Nunca creí que el fútbol pudiera convertirse en un

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LATERCERA Martes 20 de septiembre de 2016
Deportes
Caupolicán Peña
Denís Fernández
Ex futbolista y ex entrenador:
A Caupolicán Peña (Carahue, 15
de septiembre de 1930), no le gustan demasiado los cumpleaños
porque, asegura, no se siente cómodo recibiendo felicitaciones.
Pero hoy es jueves y el maestro
(profesor normalista, pero también pedagogo del balompié, en el
más amplio sentido de la palabra),
cumple 86 y accede a conversar
con La Tercera en su restaurante de
la comuna de La Florida.
Ha pasado mucho tiempo desde
su debut como jugador profesional, a comienzos de la década de los
50; y también de su largo periplo
como director técnico en más de
una decena de clubes, pero es el
fútbol el que parece haber envejecido. O el que ha cambiado tanto
que ahora le resulta ajeno, por momentos irreconocible.
Sobre ésta y otras cuestiones, el
balompié y la vida, la política y los
sueños, el amor por una camiseta
y la pérdida de los valores, se detiene a reflexionar Caupolicán
“Nunca creí que el fútbol
pudiera convertirse
en un negocio”
R El que fuera zaguero de Colo
Colo, DT y seleccionador
chileno echa la vista atrás en el
día de su cumpleaños 86.
R Realiza un repaso de su
carrera, radiografía el
balompié actual y explica los
motivos de su desencanto.
R Caupolicán Peña posa en una de las mesas de su tradicional restaurante, en Vicuña Mackenna con Serafín Zamora. FOTO: ANDRES PEREZ
Peña, el zaguero central de Colo
Colo reconvertido en lateral derecho con nombre de toqui mapuche
(cuya causa, por cierto, defiende y
secunda); el profesor-jugador venido de la Araucanía; el seleccionador-sindicalista en tiempos de
dictadura; el técnico del último
gran Palestino y el primer romántico empedernido de un juego llamado fútbol.
Usted fue jugador, entrenador, seleccionado, seleccionador, presidente del sindicato de futbolistas,
del colegio de entrenadores. ¿Le
quedó algo pendiente?
Dentro del fútbol profesional, creo
que cumplí toda la tarea a la que
puede aspirar un futbolista que nació en el juego del fútbol. Mi carrera empezó de muy niño, en el sur, en
provincia, y culminó después de
poder ejercer todos esos cargos que
me nombra. Me siento realizado.
Habla del juego del fútbol. ¿Sigue
siendo el fútbol un juego?
Yo creo que el fútbol se inició como
un juego, después se planteó como
un deporte, se convirtió en un espectáculo y terminó siendo un negocio. Un juego con demasiado dinero de por medio, que no tiene
mucho que ver con lo que fue mi carrera. Hoy no me representa.
Se diría que no le agrada demasiado esa evolución.
Yo ya no voy al estadio. Tengo poca
relación con el fútbol ahora, se terminó. Debe ser un poco por mi filosofía de vida, porque yo creí siempre que el fútbol para mí no era un
fin, sino un medio, un medio para
vivir. Y hoy día mis negocios son mi
medio de vida. Y siempre he sido un
apasionado. Lo era en el fútbol y
ahora trato de serlo en los negocios,
sólo que ahora, en lugar de estar
viendo un partido, puedo estar
viendo una receta culinaria.
¿Lo dice con nostalgia?
No, sinceramente no. Sería un engaño decir que tengo nostalgia del
fútbol. Cumplí todo, pero sí que
tengo algunas insatisfacciones.
¿Cuáles?
Echo en falta que se defienda un
poco más la naturaleza del juego. Y
lamento que se haya desperdiciado
el INAF, donde hay un costo de dinero, una inversión y hubo una
idea, que era el desarrollo de la formación de entrenador. Encuentro
que hay mucho técnico extranjero.
Y no se entiende entonces para qué
se creó ese Instituto Nacional del
Fútbol Profesional.
Usted compatibilizó durante toda
su vida la carrera de profesor con
la de futbolista. ¿Echa de menos
esa figura del jugador ilustrado
que tanto abundaba antes?
El problema es que con la llegada del
fútbol mercado, cambió toda la estructura. Y los diferentes actores
que intervienen en el fútbol profesional perdieron la actitud y la vocación. Los dirigentes ya no dirigen
clubes, sino que los compran. No
son hombres de fútbol, sino empresarios. El entrenador ha perdido
una jerarquía importante sobre su
área de trabajo. Y con el jugador ha
pasado algo similar.
¿Está excesivamente banalizada la
profesión, vaciada de contenido?
Han aparecido una serie de elementos nuevos, como los empresarios, que a mí no me representan.
Porque si estoy en los negocios, es-
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