Al·locució del director general amb motiu del 50 aniversari d`ESADE

Al·locució del director general
amb motiu del 50 aniversari d’ESADE
Excel·lentíssim Alcalde de Barcelona,
President del Patronat de la Fundació ESADE,
Degà de la Facultat de Dret d’ESADE,
President del Claustre del Professorat d’ESADE,
Professorat, antics alumnes, alumnat, amigues i amics,
Cinquanta anys són una fita per a les organitzacions: un moment per mirar cap al passat però,
sobretot, per projectar-nos en el futur. És un moment per posar en valor no un aniversari –encara que
també–, sinó la dimensió temporal, la història compartida, la realitat dels projectes i els anhels, l’esperit
d’una comunitat, el sentit de la nostra tasca...
El primer que cal reconèixer és que 50 anys –aquests 50 anys– han vist néixer i morir moltíssimes
organitzacions, empreses privades… La curiositat acadèmica i l’interès social ens porten a preguntarnos quin és el “secret” que fa que unes empreses o institucions continuïn i d’altres no.
Per respondre a aquestes preguntes, pel que fa al sector privat tenim una primera aproximació molt
interessant: el conegut estudi de Jerry I. Porras i Jim Collins (*) Built to Last (2002) [Fetes per durar],
que ens en dóna algunes claus.
Permeteu-me que us faciliti algunes dades d’aquest estudi:
El conegut professor de Stanford i el seu col·lega inicien la recerca amb la finalitat d’identificar els
factors que permeten que les empreses duguin a terme la seva activitat durant molt de temps (més de
100 anys!) i que tinguin un èxit significatiu.
Per fer-ho, prenen una mostra d’empreses que tenen aquestes dues característiques (més de 100
anys d’antiguitat i un èxit significativament superior al dels seus competidors).
Entre les empreses seleccionades, hi ha 3M, AmEx, Boeing, Citicorp, Ford, GE, Hewlett Packard, IBM,
J&J…
Dins el grup de control, se seleccionen empreses directament competidores com ara Norton, Wells
Fargo, McDonnell Douglas, Chase Manhattan, GM, Westinghouse, Texas Instruments…
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La diferència d’“èxit”, mesurat en resultats financers, és:
Mitjana del mercat:
1 $ invertit el 1926, que avui s’ha convertit en 415 $
Grup de control:
1 $ invertit el 1926, que avui s’ha convertit en 955 $
Mostra de referència seleccionada:
1 $ invertit el 1926, que avui s’ha convertit en 6.356 $
(Posteriorment, es va fer el mateix estudi a Europa, i se’n van obtenir uns resultats semblants.)
Quina és la causa que explica aquesta llarga vida i “l’èxit”? Quines conclusions treuen Porras i Collin
de l’estudi de la mostra?
Totes les empreses que han durat més de 100 anys, i han obtingut uns resultats molt superiors als
dels seus col·legues o competidors, comparteixen dues característiques clau:
a)
En primer lloc, una “ideologia” forta, definida (identitat i valors) i amb incidència en la seva activitat:
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davant de dilemes difícils, els costa sacrificar aquests valors, i rarament ho fan;
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tenen un fort sentit de “propòsit”, de raó de ser, més enllà de la maximització dels beneficis.
Es tracta de cultures fortes que ho impregnen tot: des dels discursos fins als criteris en què es
basa la promoció de les persones en el si de l’empresa.
b)
En segon lloc, i juntament amb aquesta ideologia, tenen al seu ADN una “passió pel canvi”: per
aprendre, per experimentar, per assumir riscos. (Han desenvolupat una habilitat important per fixar
objectius –reptadors, però possibles.)
Aquesta combinació de factors (identitat i valors, i passió pel canvi) fa gairebé vuit anys la va voler
resumir l’equip actual de la Direcció d’ESADE amb l’expressió “canvi i continuïtat”, per definir el nostre
pla, encaminat a fer d’ESADE una institució de referència en el seu sector, a fer d’ESADE una
institució fidel a la seva raó de ser.
ESADE ja té 50 anys i espera, com a mínim, complir-ne 50 més. Així, doncs, les preguntes rellevants
que cal fer-se en aquest punt són:
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Com anem d’“identitat i valors” reals, viscuts (core ideology)?
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Com anem de “passió pel canvi"?
Vayamos a la primera cuestión: identidad y valores (core identity).
En el curso 1957-1958, un conjunto de empresarios barceloneses y la Compañía de Jesús crean
ESADE. Lo hacen en un entorno económico muy difícil, de fallo radical de la política autárquica del
franquismo, con un enorme coste económico y social.
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¿Qué impronta le dieron sus fundadores, jesuitas y empresarios? No es fácil una contestación
resumida y rigurosa. Permítanme una aproximación.
La impronta de los empresarios se ha concretado en la creación de una institución caracterizada:
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por la innovación y su espíritu emprendedor;
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por su compromiso con los empresarios (y, en general, con las organizaciones), en su necesidad
de modernizarse (e internacionalizarse),
y comprometida en la mejora y la transformación de la sociedad (algo que va más allá de lo que hoy
denominamos responsabilidad social, pero que la incluye necesariamente).
A su vez, la importante aportación de la Compañía de Jesús se percibe:
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en una formación de alta calidad, que busca al mismo tiempo el desarrollo humano y la
sensibilidad social de todos los participantes en nuestros programas;
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una antropología, una concepción de la persona cuyas raíces están en el humanismo europeo en
general, y específicamente en el cristianismo.
En resumen, unos valores y una identidad comprometidos con:
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la innovación y el espíritu emprendedor;
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la modernización (internacionalización) de las empresas;
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una visión de la sociedad capaz de integrar el progreso económico, la calidad ambiental y la
justicia social;
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una formación global holística, exigente y de muy alta calidad, y
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los valores del humanismo cristiano.
Creo que podemos afirmar que, en una parte importante, éstos son y siguen siendo hoy, actualizados
y profundizados, los rasgos de ESADE.
Permitirme ahondar en estos cinco rasgos de nuestra identidad:
Sobre el espíritu emprendedor y la innovación
El compromiso de ESADE con la iniciativa emprendedora ha estado presente desde la fundación de la
escuela de negocios. En los años sesenta, los profesores Jaume Iglesias, Santiago París y Pere Rifà
introdujeron, por primera vez en los estudios de ADE en España, los “proyectos de creación de
empresas”. La voluntad de ESADE de transformar la sociedad “creando” empresarios capaces de
poner en marcha modelos de negocio innovadores y sostenibles resulta evidente hoy en los más de
500 alumnos que cada año siguen los estudios de entrepreneurship y desarrollan más de 150
proyectos empresariales. Un buen número de estos proyectos acaban convirtiéndose en realidades
empresariales.
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Está en nuestros genes este compromiso con la innovación y el espíritu emprendedor, que
entendemos como un verdadero componente del capital y de la riqueza social de los países.
Sobre la modernización y la internacionalización de las empresas
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ESADE ha acompañado a lo largo de estos 50 años a las empresas en su trayectoria desde la
autarquía hasta una de las economías más abiertas y globalizadas. Nosotros mismos lo hemos
vivido a lo largo de nuestra historia: la creación de la CEMS (en la que el doctor Pugès tuvo un
papel determinante), el Programa MIM, los primeros intercambios…
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En la actualidad, en nuestro Claustro conviven cerca de 20 nacionalidades distintas; más del 70 %
de los participantes de los programas Full Time MBA, Doctorado y MSc (masters Bolonia) son
extranjeros, procedentes de Europa, Asia, América y África; contamos con una extensísima red de
partenariado, tanto en Derecho como en Management; tenemos acuerdos privilegiados con
HEC/GT este mismo año, programas conjuntos con Oxford, Stanford… y un buen número de otras
escuelas. Ésta en nuestra médula ósea: la modernización y la internacionalización.
Sobre la responsabilidad social de la empresa
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ESADE siempre ha destacado la importancia de entender la contribución de la empresa en la
sociedad teniendo en cuenta todas las dimensiones de dicha contribución, y no solo la económica.
Y siempre ha pretendido que la formación directiva no eclipsara algo que todo directivo, en tanto
que ciudadano, debe incorporar también a su perfil: el compromiso cívico y la preocupación social.
De ahí que estos temas, con nombres diversos según las épocas, hayan estado siempre
presentes en los planes de estudios de los diversos programas. Y procedemos de forma análoga
en el ámbito del Derecho.
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En la actualidad, el “boom” de la RSE que se ha producido en los últimos años ha confirmado, en
parte, una visión de la empresa con la que siempre hemos estado comprometidos. De ahí nuestra
actual implicación en proyectos internacionales como EABIS, SEKN y otros; nuestra posición en el
ranking de Beyond Grey Pinstripes; la creación del Instituto Persona, Empresa y Sociedad (IPES)
y su refundación y ampliación en el Instituto de Innovación Social (IIS). Pero nuestra historia nos
obliga hoy a ser cautos y a saber discernir con cuidado, para evitar que predominen algunas
versiones de la RSE raquíticas o, simplemente, oportunistas. De ahí que nuestra apuesta por la
RSE hoy sólo tenga sentido si no se limita o reduce a la RSE. Es preciso que no desvinculemos la
RSE de otras cuestiones más amplias, como el pensamiento geopolítico, la filosofía social, la ética
empresarial o el desarrollo de la calidad humana. Por ello, hemos creado la Cátedra Liderazgos y
Gobernanza Democrática y el Programa Vicens Vives, y participamos, desde su fundación, en la
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red SPES sobre management y espiritualidad, así como en la reflexión que están realizando sobre
esta cuestión los centros vinculados a la Compañía de Jesús.
Sobre el tipo de propuesta formativa
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El 10 de mayo de este año, el P. Kolvenbach, general de los jesuitas, en una alocución ante el
Consejo Directivo de la Universidad de Georgetown, en la Universidad Gregoriana de Roma,
manifestó: «La finalidad práctica de la universidad, la utilitas, a veces amenaza con anegar todo lo
demás. Concentrarse exclusivamente en los elementos pragmáticos de la educación, sólo en el
avance económico, simplemente en el progreso científico y tecnológico, exclusivamente en
intereses empresariales, puede fácilmente reducir el fin práctico de una universidad a una
estrecha perspectiva, que convierte las otras metas de la vida universitaria en meras
abstracciones. Una universidad jesuita será eminentemente práctica cuando siga insistiendo en
una formación integral y en un enfoque holístico de la educación…» En resumidas cuentas: no
podemos formar a excelentes profesionales que sean incultos o analfabetos en humanidad. (J. J.
Busto)
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En otra conferencia titulada “El servicio de la fe y la promoción de la justicia en la educación
universitaria de la Compañía de Jesús de Estados Unidos”, el P. Kolvenbach añadía: «Los
estudiantes, a lo largo de su formación, tienen que dejar entrar en sus vidas la realidad
perturbadora de este mundo, de tal manera que aprendan a sentirlo, a pensarlo críticamente, a
responder a sus sufrimientos y a comprometerse con él de forma constructiva. Tendrían que
aprender a percibir, pensar, juzgar, elegir y actuar a favor de los derechos de los demás,
especialmente de los menos aventajados y de los oprimidos.»
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Como ya he dicho, los nuevos retos y nuestro compromiso con la excelencia no permiten que la
propuesta formativa quede reducida a las prácticas de gestión o al buen ejercicio del Derecho. Es
por ello que nuestra formación siempre ha incluido la preocupación y la sensibilidad sociales,
aunque hasta el momento lo habíamos transmitido básicamente por la vía del conocimiento. Ésta
ha sido una opción a la vez decidida y respetuosa. El reto que ahora se plantea es la necesidad
de trabajar –manteniendo lo anterior– la vía de las motivaciones, la sensibilidad y la calidad
humanas. Esto es la “nueva frontera” de la educación, de la formación en Management y en
Derecho, en la que ya hemos empezado a dar los primeros pasos, pero donde todavía nos queda
mucho camino por recorrer. Y este camino debemos seguirlo también con la máxima decisión y el
máximo respeto.
Sobre los valores propios de humanismo cristiano
Sin duda, en el modelo pedagógico propuesto, hay una antropología subyacente. Se trata de una
manera de entender a la persona en la que «la autorrealización, por sí misma, no puede situarse
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como meta. Ser persona implica dirigirse hacia algo o hacia alguien distinto de uno mismo, bien sea
para alcanzar un valor, alcanzar un sentido o encontrar a otro ser humano. Cuanto más se olvida uno
de sí mismo, más humano se vuelve y perfecciona sus capacidades. Cuanto más se afana uno en la
autorrealización, más se le escapa de las manos». Éstas no son palabras de un jesuita. Son las
reflexiones de un conocido psicoanalista austriaco de origen judío que sufrió, durante toda la Segunda
Guerra Mundial, los campos de concentración nazis (Viktor Frankl). El mismo añade, citando a
Friedrich Nietzsche (muy alejado del pensamiento de Frankl), algo muy importante en la formación de
personas: «El que tiene un porqué para vivir (para trabajar), puede soportar casi cualquier cómo.»
Permitirme un último apunte sobre los valores: todos sabéis que ESADE es un centro plural, donde
personas con visiones sociales, políticas, filosóficas y religiosas distintas comparten en pie de
igualdad un proyecto académico, a su vez abierto y en transformación. Este proyecto no es neutro
desde la perspectiva axiológica. Muchos valores ya los he citado, pero todavía cabe añadir más.
Como valores irrenunciables encontramos:
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el compromiso por la justicia social,
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la defensa de la dignidad humana,
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la vinculación indisociable entre el respeto por la persona y el respeto por las comunidades
culturales y sociales sin las cuales no existe ningún proceso de personalización,
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la apertura trabajada y cuidada en el Misterio de la vida –ESADE debe ser un lugar donde
personas creyentes y no creyentes puedan desarrollar su vida interior–, con la máxima naturalidad
y la reflexión académica sobre ello
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y, el reto más importante para ESADE: presentar y promover una visión del éxito económico,
empresarial y profesional que, para realizarse, no tenga que negar en la práctica todo lo anterior.
Sobre la pasión por el cambio, quizás las imágenes dirán más que los simples datos. Como ya sabéis
que intento que las tres lenguas oficiales estén presentes en nuestros actos institucionales, he pedido
que el vídeo lo pasen en inglés.
Passió pel canvi. Han canviat, i canviaran, els continguts i la pedagogia, les modalitats d’aprenentatge,
les relacions amb les organitzacions i les empreses, amb l’entorn i amb la competència. Ha canviat el
participant, l’alumnat jove de dret i management i els sèniors que participen en els programes
d’Executive Education. I el futur encara ens depara més canvis. Uns vindran de l’entorn i uns altres de
l’estratègia pròpia d’ESADE, dels seus eixos més marcats que continuaran sent l’aprofundiment en la
internacionalització i la important, clara, decidida, aposta per la recerca (que probablement
caracteritzarà de fortament l’ESADE dels propers quinze o vint anys). Davant nostre tenim oportunitats
i reptes com ara:
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Bolonya
Sant Cugat
Nous centres de recerca
Creapolis
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etcètera
D’aquest vídeo i de les dades que hem vist en parlar de la nostra identitat, ja es dedueix que vam viure
amb passió les possibilitats de canvi: el canvi és més aviat una oportunitat que una amenaça. Aquest
és el segon requisit que fixaven Jerry Porras i Jim Collins.
El nostre repte es crear una institució que es caracteritzi per ser un entorn vibrant intel·lectualment, on
s’aprengui, es generi coneixement i es comparteixi en una atmosfera de col·laboració i confiança, i en
què totes les persones –professorat i personal d’administració i serveis, alumnat, etc.– contribueixin a
la formació, transmetent als participants de qualsevol programa una manera de fer conscient i
compromesa amb la millora col·lectiva.
Potser m’he estès massa. En suma: forta identitat i valors, forta passió pel canvi: “canvi i continuïtat”.
Permeteu-me acabar amb dues reflexions més personals: una d’agraïment i una altra de confiança.
D’agraïment a tots els que ens han precedit:
Als fundadors,1 la Companyia de Jesús, als jesuïtes que sempre hi han estat implicats (Milà, Baruel,
Salvat, Tuñí, Travé...) i als exjesuïtes que tant han donat a ESADE i han contribuït a la missió de la
Companyia en el món universitari; als professors que han deixat petjada a les nostres aules (Antonio
Marzal, Eugenio Recio, Antoni M. Güell, Carles Comas…), que han estat centenars; al personal
d’administració i serveis (José María Palomera, Kika Buxó, Carmen Arias…), en alguns casos amb una
fidelitat institucional excepcional; als antics alumnes i als alumnes actuals; a totes les empreses i
institucions que ens han donat suport en aquests 50 anys. I un record especial als meus antecessors:
el pare Lluís Antoni Sobreroca, Mariano Ibar, Xavier Adroer, Jaume Filella, Lluís M. Pugès.
No em preocupa oblidar-me molts noms, perquè per això els hem gravat al foyer. Ha estat la feina de
tots.
Avui hauria de ser el seu dia. El dia de l’agraïment. Si avui tenim davant nostre moltíssimes
possibilitats és gràcies a ells. Aquí no ens podem quedar “curts”. Gràcies de veritat a tots. Gràcies en
nom de tots.
Com a prova de gratitud, m’atreveixo a demanar-vos un aplaudiment per tots ells. El futur d’aquest
projecte, el futur d’ESADE, és el resultat de la seva extraordinària aportació.
1
Josep I. d’Anzizu Borrell, Eduard Bertrand Coma, Josep Capmany Rabat, Joan Coma-Cros Cazes, Santiago de
Cruylles i Peretallada Bosch, Albert Folch Rusiñol, Ramon García-Nieto París, Leandro Jover Lamaña, Josep M.
Jundacella Burés, Fernando Maristany Pomar, Ramon Mas-Bagà Cros, Esteve Negra Valls, Fernando del Pozo
Querol, Antoni Pérez-Portabella, Ramon Pintó Oliveras, Ramon Raventós Espona, Joaquim Ribera Barnola,
Josep Roca Soler, José Antonio Rumeu de Delàs, Francesc Sanllehí Comerma, Francesc Torras Ferrer, Joan
Torras Serratacó, Roberto Trias Milà, Santiago Udina Martorell, Domingo Valls Taberner, Ignasi Vidal Gironella,
Joan Vidal Gironella, Josep Vila Marsans, Josep M. Vilaseca Marcet, Josep Vilumara Carreras.
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L’última paraula és de confiança. Quan veig la qualitat dels meus companys de Claustre, els de
sempre i els nous; els centenars de col·laboradors acadèmics; la nostra plantilla actual de personal
d’administració i serveis; els nostres antics alumnes… i tots els que van arribant (els nostres partners
acadèmics i la xarxa d’empreses i institucions), tinc molta confiança en aquesta institució i una gran
il·lusió per col·laborar en el projecte que representa. Desitjo, sincerament, que sigui una confiança i una
il·lusió que comparteixi tothom. Aquesta actitud ens permetrà deixar en mans dels que ens succeeixin
una ESADE millor, que continuï servint les persones i la societat des de la seva pròpia identitat i Raó
de Ser.
Moltes gràcies per la vostra atenció.
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