Conectores para radiofrecuencia. Durante muchos años se han fabricado una gran variedad de conectores para aplicaciones en radiofrecuencia, cuya función principal es conducir la energía de RF entre dos puntos distantes entre si, por medio de un cable. Por distintas razones y atendiendo a las necesidades que van surgiendo como consecuencia del desarrollo de la tecnología, los fabricantes de equipos utilizan aquellos que consideran los más convenientes, lo que hace que nos enfrentemos a una cantidad variada de alternativas cuando tenemos que tomar la decisión de cual es el tipo que debemos emplear, para conectar nuestro equipo a su antena. En el ámbito de las redes inalámbrica WIFI, lo habitual es encontrarnos con versiones: macho o hembra, volantes o de panel y en el algunos casos los llamados “reverse” o invertidos. Y cada uno de ellos tienen características que los hacen más adecuados para ser usados en una aplicación u otra existiendo una amplia cantidad de variantes, tales como: adaptadores, codos, etc., que nos permitirán satisfacer prácticamente todos nuestros requerimientos. Dentro de las características de estos dispositivos hay que considerar, principalmente, las mecánicas y las eléctricas antes de la elección. Obviamente, que existirá la limitante del tipo de conector con que cuenta nuestro equipo y/o antena. Dentro de los tipos más comunes están los denominados: BNC TNC N UHF MMCX. SMA Dentro de las características mecánicas de un conector, están las condiciones ambientales que pueden soportar, el material de construcción y de recubrimiento, su rigidez mecánica y su tamaño. Desde el punto de vista eléctrico habrá que considerar su impedancia y las pérdidas de inserción principalmente, siendo esta última especialmente relevante. Al elegir uno que satisfaga plenamente las condiciones mecánicas y eléctricas a que lo sometamos, habremos hecho la elección correcta pero, lamentablemente, no siempre podemos disponer del conector que satisfaga totalmente nuestras exigencias, ya sea por disponibilidad o por precio, y por lo tanto deberemos sacrificar una o varias de ellas o recurrir a soluciones alternativas como por ejemplo, utilizar en exteriores uno diseñado para interiores, protegiéndolo adecuadamente de las condiciones ambientales. Decir que un conector es bueno, malo o que no se debe usar, significaría darle una característica que esencialmente no tiene. Lo correcto sería calificarlo de adecuado o no adecuado para una determinada aplicación. El primer paso a seguir será elegir el conector que se conectará a nuestro equipo de acuerdo al tipo que éste tenga y en función del tipo y características del cable que utilizaremos para conectar nuestra antena. Si este cable es mecánicamente rígido, es recomendable utilizar un adaptador construido con cable flexible con el objeto de no dañar el conector del equipo por “stress” mecánico. Este adaptador o “pigtail” cumplirá la función de adaptación mecánica y deberá ser los mas corto posible porque normalmente los cables coaxiales de menor sección tienen mayores pérdidas y las pérdidas son algo que deberemos, en la medida de lo posible, evitar o minimizar. Similares consideraciones deberán tenerse presente, si fuese necesario, al conectarnos a nuestra antena con otro pigtail de adaptación. Los conectores intermedios, es decir, aquellos que se instalan en el cable propiamente tal, podrá ser de cualquier tipo siempre y cuando se cumpla con las necesarias condiciones eléctricas y mecánicas básicas impuestas por nuestro proyecto. En las páginas de los fabricantes de conectores encontraremos una completa información de sus especificaciones y observaremos que, comparativamente, los distintos tipos de conectores tienen pérdidas equivalentes a fracciones de decibel y por lo tanto no es éste parámetro el único ni el más importante a considerar. Santiago de Chile, Mayo 2005