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Monitor Semanal
Tributario y Legal
Clausura de Establecimientos Comerciales
El procedimiento de clausura de establecimientos comerciales
presenta ciertas características que han despertado duras críticas por
parte de la doctrina especializada.
Una vez más el Tribunal de lo
Contencioso Administrativo anuló
una decisión de clausura adoptada
por la Dirección General Impositiva
(DGI).
En efecto, el procedimiento determina que, en caso que la DGI
considere que se ha configurado alguna de las hipótesis, que según la
ley habilitan, la clausura (falta de facturación, sub facturación, o
transgresiones al régimen general de documentación, que hagan
presumible la configuración de defraudación) podrá solicitarla al
Juzgado competente. En caso que el Juez no se pronuncie en el plazo
de tres días hábiles, la DGI queda habilitada para proceder a la
clausura.
Debido a la magnitud del daño que puede causar la aplicación de esta
sanción (la clausura puede aplicarse hasta por seis días hábiles si se
trata de un primario, y hasta por 30 días hábiles en caso de
reincidencia, pudiendo alcanzar todas las sucursales y locales de la
misma) tanto la doctrina especializada como el propio TCA en fallos
anteriores, han entendido que antes de solicitar la clausura a la sede
judicial, la DGI debe dar a la empresa la posibilidad de presentarse a
efectuar descargos y articular sus defensas.
En efecto, según disponen nuestras normas, toda vez que la
Administración inicie un procedimiento del cual pueda resultar la
aplicación de sanciones, antes de dictar un acto susceptible de
ocasionar perjuicios al contribuyente, debe dársele la llamada “Vista
Previa” del expediente, lo que implica darle la oportunidad de tomar
conocimiento del procedimiento y de ejercer su derecho de defensa.
La posición de la DGI
Respecto a este tema, la DGI siempre ha sostenido que no tiene la
obligación de dar vista al contribuyente previamente a solicitar la
clausura. Funda su posición en el entendido de que el acto
administrativo por el cual se solicita la clausura a la Sede Judicial no
es en sí mismo un acto susceptible de ocasionar perjuicios al
contribuyente, sino que, en todo caso, el acto que podría causar
perjuicios sería la sentencia del Juez que decreta la clausura, la que se
podrá impugnar en vía judicial mediante los recursos
correspondientes.
La jurisprudencia del TCA
El Tribunal en la sentencia comentada, continuando con lo que ya
puede considerarse su jurisprudencia consolidada en la materia, anuló
el acto impugnado por no haberse otorgado “Vista Previa” a la
empresa.
En efecto, el Tribunal sostiene que el acto administrativo por el cual la
DGI resuelve solicitar la clausura es de “indudable lesividad”, ya que
hay un pronunciamiento por parte de la Administración Fiscal acerca
de la configuración de una de las hipótesis que habilitan la clausura, y
en la medida que dispone que la sanción de clausura sea
directamente efectivizada por la División Fiscalización de la DGI, en
caso que no sea decretada por el Juez competente en el plazo de tres
días hábiles.
© 2010 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de
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Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados.
19 de marzo de 2010, N° 355
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En la sentencia comentada el Tribunal sostuvo además que la falta de
vista previa implica negar al contribuyente el ejercicio del derecho de
defensa, derecho de raigambre constitucional, que ha sido además
consagrado en numerosas normas legales y reglamentarias, y que
implica que “nadie puede ser objeto de la imposición de un perjuicio
sin antes ser oído”.
Como puede verse, el Tribunal anuló el acto por un defecto
estrictamente formal (ausencia de vista previa) lo que determinó que
no fuera necesario entrar a analizar si se configuró o no alguna de las
hipótesis que según nuestras normas habilitan la clausura.
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19 de marzo de 2010, N° 355