LA FASCINACIÓN DE LAS SETAS H O N GO S D E A LME R Í A Los hongos nos rodean por doquier, aunque no seamos conscientes de su presencia. Influyen sobre nosotros y los demás seres que comparten con ellos la biosfera. Nos dan la vida y nos la pueden quitar, y reciclarán lo que quede de nosotros cuando no estemos aquí. Los bosques no podrían existir sin ellos. Existe un enorme interés por los hongos, aunque se centra en la recolección y el consumo de setas. Por desgracia, eso tiene también su lado oscuro: el deterioro de nuestros montes, debido al desconocimiento o a la avaricia; el riesgo de intoxicaciones por ingestión de setas venenosas… Esta exposición pretende divulgar los aspectos más llamativos de los hongos y setas, concienciar de su importancia para la salud de nuestro entorno y favorecer una explotación sostenible de estos fascinantes organismos. ORGANIZA Instituto de Estudios Almerienses. Diputación de Almería. COORDINAN Eduardo Gallego Arjona y José Sánchez Sánchez Departamento de Ecología y Medio Ambiente. Instituto de Estudios Almerienses. TEXTOS Dr. Ricardo Galán Márquez Profesor Titular del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Alcalá. Dr. Eduardo Gallego Arjona Profesor Titular del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Almería. Dr. Gabriel Moreno Horcajada Catedrático del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Alcalá. Dr. José Sánchez Sánchez Profesor Titular del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Almería. El contenido de esta exposición ha sido adaptado a partir de la GUÍA DE SETAS, perteneciente a la colección Guías de Almería. Territorio, Cultura y Arte, de los autores anteriormente citados y editada por el Instituto de Estudios Almerienses. IMÁGENES Las fotografías han sido tomadas por Eduardo Gallego y José Sánchez, salvo en los casos en que se indica expresamente su autoría. DISEÑO Gregorio Pérez Santander. Dixi. Diseño Gráfico. IMPRESIÓN DIGITAL Artes Gráficas M-3. L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A ¿QUÉ SON LOS HONGOS? Los hongos no son plantas, sino que pertenecen al reino Fungi. Al igual que los animales, carecen de clorofila. Por tanto, son heterótrofos. Los hongos suelen crecer dentro de su alimento, descomponiéndolo para poder asimilarlo. Es el caso de los mohos. El cuerpo de los hongos, denominado talo, es muy sencillo. Abundan las formas microscópicas, como las levaduras. Sin embargo, en la mayoría de los hongos el talo es filamentoso, como una “pelusa viva”, y recibe el nombre de micelio. Éste se compone de multitud de filamentos, las hifas, que pueden presentar tabiques o no. Los hongos se reproducen habitualmente mediante esporas, que se dispersan por el aire, el agua, los animales... En muchos hongos, las esporas se producen en estructuras microscópicas, con aspecto de puntitos negros o pelusillas. Sin embargo, ciertos hongos forman esporocarpos o cuerpos fructíferos muy complejos, visibles a simple vista: las setas, las trufas, los yesqueros, etc. Por tanto, hablando con propiedad, las conocidas setas son, simplemente, las fructificaciones de ciertos hongos, sus plataformas lanzadoras de esporas. Sombrero o píleo Laminillas Poros Anillo Pie Volva Basidiosporas Laminillas Himenio Basidio Trama w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A ECOLOGÍA DE LOS HONGOS Los hongos son seres heterótrofos, sin clorofila, incapaces de fabricar su propio alimento. Por tanto, han de tomarlo de diversas fuentes de materia orgánica. Para ello, pueden seguir tres posibles caminos: SAPROFITOS Muchas especies de hongos son saprofitas, es decir, descomponen la materia orgánica. Su papel es vital para el funcionamiento de la biosfera, ya que, junto con las bacterias, reciclan la mayoría de los nutrientes en nuestro planeta. Por desgracia, muchos hongos saprofitos, como los mohos, interfieren con los intereses humanos, ya que deterioran los alimentos, la madera, los tejidos, el papel, la pintura... En ocasiones, los saprofitos pueden comportarse como parásitos facultativos, dañando a plantas, animales o a nosotros mismos. Otras especies, en cambio, resultan muy útiles (producción de antibióticos, alimentos fermentados, control biológico...). PARÁSITOS Otras especies son parásitas, y se alimentan a costa de animales, plantas e incluso otros hongos. Los daños que provocan son muy importantes. De hecho, los hongos son los principales parásitos de las plantas, y su impacto en la Agricultura es enorme. Los parásitos de animales pueden, en ocasiones, resultar beneficiosos para los intereses humanos. Ciertas especies que parasitan insectos, u otras que cazan gusanos nematodos mediante trampas y lazos, constituyen prometedores agentes de control biológico. También nos atacan a nosotros, cómo no, causando las temidas micosis. Algunas, como las aspergilosis, pueden llegar a ser mortales. Otras, como las candidiasis, las tiñas o los pies de atleta, sin ser tan peligrosas, pueden resultar muy molestas. Hay hongos oportunistas que pueden atacar a personas con el sistema inmunitario débil. Las esporas de ciertas especies causan alergias. SIMBIONTES Finalmente, hay especies que viven en simbiosis mutualista con otros organismos, para mutuo beneficio. Entre ellos destacan los líquenes, asociaciones entre hongos y algas (o cianobacterias). El hongo protege al alga, que se encarga de alimentar al equipo. Gracias a ello, muchos líquenes son pioneros en la colonización de ambientes tan hostiles como las rocas, las regiones polares, etc. Las micorrizas son simbiosis entre hongos y las raíces de las plantas. Más del 80% de las especies vegetales necesitan la colaboración de un hongo para poder medrar en la naturaleza. Muchas de las micorrizas se dan con hongos microscópicos. En otras intervienen hongos formadores de setas y trufas. En este caso, además de su importancia para la salud del bosque, existe un interés añadido para el buscador de setas... El cultivo de hongos es otro tipo de simbiosis, ya que tanto los “agricultores” como los hongos cultivados se benefician. Algunas termitas y hormigas, igual que nosotros mismos, podemos disfrutar así en cualquier época del año de estos manjares. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s Un indicativo de la buena salud de un bosque es la proporción entre los distintos tipos de hongos: formadores de micorrizas, saprofitos y parásitos. Simbiontes (microrrizas): 50-60% Saprófitos (descomponedores): 40-60% Parásitos: 0-5% L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A CONSEJOS ÚTILES PARA NO ENVENENARSE Todos los años muere gente en España intoxicada por comer setas venenosas. Si seguimos unas normas bastante sencillas, es muy fácil evitar ese peligro. 1) Use cesta en vez de bolsa o cubo de plástico para recoger las setas. En una bolsa se estropearán, se mezclarán y se favorecerá la proliferación de bacterias peligrosas para la salud. 11) Las setas de colores brillantes son venenosas. FALSO. El níscalo o el pie azul, tan llamativos, son comestibles, mientras que algunas amanitas mortales son de colores apagados. 2) Recolecte las setas enteras, usando una navaja. Salvo en el caso de especies muy fáciles de identificar (níscalos, seta de álamo…), ¡NO LAS CORTE! Es un error que puede resultar fatal. Ciertos caracteres que permiten diferenciar especies comestibles de otras venenosas están en la base del pie (volva, bulbo…). 12) Todas las setas que crecen sobre madera son buenas. FALSO. También hay especies tóxicas de los géneros Hypholoma , Pholiota, Gymnopilus, Galerina, etc. ¡NO! 3) La ÚNICA regla válida para evitar envenenamientos es: NO CONSUMA SETAS QUE NO CONOZCA. Evite correr riesgos innecesarios. Un buen consejo para el principiante es que aprenda a reconocer con seguridad unas pocas especies y evite las demás. 4) No existe NINGUNA REGLA FIABLE para saber si una seta es venenosa o comestible; sólo vale su exacta clasificación. Todas las reglas arraigadas en la cultura popular son tan ineficaces como peligrosas. 5) Si hervimos la seta junto a un diente de ajo (o cebolla, o una moneda de níquel, o una cadena de plata) y éste ennegrece, la seta es venenosa. FALSO. El cambio de color se debe a otros factores, que no tienen nada que ver con los venenos. 13) 14) Si el gato se las come, es que son buenas. FALSO. El metabolismo del gato no es el mismo que el del ser humano (aparte de que es una crueldad hacerle eso a un pobre minino). Y, por supuesto, QUE A NADIE SE LE OCURRA dársela a algún amigo o pariente, a ver qué pasa. Eso roza lo criminal. Algunas de las setas más peligrosas (ej.: ciertas amanitas) tienen volva, anillo y láminas blancas. También pueden ser mortales algunos parasoles pequeños (Lepiota). En general, evite las setas con esas características. Más aún, es mejor no recolectar las especies de pequeño tamaño. Tampoco deben recogerse los ejemplares muy jóvenes, por el riesgo de confusión. Imagen cedida por Gabriel Moreno. 15) Cuidado con los niños pequeños, ya que podrían llevarse a la boca una seta tóxica. Dado su poco peso, son más sensibles a los venenos. 6) Si la seta está mordida por algún animal (babosas, mamíferos, etc.), es comestible. FALSO. Setas comestibles para ciertos animales son mortales para otros. Además, quizá el animal que mordió la seta está agonizando en algún rincón del bosque… 16) No consuma setas muy maduras, pasadas, agusanadas o que huelan mal. Pueden ser indigestas. Téngase también en cuenta que algunas setas comestibles sientan mal a ciertas personas. Incluso pueden darse casos de alergias. 7) Si una seta se parece a otra comestible, también lo será. FALSO. 17) No recoja setas en lugares contaminados o donde se hayan aplicado pesticidas. 8) Si mezclamos en la cesta setas venenosas y comestibles, éstas se volverán tóxicas. FALSO. El peligro real es mezclar setas desconocidas en la sartén. 18) 9) Es bueno asistir a jornadas y exposiciones micológicas, aunque nunca debe intentarse memorizar muchos nombres de especies a la vez. Es mejor ir poco a poco, año a año, aprendiendo primero a conocer las setas más comunes, tanto comestibles como venenosas. En algunas zonas no salen setas venenosas. FALSO. Pueden aparecer en cualquier localidad. 10) Con una guía de campo no hay problema en identificar las setas. FALSO. Muchas setas se parecen, o su aspecto es variable. En ocasiones, ni los propios expertos pueden identificarlas en el campo. Las guías son una ayuda, pero no conviene fiarse ciegamente de ellas. Debe tenerse también cuidado con algunos “supuestos expertos”, que no lo son tanto. 19) Si después de consumir setas uno se siente mal, debe ACUDIR INMEDIATAMENTE AL HOSPITAL. En el caso de que haya comido comer alguna especie que antes no había probado, deje algún ejemplar sin cocinar, por si acaso. Puede que tenga que mostrárselo al médico. 20) Evite consumir setas crudas, puesto que algunos venenos sólo se desactivan al secarlas o cocinarlas. Tampoco se deben comer grandes cantidades de setas un día sí y otro también. Aparte de que pueden resultar indigestas, existe el peligro de la acumulación de toxinas. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A CONSEJOS BÁSICOS PARA LA RECOLECCIÓN DE SETAS Debemos observar ciertas normas de conducta cuando salimos a buscar setas. Así, no sólo disminuiremos el riesgo de intoxicarnos, sino que contribuiremos a la preservación de los hongos y su entorno. Las setas son un recurso renovable, pero unas actitudes irresponsables podrían contribuir a su deterioro y al de los ecosistemas que las albergan. 1) 2) Cuando salimos de excursión, es preferible ir acompañado. En caso de accidente, una persona sola puede pasarlo muy mal. Por si acaso, conviene llenar el depósito de combustible del vehículo. Para mantenerse en contacto con los demás, es buena idea llevar un silbato. Un GPS es también una herramienta ideal para no extraviarse (y tener localizados los lugares interesantes). Asimismo, comprobemos que la batería del teléfono móvil esté cargada. 4) Es aconsejable vestir ropa cómoda y un calzado adecuado para moverse por el campo. Así se evitarán arañazos, torceduras… Otra herramienta utilísima es un bastón. Además de ayudar a movernos por terrenos difíciles, nos permite buscar entre la maleza sin tener que agacharnos. En otoño, además, el chubasquero es imprescindible. Imagen cedida por José Mª Muñoz. 5) ¡NO USEMOS RASTRILLO! Es un método cómodo, pero muy destructivo con los micelios fúngicos y otros seres que viven en la hojarasca y el mantillo. Con el rastrillo, podemos estar arruinando un recurso renovable: las setas. 7) Es un error cortar con una navaja la seta por el pie. Salvo en el caso de setas de difícil confusión con otras (níscalo, seta de cardo, etc.), SE RECOLECTAN ENTERAS, procurando, eso sí, no dañar el micelio. Por un lado, conviene recordar que ciertos caracteres que permiten diferenciar las especies tóxicas de las comestibles están en la base del pie, y si lo dejamos en el suelo, pues… Por otro, se ha extendido el falso razonamiento de que al cortar la seta y dejar el pie, no se daña el micelio. Esto, además de peligroso, es absurdo. Imagen cedida por Ricardo Galán. 8) Si recoge setas con el fin de estudiarlas, hay que tomar nota de los caracteres en fresco: ecología, si aparecen solitarias o en grupos, tamaño, color, olor, viscosidad… Para su estudio posterior en el laboratorio, pueden luego secarse con aire caliente y conservarse, ya que las características microscópicas no se estropean. Es muy aconsejable asistir a exposiciones micológicas, así como inscribirse o participar en el foro de alguna Sociedad Micológica. Además de aprender sobre hongos, también nos instruirán acerca del mejor modo de comportarnos en el monte, para disfrutarlo sin dañarlo. 3) El cuentahílos o la lupa de bolsillo son necesarios para observar pequeños detalles de las setas. Al igual que el silbato, es mejor llevarlos colgados del cuello. La navaja es otra herramienta imprescindible. Incluso las hay específicas para seteros, con hoja curvada y cepillito. Debe disponer de un seguro fiable, para que no se cierre al arrancar la seta y nos pille los dedos. Cuando caminemos, debemos llevarla cerrada, nunca abierta; así evitaremos accidentes. Si el mango es de color vivo, será más difícil que se nos pierda cuando se nos caiga o la dejemos en el suelo. 6) La cesta es el recipiente ideal para ir colocando en ella las setas: rígido y deja pasar el aire. Las bolsas de plástico deberían estar prohibidas. Aparte de triturar las setas y mezclarlas, dentro del plástico pueden ocurrir fermentaciones indeseables, con el consiguiente peligro de botulismo. 9) Debemos respetar los espacios naturales, pues son patrimonio de todos. Es preferible ir al campo en grupos pequeños, para que el efecto del pisoteo sobre el suelo del bosque sea menor. Por supuesto, conviene mirar dónde se ponen los pies, para no aplastar las setas pequeñas o inmaduras. Y, por supuesto, si no conocemos una seta, o creemos que es venenosa, no la destrocemos a patadas. Los hongos son esenciales para la salud de los bosques. Son producto de millones de años de evolución, y no están ahí para sucumbir a nuestros caprichos. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A ¿DÓNDE ENCONTRAR SETAS EN ALMERÍA? Una pregunta inevitable en nuestras jornadas micológicas es: «¿Dónde puedo encontrar setas en Almería?» Por supuesto, no diremos aquí sitios concretos, porque eso generaría un efecto llamada de consecuencias negativas para la localidad en cuestión. Es preferible indicar los ecosistemas más idóneos donde hallarlas, y animar al setero a que explore los distintos rincones de nuestra provincia. Aunque no dé con muchas setas, sin duda la excursión habrá merecido la pena, pues Almería tiene mucho que enseñarnos. PINARES: Estos bosques de repoblación abundan en las sierras almerienses. Son los más visitados por los seteros, sobre todo en busca de níscalos. Lactarius deliciosus Suillus luteus ENCINARES: Aunque en nuestra provincia no son muy visitados por los seteros, su biodiversidad fúngica es notable. Amanita phalloides BOSQUES DE RIBERA: En Almería abundan los pequeños cursos de agua orlados de chopos, álamos, alisos, castaños… Amanita ovoidea Agrocybe cylindracea Pleurotus ostreatus Armillaria mellea Coprinus comatus Leccinum duriusculum Lactarius controversus Imagen cedida por Carlos Enrique Hermosilla Chroogomphus fulmineus Tricholoma terreum Astraeus hygrometricus Mycena seynesii Clitocybe rivulosa Tuber nigrum Cortinarius trivialis Amanita muscaria Paxillus involutus PRADOS Y PASTOS: Las zonas abiertas, asociadas al pastoreo, así como los cortafuegos y los claros de los bosques, nos ofrecen algunas de las setas más buscadas. DUNAS: En ellas y otros entornos secos (yesos, etc.) aparecen especies interesantísimas para el amante de la naturaleza … Y puede que aún queden muchas por descubrir. JARDINES, PARQUES, MACETAS…: Los hongos también se dan en entornos alterados por el ser humano. En invernaderos, huertos, parques, jardines e incluso maceteros podemos hallar tanto especies comestibles como tóxicas. Pleurotus eryngii Agaricus campestris Beenakia mediterranea Gyrophragmium dunalii Agaricus bitorquis Coprinus domesticus Bovista plumbea Calvatia utriformis Peziza ammophila Conocybe dunensis Panaeolus sp Leucoagaricus leucothites Melanoleuca vulgaris Macrolepiota procera Imagen cedida por Gabriel Moreno. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A PRINCIPALES SETAS COMESTIBLES Si bien hay setas comestibles que no aparecen en la provincia de Almería, podemos encontrar en ella diversas especies dignas de ser consumidas. Algunas, como los níscalos, son muy buscadas todos los otoños. Otras, en cambio, sólo son conocidas por los seteros experimentados. A continuación mostramos algunos ejemplos. Agaricus campestris (champiñón silvestre). Agrocybe cylindracea (seta de álamo, seta de chopo). Comestible Buen comestible Excelente comestible Sin interés culinario, o bien su consumo puede causar problemas en ciertas circunstancias Amanita ovoidea (seta de rubial). puede confundirse con las amanitas blancas mortales Imagen cedida por Carlos Enrique Hermosilla. Chroogomphus fulmineus (pata de perdiz, gonfidio viscoso, gonfidio reluciente). Coprinus comatus (barbuda, coprino barbudo, matacandil, seta de tinta). Grifola frondosa (seta de castaño, maitake). Lactarius deliciosus (níscalo, nízcalo, nícalo, guízcano, mízcalo, míscalo, rovellón, robellón). Lactarius sanguifluus (níscalo, nízcalo, nícalo, guízcano, mízcalo, míscalo, rovellón, robellón). Leccinum duriusculum (boleto). Lepista nuda (pie azul, pezón azul, la pistonuda). Macrolepiota procera (parasol, paraguas, apagador, matacandil). Melanoleuca vulgaris (seta de caña, cañareja, seta de cañadilla). Morchella spp. (colmenilla, morilla, cagarria). Pleurotus eryngii (seta de cardo, seta de cardo cuco). Pleurotus eryngii var. ferulae (seta de cañeja). Suillus luteus (boleto viscoso anillado). Tricholoma terreum (ratón, negrilla, fredolic). debe evitarse consumirlas crudas y en grandes cantidades Pleurotus ostreatus (seta de concha, seta de ostra, seta cultivada, seta de alpaca, seta de cepa). w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A PRINCIPALES SETAS VENENOSAS Todos los años muere alguien en España por consumir setas tóxicas. Por fortuna, no todos los envenenamientos conducen a un desenlace fatal, aunque pueden hacernos pasar un mal rato o perjudicar seriamente nuestra salud. A continuación indicamos los principales tipos de venenos e ilustraremos las especies peligrosas que todo setero debe conocer. Precaución. Sin interés culinario, o bien su consumo puede causar problemas en ciertas circunstancias. Tóxica Mortal Intoxicaciones con tiempo de latencia largo (más de cuatro horas). Son las más peligrosas. Cuando el paciente acude al hospital, el daño suele ser irreversible. Síndrome ciclopeptídico: Es el que más fallecimientos provoca. Si la intoxicación no se trata a tiempo, el resultado es la destrucción del hígado. Síndrome giromitrínico: Provoca daños múltiples en el organismo, que pueden causar la muerte. El veneno se destruye al desecarlas o hervirlas, pero el peligro existe. Gyromitra infula Amanita phalloides Lepiota sp. Galerina sp. Imagen cedida por Gabriel Moreno Síndrome de Cortinarius orellanus: El periodo de latencia es muy largo (2 a 17 días). El veneno destruye los riñones. Cortinarius orellanus Imagen cedida por Gabriel Moreno Intoxicaciones con tiempo de latencia corto (menos de cuatro horas; normalmente, de 30 minutos a tres horas). Son las más abundantes aunque, por fortuna, los pacientes suelen salvarse. Síndrome muscarínico. Los síntomas son espectaculares, con ataques de sudor y bajada de la presión sanguínea. Clitocybe rivulosa Mycena pura Síndrome de los hongos alucinógenos: Se han usado con fines religiosos por diversas culturas, pero hoy suelen ser consumidos como cualquier droga alucinógena, sin control alguno. Síndrome coprínico o cardiovascular: Si se comen estas setas acompañadas de alcohol, se sufrirá sensación de calor, enrojecimiento intenso de la cara, cuello, nuca y el pecho, palpitaciones, taquicardia… “Monguis” desecados (Psilocybe semilanceata) Panaeolus sp Coprinopsis atramentaria Síndrome neurológico. Provoca una embriaguez o borrachera, con confusión mental, dificultad en el habla, trastornos de la visión… Estas setas han sido usadas por chamanes y brujos para buscar estados alterados de conciencia. Síndrome resinoide o gastrointestinal fúngico. Son las intoxicaciones más frecuentes. Destaca la aparición de trastornos gastrointestinales (vómitos, diarrea, fuertes dolores de vientre…). Los síntomas serán más o menos graves según la cantidad consumida y el peso del paciente. Síndrome de Paxillus involutus: En este caso, las consecuencias pueden ser fatales para algunas personas, que experimentan una terrible reacción alérgica, con destrucción de los glóbulos rojos. Amanita muscaria Gymnopilus spectabilis Agaricus xanthodermus Omphalotus olearius Paxillus involutus Otras intoxicaciones por consumo de setas. Intoxicación por acumulación de venenos, pesticidas, etc.: Incluso la seta más inofensiva puede envenenarnos si ha crecido en áreas contaminadas. Síndrome rabdomiolítico: La ingestión repetida y en gran cantidad de ciertas setas (ej.: la seta de los caballeros) provoca rabdomiolisis (desintegración muscular masiva). Tricholoma equestre Intoxicación hemolítica: Los glóbulos rojos se rompen cuando se consumen ciertas setas crudas o poco cocinadas. El veneno se destruye por el calor. Helvella leucomelaena Síndrome acromelálgico: El consumo de Clitocybe amoenolens y C. acromelalga causa acromelalgia (imperiosa necesidad de mover las piernas, con picores, pinchazos y dolores). Amanita proxima Síndrome norleucínico: Ciertas amanitas, como A. proxima, pueden dañar los riñones. Debe tenerse cuidado con esta especie, ya que puede confundirse con A. ovoidea, la seta de rubial, que es comestible. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s Imagen cedida por Carlos Enrique Hermosilla L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A PARÁSITOS DE PLANTAS Los hongos nos rodean e influyen constantemente en nuestras vidas y asuntos. Suelen pasar desapercibidos, ya que muchos de ellos no forman estructuras reproductoras vistosas. Sin embargo, en ocasiones sus efectos resultan devastadores. Por ejemplo, los fitoparásitos se alimentan a costa de las plantas, y causan daños muy importantes en bosques, cultivos agrícolas, jardines... Veamos algunos ejemplos. La roya blanca (Albugo candida) tampoco es un hongo verdadero. Se trata de un espectacular ejemplo de evolución paralela respecto a las verdaderas royas. Los mildius no son hongos verdaderos, aunque se comportan como si lo fueran. Figuran entre los fitoparásitos más temibles, y pueden atacar tanto a plantas cultivadas (ej.: Pseudoperonospora cubensis) como a malas hierbas (ej.: Peronospora parasitica). Los oídios o cenizas son parásitos obligados de plantas. Su micelio es superficial, y se alimentan de las células de las plantas como si se tratara de auténticos vampiros. En las imágenes vemos detalles del oídio del rosal (Sphaerotheca pannosa) y del evónimo (Microsphaera evonimi-japonici). La grafiosis o enfermedad del olmo holandés está causada por Ophiostoma novoulmi. Este hongo bloquea el paso de la savia en el árbol, ya que destruye los vasos del xilema (véanse las manchas de color café en la madera), y la planta se seca. Muchos castaños han muerto por culpa del ataque de Cryphonectria parasitica. Curiosamente, la infección del hongo por parte de un virus ha logrado que esta enfermedad vaya remitiendo poco a poco. El repilo del olivo está causado por Spilocaea oleagina. El micelio del hongo crece bajo la cutícula de la hoja. El árbol puede sufrir una intensa defoliación y quedar muy debilitado. Rhytisma acerinum provoca la “mancha de alquitrán” en las hojas del arce. Las royas figuran entre los fitoparásitos más destructivos. Los antiguos romanos tenían un dios (Robigo) al que sacrificaban un perro y un cordero para proteger las cosechas de la roya. Estas ceremonias se cristianizaron y se convirtieron en la fiesta de San Marcos (25 de abril). En la imagen, roya de las habas (Uromyces fabae). w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A HONGOS DE LA MADERA YESQUEROS Y SIMILARES En el antiguo orden Aphyllophorales se incluían los hongos basidiomicetos que forman cuerpos fructíferos que no se pudren con facilidad. Sus formas son muy diversas: costras, repisas, con aspecto de porra o de coral, e incluso con pie y sombrerillo. Su superficie puede ser lisa, con poros, agujas, laminillas… Muchos de ellos descomponen la madera, y no sólo la celulosa, sino también la lignina. Así, su papel en el reciclaje de materia orgánica en los bosques es esencial. De algunos se obtienen enzimas capaces de degradar sustancias contaminantes de difícil eliminación. Diversas especies se han usado desde la Prehistoria, tanto con fines mágicos como medicinales. Asimismo, algunos han servido para fabricar yesca con la que encender fuego; de ahí el nombre de yesqueros. Phaeolus schweinitzii es un feroz parásito de pinos y otras coníferas. Fomes fomentarius, con su aspecto de casco de caballo, es el yesquero típico. Desde hace milenios se ha usado para fabricar yesca. Peniophora meridionalis presenta cuerpos fructíferos resupinados (en costra). Muchos de estos hongos son esenciales para la degradación y reciclaje de la madera de nuestros bosques. Schizophyllum commune es un hongo muy común en distintos tipos de madera. Son llamativas sus láminas rosadas y dobles. La pipa (Ganoderma lucidum) es un hongo muy conocido en medicina oriental (reishi). El cuerpo fructífero parece estar recubierto de una capa de barniz. El hígado o lengua de buey (Fistulina hepatica) es un hongo comestible que parasita robles y castaños. Coriolopsis gallica se alimenta de muy distintos tipos de madera muerta. El hongo coliflor (Sparassis crispa) es una especie comestible que puede hallarse en pinares. Stereum hirsutum es un hongo asociado a madera muerta de encinas y pinos. Imagen cedida por Gabriel Moreno w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A LOS ASOMBROSOS GASTEROMICETOS Dentro de los gasteromicetos incluimos a hongos que no están emparentados entre sí, aunque presentan un desarrollo similar (angiocárpico) de sus cuerpos fructíferos. Las esporas no se liberan por sí mismas, como en las setas, sino que deben buscar otros mecanismos de dispersión. De este modo, la evolución ha producido especies cuyo aspecto nos maravilla. Aquí presentamos algunos ejemplos. Gyrophragmium dunalii es un hongo emparentado con los champiñones, bien adaptado a la aridez de las dunas costeras. Lycoperdon perlatum es uno de los cuescos o pedos de lobo más frecuentes en nuestros bosques. Es comestible cuando aún está inmaduro. Los falos hediondos (ej.: Phallus duplicatus) son comestibles de jóvenes, en fase de “huevo”. En cambio, al madurar, la gleba verdosa exhala un olor nauseabundo para atraer a las moscas que dispersarán las esporas. Al igual que los falos hediondos, Clathrus ruber se vale de las moscas para dispersar las esporas. Imagen cedida por Enrique López Carrique El exoperidio de Astraeus hygrometricus se abre en estrella cuando la humedad ambiental es alta. Este hongo forma micorrizas con árboles jóvenes. Crucibulum laeve es un hongo nido muy frecuente en madera, excrementos de vacuno, etc. La gleba está dividida en peridiolos, que recuerdan a diminutas lentejas. Se dispersan al ser golpeados por las gotas de lluvia. El puño del muerto (Pisolithus arrhizus) es una especie utilísima, ya que forma micorrizas con árboles jóvenes. También se ha usado como colorante. La gleba está compartimentada en pequeños alvéolos. Boca o estoma Gleba (esporas +capilicio) Peridio Subgleba Pie La patata de tierra (Rhizopogon spp.) puede encontrarse sobre el suelo o semienterrada. Recuerda a las verdaderas trufas, aunque está emparentada con los boletos. Sección de un basidiocarpo de pedo de lobo (Lycoperdon perlatum). La parte fértil se denomina gleba, y contiene las esporas junto a unas hifas estériles, el capilicio. El basidiocarpo está rodeado por una pared, el peridio. Una parte de “tejido” estéril, la subgleba, puede formar un falso pie más o menos largo. Al madurar, en muchos gasteromicetos se abre un orificio (boca o estoma) que permite la salida de las esporas. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s L A FA S C I N A C I Ó N D E L A S S E TA S H ON GO S D E AL MER Í A NO TODOS LOS HONGOS FORMAN SETAS En ocasiones, encontramos en el campo especies de extrañas formas y colores, bien distintas a la típica seta con pie y sombrerillo. Mostraremos aquí algunos ejemplos destacados. Los mohos del fango (mixomicetos) no son verdaderos hongos, sino parientes de las amebas. Su cuerpo es un plasmodio: una masa informe que repta por los recovecos húmedos del suelo y la vegetación, alimentándose de bacterias y levaduras. Es como si un trozo de gelatina hubiera cobrado vida… Tarde o temprano, los mohos del fango (ej.: Leocarpus fragilis) se detienen y forman cuerpos reproductores repletos de esporas. Las fructificaciones (etalios) de Lycogala epidendrum recuerdan a pequeños cuescos de lobo. La oreja de Judas (Auricularia aurícula-judae) es un hongo gelatinoso comestible, bastante apreciado en la cocina oriental. Hay hongos basidiomicetos, como Tremella mesenterica, cuyos cuerpos fructíferos son gelatinosos. Cuando hay humedad se hinchan y liberan esporas, mientras que en condiciones de sequía encogen y se convierten en pequeñas masas quebradizas. Muchos de estos hongos aparecen sobre madera. Algunos hongos gelatinosos, como Calocera cornea, recuerdan a cuernecillos de color amarillo vivo. La mayoría de ascomicetos forman cuerpos fructíferos minúsculos, que nos pasan desapercibidos. Sin embargo, un grupo, los discomicetos, producen sus esporas en apotecios, unas estructuras con forma de plato o copa que pueden ser bastante llamativas. En la imagen aparece uno de estos hongos frecuente en las dunas almerienses: Peziza ammophila. Las colmenillas (Morchella spp.) son consideradas un manjar exquisito. Se suelen comercializar desecadas. Resultan inconfundibles sus apotecios con pie y la parte fértil dividida en celdillas. w w w. i e a l m e r i e n s e s . e s Las trufas son ascomicetos cuyos apotecios han evolucionado hasta enterrarse en el suelo. Para atraer a los animales que las dispersan, exhalan deliciosos aromas. Por eso son tan apreciadas en la alta cocina, especialmente la trufa negra (Tuber nigrum).