La acción tutorial. Carolina Espigares Sánchez Beatriz Espigares Sánchez Alumnas de Psicopedagogía. Universidad de Granada. 0. INTRODUCCIÓN A los que estamos conviviendo día a día en las instituciones educativas y desarrollando nuestra actuación en el complejo y delicado campo de la docencia, nos es muy fácil admitir que existen multitud de problemas y aspectos que en muchas ocasiones quedan fuera de la normal actividad programada del aula y que no pueden quedar ajenos a nuestra atención, que necesitan además de un tiempo y una acción específica. Una forma beneficiosa de abarcar estos problemas sería a través de estrategias innovadoras, que reclamen la atención, el interés y la motivación de nuestros alumnos, por ejemplo, como vamos a plantear ahora, a través de la WebQuest. Las diferencias intra e interindividuales que presentamos todas las personas, y en consecuencia también los alumnos, sumado a las condiciones cada vez más complejas en las que los centros desarrollan su tarea, nos exige prestar especial atención a la diversidad del alumnado y a los nuevos retos y las dificultades que esa diversidad genera. Así, nos encontramos con necesidades que pueden presentar con unas características comunes o afines y que afectan a un elevado número de alumnos. Pero, además, existen otras necesidades o asuntos mucho más singulares, propios o específicos de uno o pocos estudiantes, a veces distintos según las características individuales de las distintas personas, o de los contextos y realidades en las que se desenvuelve cada uno. Son “problemas”, necesidades, de los que no nos podemos esconder, problemas o cuestiones que requieren de nosotros, de nuestra propia ética personal y profesional, una atención o dedicación unas veces de forma grupal, otras de modo más personal, más individual. Digamos que están dentro del mismo “pack” que conforman la labor educativa y docente, en cuanto no podemos inhibirnos o abstraernos “gratuitamente”. De hecho, ni podemos ni queremos ni lo hacemos, pero sí precisamos más datos o pautas profesionales de formación y actuación. La WebQuest nos facilitaría la atención a todas estas necesidades, de forma que nos proporciona la posibilidad de conocer más profundamente a los alumnos, pudiendo así atender de forma adecuada la diversidad del grupo, la cooperación, así como sus preferencias y motivaciones La educación en su origen tuvo un carácter instructivo, es el paradigma positivista o tradicional el que predominaba. La posición positivista prevalece desde mediados del siglo XX hasta entrados los años 80. Actualmente se exige una incidencia sobre la formación de la personalidad en los alumnos, la educación no debe ser una mera instrucción, sino que ha de formar a las personas significativamente, de forma que el paradigma con el que nos encontramos en la actualidad es el sociocrítico, replanteándonos nuevas estrategias de actuación en educación, surge así la acción tutorial. 1. LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN – LOE Y ACCIÓN TUTORIAL La educación es “algo” cada día más complejo y exigente. En efecto, cada momento que pasa nos exige más: educar ya no es solamente enseñar, ni siquiera enseñar bien. “La educación es el medio más adecuado para construir la personalidad, desarrollar al máximo las capacidades, conformar la propia identidad personal y configurar la comprensión de la realidad” (preámbulo, L.O.E.). Se entiende que la educación tiene una doble finalidad: por una parte, preparar al alumno para enfrentarse a la vida, a una vida en proceso de cambio, a veces vertiginoso y tremendamente palpables. Y por otra parte, se confía en que la educación es una fuente de progreso y desarrollo capaz de trasformar la sociedad para mejorar la condición humana y la vida colectiva. No debemos entender la tutoría, como una acción que depende del buen hacer de determinados profesionales, sino como una función intrínseca a la función docente y regulada en la legislación educativa. La Ley General de Educación del 70 ya introdujo referencias explicitas a esta función, que posteriormente se vieron ampliadas y más profesionalizadas en la L.O.G.S.E. y en todo su desarrollo normativo, y después en la L.O.C.E. Como era de esperar, la Ley Orgánica de Educación (L.O.E.), vigente actualmente, ha dado un paso más en aras de la acción tutorial. En el Título III, dedicado al profesorado, se explicita en su Artículo 91, como una de las funciones del docente: (c) “La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias”, función a la que habría que sumar otras que hacen alusión implícita al concepto de Acción Tutorial en su sentido amplio. Pero se produce un pequeño avance en este sentido que pasa por el reconocimiento de dicha acción tutorial. Así, en el Artículo 105, de la citada ley, se puede leer “Las Administraciones educativas, respecto al profesorado de los centros públicos, favorecerán: (a) el reconocimiento de la función tutorial, mediante los oportunos incentivos profesionales y económicos”. Finalmente señalar, que de la interpretación de la Ley Orgánica de Educación se extrae que la acción tutorial y/o tutoría no es solamente la tarea inherente al profesor, sino que ha de estar inmersa en todo el proceso de enseñanzaaprendizaje y en la vida del centro como iremos viendo. 2. CONCEPTO DE ORIENTACIÓN Y ACCIÓN TUTORIAL La orientación y la acción tutorial se entienden como una dimensión de la educación. La educación integral pretende el máximo desarrollo de todas las capacidades del alumno. Desde un planteamiento educativo integral la función tutorial y orientadora forman parte de la función docente y se complementan como elementos inherentes al currículo, constituyendo un elemento básico para el desarrollo y mejora de la calidad de la enseñanza teniendo además como misión contribuir al pleno desarrollo de la personalidad del alumno para que pueda participar en su propio aprendizaje, en su vida activa y en la transformación social. Todo profesor está implicado en la acción tutorial y orientadora. Esto no es novedoso ya que tradicionalmente el profesor en cuanto educador ha realizado labores de orientación y tutoría con sus alumnos. La complejidad de la labor educadora, la pluralidad de profesores que atienden los distintos grupos de alumnos, la variedad de objetivos y el complejo funcionamiento de los centros escolares, aconseja que estos dispongan de recursos especializados para potenciar las labores inherentes a esta dimensión educativa. La figura del profesor-tutor institucionalizada alguna de estas tareas, sin detrimento de las labores tutoriales que debe realizar todo profesor con sus alumnos. 3. ELEMENTOS COMUNES A LA DEFINICIÓN DE ACCIÓN TUTORIAL Dimensión instructiva Superando las clásicas divisiones de la orientación desde los puntos de vista médico, sociológico; psicológico y humanístico que favorecían la ruptura entre teoría y práctica orientadora, la denominada orientación instructiva (instructional counseling) va a tratar de relacionar el proceso orientador con los modelos generales de la instrucción. La función tutorial se identifica con la función docente, pues forma parte de esta función. El objetivo del orientador es promover hacia el cambio, partiendo del supuesto de que el alumno quiere aprender (es decir, cambiar), de que es un ser que aprende a tomar decisiones, resolver problemas e interactuar socialmente, controlar la ansiedad y el estrés o planificar su vocación; entonces el papel del orientador va a ser el de instruir, enseñar. El currículo destinado a alumnos concretos, prevé ante la atención a la diversidad, la necesidad de realizar adaptaciones curriculares. El currículo absorbe la función tutorial. La orientación instructiva seria una actividad intencional del orientador (enseñante) (que trata de conseguir cambios en el aprendizaje del orientado, acordes con los objetivos que se pretendan. Estaría constituida por tres componentes: 1. El componente estructural, que abarcaría las actividades, estrategias y habilidades que han de conformar el repertorio profesional de los orientadores; 2. El componente intencional, que regula la actividad de los sujetos de la orientación. 3. El componente funcional, por el cual se consigue que tenga lugar un cambio evidente. La instrucción, en este contexto, sería un esfuerzo creativo, activo y no directivo que todo orientador hace para facilitar la consecución de los objetivos de aprendizaje deseados o planificados por el orientado mediando un proceso evaluable de cambio. La función tutorial no corresponde en exclusiva al profesor tutor, debe ser responsable todo el equipo educativo. Dimensión humana Desde este humanismo integral, consecuentemente la educación se orientará en términos más totalizantes: una educación orientada hacia el alumno en su totalidad buscará llegar a todas las dimensiones del educando. La Orientación Educacional está llamada, desde esta visión, a preocuparse por todas las dimensiones del alumno: "Cada niño posee un conjunto de potencialidades, todas las facetas del cual son capaces de desarrollo en varias áreas y en diferentes proporciones, al mismo tiempo las responsabilidades de orientación para con el niño total deben interesarse por el desarrollo de todas sus potencialidades..." Resulta así que la Orientación es un proceso unitario que asiste al alumno en todas sus necesidades, tanto en las que permanentemente requieren satisfacción para un adecuado desarrollo, como en las específicas que señalan su evolución personal y las exigencias del medio en que vive... Arthur Jones con relación a esto, escribe: Las necesidades humanas son la base de la Orientación... La necesidad humana constituye su fundamento". Dimensión administrativa Los alumnos están en el centro dentro de un grupo, del que el tutor es responsable. El tutor debe atender dos vertientes, por un lado al alumno individualmente y por otro al grupo como entidad compleja. La dinámica de grupo se convierte en pieza clave de toda acción tutorial. El tutor a de actuar sobre el grupo, conociendo las relaciones interpersonales del grupo y localizar en el grupo líderes, aislados, rechazados. 4. EL TUTOR Y LA ACCIÓN TUTORIAL La función tutorial, ha tenido que evolucionar, para adecuarse a las exigencias del alumno de hoy. La institución educativa sigue manteniendo los objetivos de instrucción, pero, progresivamente se han ido incorporando muchos otros, que en otro tiempo, estuvieron encomendados a la familia. En la formación del individuo, la parte de responsabilidad que corresponde al profesorado es tan grande, que ha sido necesario potenciar la figura del tutor, que comparte, junto con los padres, la formación y orientación del desarrollo integral del alumno. En la LOE se apuesta por un currículo abierto y flexible, así como una contextualizacion de la oferta educativa. La tutoría de los alumnos habrá de estar ajustada al contexto y características del alumnado. Cada centro es el que define y determina el plan de acción tutorial más necesario y adecuado para su realidad. Las funciones tutorial e instructiva deben desarrollarse en paralelo y de forma coordinada. El tutor, desde el punto de vista etimológico se relaciona con: guía, protector, defensor, etc. El tutorado es una persona en proceso de desarrollo y crecimiento. El tutor será el profesor que en mejores condiciones esté para guiar y orientar el proceso integral de enseñanza-aprendizaje del alumno. La tutoría no puede realizarse con improvisaciones, ni echar en falta una base y fundamentos teóricos y que tengan claros sus fines. El tutor y el profesor coinciden en la misma persona, puesto hay una total claridad en cuanto a funciones del tutor y el profesor, además podeos afirmar que cuando un profesor realiza la función tutorial, es cuando actúa plenamente como educador. El tutor reúne tres características: - Maestro - Referente - Ayuda 5. PRINCIPIOS DE LA ACCIÓN TUTORIAL Podríamos hablar de tres principios fundamentales en la acción tutorial: - La mediación - La previsión/orientación - La coordinación El tutor actúa como mediador entre el alumno, su mundo, y el resto que le rodea. También debe de tener previsto siempre el futuro del alumno, nos referimos a su proceso de enseñanza-aprendizaje, a los conflictos escolares y a su desarrollo personal, además coordinará la propuesta educativa cuado intervenga más de un profesor. El centro de la acción tutorial es el alumno y el motor, de la función tutorial, es el tutor. Su labor a de ser de coordinación y colaboración entre los profesores y el orientador. El tutor es la clave de la acción orientadora, pues debe canalizar todas las informaciones. El orientador del centro asesora a los tutores en aspectos técnicos y les facilitará los recursos necesarios. 6. EL PERFIL DEL TUTOR Es fácil deducir que la figura del tutor debe ajustarse a un determinado perfil y que la formación para la función tutorial deben insistir en determinadas capacidades. Destacamos a continuación las más relevantes: • Buena capacidad para establecer relaciones e interrelaciones personales con los alumnos y sus familias. • Capacidad para poder mediar y negociar en los conflictos. • Conocer en profundidad el planteamiento curricular del nivel educativo de sus alumnos, para ser capaz de integrar los distintos elementos del currículo y personalizarlos en cada uno de los demás. Para poderse llevar a cabo eficientemente estas tareas, es preciso poseer una importante formación en: • Psicología de la etapa evolutiva en la que imparte docencia. • Conocimiento del proceso de aprendizaje. • Teoría y desarrollo del currículo. • Organización educativa. • Dinámica de grupos. • Procesos de evaluación de la enseñanza y el aprendizaje. • Adaptación curricular, de materiales y de organización de aula. • Técnicas de orientación personal y grupal. Su personalidad ha de tener unos rasgos determinados, entre los que podemos destacar la capacidad de comunicación, el desarrollo de la empatía y un grado de vínculo emocional (afecto) hacia el alumnado quizá mayor que el resto del profesorado. A modo de síntesis, el siguiente esquema nos puede servir como síntesis del perfil de la figura del tutor. Por otro lado está la familia, la “familia actual” (también en proceso de cambio, incluso a nivel conceptual y legal). La familia que hasta hace poco “equipaba” al alumno con seguridad, ayuda y orientaciones claras, no siempre se halla en condiciones de aportar a sus hijos toda la ayuda que demandan o precisan. Razones de índole laboral, social u otras, hacen que otros individuos (no precisamente los padres, aunque sí posiblemente con su ayuda, por supuesto), y, en consecuencia, otras instituciones, deban hacerse cargo y atender de modo organizado y lo más coherentemente posible, las necesidades de los individuos en período de formación. De ahí que la institución escolar esté asumiendo (puede que “por delegación de los padres” y de la sociedad en su conjunto), cada vez más obligaciones nuevas junto a la responsabilidad de preparar al sujeto para la vida activa actual. Así Arthur Jones (en “Principios de Orientación y asistencia personal del alumno”) deduce y concluye que “las nuevas condiciones han hecho sentir su influencia sobre la enseñanza, adjudicando nuevas y mayores responsabilidades a la escuela”. Parece que, en efecto, ha de ser ésta, la institución escolar, quien deba asumir y atender estas necesidades. Por otro lado resulta difícil atender todos los aspectos que la educación actual está reclamando y exigiendo para los alumnos de una manera espontánea o accidental. Esto hace que, si todos estos aspectos están previstos de antemano, programados e incluso dispuestos los cauces apropiados para atenderlos de modo debido, lo cual es o puede ser, en gran parte al menos, previsible, va a ser mucho más sencilla o menos compleja su atención. De donde deducimos la necesidad de sistematizar la acción educativa completa. Aquí surge la TUTORÍA, entendida como labor esencial de la práctica educativa, más no como práctica subsidiaria o complementaria. Se entenderá como “elemento esencial, insustituible e inherente al profesorado, con funciones específicas y preparación técnica científica y precisa”. Se tratará de delimitar claramente las funciones que el tutor deberá desempeñar en un centro educativo, como organizarlas, y analizar las características personales y funcionales que serán necesarias para que el profesorado pueda desempeñar con mayor eficacia y calidad esta delicada función. Cualidades que debe sustentar el tutor a) Saber escuchar: la más valorada, en primer lugar, por los tres sectores de la comunidad educativa. b) Tener interés por los alumnos. Valorada muy alta, sobre todo por los propios alumnos. c) Conocer la psicología de los alumnos. Valorado globalmente en tercer lugar, lo es menos por el grupo de profesores. d) Ser sincero: Cuarto puesto global de valoración, lo puntúan más alto los padres, los que más bajo lo valoran son los profesores. e) Respetar la iniciativa de los alumnos: Los propios alumnos son los que mayor importancia dan a esta cualidad. f) Ser justo. Los padres la valoran más alto y los profesores los que menos la valoran. g) Tener un planteamiento claro en educación. Valoración global en 7º lugar, bien aceptada en general por alumnos, padres y profesores. h) Estar técnicamente preparado. Es de las menos valoradas. Los investigadores destacan la poca importancia que los propios profesores dan a este aspecto. i) Ser maduro personalmente. Mejor valorada por los padres de los alumnos. j) Tener “gancho” con los alumnos. Valorada globalmente en el último lugar. El propio profesorado es el que parece tener menos interés en esta cualidad o cuestión. 7. INNOVACIÓN TUTORIAL. LA WEBQUEST Una nueva forma de aprender Las WebQuests son actividades de clase de búsqueda orientada y controlada de información, que asumen y se asientan sobre los principios constructivistas del aprendizaje, sobre las normas del aprendizaje cooperativo, y sobre el concepto de andamiaje en la educación. Entre las ventajas de utilizar las Webquests en educación se pueden citar: • Optimizan el tiempo dedicado a la búsqueda y discriminación de la información, ya que se centran más en la propia información que en la búsqueda de información. • Los estudiantes reciben el apoyo necesario para procesar la información obtenida. • Proporcionan un contexto auténtico para la resolución de problemas con ayuda de las nuevas tecnologías. • Obligan a los alumnos no sólo a hacer uso de los recursos disponibles en la red, sino a procesar esta información de un modo colaborativo, al involucrarles individualmente y en grupo en una variada gama de actividades. • Finalmente, las WebQuests implican la posterior aplicación pedagógica de sus hallazgos. Creación de la WebQuest Según Dodge (2004), crear una WebQuest es fácil, tecnológicamente hablando. Si se saben crear vínculos, se puede crear una Webquest, lo que significa que se pueden construir WebQuests utilizando el programa Word, Powerpoint, e incluso una hoja Excel. Sin embargo, una auténtica WebQuest debe tener en cuenta lo siguiente: • Debe girar alrededor de una tarea que resulte factible e interesante, y que no debe diferir mucho de lo que los alumnos o profesores hacen normalmente en clase. • Debe implicar un razonamiento de más alto nivel que el mero resumen o la repetición, es decir, debe incluir trabajo de análisis, síntesis, resolución de problemas, creatividad, y emisión de juicios. • Debe hacer buen uso de los recursos de la Web porque, si no lo hace, entonces la WebQuest no deja de ser simplemente otra lección al estilo tradicional, pero disfrazada. Esto no quiere decir que no se puedan usar libros u otras fuentes de recursos aparte de la propia Web, pero hay que tener claro que si la WebQuest no gira siempre en torno a la Web, es que no es una auténtica WebQuest. • Una WebQuest no debe ser meramente un trabajo de investigación. El tener a los estudiantes filtrando sitios Web y haciendo presentaciones sobre ellos, no debe ser suficiente. • Finalmente, una WebQuest no consiste en pasar por una serie de experiencias basadas en la Web. El hacer que los alumnos vayan a una página Web, que luego vayan a otra y que jueguen a un juego que encuentren en ella, y que luego escriban su nombre en forma de jeroglífico en otra, por poner un ejemplo, no es lo que se espera de una auténtica WebQuest. Partes de la WebQuest Una WebQuest debe constar de cinco partes: Introducción, Tarea, Proceso (que incluye Recursos), Evaluación y Conclusión. Siguiendo las pautas que da Dodge para la creación de una buena página WebQuest (2001), antes de comenzar su elaboración debemos tener en cuenta las cinco reglas siguientes, que se resumen en la palabra inglesa F O C U S : - Introducción La Introducción establece el escenario y proporciona la información básica para poder pasar a la etapa siguiente, la Tarea. Una buena Introducción debe ser motivadora, clara, y debe despertar en el alumno de manera inmediata el interés por la actividad, por lo que preguntas del tipo ¿quieres seguir leyendo?, o ¿quieres saber cómo….?, o ¿te gustaría saber….? pueden aparecer después de establecer el escenario inicial en el que nos vamos a mover. No es lo mismo pedir una redacción sobre la construcción de las pirámides, que introducir el tema como lo hace la WebQuest - Tarea La tarea es la parte más importante de una WebQuest. Proporciona el objetivo a conseguir y hace que el estudiante centre sus esfuerzos en un tema determinado, además de concretar las intenciones curriculares del que la ha diseñado. Por lo tanto, una tarea bien diseñada tiene que ser factible de realizar, además de interesante y atractiva, y debe provocar en los alumnos un deseo de aprender que trascienda el aprendizaje memorístico. Tareas de autoconocimiento El objetivo de una WebQuest de auto-conocimiento es, como su nombre indica, conocerse mejor a uno mismo, pero teniendo en cuenta que este objetivo ha de conseguirse a través de una exploración guiada de recursos disponibles on line. Una tarea de auto-conocimiento bien diseñada debe impulsar al estudiante a responder a cuestiones sobre uno mismo, intentando que las posibles respuestas no sean respuestas cortas. Estas tareas pueden girar alrededor de: • Objetivos a largo plazo • Cuestiones éticas y morales • Labores de perfeccionamiento personal • Valoración del arte • Respuestas personales a la literatura - Ejemplo en español: • Mirando al pasado para planear el futuro, que trata sobre la observación de nuestra propia vida de manera objetiva; conlleva la escritura de una autobiografía, incluyendo nuestros planes de futuro, y una representación artística de nuestra vida actual y futura. - Ejemplo en inglés: • What Will I Be When I Get Big? lleva a los alumnos a analizar sus objetivos y puntos fuertes, y a desarrollar sus planes de carrera futuros. - Proceso El apartado denominado Proceso debe incluir claramente las distintas etapas que los alumnos deben completar para realizar la Tarea, como en la WebQuest o bien las distintas actividades que tiene que realizar cada miembro del equipo, según el rol asignado. - Rúbrica de evaluación Una Rúbrica de evaluación es una herramienta de trabajo en forma de plantilla, que sirve de guía para evaluar el trabajo de los alumnos, y que tiene en cuenta una amplia gama de criterios auténticos, es decir, que tienen conexión con el mundo real. Conclusión La Conclusión debe servir para recordar a los alumnos lo que han aprendido, y también para animarles a ampliar la experiencia obtenida con su trabajo a otros campos del aprendizaje. Debe estar íntimamente ligada a la Introducción, de modo que una vez concluido el trabajo podamos volver a la Introducción y ver que la tarea ha sido completada. - Ejemplos de WebQuest http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=392 http://www.auladeletras.net/webquest/documentos/leonfelipe/ http://jeannine.iespana.es/comunicacionnoverbal.htm 8. CONCLUSIÓN La docencia tiene por objeto, además de la transmisión de conocimientos y procedimientos, la educación en valores, normas y actitudes; en definitiva, el pleno desarrollo personal de los alumnos, un desarrollo que implica, por parte de los profesores, el ejercicio de la función tutorial. La WebQuest va aportar a la acción tutorial la posibilidad de aunar globalmente todos los principios que en la docencia se hacen necesarios para una educación de calidad, trabajando la información de los conocimientos, el proceso de desarrollo, y sumando a esto la educación cívica y afectiva, sin infravalorar ninguno de estos aspectos, pues todos ellos son necesarios para formar a los alumnos plenamente. La acción de educar no se ejerce sólo en relación con el grupo docente, ni tiene lugar exclusivamente dentro del aula. En este sentido, la orientación es el proceso de ayuda a un sujeto para conocerse a sí mismo y a la sociedad en que vive, para que pueda lograr su máxima ordenación interior y su mayor integración en la sociedad, a través de tareas como la que se ejemplifica anteriormente, pues con ellas podemos trabajar de forma innovadora estos aspectos. La orientación y la tutoría se identifican con la educación, son parte esencial de ella. Por lo tanto la práctica docente ha de incorporar la dimensión orientadora, porque educar es orientar para la vida y esta dimensión ha de tener un enfoque innovador. 9. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA AA.VV. Diccionario de Ciencias de la Educación. Ediciones Paulinas. Madrid. 1990. AA. VV. Educación, Valores y Desarrollo. Tercer seminario Internacional. UCV, MINEDUC, OEI. Valparaíso, Santiago. 1997. AA. VV. Primer Congreso de Educación Internacional, Integración y Desarrollo. USACH, UNESCO. Santiago. 1996. CIRO E. SCHMIDT A. Pensando La Educación. San Pablo. Santiago. 1994. Dodge, B. 1995. Some Thoughts http://webquest.sdsu.edu/about_webquests.html Ley Orgánica de Educación (LOE) http://www.aula21.net/tercera/listado.htm http://www.webquest.es/ about WebQuests, en