Identifcación. Criterio basado en la creatividad. José Rayo Lombardo Rayo Lombardo, J. (2001). QUIÉNES Y CÓMO SON LOS SUPERDOTADOS. IMPLICACIONES FAMILIARES Y ESCOLARES. Madrid. EOS 6.-CRITERIO BASADO EN LA CREATIVIDAD El interés y curiosidad del hombre por el tema de la creatividad no son nuevos. Siempre ha llamado la atención del hombre la extraña propiedad de la naturaleza por la que puede trascender su propia condición de creatura y convertirse él mismo en creador. Para R.W. Werberg (1986) la idea que nuestra sociedad mantiene acerca de los orígenes de la innovación creativa, tanto en las artes como en las ciencias, es muy romántica. Los grandes saltos de la imaginación merced al don de los individuos creativos de poder realizar procesos mentales extraordinarios, estarían en el origen de las obras originales y los grandes hallazgos de la naturaleza creativa. Esta idea de la creatividad como algo romántico, misterioso, divino, se ve reforzada por la idea de que los individuos creadores poseen cierta cualidad indefinible que da cuenta de cómo alcanzan a hacer las grandes cosas que hacen. Tratando de eliminar la creencia popular del misterio que rodea a la creatividad, John Watson padre del conductismo (1958, 1968), afirma que nada de lo que una persona puede llegar a hacer será verdaderamente original o creativo. Para Watson las respuestas aparentemente originales son en realidad consecuencia de uno de estos dos procesos. En primer lugar, la nueva situación podría asemejarse a una situación antigua, ya conocida. Al contener la nueva situación elementos que son familiares, estos servirían de base para generalizar a la nueva situación la respuesta que entonces dimos. Se trata, en realidad, de una situación antigua con nuevos ropajes. En segundo lugar, si la situación nueva no se asemejase a ninguna anterior y es por tanto novedosa, entonces, según Watson, la persona se comportaría de forma aleatoria, combinando diversas respuestas de toda suerte de formas hasta obtener una respuesta aceptable. Esta concepción de la creatividad lleva a afirmar a los conductistas que no hay necesidad de estudiar ni de explicar la creatividad, pues esta, entendida como proceso específico que interviene en la producción de algo nuevo, no existe. O bien el producto es en realidad algo antiguo, o, si es nuevo, se ha producido por accidente. A pesar del interés y curiosidad que desde siempre ha despertado este tema, como problema científico la creatividad se remonta a los años 50. Guilford, en el año 50, en su discurso, como presidente de la APA, titulado "Crativity", hace un 1 Identifcación. Criterio basado en la creatividad. José Rayo Lombardo llamamiento al estudio e investigación científica del tema. Su investigación y teoría desarrollada sirvieron de estímulo para los estudios de Getzels y Jackson (1962), Wallach y Kagan (1965) y de Torrance (1966, 1974, 1981). En la actualidad la inclusión de la creatividad en el concepto de superdotación se ha generalizado, lo que ha llevado a reconocer la existencia de diversas facetas en la inteligencia, y plantearse como señala Sternberg (1991; 45): "la superdotación no puede ser capturada por un único número de CI". Cuatro serían las perspectivas o maneras de entender la creatividad: a) Las teoría globalistas. Según sus defensores, la creatividad es lo mismo que la inteligencia. Binet, como pionero de esta corriente, definió la inteligencia como la aptitud de una persona para dirigir su conducta hacia una meta, para adaptarse en su conducta orientada hacia una meta cuando es necesario, y para conocer cuando ha alcanzado la meta. Terman desarrolla el concepto de inteligencia como un compuesto global de aptitudes, definiéndola como una aptitud general para utilizar el pensamiento abstracto a base de usar símbolos abstractos para la solución de problemas. Sperman con su teoría bifactorialista reforzó la teoría de Terman. Sperman, utilizando el análisis factorial, demostró estadísticamente que las puntuaciones de los test mentales podían dividirse entre un factor general "g", fruto del grado de intercorrelaciones entre los test, y unos factores específicos "s", que representaban componentes específicos de cada test. La "g" de Sperman es la base teórica principal de la concepción de superdotación basada en el cociente intelectual. Este modelo del cociente intelectual explica la aptitud intelectual sólo por el cociente intelectual, y viceversa. Mantiene que la superdotación está directamente relacionada con la actividad intelectual, que se pone de manifiesto en los test psicométricos. La principal deficiencia de este modelo es el haber quedado al margen la medición práctica del CI de los adelantos que durante este siglo ha habido sobre el conocimiento de la inteligencia y sus funciones. Las importantes transformaciones habidas en las teorías del conociemiento, aprendizaje y resolución de problemas no han alterado la base conceptual de la mayoría de los tests de inteligencia. Las técnicas de validación de cada test de inteligencia nuevo es establecida por su correlación con un test de inteligencia antiguo y bien conocido. O lo que es lo mismo, cada test nuevo mide los mismos procesos mentales que los tests previos. Esta técnica de validación perpetúa implícitamente la concepción tradicional de la inteligencia, protegiéndola de exámenes teóricos y empíricos serios. b) La concepción factorialista, mantiene que la creatividad es una aptitud independiente de la inteligencia. 2 Identifcación. Criterio basado en la creatividad. José Rayo Lombardo Los ataques de Thorndike y Thurstone a la teoría de Sperman, dieron paso a las teorías factorialistas de la aptitud. El primero, afirmando que la inteligencia está compuesta por multitud de funciones, y el segundo, Thurstone, señalando la existencia de ocho factores primarios del intelecto: comprensión verbal, fluidez verbal, memoria, razonamiento inductivo, visualización espacial, rapidez perceptiva, facilidad de cálculo y razonamiento deductivo. En oposición a la creencia de los modelos globalistas de que los test de inteligencia muestran todo, o al menos, un número suficientemente amplio de aptitudes cognocitivas, desde esta perspectiva, se sostiene la tesis de que los items de los tests de inteligencia sólo dan cuenta de una banda bastante estrecha de aptitudes intelectuales, las que requieren principalmente pensamiento convergente. El tipo de aptitudes más olvidado por estos tests son las que requieren pensamiento divergente. En palabras de Jetzels y Jackson (1962) : " para hacer bien los test de inteligencia típicos, el individuo debe ser capaz de recordar y reconocer, incluso resolver; no necesita ser capaz de inventar o innovar". Sin lugar a dudas, las teorías multifactorialistas de la inteligencia tomaron un gran impulso tras la revolución teórica de Guilford (1950, 1967, 1977). Una de sus premisas es que la naturaleza compleja de las aptitudes humans no puede admitir una aproximación unidimensional. Guilford (1967) propone en su modelo de la estructura del intelecto (SI) que los talentos pueden clasificarse en tres niveles, según el contenido, las operaciones y los productos. El contenido hace referencia al tipo de material con el que se trabaja. Guilford estableció cuatro áreas de contenido que posteriormente amplió a cinco. Las operaciones son los procesos básicos del pensamiento: conocimiento, memoria, producción convergente, producción divergente y evaluación. Los productos se refieren a los tipos de resultados de los procesos mentales que van en un continuo de simple a complejo: unidades, clases, relaciones, sistemas, transformaciones e implicaciones. El modelo simplifica la relación entre los tres tipos de niveles o categorías en que puede clasificarse la actividad intelectual. Para expresar gráficamente esta relación, Guilford utiliza el cubo tridimensional, en el que cada intersección entre cada categoría de contenido, operación y producto, constituye una aptitud independiente. De esta manera aparecen 120 o 150 aptitudes diferenciadas (según que el número de contenidos sean cuatro o cinco). La investigación y teoría desarrollada por Guilford sirvieron de estímulo para los estudios de Getzels y Jackson (1962) y de Wallach y Kagan (1965), así como para la investigación desarrollada por Torrance (1960, 1974, 1981). A partir de estos trabajos, y el clima social de la época, empieza a percibirse la creatividad como un componente de la inteligencia o como un tipo o categoría separada del talento. Eysenck (1983), manifiesta que uno de los aspectos positivos de la teoría de Guilford es que :"a todos nos ha abierto los ojos a la miltidimensionalidad del contenido de los tests que miden la aptitud mental hasta un grado sin precedentes". 3 Identifcación. Criterio basado en la creatividad. José Rayo Lombardo Hemos de tener en cuenta que de las aptitudes definidas por Guilford se calcula que sólo un mínimo del 25% están representadas en los test de inteligencia. Además, puso de manifiesto que unas de las aptitudes más descuidadas en los tests clásicos son las que precisan producción divergente. La influencia de este modelo propició el desarrollo de una nueva concepción de la superdotación llevado al extremo. La concepción de superdotación que se deriva del mismo asume que hay 120-150 maneras de ser superdotado, según cual sea la aptitud que se manifieste. Es imprescindible que toda concepción de superdotación esté fundamentada en una teoría de la inteligencia, porque sin ella el investigador no podría evaluar la relevancia de sus objetivos ni el educador justificar su intervención. En este sentido, el modelo de Guilford ha sido la base teórica más importante de los modelos de varias aptitudes. El mismo Guilford afirmó, que su principal propósito era ofrecer a los investigadores una buena estructura de referencia que fuera comprensiva, sistemática y basada en la experiencia. Guilford (1967, 1977) y su equipo estudiaron los procesos subyacentes a áreas tales como el pensamiento divergente y la resolución creativa de problemas, estableciendo un modelo complejo para explicar la resolución de problemas y el pensamiento creativo. No obstante, la idea popularizada es que creatividad es igual a procesos de producción divergente. Es esta una definición restringida de la creatividad. Defensores de este corriente como Torrance y Maker sostienen que la creatividad es una función intelectual independiente de las aptitudes evaluadas en los test de inteligencia y académicos; y afirman, que destacar en las pruebas de aptitud divergente es una evidencia suficiente de superdotación. Por otra parte, al igual que la concepción del CI asume que la inteligencia de una persona puede representarse de manera comprehensiva en la puntuación de una prueba. Esta perspectiva reduce la superdotación a la puntuación en una prueba de producción divergente. A nuestro juicio, es esta una manera restringida de entender la creatividad como aptitud mental, que nos lleva a una concepción de superdotación tan limitada como con la del CI. En este sentido, coincidimos con Treffinger (1981) cuando advierte del peligro de caer en el mismo error de querer representar la inteligencia de una persona en un único coeficiente, concluyendo que la creatividad es un fenómeno demasiado complejo como para representarlo en un único índice. Sin embargo, hemos de aceptar la gran importancia que esta concepción de la creatividad ha tenido en el desarrollo de técnicas para evaluar apatitudes nuevas. Torrance con el TTCT (Torrance Test of Creative Thinking) y Meeker con el SOI-LA (Learning Abilities Test) tratan de evaluar factores que subyacen a la aptitud creativa tales como la fluidez, la flexibilidad, la originalidad, la elaboración, la redefinición y la sensibilidad a los problemas. 4 Identifcación. Criterio basado en la creatividad. José Rayo Lombardo c) La tercera perspectiva sostiene que la naturaleza de la creatividad es más actitudinal que aptitudinal. Para sus defensores, entre los que se encuentra Cronbach (1968) que llega a afirmar que los test de creatividad no son más que test de personalidad. En esta misma línea, Eysenck piensa que la creatividad y originalidad no son rasgos cognoscitivos, sino más bien de la personalidad, indispensables para la manifestación del pensamiento. Sostiene que para que las personas creativas produzcan algo valioso es necesario una gran cantidad de inteligencia. Parece constatarse que en la mayoría de los casos, los estudios realizados han encontrado poca evidencia de relación entre creatividad e inteligencia. En este sentido, Fuchs-Beauchamp, Karnes y Johnson (1993) señalan que si en el futuro las investigaciones incluyen ambas medidas en el proceso de diagnóstico del superdotado, será más probable que se detecten alumnos creativos cuyas puntuaciones en inteligencia no serán tan buenas. Por otra parte, un breve examen de los elementos centrales en las teorías de la inteligencia y la creatividad pone de manifiesto la relación entre los dos conceptos. Maker (1993) analizó las investigaciones de Getzels y Jackson (1962) y Wallach y Kogan (1965) referentes a la relación existente entre ambos conceptos. La investigación de Getzels y Jackson trataba de demostrar la dimensión creativa en niños, obteniéndose en ella resultados muy interesantes, entre los que cabe destacar las correlaciones entre las puntuaciones de CI y las logradas en los tests de creatividad, siendo la más elevada de 0.378; este resultado parece respaldar la hipótesis de que la creatividad es, en gran medida, distinta de la inteligencia aunque no totalmente independiente. Además de Jetzels y Jackson, otros autores (Yamamoto, 1964) consideran que en los niveles altos de la inteligencia no se da una correlación positiva entre ambos constructos; por otro lado, Landau (1988) considera que el fenómeno creativo se encuentra fundamentado en un nivel intelectual alto. Por su parte, Benito (1992) estima que existe una relación directa, sobre todo en la infancia, entre la presencia de aptitudes especiales y una creatividad elevada. d) Por último, una cuarta perspectiva, la más compleja, propugna la existencia de una parte actitudinal y otra aptitudinal de la creatividad, necesarias para su manifestación. En este sentido, J.A. Chambers y F. Barron (1978) señalan que numerosos estudios han puesto de manifiesto que, dentro del 10-15% superior más apto de la población, los mayores determinantes del rendimiento creativo son los rasgos de personalidad y de motivación. Las teorías del umbral son las que se basan en esta definición de creatividad. Para estas teorías, desde un punto de vista estadístico, la inteligencia y la creatividad correlacionan significativamente en los niveles más bajos de la aptitud; una vez que se supera el nivel mínimo, llamado umbral, la inteligencia y la creatividad son independientes. 5 Identifcación. Criterio basado en la creatividad. José Rayo Lombardo Son muchos los autores que señalan que un CI alto no presupone que la persona sea creativa, mientras que un CI bajo significa que es imposible que la persona lo sea (McNemar, 1964, citado por McLeod y Cropley, 1989). Un modelo ejemplificador de las teoría del umbral es el elaborado por J. Serrano Segura (1992) (Modelo MINO) en el que tanto inteligencia como creatividad son definidas como capacidades para resolver problemas, entendiendo por capacidad una habilidad y un deseo para resolver problemas. La aptitud es definida como la habilidad para resolver problemas de un tipo determinado o para dar soluciones de un tipo determinado. La aptitud es uno de los elementos integrantes de la capacidad. El otro elemento es la actitud, definida como un deseo de resolver problemas de un tipo determinado o de dar soluciones de un tipo determinado. También se le podría llamar motivación. Son imprescindibles las actitudes para la manifestación de las aptitudes. El tema plantea sus dificultades dado que el concepto de creatividad cubre un conjunto, difícil de aprehender, de características de aptitudes y personalidad, y forma un halo conceptual tan amplio que ninguna definición puede abarcar más que uno u otro aspecto (Gottfried Heinelt, 1979). En este sentido, el mismo autor manifestaba la gran dificultad que experimenta quien, por primera vez, aborda el problema de la creatividad al encontrarse tal variedad de opiniones, concepciones y comprobaciones contradictorias, que lejos de tener una utilidad orientadora, confunden y perturban. Es la creatividad un factor de la superdotación que aún se está lejos de poder sistematizar. Es un concepto multidimensional e huidizo a la hora de medirlo. Identificada a partir de aspectos de difícil calibración, como originalidad en el pensamiento, la frescura en sus planteamientos, el ingenio, la habilidad de dejar al lado convenciones y procedimientos standard de solución de problemas, aunque estos sean correctos, o capacidad para idear cosas nuevas (Clark, 1992). Su valoración es tarea difícil, por su naturaleza huidiza y resistencia a ser medida. La valoración puede hacerse por medios formales y no formales, dependiendo de que la estrategia de identificación se base en medidas objetivas o en juicios subjetivos de padres, profesores, compañeros o los mismos alumnos (Davis, 1997) Los tests de pensamiento divergente plantean más problemas de validez que los de aptitudes y de rendimiento ya que resulta complejo validarlos con criterios reales de logros creativos en la población escolar y su validez predictiva es problemática. Por otra parte, los medios no formales de estimación de la creatividad no suelen someterse a pruebas de validez. 6