Patrones recientes de comercio y especialización internacional

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Introducción
El objetivo de esta monografía es analizar los patrones recientes del comercio y la especialización internacional en el contexto
del desempeño macroeconómico mostrado por los distintos países y regiones en los últimos veinticinco años. El estudio valora
las fortalezas y debilidades del posicionamiento, en los mercados
internacionales de bienes, de una serie de países destacados, prestando especial atención al caso español.
Los patrones generales del comercio y la especialización internacional responden a factores estructurales, cuya transformación
se produce lentamente. Esta monografía se centra pues en fenómenos estructurales y tendencias a largo plazo, y deja al margen
los aspectos relacionados con las fluctuaciones de corto plazo.
Los dos fenómenos globales más importantes, en cuyo marco se
sitúan el resto de circunstancias y procesos analizados en este estudio, son el extraordinario avance de la apertura internacional de
las economías nacionales y el surgimiento de nuevas economías
emergentes de gran tamaño, como China y la India, que están
poniendo fin a la absoluta hegemonía anterior de Estados Unidos
y Europa occidental.
Una de las maneras más sencillas de medir el primer fenómeno es mediante la ratio del comercio de bienes y servicios sobre
el producto interior bruto (PIB) a nivel mundial en términos
nominales. Entre 1983 y el 2007, esta ratio aumentó en un 65%,
pasando del 18,8% al 31%. Otros indicadores reflejan avances
aún mayores. El intenso proceso de apertura comercial ha afectado a todas las regiones del mundo y a todos los grupos de países
definidos según su nivel de renta.
Con respecto al segundo fenómeno y entre esos mismos años,
la cuota del PIB de Norteamérica y Europa occidental en el total
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mundial se ha reducido en más de un 12%. Las dos potencias
emergentes más importantes, China y la India, pertenecen a Asia,
cuyo peso en el PIB se ha incrementado en un 360% y un 90%
respectivamente, entre 1983 y el 2007. Un vistazo superficial a los
anteriores milagros económicos asiáticos, Japón, Hong Kong, Singapur, Corea del Sur, etc., podría confundir acerca de las transformaciones que estas potencias están induciendo e inducirán en
la economía mundial. Hay una diferencia fundamental entre los
efectos generados por China y la India y los de los anteriores milagros asiáticos. La diferencia es la escala. Conjuntamente, el PIB
en paridad de poder adquisitivo (PPA) de China y la India representa ya más del doble del PIB conjunto de Japón, Hong Kong,
Singapur y Corea del Sur. La población de aquellos y su potencial
para las próximas décadas multiplican por siete la de estos. Los
milagros asiáticos de China y la India van a afectar profundamente los precios relativos internacionales, obligando a importantes
reajustes en el resto de economías, no necesariamente negativos
ni de igual impacto para todos los segmentos de la población. El
hecho de que, mientras las economías avanzadas registraban una
tasa negativa de crecimiento entre el 2008 y el 2010, las economías
asiáticas en desarrollo crecían a una tasa media anual superior al
8%, confirma de manera inapelable la profunda transformación
que se ha venido registrando, y que de seguro seguirá registrándose, en la configuración de la economía mundial.
Desde esta perspectiva de profundas transformaciones a largo
plazo, la apertura exterior de los países, su posicionamiento en
los mercados de las distintas regiones del mundo y la estructura
de su especialización comercial internacional, analizados en esta
monografía, adquieren una importancia decisiva para el futuro
de las economías. Esta importancia es todavía mayor en los países más agudamente afectados por la crisis, con un fuerte déficit
comercial y con un patrón de crecimiento pendiente de revisión,
como es el caso de España.
La monografía se estructura de la siguiente manera. En el capítulo 1 se examina la evolución de las magnitudes agregadas del
desarrollo económico y el comercio internacional en los últimos
veinticinco años. Esta evolución ha dado lugar a un notable incremento de la apertura de todos los grupos de países, un desigual pero
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creciente proceso de convergencia entre las economías en desarrollo y las economías avanzadas, y un desplazamiento del centro de
gravedad de la economía mundial hacia el continente asiático.
En el capítulo 2 se analizan los flujos comerciales bilaterales
entre las distintas regiones y países, su evolución y su incidencia
potencial sobre el crecimiento de las exportaciones de las diferentes economías. Los distintos mercados internacionales ofrecen
potencialidades de crecimiento muy heterogéneas. Así por ejemplo, el desplazamiento paulatino del centro de gravedad de la economía mundial hacia Asia y otros mercados emergentes implica
que estos destinos de exportación presentan perspectivas mucho
más favorables que las de los grandes mercados tradicionales de
los Estados Unidos y Europa occidental. La desigual presencia que
tienen las empresas de los distintos países en cada uno de los mercados emergentes condicionará de manera importante el futuro
crecimiento de sus exportaciones. El examen de la distribución de
las exportaciones de los países a lo largo de los diversos destinos
permite identificar, pues, un aspecto importante de las oportunidades y amenazas a las que se enfrentan las distintas economías.
En los capítulos 3 y 4 se desarrolla el estudio de la especialización internacional de los países. El análisis se lleva a cabo a
diferentes niveles de desagregación; en concreto, a nivel de uno,
dos y cinco dígitos de la Clasificación Uniforme para el Comercio Internacional (CUCI, en inglés, Standard International Trade
Classification [SITC]). Cada uno de estos niveles de desagregación
proporciona un tipo de información distinto y ofrece ventajas
específicas. Por ello, tal como se explica a continuación, los tres
niveles de análisis resultan complementarios.
El análisis con un elevado grado de agregación permite obtener una visión operativa, general e individualizada por industrias,
de la especialización de los países. Ahora bien, el problema de un
análisis muy agregado está, por un lado, en que puede ser poco
preciso, puesto que ignora la amplia heterogeneidad de los bienes
que pueden incluirse dentro de una misma industria y la enorme
diversidad de patrones con los que distintos países pueden especializarse dentro de las industrias. En el lado opuesto, un elevado
nivel de desagregación conlleva la utilización de un volumen muy
abundante de información. Pero esta virtud puede convertirse en
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un defecto, en la medida en que puede dar lugar a un análisis
excesivamente prolijo y carente, tanto de una visión global como
de un análisis específico por industrias, que sea manejable.
Como se ha indicado, la estrategia seguida en esta monografía,
por lo que respecta a la desagregación, es combinar los distintos
niveles (uno, dos y cinco dígitos de la CUCI) para conectar formal y argumentalmente el análisis realizado en cada uno de ellos.
La CUCI a nivel de un dígito desagrega el comercio internacional de bienes en diez secciones. Este nivel ofrece una perspectiva
muy general del comercio, en términos de bienes ligados al sector
agrario, los combustibles, la minería o los grupos más importantes
de las manufacturas. Esta visión resulta útil para obtener una primera aproximación a la composición del comercio internacional
de bienes y a las grandes líneas de especialización de las distintas
regiones y grupos de países.
En el otro extremo, la revisión 3 de la CUCI, utilizada en esta
monografía, desagrega, a nivel de cinco dígitos, el comercio internacional de bienes en 3.120 mercancías o rubros básicos.1 Algunos
ejemplos pueden dar una idea del nivel de detalle que alcanza
la clasificación a este nivel: «motores de émbolo de movimiento alternativo de más de 1.000 cm3 de cilindrada», «camisas de
algodón para hombres o niños», «jibias, pulpos y calamares, congelados, secos, salados o en salmuera», etc. La caracterización
de la especialización de los países a cinco dígitos resulta así muy
detallada y puede mostrar perfiles muy diversos dentro de una
misma industria, incluso entre países con niveles de renta y dotaciones de factores muy similares. Sin embargo, como se observaba anteriormente, esta minuciosidad tiene como contrapartida la
dificultad de obtener una visión sintética y operativa de la especialización internacional. Esta visión más sintética y operativa es la
que ofrece el análisis a nivel de dos dígitos. A este nivel, la revisión
3 de la CUCI desagrega el comercio internacional en 66 capítulos
de mercancías.
1
Esta cifra comprende tanto los rubros de cinco cifras como aquellas mercancías
a nivel de cuatro dígitos que no presentan desagregación a cinco dígitos, las cuales
también se han incluido en el análisis.
introducción [ 15 ]
El capítulo 3 desarrolla el análisis a nivel de uno y dos dígitos, y el capítulo 4 lo hace a nivel de cinco dígitos. A lo largo de
estos capítulos se caracteriza primero el potencial macroeconómico que ofrece cada grupo de bienes exportables y, segundo, se
evalúan las fortalezas y debilidades del sector exportador de los
países y su especialización concreta, a la vista del análisis anterior.
A su vez, el potencial macroeconómico que ofrece cada grupo de
bienes es analizado desde tres perspectivas:
1)su aparente capacidad para contribuir al crecimiento de las
exportaciones del país;
2)su sofisticación productiva implícita, medida por el PIB per
cápita medio de los países que exportan ese grupo de bienes;
3)su vinculación con la especialización internacional de países que han alcanzado recientemente un elevado crecimiento del PIB per cápita.
Como indicador de la primera característica se utiliza simplemente la tasa de crecimiento a nivel mundial de las exportaciones
de cada mercancía. Como medidas de la segunda y tercera característica se utilizan sendos indicadores basados en el trabajo de
Hausmann, Hwang y Rodrik (2007). Estos indicadores se explican
con detalle en el subapartado 3.3.3.2 del capítulo 3.
A partir de los indicadores relativos a la perspectiva de su sofisticación productiva implícita, se construye una clasificación de
los grupos de mercancías en 12 categorías. Estas doce categorías
resultan de cruzar cuatro posibles valores del nivel de PIB per
cápita (alto, medio-alto, medio-bajo y bajo) de los países con el que
están asociados los bienes, con tres posibles tendencias en ese
nivel de PIB con el que están asociadas (creciente, estable y decreciente). El objetivo de esta segunda componente de la clasificación es
ofrecer una sencilla caracterización de las mercancías exportables
en términos de la tendencia a la relocalización de su producción
hacia países con un nivel de renta diferente, mayor o menor, al de
los países exportadores actuales. Tendencias crecientes sugieren
buenas oportunidades para el futuro, mientras que tendencias
decrecientes indican la amenaza de una creciente competencia
desde países con salarios inferiores.
[ 16 ] patrones recientes de comercio y especialización internacional
Una vez estudiadas las características y potencialidades de cada
grupo de mercancías, se analiza y evalúa la especialización de los
países de acuerdo con las mismas tres dimensiones anteriores:
1) su potencial para facilitar un alto crecimiento de las exportaciones; 2) su potencial para contribuir a sostener elevados nive­les de PIB per cápita; 3) su potencial para impulsar el crecimiento
del PIB per cápita. Con este fin, se desarrolla una nueva batería
de indicadores específicos para cada país, los cuales están estrechamente conectados con los indicadores previos de mercancías.
A su vez, diversos análisis de tipo shift-share permiten identificar la
contribución de cada capítulo exportador al desempeño global
de cada país. Este conjunto de indicadores y descomposiciones
proporcionan las bases para valorar las fortalezas y debilidades de
la especialización internacional de los países.
En el capítulo 5 se presentan unas conclusiones generales,
aunque al principio de cada capítulo se ofrece una síntesis de
resultados.
El periodo de referencia de la monografía son los veinticinco
años que preceden a la Gran Recesión actual, es decir, el periodo
que va de 1983 al 2007. Los diagnósticos finales se basan en los
datos correspondientes al bienio 2006-2007.
Las razones para este acotamiento temporal son varias. En
primer lugar, porque los problemas objeto de estudio en esta
monografía requieren una perspectiva a largo plazo, ya que la
especialización internacional de un país y su posicionamiento en
los distintos mercados están ligados a las características de su capital humano, sus conocimientos tecnológicos, su capital productivo, sus recursos naturales y su localización geográfica; factores
estos que cambian muy lentamente y otorgan un carácter estructural a las características del sector exportador de un país.
En segundo lugar, porque el inicio de la actual Gran Recesión
económica dio lugar a una enorme perturbación, más o menos
transitoria, en los intercambios comerciales internacionales. La
inclusión de datos posteriores al inicio de la crisis distorsionaría
notablemente el análisis de las características estructurales del
comercio exterior de los países. Es por ello que esta monografía
limita su análisis a los datos correspondientes al periodo inmediatamente anterior a esta recesión.
introducción [ 17 ]
En tercer lugar, porque los últimos veinticinco años y, especialmente, el periodo que se inicia a mediados de los años noventa,
ha sido clave en la conformación de la actual estructura económica internacional. Dos hitos esenciales del periodo fueron la caída
del muro de Berlín en noviembre de 1989, que marcó el inicio del
proceso de integración de la Europa del Este en la economía global, y la aceleración de las reformas económicas en China durante
los noventa, que culminaron con su ingreso en la Organización
Mundial del Comercio en el 2002.
En cuarto y último lugar, porque se han de considerar las
limitaciones derivadas de las disponibilidades estadísticas. Las
bases estadísticas internacionales son un cuerpo en evolución. La
ampliación del periodo de tiempo considerado tiende a producirse a costa de reducir la muestra de países y la cobertura de las
mercancías a distintos niveles de desagregación. Desde la perspectiva de los objetivos de esta monografía, el periodo 1983-2007
ofrece un compromiso razonable entre la amplitud del horizonte
temporal y la profundidad de los datos.
La principal fuente original de datos para el capítulo 1 es la
World Development Indicators (WDI) del Banco Mundial (2009). En
el caso de los capítulos 2, 3 y 4, la principal fuente son las estadísticas de exportaciones de la base de datos United Nations Commodity
Trade Statistics Database (UN Comtrade) de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU 2010). Las características de estos datos,
su selección y manipulación se detallan en el apéndice A.1.
A lo largo de la monografía se consideran tres unidades de
análisis: grupos de países según su nivel de renta en el 2007 de
acuerdo con la clasificación del Banco Mundial (2009); grupos de
países según su región geográfica;2 y una selección de 25 países
escogidos por su importancia en la economía mundial y por su
representatividad de un cierto tipo de economías. Esta selección
de 25 países se reduce en algunos casos a 7, cuando la desagregación de los datos así lo aconseja. El peso relativo de cada uno de
estos niveles de análisis va cambiando a lo largo de la monografía.
Los países que forman parte de cada una de estas regiones se pueden consultar
en el cuadro A.1.1 del apéndice A.1.
2
[ 18 ] patrones recientes de comercio y especialización internacional
Mientras que al principio, el mayor énfasis está en las grandes
áreas geográficas y los grupos de países por su nivel de renta, a
medida que el estudio profundiza en los detalles del comercio, el
foco de atención se va centrando en las fortalezas y debilidades de
las economías concretas y, especialmente, en las de la española.
Cabe hacer una importante advertencia sobre la clasificación
de países según su nivel de renta. Como consecuencia de las
importantes transformaciones que se han producido a lo largo
del periodo considerado y dado el desigual proceso de convergencia económica, la distribución de países entre los distintos grupos
de renta cambia de manera significativa a lo largo del tiempo.3
Dos ejemplos muy destacados son China y la India. Estos países
pasan de pertenecer al grupo de países de renta baja al inicio del
periodo, a pertenecer al grupo de renta media-baja al final del
mismo. Con el fin de evitar los equívocos y confusiones que se
podrían producir, si los países incluidos en cada grupo no fueran
los mismos en todos los cuadros y gráficos de esta monografía, es
necesario fijar una única clasificación de países. Surge entonces
la necesidad de elegir entre la clasificación correspondiente al
principio del periodo, la del final del periodo o la de algún punto
intermedio. Cada una de estas opciones tiene ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, cuando se analiza el proceso de crecimiento
registrado a lo largo de los últimos veinticinco años, podría ser
más interesante utilizar la clasificación de países correspondiente
al principio del periodo. Sin embargo, el objetivo último de esta
monografía es profundizar en el conocimiento de los patrones
actuales de comercio y especialización internacional de los países. Desde esta perspectiva, resulta mucho más oportuno clasificar
los países de acuerdo con su nivel de renta al final del periodo.
Esta es pues la opción elegida para elaborar los cuadros y gráficos
de esta monografía que conviene tener presente a lo largo de su
lectura.
Véase el apéndice A.1 para una explicación de la metodología de clasificación
de los países, según su nivel de renta, que hace el Banco Mundial (2009), a partir de
la WDI, y para el detalle sobre las distintas agrupaciones a que da lugar según el año
de referencia que se utiliza.
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