del curador provisional recaerá en el curador oficial de alienados, y el de psiquiatras o legistas en médicos forenses”. Esta disposición responde a la necesidad de evitar erogaciones causídicas, como por ejemplo los honorarios que corresponderían al curador provisional que, recordemos, debe ser abogado de matrícula. Si el instituto de la curatela persigue la protección de personas insanas, aspira este proyecto a perfeccionar un mecanismo que en muchos casos beneficia a terceros, y desampara los intereses de quienes se busca resguardar. Es por ello y por todo lo expuesto, que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto. Guillermo R. Jenefes.-