Porque te haz alejado de nosotros - Toda la Escritura es inspirada

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Tema general: “Renueva nuestros días como al principio” Lamentaciones 5:21
Porque te has alejado
de nosotros
Lamentaciones 5:20
Introducción.
xiste un poema muy bonito y reflexivo acerca del padre que todo debemos de escuchar. El
titulo del poema es: “Mi Padre según pasan los años” y comienza de esta manera: “Cuando
yo tenía…
4 años: Mi papa puede hacer de todo.
5 años: Mi papá sabe un montón.
6 años: Mi papá es más inteligente que el tuyo.
8 años: Mi papá no sabe exactamente todo.
10 años: En la época en que mi papá creció, las cosas seguramente eran distintas.
12 años: Oh, bueno, claro, mi padre no sabe nada de eso. Es demasiado viejo para recordar su infancia.
14 años: No le hagas caso a mi viejo. ¡Es tan anticuado!
21 años: ¿Él? Por favor, está fuera de onda, sin recuperación posible.
25 años: Papá sabe un poco de eso, pero no puede ser de otra manera, puesto que ya tiene sus años.
30 años: No voy a hacer nada hasta no hablar con papá.
40 años: Me pregunto cómo habría manejado esto papá. Era inteligente y tenía un mundo de
experiencia.
50 años: Daría cualquier cosa por que papá estuviera aquí para poder hablar esto con él. Lástima que
no valoré lo inteligente que era. Podría haber aprendido mucho de él” Ann Landers
E
Hay un dicho popular que dice que: “Nadie sabe lo que tiene sino hasta que lo ve perdido” Una de las
razones del porque Jeremías dice “Renueva nuestros días como al principio” es porque su Padre
Dios ya no estaba entre ellos. Y no porque se hubiera muerto, sino porque Dios se había Alejado de
ellos porque ellos se alejaron primero de Dios. Y ahora que lo querían y necesitaban Dios ya no
estaba. Así que Jeremías dice con razón: “Renueva nuestros días como al principio” Porque te has
alejado de nosotros.
I) La clase de personas de las que Dios se aleja.
A. De quienes no le son leales.
Quizás muchos conozcamos la historia de Sansón, un hombre que fue consagrado al Señor al
nacer con el voto del nazareato. (Jueces 13:4-5) El voto del nazareato consistía en: 1. No comer
cosa inmunda. 2. No beber nada del fruto de la vid. 3 No cortarse el cabello. Su consagración y
lealtad al Señor debería ser total. Su gran fuerza no residía en su cabellera, sino en guardar su
voto y su cabello largo era una señal de ello. Pero el Sansón que con su enorme fuerza mato un
león (Jueces 14:6), que con su enorme fuerza mato a 30 filisteos para tomar sus mantos (jueces
14:19), que con su enorme fuerza cazo a 300 zorras (Jueces 15:4), que con fu enorme fuerza
mato a 1000 soldados filisteos con una quijada de asno (jueces 15:15), que con su enorme
fuerza cargo en sus hombros las dos puertas de la ciudad con sus muros (Jueces 16:3), cayo por
los caprichos de una mujer vendida, ambiciosa y traicionera. Pudieron más unos ojos bonitos
que su lealtad a Dios. Pues le declaro en que consistía su gran fuerza a pesar de las 3
evidencias de su traición. ¿Y cuál fue la consecuencia? “Y ella hizo que él se durmiese sobre
sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella
comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. 20 Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos
sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me
escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él”. (Jueces 16:19-20) Dios
había tolerado durante mucho tiempo la insensatez de Sansón, pero cuando quebrantó del todo
su voto, el Señor le retiró su bendición y protección. Existe una pregunta proverbial tienen los
franceses cuando un hombre se echa a perder, la pregunta es: “¿Quién fue la mujer?”
Dios no se aleja del hombre porque quiera hacerlo, sino por el mismo hombre le da la espalda.
Es el mismo hombre quien provoca a Dios que se retire de ellos. El mismo hombre se deja
tentar pensando que el no va a caer, que a el no le va a pasar, que es lo suficiente maduro como
para caer y finalmente cae en el pecado faltándole a Dios. Siendo desleal a su voluntad.
Hermano, amigo no vale la pena por nada ni por nadie faltarle a Dios.
B. De quienes no le son obedientes.
Había un hombre que era alto, fuerte y bien parecido y que además era rey, su nombre: Saúl.
Saúl era del tipo de gente que pecaba deliberadamente y siempre se excusaba o le echaba la
culpa a los demás. En una ocasión Dios lo envío a la guerra contra Amalec diciéndole que
destruyera a Amalec y a todo su reino y que no tomara cautivos ni nada de el. (1 Samuel 15:89) Pero como era típico de el trajo cautivos y mucho de su ganado. Y cuando lo confronta el
profeta Samuel le dice: “yo he cumplido la palabra de Jehová” (1 Samuel 15:13)
¿Realmente lo había hecho? No. ¿Realmente había cumplido con Dios? No.
Hay muchas personas hoy día como Saúl, que piensan que con hacer una parte de lo que Dios
dice, ya cumplieron con Dios. Piensan que porque cumplen parcialmente la palabra de Dios ya
la hicieron. Por ejemplo, algunos: “Yo no voy a la iglesia hermano, pero no le hago mal a
nadie” otros dice, “Yo no leo la Biblia hermano, pero ayudo en lo que puedo a la iglesia” Ellos
piensan que ya están cumpliendo con Dios por hacer ciertas cosas buenas. Sin embargo, nadie
tiene la autorización de cambiar lo que Dios ha dicho. Nadie puede pretender servir a Dios a su
manera. Dios ha dicho algo en su palabra y uno tiene que respetar su voluntad. Puesto que Saúl
no lo hizo la Biblia dice: “El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un
espíritu malo de parte de Jehová”. (1 Samuel 16:14) El Espíritu de Dios de aparto de Saúl
porque Saúl se rebeló contra su dirección y deliberadamente rehuyó su influencia. Dios se
aparta de los desobedientes por que son desobedientes. El profeta Oseas dijo esto: “Mi pueblo
fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo
te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de
tus hijos” (Oseas 4:6) Dios no se aleja porque quiere hacer, sino porque tu lo dejas primero.
C. De quienes persisten en pecar.
Cuando el hombre reusa darle la gloria a Dios y en vez de eso quieren vivir como ellos quieren.
A pesar de los múltiples llamados de Dios. Dios los deja. Esto dice Pablo que paso en
Romanos 1:18-24 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le
dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue
entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del
Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de
cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en
las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos…” La palabra “entrego” significa, Dejar, abandonar, renunciar a ellos. Aparece
también en los versos 26,28 Es como si Dios dijera: “¿Quieres seguir haciendo solamente el
mal? Yo te dejo para que le sigas”. Dios no los dejo porque quisiera hacerlo, sino que ellos no
quisieron la guía de Dios. “Es como un marinero que en un acto de locura arrojara al mar su
brújula, perdiendo así el rumbo correcto. A partir de allí le puede ocurrir cualquier desgracia,
pero no porque la brújula hubiera dejado de funcionar, sino porque el hombre la arrojó por la
borda lejos de su alcance, así ya no tiene quien lo oriente” Eso es lo que hace el hombre y por
esa razón Dios se aleja de el.
II) Las razones por las que Dios se aleja.
A. Por la dureza del corazón.
Dios a través del salmista dijo: “Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos”. (Salmos 81:12) Su servidor estuvo trabajando primero
por algún tiempo en la prisión en el área de los hombres, luego pensé ir a predicar también en
el área de las mujeres, quizás por ser mujeres serian mas sensibles a la palabra de Dios. Pero
cual fue mi sorpresa que, el mismo corazón endurecido que encontré en el área de los hombres,
lo encontré también en el área de las mujeres. Me di cuanta que un corazón duro lo puede tener
un hombre como una mujer. Un corazón duro es insensible a la palabra de Dios. Cierra sus
puestas a lo bueno de Dios. Ahoga la fe. La dureza del corazón es un acto del ser humano y es
motivado normalmente por el orgullo. Un corazón duro es malo porque:
1. Un corazón duro quiere tener muchas mujeres en lugar de una.
Jesús dijo a los fariseos “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar
a vuestras mujeres; mas al principio no fue así”. (Mateo 19:8)
2. Un corazón duro pone de excusa su religión para no hacer un bien a su prójimo.
“Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o
quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo,
entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la
extendió, y la mano le fue restaurada sana”. (Marcos 3:4-5)
3. Un corazón duro no permite creer.
“Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les
reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le
habían visto resucitado”. (Marcos 16:14)
4. Un corazón duro siempre resiste a la Palabra de Dios.
“¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al
Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros” (Hechos 7:51)
5. Un corazón duro acumula ira de Dios para si.
“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para
el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios…” (Romanos 2:5)
4. Un corazón duro nos mantiene lejos de la presencia de Dios.
“teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia
que en ellos hay, por la dureza de su corazón…” (Efesios 4:18)
Como vemos, tener un corazón duro es muy malo y eso hace que Dios se aleje de nosotros.
Porque nosotros decidimos no darle cabida a el en nuestro corazón. Dios no puede estar
con la gente que es insensible a su voz.
B. Por no tener temor de Dios.
“Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová…”
(Proverbios 1:28) El temor de Dios es como el ABC. Todos necesitamos el ABC en todas las
cosas. Es decir, el principio, lo esencial, lo importante en la vida. El temor de Dios es eso. “El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Proverbios 1:7) Tener temor de Dios es
reconocer su grandeza, poder, santidad y por eso merece respeto, honor y reverencia. Cuando
no hay temor de Dios no hay respeto, honor ni reverencia hacia Dios. Este tipo de actitudes no
pueden ser aceptadas por Dios. Y quien no este dispuesto a cambiarlas no espere que Dios este
con el.
Cuanto las cosas han cambiado, antes la mención de las cosas de Dios era consideradas como
sagradas. Pero ahora lo son de escarnio, de burla. Tomar el nombre de Dios en vano, la
blasfemia, promesas no cumplidas son faltas de respeto a Dios. Son evidencias de no tener
temor de Dios. Cuando no hay temor de Dios no hay respeto a los padres, a los maestros, a las
autoridades etc. Dios esta lejos de ellos ciertamente porque han dejado el camino recto.
C. Porque ellos mismos lo quisieron.
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las
alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta”. (Mateo 23:37-38)
Alguien hablo que la diferencia entre un cordero y un cerdo diciendo: “Cuando un cordero cae
en un hoyo de fango, emite un balido y trata de salir. Cuando cae un cerdo, se queda allí
revolcándose” Hay personas que Dios quiere ayudar de una u otra manera, pero como el agua
se escurren entre sus manos. A veces las mismas personas no quieren salir de donde están.
Quieren seguir en el lodo. Solo piense cuantas veces Dios lo ha querido ayudar a través de
una predicación, a través de una invitación a la iglesia, a través de un estudio bíblico, a través
de una oración etc. Y usted ha dicho: “No. Esas cosas no van conmigo”. “No tengo tiempo”. Es
usted quien se ha zafado de los brazos del Señor. ¿Qué se puede hacer en estos casos si usted
no quiere nada con Dios? Nada.
III) Los propósitos por los que Dios se aleja. ¿Para que Dios se aleja?
A. Para que usted aprenda una lección.
En el capitulo 13 y 14 de Números Moisés había mandado a 12 israelitas a reconocer la tierra
de Canaán, los cuales 10 de ellos regresaron pesimistas y derrotados. Diciendo: “es tierra que
traga a sus moradores, no podremos pasar allá” (Números 13:32) Y solo 2 de ellos decían:
“Si podemos”. Pero la mayoría pudo más que la minoría y empezaron a desanimar al resto del
pueblo, cerca de 3 millones de gentes. Moisés y Aaron les animaban pero hasta los querían
apedrear y querían poner otro líder para regresarse a Egipto. Cuando vieron que Dios había
mandado plaga a los 10 pesimistas y que habían muerto, entonces si querían hacer lo que Dios
mandado. Ahora si querían entrar a la tierra prometida.
Ellos querían como muchos hoy día, hacer la voluntad de Dios cuando ellos querían y como
ellos querían. “Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto
tampoco os saldrá bien. 42 No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no
seáis heridos delante de vuestros enemigos. 43 Porque el amalecita y el cananeo están allí
delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a
Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros. (Números 14:41-43) Quien rechaza ser
guiado en su vida por Dios, quien rechaza obedecer el mandamiento del Señor. Nada le saldrá
bien y fácilmente será derrotado. La lección que usted y yo tenemos que aprender es: “que
separados del Señor nada podéis hacer”. (Juan 15:5) Quizás hacer lo que Dios pide nos
pueda parecer como enfrentarnos a gigantes, algo que esta fuera de nuestras posibilidades y
quizás nos sintamos como langostas, chiquitos. Pero si Dios nos dice que si podemos no
debemos dudar, sino obedecer. Cuando Dios lo dice y como Dios lo dice y a la hora que Dios
lo dice. Hoy Dios le esta diciendo que si puede entrar al cielo prometido para usted. Solo tiene
que obedecer lo que Dios le dice.
B. Para que usted se arrepienta.
Fíjese lo que dice Pablo a los corintios: 2 Corintios 7:8-10 El apóstol Pablo hace referencia a la
primera de corintios en la cual les amonesto o como diríamos le jalo las orejas para que se
arrepintieran. Dios nos amonesta, nos disciplina pero para que nosotros nos arrepintamos
porque Dios no quiere que nadie se pierda. A veces la gente necesita muchas jaladas de orejas
para que pueda entender. No es que Dios te odie, sino que quiere que entiendas y te
arrepientas.
Hay una historia donde un jovencito con su madre estaba en un culto de la iglesia y observando
a los allí iban, el jovencito dijo a su madre: -Madre, don Fulano de Tal, esta buscando la paz
con Dios; pero no la encontrara esta noche. Y pregunto la madre: -¿Porque dices eso, hijo?Porque solo tiene doblada una rodilla, madre; y no hallara la paz mientras no doble las dos. Ese
jovencito sabía lo que es arrepentimiento, que no se puede conseguir la paz con Dios en el
corazón mientras no halla arrepentimiento sincero.
C. Para que usted se vuelva a el.
Santiago dijo: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros…” (Santiago 4:8) “acercaos”
sugiere un acto una vez y por todas, y se refiere a un definitivo acto decisivo en que uno pone
al pecado y a Satanás a un lado, y se acerca a Dios. Lo mismo se le dijo a Aza y a Judá.
“Jehová estará con vosotros, si vosotros estáis con él; y si le buscáis, será hallado de
vosotros; mas si le dejáis, él también os dejará” (2 Crónicas 15:2). Dios esta dispuesto y
listo para que se de este encuentro entre usted y el. Dios solo espera tu decisión. Pero al
acercarnos ha Dios tenemos que hacer una cosa: purificarnos. “Pecadores, limpiad las
manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. Las jaladas de
orejas que Dios le da a usted tienen un propósito todavía mas sublime y especial: Que usted
pueda estar un día en gloria con el. La Biblia dice: “No entrará en ella (En la ciudad celestial)
ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero. (Apocalipsis 21:27) Los sucios no entraran en el
cielo. Necesitamos ser purificados primero para poder entrar. A veces dolerá la purificación
pero es necesaria. El único detergente purificador es la sangre de Cristo, que nos puede limpiar
de todo pecado. Ananias le dijo a Saulo: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y
bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”. (Hechos 22:16) “y de Jesucristo el
testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que
nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5)
Conclusión
Ya hemos visto de quien Dios se aleja, porque Dios se aleja y para que Dios se aleja. Pero el
alejamiento de Dios no es porque el quiera, sino porque uno mismo no le hace caso. Uno
mismo lo hace aun lado. Dios desea lo mejor para ti y para mi y uno tiene que creerlo. No solo
para esta vida sino también para la que viene. Por esa razón el profeta Isaías dice: “Buscad a
Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7 Deje el impío
su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de
él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 53:6-7)
Ahorita hay tiempo. Ahora Dios esta entre nosotros. Ahora Dios esta dispuesto a perdonar. Así
que le invitamos a que lo haga y no deje pasar más tiempo. Que Dios le bendiga.
Juan Ramón Chávez Torres
E-mail: [email protected]
http://chaveztorres.wordpress.com/
Apartado Postal 681. H. Matamoros Tam.
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