LA NUEVA JUSTICIA PENAL Y LAS FAENAS MINERAS. Por la prensa nos hemos enterado que Codelco a raíz del derrumbe de una pared subterránea en Chuquicamata, al parecer estaría enfrentando un complejo panorama al momento de liquidarse el siniestro en la interpretación y aplicación de alguna de las cláusulas del contrato de seguro por las pérdidas avaluadas en más de US$ 400 millones. Es más, Codelco habría contratado a profesionales expertos en estos temas para asumir la defensa de sus intereses desde el inicio del trabajo de liquidación de ese siniestro. Es decir, estarían actuando profesionalmente en materias civiles, comerciales y en especial, en temas de seguros para abordar este problema. Ahora bien, esa diligencia e inteligencia al enfrentar ese problema, debiera también ser tomado como ejemplo a la luz de la Nueva Justicia Penal. En efecto, la Reforma Procesal Penal que ya rige en todo Chile como modelo de enjuiciamiento criminal propio de un Estado Democrático de Derecho, caracterizada por la adversarialidad, la oralidad y la transparencia, sí produce consecuencias legales en los esquemas de trabajo de todos los operadores del mercado minero, pero no solamente después de acontecido el accidente con heridos graves o muertos como habitualmente se ha creído hasta el día de hoy, sino que además, durante sus actividades propias de su giro económico. Así es, esta nueva Justicia Penal cuyos tiempos judiciales, clases de acciones, tipos de procedimientos aplicables, características de los operadores que participan en este nuevo sistema, los alcances legales de dichas decisiones en aspectos patrimoniales respecto de las partes afectadas que en él intervienen y los terceros como empresas, aún cuando no intervengan en esas audiencias porque la ley no las autoriza a comparecer, sea en calidad de mandantes, contratistas o subcontratistas responsables de la creación del riesgo dentro de la actividad que desarrollan, exige adoptar medidas de 1 seguridad y protección suficientes que demuestren que siempre se actuó de manera profesional y diligente. Por otra parte, esta reforma también incide en los tipos de coberturas de los Seguros de Responsabilidad Civil en su más variados tipos, donde se deben incluir necesariamente entre otros aspectos, los daños morales, la defensa penal, los honorarios profesionales de los abogados, los recursos y costos de preparar toda la prueba de descargo, evaluación de las opciones de salidas alternativas u otras que los operadores de este modelo tienen a su alcance a fin de anticiparse a alguna forma de sentencia penal condenatoria. Más aún, todo esto, debe estar asociado tanto con el trabajo de los Liquidadores de Seguros para determinar la cobertura y el monto del siniestro reclamado, como con la labor de los Corredores de Seguros que intermedian las pólizas entre asegurados y aseguradores o reaseguradores según sea el caso para minimizar los riesgos patrimoniales. Asimismo, este sistema también incide en una política de formación, capacitación y entrenamiento de los ejecutivos encargados de la adopción y control de las medidas de seguridad, como en la dirección y ejecución de las faenas en cuanto a los derechos y deberes que tienen como cualquier ciudadano en orden a que hacer desde un primer momento ante un eventual accidente minero que origine una investigación penal. Esta influencia también opera en la adopción de estrategias legales en la conducción y dirección de la defensa no sólo en materias de indemnización de perjuicios sino que además, en el área penal como un instrumento legal para una buena teoría del caso a fin de proteger de manera integral los intereses de los operadores mineros a objeto de cerrar legalmente una investigación abierta donde está en juego la responsabilidad penal personal de los ejecutivos. En igual plano de ideas, resulta relevante ponderar la intervención del Sernageomín como policía minera en la 2 obtención de evidencia probatoria dentro de sus atribuciones y competencias en coordinación con los Fiscales del Ministerio Público que investigan un accidente minero. Mismo criterio que también debe ser empleado de manera directa e inmediata por los operadores mineros para obtener y producir evidencia de descargo antes de que se altere el sitio del suceso donde ocurrió el accidente En esta última situación por lo tanto, es muy importante también conocer los derechos que el nuevo proceso penal otorga a todas las personas objeto de una investigación penal y por cierto, exigir que se respete por ejemplo el derecho a guardar silencio para no autoincriminarse, o bien, antes de declarar ante el fiscal o la policía, hablar con el abogado o simplemente, exigir que al momento de declarar, el abogado que lo va a defender esté presente junto a él. En suma, situaciones concretas que hay que abordar siempre durante la planificación y desarrollo de la actividad minera y no sólo de manera reactiva después de ocurrido el accidente. En todo caso, por ahora, lo básico es saber que hay derechos que se pueden ejercer y que por cierto, hay que ejercerlos no renunciando de manera anticipada a ellos, sea por ignorancia, temor o derechamente, por creer que actuando así, uno va a quedar mal con los investigadores. En definitiva, la Nueva Justicia Penal ha modificado los esquemas de trabajo de todos los sectores económicos del país lo que exige una profesionalización y mejor administración y gestión de los recursos, tanto de modo preventivo, como de manera reactiva ante la ocurrencia de algún accidente minero y por ello, que lo que estamos viendo por parte de Codelco en relación a un siniestro que le afecta y que al parecer, sería el mayor en la industria e historia del seguro en Chile que incluso superaría aquel referido a la falla del molino de Collahuasi, nos sirva de ejemplo de cómo se debe enfrentar profesionalmente una contingencia penal. 3 Kléber Monlezun Cunliffe. Abogado. www.lmoabogados.cl www.djp.cl 4