(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2003; 50: 101-105) NOTA CLÍNICA Anestesia y fibrobroncoscopia para el estudio de estridor crónico en un niño con síndrome de Robinow C. Cassinello Ogea*, L. Gil Berduque*, P. Oliva Perales*, A. I. Casado Merodio**, B. Izquierdo Villarrolla*, J. I. Fernández Liesa* Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Hospital Universitario “Miguel Ser vet”. Zaragoza. Resumen El síndrome de Robinow reúne rasgos faciales fetales, talla baja, braquimelia, genitales hipoplásicos y un cariotipo normal1. Un niño de 10 años, con síndrome de Robinow, fue programado para fibrobroncoscopia diagnóstica por presentar un estridor crónico. La exploración de la vía aérea con el paciente despierto mostró: hipertelorismo, retromicrognatia, mala alineación dental, macroglosia y un Mallampatti clase IV. Tras realizar la inducción en ventilación espontánea con sevoflurano al 5%, presentó en la laringoscopia un test de Cormack-Lehane grado IV. Se introdujo una mascarilla laríngea sin relajación muscular, tras lo cual se le ventiló unos minutos manualmente sin que presentara estridor. El mantenimiento anestésico se realizó con sevo fl u rano al 3% y O2/aire al 50%. Tras dejarle recuperar la ventilación espontánea, presentó un estridor importante junto a disminución de la saturación de oxígeno y de las fracciones espiradas de sevoflurano y de CO2. El incremento de la FiO2 no mejoró la pulsioximetría. Con la instauración de una presión espiratoria continua de 10 cm de H2O, se elevó la pulsioximetría, las concentraciones de sevoflurano espirado e inspirado se igualaron, y el CO2 espirado se incrementó. La fibrobroncoscopia mostró una zona de traqueomalacia intratorácica que se colapsaba parcialmente durante la espiración en ventilación espontánea, y como disminuía el colapso cuando se instauraba la presión espiratoria positiva continua. Se discuten la relación entre la dismorfia facial característica de este síndrome y la posibilidad de presentar una vía aérea difícil y además el diagnóstico y tratamiento de la traqueomalacia intratorácica durante la anestesia. Anesthesia for the fiberoptic bronchoscopic study of chronic stridor in a child with Robinow’s syndrome Summary Robinow´s syndrome involves fetal facial features, short stature, brachymelia, hypoplastic genitals and a normal karyotype. A 10-year-old boy with Robinow´s syndrome was scheduled for study of chronic stridor by fiberoptic bronchoscopy. Airway exploration with the patient awake revealed hipertelorism, retromicrognathia, poor dental alignment, macroglossia and class IV Mallampati. After anesthetic induction in spontaneous ventilation with 5% sevoflurane, grade IV Cormack-Lehane conditions were observed. A laryngeal mask was placed without muscle relaxation after which the boy was ventilated manually for several minutes without stridor. Anesthetic maintenance was with 3% sevoflurane in 50% oxygen and air. After recovery of spontaneous ventilation, marked stridor presented along with a decrease in oxygen saturation and expired fractions of sevoflurane and CO2. Pulse oxymetry did not increase with increased FiO2. However, when continuous positive airway pressure (CPAP) was set al 10 cm H2O, pulse oxymetry did increase; likewise, expired and inspired sevoflurane concentrations became equal, and expired CO2 increased. Fiberoptic bronchoscopy revealed an area of intrathoracic tracheomalacia, which collapsed partially during spontaneous expiration and collapsed less when CPAP was started. We discuss the relation between the facial dysmorphia characteristic of this syndrome and the possibility of finding a difficult airway, as well as the diagnosis and treatment of intrathoracic tracheomalacia during anesthesia. Palabras clave: Intubación. Vías aéreas: Fibrobroncoscopia. Mascarilla laríngea. Patología asociada: síndrome de Robinow. Traqueomalacia. Key words: Intubation. Airway: fiberoptic bronchoscopy. Laryngeal mask. Associated pathology: Robinow syndrome: tracheomalacia. *Adjunto de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. **Residente de 4º año de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Introducción Correspondencia: Concepción Cassinello Ogea Avenida de la Ilustración nº36 casa 45-I 50012 Zaragoza. E-mail: [email protected] Aceptado para su publicación en enero de 2003. 55 En 1969 Robinow y cols1 describieron un síndrome caracterizado por rasgos faciales fetales, talla baja, braquimelia (antebrazos cortos), genitales hipoplástico y cariotipo normal. Es un síndrome raro cuyas características fundamentalmente son morfo l ó gicas. La 101 Rev. Esp. Anest esiol. Reanim. Vol. 5 0 , Núm. 2 , 2 0 03 cabeza presenta unos rasgos faciales que recuerdan a un feto, de ahí que se le conozca también como síndrome de cara fetal, y consisten en: un mayor crecimiento del neurocraneo respecto al de la cara, hipertelorismo, amplias hendiduras palpebrales, hipoplasia de las celdillas etmoidales y de los senos frontal, esfenoidal y maxilar, puente nasal hundido con orificios nasales anteve rt i d o s , m i c rog n at i a , y una boca pequeña triangular con el labio superior fino y en forma de V invertida junto a mala alineación dental2. A nivel corporal existe un retraso del crecimiento, con una estatura inferior al percentil tres2. La anomalía esquelética fundamental es una braquimelia mesomélica (miemb ros con acortamiento de segmentos medios), q u e afecta con más frecuencia y gravedad a las extremidades superiores3. Otra anomalía esquelética frecuente es la existencia de braquimetafalangia4. Las radiografías pueden mostrar signos que también forman parte del síndrome como: fusiones costales, y hemiv é rt eb ra s que puede derivar en una escoliosis 5. Los genitales son h i p o p l á s i c o s 5. Además se asocian con fre c u e n c i a : retraso psicomotor, criptorquídea, hernia inguinal o umbilical y cardiopatía congénita. El análisis de los sucesivos casos descritos con síndrome de Robinow muestra que las características anteriores no son constantes y sucesivamente aparecen manifestaciones clínicas previamente no descritas2. Tras revisar todos los casos que aparecían en Medline con las palabras clave: “Robinow, fetal face, mesomelic dwuarfism y Robinow or fetal face or mesomelic dwuarfism and anesthesia”, desde 1969 hemos encontrado 77 publicaciones y solamente una está relacionada con la anestesia. Llama la atención que a pesar de que este síndrome incluye, por un lado, rasgos faciales que se han relacionado con una vía aérea difícil y, por otro lado, patologías de tratamiento quirúrgico, no se hallan comunicado más casos. Presentamos a un paciente con síndrome de Robinow y estridor crónico secundario a una traqueomalacia intratorácica. Destacamos que el 12,4% de las broncoscopias pediátricas se indican para diagnosticar la etiología de un estridor crónico y que los hallazgos más frecuentemente encontrados son: broncomalacia, traqueomalacia y laringomalacia6. Mostramos las características clínicas del síndrome de Robinow que pueden tener implicaciones en anestesia, y comentamos la anestesia en los pacientes programados para fibrobroncoscopia diagnóstica por estridor crónico. Caso clínico Un niño de 10 años, con síndrome de Robinow, fue programado para una fibrobroncoscopia diagnóstica bajo anestesia general. Como antecedentes, presentaba bronquitis y 102 Fig. 1. Facies peculiar: hipertelorismo,hendiduras palpebrales amplias, raíz nasal ancha, boca triangular, micrognatia, orejas de implantación baja. neumonías recurrentes, y había sido intervenido de una comunicación interauricular y de una hernia umbilical, pero no aportaba informes anestésicos. En la exploración destacaba una dismorfia craneofacial (figura 1) con microcefalia, hipertelorismo, ap e rt u ras palpebrales grandes, microrretrognatia, raíz nasal ancha, hundida y con orificios antevertidos, boca pequeña, mala alineación dentaria y orejas de implantación baja con pólipos preauriculares. A nivel corporal destacaba un retraso ponderal, medía 88 cm y pesaba 10,5 Kg, tenía antebrazos y muslos cortos, manos pequeñas con clinodactilia de los meñiques, genus varos, hipotonía del tronco y de los reflejos miotáticos. Presentaba retraso psicomotor y del lenguaje. En el reconocimiento de la vía aérea, la extensión cervical era normal, la apertura bucal estaba limitada, tenía macroglosia, y un test de Mallampatti clase IV. Presentaba estridor y sibilancias diseminadas, y una auscultación cardíaca normal. La radiografía de tórax mostró cardiomegalia, aumento de la vascularización pulmonar, y fusión del quinto arco costal. Un escáner torácico mostraba una imagen aérea túbulo-sacular que ensanchaba la tráquea en la región lateroposterior izquierda; se extendía hasta la zona precarinal, longitudinalmente medía 1,3 cm y su diámetro máximo era de 12 mm a nivel caudal (Figura 2). La fibrobroncoscopia se indicó para evaluar el estridor crónico, con la sospecha etiológica de una traqueomalacia. Ante la dismorfia facial, el test de Mallampatti clase IV, y la indicación de la fibrobroncoscopia por estridor crónico, se planificó el control de la vía aérea sin intubación, aunque con las medidas alternativas preparadas por si fuera imprescindible la intubación. Se siguió el algoritmo de intubación difícil del servicio de anestesia pediátrica de nuestro hospital. Se preparó una mascarilla laríngea del nº 2,5, y dos tubos orotraqueales sin neumotaponamiento, uno del nº 5 y otro del nº 5,5, tras lubricarlos y retirar en ambos la pieza de conexión, se colocaron en tándem introduciendo el del nº 5 por el del nº 5,5, y se comprobó que los tubos pasaban a través de la mascarilla laríngea, de modo que se pudiera intubar a su través. Posteriormente se introdujo el 56 C. CASINELLO OGEA ET AL.– Anest esia y f ibrobroncoscopia para el est udio del est ridor crónico en un niño con síndrome de Robinow Fig. 2. Dilatación túbulo-sacular de la tráquea sugerente de traqueomala cia. fibrobroncoscopio (FB pediátrico Pentax 10 X de 3,5 mm de diámetro externo) por dentro de los tubos en tándem, éste se utilizaría si no se pudiera intubar a ciegas a través de la mascarilla y además con él se comprobaría que el tubo orotraqueal había pasado la zona con traqueomalacia. Tras premedicar con 0,3 mg/Kg de midazolam intranasal y 0,1 mg/Kg de ondansetron iv. se preoxigenó con O2 100% en antitrendelemburg. Se monitorizó con presión arterial incruenta, ECG continuo, pulsioximetría, y capnografía. Tras administrar 0,01 mg/Kg de at ro p i n a , se realizó la inducción anestésica con sevoflurano al 5% y oxígeno/aire al 50% en respiración espontánea. Se produjo una caída de la lengua, que se controló con la elevación de la mandíbula y la inserción de un tubo orofaríngeo (Guedel). En ventilación espontánea, con el sevoflurano al 5%, y sin relajación mu s c u l a r, dos anestesiólogos re a l i z a ron una laringoscopia directa, en el cual ni forzando la posición de olfateo, ni con presión sobre el cartílago tiroides, pudieron ver la glotis ni la epiglotis (grado IV de Cormack-Lehane). Tras vaciar el estómago, se aplicó lidocaína al 0,2% en la orofaringe. Se colocó la mascarilla laríngea del nº 2,5 y se ventiló al paciente manualmente; no presentó estridor ni sibilancias en la auscultación y mantuvo una saturación periférica de O2 del 98%. El mantenimiento se realizó con O2/aire al 50% y sevoflurano al 3%. Posteriormente se le dejó que recuperara la ventilación espontánea y con ésta presentó un estridor audible sin fonendoscopio y sibilancias diseminadas; simultáneamente la pulsioximetría disminuyó a 93%, la concentración de sevoflurano espirado (1,5%) disminuyó respecto al inspirado (3%) y el CO 2 espirado descendió a 21%mmHg. El aumento de la FiO2 no mejoró la pulsioximetría. Se sospechó un colapso en la zona de traqueomalacia, se inició una ventilación manual con presión positiva continua, con la que se consiguió una pulsioximetría de 97%, sin estridor ni sibilancias. Entonces, se permitió que el paciente vo l v i e ra a re c u p e rar la re s p i ra c i ó n espontánea, apoyándole con una presión positiva continua 57 en espiración de 10 cmH2O, que se consiguió manejando la válvula espirat o ria. El paciente mantuvo la re s p i ra c i ó n espontánea sin estridor; la pulsioximetría se mantuvo en 97%, las concentraciones del sevoflurano espirado e inspirado se igualaron y el CO2 espirado se elevó a 29. Con la vía aérea controlada se inició la fibrobroncoscopia en ventilación espontánea. La laringe era normal. Se aplicaron otros 2 ml de lidocaína 0,2% en la glotis. Tras pasarla se observó en la tráquea intratorácica una zona laxa, que en respiración espontánea se colapsaba parcialmente durante la espiración. Se pudo comprobar que cuando se instauraba una presión espiratoria continua de 10 cm de H2O el colapso traqueal disminuía. Tras diagnosticar la causa de estridor como colapso espiratorio de la tráquea intratorácica en una zona con traqueomalacia se retiró el fibrobroncoscopio. Se mantuvo la respiración espontánea con presión positiva de 10 cm de H2O hasta la eliminación del sevoflurano. Posteriormente se retiró la mascarilla laríngea sin incidencias. La exploración duró 30 minutos. Tras vigilarlo otros 30 minutos en la URPA y 3 horas en la unidad de CMA se le dio el alta hospitalaria sin complicaciones. Discusión Una de las responsabilidades fundamentales del anestesiólogo es mantener la vía aérea permeable. Para lograrlo, además de realizar una evaluación sistemática de la vía aérea, se deben conocer los síndromes congénitos y los trastornos patológicos que suelen conllevar dificultades en el manejo de la vía aérea. McDonald7 ha publicado el único caso clínico recogido en Medline sobre anestesia en un niño con síndrome de Robinow, y no encontró dificultad en el manejo de la vía aérea. Pero el síndrome de Robinow puede ser dominante y presentar todas las características faciales descritas o ser recesivo y faltar algunas de ellas. Sin embargo , M c D o n a l d 7 n o re fi e re los ra s gos que pre s e n t aba su paciente. En este paciente la evaluación de los rasgos faciales con microrretrognatia, apertura bucal limitada, mala alineación dentaria, macroglosia y un test de Mallampatti clase IV, junto a estridor audible sin fonendoscopio hacían prev i s i ble una vía aérea difi c i l , q u e p o s t e ri o rmente se confi rmó con la lari n go s c o p i a grado IV de Cormack-Lehane8,9. Díaz López revisó todos los casos de niños con síndrome de Robinow publicados en Medline hasta 1996: el 79% presentaban micrognatia (34/43 niños), el 80% alteraciones en la alineación dentaria (25/31 niños) y el 13% fisura palatina (6/46 niños)10. También se ha descrito un niño con agenesia de úvula11. La micrognatia consiste en el desarrollo incompleto del maxilar inferior, puede acompañarse de dificultad para ab ri r la boca, desplazar la lengua, y visualizar la laringe 103 Rev. Esp. Anest esiol. Reanim. Vol. 50 , Núm. 2 , 2 0 0 3 que generalmente se sitúa más anterior12. En algunos niños con micrognatia la presión sobre el cartílago tiroides permite visualizar mejor las cuerdas vocales12 aunque tampoco así se pudo visualizar la glotis ni la epiglotis en este paciente. Por otra parte es conocida la dificultad de intubación asociada a otros síndromes que incluyen micrognatia como los síndromes de Goldenhar 13, Smith-Lemli-Opitz14 y Pierre - R o b i n 15. Aunque el síndrome de Robinow no está incluido entre los síndromes congénitos que nos alertan de una vía aérea difícil, sus características faciales pueden relacionarse con ella. Ante las anomalías orofaciales, se recomienda utili zar técnicas que permitan la ventilación espontánea, y en los niños suele recomendarse la inducción y mantenimiento inhalat o rios. La utilidad de la mascari l l a laríngea en niños con dismorfismo facial importante y una vía aérea difícil ya ha sido referida9,13-18. La mascarilla laríngea se coloca a ciegas y ofrece la posibilidad de intubar a su través con o sin la ayuda del fibrobroncoscopio13,14,17,18. Su diámetro interno es mayor que el del tubo orotraqueal que le correspondería al mismo grupo de edad. Esto permite introducir el fibroboncoscopio sin un aumento significativo de la resistencia de la vía aérea, facilita la ventilación del paciente, y permite alargar el tiempo de la exploración con un menor riesgo de hipoxemia. Además, la mascarilla laríngea permite realizar la fibrobroncoscopia manteniendo una respiración espontánea, y así permite ver el comportamiento dinámico de las estructuras supraglóticas, glóticas y subglóticas, que es la clave para poder diagnosticar la causa del estridor19. Con la finalidad de mantener la respiración espontánea, se evitó la utilización de los relajantes musculares. Se realizó una inducción inhalatoria, con la ayuda de la lidocaína para disminuir el cierre reflejo de la glotis y de la atropina para disminuir las secreciones respiratorias. Para prevenir una broncoaspiración se premedicó con ondansetron y se vació el estómago antes de la colocación de la mascarilla laríngea, ya que ésta no protege contra la regurgitación18. Además la lidocaína tópica disminuye los reflejos que protegen de la broncoaspiración en caso de regurgitación; y entre los niños con traqueomalacia se ha descrito una mayor prevalencia de reflujo gastroesofágico20. A pesar de la intención de mantener la ve n t i l a c i ó n espontánea con mascarilla laríngea se preparó un plan alternativo por si se hiciera necesaria la intubación urgente. Durante el ciclo respiratorio la tráquea está sometida a una presión transmural. Cuando la presión externa es mayor que la intratraqueal, la tráquea se colaps a , y cuando la presión ex t e rna es menor que la intratraqueal, la tráquea se distiende. La resistencia 104 elástica de la pared traqueal y el flujo de aire a través de la tráquea disminuyen la tendencia al colapso. La tráquea de los niños es mucho más distensible que la de los adultos, y por tanto más susceptible a las fuerzas de distensión y de compresión. La traqueomalacia se caracteriza por una debilidad de la pared traqueal que está causada por un reblandecimiento de los cartílagos traqueales junto a una hipotonía de los elementos mioelásticos. Este aumento de la compliancia facilita el colapso de la tráquea y la producción de estridor, que manifiesta el paso del flujo aéreo a través de una zona estenótica21. En el caso de una traqueomalacia ex t rat o r á c i c a , durante la inspiración espontánea, la suma de la presión inspiratoria negativa junto a la presión atmosférica, hacen que la porción extratorácica de la tráquea se estreche existiendo un riesgo de obstrucción inspiratoria21. En el caso de una traqueomalacia intratorácica, la tendencia a la compresión de la vía aérea que fisiológicamente ocurre al final de la espiración por el efecto de la presión intratorácica positiva es más acusada, llegando al colapso cuando la presión intratraqueal generada por el flujo espiratorio no supera la presión positiva intrapleural22. El diagnóstico clínico de una traqueomalacia puede ser difícil. Con la auscultación es dificil distinguir el estridor espiratorio traqueal del broncoespasmo. En las curvas de flujo volumen inspiratorios y espiratorios máximos, la traqueomalacia se caracteriza por manifestarse como una obstrucción variable. Radiológicamente la tráquea se dilata21. El diagnóstico durante la anestesia también puede ser difícil. Tras la colocación de la mascarilla laríngea se realizó una ventilación manual durante unos minutos para profundizar al paciente, y comprobar su correcta colocación, sin que presentara estridor ni sibilancias. Posteriormente, con la ventilación espontánea con sevoflurano el paciente presentó un estridor y sibilancias junto a una disminución de la saturación de oxígeno, y de las fracciones de los gases espirados. Los antecedentes del paciente y la evolución durante la anestesia hicieron sospechar una obstrucción dinámica durante la fase espiratoria; la ausencia de respuesta al incremento de la FiO2 y la respuesta al incremento de la presión intratraqueal por la instauración de una presión espiratoria continua de 10 cm de H2O, incrementaron esta sospecha. La broncoscopia confirmó que la zona con traqueomalacia se colapsaba durante la espiración y cómo este colapso disminuía con la instauración de una presión espiratoria positiva continua23,24. A pesar de que la anestesia general puede alterar la dinámica respiratoria y de que el broncoscopio puede aumentar el colapso, la fibrobroncoscopia es el método diagnóstico más específico de una traqueomalacia. Por 58 C. CASINELLO OGEA ET AL.– Anest esia y f ibrobroncoscopia para el est udio del est ridor crónico en un niño con síndrome de Robinow otra parte, no está claro si los anestésicos inhalatorios pueden incrementar el colapso secundario a una traqueomalacia, aunque con la debida monitorización su utilización puede ser segura23,25,26. En el postoperatorio inmediato no hubo deterioro de la pulsioximetría y no precisamos utilizar presión espiratoria positiva23. La tráquea normalmente se vuelve más rígida con la edad, y puede evitarse la cirugía27, aunque puede ser necesaria la traqueostomía28. No conocemos la evolución de las intubaciones previas de este paciente, y por tanto no podemos saber si la traqueomalacia era primaria o secundaria, aunque pudiera estar en relación con el síndrome de Robinow. Al-Ata analizó las cardiopatías congénitas descritas en los 75 casos con síndrome de Robinow incluidos en Medline hasta 1998, 12 niños (16%) tenían cardiopatías; predominaban las obstrucciónes a la salida del ventrículo derecho y los defectos septales29, por lo que es recomendable realizar una revisión cardiológica preoperatoria a los niños con síndrome de Robinow30. En concl u s i ó n , el síndrome de Robinow puede acompañarse de una vía aérea difícil, y de una cardiopatía congénita. En el caso presentado de un niño con síndrome de Robinow y estridor crónico hubo dificultad tanto para la ventilación con mascarilla fa c i a l como para la intubación. La mascarilla laríngea bajo sedación permitió la realización de una fibrobroncoscopia en ventilación espontánea; así se pudo ver que la causa del estridor era una zona de traqueomalacia intratorácica que se colapsaba durante la espiración. BIBLIOGRAFÍA 1. Robinow M, Silverman N, Smith HD: A newly recognised dwarfism syndrome. 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