CORTE JUSTICIA NACIONAL DE CORTE NACIONAL DE JUSTICIA SALADE LO PENAL JUICIO PENAL: No. 327-2011-PIR RESOLUCIÓN No: 313-2013 PROCESADO: NANCY GEORGINA CUEVA RAMIREZ OFENDIDO: CESAR LEODAN NUÑEZ QUIMIS RECURSO: CASACIÓN POR: TENTATIVA DE ASESINATO dos JUICIO: 327-2011 DELITO DE TENTATIVA DE HOMICIDIO CORTE NACIONAL DE JUSTICIA SALA DE LO PENAL.- Quito, marzo 14 de 2013.— Las 08h30.— VISTOS: Mediante sentencia expedida el 30 de diciembre de 2010, a las 14h12, la Primera Sala de lo Penal, Colusorio y Tránsito de la Corte Provincial del Guayas, dicta sentencia y confirma en todas sus partes la sentencia condenatoria dictada en contra de Nancy Georgina Cueva Ramírez, emitida por el Tribunal Octavo de Garantías Penales del Guayas, el 24 de septiembre de 2010, a las 15h09; por encontrarla culpable en el grado de autora del delito de tentativa de homicidio, imponiéndole la pena de cuatro años de reclusión mayor, de conformidad con el delito tipificado y sancionado en el artículo 449 del Código Penal, en concordancia con los artículos 16, 42 y 46 del Código Penal. La sentenciada Nancy Georgina Cueva Ramírez, interpone recurso de casación de la sentencia venida en grado, mismo que es aceptado y tramitado conforme a derecho; y, siendo el momento de resolver, para hacerlo se considera: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA. El Consejo de la Judicatura de Transición, posesionó a las Juezas y Jueces Nacionales el 26 de enero de 2012. El Pleno de la Corte Nacional de Justicia en sesión de 30 de enero de 2012, conformó sus ocho Salas Especializadas conforme dispone el Código Orgánico de la Función Judicial en su artículo 183. La Sala Especializada de lo Penal tiene competencia para conocer los recursos de casación en materia penal según los artículos 184.1 de la Constitución de la República del Ecuador y 186.1 del Código Orgánico de la Función Judicial, éste cuerpo legal en la Segunda Disposición Transitoria dispone que: “en todo lo relativo a la competencia, organización y funcionamiento de la Corte Nacional de Justicia, este Código entrará en vigencia a partir de la fecha en que se posesionen 1 los nuevos jueces nacionales elegidos y nombrados de conformidad con lo establecido en la Constitución y este Código”, habiéndose mediante sorteo designado este Tribunal y al juez ponente, de conformidad con los artículo 185 de la Constitución de la República y 141 del Código Orgánico de la Función Judicial, por lo que los suscritos, al tenor de las normas antes referidas y las del artículo 349 del Código de Procedimiento Penal, este Tribunal conformado por el Dr. Jorge Blum Carcelén, Juez Nacional; Dra. Zulema Pachacama Nieto, Cdnjueza Nacional, en remplazo del Dr. Wilson Merino Sánchez, Juez Nacional en virtud del oficio No. 141-SG-CNJ-IJ de 16 de enero de 2013; y, Dr. Paúl Iñiguez Ríos, Juez Nacional Ponente; es competente para conocer el recurso de casación penal planteado. VALIDEZ PROCESAL.En la sustanciación del recurso de casación, no se advierte vicio u omisión de solemnidad sustancial que pueda afectar la decisión de esta causa, por lo que se declara la validez de lo actuado.- FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO.La recurrente Nancy Georgina Cueva Ramírez por medio de su abogado defensor el doctor Jasé Erazo Garcés, en la parte principal de su fundamentación expresa que se ha violado la ley en la sentencia recurrida de la siguiente manera: 1) Que la recurrente asiste el 12 de abril de 2010 a pedido del señor César Leodán Núñez Quimis al Terminal Terrestre de la ciudad de Guayaquil, en vista de que los dos habían mantenido una relación sentimental de tipo amorosa, afectiva y sexual. La recurrente le solicita que le lleve a un lugar donde puedan conversar tranquilámente ya que tenía un p?ç~{ema física co~ç. ,consecuencia de la pérdida de un bebé. Inmediatamente se trasladan al Hotel Pacífico donde se produce un altercado entre las dos señores que lleva consigo una agresión de tipo verbal y 2 9~ \ ~ fisico, dando como resultado una lesion a la a ~a d~(?~v;ipa a~r señor Nuñez Quimis, la misma que sirvio para ~çgmhaLi~4x4 de tentativa de homicidio, 2) Por consiguiente, co ~t1~~q~isi& del cuello del cia de un delito iste violacion a la ley, en vista de que no se ha interpretado en legal y debida forma lo dispuesto en el artículo 449 del Código Penal, puesto que en la sentencia recurrida el Tribunal venido en grado establece la existencia del delito de homicidio en calidad de tentativa, en vista de que la recurrente realizó actos conducentes a su defensa, en lo que considera un delito de tipo debiéndose aplicar la causa de justificación contenida en el artículo 22 del Código Penal, referente a la legítima defensa, ya que el hecho de tener una relación de pareja no quiere decir que a la fuerza mantenga una relación de tipo sexual; 3) Que en la declaración del recurrido éste manifiesta que estaban manteniendo unos juegos de tipo sexual y que para los mismos quedó amarrado con unos cordones pero que dicha situación no ha sido probada a lo largo del proceso por parte del representante de la Fiscalía General del Estado. Esta situación se encuentra corroborada por el único testigo presencial y recepcionista del Hotel Pacífico, el señor Manuel Ávila Párraga quien manifiesta en su declaración que pudo escuchar los gritos y observar los resultados del presunto forcejeo entre la pareja; 4) Que la única razón para acusar por la tentativa de homicidio es la ubicación de la lesión, misma que se encontraba a la altura de la aorta en el cuello de la víctima, y no por el delito de lesiones determinado en el artículo 464 del Código Penal, incapacidad que está demostrada dentro del proceso en la persona del señor Núñez Quimis por un lapso de 10 días, entonces se estaría agravando el delito; y, que peor aún los jueces inferiores han tomado en cuenta la disposición del artículo 13 del Código Penal, en vista de que la lesión fue producto del forcejeo y jamás hubo la conciencia y la voluntad de quitar la vida a una persona con quien ha convivido mucho tiempo; 5) Que si bien se ha probado la materialidad de la infracción, es decir, las lesiones, no es menos cierto que el representante de la Fiscalía General del Estado no ha podido determinar la responsabilidad de la recurrente en forma fehaciente conforme lo establece el artículo 84 del Código de Procedimiento Penal, así como tampoco el nexo causal ha sido debidamente justificado. Solicita 3 que se tome en cuenta lo determinado en un fallo de una de las Salas de lo Penal de la ex Corte Suprema de Justicia específicamente en la Resolución No. 11 del año 2000 dentro del juicio No. 999 que en su parte pertinente indica que no hay necesidad de imponer una pena de tentativa de homicidio por la localización de las heridas inferidas en un acto. Que se evidencia la falta de aplicación del artículo 84 del Código de Procedimiento Penal, en vista de que no existen pruebas suficientes a fin de determinar la responsabilidad de la recurrente; 6) Con estos antecedentes, al existir una duda razonable sobre si la víctima se encontraba imposibilitada para defenderse, considera que la imputación por el delito de tentativa de homicidio es exagerada, que en el peor de los casos se la debía imputar por el delito de lesiones, siempre y cuando no hubieren tomado en consideración la situación de legítima defensa como consecuencia de la posible perpetración de un delito de carácter sexual, razones suficientes para considerar que existe una evidente errónea interpretación e indebida aplicación de la ley. INTERVENCIÓN FISCAL.El doctor José García Falconí, en su calidad de delegado del señor Fiscal General del Estado, en lo principal manifiesta en su intervención lo siguiente: 1) Que el Octavo Tribunal de Garantías Penales del Guayas dicta una sentencia debidamente motivada en la que señala que existe con certeza la existencia del delito tipificado en el artículo 449 del Código Penal, así como la responsabilidad de la recurrente Nancy Georgina Cueva Ramírez, quien apela de dicho fallo; y, la Primera Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia del Guayas confirma en todas sus partes la sentencia venida en grado, es decir, existe la doble sentencia condenatoria conforme. De esta sentencia la recurrente interpone recurso de casación; 2) Que en el sistema procesal ecuatoriano el artículo 349 del Código de Procedimiento Penal, se refiere al recurso de casación, el mismo que constituye un enfreitamiento entre la sent~nóiá”recurrida ~Tit~’9, siendo obligación de la parte recurrente demostrar la forma en la que ha sido violada la ley de conformidad con la norma legal en referencia, no se lo ha hecho y tampoco se ha 4 ;~ado en cuenta la disposición respe&o a i~ i1fÑp6sit~i~d de valorar la prueba ~!!2: én el recurso de casación; 3) Que ~ Fiscalía no ha podido -‘\\ ~ demostrar la responsabilidad de su defendida, recuerda que quien establece responsabilidades no es la Fiscalía General del Estado, sino los jueces en uso de su facultad jurisdiccional de administración de justicia; 4) Del informe médico se desprende que el señor Núñez, presenta una herida de 12 centímetros de longitud ala altura del cuello, la que determinó una incapacidad para el trabajo de 10 días pero que le pudo ocasionar la pérdkla de su vklayque los hechos narrados por u abogado de la recurrente no se ajustan a la realidad procesal del presente caso, en cuanto el ofendido en su testimonio asegura que conoció a la acusada en Galápagos y que ella le había manifestado que iba a tener un hijo producto de las relaciones sexuales que habían mantenido previamente y que es más ese hijo ya había nacido y tenía siete mes~s de edad. Que la recurrente al llegar al Hotel Pacífico amarró a Núñez Quimis con los cordones a la cama y es ahí cuando le causa la herida sin que exista forcejeo, situación que fue corroborada en el testimonio del unico testi~o presencial y recepcionista del Hotel Pacifico el señor Manuel Ávila Párraga, qUien dice haber vistó qué los cordones se encontraban amarrados a la cama momentós d~spuéé d~ ~rpetrado el delito. Por lo expuesto, considera a nombre de la Fisdálía~General dél Estado, que no se ha justificado debidamente el recurso de casación por lo que solicita se deseche el mismo y que el proceso sea devuelto al tribunal de origen para su ejecución. CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL. 1) El recurso de casación es procedente cuando en la sentencia se hubiere violado la Ley, ya por contravenir expresamente a su texto; ya por haberse hecho una falsa aplicación de la misma; o por haberla interpretado erróneamente. La doctrina clásica basa su teoría en la afirmación de que mediante el recurso de casación le corresponde al Tribunal de Casación exclusivamente el control de la aplicación correcta de la ley sustantiva por los tribunales inferiores (control de legalidad), por lo que es obligación de quien recurre por esta vía demostrar en qué 5 consisten las violaciones de la ley en la sentencia, es decir, hacer evidente la infracción a las normas legales en cuanto a su texto, o establecer, sin lugar a duda, la inadecuada interpretación o la falsa aplicación del texto legal, situación que está lejos de cumplirse en el presente caso. Entonces la procedencia del recurso, pende, en que la fundamentación se determine con certeza los cargos contra la legalidad de la sentencia impugnada, especificando la violación de la norma en cualquiera de las hipótesis establecidas en el artículo 349 del Código de Procedimiento Penal. Es importante dejar claro, que la casación es un recurso formal y extraordinario, que no permite revisar el proceso en su integridad, peor efectuar una nueva valoración de la prueba actuada en juicio, es un ataque a la sentencia, por considerarla que en ella se infringe la ley. 2) Profundizando en el análisis del delito de homicidio en estricto sentido, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que la conducta típica en este delito no es otra que la de matar o terminar con la vida de otra persona. El núcleo del tipo lo constituye el verbo o la acción de matar, el sujeto pasivo en este caso puede ser cualquier integrante de la sociedad, los elementos complementarios siempre estarán sobrando, ya que para que el delito se perfeccione, no es trascendental quien sea el sujeto activo, ni el medio empleado, ni el lugar o el tiempo. El núcleo del delito de homicidio, es decir, el ánimus necandi o acción de matar, en principio lleva implícito el carácter doloso de la conducta. En lo que respecta a la antijuridicidad del homicidio, la legítima defensa se erige como una de las causas de justificación. El doctor Ernesto Albán Gómez al respecto manifiesta: «La doctrina ha considerado siempre que el acto defensivo de la persona que repele una agresión puede llegar inclusive a causar la muerte del agresor muerte que no sería delito, precisamente, porque la legítima defensa ellmina el carácter antUurídico del acto.”1 El acto defensivo, al que la cita hace referencia, debe cumplir con la concurrencia de circunstancias a la que se refiere el artículo 19 del Código PenaI,~ es decir, que exista actual agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado para repeler dicha agresión y falta de 1 ALBÁN GÓMEZ, Ernesto, “Manual de Derecho Penal ecuatoriano”, Tomo II, Parte Especial, Ediciones Legales, Quito — Ecuador, pág. 289. 6 ¿ provocación suficiente de parte del qi ocasionadas en la persona del agresor encuentra su propia y específica justifi sustantivo penal ecuatoriano. iuerte o las lesiones de legítima defensa, artículo 22 del Código 3) El homicidio se presume doloso a menos que se demuestre lo contrario, este es un principio que se encuentra recogido en el artículo 448 de nuestra ley sustantiva penal, es decir, se debe demostrar conforme a derecho que la ‘acción no tenía como intención, ya sea, por las circunstancia~ del hecho, la calidad y localización de las lesiones o los instrumentos que se emplearon para la perpetración del ilícito. Es evidente que durante el proceso no se ha podido demostrar las circunstancias a las que hacemos referencia por consiguiente se presume la existenciadel eÍemento doloso. El caminodél delito o también conocido como íter críminis, en el caso concrbtb ¿él hoh~iiddio, siéndo este un delito material cuyo resUltado necesariamenté se ¿istingue del acto qué lo causa, produce situaciones en las que el sujetá activó realiza parcialmente acciones u omite las que debería real~zar~ sin obtener ‘el ~últ~db de niuerte. Tan’i6ién existe la posibilidad en que se ejecuta todos los actos idoneos y conducentes, pero el resultado homic~dio no llega a producirse. Por su paite~, l~ terifátiva própiamente dicha, constituye una de las fases del íter criminis de dWícil determinación principalmente en el ámbito probatorio. 4) En cuanto a la relación de causalidad a la que hace referencia el artículo 13 del Código Penal, en el presente caso quedó demostrado que Nancy Cueva Ramírez ejecutó por su propia voluntad el acto punible, es decir, es responsable y por consiguiente incurre en la pena señalada para la infracción resultante en este caso la tentativa de homicidio. La legítima defensa contenida en el artículo 22 del Código Penal, no es aplicable en el presente caso, en virtud de las consideraciones que anteceden. 5) Con estos antecedentes aplicados al presente caso, la existencia del delito ha sido plenamente justificada con los testimonios rendidos en la etapa de juicio por quienes practicaron el reconocimiento del lugar de los hechos y las conclusiones 7 de la pericia médico legal, que en su parte principal afirma que la víctima presenta una herida 12 centímetros de longitud aproximadamente en la cara anterior del cuello que le produce una incapacidad para el trabajo de 10 días; y, que el paciente estuvo en riesgo de perder la vida por la ubicación de la herida más no por la profundidad de la misma. Mientras que la responsabilidad de la ciudadana Nancy Cueva Ramírez, con su propia declaración en la etapa de juicio en la que afirma haber causado la herida como resultado de los presuntos forcejeos que mantuvo con el señor César Núñez Quimis, mientras que Núñez Quimis supo ratificar bajo juramento en su testimonio que la acusada le pasó el cuchillo por el cuello causándole la herida mortal. En tal virtud, la presunción del nexo causal a la que se refiere el artículo 88 del Código de Procedimiento Penal, se encuentra debidamente demostrada con la existencia del delito y la responsabilidad de la acusada, los hechos han sido plenamente acreditados por los medios probatorios pertinentes; y, los indicios que han llevado a la imputación de la acusada son varios, relacionados, unívocos y directos con el hecho materia de esta causa. 6) El artículo 349 del Código de Procedimiento Penal de manera expresa establece las causales por las que procede el recurso de casación en materia penal. La fundamentación realizada por la defensa de la recurrente Nancy Georgina Cueva Ramírez, no ha sido suficiente para demostrar la procedencia del recurso de casación, en virtud de que no se verifica que la sentencia venida en grado, incurra en violación de la ley por errónea interpretación e indebida aplicación de la misma. DECISIÓN. En virtud de lo expuesto, y conforme a lo establecido en el artículo 358 del Código de Procedimiento Penal, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Ñacional de Justicia, ADiv1lNlSTRAND&~jUsTlCIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, rechaza y por consiguiente 8 declara improcedente el recurso de casación interpuesto por la ciudadana N Georgina Cueva Ramírez, y, dispone que se devuelva el proceso al T origen para que se ejecute la sentencia.- Actúe la Dra. Martha Villarr Secretaria Relatora encargada. Notifíquese y cúmplase PONENTE Dra. Zulema Pachacai~1ie~9 CONJ U EZA N~ÇjQNA~ Certifico: Dra. Martha ViKa’?r~’etVtttígas SECRETARIA RELATORA (E) 9