Medidas para el fomento de la circulación del libro en

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Medidas para el
fomento de la
circulación del
libro en
Iberoamérica
Fernando Gómez Campo
Consultor privado
Octubre de 2008
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Introducción
Tal como quedó planteado en el marco teórico para el Estudio Prospectivo del Sector
Editorial de Latinoamérica 2020, se entenderá, también en este documento, que el
término libro cobija toda obra única que se publica bien en formato físico o en formato
digital.
Circulación del libro se refiere a que los lectores iberoamericanos, en cualquier país de
la región, puedan tener un mayor acceso a todas las publicaciones que se originen en su
propio país y en el resto del mundo, favoreciendo así la oferta de libros y por tanto
abriendo la posibilidad a su lectura.
En el proceso de la puesta en circulación de un libro, claro está, entran en juego todos
los actores de la cadena de oferta y acceso al libro. Por eso es necesario que las políticas
públicas para el fomento de la circulación del libro atiendan de manera integral todos
los elementos de la cadena, sin importar que sean estos de naturaleza pública o privada,
incluidas además todas las entidades del sector gubernamental que tienen que ver con el
libro, la lectura, la educación y la promoción comercial de los bienes culturales.
La industria editorial es una de las pocas actividades que tiene en su naturaleza la
característica de hacer coincidir el bien público con los intereses privados. Me refiero al
doble carácter cultural y comercial del libro, lo que debería facilitar cualquier proceso
de impulsar su desarrollo a través de la gestión pública que oriente y estimule la
iniciativa privada hacia el logro del bienestar cultural y educativo de las comunidades.
Criterios generales para orientar las políticas públicas de fomento a la
circulación del libro
Toda política tendiente a favorecer la circulación del libro debería tener en
consideración dos premisas generales, sobre las cuales se diseñen y ejecuten tales
políticas: en primer lugar, la convicción de que se trata de procesos de cambio social y
cultural que toman tiempo y por tanto las políticas que se implementen deben sostenerse
por largos periodos de tiempo, fijando obviamente metas graduales; en segundo lugar,
que estas políticas deben involucrar a todos los actores de la cadena, guiados por
objetivos comunes y sin dejar por fuera a ninguno de ellos, para asegurar así un
desarrollo armónico y potencializando en la implementación de dichas políticas.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
De la misma manera que se fortalece cualquier sector industrial, pero sin perder de vista
el doble carácter del libro como bien cultural y bien comercial, estas políticas de
fomento a la circulación del libro deberían desarrollarse a partir de tres ejes
fundamentales. Me refiero al desarrollo del mercado o la demanda del bien, al
fortalecimiento, luego, de las redes logísticas de distribución y, más adelante, a la
apertura de mercados internacionales:
1) Lograr un número creciente de lectores en nuestra región con planes
efectivos y ampliadores del fomento de la lectura que garanticen la diversidad de
contenidos, el acceso al libro a través de redes de bibliotecas, la aproximación a
los lectores para conocer sus preferencias y el respeto por estas preferencias.
2) Apoyar decididamente el desarrollo de una distribución eficiente y plural a
través de estímulos a los actores a la cadena que hacen logística física y a
aquellos que desarrollen modelos de distribución basados en las nuevas
tecnologías de la comunicación y la digitalización de contenidos.
3) Impulsar programas de transnacionalización efectivos enfocados a la
promoción de los autores iberoamericanos y de sus obras, que permitan a los
lectores iberoamericanos tener acceso a estas publicaciones, desarrollando ese
doble carácter del libro de bien cultural y comercial.
Consideraciones sobre las acciones desarrolladas por los gobiernos en
beneficio de la circulación del libro
Buena parte de las acciones referentes a políticas públicas que se orientan a favorecer la
circulación del libro han girado en torno a la libre circulación sin aranceles del libro
físico, principalmente a partir de los acuerdos de Florencia en 1950 que, por otra parte,
deberán ser refrendados oportunamente en consideración a los nuevos los formatos del
libro.
Aunque existen otras modalidades de apoyo que se han puesto en práctica en
determinados países de Iberoamérica, estos siempre han tenido un enfoque que busca
resultados inmediatistas, carentes de la necesaria continuidad que requieren estos
procesos de cambio cultural. Es el caso de la mayoría de los planes nacionales de
fomento a la lectura, que dejan de lado, además, su necesaria integralidad al no
involucrar armónicamente a todos los actores de la cadena de oferta y acceso al libro.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Algunos gobiernos latinoamericanos impulsaron las llamadas leyes de fomento al libro,
con mayor o menor impacto en los países, según haya sido su orientación y
permanencia. Estas leyes en su mayoría han girado en torno a favorecer la función
editorial con tratamientos fiscales preferentes, el fortalecimiento de las bibliotecas
públicas, beneficios impositivos para los autores. Muchas de estas leyes no han tenido la
permanencia y la complementación de otras medidas para poder asegurar los resultados
esperados.
Algunos gobiernos han intentado apoyar la apertura de mercados internacionales para
los libros y sus autores, a través de acciones sin mayor continuidad desarrolladas por los
ministerios de comercio. Muchas veces esas acciones se centran en el apoyo a sus
editores nacionales para su participación en las Ferias del Libro a escala mundial, pero
con bajos resultados. La sola presencia en una feria de estas, sin una mayor divulgación
y promoción de las muestras nacionales, hechas con muy bajo perfil y con escaso
presupuesto, no garantiza la conquista de estos mercados.
Un papel importante en la difusión de los autores y sus obras a escala mundial, ha
corrido por cuenta de los agentes literarios, quienes han jugado un papel de mucho
mayor impacto en la colocación de autores en los distintos mercados internacionales.
Las políticas públicas a favor de la circulación del libro, en mi concepto, deberían
impulsar siempre la iniciativa privada en los diferentes procesos de la cadena de oferta y
acceso al libro, sin asumir de manera directa el papel de los actores de la cadena, pero,
eso sí, actuando a través de estas políticas para corregir los desequilibrios del mercado.
Así se preservaría la diversidad de contenidos y se evitaría el riesgo de monopolios con
ventajas competitivas.
Según Kelvin Smith, en cuanto a la circulación a nivel nacional, algunos editores
sugieren que las políticas gubernamentales que se han inclinado hacia la liberalización
del mercado han contribuido al decrecimiento del mercado y a una menor viabilidad
comercial de las librerías independientes. Es claro, así, que un sistema de acceso basado
en el oligopolio u orientado en una sola línea comercial no favorece los intereses de la
diversidad cultural ni el desarrollo de un ambiente saludable para editores y creadores.
Gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación, hoy en día surgen
formas nuevas, y quizás más efectivas, para el desarrollo de políticas de fomento a la
circulación del libro, a través del uso de los portales en Internet, las redes sociales, y la
distribución digital de contenidos.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Parte fundamental de estos programas de la Agenda Pública es la divulgación de las
oportunidades y amenazas que surgen con los cambios tecnológicos que afectan el libro
y el apoyo decidido a los actores de la cadena en su adaptación tales los.
La circulación del libro entre los distintos países de Iberoamérica
Con pocas excepciones en la región, la mayor parte de los esfuerzos y programas
tendientes a impulsar la promoción y divulgación de autores y de sus obras, fuera de sus
fronteras, ha estado en cabeza de los editores privados como parte de sus planes de
comercialización. Los resultados en este sentido han sido escasos si se tiene en cuenta
que no es fácil encontrar libros latinoamericanos en las librerías españolas y que
muchos autores de gran desempeño y reconocimiento en España difícilmente circulan
entre nuestros países. Se mantiene así una circulación concentrada en unos pocos
autores que pueden garantizarle a los editores un volumen de ventas importante a escala
internacional, aislando la producción bibliográfica de una misma cuenca lingüística al
quedar confinada en sus mercados domésticos de origen. De pronto
Así, al escoger los editores el camino más cómodo, renunciando al esfuerzo mayor que
requiere la internacionalización de sus autores, se desencadenan dos fenómenos que van
en contravía de la circulación del libro: por una parte, los autores quedan aislados en sus
mercados locales sin opciones de salir fuera de sus país de origen y, por otra, se va
disminuyendo el interés de los lectores en escuchar las voces que intentan llegar de
otros ámbitos fuera de sus países.
Tenemos que pensar en desarrollar también el lector independiente que incita al librero
a tener libros nuevos y diversos. Este lector curioso e informado podrá formarse si
logramos ver la Internet, las redes sociales y los portales de búsqueda como aliados para
divulgar los autores y sus obras.
Las nuevas tecnologías de la comunicación vía Internet, las cadenas de librerías
virtuales, las comunidades virtuales y los grandes portales de búsqueda jugarán sin duda
un papel preponderante en la apertura de nuevas rutas que favorecerán la circulación y
la divulgación internacional de los libros. En este ámbito, nuevos actores, que no
provienen originariamente de la cadena del libro, tendrán la oportunidad de asumir roles
protagónicos en la cadena y seguramente aportarán mayor eficiencia y funcionalidad
para agilizar la circulación de los libros.
El tránsito entre la creación del libro y su puesta final en manos de un lector en
cualquier lugar del mundo, que actualmente es lento e ineficiente, se verá enfrentado al
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
poder de Internet y sus comunidades para divulgar y transferir contenidos a grandes
velocidades. Si los actores de la cadena no visualizan esta oportunidad presente hoy,
seguirán viéndose desplazados cada día. El espacio abierto por Internet es sin duda una
oportunidad para implementar políticas públicas a favor de la circulación del libro con
menores costos de inversión y resultados que impacten grupos más grandes de la
población lectora.
Muchas de las discusiones de hoy sobre el futuro de la cadena de oferta y acceso al libro
que se realizan entre editores y libreros se centran en dilucidar si podrán en el futuro
convivir los formatos físico y digital. Así, se desconoce de entrada que con Internet es
posible mejorar drásticamente la circulación del libro en cualquiera de estos formatos:
en el físico, gracias a la transferencia de contenidos digitales que se imprimen en el
lugar de destino con la tecnología del POD (Print on Demand), y en el digital, gracias a
los dispositivos de lectura electrónicos (celulares, agendas, computadores, dispositivos
especializados, etcétera).
Quizá el mayor riesgo, cuando las discusiones sobre el futuro del libro caen en la
disyuntiva de si convivirán los dos formatos, es que los actores de hoy en nuestros
países (editores y libreros), se ubican en el bando de los defensores del libro físico y
respiran tranquilos al aceptar la convivencia de los dos formatos. Esta creencia
desconoce que, aunque el formato digital tomará solo una porción del mercado, este
hecho cambiará por completo la relación y funcionamiento de la cadena de hoy.
Las políticas públicas orientadas a acelerar la circulación nacional e internacional del
libro deberían diseñar estrategias que hagan tomar conciencia de la importancia de este
nuevo entorno tecnológico y aumentar los programas de apoyo, capacitación,
información y motivación dirigidos a los distintos actores de la cadena (lectores,
autores, editores, agentes, libreros) con relación al uso de las nuevas tecnologías.
En general, estas estrategias deberían también renunciar a la tentación de desarrollar
grandes proyectos económicamente inviables y partir de muestras selectivas de autores
y obras, de tal manera que puedan concentrarse los recursos en un fondo manejable y
conseguir un efecto de divulgación menos efímero entre el público lector de nuestros
países. Dichas muestras pueden conseguir la vinculación entusiasta de los medios de
información masiva y de las entidades que desarrollan festivales, ferias y eventos
alrededor del libro y la cultura.
Con un plan basado en estas muestras selectivas se pueden lograr resultados efectivos a
corto plazo, impulsando efectos de réplica a diversa escala e induciendo multiplicadores
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
de estas estrategias, que favorecerán el desarrollo de mercados y fronteras más amplios
para nuestros autores y sus obras.
Criterios sugeridos para el desarrollo de una nueva agenda a favor de
la circulación del libro a escala iberoamericana.
Con el fin de establecer un marco de acción robusta, coordinada y eficiente en el manejo
de las diversas acciones que se incorporen finalmente en las agendas públicas, sugiero a
continuación una serie de elementos a considerar como marco de referencia:
1. Impulsar de manera coordinada a escala regional una agenda de carácter
internacional y otra de carácter local o nacional. Éstas tendrían acciones y
énfasis distintos a partir del desarrollo de los ejes planteados en la introducción
de este documento.
2. Sería conveniente que la agenda pública internacional se implementará partiendo
de un convenio entre los distintos países que se adhieran a la misma. Esto
facilitaría la coordinación de la agenda, elemento necesario debido al carácter de
reciprocidad, que es un componente clave de las propuestas que se mencionarán
en este documento.
3. Esta agenda pública internacional debería centrarse en la divulgación de los
autores y de sus obras, estructurándose de manera específica en al menos tres
campos temáticos: 1) creación literaria, 2) creación científica y tecnológica y 3)
divulgación de interés general. Además, tendría como propósito principal el
asegurar el acceso y divulgación de los autores locales en los mercados
internacionales.
4. La agenda internacional debería considerar el desarrollo de dos importantes
procesos en la cadena de oferta y acceso al libro, que serían soportes
fundamentales para la circulación del libro y sus autores: el papel de agentes
literarios y la distribución eficiente a escala internacional.
5. La agenda pública de cada país debería centrarse en el desarrollo de la demanda
del libro, a través de programas de fomento a la creación de lectores; en el
fortalecimiento y ampliación de los canales de distribución del libro, y en
general en brindar la posibilidad de que la cadena de oferta y acceso al libro en
cada país logre un entorno productivo para asegurar su viabilidad hacia el futuro.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
6. Esta Agenda Pública nacional, claro está, requiere a su vez de una
reglamentación entre los entes públicos nacionales, responsables del desarrollo
de las políticas y de los entes privados involucrados (editores, canales,
instituciones educativas, etcétera), con el fin de garantizar el equilibrio y
equidad entre los distintos actores y asegurar la diversidad de contenidos. Esta
reglamentación podría ser propuesta por las entidades gremiales que agrupan a
los entes privados (gremios de editores) y convenida con los organismos
estatales.
Propuestas para el desarrollo de una estrategia de aumento de la
demanda de libros a escala nacional
Como se plantea en los criterios anteriores, las políticas nacionales a favor de la
circulación del libro deberían centrarse en la creación de lectores, ya que solamente una
demanda creciente por este bien de carácter cultural y científico es el mayor estimulo
para la consolidación y supervivencia de todos los actores de la cadena de oferta y
acceso al libro.
Solamente un mercado local creciente y con mayores índices de lectura puede asegurar
la solidez de la industria del libro nacional. En consecuencia, la suma de estos mercados
a escala regional abriría el espacio a nuevas oportunidades de circulación del libro en
español.
La suma de pequeños mercados, como se da hoy en día en nuestra región, debilita la
presencia de los distintos actores de la cadena, retrasa la adopción de las nuevas
tecnologías y, en suma, los hace mucho más vulnerables a los nuevos desafíos.
Todos los esfuerzos que hagamos a beneficio de la oferta de libros, la diversidad de
contenidos, la protección de las librerías como canal natural, el fortalecimiento de las
redes de bibliotecas, la creación de leyes de fomento, el equilibrio de las condiciones de
competencia de los canales y a favor de los actores más vulnerables de la cadena serán
esfuerzos en vano, mientras no logremos un aumento progresivo de lectores.
No podemos perder de vista que todas las acciones conducentes a la creación de
demanda para el libro tardan mucho tiempo en dar resultados, probablemente el ciclo de
vida de varias generaciones. Aunque esto no sea políticamente tan atractivo en la
práctica, es una realidad incuestionable que debería afrontarse de manera clara y
precisa.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Este propósito general debería conducirnos a la creación en cada país de una entidad de
naturaleza pública o mixta, fortalecida y autónoma, cuya única misión sea la del
fomento de la lectura y la creación de lectores1. Una entidad que represente y congregue
a todos los actores interesados en el libro: ministerios de educación, cultura y comercio,
entidades privadas y públicas que trabajen en el fomento de la lectura, gremios de
editores, libreros, distribuidores e impresores, bibliotecas, etc.
Esta entidad pondría en acción un plan integral para el desarrollo de lectores, tomando
en cuenta medidas tales como las que se sugieren a continuación:
1. Actuar en todos los niveles de escolaridad, desde el preescolar hasta el
bachillerato, e incluir los niveles universitarios y tecnológicos.
2. Estar complementado con el diseño y desarrollo de bibliotecas de aula, escolares
y universitarias, que tengan presupuestos anuales para la adquisición de nuevos
títulos.
3. Implementar programas de conexión de banda ancha en todas las instituciones
educativas, de alfabetización digital y promover el uso de los navegadores
seguros de Internet que permitan la lectura de libros.
4. Capacitar a los docentes, padres de familia y directivas de las entidades
educativas y de formación en el manejo de ayudas para fomentar el desarrollo
de los hábitos de lectura.
5. Realizar en las entidades educativas eventos periódicos de visitas a bibliotecas y
librerías, de manera como se hace con las visitas anuales a las ferias del libro.
6. Fomentar el uso de bibliotecas viajeras y de todos los proyectos de acercamiento
de los libros a las poblaciones rurales y urbanas más aisladas.
7. Crear becas para la creación literaria, impulsándola desde la universidad.
8. Fomentar la creación del día del libro propuesto por la UNESCO, con el objeto
de divulgar y comercializar los libros, involucrando todos los sectores
empresariales, comerciales, educativos, las redes sociales de Internet y las
compañías de servicios celulares para el envío de mensajes.
9. Realizar convenios permanentes con los medios masivos (prensa, radio,
televisión) para dedicar espacios de mensajes dirigidos a la población general
sobre la conveniencia de la lectura con el apoyo de las empresas privadas.
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En algunos países de la región se han estructurado entidades como la descrita y se están implementando
planes nacionales de lectura.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Propuestas para el desarrollo de una política que estimule la
circulación del libro entre países a escala iberoamericana
Como se planteó en los criterios sugeridos para el desarrollo de nueva agenda a favor de
la circulación del libro a escala iberoamericana, las siguientes acciones se considerarían
como parte de la agenda internacional, cuyo énfasis estaría en la divulgación de los
autores locales y sus obras:
Muestra nacional anual itinerante de autores y sus obras
Se realiza una selección anual de autores vivos y de sus obras en cada país. Los criterios
de selección y el cupo de la muestra deberán ser definidos con claridad según el marco
de referencia general.
La muestra viajará por los distintos países de Iberoamérica, aprovechando las ferias del
libro nacionales e internacionales de cada país. El desarrollo de la muestra debe incluir
la reciprocidad convenida de cada país.
El formato de la muestra incluirá la exhibición de las obras, ciclos de conferencias de
los autores de la muestra, la presentación de cada autor (realizada por un autor local
reconocido del país anfitrión) y una campaña de divulgación previa al evento en medios
masivos e Internet.
Se creará una página web permanente de la muestra con blogs individuales de cada
autor. La página web incluirá enlaces a las bibliotecas y librerías virtuales que de
manera destacada tengan los libros a la venta y banners publicitarios de las librerías y
bibliotecas físicas que tengan exhibición preferencial de la muestra. El contrato con las
librerías de la muestra deberá contemplar un período de vigencia de al menos 6 meses.
Se demandará de los editores responsables de la comercialización de estos autores una
participación importante en la divulgación de la muestra general.
Bibliotecas de autores nacionales
Se construye una lista de obras y autores nacionales en cada país, vivos o fallecidos, que
serán adquiridas por la red de bibliotecas de todos los países.
Con base en el convenio planteado en el marco general de referencia, se asegurará la
reciprocidad de todos los países.
Se definen los criterios especiales bajo los cuales la muestra quedará catalogada en las
respectivas bibliotecas con el fin de favorecer su divulgación.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Se demandará de los editores responsables de la comercialización de los autores
incluidos en la lista, un apoyo en los precios de adquisición de los libros,
garantizándoles una compra anual de títulos nuevos y reposición de títulos.
Apoyo a las giras promocionales de los autores incluidos en la muestra anual
Todo autor incluido en la selección anual de la muestra podría recibir una ayuda
financiera en el plan de visitas promocionales fuera de su lugar de residencia. El monto
de la ayuda se definirá dentro de las consideraciones generales, contando con el apoyo
de los editores.
Estas visitas serán divulgadas, además, a través de los blogs permanentes de los autores
en la página web de la muestra.
Apoyar y estimular convenios comerciales con los portales de busqueda en Internet,
las bibliotecas virtuales y las librerías virtuales, para los libros y los autores que sean
incluidos en la muestra anual
Se hará un convenio entre los editores y buscadores en Internet y librerías y bibliotecas
virtuales para que los libros y autores incluidos en la muestra, los blogs de los autores y
la página web de la muestra sean ubicados de manera destacada, con el compromiso de
venta de los libros físicos a través del buscador a un precio igual al de las librerías y la
opción de ser consultados on-line hasta un 30% de sus contenidos.
Apoyo a las librerías en todos los países de la región para favorecer la presencia en
estos canales de los autores y las obras incluidas en la muestra anual.
Apoyo a los libreros nacionales que incluyan en su sitio web y en sus estanterías, la
exhibición prolongada y destacada de la muestra seleccionada de libros de los otros
países de la región.
Este apoyo podría ser de carácter financiero, reconociendo un valor por el espacio físico
o virtual que de dedique a la muestra, y se valoraría de acuerdo al tiempo y lugar de la
exhibición.
Apoyo especial a los editores universitarios y pequeños editores para inclusión en la
muestra y en las bibliotecas.
Establecer un espacio dedicado a estos editores en la muestra anual y en la biblioteca
seleccionada, garantizando la presencia de sus libros en ambas selecciones.
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Propuestas para una agenda pública que favorezca la circulación del libro en Iberoamérica
Este plan incluiría la colocación en librerías especializadas, bibliotecas, basados en
convenios recíprocos con los países según lo establecido en el marco de referencia
general.
Apoyo a las traducciones del español hacia otras lenguas.
Apoyo financiero a los editores de contenidos para traducción a otras lenguas,
favoreciendo así la circulación de los autores nativos de la región incluidos en la
muestra anual y en la biblioteca de autores en otros países de lengua distinta al español.
Apoyo a la creación de una red de distribución del libro a escala iberoamericana.
Crear estímulos que impulsen el desarrollo de distribuidores a escala internacional,
especializados en el tema logístico y con tratamientos favorables en los procesos de
transporte físico o digital de los libros, y de manejo aduanero.
Apoyo a la creación de agentes literarios especializados.
Actualización de las leyes de tratamiento preferencial arancelario del libro digital y
los contenidos digitales.
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