La revista tributaria de Bizkaia Bizkaiko zerga aldizkaria GAI NAGUSIA Tema del Mes EN PORTADA 115.330 Las Conclusiones del Abogado General en el asunto Gibraltar confirman nuestra autonomía tributaria en el ámbito del Derecho comunitario. Resumen En este artículo, el autor analiza las conclusiones formuladas por el abogado general del caso sobre las ayudas de estado a Gibraltar y su importancia para la confirmación de la autonomía tributaria de los territorios forales vascos. En ellas se viene a pedir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea la aplicación íntegra y sin modificaciones de la doctrina del caso Azores, por lo que la legalidad de la autonomía normativa en materia tributaria de los territorios históricos quedaría garantizada en el ámbito del derecho comunitario. Iritzi artikulu honetan autoreak Gibraltar estatuko laguntzen inguruan abokatu orokorrak emandako konklusioak aztertzen ditu, baita horiek Euskal foru lurraldeetako zerga autonomia baieztatzerako garaian duten garrantzia ere. Aipatu konklusioetan Europa Batasuneko Justizi Auzitegiari Azores kasuko doktrina erabat eta aldaketarik gabe aplikatzea eskatzen zaio, horrela lurralde historikoen zerga araudirako autonomiaren legezkotasuna Europako zuzenbidearen esparruan bermatuta geratuko litzatekeelarik. La compatibilidad del régimen de Concierto Económico con el Derecho de la Unión Europea y con la disciplina comunitaria de las ayudas de Estado ha sido uno de los elementos sobre los que más se ha discutido en el último lustro. El 26 de enero de 2005, al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo de 9 de diciembre de 2004 y la anulación de determinados preceptos de las Normas Forales reguladoras del Impuesto sobre Sociedades de 1996 por supuestas ayudas de Estado, comenzó una disputa que hubo de resolverse por la más alta instancia judicial comunitaria, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas con sede en Luxemburgo, quien por medio de su sentencia de 11 de septiembre de 2008 avaló para siempre el encaje comunitario de nuestro Concierto Económico. Forum Fiscal de Bizkaia N_FFB_166.indb 13 13 20/05/2011 12:46:45 115.330 EN PORTADA Había sido previamente el propio Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, su Gran Sala, la que en el denominado asunto Azores estableció los tres criterios de autonomía que tenía que cumplir una región de un Estado miembro para que sus normas tributarias no fueran selectivas desde un punto de vista regional o geográfico, y por tanto, no entrasen dentro de la estricta disciplina de las ayudas de Estado que se deriva de lo previsto en el artículo 107 y siguientes del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El Abogado General Geelhoed, primero, y la Gran Sala en su sentencia de 6 de septiembre de 2006, establecieron que si una entidad infraestatal gozaba de autonomía institucional, autonomía de procedimiento y autonomía económica, entonces desempeñaba un relevante papel de la definición del medio político y económico en el que las empresas desarrollan su actividad y, en consecuencia, es el territorio de esa región el ámbito natural de comparación de su normativa. La aplicación de esa doctrina en el caso vasco vino a poner de manifiesto la adecuación del régimen de Concierto Económico con la Unión Europea y la errónea interpretación que del Derecho comunitario había realizado el Tribunal Supremo, lo que nos permitió superar los momentos más complejos que ha vivido nuestra autonomía normativa. Ahora bien, la Comisión Europea no se había quedado parada y había adoptado algunas otras Decisiones que iban en la misma línea anterior a la jurisprudencia Azores, en particular, por lo que se refería al régimen tributario que Gibraltar pensaba establecer para su Impuesto sobre Sociedades. Desde un punto de vista externo, es decir, para los demás Estados miembros que tomaron parte en el procedimiento (Gran Bretaña e Italia) y para la propia Comisión Europea, la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 11 de septiembre de 2008 (la de los conocidos como asuntos vascos, aunque pasará a la historia de la jurisprudencia comunitaria como la sentencia UGT Rioja) vino a reafirmar en sus propios términos todos y cada uno de los aspectos que ya se fijaron en la sentencia Azores, pero además concretando el aspecto relativo a la necesidad de relación causa a efecto entre las compensaciones financieras y el ejercicio de las competencias fiscales. Por otro lado, la sentencia de la cuestión prejudicial vasca sirvió también para impedir la reinterpretación de los requisitos que el caso Azores había establecido y que la Comisión Europea quería revisar con ocasión del análisis de la cuestión prejudicial relativa a los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco. No hay un cuarto criterio que se añada o sea preferente a los tres requisitos de autonomía explicitados en el asunto Azores, sino que el cumplimiento de esos tres criterios es suficiente para entender que la entidad infraestatal de que se trate desempeña un papel determinante en la definición del medio político y económico en el que operan las empresas. Pero cuando se conoció nuestra sentencia, el asunto Gibraltar estaba pendiente de sentencia en el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas, puesto que tanto el Gobierno de Gibraltar como el del Reino Unido habían recurrido la Decisión de la Comisión. 14 CISS, grupo Wolters Kluwer N_FFB_166.indb 14 20/05/2011 12:46:45 GAI NAGUSIA 115.330 Todos estos aspectos que hemos citado de la sentencia del País Vasco tuvieron un protagonismo muy destacado en la resolución por parte del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas de los recursos interpuestos por el Gobierno de Gibraltar y por el del Reino Unido contra la Decisión de la Comisión que declaraba el régimen fiscal del Impuesto sobre Sociedades de Gibraltar como ayuda estatal incompatible con el Tratado. El asunto Gibraltar plantea algunos elementos diferenciales respecto al caso Azores o al de los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco, pues aunque comparte con ellos la cuestión de cómo arbitrar un punto de encuentro entre los poderes tributarios regionales y el criterio de selectividad para la determinación de si nos encontramos ante una ayuda estatal o no, incorpora una faceta propia, basada en que el régimen tributario establecido en el Impuesto sobre Sociedades gibraltareño puede constituir ayuda de Estado también por razones materiales. El asunto Gibraltar plantea algunos elementos diferenciales respecto al caso de los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco Por lo que a la selectividad regional se refiere, la Comisión aplicó en este caso también la doctrina Saggio y, por tanto, volvíamos a estar en un supuesto en el que la resolución del asunto Azores se revelaba de gran importancia. La Decisión de la Comisión fue recurrida por Gibraltar y por el Reino Unido y en apoyo de la Comisión había solicitado intervenir el Reino de España, que apoyaba en un principio tanto la posición de la Comisión en el aspecto de la selectividad regional como en el de la material. Posteriormente, a la vista de los asuntos Azores y de la delicada situación en la que quedaba el Concierto Económico con la Comunidad Autónoma del País Vasco y la estructura constitucional del Estado, modificó su planteamiento renunciando a sostener la postura de la Comisión en relación con el argumento de la selectividad regional, y manteniendo su oposición a los recursos exclusivamente en lo que a la selectividad material de las medidas se refiere, teniendo presente que otra posición hubiera resultado incoherente con la postura adoptada en los otros asuntos. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que el asunto Gibraltar estuvo esperando en la mesa del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas a que se conociera la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas dictada en la cuestión prejudicial relativa a los Territorios Históricos vascos, puesto que no sería hasta el 18 de diciembre de 2008 cuando se hiciera pública la sentencia, algo más de año y medio después de la celebración de la vista oral. El Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas esperaba, como no podía ser de otra manera, si el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas variaba en algo su posición de la sentencia Azores, o si matizaba de alguna manera los requisitos exigidos, máxime teniendo en cuenta que la Comisión estaba defendiendo en la cuestión prejudicial los criterios que había utilizado en el asunto Gibraltar y su adecuación a una sentencia Azores reinterpretada. Forum Fiscal de Bizkaia N_FFB_166.indb 15 15 20/05/2011 12:46:45 115.330 EN PORTADA Aunque la sentencia del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas de 18 de diciembre de 2008 en el asunto Gibraltar no mencione expresamente la sentencia de la cuestión prejudicial, hay dos aspectos en los que es tributaria de la misma. Tras confirmar punto por punto todas las cuestiones que ya había dejado claro el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en la sentencia Azores, en Gibraltar se asegura que no existe ningún criterio adicional para determinar la autonomía además de los tres que había propuesto en su momento Geelhoed, con lo que se quita valor a la argumentación de la Comisión Europea relativa al papel desempeñado por Gibraltar en la definición del medio político y económico en el que operan las empresas radicadas en su territorio. Por otro lado, al analizar las posibles compensaciones financieras que el Estado central pudiera realizar para resarcir el efecto que sobre las finanzas gibraltareñas tiene la reducción del Impuesto sobre Sociedades proyectada, la Comisión había insistido en que había que tener en cuenta los pagos relativos al mantenimiento del aeropuerto o la aportación de cantidades para el pago de determinadas pensiones que seguía haciendo el Gobierno del Reino Unido en Gibraltar. El Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas aplica en este caso la exigencia que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas hace en la sentencia de la cuestión prejudicial vasca de que las compensaciones financieras que se pretendan hacer valer para demostrar una falta de autonomía económica deben guardar una relación de causa a efecto con las medidas fiscales aprobadas por la autoridad regional. Pero da un paso más allá el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas porque dice que eso no podrá determinarse cuando exista otra finalidad legítima, lógica y suficiente que justifique la compensación, poniendo el ejemplo tanto de la contribución al sostenimiento del aeropuerto, justificando el pago por el uso militar del aeródromo por parte del Gobierno británico, como del pago de pensiones, vinculado a los propios derechos laborales que nada tienen que ver con el ámbito tributario. Manifiesta incluso el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas que el hecho de que haya infraestructuras de competencia estatal en la región y sean aportadas cantidades para sufragar su coste no incide en absoluto en la autonomía económica porque la transferencia financiera tiene una fundamentación propia y diferente de la compensación por una hipotética menor recaudación. En consecuencia, el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas confirma que Gibraltar goza de autonomía total al aplicar los criterios de la sentencia Azores y, por tanto, no puede hablarse de selectividad regional en las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno del Peñón en la medida en que tiene autonomía institucional, de procedimiento y económica. El Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas confirma que Gibraltar goza de autonomía total al aplicar los criterios de la sentencia Azores Por otra parte, y por razones diversas, el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas también acaba desestimando los argumentos re16 CISS, grupo Wolters Kluwer N_FFB_166.indb 16 20/05/2011 12:46:45 GAI NAGUSIA 115.330 lativos a la selectividad material del régimen fiscal gibraltareño, con algunas precisiones de indudable alcance, y anulando en consecuencia las Decisiones de la Comisión Europea. Cabía preguntarse, ya en aquel momento, si se podía extraer alguna consecuencia indirecta de la sentencia del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas de 18 de diciembre de 2008 para el supuesto de los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco. La respuesta debía ser necesariamente positiva porque el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas había mostrado cómo entiende el Tribunal de Luxemburgo que se tienen que aplicar en un caso concreto los criterios para determinar si determinadas compensaciones financieras pueden suponer una merma de la autonomía económica o no de la entidad infraestatal de que se trate, y además lo hace aplicando específicamente el razonamiento que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas había empleado en la cuestión prejudicial vasca. Además, da la casualidad de que las transferencias financieras que se habían puesto como ejemplo por las entidades recurrentes contra la normativa foral del Impuesto sobre Sociedades en la cuestión prejudicial de constituir compensaciones que permiten al País Vasco mantener un menor nivel impositivo y, por tanto, que deberían implicar la pérdida de la autonomía económica del mismo, guardan una gran similitud con las que fueron objeto de análisis por el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas en el asunto Gibraltar. Por ello, el valor jurídico de esa sentencia para el caso de los Territorios Históricos vascos era muy grande, ya que no estamos ante una aplicación del análisis de la autonomía económica que realice una parte interesada, ni tan siquiera el que pueda realizar la Comisión, sino que quien muestra a todos los Tribunales de todos los Estados miembros cómo se debe aplicar la doctrina comunitaria sobre ayudas estatales en relación con la fiscalidad regional directa es el propio Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas, por lo que la manera en cómo razona respecto a la presencia de compensaciones financieras en el caso de Gibraltar debe inspirar a los órganos jurisdiccionales de los Estados miembros cuando acometan una tarea similar. La conclusión que puede alcanzarse en este punto es que los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco resisten perfectamente el análisis siguiendo la metodología aplicada por el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas en relación con todas las transferencias financieras que puedan existir en estos momentos por parte de la Administración del Estado, y en ninguno de los casos podría determinarse una relación de causa a efecto entre esa transferencia financiera y la reducción del Impuesto sobre Sociedades que hayan podido acordar los Territorios Históricos en determinados momentos. En consecuencia, esta sentencia del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas apuntalaba todavía más, de una forma indirecta, la conclusión de que los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco cumplen los tres requisitos de autonomía exigidos por la jurispruForum Fiscal de Bizkaia N_FFB_166.indb 17 17 20/05/2011 12:46:45 115.330 EN PORTADA dencia comunitaria para considerar que sus disposiciones fiscales son normas generales y no ayudas estatales. La Comisión Europea decidió recurrir la sentencia del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas de 18 de diciembre de 2008 en el asunto Gibraltar, si bien, se dio por satisfecha por lo que a la selectividad regional se refiere, y solamente planteó un recurso de casación por la, a su juicio, incorrecta aplicación de las normas sobre selectividad material en el caso de Gibraltar. El Reino de España también recurrió la citada sentencia, pero en su caso, haciendo referencia a ambos criterios de selectividad, esto es, tanto a la material, en la que compartía especialmente la posición de la Comisión, como en la regional, en la que, asumiendo la sentencia Azores y defendiendo la sentencia de la cuestión prejudicial del País Vasco, el Reino de España planteaba al Tribunal de Justicia que la doctrina Azores solamente puede ser aplicable a una región de un Estado miembro, lo que, en su opinión, se produce en el caso de Gibraltar, por ser una colonia sobre la que un Estado miembro asume la responsabilidad de sus relaciones internacionales. Por tanto, el planteamiento de la selectividad regional y la sentencia Azores se trastoca y se cambian las coordenadas de la discusión, puesto que lo que se defiende es la especialidad que plantea Gibraltar al no poder ser considerada una región de un Estado miembro. Por otro lado, España también plantea para el caso de Gibraltar la necesidad de establecer un cuarto criterio, de armonización fiscal, para que sea admisible la aplicación de la doctrina Azores. Aunque directamente no se ponía en cuestión la estabilidad de la doctrina Azores ni su aplicación al caso vasco, el hecho de replantear la cuestión en estos términos podía implicar algún riesgo de matización de la doctrina Azores por parte del Tribunal de Justicia, que además está conociendo los recursos de casación en Gibraltar por medio de su Gran Sala. El Abogado General encargado del asunto, el finés Jaaskinen, ha hecho públicas sus conclusiones el pasado 7 de abril, y de las mismas se deduce que mantiene plenamente en vigor todos los requisitos establecidos en Azores y nada más, enfatizando que así resulta de la sentencia de la cuestión prejudicial vasca, y proponiendo al Tribunal que desestime los dos recursos de casación en su totalidad. El Abogado General plantea los términos del debate partiendo de la siguiente premisa: “54. Con carácter preliminar, hay que recordar que la selectividad regional de una medida fiscal se aprecia en relación con el tipo impositivo normal, esto es, el tipo en vigor en la zona geográfica de referencia. La dificultad con que se encontraba el Tribunal de Primera Instancia en este asunto consistía en determinar si era procedente razonar como lo había hecho la Comisión, al considerar al Reino Unido y Gibraltar como un conjunto, o si debía admitirse que Gibraltar era el ámbito de referencia apropiado. 55. Esta cuestión plantea, a mi entender, un problema de interpretación autónoma del Derecho de la Unión. En efecto, el Derecho primario concedió a Gibraltar un estatuto particular en el ordenamiento jurídico de la Unión. Los 18 CISS, grupo Wolters Kluwer N_FFB_166.indb 18 20/05/2011 12:46:45 GAI NAGUSIA 115.330 efectos jurídicos de ese estatuto respecto a la aplicación de las normas del Derecho de la Unión sobre ayudas de Estado, por lo tanto, no dependen del estatuto de Gibraltar, como se define en Derecho internacional o, aún menos, del definido en el Derecho constitucional del Reino Unido, sino que proceden exclusivamente de una interpretación del Tratado. Ciertamente, el Derecho internacional y el Derecho constitucional de un Estado miembro afectado pueden definir los elementos constituyentes de los hechos jurídicos a los que se aplica el Derecho de la Unión. No obstante, dichos elementos no tienen repercusión alguna en la naturaleza exclusivamente comunitaria de las cuestiones jurídicas sobre las que debe pronunciarse el Tribunal de Justicia al resolver los presentes recursos de casación. 56. En el asunto Azores, la cuestión fundamental consistía en saber si podía considerarse que las reducciones tributarias en cuestión eran una medida de aplicación general a las Azores o si se trataba más bien de una medida selectiva, que confería una ventaja únicamente a los agentes económicos establecidos en las Azores, con respecto a los que operaban en Portugal. 57. Como ha propuesto el Abogado General Geelhoed, la región debe ser autónoma en el sentido institucional, procedimental y económico, para poder considerar que la medida no tiene carácter selectivo. En efecto, en la sentencia Azores, el Tribunal de Justicia consideró que, para que pueda considerarse que una decisión que se haya adoptado en estas circunstancias lo ha sido en ejercicio de atribuciones lo suficientemente autónomas es necesario, en primer lugar, que sea obra de una autoridad regional o local que, desde el punto de vista constitucional, cuente con un estatuto político y administrativo distinto del Gobierno central. Además, debe haber sido adoptada sin que el Gobierno central haya podido intervenir directamente en su contenido. Por último, las consecuencias financieras de una reducción del tipo impositivo nacional aplicable a las empresas localizadas en la región no deben verse compensadas por ayudas o subvenciones procedentes de otras regiones o del Gobierno central. El Tribunal de Justicia ha reiterado estos principios, aportando algunas precisiones en el asunto UGT Rioja. Respecto al tercer requisito, ha precisado, en particular, que se trataba de la «autonomía económica y financiera». 58. La importancia de la sentencia Azores estriba, de forma incuestionable, en el hecho de que, aun cuando no se refería a un Estado federal que posee una distribución simétrica de las competencias tributarias, el Tribunal de Justicia no declaró que el ámbito de referencia debiera ser necesariamente todo el territorio de un Estado miembro. Por el contrario, admitió que el ámbito de referencia de la normativa tributaria de una entidad regional pudiera corresponder a su propio territorio cuando dicha entidad fuera suficientemente autónoma del Gobierno central del Estado miembro. 59. Habida cuenta de su estatuto, contemplado en el artículo 299 CE, apartado 4, las normas del Tratado, en particular, las relativas a las ayudas de Estado, se aplican a Gibraltar. Por otra parte, la adhesión del Reino Unido a las Comunidades Europeas fue posible sin que existiera sistema tributario común entre dicho Estado miembro y Gibraltar, que pertenece a un tipo de territorios que tienen una relación específica con la Unión Europea. Forum Fiscal de Bizkaia N_FFB_166.indb 19 19 20/05/2011 12:46:45 115.330 EN PORTADA 60. A la vista de las anteriores consideraciones, considero excluida la posibilidad de que una interpretación de conformidad con el objetivo del Tratado permita exigir al Reino Unido que aplique su propio sistema tributario al territorio de Gibraltar. En cambio, en la medida en que los Tratados no establezcan excepciones para la aplicación de las normas sobre ayudas de Estado en el territorio en cuestión, me parece lógico que los requisitos de la selectividad regional se aprecien con arreglo a los mismos principios que los que se aplican a las otras entidades intraestatales que poseen sus propias competencias tributarias. Esta interpretación, a mi entender, es la única que preserva el efecto útil del artículo 299 CE, apartado 4, interpretado conjuntamente con el principio de que las normas de Derecho de la Unión que regulan las ayudas de Estado se aplican en Gibraltar. 61. Por otra parte, el hecho de que el Tribunal de Justicia nunca antes haya conocido del caso de un territorio de cuyas relaciones se ocupa un Estado miembro no puede bastar, contrariamente a lo alegado por el Reino de España, para excluir de plano la aplicabilidad de la jurisprudencia Azores a Gibraltar. 62. En consecuencia, es preciso dejar constancia de que el Tribunal de Primera Instancia pudo aplicar dicha jurisprudencia al caso de Gibraltar sin que este enfoque, por sí solo, vulnere uno de los criterios del concepto de ayuda de Estado en el sentido del artículo 87 CE, apartado 1. A la luz de estas observaciones generales, puedo emprender el análisis de los distintos motivos invocados por el Reino de España.” Con esta argumentación ya establece que no puede admitirse que por el estatuto especial de Gibraltar, la doctrina Azores no le resulte aplicable, y por tanto, pone en tela de juicio la base fundamental de las alegaciones de España en este asunto. Pero cuando se ocupa de la selectividad regional propiamente dicha y de la posible exigencia de un cuarto requisito, es más contundente todavía el Abogado General: “105. En su séptimo motivo, el Reino de España intenta demostrar que el Tribunal de Primera Instancia incurrió en un error de Derecho en el apartado 88 de la sentencia recurrida. El Reino de España considera, al respecto, que del apartado 47 de la sentencia Azores resulta un cuarto requisito, que se añade a los tres señalados por el Tribunal de Justicia en dicha sentencia. 106. En la sentencia UGT-Rioja, el Tribunal de Justicia rechazó que existiera un cuarto requisito, en aquella ocasión, previo a la aplicación de los tres criterios señalados en la sentencia Azores. El Tribunal de Justicia declaró allí que «los únicos requisitos que deben cumplirse para que el territorio en que ejerce su competencia una entidad infraestatal sea el marco pertinente para apreciar si una decisión adoptada por ésta tiene carácter selectivo son los requisitos de autonomía institucional, autonomía en materia de procedimiento y autonomía económica y financiera, precisados en el apartado 67 de la sentencia Portugal/Comisión, antes citada». 107. Procede concluir, a partir de lo anterior, que el cuarto requisito que el Reino de España cree poder derivar de la sentencia Azores nunca ha sido 20 CISS, grupo Wolters Kluwer N_FFB_166.indb 20 20/05/2011 12:46:46 GAI NAGUSIA 115.330 establecido por el Tribunal de Justicia. En consecuencia, propongo desestimar por infundado el motivo séptimo.” Por tanto, como puede apreciarse, el Abogado General plantea a la Gran Sala que no se aparte lo más mínimo de lo que había establecido en el asunto Azores y ratificado en el caso del País Vasco, y en consecuencia, entienda que no existe problema alguno de selectividad regional en el asunto Gibraltar. Por tanto, como puede apreciarse, el Abogado General plantea a la Gran Sala que no se aparte lo más mínimo de lo que había establecido en el asunto Azores Como hemos tenido ocasión de recordar, más allá del propio asunto de Gibraltar y de que tiene mucha más enjundia el asunto de la selectividad material, en el que no entraremos en este momento por alejarse de nuestro ámbito de análisis, lo importante de estas Conclusiones es que cierran definitivamente la puerta a una reinterpretación de la doctrina Azores y suponen, por tanto, una nueva confirmación de que los criterios establecidos hasta la fecha, aplicados en el caso del País Vasco, nos llevan a concluir que nuestro régimen tributario es un régimen general que no puede adolecer de problemas de selectividad regional a efectos de la disciplina comunitaria de las ayudas de Estado. En los próximos meses la Gran Sala del Tribunal de Justicia de Luxemburgo deberá dictar sentencia en estos recursos de casación, y si sigue las recomendaciones que el Abogado General Jaaskinen le hace en sus conclusiones, podremos tener también en Euskadi la tranquilidad de que el abismo al que nos empujó el Tribunal Supremo en aquella sentencia de 2004 se ha cerrado definitivamente para nuestro bien por parte del máximo intérprete del Derecho de la Unión Europea. Iñaki Alonso Arce Forum Fiscal de Bizkaia N_FFB_166.indb 21 21 20/05/2011 12:46:46