Grandes Temas Económicos - Asociación Madres de Plaza de Mayo

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Serie Divulgación de la
Situación Económica Argentina
documento nº5 // mayo 2010
Argentina Dos Siglos
Grandes Temas Económicos
Fundación Madres
de Plaza de Mayo
Universidad Popular
Madres de Plaza de Mayo
Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas
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Bicentenario: La Revolución Inconclusa
“Para unir, es preciso comprender. Para comprender hay que conocer”.
Raúl Scalabrini Ortiz
2
Los profetas de la liberación
De Moreno a San Martín: el Estado en la economía
Como Secretario de la Primera Junta Moreno marcó
una política económica dirigida a concretar los objetivos de ese Plan:
® Creó un fondo para el impulso de la industria minera.
­
® Distribuyó tierras en la pampa bonaerense, fijando límites
­
de extensión para evitar la formación de grandes haciendas.
® Realizó un censo para conocer los recursos naturales
y bienes disponibles en el país.
® Puso en marcha fábricas estatales de fusiles, en Bue­
nos Aires y Tucumán, y de pólvora en Córdoba.
® Mantuvo aranceles a la importación, a pesar de la
­
fuerte presión de los comerciantes ingleses, mostrando
una clara posición contra el libre comercio.
la fomentación de las artes, agricultura, navegación, etc.,
producirá en pocos años un continente laborioso, instruido y virtuoso, sin necesidad de buscar exteriormente nada
de lo que necesite para la conservación de sus habitantes,
no hablando de aquellas manufacturas que, siendo como
un vicio corrompido, son de un lujo excesivo e inútil, que
deben evitarse principalmente porque son extranjeras y se
venden a más oro de lo que pesan (…) Esto descontentará
a cinco o seis mil individuos pero las ventajas habrán de
recaer sobre ochenta mil o cien mil (…) Desde el gobierno del último virrey se han arruinado y destruido todos
los canales de la felicidad pública, por la concesión de la
franquicia del comercio libre con los ingleses, el que ha
ocasionado muchos quebrantos y perjuicios.”
Con una clara noción de la importancia económica de
la distribución de los recursos, Moreno proponía que el
Estado asuma el rol de empresario a partir del desarrollo de fábricas que serían financiadas a través de la apropiación de las riquezas de los mineros del Alto Perú.
“ (…) se verá que una cantidad de doscientos o trescientos millones de pesos, puestos en el centro del Estado para
3
El “Plan de Operaciones”
de San Martín
P
ara gestar el Ejército de los Andes, San
Martín puso en práctica una política económica intervencionista, semejante al Plan de
Operaciones de Mariano Moreno.
En 1814, luego de ser nombrado gobernador
de Cuyo, San Martín adoptó medidas contundentes, recurriendo a mecanismos impositivos,
planificadores y expropiatorios, para movilizar la economía cuyana y acumular el capital
necesario para conformar la base material que
requería la fuerza militar libertadora.
Amplió la base impositiva a través de nuevos
impuestos sobre el consumo de carne y el comercio de alcoholes y vinos, y consciente de que la puesta
en marcha de la economía cuyana requería de medidas que cuestionen el derecho a la propiedad, confiscó los capitales de propiedad del convento de las monjas de la Buena Esperanza, la recaudación de las
cofradías de las iglesias y la limosna recolectada por la comunidad de La Merced.
También impuso préstamos forzosos sobre europeos y criollos, contrarios a la causa emancipadora, y
confiscó bienes de europeos y malos americanos prófugos. Por otro lado, ante la necesidad de contar
con suficientes caballos, obligó a los estancieros a entregar sus animales, con lo que en poco tiempo
reunió cerca de tres mil caballos y 1600 mulas.
El Ejército de los Andes fue creado de la nada. Fue necesario fabricar todo, y para ello dentro de la falta
absoluta de medios. Sin embargo, San Martín, con su talento múltiple, montó fábricas, formó depósitos,
capacitó operarios y fabricó desde la canana y el mandil modestos, hasta el propio afuste del cañón. (Juan
Domingo Perón).
A través de estas políticas San Martín logró obtener los aprovisionamientos
y pertrechos necesarios para poner en marcha una poderosa fuerza militar,
pero todavía faltaban los hombres. A tal fin, lanzó un llamado obligatorio
a todos los hombres de 14 a 45 años a alistarse en el ejército, al mismo tiempo
que liberó a todos los esclavos de Cuyo.
4
Artigas y la primera Reforma Agraria
en América Latina
“... que los más infelices sean los más privilegiados”.
(Artigas, Reglamento de tierras de 1815)
5
Reglamento Provisorio de la Provincia
Oriental para el fomento de su campaña y
seguridad de sus hacendados (fragmento)
6º - Por ahora el Sr. Alcalde Provincial y demás
subalternos se dedicarán a fomentar con brazos útiles
la población de la campaña. Para ello revisará cada
uno, en sus respectivas jurisdicciones, los terrenos
disponibles; y los sujetos dignos de esta gracia, con
prevención, que los más infelices serán los más
privilegiados. En consecuencia los negros libres, los
zambos de esta clase, los indios y los criollos pobres,
todos podrán ser agraciados con suerte de estancia,
si con su trabajo y hombría de bien propenden a su
felicidad, y a la de la Provincia.
7º - Serán igualmente agraciadas las viudas pobres
si tuvieren hijos. Serán igualmente preferidos los
casados a los americanos solteros, y éstos a cualquier
extranjero.
12º- Los terrenos repartibles, son todos aquellos de
emigrados, malos europeos y peores americanos que
hasta la fecha no se hallan indultados por el jefe de
la Provincia para poseer sus antiguas propiedades.
15º - Para repartir los terrenos de europeos y malos
americanos se tendrá presente si éstos son casados, o
solteros. De éstos todo es disponible. De aquéllos se
atenderá al número de sus hijos, y con concepto a
que éstos no sean perjudicados, se les dará lo bastante
para que puedan mantenerse en lo sucesivo, siendo el
resto disponible, si tuvieren demasiado terreno.
6
Distribución actual de la Superficie de las explotaciones agropecuarias
(por escala de extensión)
% de las Explotaciones Agropecuarias y Tramos de Superficie en Has.
7
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
De Ferré a Rosas:
protección de la producción
y el mercado interno
La libre introducción de productos extranjeros,
que regía desde 1809, había llevado a la ruina
a las actividades industriales del interior. Recién
bajo el interinato de Viamonte en Buenos Aires
(1829) empezó a surgir un incipiente proteccionismo, al incrementarse los aranceles a la importación del 2 al 10%. Años más tarde esta política
sería profundizada por Rosas durante su primera
gobernación de Buenos Aires, desde donde tuvo
una enorme influencia sobre todo el país.
Pero sería durante el segundo gobierno de Rosas que la presión del gobernador Ferré daría
resultado. Rosas aplicó una política de protección de la industria local, sancionando, en
1835, la Ley de Aduanas que determinaba la
prohibición de importar productos extranjeros
cuyos similares criollos estuvieran en condiciones de satisfacer al mercado interno.
“Sí, sin duda un corto número de hombres de fortuna padecerán, porque se privarán de tomar en su
mesa vinos y licores exquisitos (...) Las clases menos
acomodadas no hallarán mucha diferencia entre
los vinos y licores que actualmente beben, sino en el
precio, y disminuirán el consumo, lo que no creo sea
muy perjudicial. No se pondrán nuestros paisanos
ponchos ingleses; no llevarán bolas y lazos hechos en
Inglaterra; no vestiremos ropa hecha en extranjería,
y demás renglones que podemos proporcionar; pero,
en cambio, empezará a ser menos desgraciada la
condición de pueblos enteros de argentinos, y no nos
perseguirá la idea de la espantosa miseria a que hoy
son condenados. Considero la libre concurrencia (el
libre comercio) como una fatalidad para la Nación.
Los pocos artículos industriales que produce nuestro
país no pueden soportar la competencia con la industria extranjera.”
8
Con la nueva Ley los aranceles aplicados a las importaciones se incrementaban en la medida que los productos
eran considerados más vulnerables a la competencia externa:
Arancel
Productos
50%
Papas (consideradas artículo de lujo porque podían sustituirse por otras hortalizas), harina, sillas de montar inglesas, cervezas y demás artículos de lujo.
35%
Productos de producción nacional incipiente y que se buscaba incentivar: carpinterías,
carruajes, zapatos, ropas hechas, artículos de cuero; y en alimentos, vinos y sus derivados, quesos, frutas secas, etc.
5%
Máquinas y minerales no producidos localmente: acero, latón, carbón y herramientas
agrícolas.
de la agricultura y la industria han empezado a hacer
sentir su benéfica influencia (...) Los talleres de artesanos se han poblado de jóvenes, y como la ley de Aduana
no fue un acto de egoísmo, sino un cálculo generoso que
se extiende a las demás provincias de la Confederación,
también en ellas ha comenzado a reportar sus ventajas”.
Además de defender las manufacturas criollas, los beneficios de la nueva ley eran múltiples. Se propiciaba
el surgimiento de una riqueza agrícola, hasta entonces
imposibilitada por los bajos aranceles de los granos
y harinas que se importaban desde otros países. Por
otro lado, al abandonar Buenos Aires el librecambio
se eliminaban los recelos del interior hacia el puerto
y se consolidaba la unión nacional. Pero la ley no se
limitaba a favorecer los intereses argentinos, sino que
de acuerdo con la política de solidaridad latinoamericana, los productos de la Banda Oriental y Chile no
eran considerados extranjeros por lo que también se
veían favorecidos.
L
as exportaciones pagaban un reducido gravamen
de 4%, el que no se aplicaba a las producciones
que salieran en buques fabricados en el país, de manera de estimular su construcción (con excepción de los
cueros cuya gran demanda en Europa permitía aplicar
un derecho de exportación del 25% que no pesaba
sobre el productor local). Además, la ley de aduana
se completó con la prohibición provisional (mantenida hasta 1852) de exportar oro y plata en cualquiera
de sus formas, motivo por el cual los extranjeros que
vendían sus productos en nuestro país debían llevarse
productos locales por el valor de sus ventas.
La nueva ley impulsó el mercado interno y la producción
del interior del país, explicando en gran parte la recuperación económica de la Argentina. En el mensaje del 19
de enero de 1837 ante la Legislatura Rosas afirmaba:
“Las modificaciones hechas en la ley de Aduana a favor
El fortalecimiento del mercado interno permitía una
mayor independencia económica y reducía los niveles
de vulnerabilidad frente a los bloqueos extranjeros, al
tiempo que los mayores niveles de protección lejos de
disminuir el comercio internacional lo incrementaron. El incremento de la riqueza se tradujo en un au9
mento del consumo de productos importados, y gran
parte correspondían a artículos de lujo, lo que evidenciaba el mayor nivel de bienestar económico alcanzado por la población. Así, mientras que en 1825
se compraban productos del extranjero por ocho
millones de pesos plata, y se exportaban productos
locales por cinco millones; en 1851, al finalizar el gobierno de Rosas, las importaciones y exportaciones
estaban equilibradas en alrededor de 10 millones de
pesos plata.
En 1845, diez años después de la aprobación de la
Ley de Aduanas, los barcos de guerra de Inglaterra
y Francia rompieron a cañonazos las cadenas extendidas a través del Paraná, para abrir la navegación
de los ríos interiores argentinos que Rosas mantenía
cerrados. A esta invasión le sucedió el bloqueo anglo-francés que duró algunos años, y recién en 1850
quedaron normalizadas las relaciones con Inglaterra y
Francia. Esta actitud firme de Rosas durante los bloqueos fue destacada por el General San Martín en un
apartado especial de su testamento:
“El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sur le será entregado al general Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción
que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha
sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla.”
El
El rol
rolde
delas
lasretenciones
retenciones
enen la defensa
la defensa
delmercado
mercado interno
interno
del
A
l ser miembro de la Organización Mundial del Comercio, nuestro país ve restringidas
las posibilidades de subir los aranceles a la importación para proteger el mercado interno. La política alternativa es el establecimiento de un tipo de cambio real competitivo,
que proteja la producción nacional de los productos importados, al tiempo que torne más
competitivos los productos argentinos en el mundo.
Pero para mantener un esquema de precios relativos donde conviva un fomento del desarrollo industrial con niveles crecientes de salarios resulta imprescindible aplicar derechos de
exportación a algunos productos claves. Más conocido con el nombre de “retenciones”, es un gravamen que está revisto en el
artículo 4 de la Constitución Nacional), y cumple el rol de abaratar el precio de los bienes exportables dentro de la Argentina,
dado que al obtener menos ganancias exportando, los productores están dispuestos a venderlo más barato dentro del país.
El que la soja sea más barata en el país abarata muchos otros bienes, ya que disminuye el precio de la tierra para otros cultivos
que son base de nuestra alimentación. A su vez, el petróleo más barato disminuye el precio del transporte, de sus derivados
plásticos y de la energía en general.
Además, las retenciones permiten incrementar la recaudación del Estado con la que se financia gran parte de la inversión
pública en educación, salud, jubilaciones y obras.
10
Derechos de Exportación
(RETENCIONES)
Gravamen de Comercio Exterior: Art. 4
C.N. prevé su aplicación desde 1853.
Proveen Fondos al Gobierno Federal
Desacoplan Precios Internacionales de los
Precios Internos
A Mayor Valor Agregado Menor es el %
del Derecho de Exportación
Fueron Aplicadas por Mitre, Sarmiento,
Roca (2 presidencias), Juárez Celman,
Avellaneda, Pellegrini, Uriburu, Quintana, Sáenz Peña, Yrigoyen, Lonardi,
Guido, Onganía, Alfonsín, Duhalde,
Kirchner y Fernández
En marzo de 2008, apenas 3 meses después de asumido el gobierno de Cristina Fernández, se desato en el
país un conflicto con las 4 patronales agro ganaderas constituidas en lo que se conoció como la “Mesa de
Enlace”. La Sociedad Rural (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro, no dudaron en generar el mayor desabastecimiento de la historia con un gran
impacto en los precios internos. La discusión de fondo giró sobre el establecimiento de retenciones móviles -en virtud de los altos precios internacionales- de los 4 cultivos clave: Soja, Trigo, Maíz y Girasol. En la
madrugada del 17 de julio de ese año, y habiendo sido votada en la Cámara de Diputados un proyecto de
ley en ese sentido, en el Senado se produjo un empate que –en un hecho insólito en la historia- zanjó el vicepresidente
de la Nación Julio Cesar Cleto Cobos a favor de las patronales agrarias, perjudicando a los pequeños productores.
11
Yrigoyen, Mosconi y la
creación de YPF
H
ipólito Yrigoyen fue el primer presidente que comprendió la relevancia
del desarrollo petrolero y, especialmente,
la importancia de su explotación exclusiva
y soberana por parte del Estado Nacional.
Anunció el Plan de Tierra y Petróleo, mediante el cual el Estado se reservaba un
papel de intervención decisivo.
“La riqueza de la tierra como la del subsuelo mineral de la República, no pueden ni deben ser objeto de otras explotaciones
que las de la Nación misma (…) a fin de evitar que se repita lo
ocurrido con el suelo fiscal y conservar los beneficios del petróleo para el pueblo de la República, es menester organizar
un régimen legal que consulte las exigencias del interés de la
Nación, poniendo en manos del Estado el dominio efectivo de
los yacimientos petrolíferos y confiriéndole el monopolio de su
explotación y comercialización” (Hipólito Yrigoyen)
En 1922, durante el final de su primer mandato, el gobierno
de Yrigoyen crea YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), una
empresa pública destinada a explotar y comercializar el petróleo. La empresa, que en el futuro sería la más grande del país
con 50.000 empleados, en sus comienzos estuvo dirigida por
el general Enrique Mosconi (1922-1930). Mosconi no ahorró
esfuerzos para demostrar que Argentina era capaz de explotar
sus recursos petrolíferos sin necesidad de la participación de
empresas extranjeras, logrando casi triplicar la producción de
petróleo, pasando de 348.888 a 872.171 metros cúbicos entre
los años 1922 y 1929.
Producción pública de Petróleo (miles m3)
1.000,00
900,00
800,00
700,00
600,00
500,00
400,00
300,00
200,00
100,00
0,00
872,17
348,89
129,78
0,02
1907
1916
1922
1929
Fuente: Dirección de Minas y Geología (1948)
12
Previendo la necesidad de formar especialistas en la temática
petrolera, a fines de 1929 Mosconi logra que el Poder Ejecutivo
apruebe su proyecto de convenio entre YPF y la Universidad
de Buenos Aires. El acuerdo establecía que YPF otorgaría $50
mil anuales a la UBA para hacer frente a los gastos necesarios
para la capacitación de profesionales en la temática.
“Resulta inexplicable la
existencia de ciudadanos que quieren enajenar nuestros depósitos
de petróleo acordando
concesiones de exploración y explotación al
capital extranjero, para
favorecer a éste con
las crecidas ganancias
que de tal actividad se
obtiene, en lugar de reservar en absoluto tales
beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del
pueblo argentino. Porque entregar nuestro petróleo es como
entregar nuestra bandera.” (Enrique Mosconi)
Finalmente, fuertemente condicionado por la acción de las
empresas petroleras extranjeras a las que la política de YPF
impulsada por Mosconi había puesto freno, en septiembre de
1930 un golpe militar, conducido por el general Uriburu, pone
fin al segundo gobierno de Yrigoyen y Mosconi renuncia a la
Dirección de YPF.
Como primer paso Mosconi proyectó la construcción de la destilería de La Plata, la que sería inaugurada a fines de 1925. A pesar
de la fuerte resistencia de los “trusts” petroleros, encabezados
por la Standard Oil, la destilería comienza a producir nafta, kerosene, fuel oil, e incluso nafta de aviación, y un año más tarde YPF
ingresa al mercado de combustibles con sus propios productos.
Un golpe de estado con olor a petróleo
A
l revisar el elenco del gobierno de facto de Uriburu queda claro el rol de las empresas petroleras extranjeras en el golpe:
Vicepresidente de la Nación: Enrique Santamarina (Accionista de Astra, perteneciente a la Standard Oil).
Ministro del Interior: Matías Sánchez Sorondo (Presidente de la Franco Argentina Comercial y Financiera y abogado de la
Standard Oil).
Ministro de Relaciones Exteriores: Ernesto Bosch (Presidente de la Compañía Industrial y Comercial de Petróleo, del grupo de
la Anglo Persian).
Ministro de Justicia e Instrucción: Ernesto Padilla (Director de la Germano Argentina de Seguros).
Ministro de Agricultura: Horacio Beccar Varela (Director de la S.A. Argentina de Comodoro Rivadavia, de capitales ingleses,
Síndico de Austea S.A. subsidiaria de la Standard Oil y abogado del National City Bank of New York, director de la Destilería de
Petróleo El Cóndor, presidente de Firestone, vocal de Sol Compañía Petrolera y abogado del Frigorífico Anglo).
Ministro de Obras Públicas: Octavio Pico (importantes cargos en la Cia. Argentina de Comodoro Rivadavia y Petrolera Andina
S.A, ambas subsidiarias de la Standard Oil).
13
Perón:
Industrialización
con Justicia
Social
E
n 1943 un grupo de militares nacionalistas derrocó el gobierno conservador de Ramón Castillo. El coronel Juan Domingo
Perón participó activamente dentro de ese grupo, ocupando el
Departamento Nacional del Trabajo, luego Secretaría de Trabajo y Previsión, desde donde llevó adelante un política tendiente
a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. El apoyo popular a Perón lo llevará al gobierno en las elecciones de
1946. Durante sus presidencias Perón desarrolló una política
que combinaba el fomento de la industria, el empleo, las comunicaciones y los transportes, con la acción social desarrollada
por Eva Perón a través de la construcción de hospitales, escuelas, hogares para niños y ancianos, y ayuda económica para los
más necesitados.
Durante los gobiernos de Perón el Estado cobró creciente importancia como regulador de la economía en todos sus mercados, tanto de bienes como de servicios, asumiendo un rol
empresario, haciéndose cargo de diversas tareas que anteriormente correspondían a iniciativas del sector privado. En 1946
se nacionalizaron el Banco Central y los depósitos bancarios,
permitiéndole al Estado controlar la política financiera del país
y orientarla (a partir del otorgamiento de créditos) hacia una
política de fomento de la actividad industrial.
“El Estado tiene el deber de estimular la producción, pero debe
hacerlo con tal tacto que logre, a la vez, el adecuado equilibrio
entre las diversas fuerzas productivas (…) para nosotros, la verdadera riqueza la constituye el conjunto de la población, el trabajo propiamente tal y la organización ordenada de esta población
y de este trabajo.”
E
n su primer año de gobierno, Perón creó el IAPI (Instituto
Argentino de Promoción del Intercambio), mediante el cuál
el Estado pasó a controlar
el manejo del comercio exterior, fijando los precios de
las exportaciones agrícolas,
regulando las importaciones
y resguardando la producción nacional. Con su función de agente de comercialización,
el Estado obtuvo un importante caudal de recursos que fueron
derivados hacia la actividad industrial y la inversión pública.
Los dos planes quinquenales impulsaron el desarrollo de las industrias livianas, a través de la sustitución de importaciones de
bienes de consumo no durables. Se trataba de industrias poco
intensivas en capital, lo que permitía la generación de un mayor volumen de puestos de trabajo, al tiempo que no requería
una gran ayuda tecnológica desde el exterior. Como resultado
14
Participación de Trabajo en el Ingreso, 1950 y 2002-8
de estas políticas, la actividad
industrial, especialmente las
pequeñas y medianas empresas productoras de bienes de
consumo, pudo consolidarse
creciendo a un ritmo sostenido
durante varios años.
100%
Capital (*)
75%
Trabajo
50%
25%
La planificación económica del
Estado se orientó a alcanzar
una mayor justicia social, a partir de una mejora en las condiciones de vida de los trabajadores. La política económica procuró
una redistribución de la riqueza, elevando el poder adquisitivo de
los trabajadores, a través de un incremento en el nivel de empleo
y de los salarios.
50%
34%
38%
2002
2008
0%
1950
(*) Incluye los ingresos mixtos y de los rentistas
“ ...hemos venido a terminar con una moral social que permitía que los trabajadores tuviesen para comer sólo lo que se
les diera por voluntad patronal y no por deber impuesto por la
justicia distributiva (…) No puede hablarse de emprender la
industrialización del país sin consignar bien claramente que el
trabajador ha de estar protegido antes que la máquina o la tarifa
aduanera.”
Las transformaciones económicas impulsadas desde el Estado fueron acompañadas por una amplia legislación social
que contribuyó al mejoramiento de las condiciones de vida
del conjunto de los trabajadores. Bajo la concepción de justicia social, el gobierno apuntó a la redistribución del ingreso
en favor de los sectores más desposeídos. Entre las principales medidas se destacan:
D
urante los gobiernos de Perón la participación del salario en
la distribución del ingreso nacional fue aumentando hasta
alcanzar el 50% en 1950. Como consecuencia de este notable
aumento, los trabajadores vieron crecer espectacularmente su
nivel de vida. En
1944-1945, algunos sectores
empresariales
se resistieron a
los aumentos de
salarios impuestos por Perón
como Secretario
de Trabajo y Previsión, realizando incluso protestas en 1946.
Sin embargo, poco años más tarde advertirían que el esquema
económico planteado por Perón ampliaba el mercado interno,
generando un incremento en las ventas de sus productos.
• Indemnizaciones por despido
• Vacaciones pagas
• Disposiciones sobre horarios de trabajo
• Instituciones benéficas, como la Fundación Eva Perón,
destinadas a atender las diversas carencias sociales.
• Control estatal de los precios de los alquileres
• Otorgamiento de viviendas a partir de planes populares de financiación
• Importantes incrementos en las inversiones en salud
y educación.
15
Un debate de dos siglos:
¿De quiÉn debe ser independiente
el banco central?
Permitidme fabricar y controlar el dinero de una nación
y ya no me importará quién la gobierne.
Mayer Amschel Rothschild
E
l debate sobre la independencia del banco
central y de quien debe diseñar la política
monetaria cruza toda la historia de nuestra nación. Las administraciones liberales han constituido bancos controlados por intereses financieros externos, que han sido nacionalizados al
llegar al poder gobiernos de impronta popular.
El Banco de la Provincia
de Buenos Aires
En 1822 un grupo de comerciantes ingleses
creaba el Banco de Descuentos, el primer
banco por estas tierras. Constituido como
un banco privado en forma de sociedad anónima, su control por parte de los ingleses se
produce sin que ellos aporten casi dinero
alguno. Las acciones fueron cubiertas con el
dinero de los propios ahorristas a través de
autopréstamos.
En 1826, con el banco al punto de la quiebra
se lo refunda como Banco Nacional, con un
gran aporte de capital por parte del Estado
que adquiere las tres cuartas partes de las
acciones. Pese a ello el control del directorio
sigue quedando en manos de los comerciantes ingleses (que adicionalmente hacen una
diferencia vendiendo sus acciones con sobre
precio), debido a que se instrumenta un peculiar sistema de votación. Quienes poseían
una o dos acciones, obtenían derecho a un
16
voto, en cambio quienes poseyeran más de 100
(el Estado) tendría un voto cada 10 acciones. De
esta manera y con el financiamiento del Estado,
los comerciantes ingleses reciben el privilegio
de emitir billetes canjeables por oro a la vista,
el monopolio del crédito, ventajas fiscales, la
posibilidad de acuñar moneda y el control financiero del Estado (ya que la tesorería nacional
pasa a ser una dependencia del banco).
Además de la realización de jugosos negocios
para quienes lo dirigían, el control del banco
fue utilizado para obligar al gobernador Dorrego a firmar la paz con Brasil, dando lugar al
surgimiento de la república del Uruguay según
los intereses geopolíticos de Gran Bretaña en
el Río de la Plata. “No vacilo en manifestar
a usted que yo creo que Dorrego está ahora
obrando sinceramente en la voz de la paz. Bastaría una sola razón para justificar mi opinión,
que a esto esta forzado...por la negativa de
proporcionárseles recursos, salvo para pagos
mensuales de pequeñas sumas”, dirá Lord Ponsomby en carta a un confidente en referencia a
la negativa del Banco Nacional a financiar los
gastos de la guerra.
El banco será disuelto por un decreto de Juan
Manuel de Rosas, el 30 de mayo de 1836, y absorbidas sus funciones y edificios por la Casa
de la Moneda, fundada en ese mismo momento
y que luego tomaría su nombre actual: Banco
de la Provincia de Buenos Aires. De esta manera el Estado provincial pasó a controlar la emisión de papel moneda y moneda
metálica, la administración de los depósitos y el monopolio del
crédito en su territorio.
de la oferta del crédito que manejará por medio de redescuentos. Los créditos serán otorgados con criterio diferentes a los
de la banca privada, que busca únicamente la obtención de la
máxima rentabilidad y seguridad concentrando el crédito en
préstamos de corto plazo a las grandes empresas y el Estado.
En su lugar se dará prioridad en el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas, a las que generen un mayor nivel
de empleo o se ubiquen en zonas geográficas que se busca
fomentar, en créditos para inversiones estratégicas que llevan
un tiempo largo en madurar o en el fomento de exportaciones
no tradicionales.
El Banco Central de la República Argentina
Creado en plena década infame, nacerá con la impronta de
aquellos años. El proyecto de su creación fue redactado, junto
a otras reformas leyes de regulación bancarias y monetarias,
directamente por sir Otto Niemeyer del banco de Inglaterra,
quien llego incluso a recomendar la forma en que debía ser
presentado ante el congreso argentino: “En fin, me esfuerzo,
en convencerle de que es más fácil en una operación la sanción
de todas las leyes, que en varias etapas”, dirá en una carta
dirigida Pinedo y su mandato será cumplido. La institución que
tendrá a su cargo el diseño de la política monetaria y cambiaria, el financiamiento del gobierno y la regulación del crédito,
no será manejada por el Estado Nacional, sino que en su directorio tendrá mayoría la banca privada británica. Repitiendo la
historia del Banco Provincia de Buenos Aires, se implementará
un sistema por medio del cual, el Estado Nacional y los bancos
públicos, pese a aportar una suma de capital mayor que los
bancos extranjeros dejarán en manos de éstos últimos el control de la institución (que designarán los principales cargos y
tendrán 8 de los 14 votos del directorio).
El banco Central, junto al resto de la institucionalidad financiera, cambiará al compás de la política nacional. Así, bajo la
última dictadura militar se establecerán las leyes de descentralización de depósitos, de entidades financieras y se liberalizará
los movimientos financieros desde y hacia el exterior. De esta
manera, el control de la política monetaria y del crédito será
trasladado desde el Estado nacional hacia quienes controlan
el mercado financiero internacional: la Reserva Federal de los
EEUU, la gran banca extranjera y los organismos internacionales de crédito.
En sintonía con las políticas neoliberales del Consenso de Washington aplicadas por el menemismo, la carta orgánica del banco
central volverá a modificarse en 1992. Entre otras modificaciones,
se renuncia al objetivo del pleno empleo y del desarrollo productivo y social del país. También se sanciona su “independencia”
respecto a quienes conducen la política económica nacional. La
dirección de la política monetaria y cambiaria pasa a depender
de hombres ligados a los intereses financieros privados, como
fueron los sucesivos presidentes del central con la excepción del
reciente nombramiento de Marco del Pont.
Y tal como pasó con el Banco Provincia en tiempos de Rosas,
el banco central será nacionalizado al llegar al gobierno Juan
Perón. El Estado pasará a tener el control total de la institución,
compartiendo la dirección del mismo con representantes de la
banca pública, el empresariado nacional y los trabajadores. Se
establecerá que el objetivo de la política monetaria es, además
de mantener el valor de la moneda, el de lograr el desarrollo
productivo y social del país, y la obtención del pleno empleo. La
reforma se completará con la nacionalización de los depósitos,
de forma tal que el banco central pasará a tener el monopolio
17
L
a Revolución de Mayo unificó fuerzas con intereses muy
diversos que compartieron el propósito de derrotar al absolutismo español. A poco de andar comenzaron las diferencias
internas que muchas veces pusieron en peligro la realización
de la propia tarea que los había unido. Ya desde el vamos, los
comerciantes porteños que apoyaron la revolución para sacarse
de encima el monopolio comercial español se desentendieron
de la lucha emancipadora de San Martín negándole financiamiento al Ejército de los Andes. Al igual que las elites de Montevideo, Lima o Caracas, se sentían más cercanos a Europa que
a América Latina. Incluso juzgaban peligrosa la emancipación
del interior, con esos ejércitos que armaban a indios, mulatos y
mestizos, en nombre de una libertad que para ellos debía reducirse a la libertad del comercio.
les era un buen negocio, también debía serlo para el país. Poco
les preocupaba la destrucción de las producciones del interior
a manos de los productos importados. Tampoco parecía desvelarlos la larga cadena del interés compuesto que mantendría a
nuestro país sometido a la voluntad de los acreedores externos.
El empobrecimiento general de nuestra población era funcional
a su proyecto exportador donde el trabajador argentino representa sólo un costo y jamás un consumidor.
Su proyecto de país excluía y excluye a las grandes mayorías.
Para ellas sólo proponen una realidad de miseria, que va de
empleos mal pagos al desempleo. Así se explica el constante levantamiento popular que de las montoneras riojanas del
Chacho Peñaloza a los jujeños de la corriente Tupac Amaru de
Milagros Salas, atraviesa nuestra historia. Así se comprende,
a su vez, las masacres que de la campaña del desierto a los
30.000 detenidos-desparecidos caracterizaron las etapas de
dominio liberal.
La unidad latinoamericana por la que clamaba Bolívar les parecía una quimera. Una sonrisa se les dibujó a los diputados
porteños asistentes al congreso del Tucumán de julio de 1816,
al escuchar la propuesta de Belgrano de nombrar un rey Inca.
“Rey patas sucias”, “habrá que buscarlo en alguna pulpería del
Altiplano”, se escribió en los diarios porteños para rechazar el
planteo que contaba, entre otros, con el apoyo de Güemes y San
Martín. Antes de subordinarse a “un provinciano” preferían separarse como lo demostraría la experiencia del Estado de Buenos Aires entre 1852 y 1862. Para ellos, la patria se reducía a su
ciudad-puerto, “termina en la General Paz” diríamos ahora.
De Rivadavia a Menem,
de Mitre a Videla: un mismo
programa económico
Apertura a los productos de importación, endeudamiento externo,
entrega de nuestros recursos naturales y tratados neocoloniales
con las potencias de turno son algunas de las constantes de los
gobiernos liberales en nuestros dos siglos de historia nacional.
Dedicados al comercio importador y exportador, su horizonte
de país no iba más allá de los límites de su negocio. Si Inglaterra era su proveedora, debía ser también la proveedora de los
productos que se consumieran en el país. Si Inglaterra era su financista, debía serlo también del país. Si venderle a Inglaterra
LA LIBRE IMPORTACIÓN
“Las mercaderías inglesas se han hecho hoy artículos de primera
necesidad en las clases bajas de Sudamérica. El gaucho se viste
en todas partes con ellas. Tómese las piezas de su ropa, examí18
nese todo lo que lo queráis y exceptuando lo que sea de cuero
¿Qué cosa habrá que no sea inglesa? Si su mujer tiene pollera,
hay diez probabilidades en una de que será manufactura de Manchester, la caldera u olla en que cocina su comida, la taza de loza
ordinaria en la que come, su cuchillo, sus espuelas, el freno, el
poncho que lo cubre, todo son efectos llevados de Inglaterra”
Woodbine Parish, cónsul ingles, 1825
¿Se ha derramado tanta sangre y habéis arrostrado los argentinos la amargura de todos los infortunios para ser perpetuamente la común factoría del antiguo mundo?
Sí, es la respuesta indudable que daría el general Mitre más
de treinta años después. Así lo indican sus palabras al tomar el
mando de las tropas que destrozarían el Paraguay independiente y pujante de aquellos años, en la guerra de la triple Alianza:
E
l 6 de noviembre de 1809, el virrey Cisneros aprueba provisoriamente la introducción de mercaderías inglesas. El
objetivo del permiso era mejorar la recaudación de derechos
de importación y poder financiar los gastos que demandaba
mantener las milicias que se habían formado para enfrentar
las invasiones inglesas. A su vez se prohibía la exportación de
metálico, por lo que la contraparte debía ser el embarco de cueros y otros productos del país. Como los comerciantes ingleses
embarcaban oro y plata, se ordenó su expulsión en un plazo de
4 meses, que se cumplirían el 19 de mayo de 1810. Ese día (¿casualmente?) comenzó la semana de mayo, con lo que la orden
de expulsión quedaría en la nada.
Cuando nuestros guerreros vuelvan de su larga y gloriosa campaña a recibir la merecida ovación que el pueblo les consagre,
podrá el comercio ver inscriptos en sus banderas los grandes
principios que los apóstoles del librecambio han proclamado
para la mayor felicidad de los hombres.
La libertad para importar será ampliada el 2 de octubre de 1811,
bajo el impulso del secretario del primer Triunvirato: Bernardino
Rivadavia. Se permitió la importación de carbón mineral inglés
que desplazaba el carbón de leña nacional; se redujeron y dejaron de cobrar en muchos casos, los derechos de importación;
se permitió la exportación de metálico; entre otras. La consecuencia inmediata fue la baja de la recaudación pública que
obligó al primer plan de “ajuste” de nuestra historia: una rebaja general de sueldos y pensiones del 10 al 25% (decreto del
31 de diciembre de 1811), monto similar al que casi 190 años
después dispusiera de la Rúa. La consecuencia mediata fue la
destrucción de las producciones artesanales del interior que no
podían competir con los productos que los ingleses producían
con la ayuda de máquinas a vapor.
Similar inscripción llevaba la bandera de los soldados argentinos que persiguieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron
a decenas de miles de compatriotas, más de un siglo después.
Mientras llevaban adelante esa nueva “guerra” contra su propio país, sus superiores entregaban el manejo de la economía
a un apóstol del neoliberalismo: José Alfredo Martínez de
Hoz. Con su política de dólar barato y rebaja de aranceles a
la importación, estimuló la llegada de productos del extranjero
que desplazarían a los nacionales. La medida no era casual, se
buscaba destruir a la industria argentina, para terminar así con
el sindicalismo organizado y su movimiento político: el peronismo. Paradójicamente la misma política será llevada adelante
con mayor profundidad, por un gobierno de origen peronista
cuyo presidente riojano, se reivindicaba heredero del montonero Peñaloza. Cara nos costó, esta comedia de la historia.
Comenzaba a plasmarse la integración a una división internacional del trabajo en la que Argentina sería la granja e Inglaterra el taller. Este programa que enriquecía a ciertos sectores
ligados al negocio importador y exportador, y empobrecía a las
mayorías, comenzaba a tener sus detractores. Ya en 1832, el
correntino Ferré preguntaba proféticamente:
19
Desindustrialización y desempleo en los años noventa
La última experiencia neoliberal implementó una política económica de dólar barato y rebaja de aranceles a la importación.
La consecuencia fue un importante incremento en las compras de productos en el exterior, que desplazaron gran parte de la
producción nacional, especialmente la industrial. El cierre masivo de fábricas y el despido de sus trabajadores transformó el
país. Barrios, pueblos y ciudades enteras vieron como se apagaban las chimeneas, se vaciaban las fábricas y se reconvertían
en galpones para depositar los containers en que ingresaban los productos importados. A su alrededor, miles de familias
obreras intentaban sobrevivir con alguna changa o algún plan.
Tasas de desempleo, subempleo, pobreza e indigencia
(*) GBA | Fuente: elaboración propia en base a INDEC.
LA DEUDA EXTERNA
“Endeudar un país a favor de otro, hasta las cercanías de su capacidad productiva, es encadenarlo a la
rueda sin fin del interés compuesto [...] Tarde o temprano el acreedor absorbe al deudor. Primero al débil y
pequeño. Luego al más poderoso y resistente. Forzosamente y muchas veces contra su propia voluntad, el capital
centraliza y concentra”
Raúl Scalabrini Ortíz, Política Británica en el Río de la Plata
L
Inglaterra en su condición de nación acreedora no sólo obtuvo
privilegios económicos como ser una política de libre comercio,
el control de los ferrocarriles, la banca y de la exportación de
lana o carne. También intervino en el devenir político y militar del Río de la Plata. Logró la independencia del Uruguay,
ahogando financieramente al gobernador Dorrego. Financió la
guerra del Paraguay en la que Argentina, Brasil y el Uruguay,
sellaron una alianza vergonzante con el fin de destruir la experiencia paraguaya de desarrollo independiente del capital
inglés. Tiempo después favoreció con créditos a la separatista
a toma de préstamos, fue una condición impuesta por Inglaterra para reconocer la independencia de los Estados
Latinoamericanos que rompían lazos con España. Su condición
de nación acreedora le garantizaría una influencia privilegiada
sobre la región frente a otras potencias como Francia, EEUU o la
misma España. De 1822 a 1826, diez empréstitos fueron concedidos a diversos países americanos, entre ellos el crédito de la
casa Baring Brothers a la Argentina.
20
boys” se los llamó, por provenir de la universidad estadounidense de Chicago, ámbito académico cercano a los Rockefeller.
Desde allí fomentaron el endeudamiento externo de nuestros
países con la finalidad de favorecer a la gran banca extranjera.
Buenos Aires frente a la Confederación Argentina, que reunía
al resto de las provincias del país.
Similar estrategia fue la aplicada por los EEUU a finales del
siglo XX en América Latina. Mientras diversas dictaduras militares ocupaban los gobiernos, la gestión económica fue tomada por hombres cercanos a la banca norteamericana. “Chicago
El primer crédito externo
En 1822, por insistencia del ministro de gobierno de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia, se formó una comisión
encargada de la toma de crédito en Londres. Los integrantes de la misma eran hombres vinculados a intereses
comerciales ingleses como el recientemente fundado Banco de Descuento y con otros honorables antecedentes
como el de haber estafado al general Tomás de Iriarte jugando con dados cargados de mercurio. La excusa para el
endeudamiento fue la construcción de un puerto, la construcción de fortines en la frontera con los indios y el dar
agua corriente a los habitantes de la ciudad, obras que jamás se realizaron ya que la poca plata que llegaría se
desvió para la capitalización del Banco de Descuentos que manejaban los comerciantes ingleses.
Se emitieron bonos de deuda por un millón de libras que se colocaron en el mercado al 70% (o sea que se reciben,
en realidad, 700 mil libras), otorgando como garantía las Rentas, Tierras y Territorios de la provincia de Buenos
Aires. Sin embargo, la deuda se colocó en el mercado al 85%, la diferencia (150 mil libras) se la repartieron entre
la casa Baring (30.000 libras) y los “argentinos” encargados de contratar el préstamo (120.000 libras), en un acto
fragante de corrupción. Además, acordaron el pago anticipado de intereses y amortizaciones (130 mil libras) y
gastos y comisiones (17.300 libras). De esta manera, la provincia de Buenos Aires reconocía una deuda externa
por un millón de libras a cambio de 552.700 libras. Pero, por si esto fuera poco, sólo se envió metálico por 20.678
libras. El resto permaneció depositado en la banca Baring percibiéndose un interés del 2% anual, y fue remitiéndose en forma de letras sobre casas comerciales inglesas en Buenos Aires que terminaron utilizandose en gran
parte para capitalizar el Banco de Descuento manejado por los ingleses.
El pago del crédito se realizó puntualmente hasta el 1º de julio de 1827. Luego, Rosas pagó algunas mensualidades con el objeto de ganar el apoyo de los acreedores para el levantamiento del bloqueo británico a nuestro
país. En 1857, Norberto de la Riestra gestionó la renovación de los pagos reconociendo los intereses atrasados
mediante la emisión adicional de un nuevo bono por 1.641.000 libras (empréstito de los bonos diferidos). Ambos
bonos, el de la Baring y el de los Diferidos, se terminaron de pagar en 1901 y exigieron al país unos 4.889.361
libras; es decir que pagamos casi 9 veces las 552.700 libras que la Baring nos prestó.
la seguridad social, reestructuración de deudas, planes de ajuste,
desregulación de los mercados, flexibilización laboral, son algunas
de las interminables medidas diseñadas en Washington y aplicadas
por diversos gobiernos latinoamericanos, entre ellos el de Carlos
Menem en Argentina.
La posterior crisis de la deuda dio inicio a un período de dominio
norteamericano en la región. De la mano de los organismos multilaterales de crédito y con la excusa de la deuda, fueron controlando
en forma creciente los aparatos de decisión pública de nuestros
países. Reformas financieras, rebaja de aranceles a la importación,
privatizaciones de empresas públicas de servicios, productivas y de
21
La causa Olmos
El 4 de abril de 1982 Alejandro Olmos hizo una primera presentación en la Justicia para que se
investigara el endeudamiento externo del país durante la dictadura militar. Los siguientes años seguirá empeñado en aquella quijotada legal en la que un simple ciudadano argentino denunciaba al
centro del poder nacional e internacional. Políticos, militares, banqueros, funcionarios de organismos internacionales, surgían de la investigación como partícipes de una gigantesca estafa. Bonos
truchos, contabilidades paralelas, empresas estatales endeudadas sin motivo, estatizaciones de
las deudas por autopréstamos de los mismos bancos que figuraban como acreedores, comisiones, estudios jurídicos privados de funcionarios públicos que trabajaban para la banca acreedora,
funcionarios de organismos internacionales y bancos extranjeros que administraban el endeudamiento del Estado, eran algunas de las desprolijidades que fueron saliendo a la luz. El 24 de abril de 2000, Olmos fallecerá y sólo dos
meses después, tras 18 años de investigación, la justicia argentina emitió un fallo que no tennía precedentes en el mundo: la ilicitud
de la Deuda Externa, estableciendo la responsabilidad de los funcionarios de la dictadura que la contrajeron y la corresponsabilidad
de los organismos internacionales como el FMI, que aprobaron prestamos ilícitos y fraudulentos. Puesto que la acción penal había
prescripto, el juez remitió el fallo al Congreso, para que tome la intervención que la Constitución Nacional le confiere en el manejo de
la Deuda Externa (art. 75). La mayoría parlamentaria nunca se ocupó del tema.
Relación entre Deuda Externa Pública y Valor de la Producción Interna (PBI).
Fuente: elaboración propia en base a Revista de Ciencias Económicas, BCRA e INDEC.
22
LA ENTREGA DEL
PATRIMONIO NACIONAL
Especulación y corrupción, fueron dos componentes inseparables de
los múltiples negociados entre “capitalistas” extranjeros y políticos
“argentinos” que dieron por resultado la entrega de las empresas y
los recursos naturales del país a lo largo de los dos siglos de vida
nacional. En algunos casos, como el de la “campaña del desierto”,
la especulación, el negociado y la entrega fue acompañado de saqueos y asesinatos masivos.
“...en sus campos el oro brota con las lluvias como en otros las
semillas...las pepitas de oro, grandes y pequeñas, aparecen a
la vista cuando la lluvia lava el polvo que cubre la superficie...
después de una lluvia algo fuerte una señora encontró a pocas
yardas de su puerta una mole de oro que pesaba veinte onzas;
otra, al quitar unas matas de yuyo de su jardín descubrió en las
raíces una pepita de tres a cuatro onzas...cuando se barren los pisos de las casas o se limpian los establos, siempre se encuentra
oro confundido entre el polvo...”
Fragmentos del folletín de 1825 con el que se publicitaba en
Londres la explotación del cerro Famatina de La Rioja
Durante su viaje a Londres en 1825, Rivadavia no contaba con ninguna representación del gobierno de La Rioja, donde queda ubicada
la mina de Famatina. Pese a ello, no dudo en asociarse a financistas ingleses y vender acciones para su explotación. River Plate
Mining Association, se denominó la empresa minera que tenía a
Rivadavia como presidente del directorio en Buenos Aires. Como
los yacimientos nada extraordinarios de Famatina ya eran explotados por Facundo Quiroga y otros socios, Bernardino Rivadavia se
vio en problemas frente
a sus socios ingleses. El
plan para llevar adelante la empresa incluyó
su nombramiento como
presidente: “El negocio
que más me ha ocupado,
que más ha afectado y
sobre el cual no me ha
permitido llegar a una
solución es el de la Sociedad de Minas...con
respecto a las existentes
en La Rioja en el transcurso de un corto plazo con el establecimiento
de un gobierno nacional todo cuando deba desearse se obtendrá.”,
escribió a su socio inglés un tiempo antes que con la excusa del inicio de la guerra con Brasil sea proclamado presidente. Sin embargo,
la oposición del interior y la derrota del ejército unitario de Lamadrid
a manos de Facundo Quiroga impidieron la concreción del negocio.
La Conquista del Desierto
En 1878 una ley autorizaba a gastar 1,6 M de pesos fuertes
para expulsar hacia el sur a todo nativo que opusiera resistencia. Para ello se emitieron títulos públicos por valor nominal de
400 pesos y con derecho a 2500 ha. cada uno en los territorios
a conquistarse cuya superficie era de unas 10 millones de ha.
Entre los “inversores” de la masacre, se encontraban apellidos ilustres. Martínez de Hoz, bisabuelo del ex ministro de la
dictadura, que se alzó con 2,5 M. de ha., Saturnino Unzué
comprará 500.000, Belisario Hueyo 250.000; y así con otras
familias con apellidos que han mantenido el poder político a
través del poder de la tierra: Amadeo, Leloir, Temperley, Atucha, Ramos Mejía, Llavallol, Unzué, Miguens (bisabuelo de
Luciano que fuera recientemente presidente de la Sociedad
Rural y que impulsó el lockout patronal agropecuario contra el
gobierno de la presidenta Cristina Kirchner), Arana, Casares,
Señorans, Martín y Omar, Real de Azúa.
La llamada “conquista del desierto” sirvió para que entre 1876
y 1903, es decir, en 27 años, el Estado regalase o vendiese por
monedas 41.787.023 hectáreas a 1.843 terratenientes vinculados estrechamente por lazos económicos y/o familiares a
los diferentes gobiernos que se sucedieron en aquel período.
23
El caso YPF
Yacimientos Petrolíferos Fiscales era la empresa del Estado Argentino más importante, tanto por su lugar estratégico en la matriz económica-productiva, como por sus antecedentes de gestión exitosa que la convirtieran en un verdadero orgullo nacional. Endeudada sin
motivo por la última dictadura, sometida a una política de contención de tarifas que la descapitalizó, y víctima de una fuerte campaña
mediática de desprestigio fue privatizada por el menemismo. Para su venta, Y.P.F. debió ser fragmentada mediante la venta de sus
activos “no estratégicos” que incluyeron tres destilerías (Campo Durán, San Lorenzo y Dock Sud), equipos exploratorios, oleoductos,
buques y el centro de investigación y desarrollo tecnológico, al tiempo que se reducía drásticamente el numero de empleados. El achicamiento de la empresa incluyó un recálculo efectuado por la consultora Gaffney, Clines & Asociados que borró el 29% de las reservas
probadas de petróleo y el 28% de las de gas natural. Cuando las reservas pasaron al sector privado, los niveles “pre auditoria” se
recuperaron como por arte de magia, demostrando que el único objetivo del recálculo fue bajar el precio de venta de Y.P.F. Repartidas
sus acciones entre el Estrado, las provincias, los empleados fueron mal vendidas a privados en etapas, terminando en su adquisición
en 1998, piso histórico del precio mundial del petróleo, por la española Repsol en un proceso que incluyó venta fraudulenta de acciones y decretos a medida (causa 8568/99). La gestión española se caracterizó por la elevación del precio interno de los combustibles y
su exportación a costa del agotamiento de las reservas.
RESERVAS Y PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO
Fuente: Víctor Bravo (2007)
24
Participación del capital extranjero en las privatizaciones, 1990-99
33%
67%
Extranjero
Nacional
Fuente: elaboración propia en base a MECON.
Reducción de puestos de trabajo en las principales empresas públicas privatizadas en Argentina
Elaborado por el Taller de Estudios Laborales en base a diversas fuentes. Informe presentado en Seminario
sobre Reforma del Sector Energético en el Mercosur. Instituto Cuesta Duarte - PIT -CNT, Montevideo, 1997.
25
TRATADOS NEOCOLONIALES
“...la República Argentina, por su interdependencia recíproca es, desde el punto de vista económico, parte
integrante del Imperio Británico”
Julio Roca (h) a poco de firmar el pacto con Runciman, 1933.
país con las potencias de turno dando todo tipo de concesiones a
cambio de pequeños beneficios para algunas minorías. A poco de
andar como Nación independiente, ya se había firmado un tratado
de amistad, comercio y navegación con Gran Bretaña en el que se le
concedía la libertad de ingresar sus productos que tanto dañaban a
la producción local, y el tratar a sus buques y agentes comerciales
como si fueran argentinos permitiéndoles su navegación por los ríos
del interior del país. En ese tratado de 1825 se establece la cláusula
de reciprocidad, es decir que las concesiones de libertad comercial
y de navegación que los argentinos daban a los ingleses regían también para los argentinos que quisieran comerciar y navegar en Inglaterra. Poner como iguales a dos desiguales, es una ficción jurídica
para dar continuidad a la desigualdad de hecho existente entre las
partes. ¿Cuántos buques argentinos creen que navegaron por los
ríos ingleses desembarcando productos del país? Hace falta decir
que ninguno.
Si en 1933, la Argentina era de hecho una colonia económica del
imperio Británico, luego de la firma del pacto Roca-Runciman lo será
también de derecho. El tratado obligó a la toma de un empréstito
para conseguir las libras que las empresas inglesas en Argentina
requerían para enviar a sus casas matrices, la aceptación de repartir
en cuotas el mercado de la carne en nuestro país reservándole a
los frigoríficos anglo-norteamericanos el 85% del mismo, la libre
importación de carbón inglés y otras cláusulas (no difundidas) que
llevarían a la prohibición de la circulación de colectivos norteamericanos por disminuir la rentabilidad de los trenes ingleses, y a la
creación del Banco Central controlado por financistas británicos. ¿A
cambio de qué, tantas concesiones? A cambio de disminuir el temor
de los grandes terratenientes argentinos de que Gran Bretaña otorgara preferencia a la compra de carne de sus colonias políticas y los
desplazara de su mercado.
Pero este no fue el primer tratado ni el último que firmará nuestro
Tratado de amistad, comercio y navegación entre
las Provincias Unidas del Río de la Plata y su Majestad Británica
Habiendo existido por muchos años un comercio extenso entre los dominios de Su Majestad
Británica y los territorios de las Provincias Unidas del Río de la Plata, parece conveniente a la
seguridad y fomento del mismo comercio, y en apoyo de una buena inteligencia entre Su Majestad y las expresadas Provincias Unidas, que sus relaciones ya existentes, sean formalmente
reconocidas y confirmadas por medio de un tratado de amistad, comercio y navegación. [...]
Artículo 2º: Habrá entre todos los territorios de S. M. B. en Europa y los territorios de las Provincias Unidas del Río de la Plata una
recíproca libertad de comercio.
Los habitantes de los dos países gozarán respectivamente la franqueza de llegar segura y libremente con sus buques y cargas a
todos aquellos parajes, puertos y ríos en los dichos territorios, a donde sea o pueda ser permitido a otros extranjeros llegar, entrar en
los mismos y permanecer y residir en cualquiera parte de dichos territorios respectivamente. [...]
Hecho en Buenos Aires el día dos de febrero en el año de nuestro Señor mil ochocientos veinte y cinco.
Manuel J. García (L.S.)
Woodbine Parish (L.S.)
26
casi ningún límite de sectores que pueden ser propiedad de extranjeros, les permite transferir utilidades, dividendos e, incluso el capital, en cualquier momento y casi sin restricciones, les abre el acceso
al crédito interno, consagra una ficticia independencia jurídica entre
la casa matriz y su sucursal en Argentina, que le permite desentenderse en caso de problemas, entre otras.
La misma ficción de reciprocidad se encuentra presente en los 58
Tratados Bilaterales de Inversiones (TBI) firmados por el menemismo. En ellos se ratifica la legislación favorable al capital extranjero
que dispuso la ley 21.382 de inversiones extranjeras de la última
dictadura que aún se encuentra vigente. Ésta otorga los mismos
derechos a una empresa extranjera que a una nacional, no impone
América del Sur: Tratados Bilaterales de Inversión firmados y en vigencia
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la UNCTAD y del Congreso de la Nación Argentina.
* Estos países están en un proceso de denuncia y renegociación de los TBIs firmados.
Con la firma de los TBI, se llega a la renuncia de la soberanía jurídica, violando la Constitución Nacional y poniendo por sobre los tribunales
argentinos al CIADI, que funciona en el marco del Banco Mundial y falla sistemáticamente a favor de las empresas multinacionales. La
Argentina tiene en ese tribunal 29 juicios pendientes de resolución. De los 58 TBI firmados por nuestro país, 51 se encuentran vencidos y
requieren para su anulación que el Congreso Nacional los denuncie. Mientras no lo hagan seguirán renovándose automáticamente.
América del Sur: cantidad de demandas en el CIADI
Fuente: Elaboración propia en base a datos del BM . * Se retiraron del CIADI
27
Los tecnócratas de la entrega
Casi no aparecen en los manuales, pero atraviesan toda nuestra historia. Especialistas en finanzas, de buena reputación en el exterior,
políticos con imagen de apolíticos, hacen carrera en la banca privada que alternan con cargos técnicos en gobiernos de diverso color. Una
constante: siempre listos para entregar el patrimonio nacional.
Manuel García (1784-1848)
Tesorero del Cabildo en 1812, secretario de hacienda en 1813. Viaja a Inglaterra en 1815 para solicitar la incorporación de las Provincias Unidas
del Río de la Plata al Reino Unido. En 1816 gestiona la invasión portuguesa
de la Banda Oriental para terminar con Artigas. Nuevamente ministro de
hacienda a partir de 1821 será propulsor de la creación del Banco de Descuentos que dejará en manos inglesas la política monetaria local. Firmó
los preliminares del primer empréstito extranjero con la banca Baring, iniciando una larga historia de endeudamiento y saqueo. Se opuso a financiar
la campaña libertadora de San Martín. En tiempos de Rivadavia firmará la
entrega de la Banda Oriental a Brasil que desatará un escándalo que terminará con el nacimiento del Uruguay. Finalizó su carrera pública como
ministro de hacienda de Rosas.
Norberto de la Riestra (1820-1879)
Seguidor de Lavalle, se empleó como representante de una casa comercial
inglesa en tiempos de Rosas. Tras su caída ocupó varios cargos en la segregada provincia de Buenos Aires hasta ser ministro de hacienda de Pastor
Obligado. En ese puesto retoma los pagos de la deuda Baring reconociendo
íntegramente los intereses caídos en tiempos del restaurador. Paseándose
por variados cargos retomará el manejo de la economía bajo el gobierno de
Derqui, por recomendación de Mitre, terminando con la ley de derechos
diferenciales con que las provincias del interior gravaban los productos
europeos ingresados desde Buenos Aires. Será senador en 1865 para luego
viajar a Londres en busca de crédito para financiar la guerra al Paraguay
propiciada por Inglaterra. Pasará tanto por bancos públicos como privados
y compartirá intereses con comerciantes ingleses en el negocio ferroviario. Volverá a ocupar el ministerio de hacienda con Avellaneda cuando este
proponga ahorrar sobre el hambre y la sed de los argentinos para honrar
nuestra deuda.
28
Federico Pinedo (1895-1971)
“Hijo de una familia tradicional y conservadora” publicó una vez el diario
La Nación y puede decirse que también es padre, ya que su hijo continúa el
linaje como diputado del Pro. Su antepasado Manuel Andrés Arroyo Pinedo
votaría a favor de la continuidad del virrey en el cabildo del 22 de mayo de
1810. Su abuelo será apoderado de grandes compañías de diligencias y su
padre de los ferrocarriles y de las compañías de electricidad.
Militó inicialmente en el socialismo y fue diputado por el Partido Socialista Independiente. Durante la década infame será ministro de Hacienda de
Justo. Fundará el Banco Central en 1935 siguiendo el proyecto británico de
Niemeyer entregando a los intereses ingleses el manejo de nuestra política
monetaria. Creará el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias por medio del cual estatizará las deudas morosas de los hacendados con la banca
privada. Abogará a favor de los frigoríficos británicos en la investigación que terminará con la
muerte de Enzo Bordabehere en plena sesión del Senado. La lista de favores a empresas extranjeras durante su gestión es interminable. El mismo afirmará que ha “colaborado en las grandes
compañías navieras, las grandes casas financieras, las más importantes casas importadoras y
exportadoras, las más importantes casas de transporte urbano [...] porque de todas ellas soy
abogado” (17/11/1940, Cámara de Senadores). En 1962 retomará por sólo 15 días la dirección
de la economía nacional.
Adalbert Krieger Vasena (1920-2000)
Heredará de su tío Pedro Vasena, aquel en cuyos talleres se inició la huelga
que terminaría en la Semana Trágica, no sólo el apellido. Vinculado a empresas norteamericanas, se llegó a afirmar que mientras estudiaba en los EEUU
renunció a la ciudadanía argentina para tomar la de aquel país. Ocupará el
ministerio de hacienda bajo las dictaduras de Aramburu y Onganía, siendo
depuesto de ésta última tras el levantamiento popular del Cordobazo. Su gestión se caracterizó por una fuerte devaluación que facilitó la extranjerización
de empresas argentinas a manos de capitales yanquis: Massalin y Celasco
será comprada por Phillips Morris, Imparciales por Reval, Particulares por
Brinckmann, el Banco Argentino de Comercio por el Chase Manhatan Bank
de Rockefeller, el Banco Argentino del Atlántico y el de Bahía Blanca por el
Citibank, el Francés por la Morgan y la lista sigue. Pasará luego a ocupar cargos en el Banco Mundial. Ya en los ochenta será miembro de la consultora FIEL y mantendrá vínculos con variadas
empresas a través de su estudio particular. En los noventa se proclamará menemista convencido
y será lobbista de la privatización del sistema jubilatorio.
29
José Alfredo Martínez de Hoz (1925-¿hasta cuando?)
Ya su antepasado Don José Martínez de Hoz señalará en el cabildo del 22 de mayo de 1810 “que
no encuentra bastantes datos para considerar necesaria la remoción del excelentísimo señor
virrey”. De familia de estancieros (un salón de la Sociedad Rural lleva el nombre de su padre) recibirán de parte de Julio Argentino Roca, 2.500.000 hectáreas de terreno en la Patagonia robadas
a los indios asesinados durante la Conquista del Desierto. Iniciará su carrera en el sector público
como ministro de Hacienda de Salta en tiempos de Aramburu. Tejerá vínculos con diferentes
sectores financieros, industriales y agrarios. Dirigió la estancia Malal Hué, la aseguradora Buenos Aires Compañía
de Seguros, y la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad; presidió la petrolera Petrosur y la financiera Rosafin.
Establecerá fuertes vínculos con el poder financiero norteamericano, siendo amigo personal de David Rockefeller y el
único argentino integrante, por esos años, de la pro norteamericana Comisión Trilateral ideada por Henry Kissinger.
Como titular de la acería Acindar financió la represión de Villa Constitución del 20 de marzo de 1975 que perdurará
tras el golpe del año siguiente dejando un saldo de 50 trabajadores asesinados y desaparecidos. Bajo esa dictadura
será nombrado como ministro de Economía, cargo que ejercerá en su propio beneficio y el de sus padrinos económicos. Derogará el impuesto a la herencia para no pagarlo tras la muerte de su padre. Pese a su prédica privatista, nacionalizará la Italo con sobre precio, operación que implicó el asesinato de un funcionario del ministerio. Instalará
una política cambiaria y financiera que estimulará el endeudamiento externo público y privado brindando excelentes
oportunidades de negocios a la banca extranjera en tiempos de abundante liquidez internacional. La herencia para el
país será un estado financiero de quiebra tanto de las empresas públicas como las privadas que dará lugar a la crisis
de la deuda que condicionará las políticas de los posteriores gobiernos democráticos. Ya en los noventa será ferviente
partidario del menemismo que lo indultara liberándolo de diversas causas judiciales en su contra. Recientemente,
tras la anulación de los indultos se reabrieron las investigaciones por lo cual se encuentra detenido.
Domingo Cavallo (1946 y sigue andando)
Nacido en Córdoba y recibido como contador en la universidad pública de esa ciudad, terminará sus
estudios en Harvard, EEUU. Ya de joven comenzará su carrera pública como subsecretario de Desarrollo de su provincia en tiempos de Onganía para luego colaborar con el equipo norteamericano que
organizó la política económica del dictador boliviano Hugo Banzer. En los finales de la última dictadura
argentina asumió como presidente del Banco Central y estatizará las deudas de las empresas privadas,
incluidas las extranjeras y hasta bancos que figuraban también como acreedores. Pasará a la actividad
privada vinculándose con importantes empresarios locales a través de la Fundación Mediterránea.
En 1987 es elegido diputado por Córdoba desatándose un escándalo al interior del Partido Justicialista
al saberse que su candidatura había sido el resultado de una vaquita empresarial que juntó un millón de dólares a
beneficio de De la Sota. Ya como ministro del menemismo establecerá la convertibilidad de 1 peso a 1 dólar, esquema
que le permitirá frenar con las corridas cambiarias que impulsaban la hiperinflación. El dólar barato se financió
mediante un esquema especulativo basado en el ingreso de capitales extranjeros. Para ello se acordó con la banca
extranjera la reestructuración de la deuda externa según el diseño de los acreedores conocido como Plan Brady. Este
posponía algunos compromisos a cambio de la licuación del riesgo de los bancos acreedores mediante la sustitución
de sus deudas por bonos públicos que se venderían en los mercados financieros. También se continuó con la política
de privatización de las grandes empresas del Estado, que fueron vendidas a bajo precios y capitalizando bonos de
la deuda externa que permitieron grandes ganancias a la banca acreedora y grupos económicos amigos del poder.
Retornará al Ministerio de Economía bajo el gobierno de la Alianza, poco antes de que estallara la convertibilidad y
debiera emprender un exilio académico en los EEUU. En ese breve lapso realizó la operación Megacanje, una escandalosa refinanciación de la deuda externa que incluyó multimillonarias comisiones para banqueros amigos.
30
Generación del 80:
Oligarquía Centenaria
“Mi opinión es que el comercio sabe mejor que el gobierno lo que a él le conviene;
la verdadera política consiste, pues, en dejarle la más amplia voluntad”.
Julio Argentino Roca
“La economía libre y el libre comercio son solo expresiones para el consumo de los
tontos o de los ignorantes. La economía nunca ha sido libre. O la maneja el Estado
en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de este”.
Juan Domingo Perón
L
a clase dominante marcará a fuego la política y la economía del
país de la mano de la llamada “generación del 80”. Una vez consolidada la victoria de Mitre sobre la resistencia del interior federal,
impuesta a base de sangre, era tiempo de llevar adelante el gobierno de unos pocos que durará hasta 1916 con la llegada de Hipólito
Yrigoyen a la primera presidencia.
Los presidentes que se encargaron a llevar adelante este modelo
oligárquico liberal del período mencionado fueron, en orden de
asunción: Julio Argentino Roca, Miguel Juárez Celman, Carlos
Pellegrini, Luis Sáenz Peña, José Evaristo Uriburu, de nuevo Julio
Argentino Roca (2º presidencia), Manuel Quintana, José Figueroa
Alcorta y Roque Sáenz Peña.
A consolidar ese modelo se dirigieron políticas tales como la población del territorio con mano de obra inmigrante y barata, el tendido
de líneas férreas que trasladaran la producción agropecuaria a las
zonas portuarias y la inversión en infraestructura que facilitara la
salida de los barcos, y la conformación del Estado a partir de instituciones a imitación de la Europa de fin de siglo con el propósito
de ofrecer garantías a los capitales extranjeros que invertían en
nuestro país.
31
E
sta generación sostenía –y sostienen sus defensores del presente– que la libertad individual era el valor supremo que el Estado debía defender y que el librecambio comercial era el sustento
de toda política económica. Sin embargo, esa libertad es hasta hoy
privilegio de los grupos económicos transnacionales y concentrados; y el librecambio solo sirvió para consolidar al capital extranjero
y explotar nuestros recursos naturales, en tanto que los sagrados
derechos y garantías fueron –y son- solamente excusas para amparar a las compañías extranjeras cuando buscaban eludir los impuestos nacionales o no someterse a las leyes de la Nación.
Hombres que fueron fruto de la política educacional liberal y lograda con un plan premeditado, que oscilaban en los 30 años de edad
se formaron en los Colegios Nacionales, lo que les permitió pertenecer a los grupos privilegiados, educados a la europea y siempre
prestos para integrarse a la política, a la burocracia y al ejercicio de
las profesiones liberales ocupando los mejores cargos.
Sin trabas morales para sus ambiciones dejaron de lado los principios éticos y creando un nuevo estilo de vida, aprovecharon los
empréstitos, los juegos de la Bolsa, el modelo agroexportador del
que hicieron su modo de vida que les proveyó dinero fácil para acceder al despilfarro, las viviendas suntuosas, la vestimenta europea y
gozar de todos los lujos.
A esta generación le fue ajeno el sentir nacional; e inescrupulosamente parasitaria, dilapidó la riqueza de la Nación empobreciendo
al país y exaltando como únicos valores culturales los propios de
Europa, logrando también imponer el respeto sagrado al capital extranjero que durará hasta nuestros días.
Sin embargo, hacia 1890 comenzaron a aparecer manifestaciones
políticas adversas al régimen. Surgieron así, por un lado, la Unión
Cívica Radical reclamando –mediante acciones revolucionarias- el
libre sufragio y, por el otro, las primeras organizaciones de sindicales (socialistas y anarquistas), denunciando el deterioro de la calidad de vida de los trabajadores.
32
El festín Centenario
P
ara el mes de mayo de 1910 la “espléndida” oligarquía argentina se preparaba para celebrar el centenario de la Revolución.
Se organizaron grandes desfiles y una exposición universal para demostrarle al mundo los progresos de “la París del Plata”. Se cursaron invitaciones a todos los reyes y gobernantes del mundo occidental, pero sólo aceptó el convite la infanta Isabel de España. Aquella
clase dirigente quería exhibir los avances del granero del mundo.
mial, prohibía explícitamente la propaganda anarquista y el ingreso
de extranjeros que hubieran sufrido condenas por motivos políticos.
La autocracia, el autoritarismo, la cesación de las leyes, la violación
de las garantías constitucionales es lo que los republicanos de la
Argentina pusieron en vigencia para celebrar aquella revolución
que –un siglo atrás–, había proclamado la libertad, los derechos del
hombre y la soberanía popular.
El `10 fue un año clave no sólo por los festejos patrióticos sino
también porque el país atravesaba una etapa de auge económico.
Durante este período, la Argentina vio consolidado el modelo económico agroexportador, el cual regía desde las últimas décadas del
siglo XIX . La expansión se basó en un “crecimiento hacia fuera”,
que dependió de la exportación de granos y carnes, especialmente
con el Reino Unido.
Asimismo, durante esos años llegaron cuantiosas inversiones foráneas, principalmente de Gran Bretaña y, en menor proporción, de
Francia, Alemania y luego Estados Unidos.
Casi como una visión premonitoria y condenatoria, Mariano Moreno
escribía cien años antes que “es necesario destruir los abusos de
la administración, desplegar una actividad que hasta ahora no se
ha conocido, promover el remedio de los males que afligen al Estado, excitar y dirigir el espíritu público, educar al pueblo, destruir
o contener a sus enemigos y dar nueva vida a las provincias. Si el
gobierno huye el trabajo, si sigue las huellas de sus predecesores,
conservando la alianza con la corrupción y el desorden, hará traición
a las justas esperanzas del pueblo y llegará a ser indigno de los altos
destinos que se han encomendado en sus manos.”.
En 1880, la Argentina ocupaba el cuarto lugar en el mundo en cuanto a la inversión de fondos ingleses y en 1890, pasó a instalarse
en el primer lugar, situación que se prolongó hasta el estallido de
la Primera Guerra Mundial en 1914. Además, para 1910 era la
tercera exportadora de trigo del mundo. Hacia 1913, los mayores
dividendos de los capitales británicos eran obtenidos por las empresas inmobiliarias, los bancos, las compañías de seguro
y los frigoríficos.
En el Primer Centenario quedaría sellada claramente la visión política y económica de los dos modelos en permanente disputa: un
país en estado de sitio, con la prensa obrera silenciada, miles de
trabajadores detenidos, muchísimos deportados y otros tantos en el
infierno del penal de Ushuaia.
El movimiento obrero advirtió la gran trascendencia de los festejos centenarios y aprovechó su repercusión en la prensa internacional para difundir la real situación
de los excluidos del festejo. La primera
semana de mayo, la Federación Obrera
Regional Argentina (FORA), de tendencia
anarquista, realizó una huelga general para la semana de
mayo y una manifestación que reunió 70.000 personas.
El gobierno del presidente Figueroa Alcorta decretó entonces
el Estado de Sitio y el Congreso sancionó la ley 7026, llamada
“de Defensa Social”, que incluía la pena de muerte para los
activistas sindicales, limitaba seriamente la actividad gre-
33
El Desafío:
Recuperar la senda de mayo.
El alfonsinismo, de la
ilusión a la decepción
cios, que comenzó a hacer agua al poco tiempo lo que indujo
a reformularlo merced a las presiones de las corporaciones y
grupos económicos.
L
a recuperación democrática de 1983 vino acompañada de
una nueva vitalidad social y las manifestaciones políticas
tuvieron un auge vigoroso.
Fueron estas mismas corporaciones quienes con algunos economistas formados en los EE.UU. dieron un golpe de mercado
que terminó de aniquilar al gobierno radical. El dólar no paraba
de subir, el BCRA no tenía las suficientes reservas para evitar el
shock y los precios aumentaban literalmente de la mañana a la
noche, generándose un descontento social que llevó a la CGT a
realizar varias medidas de fuerza.
Alfonsín tuvo que abandonar el gobierno 6 meses antes de finalizar su mandato y dejó su lugar al presidente electo: Carlos
Saúl Menem, que asumió el 8 de julio de 1989. Comenzaría así
la Segunda Década Infame.
Raúl Alfonsín, dueño de un gran carisma, había logrado convencer al electorado y asumió la presidencia de la Nación en un
país arrasado pero con esperanzas. El hecho más importante de
su gobierno quizá haya sido el juzgamiento a las Juntas Militares que perpetraron el golpe de 1976, empañado más tarde con
las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Menemismo, saqueo al
patrimonio nacional
T
raicionando la plataforma justicialista que lo llevó al poder,
Carlos Menem se volcó decididamente al neoliberalismo,
gobernando para los sectores concentrados de la economía que
Juan D. Perón había combatido siempre.
A poco de andar, la economía no lograba salir del estancamiento
con índices socioeconómicos que no entraban en cauce y una
deuda externa que orillaba los 45.000 millones de dólares que
sumado a las exigencias de los acreedores, con el FMI a la cabeza, asfixiaban al país.
Aliado con los sectores dominantes, adhirió al Consenso de
Washington, privatizando 60 empresas públicas a menor valor
del tasado, incluso, por capitales extranjeros y promoviendo la
desregulación de sectores clave de la economía, resignando el
lugar del Estado para dejar hacer al libre comercio.
Se implantó un sistema monetario convertible que destruyó la
Se intentó implementar una política económica con un tipo de
cambio fijo denominado Plan Austral para frenar la suba de pre-
34
industria nacional favoreciendo la importación, lo que produjo
una creciente desocupación agravada por sucesivas leyes de
flexibilización laboral.
afrontar los desequilibrios externos se realizó un Megacanje de
títulos que engrosó la deuda en unos U$S 40.000 M. y se confiscaron los ahorros de cuentas a la vista.
El 19 y 20 de diciembre de 2001, se generó una protesta social
que terminó con Cavallo alejándose una vez más del ministerio
de Economía y la renuncia del Presidente de la Nación, Fernando
de la Rua, que huyó en helicóptero desde la terraza de la casa
de Gobierno, dejando un país en llamas con 57% de pobreza, un
23% de desocupación y más de 30 muertos en una feroz represión policial. La gente en las calles pedía “que se vayan todos”.
Asumieron en esos días varios presidentes: 5 en una semana.
Finalmente Eduardo Duhalde se hizo cargo del Ejecutivo, se salió
del esquema convertible y se llamó a elecciones que culminaron
con un 25% para Carlos Menem y un 22% para Néstor Kirchner.
Después de una segunda vuelta fallida a la que Menem renunció,
Néstor Kirchner asumió el 25 de mayo de 2003.
Aún así, Menem culminó sus dos mandatos que lo llevaron estar
10,5 años en el gobierno, entregando el poder al gobierno de la
Alianza en 1999.
Del fracaso de la Alianza a la reconstrucción
del Proyecto Nacional
E
l gobierno de Fernando de la Rua, un dirigente radical conservador, contó con un valor agregado para llegar a la Casa
Rosada: había conformado una alianza con sectores enfrentados
ideológicamente con el Menemismo, que fueron desplazados
de la toma de decisiones apenas asumió el gobierno.
El radicalismo no lograba articular políticas que rompieran con
la descomposición social del Menemismo, es más, se aferró a
estas políticas erráticas con mayor ahínco. En plena recesión produjo un aumento impositivo que agravó la situación y convocó a
Domingo Cavallo para ocupar el ministerio de Economía.
Una vez más en el poder, se implantó la ley de Déficit Cero, recortando los haberes jubilatorios y salarios públicos en un 13% y
se sancionó la Ley Banelco que seguía precarizando el empleo y
fue votada en medio de sospechas de coimas en el Senado. Para
35
miento, se le pagó al contado y con reservas al FMI, que ya no
tendría injerencia en las políticas económicas del país. Se renegoció la deuda con tenedores de bonos por deudas de gobiernos
anteriores, con una quita de capital histórica de U$S 67.000 M.
La deuda externa pasó de un 140% del PBI a menos del 40% en
la actualidad.
El PBI aumentó más del 60% desde el 2003 a la fecha, siendo
el período de mayor expansión consecutiva en los 200 años de
historia. Se lograron niveles de desocupación de un dígito, bajando los niveles de pobreza e indigencia en más de 30 puntos
lo que permitió una fuerte recuperación del mercado interno y
una mayor redistribución del ingreso apoyado también en las
asignaciones familiares a hijos de desocupados y trabajadores
informales.
E
l gobierno de Kirchner se caracterizó por recuperar el respeto
a la investidura presidencial en primer lugar. A través de una
complicada ingeniería financiera se devolvieron los ahorros confiscados por el radicalismo. Se anularon los recortes salariales
del 13% y se llamó a paritarias, congeladas durante más de una
década. Se impulsó la puesta en marcha del Consejo del Salario
Mínimo y el aumento de haberes jubilatorios. A través de un tipo
de cambio competitivo se lograron frenar las importaciones y comenzar a reindustrializar el país. Volvieron al Estado empresas
privatizadas que habían incumplido los contratos de concesión.
U
na rápida lectura nos pone nuevamente en la disputa de dos
modelos de país claramente identificados. Unos con el sometimiento a las potencias extranjeras y sus corporaciones vernáculas y otro identificado con un proyecto nacional y soberano.
La jubilación privada, que había despojado al Estado del manejo que prescribe la Constitución y que usaron los fondos de los
trabajadores para negocios corporativos, volvió a ser manejado
por Anses, volcando esa masa de dinero al sistema productivo,
dejando atrás décadas de déficits fiscales y comerciales, por
balances superavitarios. En el marco del plan de desendeuda-
De cara al Bicentenario, no todos festejaremos lo mismo. Aquel,
el primero de 1910, lo festejó una clase que consolidó un país a
su manera, como si se tratara de una estancia. Una élite arrogante, de europeos modales refinados pero improductivos y parasitarios. Hicieron un granero para el mundo. Y un país es mucho más
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que eso: son sus industrias, sus trabajadores, su burguesía y no
la banalidad del despilfarro.
Coordinación:
El Segundo Centenario es este que aun estamos haciendo. Recuperando la senda de 1810, pero también la de cada uno de
los intentos de la historia en que elegimos la liberación y no nos
fue posible romper la dependencia. Por eso, este Segundo Centenario debe ser la antítesis del Primero. Un país sin excluidos.
Con justicia social, soberanía política, independencia económica
y proyección latinoamericana. En eso estamos…
Felisa Miceli
Redacción:
Agustín Crivelli
Andrés Asiain
Adrián Gonzalez
Artística:
Mariela Santarelli
37
Serie Divulgación de la Situación
Económica Argentina
N° 1 - Del paradigma financiero neoliberal al modelo productivo
con inclusión social.
N° 2 - Fortalezas del modelo productivo frente a la crisis económica mundial.
N° 3 - Dos proyectos de país en disputa. La encrucijada ante la
crisis mundial.
N° 4 - El Estado: ¡Presente!. Por un nuevo rumbo tras el fracaso
del neoliberalismo
Boletín Económico del Sur
Pensando la Patria Grande...
DIGITAL
Boletín de Economía Popular
DIGITAL
Colección 200 Años.
Pensamiento Económico Nacional
Volumen I
La Revolución de Mayo.
Entre el Monopolio y el Libre Comercio
Consulte los materiales del CEMOP en Internet
http://cemop.madres.org
FUNDACIÓN MADRES DE PLAZA DE MAYO
Presidenta
Director Ejecutivo
Hebe de Bonafini
Sergio Schoklender
UNIVERSIDAD POPULAR MADRES DE PLAZA DE MAYO
Rectora: Inés Vazquez
Secretario Académico: Germán Ibáñez
Secretario Administrativo: Sergio Schoklender
CEMoP
CENTRO DE ESTUDIOS ECONOMICOS
Y MONITOREO DE LAS POLITICAS PÚBLICAS
Directora
Integrantes
Grupos de
Investigación
Felisa Miceli
Agustín Crivelli
Andrés Asiain
Lorena Putero
Adrián Gonzalez
Ramón Torres (Mendoza)
PENSAMIENTO ECONOMICO NACIONAL:
Rodrigo López, Cecilia Gárgano
SERIE ECONOMIAS PROVINCIALES:
Alejandro Rofman, Javier Pérez, Emilio Rodriguez, Agustín Mario
DOCUMENTOS TECNICOS ENERGIA:
Guido Perrone, Diego Mansilla, Natasha Sedziszow
IV ENCUENTRO ECONOMIA:
Coordinadora: Graciela Orfeo
Graciela Barbieri, Adrián Gonzalez, Jorge Marchini, Silvio Robles
Diseño e Impresión Imprenta de las Madres.
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