Un gusano en el laboratorio Una de las características que hacen tan fascinante a la Biología es la increíble diversidad de seres vivos que existen. Esto mismo provoca que el estudio de los seres vivos pueda llegar a ser demasiado complejo. Una de las alternativas para solucionar este problema es el estudio de organismos modelo. Un organismo modelo es una especie que presenta determinadas ventajas para el estudio de determinados fenómenos biológicos. Por una parte los organismos modelo pueden ayudar al estudio de enfermedades que por razones éticas no se podrían inducir en humanos; o bien, simplemente pueden utilizarse para el estudio de la ciencia básica. Naturalmente, el organismo modelo para el estudio de procesos relacionados con las plantas no es el mismo utilizado para investigar enfermedades de humano. Entre los organismos modelo más comunes se encuentran: la bacteria Escherichia coli (el organismo mejor estudiado actualmente), la levadura Saccharomyces cerevisiae, la planta Arabidopsis thaliana, la mosca de la fruta Drosophila melanogaster, la rata, el pez zebra y el gusano Caenorhabditis elegas, entre otros. Cada uno de estos organismos presentan características que los hacen ideales para la investigación. Dentro de estas características se encuentran el fácil manejo de estas especies en el laboratorio, parentesco evolutivo con otras especies de interés, fácil manipulación genética, tamaño, tiempo de vida y del ciclo celular, etc. El premio Nobel de Fisiología o Medicina de 2002, Sydney Brenner, fue quien propuso a C. elegans como un posible organismo modelo. Este gusano mide 1 mm de largo y su estudio está orientado en gran medida a la Biología del Desarrollo debido a que en su etapa adulta siempre presenta la misma cantidad de células, lo cual ha permitido mapear el destino de cada una de las células que lo componen desde que es un cigoto hasta que alcanza la etapa adulta. Debido a que tiene una apariencia transparente, se puede estudiar fácilmente la morfología interna de este pequeño organismo. Estos gusanos son hermafroditas aunque, en menor proporción, también hay individuos exclusivamente machos. Sin embargo, una de las más importantes características de este organismo es la gran facilidad con la que se pueden generar mutantes. C. elegans presenta una propiedad muy interesante ya que moléculas de ARN de interferencia (los cuales bloquean la expresión de genes) ingeridas por el tracto digestivo de este gusano, se pueden difundir a todo el organismo. Como C. elegans se alimenta de Escherichia coli, resulta muy sencillo generar una cepa mutante de esta bacteria introduciéndole el ARN de interferencia deseado y dársela de comer al gusano, generando así mutantes de C. elegans para el gen deseado. El grupo de investigación de la Dra. Rosa Navarro del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM se enfoca en el estudio de este organismo modelo. En su ponencia la Dra. Navarro expuso que se ha observado la muerte de la mitad de las células germinales en las gónadas de los organismos hermafroditas como una medida para mantener la calidad de las células germinales, aunque no se conoce el mecanismo por el cual se lleva a cabo este proceso. Anteriormente la Dra. Navarro y su grupo ya habían observado que diferentes tipos de ambientes estresantes como calor excesivo, presencia de patógenos o agentes oxidantes pueden generar muerte de células germinales. Con base en diversos experimentos, el grupo de la Dra. Navarro encontró que una proteína llamada TIAR-1 se requiere para el apropiado funcionamiento de la línea germinal y así como para la inducción de la muerte celular en este tipo de células debido a distintos tipos de estrés en el ambiente. No obstante, aún se requieren posteriores investigaciones para entender completamente los procesos metabólicos que conectan la detección del estrés con la muerte celular en una línea celular tan específica en este organismo. Ahora bien, ¿para qué invertir tanto esfuerzo en estudiar un gusano? Aunque a primera vista un gusano no presenta gran similitud con un humano, somos bastante similares a nivel molecular. Por ejemplo, las personas que sufren de desnutrición prolongada pueden llegar a sufrir de infertilidad y de un sistema inmune deficiente. Todo ser vivo presenta dos instintos predominantes: el comer y el reproducirse. Sin embargo, antes de poder reproducirse uno debe de poder sobrevivir y cuando los recursos son demasiado escasos, el cuerpo lleva al mínimo el consumo de energía, afectando los procesos más demandantes como la generación de células reproductivas o de células del sistema inmune debido a lo costoso que resulta producirlas constantemente. Este fenómeno podría estar relacionado con la muerte celular en las células reproductivas que se observa en C. elegans bajo diferentes tipos de estrés. De igual forma, hay un sinnúmero de procesos que guardamos en común con este pequeño organismo. Su estudio podría ayudar a encontrar nuevos tratamientos a enfermedades o, mejor aún, a comprender cómo funciona nuestro propio cuerpo. Así que, la próxima vez que veas un gusano o cualquier otro pequeño ser vivo no pases desapercibido, podría ser más interesante y complejo de lo que parece.