Estos son los textos que se leyeron en la Conferencia sobre Teatro Amateur realizada en la mañana del sábado día 19 de Febrero del 2011 en la Casa de Cultura de Huarte / Uharte. Navarra / Nafarroa. Ponentes: Javier Salvo con “Historia del Teatro Amateur en Navarra” Josu Castillo con “ La Actualidad del Teatro Amateur en Navarra en tres Actos” Javier Salvo HISTORIA DEL TEATRO AMATEUR EN NAVARRA Buenos días, Para empezar, pedir disculpas. Yo no soy experto en nada, mucho menos en “Historia del teatro Amateur en Navarra”, soy Amateur y un incompetente en el tema, (no son sinónimos) porque hasta hace unos meses, cuando hemos iniciado los grupos navarros un proceso asociativo, yo no me he empezado a enterar de que va esto del teatro aficionado en Navarra. Lo que sí puedo decir es que estoy encantado con este descubrimiento. Así que pidiendo protección e inspiración a los clásicos, voy a tratar entre algo que he leído últimamente y algo que conozco, contextualizar las características y realizaciones del Teatro Asociativo en Navarra sobre todo en los últimos cuarenta años. *** Estaba yo en esto de preparar la conferencia, cuando en uno de estos encuentros que estamos propiciando los aficionados, hablo con una pamplonesa veterana en nuestro teatro y le pido ayuda. “Me tienes que pasar datos históricos sobre teatro amateur en Iruña,”. Gracias por la ayuda Nieves. Me dice: pues tendrás que darte un paseo por las páginas web de los grupos. ¡Qué tarea! Al día siguiente recibo un correo remitiéndome a la “Enciclopedia Navarra”, busca en la T de Teatro, 18 páginas. Gracias de nuevo, es verdad, si uno se mete en esto de dar una conferencia sin estar preparado lo primero que tiene que hacer es documentarse. No voy a leer datos, ni siquiera resumir lo que en esas 18 páginas sobre teatro, entre no sé cuantas miles sobre Navarra, se habla del teatro amateur, desde luego que de manera específica ninguna, pero sí quiero comentar alguna cosa, que ha llamado mi atención. ¿De dónde venimos?. Todos sabemos que somos parte de algo universal, como es el Teatro, pero como teatro propiamente navarro, precisamente surge con nuestras características, como Teatro asociativo, teatro de aficionados. Por supuesto que antes hubo actores y afición al teatro en Navarra, pero es importante y significativo señalar que según esta enciclopedia, (no me he puesto a investigar más) hay que esperar al siglo XX, concretamente hasta 1920 para hablar con propiedad de “Grupos de Teatro navarros”, y cita como excepción la Sociedad Liceo de Tafalla creada en 1861 con fines teatrales que organizó representaciones con aficionados dirigidos por un actor tafallés. Todo el teatro que surge a partir de los años veinte, el pasado siglo, crece al amparo de grupos sociales: con fines culturales como el Ateneo Navarro, en 1932; de partidos políticos, sindicatos y sobre todo de instituciones religiosas. Representan clásicos, autores del momento como Jacinto Benavente, Ramos Carrión, Arniches, Martínez Sierra, pero también autores locales que dirigían los grupos. Las obras de contenido social normalmente moralizante o ideológicamente afín a la organización impulsora del grupo. Pero además de formar grupos con aficionados, desarrollan otras actividades teatrales. Eran en cierto modo los programadores “culturales “de la época, ya que el teatro comercial vivía su apogeo por otros derroteros. Como ejemplo el Ateneo trajo a Navarra “La Barraca”, el grupo universitario que nació al amparo de las misiones pedagógicas de la República para acercar los clásicos al mundo rural. Otra actividad que desarrollaban: promovían la creación de nuevos grupos por localidades navarras. En la posguerra, más de lo mismo, las casas parroquiales son los centros culturales. Allí se organizan los cuadros teatrales y en 1964 aparece el primer grupo de teatro “Independiente” entre comillas, ya que surge al amparo de la institución salesiana, como debía ser. Aquellos años era impensable cualquier movimiento asociativo que no fuera amparado por la iglesia o el Frente de Juventudes. Hay una cadena de conexiones de aquél grupo que nos suena todavía el “Amadís de Gaula” con uno anterior el “Tirso de Molina”, y es también eslabón que nos conduce al mítico “Lebrel Blanco”. Pero lo importante es que ese primer teatro navarro tiene nuestras características, es teatro asociativo, es teatro amateur y lo sigue siendo desde principios de siglo hasta finales de los ochenta. Vamos, que el teatro navarro empieza con nosotros. Si alguien se detuviera a escribir la historia del Teatro Navarro, (a mi me hubiera venido muy bien) en el apartado de grupos debería recorrer 130 años con el teatro aficionado y los últimos 20 – 25 años con teatro aficionado y profesional. Otra cosa que interesa señalar es que ya en aquellos años, desde principios de siglo hasta la transición, el teatro Asociativo ya cumple funciones que van más allá del montaje y representación de obras teatrales con aficionados: Acerca al público repertorios no cubiertos por el teatro comercial. Representa obras de creadores locales. Promueve representaciones de otros grupos. Apoya la extensión de la actividad teatral, creando nuevos públicos y grupos. *** Dando un salto al teatro de nuestros días, por varias agrupaciones navarras actuales, hay componentes muy veteranos que empezaron su andadura teatral a finales de los sesenta, cuando el teatro amateur comenzaría a adquirir, también en Navarra, un importante reconocimiento como teatro independiente, sobre todo con “El Lebrel blanco” La aportación de nuestro teatro a la transformación política y social de este país, en los setenta es indiscutible. La calidad de sus propuestas también. En Navarra, siempre he pensado y he tenido la oportunidad de ver que la opinión es compartida por expertos en esto del teatro; no se han superado desde entonces en interés e importancia, las propuestas de aquel grupo, en la segunda mitad de los setenta. El “Lebrel” fue un grupo independiente y fundamentalmente amateur. Contaba con importantes fuentes de financiación y apoyos institucionales, pero se nutría de actores aficionados, muchos todavía activos, como he dicho dispersos por diferentes propuestas teatrales actuales. De aquella época voy a detenerme en un primer encuentro de grupos de teatro “aficionados o independientes” que se celebró en febrero de 1979 y que nos puede revelar varios aspectos de nuestro teatro aquellos años. En las “I Jornadas de Teatro Aficionado” en Navarra, celebradas en Puente La Reina, se ofrecieron varias representaciones de grupos navarros, alguno incluso presentó en riguroso estreno a nivel nacional una obra contemporánea, que ese mismo año pondría Madrid el Teatro Nacional. Quiero decir con esto que las propuestas amateurs, cargadas de imperfecciones, pero ricas de osadía, voluntarismo y compromiso no sólo artístico, se situaban muchas veces en la vanguardia del teatro. En los 70 culmina el descalabro económico de las compañías profesionales y de los pocos Teatros, todavía de gestión privada, esto unido a las particulares circunstancias políticas de nuestro país, provoca el resurgir de nuevas estructuras de producción teatral. Las compañías profesionales ceden paso a los Grupos de Teatro Independiente, que tenían muchas cosas en común y puntos de contacto con el amateurismo. La fórmula del “grupo independiente” era una alternativa vital, cultural, política para los jóvenes que iniciábamos nuestra andadura teatral. En el Teatro Independiente se asumían colectivamente, las diversas tareas que implica el montaje de un espectáculo, desde el momento de su concepción hasta el de su representación y los grupos amateurs, también acomodamos nuestros repertorios, objetivos y estructuras a aquel movimiento teatral que algunos describen como una de las aportaciones más vigorosas al teatro del siglo XX y que sentó las bases del teatro en las décadas siguientes. Volviendo al encuentro: este primer encuentro en 1979, al que he hecho referencia, estuvo avalado por “el Lebrel Blanco”, también por la cooperativa vasca Denok y personalidades como Patxi Larrainzar. Se reunían en Garés los grupos “Txori” de Puente la Reina, “Gabalzeka” de Tafalla, “Luz verde” y “La Jarc” de Falces, un grupo de Aoiz, y los pamploneses “Lebrel Blanco”, “La Mandarra” y “Lagunak. Disculparon su ausencia los grupos “Pitos y Flautas” de Elizondo, “Tertulia” de Tudela y los de Berbinzana, Lumbier y Roncal que tampoco pudieron asistir. Todos reconocidos indistintamente como aficionados y como independientes. Deliberaron sobre “la actualidad en el funcionamiento del teatro”, “el panorama navarro”, “la situación de los grupos”… y el recientemente fallecido y homenajeado Valentín Redín, como director del “Lebrel”, presentó en aquel encuentro las gestiones realizadas con el Director general de Teatro para impulsar un “Teatro Estable de Navarra”, un proyecto de Escuela y de Grupo comprometido con la difusión teatral. Allí estaban todos, todo el teatro navarro. Mayoritariamente amateur, pero creadores, autores, promotores... Muchas veces representados en una misma persona, porque eran los propios grupos, las asociaciones, también las que impulsaban las programaciones de teatro, no sólo navarro, tanto en Pamplona como en las localidades,... ; Todos se reunían por primera vez para tratar sobre problemas y soluciones para el Teatro navarro. ¿Los problemas de los grupos? Algunos coyunturales : Se debatían entonces entre la necesidad o no de legalizarse, las dificultades para sacar adelante sus trabajos colectivos, la necesidad de dirección, Otros endémicos: los problemas financieros, el acceso a las subvenciones la falta de medios, falta de locales para ensayar y para representar, los problemas económicos. También trataron sobre sus objetivos: trabajo social, compromiso político, difusión de la cultura... Su impresión general era la de sentirse marginados por las instituciones. 1979 – 2011 más de treinta años * * * En los ochenta, (por contextualizar los cambios) se implantan y consolidan la autonomía y competencias navarras en cuestiones culturales y (esto es muy importante) también en recaudación de impuestos. El asociacionismo, y los centros culturales gestionados y creados hasta la transición en torno a la Iglesia o las organizaciones afines al régimen, se quedan obsoletos. Así ocurre hasta que las arcas públicas se empiezan a llenar, se construyen Casas de Cultura y Centros sociales públicos. Hacia ellos se derivará la actividad teatral, hasta que acabe gestionada e impulsada totalmente por las instituciones públicas. Tras el teatro independiente, ¿qué viene? Algunos identifican una etapa de teatro profesional en los primeros ochenta y posteriormente de un teatro institucional; el proceso por el que las asociaciones se “empresarizan” (que no es lo mismo que profesionalizan), está alimentado directamente por las políticas públicas. En Navarra a finales de los ochenta no existía más que un grupo profesional “Joko”; sin embargo como “Asociaciones Culturales sin Ánimo de Lucro”, empiezan a crecer colectivos de actores con aspiraciones profesionales. Hasta finales de esa década el “Teatro Navarro”, había sido exclusivamente “Teatro Asociativo”. El trabajo amateur fue pues una de las fases con la que se relacionan prácticamente todos los grupos que a partir de entonces se van constituyendo como empresas, de esa forma el estatuto de “Asociación”, se empieza a relacionar, sobre todo aquellos años, tanto con la labor amateur como con prácticas económicas o empresariales irregulares. ¿Qué es el amateurismo en estos años de transformación? Muchas asociaciones en los noventa se constituyen como empresas, otras asociaciones se crean a partir de entonces como experimento de un proyecto empresarial y los colectivos que mantenemos objetivos al margen de lo económico, cada vez más, recurrimos a la ayuda de profesionales, no sólo de directores, también escenógrafos, técnicos, incluso actores para hacer productos “vendibles y poder sobrevivir”. Público y actores de cualquier condición, somos irremediablemente marionetas en este proceso. La gestión come espacio a la creatividad, en un escenario cultural cada vez más mercantilizado. Entre medio de las dos décadas ochenta y noventa, hay unos años buenos para el Teatro Aficionado en Navarra. Se crean multitud de grupos. En 1984 existían en Navarra un total de 30 grupos teatrales, algunos sobreviven y ahora están cumpliendo entre 25 y 30 años. La Escuela del TEN, forma una primera generación de profesionales en Navarra que ayuda a algunos de estos grupos en la preparación de sus actores y en la dirección de sus espectáculos. También surgen iniciativas en institutos como la del Navarro Villoslada un buen campo de inicio de público y artistas, en esto del teatro. Aquellos años de resurgir, hay circuitos específicos abiertos al amateurismo como las rondas de Otoño, las noches de Teatro en verano. La Escuela Navarra de Teatro programa también contando con teatro del nuestro... De todos modos, cada grupo es un mundo, un proyecto diferente y a cada uno le va también de diferente modo, cada grupo se dirige también a un público o tiene un proyecto artístico particular que condiciona su desarrollo. Las apuestas del teatro amateur siguen los cambios sociales. El teatro de los ochenta deja de ser comprometido y se vuelve más introspectivo y a partir de los noventa, muy heterogéneo, sigue progresivamente con mayor vehemencia los dictados del Público. En una primera etapa de introspección lo mismo vemos a los grupos de aficionados lanzados al happening, la performance, la creación colectiva, que rescatando clásicos: Moliere, Shakespeare, Alfred Jarry, Chejov, Brecht, más cercanos Lorca, Strindgberg, Genet, contemporaneos, Casona, Llopis, Arrabal, Buero Vallejo, Alonso de Santos, Sinisterra, Dario Fo, Wody Allen…, también por supuesto comedias populares. Los grupos más estables consolidan su tarea creativa, a razón de algo más de montaje por año. Amplían su campo de acción, cooperan con otros artistas, dinamizan su entorno social, participan y promueven acciones formativas. Llegan donde nadie llega con el teatro. Actúan en bajeras, frontones, comedores de escolares, salones de actos de colegios o casas de cultura. No había teatros donde representar, no había teatro suficiente que programar, no había facilidad de medios económicos, humanos, técnicos... el teatro se mantenía sobre todo a base de voluntariedad de sus participantes. Yo me pregunto si ha cambiado o puede cambiar esto en algo. El Teatro amateur en Navarra mantuvo también esos años esa faceta reivindicativa de su dignidad: de la dignidad del teatro en general y la defensa de un espacio propio. Quizás aquella generación tardamos en desengancharnos del mono de la utopía que provocó la transición. Se hacen públicas muchas protestas por parte de los grupos aficionados. Sobre cuestiones particulares : veto en el acceso a cursos, concesión de becas, falta de subvenciones…. Quejas también por el abandono general del teatro y la reivindicación de espacios, denuncias por la destrucción, cierre o desaparición de teatros. *** Aquellos primeros profesionales formados en el TEN, que participan en los proyectos de muchos grupos amateurs en los 80-90, son también los primeros gestores y formadores de la actual “Escuela Navarra de Teatro”, un proyecto de escuela que impulsa el TEN con el apoyo de los grupos navarros, prácticamente todos como hemos dicho constituidos entonces como Asociaciones sin Ánimo de Lucro, pero ya con diversos planteamientos en relación a la profesionalidad. La relación, entre profesionales y amateurs, se da también hoy aunque de diferente forma. Muchos grupos amateurs surgen de talleres impartidos por profesionales formados en la ENT, o en Escuelas Superiores de otras comunidades; pero ese ha sido un fenómeno habitual. En el pasado siglo también muchos grupos aficionados se formaban alrededor de actores locales profesionales, que se habían visto obligados a dejar su profesión. Por concluir, decir que este proceso de interrelaciones entre profesionales y amateurs en los últimos veinte años, está claramente mediatizado por una progresiva transformación o mejor dicho significación de la cultura y del teatro en particular como sector económico. En los orígenes de esta división del teatro navarro en amateur – profesional, tenemos que en 1988 se crea la Asociación Navarra de Teatro-Nafarroako Antzertilari Elkartea, agrupación promovida por grupos de teatro, actores independientes y personas relacionadas con el teatro para coordinar, difundir y desarrollar esta actividad en Navarra y elaborar propuestas sobre la política teatral de la administración. En esta asociación casi todos los grupos representados son “Asociaciones”, amateurs o con vocación profesional. Los problemas que planteaban desde esta asociación, los mismos de siempre: falta de oportunidades de formación y penuria económica. La dependencia entonces era ya total de las subvenciones o las programaciones de las instituciones navarras. Debemos reconocer que si el teatro tiene esa autopercepción victimista o de ubicación cuasimarginal, el amateur es si cabe aún más periférico. Periférico no sólo desde el punto de vista geográfico, surge en Navarra también sobre todo lejos de la capitalidad de la provincia en pequeñas ciudades y pueblos o vinculado a la actividad social y cultural de los barrios; también periférico por su alejamiento de los poderes fácticos, circuitos profesionalizados, instituciones, en definitiva de los mercados culturales. Quiero hacer mención a un artículo ya empezada la década de los 90, que de alguna manera señala un punto de inflexión en ese progresivo desplazamiento hacia la periferia, de nuestro teatro, porque supuso el cierre definitivo de La Escuela Navarra de Teatro a los grupos amateurs. De esto hace 20 años. Aquel artículo reflexionaba sobre el declive del teatro navarro, a partir de un análisis de la última programación de la Escuela Navarra de Teatro en la que actuamos cinco representantes del empuje y consolidación de la opción amateur en Navarra. Para el autor del artículo, compartíamos los grupos amateurs el pobre destino utópico de perseguir la dignidad del teatro sin tener otra salida que la de “someter los recursos dramáticos a la gramática de la moda”. Es decir, negaba la posibilidad de que nuestro teatro continuara aportando algo interesante al panorama teatral navarro. Quizás en ese artículo se estaba poniendo el dedo en la llaga, sobre un problema todavía actual del teatro, pero evidentemente aquél pobre destino que nos auguraba era compartido con otros planteamientos teatrales. Nuestro teatro a trancas y barrancas, arriesgaba, seguía apostando por autores contemporáneos, farsas clásicas, creaciones propias, osadas puestas en escena, gamberras si se quiere, en todo caso nada convencionales. Seguíamos arriesgando ofreciendo al público nuevas oportunidades también con variados repertorios bien elegidos. A la par, cada grupo de Teatro se convertía además en escuela. De pueblo o de barrio, pero una escuela donde se formaban actores, directores, escenógrafos, técnicos, diseñadores,, publicistas, gestores, promotores, profesores... de Teatro. Con mayor o menor dominio o conocimiento de las disciplinas teatrales; pero indiscutiblemente con una cercanía al público, a ese elemento fundamental del encuentro teatral, inigualable. Por eso aunque nuestros proyectos hayan sido muchas veces dirigidos sin más a agradar al público que necesitamos, es justo y necesario reconocer que los repertorios y acciones del teatro asociativo en Navarra han buscado crear nuevos públicos y aumentar el interés por el teatro, provocando con nuestras obras: emoción, reflexión, encuentro revulsivo, conmoción incluso. Debemos hablar sobre todo del reconocimiento del público; pero ha habido también éxitos y reconocimientos a nivel nacional de nuestro teatro (algunos muy imprtantes), también el reconocimiento de los autores de las obras que hemos representado y sobre todo del mismísimo TEATRO, el mismísimo TEATRO, un reconocimiento tan bien expresado por Sheakespeare en el sastre, el carpintero, el calderero, el ebanista…aquellos artesanos de Atenas que osaban meterse en la aventura del teatro, en un sueño, una noche de verano. También nos avalan los teóricos y grandes del teatro. Decía Peter Boock “Siempre es el teatro popular el que salva una época”. La tosquedad, la imperfección tiene mayor capacidad de vida. Quizás sea por eso que podemos resistir mejor este embate social en que todo lo medible, cuantificable y valorable, comparable en fin al valor de la moneda, se eleva sobre todas las cosas. No sé si con estas divagaciones y este arrebato místico ya estoy en esta última década, en el comienzo del milenio o si no lo estoy, pero me parece que conviene dar el salto y pasarle a Josu la patata caliente, antes de que se me caliente más la imaginación. Gracias. Josu Castillo La actualidad del teatro Amateur en Navarra en tres Actos. Bueno es mi turno. Voy a intentar plasmar la situación actual de nuestra actividad, y para ello, voy a intentar sintetizar brevemente una serie de datos, pretendiendo que sea una radiografía de nuestra situación. Lo dividiré en tres actos. El primero la presentación de los personajes, quienes somos, donde estamos, que hacemos. El segundo, el nudo. Nuestros problemas y desafíos. Y por último el desenlace, nuestro futuro. Así que vamos con el primer acto. Quienes somos. Somos… (Lectura listado de los 30 grupos) Y posiblemente seamos más. Este listado es solo de los grupos que tenemos conocimiento. En la actualidad conviven distintas experiencias grupales en Navarra. Por un lado están los grupos más veteranos, algunos de ellos con más de treinta años de existencia. Estos grupos veteranos podrían ser cerca de media docena. Son grupos localizados en pueblos de la Ribera, Zona Media, y alguno en Pamplona y comarca. En su mayor caso son grupos locales, que actúan como grupos estables de sus respectivas localidades. Por estos grupos han pasado cientos de participantes y gracias a ellos la experiencia teatral ha estado presente durante años y años en todos estos pueblos. Después están los grupos más jóvenes, algunos de ellos de reciente creación. Estos grupos han ido surgiendo gracias a los distintos talleres de teatro que se han ido realizando en las Casas de Cultura, Civibox y algún centro de enseñanza como la Universidad e institutos (Este fenómeno se ha dado sobre todo en Pamplona y comarca). Muchos de estos grupos son de corta duración, sucumben pronto ante las exigencias que conlleva mantener una actividad como la nuestra. Pero otros se van asentando y poco a poco van imponiendo sus propuestas y su entusiasmo dentro de la actualidad amateur de Navarra. Estos grupos rondan cerca de la veintena, y se encuentran ubicados mayormente en Pamplona y la comarca. Al hablar del Teatro Amateur, siempre surge la polémica de que es y quienes son los grupos amateurs, es decir, que condiciones debe cumplir un grupo, para ser considerado amateur. Decir que primeramente para ser considerados como grupos, deberían ser constituidos como asociaciones sin ánimo de lucro. Pero esto no quiere decir nada, es solo un simple trámite legal. Para mí, el Teatro Amateur es un lenguaje, una forma de entender el Teatro, de vivirlo, de respirarlo, de sentirlo. Como la palabra lo indica, los que practicamos esta actividad lo hacemos sin más interés que el bienestar que nos produce el ejercitarla. Lo hacemos por amor al arte. Además de los grupos antes citados, también existen otros grupos, que están constituidos legalmente como asociaciones sin ánimo de lucro, pero su objetivo final no es mantenerse dentro d e las coordenadas del amateurismo, sino pasar al sector profesional. Estos grupos se han creado sobre todo por exalumnos de la Escuela Navarra de Teatro y es un sector que desde el campo profesional, se les ha llamado grupos emergentes. Legalmente se constituyen como asociaciones sin ánimo de lucro, pero en realidad la mayoría ejercen como semi-profesionales con vistas a pasar en un momento determinado al campo estrictamente profesional. Y por último para cerrar este capitulo sobre los agentes activos del Teatro Amateur, también tendríamos que tener en cuenta, todos esos talleres que he mencionado anteriormente. Los talleres de Teatro promovidos por Casas de cultura, Civibox y Ayuntamientos. En realidad no son grupos constituidos formalmente, son más bien espacios de formación, de iniciación al teatro, espacios lúdicos y hasta terapéuticos en algunos casos. Pero creo que es interesante citarlos por que se han convertido en el vivero de decenas de futuros integrantes o fundadores de grupos de teatro amateur. Esto esta sucediendo en Pamplona y comarca mayormente. Y es algo que llama mucho la atención, ya que constata que el Teatro está vivo, que son muchísimas las personas que le atrae está actividad, que se acercan a ella y que hay una demanda activa por hacer, crear y vivir el teatro. A este respecto, señalar que entre el 75 y 80% de las personas participantes en estos talleres son mujeres. A nivel geográfico, el Teatro amateur asociado, prácticamente llega a todas las zonas navarras. Siendo la montaña, posiblemente una de las zonas más pobres en este sentido. Por el contrario en la Ribera y Zona media existe un fuerte arraigo y tradición por ejercer esta actividad. Pamplona y Comarca destacan por ser la zona donde más grupos jóvenes o nuevos se han creado en los últimos años. A nivel de que tipo de obras trabajan nuestros grupos, diremos que mayormente son comedias. Que casi todas las obras van dirigidas a un público adulto. Que el idioma empleado en todas las obras es el español. A este respecto constatamos una absoluta carencia de grupos amateurs que trabajen en euskera. Y también tenemos censado a un solo grupo que lo hace para público infantil de forma específica. En cuanto a números concretos de cuantas personas ejercen o están implicadas en esta actividad. Aplicando una media de diez personas por grupo, y si creemos que andamos cerca de 30 grupos, más luego las personas participantes en talleres, diríamos que en la actualidad somos cerca de 500 personas en Navarra los que tenemos una vinculación con el Teatro amateur. Como podemos ver, para tratarse de una actividad, que quien la conoce, sabe de todo el esfuerzo personal y a veces hasta económico que supone su practica, creemos y podemos decir que la presencia del Teatro amateur en Navarra es muy importante y que los índices indican que cada vez va a más. Todo lo anteriormente relatado tiene unas consecuencias directas sobre la sociedad en la que estamos inmersos. Tiene consecuencias en un doble ámbito, el social y el cultural. Nuestra actividad acerca y hace posible (dentro de nuestros niveles) la participación social directa en la cultura. Entendemos que además de ser espectadores, también podemos ejercer como actores y como creadores, que además tenemos todo el derecho del mundo para hacerlo, tenemos el derecho de vivir esa experiencia, de recrearnos con ella, y de incluso, darle un sentido a nuestras vidas experimentando y viviendo la creación del Teatro. Y si no que se lo pregunten a las personas integrantes de los grupos más veteranos, que supone el Teatro para ellos y ellas, que ha supuesto en sus vidas y en la forma de entender su vida. Independientemente de que sean electricistas, albañiles, maestras, fontaneras, administrativas o empleadas de banca. Creamos y generamos asociacionismo en nuestros pueblos y en nuestros barrios. Conectamos, compartimos, estudiamos en grupo, en compañía o en la compañía. Dándole a nuestras vidas un aporte vital, beneficioso y necesario, en este mundo en el que vivimos, donde nos quieren condenar a la cadena del trabajo productivo… ese nefasto bucle, del trabajo a casa de casa al trabajo y eso el que lo tiene, que el que no lo tiene, todavía su condena es mayor. También es importante labor que desarrollamos dentro del teatro en general, generando nuevos públicos. Ese publico amigo, que comienza a se espectador en nuestras representaciones, pero que una vez conoce la magia del teatro, entonces desea vivirla una vez más todos los sábados del año. Y esto genera a su vez un montón de vida a esos espacios culturales, a las casas de cultura, donde tienen a bien, el programarnos y el contar con nosotros y nosotras. Y cuando lo hacen, pueden comprobar, como acercamos a nuestros pueblos y barrios montajes que el mundo profesional desecha, por sus elevados costos o por que no son “comerciales”. ¿Cuando podemos ver representaciones con ocho, diez, y hasta quince interpretes en el escenario, como hemos visto durante estas semanas en Huarte?. Eso solo lo puede hacer nuestra gente. Y por ultimo, nuestro teatro, además de todo lo dicho, genera trabajo para el sector profesional, directores, profesores, técnicos de iluminación, empresas de escenografia… etc., etc. En definitiva, es tan importante nuestra labor, que no se puede entender el TEATRO sin la existencia del teatro amateur. Así que podemos decir claramente que la aportación cultural que realiza el Teatro amateur a toda la Comunidad Navarra tiene su importancia y su trascendencia. Ahora que sabemos quienes somos, Ahora ya podemos pasar al segundo acto. El nudo. Nuestros nudos. LA Red Navarra de Teatros Como ya sabéis hace tiempo que existe una Red de Teatros de Navarra. Donde una de las primeras decisiones que tuvieron, fue la de excluir al teatro aficionado. Esta decisión tuvo unas consecuencias directas en la actividad del Teatro Amateur, y es que muchas casas de cultura, dejaron de programar Teatro aficionado. Alegaban que al estar asociados a la Red de Teatros, solo podían programar a los grupos incluidos en esa Red, es decir, a grupos profesionales. Se supone que si esas Casas de Cultura programan a esos grupos obtienen a cambio una serie de bonificaciones o puntos por parte del Gobierno de Navarra. En cambio, si programan Teatro Aficionado, no existe en estos momentos ningún tipo de subvención especifica a los Ayuntamientos, por parte del GN , para ayudar a nuestra actividad. ¿Que podemos plantear antes esto? Ya que no podemos estar en la Red de Teatros, es necesario que la Administración tenga una sensibilidad positiva con el Teatro Amateur, y no tenemos otra que demandar el que se realice una partida económica especifica a subvencionar a los Ayuntamientos que programen Teatro Aficionado . Otra de las quejas mas reiterativas que nos han ido llegando, es el que hace referencia a los Espacios escénicos públicos Destaco lo de públicos, es decir, lo hemos pagado todos con nuestro dinero, nosotros también. Yo no se si se llenan esos espacios, cuando si los veo llenos, es en nuestros estrenos, en los estrenos de nuestros grupos, en nuestras actuaciones y sin embargo, paradójicamente, el acceder a esos espacios, para los amateurs se convierte en toda una odisea. Esto no es justo. Antes de crearse esta cantidad de Teatros en Navarra, era el Teatro aficionado el que llenaba las salas de usos polivalentes, o salas de actos, que no tenían nada, ni cajas negras, ni focos, a veces ni altavoces. Los Ayuntamientos, recurrían a nuestra actividad. Ahora no. Ahora que hay unas salas que quitan el hipo, con todo tipo de equipación, con técnico de sala, de iluminación, calefacción, etc., etc.… Se convierten en salas, o diríamos mas bien, en maquinas inaccesibles, debido a los costos que supone su puesta en marcha. Así que muchas veces, para los amateurs, cada inauguración de una Casa de Cultura con su teatro adosado para 400 personas más que darnos una alegría, nos supone el pensar que sea ese otro espacio donde no nos van a programar. ¿Sabíais que en varias localidades, cobran a los grupos por ensayar en los locales públicos del Ayuntamiento? ¿En otros, los grupos amateurs tienen que pagar para poder actuar en los espacios públicos? Esta es una extraña forma de promover el arte, la cultura y el asociacionismo por parte de algunos ayuntamientos. Necesitamos la accesibilidad a los espacios escénicos públicos. Es necesario que se tenga una discriminación positiva por parte de los Ayuntamientos hacia el Teatro asociativo, no aplicándole ordenanzas de alquiler por utilización de estos espacios. En el caso de Pamplona- Iruña, el certamen Teatro de aquí, quiere pretender ser una ayuda a los grupos en cuanto se les facilita espacios escénicos y se les da dinero. En realidad se trata de actuaciones mal pagadas y además condicionando el pago a que alguna “Asociación” quiera incluir a los grupos en su programación anual. Cosa que si no hacen, los grupos se quedan sin poder actuar y por lo tanto sin el dinero. Además son Certámenes que se realizan desoyendo las sugerencias de los grupos. Lo lógico es que si se va a organizar algo para ayudar a un colectivo en concreto, se hable con ellos, y se escuchen las sugerencias y se realice un trabajo en equipo. Este tipo de certámenes tienen mucho de marketing y poco de una sensibilidad honesta a favor del Teatro Amateur. Esta sensibilidad positiva , honesta, solidaria se esta dando en otros Atyuntamientos y Casas de Cultura. Hay muchos ayuntamientos y técnicos y técnicas culturales que a raíz de tener conocimiento de la Creación de la federación, se han puesto en contacto con nosotros para ver como pueden colaborar. Se están creando Ciclos de Teatro amateur en Huarte, Cintruenigo, Tafalla, Alsasua… son algunos ejemplos. Esto demuestra que cuando se quiere se puede. Y que es posible crear circuitos donde nuestras obras se puedan mover. Hasta ahora hemos hablado de lo que serian los nudos o conflictos, externos, pero también, creo que hay deficiencias propias, nuestras, que también es interesante tenerlas en cuenta. Por eso no quiero pasar de acto sin tocar también el tema de los grupos y su formación. Creo que los grupos, tenemos que ser exigentes con nosotros mismos. Autoexigirnos el hacerlo cada vez mejor. Para pedir también hay que dar. Formarnos día a día para que nuestro trabajo cada vez tenga mayores niveles de calidad. Aquí por ejemplo la Federación si que tendría un papel muy interesante que cumplir, y además consta en el articulado de los estatutos,. La Federación podría organizar cursos concretos, donde las gentes del teatro amateur pudiéramos ir formándonos. Dotarnos de recursos y conocimientos, que luego darán sus resultados en la puesta en escena de nuestros montajes. Intensivos de declamación, o de expresión corporal. Es decir cursos pensados para nosotros y nosotras en horarios adecuados, o en fines de semana. Y ahora si, para acabar este apartado o acto quería compartir una reflexión como todos vosotros y vosotras. Compartiréis conmigo que la Cultura en general, cada vez está siendo más industria, más comercio, más producto de consumo. Yo creo que el Teatro también se está dejando llevar al terreno exclusivamente comercial. El objetivo primordial: llenar las salas. Los grupos profesionales lo tienen claro, si han de vivir de ello, saben que para hacerlo, en muchos casos lo mejor es llevar acabo una práctica teatral de pan y circo. Productos de entretenimiento que se vendan bien y que llenen los teatros. Yo creo que el Teatro Amateur, independientemente que también haga estas cosas, tiene que atreverse a experimentar otras, a atreverse a algo más. No solo tenemos que tener la mirada en como llenar las salas, sino además el que aportamos como novedad, como experimentación, al teatro en general. Nosotros podemos y debemos arriesgar. En definitiva pegarnos el gusto de hacer mas cosas que no sea el arte por el arte, el teatro por el teatro. Creo también, que es importante que exista un teatro reflexivo, comprometido, entroncado en los tiempos en que vivimos y las problemáticas de nuestra sociedad. Un Teatro que se adentre en las sombras, para aportar su pequeña luz, aportar su trabajo, en la búsqueda de un mundo más solidario, más justo y en paz. Y ahora si, ahora pasamos al siguiente apartado, o acto. El desenlace. ¿Cómo solucionamos todos estos y otros problemas? Una de las primeras preguntas que nos hicimos cuando comenzábamos a mover el asociarnos los grupos, fue la siguiente: ¿Por qué en tantos años, habiendo en Navarra grupos con veinte, treinta y cuarenta años de existencia, no había salido adelante ningún proyecto organizativo?. La respuesta es sencilla. La tarea de cada grupo, su actividad es una tarea muy compleja. Sacar adelante una obra de teatro con nuestros medios es obra de titanes, todos sabemos la ingente cantidad de horas que destinamos a esta labor. Ese trabajo titánico provoca dificultades a la hora de pretender añadirle otras tareas de carácter organizativo. Pero no por eso, debemos renunciar a organizarnos. Hagámoslo a nuestro ritmo, tomando nuestro tiempo, sin agobios, sin querer solucionar todo ya. Si ponemos todos y todas un poquito, esto puede ser mas fácil de lo que pensamos. Y veremos como ese pequeño esfuerzo extra que supone el organizarnos pronto dará sus frutos. Debemos adaptarnos a los nuevos tiempos, si queremos que nuestra actividad camine hacia el futuro. Y ese caminar hacia el futuro exige organizarnos. Por que la organización nos da la fuerza. En estos pocos meses que llevamos trabajando en esta incipiente Federación: inexperta, sin recursos, cometiendo muchos errores… y a pesar de ello, el balance es positivo. 1- Hemos sido capacees de hacernos oír, de visualizarnos a raíz de unirnos en torno a la Federación. Existimos, hemos dicho: Aquí estamos. 2- En pocos meses hemos comenzado a articular ideas, a lanzar algunas propuestas… Hemos comenzado a organizar pequeños y modestos Ciclos de Teatro Amateur… Ahora en Huarte, en Alsasua, próximamente, en Tafalla… Vamos haciendo camino. No es la panacea, ni nuestro objetivo, pero estos ciclos hacen que se abran las salas a nuestras `propuestas. Y que comencemos a caminar. 3- Otro de los aspectos positivos y menos conocido, pero por eso no menos importante, es el que hace referencia a la interrelación entre los grupos. Y es algo difícil. Lo normal es que los grupos sean muy pudorosos con su trabajo, que siempre haya celos, pequeñas o grandes envidias entre los grupos… Pero mi percepción es que afortunadamente esto en nuestro caso, no ha sido así. Hasta antes de crearse la Federación, incluso entre nosotros y nosotras éramos unos desconocidos. Sin embargo ahora, a raíz de agruparnos, se esta dando el caso de intercambio de colaboraciones de unos grupos con otros, desde cuestiones actorales, pero también temas de escenografia, o contactos, en definitiva ayudándonos unos a otros, en un clima de solidaridad y compañerismo. Quiero decir que la riqueza que esta aportando este agrupamiento, nos lleva a dar un paso enorme sin precedentes. Ya estamos haciendo el futuro dentro del Teatro Amateur. Son muchos los problemas que tenemos que ir resolviendo, y tenemos que ser conscientes de que la Federación para los grupos no puede ser una entidad ajena o abstracta. La Federación tiene que ser lo que los grupos que la componen quieren que sea. Repito, a nuestro ritmo, sin prisas pero sin dejadez. Y para que esto funcione además tenemos una herramienta ideal. Una herramienta que no existía, en los tiempos que nos ha relatado Javier. Otro gallo les hubiera cantado. Decía Alex de la Iglesia el otro día, que Internet no es cosa del futuro, que Internet ya es presente. Y tiene razón.. Internet, acorta distancias, tiempos, trabajo. Es una herramienta imprescindible, para cualquier organización en la actualidad. Por eso desde la Federación queremos apostar por Internet, como plataforma de trabajo. Uno de los primeros pasos ha sido la creación de nuestro blog. Un blog que nos gustaría fuera el altavoz de todos nuestros trabajos, propuestas, problemas y alegrías del cada día de los teatreros y teatreras aficionadas. Y es labor de todos y todas el que ese blog se convierta en un espacio referencial y vivo. Aportando datos de nuestros montajes, anunciando nuestras obras y los días de representación, contando nuestras anécdotas, compartiendo textos, reflexiones… Un espacio de encuentro. Y ya para finalizar, hablando de presentes y futuros. Creo que la practica nos esta demostrando que el futuro de nuestra actividad, pasa por el entronque de nuestros grupos en sus propias localidades. Aquellos grupos que se han fundido junto al resto de colectivos culturales de los pueblos o barrios, son justamente los grupos que mas están sobreviviendo. Cuando un grupo de teatro, en su localidad, además de sus propios proyectos, colabora con otros colectivos, para montar los carnavales, o para presentar un olentzero o la cabalgata, para repartir unos premios a los niños y niñas del colegio o la ikastola, para ayudar a unos jóvenes a montar una pequeña obra teatral… en definitiva cuando nuestra experiencia con el teatro la ponemos al servicio de nuestros vecinos y vecinas, os puedo asegurar que ese grupo ya esta construyendo futuro. Esa es una esencia propia nuestra. Poner altruistamente nuestro arte en todo lo que nos toca y rodea. Cada grupo nuestro, en su barrio y en su pueblo, es un embajador del Teatro Amateur de Navarra. Y os quiero felicitar por ello. Debemos felicitarnos por ello. Que a día de hoy, nuestro Teatro este aquí hablando del futuro es todo un logro. Teniendo en cuenta que cada vez somos menos los que estamos dispuestos a hacer algo por la comunidad si no es a cambio de dinero. Aunque esto también es relativo, se creen que no nos pagan, pero la satisfacción que sentimos, lo gratificante que resulta para nosotros hacer nuestro teatro, eso tiene un valor incalculable. Entre otras cosas por eso lo hacemos. Muchas gracias. Eskerrik asko y mucha mierda!!.