Intervención educativa en alumnos con discapacidad visual Teresa Lajarín Ortega y Antonio Sedeño Ferrer Delegación Territorial de la ONCE Región de Murcia Resumen En esta ponencia tratamos de centrar la atención sobre el alumnado con ceguera o deficiencia visual, es decir, niños y niñas con una pérdida total o parcial de su capacidad visual. Se trata de un grupo de escolares que necesita una respuesta educativa muy específica, con el empleo de ayudas técnicas y/o el aprendizaje del sistema braille como código de lectoescritura. La respuesta educativa incluye, entre otras actuaciones, la detección lo más tempranamente posible de la deficiencia visual; la valoración del grado de desarrollo de sus capacidades y necesidades educativas especiales; la propuesta de escolarización lo más acorde posible con sus necesidades especiales; la adaptación del currículo en función de las necesidades educativas, de las competencias curriculares y el estilo de aprendizaje que presenten los alumnos y alumnas; así como la determinación de los apoyos y recursos ordinarios y especializados que serán necesarios. Introducción. El objetivo fundamental de los servicios educativos de la ONCE es favorecer la plena inclusión escolar y social del alumnado con ceguera o deficiencia visual grave. El modelo de intervención educativa que se lleva a cabo en España con el alumnado con ceguera o deficiencia visual grave, es un modelo de intervención que está posibilitando la inclusión académica y social de este alumnado. Se basa en la inclusión educativa, precepto que se recoge en la actual legislación educativa, y que es de debido cumplimiento para todas las Administraciones Educativas. Por eso, la ONCE firma convenios de colaboración en materia educativa con todas las administraciones educativas de las comunidades autónomas. A través de estos convenios, los alumnos cuentan con todos los recursos del sistema ordinario y, además, los específicos de la ONCE a través de sus Centros de Recursos Educativos (CRE), ubicados en Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla, que prestan servicios de atención directa y servicios complementarios. Actualmente, más del 98% del alumnado con discapacidad visual se escolariza en colegios ordinarios, en su pueblo, barrio o ciudad de residencia, siguiendo el currículo escolar oficial. Este alumnado recibe una atención complementaria individualizada en función de sus necesidades específicas relacionadas con la discapacidad visual (enseñanza del sistema braille, nuevas tecnologías, autonomía personal, orientación y movilidad, competencia social, 1 etc.), que es la que le proporcionan los profesionales especializados de los Equipos Específicos de atención educativa a la discapacidad visual. El objetivo es conseguir la mayor normalización e inclusión de los alumnos en el entorno familiar, social y educativo. Esto se hace, a través de las siguientes actividades: Valoración diagnóstica de las capacidades y dificultades de los alumnos. Acogida y acompañamiento a la familia, si lo necesita. Asesoramiento especializado sobre las necesidades del alumno y la familia. Orientación sobre el programa de intervención. Intervención de profesionales especializados que conforman Equipos Específicos compuestos por diversos profesionales (psicólogos, maestros, instructores tiflotécnicos, trabajadores sociales, técnicos de rehabilitación...). Coordinación con otros centros, escuelas y servicios de atención temprana. Información sobre los recursos existentes y adaptación de material y contenidos curriculares. 1. Aspectos generales en alumnos de baja visión. El problema visual del alumno de baja visión va a determinar sus características que se van a manifestar en una serie de limitaciones, y comportamientos. El funcionamiento visual depende de varios factores: - La agudeza visual. (Capacidad de ver un objeto y sus detalles a una determinada distancia) - El campo visual. - La capacidad de percepción de los colores. - La luminosidad ambiental. - La capacidad de adaptación a la luz. Las anomalías visuales van a desembocar en problemas de “percepción visual” (habilidad para comprender y procesar toda la información recibida a través de la vista), tales como falta de organización espacial, memoria visual inestable, falta de relaciones espaciales, todo esto trae consigo dificultades para ver aspectos relacionados con: 1- Objetos de tamaños muy grandes o muy pequeños. 2- Representaciones de figuras tridimensionales. 3- Objetos que están en movimiento. 4- Objetos de poco contraste con el fondo. 5- Objetos pocos iluminados. 6- Pequeños detalles de los objetos. Las personas con baja visión para suplir su deficiencia adoptan posturas especiales caracterizadas por: pegar la cara ante el papel o a un objeto, adelantar la cabeza, adelantar el cuerpo, adelantar el objeto hacia la cara. 2 2. Las necesidades educativas especiales derivadas de la ceguera y deficiencia visual. El modelo pedagógico de las necesidades educativas especiales se fundamenta en la necesidad de adecuar la respuesta a las peculiaridades que planteen los alumnos para su proceso educativo. Los alumnos ciegos y deficientes visuales necesitan ayudas y servicios técnicos y pedagógicos específicos para dar respuesta a sus necesidades educativas especiales. Un alumno presenta necesidades educativas especiales cuando tiene dificultades mayores que el resto de los alumnos para acceder a los aprendizajes que se determina en el currículo que le corresponde por su edad, y necesita para compensar dichas dificultades, adaptaciones de acceso y/o adaptaciones curriculares significativas en varias áreas del currículo. En el caso de alumnos ciegos y deficientes visuales estas necesidades surgen por la ausencia de visión y la naturaleza del resto visual existente (alumnos de baja visión), es decir, por la discapacidad visual. El sistema educativo debe responder con una serie de actuaciones, poniendo los medios necesarios para que la inclusión educativa sea real y efectiva. 2.1 Características del aprendizaje. El aprendizaje se produce como consecuencia de una aportación sensorial de la información externa y su posterior procesamiento cognitivo. La transferencia del conocimiento de unas situaciones a otras nuevas propiciará la consolidación de los aprendizajes. Cuando uno de estos canales sensoriales está deteriorado la información aportada al cerebro es deficitaria, parcial o inexistente por la vía que está afectada. En nuestro caso es el órgano de la vista quien está afectado en el aporte de información necesaria para conseguir aprendizajes por esta vía. Como consecuencia de esto el aprendizaje tiene unas características especiales al tener que potenciar la funcionalidad de los otros sentidos. Esta pérdida sensorial no conlleva limitaciones extraordinarias en la recogida de información exterior sino que se debe obtener a través de otros canales. Los aspectos del aprendizaje en los que se produce una afectación son: - En lo referido a la recepción e interpretación de la información sensorial. - Las habilidades de discriminación y reconocimiento. El aprendizaje visual se inicia desde el nacimiento, es un aprendizaje incidental no sistematizado, un niño con visión normal adquiere un 80% de sus conocimientos a través de la estimulación visual, cuando existe daño en el canal de recepción visual de la información ese aprendizaje incidental ya no se produce y por lo tanto los esquemas de conducta en los primeros meses de vida se ven afectados. El aprendizaje auditivo, el niño ciego no posee con carácter innato una mayor capacidad auditiva, es el uso de este canal lo que permite desarrollarlo con mayor efectividad. El niño ciego realiza una percepción auditiva de carácter selectivo para poder controlar los múltiples estímulos sonoros del ambiente, este proceso supone un aprendizaje que comienza desde los primeros meses y que sigue unas fases: - Atención y conciencia de los sonidos. Percepción y respuesta a sonidos concretos. Diferenciación y discriminación de sonidos. 3 - Reconocimiento de sonidos asociados a palabras. Reconocimiento de voces, comprensión de palabras. Todo este proceso permite la formación del lenguaje. El aprendizaje auditivo es una vía sensorial de gran importancia para el aprendizaje del niño ciego y sobre el que deben adaptarse los programas de intervención educativa. El aprendizaje táctil. A través del tacto el niño ciego manipula los objetos, conoce sus cualidades: peso, tamaño, dureza…, los niños ciegos deben aprender a integrar la información táctil y a dotarla de significado para que se produzca el aprendizaje. En el proceso de aprendizaje táctil hay cinco fases: - Conocimiento y atención. Conocimiento de las estructuras y formas básicas. Relación de las partes con el todo. Representación de objetos de dos dimensiones de forma gráfica. Discriminación y reconocimiento de símbolos. El aprendizaje a través del olfato y del gusto. Si al aprendizaje táctil y auditivo se le añaden estos sentidos, se enriquece la experiencia perceptiva y el aprendizaje resultante es mucho más completo. La conjunción de todos los sentidos intenta paliar o compensar la información que se transmite por vía visual. El aprendizaje imitativo. Es una de las modalidades en las que el sujeto privado de visión denota mayores dificultades al no poder el modelo que exhibe la conducta a imitar. Para paliar el aprendizaje imitativo visual debemos recurrir a la guía física, de esta manera el sujeto con visión deficiente percibe físicamente la acción conductual que el modelo desempeña, se debe tocar al modelo para apreciar la postura o los gestos. Esto exige, desde el punto de vista educativo, la orientación continua del adulto (modelo) 2.2 Necesidades educativas especiales de la ceguera y deficiencia visual. Análisis descriptivo. Las necesidades educativas que presenta el niño ciego son heterogéneas como es la misma población con deficiencia visual, y está mediatizadas por las siguientes variables: - Gravedad del deterioro visual. Grado de funcionalidad del resto visual. La existencia de deficiencias concurrentes a la deficiencia visual. El momento de aparición de la deficiencia visual(congénita o adquirida) La naturaleza de la pérdida visual: súbita o gradual. La etiología del trastorno visual y su pronóstico. Todas estas variables van a determinar la intervención educativa. 4 2.2.1. Conductas diferenciales y necesidades educativas de los alumnos con problemas visuales. Área lingüística El lenguaje es la base de toda la comunicación, si en los videntes es fundamental, se convierte prácticamente en el único medio de comunicación en los niños deficientes visuales. Por eso el lenguaje se convierte en el elemento de construcción y representación del mundo. Conductas diferenciales - verbalismos - ecolalias - manejo deficitario de adverbios Necesidades educativas - incrementar las oportunidades para manipular los objetos. - Orientación y movilidad - estimulación sensomotriz, coordinación oídos-sistemas motores. - indiferenciación del concepto de yo Área cognitivo-intelectual El carecer o tener restricción de información visual no supone una disminución de las capacidades intelectuales en alumnos deficientes visuales. Conductas diferenciales - exploración restringida del ambiente - representación conceptual deficitaria - desarrollo cognitivo más lento Necesidades educativas - Acceso a la información ambiental a través de los otros sentidos. - Trabajo con un código táctil-auditivo - Adecuación de los ritmos individuales del aprendizaje. Área del desarrollo psicomotor Conductas diferenciales - cieguismos y esterotipias motoras - retraso en bipedestación - “manos ciegas” - retraso de la locomoción - dificultades de orientación - dificultades locomoción de desplazamiento Necesidades educativas - restablecimiento de actitudes posturales saludables y socialmente aceptables - estimulación auditiva - desarrollo de la sensibilidad fina de las manos - estimulación psicomotriz - referentes auditivos y táctiles de ubicación y - utilización de bastón - deambulación guiada por el brazo de otra persona Personalidad y competencia social Conductas diferenciales Necesidades educativas 5 - aprendizaje imitativo inexistente o sensiblemente disminuido - habilidades sociales no verbales deficitarias (sonrisa, postura, gestos) - conductas socialmente inapropiadas: balanceos, golpes de dedos… - disponer de modelos auditivos-táctiles - aprendizaje por guía física - modificación estereotipadas. de las conductas Desarrollo visual Conductas diferenciales Necesidades educativas - en función de la patología visual, - utilización de ayudas ópticas adaptadas afectación de la agudeza, campo, fotosensibilidad, percepción de colores… Aprendizaje escolar Conductas diferenciales - adquisición más lenta de la información - pérdidas de escolaridad por tratamientos Necesidades educativas - temporalización de objetivos ajustados a su ritmo de aprendizaje - provisión de servicios educativos de apoyo 3. Adaptaciones curriculares y programas educativos 3.1. Adaptaciones curriculares en el alumnado ciego o deficiente visual Son las respuestas educativas que surgen como consecuencia de individualizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, adaptándolos a las necesidades educativas especiales de los alumnos. Tipos de ACIs en alumnos ciegos y deficientes visuales - ACI de acceso o Organizativas y espaciales o Recursos técnicos - Elementos básicos del currículo o Adecuación de objetivos, contenidos y criterios de evaluación - ACI de introducción de currículo específico o Orientación y movilidad o Habilidades de vida diaria o Estimulación visual 6 3.1.1. Adaptaciones de acceso Son las modificaciones o provisión de recursos espaciales, materiales o de comunicación que van a facilitar que los alumnos ciegos y deficientes visuales puedan desarrollar el currículo ordinario. Estas adaptaciones exigen realizar cambios de carácter organizativo para que los alumnos tengan acceso al proceso de enseñanza-aprendizaje en condiciones adecuadas. Como elementos de adaptación para el alumnado que presenta necesidades educativas especiales derivados de problemas visuales encontramos los siguientes: Adaptaciones de los aspectos organizativos y espaciales Se refieren a las modificaciones que debemos realizar en los elementos organizativos y en la ubicación física de objetos y personas para que haya una mayor accesibilidad para nuestros alumnos, en este sentido las adaptaciones que se pueden realizar son las siguientes: a) La organización de los elementos materiales y espaciales en el aula deben tener carácter de estabilidad o fijación en la medida de lo posible, para de esta manera facilitar la movilidad y la autonomía personal del alumno. Podemos cambiar la disposición del aula (mesas, sillas) para realizar algunas actividades que así lo precisen, pero en ese caso debemos avisar al alumno. b) El puesto escolar que ocupa el alumno ciego o deficiente visual debe ser más espacioso para que pueda ubicar su material específico. c) Ubicación adecuada en el aula. Esta adaptación debe responder a criterios de accesibilidad y de adecuación sensorial en el caso de los alumnos de baja visión. Debemos considerar aspectos como la iluminación, los reflejos… d) Conocimiento de las zonas en las que se desenvuelve el niño ciego, aulas, aseos, pasillos, patios… Para que esto ocurra es necesario que en los primeros días aprenda a moverse por estos espacios (Técnicos en rehabilitación). e) Eliminación de obstáculos que impidan la accesibilidad, como mobiliario mal situado, peligrosos. Estos obstáculos pueden ser fácilmente reubicados de acuerdo con los criterios de accesibilidad y desplazamiento que realiza el alumno. Aquellos elementos que sean difícil reubicar debemos advertirlo al alumno. f) Previsión de espacios donde el alumno puede recibir apoyo. La atención educativa específica que pueda necesitar un alumno por causa de su deficiencia visual puede realizarse en el propio aula o en una dependencia física distinta donde se le pueda atender de forma personalizada y donde se puedan exigir unas condiciones ambientales diferentes a las del propio aula. g) Coordinación organizativa de los recursos humanos: coordinación del centro educativo con el EOEP específico de visuales y con los EOEPs generales. A principio de curso deben establecerse reuniones entre los profesionales del Equipo Específico, el profesorado y el orientador del EOEP con el fin de: o Información de las características visuales del alumno. o Establecimiento de apoyos. (modalidades y temporalización). o Coordinación en la elaboración de A.C.I.s o Programación de sesiones de evaluación. 7 Formación del profesorado que atiende o atenderá en cursos posteriores a alumnos con baja visión: Anualmente se convoca durante el primer trimestre del periodo escolar un curso de formación sobre pedagogía del deficiente visual, cuyo objetivo es dar una visión general de los aspectos fundamentales en la educación de los alumnos ciegos y de baja visión. Posteriormente, durante el curso escolar será el profesor itinerante o demás miembros del Equipo Específico quién asesorará y orientará al profesorado implicado en la educación del alumno. La provisión de los recursos técnicos Para acceder al currículo debemos disponer de un conjunto de recursos técnicos, los recursos deben potenciar el uso de los sentidos del tacto y el oído en el caso de alumnos ciegos y en el caso de los alumnos que poseen resto visual, estos recursos potenciaran el aprovechamiento residual del sentido de la vista. o Alumnos ciegos - Táctiles libros Braille. Instrumentos de dibujo Máquina de escribir Perkins Ábaco Caja aritmética Papel especial Gráficos táctiles Material de apoyo: mapas, maquetas… Otros materiales adaptados: balones sonoros, material de laboratorio, juegos de mesa… - Auditivos Libro hablado Voz sintética (braille´n speak, jaws…) Calculadoras, relojes… Lectores ópticos - Mixtos (táctiles y auditivos) Braille´n speak PC hablado Pac Mate Sonobraille o Alumnos con resto visual 1- Ayudas ópticas: Nos van a permitir el aumento de la imagen que se forma en la retina, mediante lentes. Pueden ser: - Gafas y lentillas: las gafas y las lentillas no permiten una visión normal lo que hacen es aumentar el tamaño de la imagen y por tanto disminuir el campo visual, con esto queremos hacer notar que el problema no se soluciona aunque si se mejora. - Lupas: se utilizan para hacer tareas cortas de cerca, pueden ser utilizadas como complemento a las gafas o a las lentillas. Existen de distintas dioptrías, por tanto debe ser prescritas por el óptico. Pueden ser manuales, fijas o telescópicas. Las lupas manuales, son las más comunes, y se usan para la lectura de textos de letra muy pequeña tipo 8 diccionario, permiten una distancia de lectura variable. Las lupas fijas están indicadas para niños pequeños o alumnos con deficiencia motora, permite mantener una distancia fija de forma permanente. Las telescópicas están indicadas para alumnos con muy poca agudeza visual, van montadas en la gafa lo que hace que aumente el grosor de los cristales, es muy poco aceptada por los alumnos. - Telescopios: Es un material para ayudar a realizar tareas de lejos. Está basado en un sistema de ampliación angular, tiene los inconvenientes de reducción del campo visual, no se pueden usar para seguir objetos en movimiento y el intervalo de enfoque es de 30 cm. en adelante. Pueden ser manuales o montados en gafas (para los niños se prescriben los manuales). Los usos para los que se aconsejan son: Orientación y movilidad: ver semáforos, carteles... Ayuda escolar: ver la pizarra, diapositivas... Actividades recreativas: museo, ver competiciones deportivas, espectáculos... 2- Ampliaciones: Las ampliaciones son más cómodas y sencillas de leer, el campo visual está menos restringido y proporciona una mayor distancia de trabajo. Para ampliar los textos o dibujos podemos usar: - Fotocopias ampliadas: Permiten la lectura de textos sin necesidad de usar continuamente una lupa y haciendo que la distancia de trabajo sea mayor. Tiene el inconveniente del tamaño al ser mayor puede haber problema de ubicación del material ampliado en el pupitre, y de la calidad de la fotocopia, en muchas ocasiones los dibujos en color quedan manchados. La ampliación que hagamos va a depender de la capacidad visual del alumno. - Telelupa: Es un monitor con una cámara de vídeo que recoge la información impresa, apareciendo en la pantalla ampliado, es el aparato que más aumento posee, permite una postura cómoda para la lectura, aunque su uso excesivo llega a fatigar al alumno. - PVO: Es de menor tamaño que la telelupa y por lo tanto transportable, tiene una cámara lectora que reproduce un texto ampliado. 3- Instrumentos auxiliares: Mejoran el uso de la visión están destinados a perfeccionar la iluminación, el contraste y la postura de trabajo. - Lámpara de brazo flexible o flexo: Proporcionan una intensidad adicional dirigida a tareas que precisan algunos alumnos de baja visión, pueden ser de lámpara incandescente (bombillas) y fluorescentes (tubos), las incandescentes tienen el inconveniente de desprender calor, las fluorescentes iluminan más y no desprenden calor. - Filtros: Son unas gafas especiales de distintos colores, filtran un tipo de luz del espectro. Casi todos son de gama cálida, para que absorban los colores fríos que son los más deslumbrantes. - Materiales que favorecen el contraste: Rotuladores negros. Papel de filtro amarillo para colocarlo encima del papel normal. Tiposcopio (trozo de cartulina negra con una hendidura en la línea central) se usa para no cambiar inadecuadamente de renglón en la lectura. Cuadernos especialmente pautados que permiten la escritura en línea recta. 9 - Atriles o mesas de tablero reclinable: permiten mantener una distancia operativa sin que se produzcan malas posturas y por tanto disminuye la fatiga. 4- material tiflotecnológico: Zoom-Text, mega… 3.1.2. Adaptaciones en los elementos básicos del currículo (no significativas) Son aquellas adecuaciones que se realizan en los objetivos, los contenidos, la metodología y la evaluación, estas adaptaciones responden a las siguientes cuestiones: ¿cuándo enseñar? ¿cómo enseñar?. Las respuestas nos va a proporcionar la guía necesaria para elaborar las adaptaciones curriculares individualizadas. - Adaptaciones relativas al cuándo enseñar Son aquellas adecuaciones que hacen referencia al establecimiento de la temporalización necesaria: Dar prioridad a objetivos, contenidos y criterios de evaluación: o aprendizaje del braille o aprendizaje de orientación y movilidad o mejora de la calidad gráfica de los alumnos de baja visión que comienzan a usar ayudas ópticas. Cambiar la temporalización de los objetivos y criterios de evaluación (dar más tiempo). o Conseguir los objetivos en un momento distinto que el resto del grupo. - Introducir objetivos, contenidos y criterios de evaluación (que no formen parte del currículo ordinario): o Habilidades de autonomía personal (O y M y HVD) o Estimulación visual. Eliminar objetivos, contenidos y criterios de evaluación: o Algunos contenidos del área de plástica y visual. Adaptaciones de carácter general relativas al cómo enseñar En el cómo enseñar o Agrupamiento de los alumnos. o Verbalización de los procesos gráficos empleados en la pizarra u otro material impreso. o Reiterar explicaciones, instrucciones. o Aclarar términos usando sinónimos o Eliminar actividades en las que el alumno no se beneficie (ejemplo trabajos con colores). En el cómo evaluar o Emplear la evaluación mediante procedimientos orales cuando no exista un manejo adecuado del braille. o Utilizar exámenes ampliados para alumnos de baja visión o Trascripción de los exámenes al código braille. 10 o Realización de evaluaciones en máquina Perkins y su posterior trascripción, o en cursos superiores en el braille´n speak y su posterior impresión en tinta. o Concesión de más tiempo para la realización de exámenes o reducción del número de preguntas. o Conceder menor peso específico a aquellos componentes de contenido visual (representaciones gráficas…). 3.1.3. Introducción de currículo específico Los alumnos con ceguera o con deficiencia visual deben aprender determinados contenidos y destrezas cuyo contenido incluye requisitos motores y cognitivos (conceptos espaciales, corporales, medioambientales…) que le son necesarios para desarrollar habilidades de autonomía personal. Estos contenidos están recogidos, de algún modo, en los diseños curriculares de Educación Primaria, pero de un modo global o general. Sin embargo, se revelan como una necesidad educativa de primera magnitud y prioridad en las personas ciegas y deficientes visuales. - Orientación y Movilidad El objetivo último de la enseñanza en orientación y movilidad es conseguir que el alumno se desplace por cualquier entorno, familiar o no, de forma independiente, segura y eficaz. Para realizar un entrenamiento formal en OyM el niño tiene que adquirir una serie de prerrequisitos o habilidades previas. Deben ser trabajadas tan tempranamente como sea posible, entendiendo el aprendizaje como un proceso continuo que comienza desde el nacimiento, debiéndose contemplar el estadio de desarrollo en el que está el niño, y que exista correlación positiva entre el tipo de tarea a aprender y el momento particular de desarrollo. Prerrequisitos: Perceptivos - Utilización de la visión funcional útil. - Utilización del sistema háptico-táctil. - Utilización del sistema olfativo. Utilización de la percepción kinestésica: equilibrio, giros, memoria muscular Cognitivos - Desarrollo conceptual: conceptos corporales, conceptos espaciotemporales, conceptos medio-ambientales. - Comprensión y expresión verbal. - Capacidad de resolución de problemas. Capacidad de generalización. - Toma de decisiones. - Comprensión espacial. Motores Destrezas motoras gruesas: control postural, de la marcha, ritmo, coordinación, de esterotipias. - Destrezas motoras finas. - Destrezas manipulativas. 11 El punto de partida de toda intervención en rehabilitación ha de ser siempre la valoración de las necesidades e intereses de los alumnos. Debemos tener en cuenta el momento evolutivo del alumno, así como sus propios intereses. Posteriormente se evaluará el desarrollo sensorial y con la información obtenida de las necesidades, intereses y su desarrollo sensorial, estableceremos un programa de orientación y movilidad. Aspectos a tener en cuenta en la instrucción formal: - Aprendizaje de técnicas: o De orientación o De movilidad o Combinación de ambas o Utilización de auxiliares. - Progresión ambiental: o Orientación y movilidad en interiores - Conocidos sencillos - Conocidos complejos - Desconocidos sencillos - Desconocidos complejos o Orientación y movilidad en exteriores - Zona residencial tranquila - Zona semi-tranquila. - Zona comercial compleja - Habilidades de vida diaria Esta área abarca todas las destrezas que el alumno necesita adquirir para su autonomía personal y social. El alumno debe saber hacer con autonomía, seguridad y eficacia las actividades cotidianas. Las podemos clasificar en los siguientes grupos: Higiene y arreglo personal Vestido. Adiestramiento en la mesa. Material de uso común Material específico. Cuidado a terceras personas. Los niños videntes aprenden estas tareas por imitación, este aprendizaje incidental no es válido para los niños ciegos. Los programas de HVD deben realizarse estableciendo un programa estructurado que contengan instrucciones sistemáticas y consistente sobre dichas tareas. Las actividades serán seleccionadas según la edad y su nivel de ejecución, proporcionando técnicas para que pueda dominarlas de forma natural, dividiéndolas tareas en subtareas más específicas, siendo imprescindible la sistemática y el orden. El aprendizaje de estas habilidades va a favorecer su participación en actividades rutinarias de casa y el colegio, aspecto decisivo para la autoestima y el autoconcepto. La falta de independencia en HVD puede producir serias dificultades sociales y emocionales. - Estimulación visual 12 Para las personas que estamos implicadas en la educación de alumnos de baja visión tiene más importancia la eficiencia visual (el grado en que la visión es aprovechada para obtener información), que la agudeza visual (capacidad para ver un objeto y sus detalles a una determinada distancia), ya que la primera es educable. Normalmente la eficiencia visual se desarrolla por estimulación espontánea. El niño mira cada vez con mayor sistematicidad, va perfeccionando su capacidad de atención, su capacidad de ver. A través de la experiencia diaria el niño de visión normal va motivándose hacia la exploración, va unificando lo que percibe a través de los sentidos. Sin embargo el niño de baja visión no tiene oportunidades de recoger información de manera espontánea a través de la vista, necesita ser enseñado en el proceso de discriminación de formas, colores, figuras... que no han sido objeto de su atención. Para ello va a necesitar una secuencia ordenada de experiencias visuales adaptadas en progresión y motivantes. “El desarrollo del sistema visual en personas con baja visión rara vez se produce en forma automática y espontánea, y es por ello que tiene tanta importancia la estimulación visual y el enseñar a ver para lograr que el sujeto con baja visión tenga satisfacción al usar ésta” (N.Barraga ,1984). Es muy importante que los niños con problemas visuales sean estimulados visualmente desde los primeros días de vida. La estimulación visual también es necesaria cuando se detecten problemas a edades más avanzadas, aunque los progresos serán más lentos, pero jugamos con la ventaja de obtener una mayor colaboración. Antes de comenzar un programa de estimulación visual es necesario disponer de una evaluación oftalmológica, y una valoración de cómo el alumno usa el resto visual que posee. Una vez que tengamos esa información se someterá al alumno a un programa sistemático que cubra las carencias detectadas. La concienciación de los profesionales que interactúan con el niño de baja visión, y el total convencimiento de que la estimulación visual va a ser un trabajo positivo para el alumno, va a ser primordial, por ello es necesario que en su currículum escolar este presente esta área. El nivel de éxito conseguido por los alumnos tras la aplicación del programa va a depender de varios factores: la agudeza visual, nivel cognitivo, edad de comienzo de la intervención, nivel sociocultural de la familia, grado de implicación de las personas que interactúan con el alumno. Vamos a describir algunos programas de estimulación visual que van a proporcionar un desarrollo perceptivo-cognitivo, que van a favorecer el funcionamiento visual del niño. Estos programas son aplicados por el profesor de apoyo del Equipo Específico, el profesor del aula debe motivar al alumno a usar su visión tanto en tareas escolares cómo en actividades extraescolares. Por tanto para desarrollar la capacidad visual del alumno es necesario que confluya por una parte la aplicación de un programa específico de estimulación visual, y por otra el uso continuado de la visión en múltiples tareas y condiciones ambientales, bajo la supervisión del profesor del aula, que deberá: 1. Conocer la etiología y las consecuencias que determinó la disminución visual. 2. Determinar el funcionamiento visual del alumno a través de observación directa. 3. Proponer al alumno actividades motivantes y adecuadas a su edad y su deficiencia. 13 A modo de conclusión El objetivo fundamental de los servicios educativos de la ONCE es favorecer la plena inclusión escolar y social del alumnado con ceguera o deficiencia visual grave. En el enlace de la pagina web de la ONCE.ES, en Servicios Sociales / Educación, puedes encontrar recursos y distintos materiales educativos, dirigidos a alumnado con discapacidad visual En nuestra Región de Murcia, este servicio se encuentra ubicado en la Delegación Territorial de la ONCE de Murcia, sita en Plaza San Agustín 1-A, Murcia, Teléfono 968 28 08 90, Departamento de Servicios Sociales para Afiliados. Datos de población atendida curso 2013-1014 EQUIPO ONCE REGIÓN DE MURCIA CURSO 2013-2014 Nº ALUMNOS TOTAL SEXO H M EDUCACIÓN INFANTIL EDUCACIÓN PRIMARIA ESO BACHILLERATO FP PCPI EBO PTVA (Programas de transición a la vida adulta) ACCESO UNIV >25 AÑOS UNIVERSITARIOS IDIOMAS EDUCACIÓN ADULTOS OTROS 59 84 37 15 13 8 51 17 2 41 4 4 0 39 49 19 6 9 5 29 13 1 21 1 1 20 35 18 9 4 3 22 4 1 20 3 3 TOTALES: 335 193 142 Referencias Bibliográficas: Autores Varios (1999). Aspectos Evolutivos y Educativos de la Deficiencia Visual, Volumen I y II. O.N.C.E. Bueno, M., Toro, S. y otros (1994). Deficiencia Visual, Aspectos psicoevolutivos y educativos. Málaga. Ed. Aljibe. 14 Bueno, M., Toro, S. y otros (1999). Niños y Niñas con Baja Visión. Recomendaciones para la familia y la escuela. Ediciones Aljibe. CAIDV. (1989). Intervención educativa con niños de baja visión. Consejería de Educación y Ciencia. Checa Benito, Javier y otros (2000). Psicopedagogía de la ceguera y deficiencia visual. Valencia. Ed. Promolibro. Munt Xifré, R.M. Pesquer Campo, C., García Leronés, R., Vilajosana Carrera, J., Gómez García, A., Llobet Arbat, J. Adaptaciones curriculares para alumnos con discapacidad visual: una propuesta en el área de Tecnología. Integración nº 28. pp 34 - 43. Lajarín Ortega, T. y Sedeño Ferrer, A. (2014) Intervención educativa en alumnos con discapacidad visual. En: Navarro, J.; Gracia, Mª.D.; Lineros, R.; y Soto, F.J. (Coords.) Claves para una educación diversa. Murcia: Consejería de Educación, Cultura y Universidades. 15