VALORACIÓN DE LA PATOLOGÍA ANAL INFLAMATORIA Y DE LA

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VALORACIÓN DE LA PATOLOGÍA ANAL
INFLAMATORIA Y DE LA INCONTINENCIA
José Miguel Esteban López-Jamar
Servicio Central de Endoscopia
Hospital Clínico San Carlos. Madrid
[email protected]
Introducción
Las indicaciones actuales de la Ecografía Endorrectal (EER), junto con la
Ecoendoscopia rectal, son la estadificación de los tumores del recto y ano, el
estudio de la incontinencia fecal, de los procesos inflamatorios del ano (fístulas
y abscesos), la valoración de las lesiones submucosas y el estudio de algunos
procesos que aparecen en la proximidad del recto (endometriosis...).
La EER desempeña un importante papel diagnóstico en la patología no
tumoral anorrectal, fundamentalmente en la patología anal inflamatoria (fístulas
y abscesos) y en la incontinencia. La prevalencia de estos procesos y la
necesidad de realizar un adecuado tratamiento quirúrgico han convertido a la
ecografía endoanal en un procedimiento necesario y muy solicitado por los
especialistas en patología coloproctológica.
La exploración ultrasonográfica se puede realizar en la patología anal
inflamatoria y en la incontinencia con ecoendoscopio (tiene mayor profundidad
de exploración, pero es un aparato más caro y frágil) o con sonda endoanal.
Los más útiles son los aparatos con campo ecográfico radial de 360º y varias
frecuencias de ultrasonido (de 5 MHz a 12MHz).
Patología anal inflamatoria: Fístulas anales y abscesos
El conocimiento preciso del trayecto fistuloso es fundamental para
permitir su total extirpación, evitar las recidivas y, conociendo su relación con
los esfínteres, prevenir incontinencias secundarias (1).
La precisión diagnóstica de la EER se eleva con la inyección de peróxido
de hidrógeno por la fístula , como medio de contraste (2) (Fig 1). En la
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actualidad, la posibilidad de reconstrucción de imágenes en 3 D ha mejorado,
aún más, la capacidad diagnóstica de la técnica (3) (Fig 2).
Diversos estudios han comparado el valor diagnóstico de la EER con
otras técnicas, como la RNM (4). Ambas tienen una sensibilidad diagnóstica
similar en la valoración del trayecto fistuloso y en la localización del orificio
interno, tanto en las fístulas simples como en las complejas. Además, tienen
una excelente correlación con los hallazgos quirúrgicos. La EER es más
sencilla de realizar y más barata pero, cuando ambas son accesibles, son
técnicas complementarias y básicas para el estudio prequirúrgico de las
fístulas.
Últimamente se han publicado estudios valorando una nueva técnica, la
ultrasonografía transperineal (USTP), y su correlación diagnóstica con la EER
en el estudio de las fístulas y abscesos anales (5,6). Ambas técnicas tienen
análoga precisión diagnóstica, si bien la USTP tiene una larga curva de
aprendizaje.
Incontinencia fecal
Un amplio consenso la define como la pérdida incontrolada, continua o
recurrente, de material fecal durante, al menos, 1 mes en una persona mayor
de 3 o 4 años. Es una de las discapacidades físicas más desoladoras, tanto
para la autoestima del paciente como por el aislamiento social que produce.
Hay dos tipos de incontinencia, la menor (prevalencia 7%) cuando el
escape inadvertido es de gases o líquido fecal, y la mayor (0.7%) que supone
la excreción involuntaria de heces (7). La prevalencia aumenta con la edad (5 a
7 décadas), siendo más frecuente en residencias de ancianos y centros
psiquiátricos.
Las causas son muy variadas, entre las más frecuentes están el trauma
(obstétrico o quirúrgico) (Figs 3,4), los trastornos neurológicos (lesión medular,
diabetes) o procesos infiltrantes (EII, radioterapia). La EER es una técnica
diagnóstica que permite valorar morfológicamente la pared rectal, el estado
esfinteriano y el músculo puborrectal. Es útil completar el estudio anal
empleando también la vía vaginal (8).
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Diferentes estudios han comparado la EER con otras técnicas para el
estudio de la incontinencia. En la actualidad la EER ha sustituido a la
electromiografía. En comparación con la manometría endoanal son pruebas
complementarias, si bien no todas las alteraciones esfinterianas pueden tener
repercusión funcional (9) y viceversa. La EER y la RNM no tienen diferencias
significativas en la detección de los defectos del esfínter, por lo que son dos
métodos
diagnósticos
sensibles
y
complementarios
para
el
estudio
prequirúrgico de estas lesiones, aunque la EER es superior en el diagnóstico
de la atrofia esfinteriana (10). En general, los estudios que comparan la EER y
la RNM son heterogéneos, reflejando la experiencia del hospital, el tipo de
selección de los pacientes, el diseño del estudio y si están hechos por
radiólogos o por digestólogos (11).
Bibliografía
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3
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Figuras:
Figura 1:
Fístula anal transesfinteriana con comunicación interna. Al inyectar agua
oxigenada por el orificio fistuloso se observa su recorrido y como rompe la
mucosa y contacta con el globo del ecógrafo.
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Figura 2:
Reconstrucción tridimensional del estudio ecográfico en el que se evidencia
todo el trayecto fistuloso (al utilizar agua oxigenada como medio de contraste) y
los puntos donde rompe el esfínter anal interno y contacta con la mucosa.
Figura 3:
Rotura completa del esfínter anal interno post-quirúrgica tras realización de una
Esfinterotomía lateral izquierda (defecto postero-izquierdo).
Figura 4:
Defecto anterior de ambos esfínteres secundario a trauma anal obstétrico.
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