Solidaridad DEFENDER LOS DERECHOS SINDICALES EN MÉXICO ANTECEDENTES DE LAS REIVINDICACIONES DÍAS MUNDIALES DE ACCIÓN 14 AL 19 DE FEBRERO DE 2011 En agosto de 2010, la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte (ITF) concluyó su 42o congreso con una marcha en la Ciudad de México, en apoyo de los derechos de los trabajadores mexicanos. FOTO: Mac Urata/ITF A lo largo de las dos últimas décadas, los ingresos de los trabajadores mexicanos han perdido más de la mitad de su poder adquisitivo, y el gobierno mexicano calcula que cerca de 40 millones de personas viven en la pobreza y 25 millones, en la pobreza extrema. Bastante antes de que se firmara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994, el valor de los salarios mexicanos se estaba estancando. En la década de 1970-80, los salarios mexicanos eran del 25% de los de EE.UU. Incluso teniendo en cuenta la reducción de los salarios de EE.UU., los mexicanos equivalen ahora a un octavo y en algunos sectores a un quinceavo de ellos. Las repercusiones del TLCAN sobre los empleos mexicanos han sido devastadoras, y las más recientes promesas de empleo digno siguen sin cumplirse para los trabajadores mexicanos. En lugar de crear más puestos de trabajo y garantizar los derechos de los trabajadores, el gobierno de México se propone eliminar los sindicatos democráticos que existen, en particular los pocos que logran obtener mejores salarios y un nivel de vida más alto para sus miembros. Los trabajadores y sindicatos tienen derechos legales y sociales en México, y se supone que el Estado debe respetarlos y protegerlos. Pero, en realidad, el gobierno ha manifestado claramente que practicará la impunidad de sí mismo y de otros en el uso de la represión y la violencia para mantener bajos los salarios y negarles sus derechos a los trabajadores. 2 defender los derechos sindicales en México En los últimos cinco años ha aumentado gravemente la violación sistemática y descarada de los derechos sindicales de los trabajadores mexicanos. DERECHOS SINDICALES EN MÉXICO En los últimos cinco años ha aumentado gravemente la violación sistemática y descarada de los derechos sindicales de los trabajadores mexicanos. Son objeto de ataques los derechos de reconocimiento de los dirigentes sindicales, de negociación colectiva, de huelga y de estabilidad de empleo, todos ellos consagrados en la legislación tanto nacional como internacional. Eso está ocurriendo con la tolerancia, complicidad y, en muchos casos, acción directa del Estado mexicano a diferentes niveles de autoridad. Las acciones varían entre permitir la presencia impune de matones contratados en el lugar de trabajo y en la Junta de Conciliación y Arbitraje, hasta la presencia directa de la policía federal y de tropas que ocupan lugares de trabajo, lo mismo que resoluciones ilegales e inconstitucionales de todos los niveles de gobierno federal y estatal, con el fin de anular la libertad sindical. El gobierno mexicano se reserva la facultad de validar, mediante un mecanismo discrecional, el registro de sindicatos. Los trabajadores organizados democráticamente son forzados a permanecer a la espera indefinidamente, hasta que el Estado les reconozca legalmente la condición de sindicato. El Estado se reserva la misma facultad de reconocimiento (llamada “toma de nota”) de la directiva de un sindicato, y en consecuencia se dan casos frecuentes de interferencia gubernamental en la autonomía sindical. El gobierno apoya un sistema de sindicatos dominados por los empleadores, llamados sindicatos “de protección” para impedir que los trabajadores elijan democráticamente a sus representantes. Los trabajadores que tratan de sindicarse libremente, se exponen con frecuencia a la intimidación, violencia y represalias de sus empleadores. Los intentos de los trabajadores de convocar elecciones que establecerían su derecho de administrar convenios de negociación colectiva a través de sus auténticas organizaciones, son permanentemente obstruidos y sometidos a múltiples requisitos, mientras que los empleadores firman convenios con sindicatos controlados por las empresas, muchas veces sin que se enteren los trabajadores que abarca el convenio. Los trabajadores mexicanos no pueden ejercer libremente su derecho de huelga. Cuando tratan de obtener el permiso legal para convocar una huelga, los sindicatos se enfrentan a múltiples barreras y requisitos; una vez que comienza la huelga, las autoridades laborales se reservan el derecho de declararla inexistente porque se considera que no cumple los requisitos legales, que son interpretados en forma arbitraria. El movimiento sindical de México está dominado por sindicatos que en gran parte sirven a los intereses del gobierno y de las empresas, y no procuran ningún beneficio a los miembros. Los sindicatos que sí funcionan en forma democrática e independiente, produciendo beneficios reales a sus miembros logrando aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo, han estado apuntados para la destrucción por el gobierno mexicano y quienes lo apoyan. Entre los sindicatos que son blanco de ataques se cuentan los siguientes: • El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM, “Los Mineros”), que tiene 77 años de fundado, ha sido atacado por el gobierno nacional, conjuntamente con la poderosa empresa minera Grupo México, desde 2006. Los ataques han consistido en no reconocer a la directiva elegida democráticamente, congelar las cuentas del sindicato, encarcelar a dirigentes sindicales bajo acusaciones falsas, intentar eliminar el derecho legal de huelga del sindicato y recurrir a fuerzas policiales y militares en ataques violentos a los trabajadores, que han dejado como saldo la muerte de cuatro activistas sindicales y lesiones de muchos más. • En 2009, el gobierno de México emprendió su más grave ataque al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), fundado hace 95 años, disolviendo la empresa pública, la segunda distribuidora de energía del país en importancia y despidiendo a sus 44.000 empleados. • Habiendo logrado finalmente el reconocimiento en 2009, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTYPP), que representa a los empleados técnicos y profesionales de Petróleos Mexicanos (PEMEX), empresa de propiedad estatal, ha sido objeto de ataques, incluida la destitución de toda su directiva. • El Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México (SNTGTM) se ha enfrentado a fuertes acciones antisindicales de Continental Tire, que ha colaborado con las autoridades laborales en un intento de imponer un sindicato dominado por la empresa. • Los trabajadores de centros de recepción de llamadas administrados por Atento (de propiedad de Telefónica) han sido objeto de violenta represión por matones de la empresa y fuerzas de policía, en julio del año pasado, cuando trataban de expulsar al sindicato impuesto por la empresa y afiliarse al Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM). • El sindicato (SUTUACM) de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México se enfrenta a la agresión constante de las autoridades y la administración de la Universidad se niega a reconocer al sindicato. Miembros de Los Mineros en un mitin convocado en abril de 2010 en Lázaro Cárdenas, para conmemorar a Héctor Álvarez Gómez y Mario Alberto Castillo Rodríguez, que fueron asesinados en 2006, durante una manifestación en defensa del sindicato. defender los derechos sindicales en México 3 Reivindicaciones de las Jornadas de Acción Los sindicatos de todo el mundo están exigiendo al gobierno mexicano: 1. Que se impute a los empleadores y funcionarios del gobierno la responsabilidad de la explosión en la mina Pasta de Conchos, que causó la muerte a 65 mineros el 19 de febrero de 2006. Tiene que hacerse una investigación profesional independiente de las causas de la explosión. Las personas responsables deben ser enjuiciadas. El gobierno tiene que que pagar una indemnización justa a las familias de las víctimas y rescatar los 63 cadáveres que aún siguen en la mina, para que sean sepultados dignamente. México tiene que dar los pasos necesarios para mejorar las condiciones de salud y seguridad en las minas, conforme a los Convenios de la OIT. ANTECEDENTES En las primeras horas del 19 de febrero de 2006, estalló una bola de fuego en las entrañas de la mina de carbón Pasta de Conchos del Grupo México, en el Estado de Coahuila, norte de México, provocando derrumbes a lo largo de los 2,8 km del socavón número 8 y dejando atrapados a 65 mineros a cientos de metros bajo la superficie. Las labores de rescate se suspendieron apenas transcurridos cinco días, cuando las familias estaban a pocos metros de sus seres queridos atrapados en la mina. El Grupo México y el gobierno mexicano suspendieron el trabajo de rescate, desconectando la electricidad y por lo tanto impidiendo toda continuación de la búsqueda, al mismo tiempo haciendo imposible una investigación adecuada de las causas del colapso de la mina, que, según muchos consideran, fueron las malas condiciones de seguridad, contrarias a la ley. Pasados casi cinco años del accidente, siguen en el socavón de Pasta de Conchos los cadáveres de 63 de los 65 mineros, y el gobierno mexicano no ha investigado ni enjuiciado a los responsables. Las viudas y los familiares de las víctimas no han recibido ninguna indemnización adecuada. 2. Que se supriman las violaciones sistémicas de la libertad sindical de los trabajadores, eliminando también los “contratos de protección” impuestos por los empleadores y la interferencia en las elecciones sindicales. El gobierno tiene que abolir la “toma de nota”, que requiere que las autoridades laborales aprueben los resultados de las elecciones sindicales antes de que entren en vigor. La directiva elegida de Los Mineros tiene que ser reconocida inmediatamente. La práctica de “contratos de protección” impuestos por los empleadores tiene que suprimirse, a fin de que los trabajadores puedan optar libremente por ser representados por un sindicato de su elección, sin temer intimidación ni represalias. Los trabajadores deben tener el derecho de recibir sendos ejemplares de sus convenios colectivos establecidos por negociación. ANTECEDENTES El uso gubernamental de la “toma de nota” viola la autonomía sindical Apenas dos días antes de la explosión en la mina Pasta de Conchos, el 19 de febrero de 2006, el Secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS) de México retiíro el reconocimiento legal, o “toma de nota”, para deponer de su cargo de Secretario General de Los Mineros a Napoleón Gómez Urrutia, junto con los 13 miembros del Comité Ejecutivo del sindicato, y sustituirlo por Elías Morales Hernández como nuevo dirigente, basándose en documentos falsos y acusaciones infundadas de corrupción. Este hecho, que no se hizo público sino 11 días más tarde, marcó el comienzo del ataque directo del gobierno de México al sindicato Los Mineros. Después de que la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM) presentara una queja al Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un tribunal federal de México ordenó el 11 de abril de 2007 el STPS que reconociera a Napoleón Gómez Urrutia como Secretario General del sindicato. Pasados casi cinco años del accidente, siguen en el socavón de Pasta de Conchos los cadáveres de 63 de los 65 mineros, y el gobierno mexicano no ha investigado ni enjuiciado a los responsables. Algunas de las viudas que perdieron a sus maridos en la catástrofe de la mina Pasta de Conchos, y que aún esperan por la justicia. FOTO: FITIM 4 defender los derechos sindicales en México En junio de 2008, el Comité de Libertad Sindical de la OIT falló que “el reconocimiento del registro del nuevo comité ejecutivo por las autoridades [deponiendo así al Secretario General debidamente elegido, Napoleón Gómez Urrutia], constituye una conducta que no es compatible con el Artículo 3 del Convenio No. 87, que establece el derecho de los trabajadores de elegir a sus dirigentes con plena libertad”. Napoleón Gómez fue reelegido por un período más por una Convención de Los Mineros en mayo de 2008. El 24 de junio del mismo año, el STPS negó una vez más a Gómez la “toma de nota”. El sindicato apeló y el 2 de diciembre de 2009 el Tribunal Supremo de México decidió ejercer la jurisdicción sobre la causa y fallar directamente en ella. Hasta enero de 2011 sigue pendiente ese fallo. El gobierno también recurrió al sistema de “toma de nota” en su ataque al SME. En julio de 2009, el SME sustituyó a la mitad de los miembros de su Comité Central, incluido el Secretario General. El sindicato notificó el STPS, para que pudiera efectuar la toma de nota de los cambios en la directiva. Sin ninguna justificación legal, el STPS se negó a expedir la toma de nota del Secretario General y de los otros dirigentes elegidos. El 10 de octubre de 2009, por orden del Ejecutivo Federal, la policía federal entró por la fuerza en la empresa y sacó violentamente a los trabajadores, recurriendo arbitrariamente a la fuerza pública. Al día siguiente, fue emitido un decreto presidencial que ordenaba la disolución de la empresa y el masivo despido ilegal de los más de 44.000 trabajadores, con el propósito de eliminar el convenio colectivo y al sindicato mismo. Por último se expidió una nueva toma de nota, en diciembre de 2010, tras de negociaciones entre el sindicato y el gobierno. Pero el gobierno sigue negándose a reincorporar a los trabajadores despedidos y a reconocer el convenio colectivo del SME. ¿Qué es un “contrato de protección”? Los “contratos de proteccion” son falsos convenios colectivos que impiden la democratización y la negociación colectiva. Son suscritos a espaldas de los trabajadores por empleadores e intermediarios que son registrados por las autoridades laborales, y tienen la finalidad principal de impedir el surgimiento de sindicatos auténticos y representativos. Además mantienen bajos los salarios y prestaciones adicionales, restringen los derechos de los trabajadores y garantizan relaciones laborales ventajosas a la empresa. Entre las características de los “contratos de protección” se cuentan las siguientes: • son celebrados por “sindicatos” dominados por los empleadores y representantes de los empleadores, sin que sean discutidos ni aprobados por la mayoría de los trabajadores que cubren; Los trabajadores que intentan formar un sindicato independiente, con frecuencia son objeto de represalias, intimidación, amenazas, violencia, despido y registro en lista negra. El sistema corrupto y antidemocrático, sumado a la política empresarial antisindical, hace que sea imposible una sindicación genuina. El sistema se perpetúa a sí mismo porque a los sindicatos se les exige solicitar el reconocimiento oficial de la Junta de Conciliación y Arbitraje (JCA) correspondiente, que está compuesta de representantes del gobierno, del empleador y de los “sindicatos” existentes que firman contratos de protección. Los miembros de esas Juntas tienen interés en mantener el statu quo y crean muchos obstáculos al registro de nuevos sindicatos independientes. En consecuencia, en la práctica es imposible sustituir esos sindicatos con “contratos de protección” , aunque no tengan el apoyo de los trabajadores que afirman representar. Más grave aún es el hecho de que los trabajadores que intentan formar un sindicato independiente, con frecuencia son objeto de represalias, intimidación, amenazas, violencia, despido y registro en lista negra. Al establecer una nueva empresa, muchas compañías firman un contrato de protección con un sindicato bajo “protección” antes de contratar al primer empleado, impidiendo eficazmente que el personal elija un sindicato de su preferencia. En muchos casos, esos sindicatos bajo “protección” son controlados por abogados de las empresas que los han registrado oficialmente. Esos sindicatos bajo “protección” son una simulación legalizada que priva a los trabajadores de sus derechos y representan un verdadero obstáculo a la libertad sindical. Aunque no son un fenómeno nuevo, los contratos de protección llegaron a ser predominantes con la llegada al país, en época reciente, de las empresas transnacionales y las maquiladoras. • son celebrados por partes ilegítimas que no son elegidas democráticamente por una mayoría de los trabajadores que dicen representar; • son administrados y/o revisados sin referencia a la mayoría de los trabajadores, y • en muchos casos los trabajadores no se enteran de que hay un “sindicato” que los está representando. Dirigentes y miembros del sindicato fueron atacados violentamente en agosto de 2010 en una fábrica de Johnson Control, en Puebla, México, durante su lucha, que aún continúa, por una representación sindical independiente y democrática en la empresa, enlugar del anterior sindicato “de protección”. defender los derechos sindicales en México 5 3. Que se ponga término al uso de la fuerza - sea por el Estado o por partes privadas para reprimir las legítimas demandas de los trabajadores, reclamando sindicatos democráticos, mejores salarios y condiciones de trabajo, y buenas condiciones de salud y seguridad. El gobierno tiene que retirar inmediatamente las fuerzas de policía federal de Cananea y de todos los lugares de trabajo. Tienen que someterse a juicio las personas responsables del asesinato de los miembros de Los Mineros, Héctor Álvarez Gómez, Mario Alberto Castillo Rodríguez, Reynaldo Hernández González, Juventino Flores Salas y Santiago Rafael Cruz, sindicator del FLOC (Farm Labor Organizing Committee - comité de sindicación de personal de granjas). ANTECEDENTES Héctor Álvarez Gómez and Mario Alberto Castillo Rodríguez El uso de fuerzas armadas contra obreros no es ninguna novedad para el sindicato Los Mineros. El 2 de abril de 2006 se declaró en huelga en Lázaro Cárdenas, Michoacán, en la planta siderúrgica Sicartsa, de propiedad del Grupo Villacero. Esa acción era parte de una huelga nacional de 48 horas, convocada para protestar por haberse negado el gobierno a reconocer a Napoleón Gómez como secretario general del sindicato. Los trabajadores de Lázaro Cárdenas continuaron la huelga. El 19 de abril, la JFCA declaró que como la huelga no estaba registrada en él era ilegal. Los trabajadores tenían el derecho constitucional de disponer de 24 horas para terminar la huelga y regresar al trabajo. Unas horas más tarde, mucho antes de terminar el plazo de 24 horas, 900 policías federales y del Estado asaltaron la planta. Dos miembros del sindicato, Héctor Álvarez Gómez, de 26 años, y Mario Alberto Castillo Rodríguez, de 22, fueron matados, unos 50 trabajadores recibieron heridas de bala y más de 150 fueron lesionados. Reynaldo Hernández González El 11 de agosto de 2007, a las 8:30 pm, cuando 90 trabajadores que habían sido injustamente despedidos por el Grupo México (un tribunal federal había ordenado su reintegración al trabajo) se dirigieron a la mina de cobre de La Caridad, en Nacozari, Sonora, para exigir su derecho legal de regresar a sus puestos de trabajo, unos individuos armados que iban en varios buses de propiedad del Grupo México les tendieron una emboscada a los trabajadores. Reynaldo Hernández González, un minero miembro del sindicato, recibió un disparo mortal en la cabeza, según lo declararon testigos oculares. Los matones contratados capturaron a 20 mineros, los apalearon y torturaron antes de que fueran llevados a la cárcel local y detenidos entre 24 y 48 horas. Nadie ha sido acusado por esos crímenes. Juventino Flores Salas El 10 de junio de 2009, unos matones antisindicales atacaron y apalearon a miembros de Los Mineros en Fresnillo, Zacatecas, dejando un saldo de varios heridos y un muerto, Juventino Flores Salas, miembro de la organización. Tampoco de ese crimen se ha acusado a nadie. Santiago Rafael Cruz Las fuerzas federales entraron en Cananea el 6 de junio de 2010, para ejecutar órdenes de arresto contra los dirigentes del sindicato Los Mineros, que han estado en huelga en la mina de cobre desde julio de 2007, debido a masivas violaciones de las normas de salud y seguridad en la mina notoriamente peligrosa de propiedad del Grupo México. FOTO: María Rosa Guayante/Frente de Mujeres de Los Mineros Violenta represión en Cananea Desde el 30 de julio de 2007 han estado en huelga en Cananea, México, 1.200 miembros del sindicato Los Mineros, habiéndose negado el personal a trabajar en condiciones peligrosas, semejantes a las que causaron la explosión que causó la muerte de 65 trabajadores en Pasta de Conchos. El gobierno mexicano y el empleador, el Grupo México, han tratado sin éxito de romper la huelga y destruir al sindicato. La huelga ha sido declarada ilegal tres veces por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), y esa declaración ha sido anulada cada vez por los tribunales. Santiago Rafael Cruz, un sindicador del FLOC, fue encontrado atado y muerto a golpes el 9 de abril de 2007 en su oficina en Monterrey, México. El FLOC abrió una oficina en Monterrey, al lado del consulado de EE.UU., en 2005, con el fin de ayudar en el trámite de visado a los miembros que llegaban de Carolina del Norte como trabajadores temporales, para combatir la corrupción en el procedimiento de contratación y formar dirigentes y miembros de la organización. La oficina había sido objeto de allanamientos y habían destruido sus archivos y equipos. Cruz, de 29 años, que había trabajado más de cuatro años en el FLOC en EE.UU., había dirigido la oficina de Monterrey desde hacía menos de un mes. La empresa pidió entonces permiso la JFCA para despedir a los trabajadores en huelga, argumentando que con ella habían vuelto inservible la maquinaria de la mina. Negándose a considerar pruebas presentadas por el sindicato, la JFCA aceptó la soliditud del Grupo México. El 11 de febrero de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación corroboró esa decisión, suprimiendo efectivamente el derecho de huelga en México. El 6 de junio de 2010, más de 4.000 soldados federales de México recurrieron a la fuerza para ganar el control de la mina de cobre de Cananea. La policía federal usó gases lacrimógenos y ejecutó órdenes de arresto contra dirigentes sindicales. Tropas mexicanas llevaron por la fuerza a mineros en huelga de las puertas de la empresa a la mina, y luego asaltaron el local del sindicato, el 7 de junio, lanzando gases lacrimógenos. 6 defender los derechos sindicales en México Miles de miembros del sindicato mexicano Los Mineros se reúnen ante un monumento conmemorativo de Héctor Álvarez Gómez y Mario Alberto Castillo Rodríguez , asesinados el 20 de abril de 2006. FOTO: FITIM 4. Que se suspenda la campaña de persecución política desencadenada contra el sindicato Los Mineros y el Sindicato Mexicano de Electricistas. El gobierno tiene que poner en libertad a Juan Linares Montufar y Miguel Márquez Ríos, dirigentes sindicales encarcelados injustamente, y retirar los cargos contra el Secretario General Napoleón Gómez Urrutia y otros dirigentes de Los Mineros, restituir los fondos de las cuentas bancarias congeladas de los sindicatos y suspender la persecución política del SNTMMSRM y del SME. El gobierno tiene que crear una nueva empresa pública para suministrar electricidad a la región de la Ciudad de México, volver a contratar a los trabajadores despedidios que lo están exigiendo y reconocer al SME como su representante en la negociación colectiva. ANTECEDENTES Persecución política del sindicato mexicano Los Mineros El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM, “Los Mineros”), establecido en 1934, es un sindicato independiente que representa a 270.000 trabajadores, principalmente de las industrias mineras y siderúrgicas, que ha denunciado repetidas veces los lugares de trabajo de seguridad deficiente, luchado por mejoras salariales y de prestaciones complementarias y protestado contra las reformas laborales favorables a las empresas, en defensa de los derechos e intereses de los trabajadores. En febrero de 2006, el gobierno mexicano, en connivencia con el Grupo México, la empresa minera más poderosa del país, empezó a atacar al sindicato retirándole el reconocimiento legal a su Secretario General elegido, Napoleón Gómez Urrutia y a su Comité Ejecutivo, y confiscó los fondos de las cuentas bancarias del sindicato y de Gómez. Los motivos alegados para destituir a la directiva del sindicato fueron falsas acusaciones contra Napoleón Gómez y otros miembros de la organización, incluido Juan Linares - el Presidente de Consejo General de Vigilancia y Justicia del sindicato - en relación con la transferencia de fondos de un fideicomiso controlado por el sindicato al sindicato mismo. El fideicomiso había sido creado en 1988, como parte de las negociaciones relacionadas con la venta de diversas minas estatales a Germán Larrea, el actual propietario del gigante minero Grupo México. Como parte de las negociaciones de privatización, el 5% de las acciones de las empresas se depositaría en un fideicomiso, en beneficio del sindicato Los Mineros. En un fallo de 1990, el Primer Tribunal de Comercio de la Ciudad de México confirmó que el sindicato era el beneficiario del fideicomiso. Linares era uno de los tres fideicomisarios nombrados por el sindicato para administrar esos fondos. Juan Linares, funcionario del sindicato Los Mineros, ha estado encarcelado desde diciembre de 2008. A pesar de las victorias legales del sindicato, sus cuentas bancarias siguen congeladas y su Secretario General, elegido democráticamente, se ha visto obligado a dirigir el sindicato Los Mineros desde su exilio en Canadá, ya que el gobierno y el Grupo México mantienen un proceso seudojudicial contra él. Por otra parte, el funcionario del sindicato Juan Linares ha estado preso desde diciembre de 2008. Intentos de destruir el SME En octubre de 2009, el presidente Calderón recurrió a un decreto ejecutivo para disolver la empresa pública, el segundo distribuidor de electricidad del país en importancia, y al hacerlo despidió también a toda la plantilla de 44.000 trabajadores y desbandó su Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), fundado hace 95 años. En julio de 2009, el SME sustituyó a la mitad de los miembros de su Comité Central, incluido el Secretario General. El sindicato notificó esos cambios a la Secretaría de Trabajo. Sin ninguna justificación legal, el Secretario del Trabajo y Previsión Social se negó a tomar nota del nuevo Secretario General y de los otros dirigentes elegidos, negando así el reconocimiento legal a la directiva del sindicato. El 10 de octubre de 2009, por orden del Ejecutivo Federal, la policía federal entró por la fuerza en el edificio de la empresa y sacó violentamente a los trabajadores de su lugar de trabajo, recurriendo arbitrariamente a la fuerza pública. Al día siguiente fue emitido un decreto presidencial que ordenaba la disolución de la empresa y el despido masivo de más de 44.000 trabajadores, con el objeto de anular el convenio colectivo y eliminar al sindicato mismo, en violación de la Constitución mexicana y de los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Aunque muchos trabajadores aceptaron el pago de una cesantía (renunciando así a su exigencia de regreso al trabajo), más de 16.000 miembros del SME siguen resistiendo y exigen su reintegración al trabajo, bajo el convenio sucrito por el sindicato. Surgieron protestas como reacción a esa masiva violación de los derechos laborales y sindicales. Al cumplirse el primer aniversario de la eliminación de sus puestos de trabajo por el gobierno, miles de miembros del SME se manifestaron en las calles de la Ciudad de México, el 11 de octubre de 2010, exigiendo el regreso a su trabajo. Como seguía sosteniéndose la lucha, el dirigente del SME Miguel Márquez Ríos fue detenido el 21 de octubre de 2010, habiendo alegado el gobierno que Márquez había privado de su libertad a otras personas y causado daños a la propiedad gubernamental. Los Mineros libró una batalla legal y convocó huelgas durante 15 años para lograr que las empresas de Larrea pagaran las acciones convenidas al fideicomiso. Se llegó a un acuerdo el 2 de octubre de 2004, en virtud del cual la parte del 5% tenía un valor aproximado de USD 55 millones. En febrero de 2005, el sindicato decidió liquidar el fideicomiso y transferir el dinero a una cuenta bancaria del sindicato. En 2006, el Fiscal Federal General presentó cargos contra Gómez, Linares y otros funcionarios sindicales ante tribunales federales y del Estado. Todos los cargos estaban basados en el argumento de que el sindicato no tenía el derecho de liquidar el fideicomiso porque éste existía para beneficio de los trabajadores, no del sindicato. Todos los tribunales federales y del Estado que han examinado esos cargos, han concluido que carecen de fundamento y por consiguiente los han desestimado. El gobierno apeló de la desestimación; pero ha perdido todas las apelaciones, salvo una, que aún espera por la decisión correspondiente. Más de 100.000 personas, encabezadas por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), participaron en una marcha en la Ciudad de México, en protesta por el despido de 44.000 trabajadores por el gobierno nacional, al cerrar la central de energía eléctrica de la ciudad. defender los derechos sindicales en México 7 DEFENDER LOS DERECHOS SINDICALES EN MÉXICO Ver información adicional de los antecedentes en: Informe de la Delegación a México de la Comisión Internacional de Derechos Laborales (ICLR) Delegation to México (18-24 de mayo de 2010), en: http://www.laborcommission.org/Mexico_Report_Aug2010_SP.pdf Tribunal Internacional de Libertad Sindical, Resolución del Caso de México, 1 de mayo de 2010, en: http://tribunaldelibertadsindical.blogspot.com/ Lo que daña a uno nos daña a todos: La lucha de los mineros y metalúrgicos mexicanos por la independencia sindical. Libro Blanco de la Federación de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas, marzo de 2008 (en cinco idiomas) en: http://www.imfmetal.org/index.cfm?c=17554 Campaña internacional contra los contratos de protección en México, en: http://ccpp.iiec.unam.mx/ini.html Diversos informes noticieros y declaraciones de apoyo en el sitio web de United Steelworkers: (buscar bajo “México”) http://www.usw.org Diversos informes noticieros y declaraciones de apoyo en el sitio web de AFL-CIO: http://www.aflcio.org Diversos informes noticieros en United Electrical, Radio & Machine Workers of America (UE) International Mexican Labor News & Analysis: http://www.ueinternational.org/MLNA/ Para información más detallada ver: m www.imfmetal.org/mexico2011 m www.icem.org/en/5-Mining-DGOJP m www.uniglobalunion.org/MexicoAction DÍAS MUNDIALES DE ACCIÓN 14 AL 19 DE FEBRERO DE 2011