FUNDAMENTOS NOCIONALES Y MODELOS ECONÓMICOS Milton Spencer, 1975 1. ¿Qué es la teoría económica? ¿Qué hacen los economistas? Este es un libro sobre un tema que tiene una historia larga y singular. Se trata de las ideas que han ocupado las mentes de reyes, presidentes, hombres de estado, políticos, filósofos y legos. Revisa los principios y prácticas que han modelado las políticas interiores y exteriores de las naciones así como la vida diaria de trabajo de sus ciudadanos. Explora los principales elementos de una disciplina que en sus 100 años de existencia ha atraído su buena participación de cerebros brillantes pero que tampoco se ha visto privada de fanáticos y chiflados. Acaso lo más significativo es que se refiere a una actividad en la que casi estamos comprometidos pero de la que casi nadie sabe nada. Se puede aprender una materia nueva con más propiedad una vez que se conoce de qué trata. El esquema de la visión preliminar sugiere el marco de las ideas que van a ser tratadas en este capítulo. 1.1. ¿De qué se trata la teoría económica? La supervivencia del hombre ha estado sometida a muchos riesgos. Desde el principio se ha enfrentado a los peligros naturales de enfermedad, la hostilidad de los animales y el desafío de producir alimento y cobijo suficientes para mantener a la creciente población humana. Estos riesgos amenazan aún hoy en día la pervivencia de los países pobres y amenazan igualmente a los habitantes pobres de los países ricos. Los países ricos (los Estados Unidos, la mayor parte de los países europeos y Japón) son oasis de abundancia en un mundo de escasez. Pero se enfrentan a peligros creados por su propia riqueza. Su bienestar, y quizás su supervivencia, sufren el desafío de la contaminación del aire y del agua, la degradación de la ecología y la superpoblación de las grandes ciudades. Estos problemas nos afectan a todos. Cada día se nos pide que expresemos una opinión sobre ellos, a veces mediante una manifestación pública y otras veces mediante el voto público. Nos vemos inundados por la información y la publicidad, alguna vez correcta y la más de las veces errónea. La teoría económica nos ayuda a formar opiniones válidas. Es al mismo tiempo un cuerpo de conocimientos y un método de raciocinio. No nos proporcionará recetas prefabricadas sino que nos dará los instrumentos que necesitamos para encontrar las respuestas que buscamos. 1.2. El significado de la Teoría Económica Los expertos en cualquier campo del conocimiento humano, desde la antropología hasta la zoología, se niegan normalmente a definir su materia por temor a lo que pudieran omitir en la definición. Sin embargo los estudiantes que comienzan el estudio de una materia nueva prefieren tener una descripción concisa de su naturaleza 1 y contenido. Lo que ofrecemos a continuación es una definición moderna de la teoría económica. La teoría económica es una ciencia social que estudia principalmente de qué modo la sociedad elige emplear sus recursos limitados, que son susceptibles de usos alternativos, para producir bienes y servicios para el consumo presente y futuro. Más específicamente, la teoría económica describe y analiza la naturaleza y comportamiento de una economía. Explora los modos en que los sistemas económicos de diferentes tipo (bien sea capitalista, comunista o socialista) organizan sus recursos humanos y materiales limitados para satisfacer necesidades tales como alimento, vestido, habitación y ocio, y las necesidades colectivas de la sociedad tales como educación, transporte y sanidad. Para resumir, la teoría económica trata, en líneas generales, de la producción y provisión de un nivel de vida creciente. La palabra economía se deriva de la palabra griega oikonomia, que significa la administración de la casa o del estado. Decimos que alguien es económico cuando es frugal en el gasto del dinero o en la utilización de materiales. Cuando hablamos de una economía (sea americana rusa, la economía de Nueva Inglaterra o de Chicago) nos referimos a los modos en que la comunidad administra sus recursos limitados. Decir que los recursos son limitados significa simplemente lo siguiente: la gente quiere más bienes y servicio que los que pueden producirse con los medios existentes (mano de obre, máquinas y recursos naturales). Los recursos de una economía, por lo tanto, son escasos en relación a las demandas de la sociedad y, en consecuencia, la población debe hacer elecciones concernientes a los medios más efectivos de utilizar esos recursos limitados. ¿Quién declara el qué, cuánto y para quién deberían los recursos humanos y materiales de la sociedad ser empleados en la producción de los bienes que se necesitan?. Veremos en capítulos posteriores que en algunos sistemas económicos, como los de Rusia y China Continental, estas decisiones son tomadas por decreto o mandato del Gobierno; en otros, tal como en los Estados Unidos y Canadá, las decisiones son tomadas primordialmente por la interacción de compradores y vendedores en el mercado; y finalmente en otros, como Inglaterra y Suecia, son tomadas por una combinación sustancial de ambos procedimientos. En vista de esto podemos considerar que los diferentes sistemas económicos del mundo están distribuidos a lo largo de una línea horizontal que va desde lo que se podría decir predominantemente centralizado o economías dirigidas, en uno de los extremos, a economías predominantemente descentralizadas o economías de mercado, en el otro extremo, con varios modelos de economías mixtas intermedias. Cada economía opera en un marco de reglas y reglamentos. Las empresas públicas deben establecer sus tasas con la aprobación de las agencias del gobierno; los restaurantes deben tener una licencia para vender productos alimenticios; los médicos deben estar graduados en Facultades de Medicina reconocidas si quieren practicar la medicina; la ley prohibe a los vendedores de mercancías practicar publicidad falsa. Estas son solamente unas pocas de las muchas reglas que existen en nuestra economía. Todo el conjunto de leyes, reglamentos, costumbres y prácticas y sus relaciones con los componentes de una economía tales como empresas, consumidores y gobierno, constituyen un sistema económico. Así pues, el capitalismo, el socialismo y el comunismo son sistemas económicos. 2 1.3. Microeconomía y Macroeconomía Los errores de composición y división sugieren que el objeto de la economía podría ser dividido en dos partes: una de ellas se denomina microeconomía la otra macroeconomía. 1.- La microeconomía estudia y teoriza las unidades económicas específicas o partes que componen el sistema económico, y las relaciones entre estas partes. Así, la microeconomía examina el comportamiento individual e interrelacionado de empresas particulares, industrias y unidades de consumo. Al analizar los problemas de microeconomía los economistas se preocupan de cosas tales como la demanda del consumidor para un producto específico, el costo de un volumen particular de producción para una empresa, el precio cargado por la empresa por unidad de un volumen específico de su producto, y cosas similares. 2.- La macroeconomía estudia y teoriza sobre la economía en conjunto, o sobre grandes subdivisiones de la misma. Por tanto, la macroeconomía analiza los datos y el comportamiento a un nivel total o agregado, por contrario con el nivel individual. Cuando discuten sobre problemas de macroeconomía los economistas hablan de cosas tales como el nivel general de precios, el nivel total de gastos similares. En resumen, la microeconomía examina los árboles mientras que la macroeconomía estudia el bosque. Las diferencias entre las dos están relacionadas con los errores de composición y división del modo siguiente: El Error de Composición nos advierte que lo que es cierto de las partes no es necesariamente cierto del todo por lo tanto, las generalizaciones hechas al nivel microeconómico pueden no ser siempre ciertas al nivel macroeconómico. El Error de División nos advierte que lo que es cierto del todo no es necesariamente cierto de las partes de aquí que las generalizaciones hechas al nivel macroeconómico pueden no ser siempre ciertas al nivel microeconómico. 2. Recursos y objetivos de nuestro sistema económico Esta tarde sería muy agradable que usted pudiera: leer este capítulo, hacer el trabajo personal, ganar poco de dinero, participar en alguna actividad de recreo, descansar y disfrutar de una comida en el mejor restaurante de la ciudad. Pero usted no puede hacer todas esas cosas al mismo tiempo. Tendrá que dejar una o más porque se encuentra con limitaciones de tiempo y, probablemente, de dinero. Nuestro sistema económico se encuentra también con limitaciones. Este capítulo describe la naturaleza de estas limitaciones y cómo la economía se ajusta a ellas. 2.1. Recursos de nuestro sistema económico ¿Qué es lo que tenemos? Todo sistema económico, bien sea el americano, el chino, ruso o congoleño, tiene diversos recursos a si disposición para producir los bienes y servicios que la sociedad necesita. Estos recursos son de dos clases generales: 1.- Recursos en propiedad, que incluyen cosas tales como los recursos naturales, materias primas, maquinaria y equipo, edificios y medios de transporte y comunicación. 2.- Recursos humanos, que consisten en todos los talentos físicos y mentales empleados por los que están empeñados en la actividad productiva. Esta clasificación de los recursos es, a menudo, adecuada para la discusión informal pero es demasiado general par gran parte de los problemas prácticos. Por esta razón, los economistas dividen los recursos en propiedad de dos subcategorías 3 denominadas “tierra” y “capital”, y los recursos humanos en dos subcategorías denominadas “trabajo” y “elemento empresarial”. Estos cuatro tipos de recursos son conocidos como factores de producción. 2.2. Factores de Producción Los cuatro factores de producción (tierra, capital, trabajo y empresariado), son los ingredientes básicos o inputs que toda sociedad debe emplear para obtener los productos o outputs que desea. Veamos qué son estos factores. 1.- El uso de la tierra en la producción incluye todos los recursos no humanos o recursos naturales, como la misma tierra, los depósitos de minerales, madera y agua. En suma, incluye todas las materias naturales físicas básicas sobre las que se debe construir toda civilización. 2.- Como factor de producción, el capital puede ser definido como un medio de producción producido. En este sentido, capital significa bienes de capital o bienes de inversión, los elementos que son empleados en las empresas. Ejemplos son las materias primas, herramientas, maquinaria y equipo, edificios industriales, elementos de transporte y material de oficina. Así, el capital es un recurso de consumo y de servicios. Bienes de consumo son los comprados y utilizados por las unidades de consumo: alimentos, coches, repuestos, vestido, servicios de sanidad, etc. Debe recordarse una distinción importante; nos referimos a la diferencia entre capital físico (bienes utilizados en la producción) y capital financiero (dinero). El término “capital” es empleado frecuentemente por el hombre de negocios con el significado de dinero, es decir, fondos invertidos en un negocio o dinero disponible para la compra de bienes de capital. Pero, puesto que el dinero por sí mismo no es un recurso productivo, tampoco coincide con el concepto de factor de producción. 3.- Ninguna utilidad tienen la tierra ni el capital a menos que alguien los utilice. Esto requiere la mano de obre. Este factor de producción comprende a todos los obreros empleados cuyo esfuerzo o actividad se orienta a la producción. En un sentido más amplio, el “trabajo” incluye a todos los que trabajan para ganarse la vida, y se refiere a la fuerza de trabajo de un país, es decir, a toda la población susceptible de ser empleada por encima de una cierta edad. El significado de “fuerza de trabajo” y la noción de trabajo como factor de producción son conceptos diferentes en economía. Aunque algunas veces son relacionados en las discusiones económicas, la distinción entre los dos se deduce siempre claramente por el contexto en que se emplean los términos. 4.- Los otros tres factores de producción deben ser organizados y combinados con objeto de producir. En otras palabras, hay que proporcionar un sentido al trabajo si éste ha de operar con la tierra y el capital para producir bienes y servicios. Aquí es donde entra el empresario. El reconoce la existencia de una necesidad y, por lo tanto, las oportunidades que se pueden ganar con la producción. Según esto, genera nuevas ideas y las lleva a la práctica: reúne los factores de producción, recoge el dinero necesario, organiza la dirección y administración, toma las decisiones básicas de la política empresarial y cosecha las ganancias del éxito o las pérdidas del fracaso. Es posible que, en algunos negocios, el empresario actúe también de director en otros, es posible que no sean la misma persona. Pero en todo caso, la función empresarial deber ser realizada con la economía. 4 2.3. Retribución a los Propietarios de Recursos En un sistema capitalista los factores de producción son de propiedad privada, por oposición a otros tipos de sistemas económicos en los que uno o más de los factores de producción pueden ser de propiedad colectiva. ¿Puede usted citar algunos ejemplos? Puesto que no existen recursos suficientes para satisfacer a todos y cada uno, sus propietarios pueden pedir un precio por ellos en el mercado. Los que suministran el factor de producción denominado “tierra” reciben una retribución llamada renta. Los que proporcionan “capital”, es decir, los que proporcionan el dinero que los empresarios toman prestado para comprar bienes de capital, perciben una retribución denominada interés. Los trabajadores que venden su trabajo perciben un pago llamado salario que incluye los salarios propiamente dichos, comisiones y pagos similares. Finalmente, los que realizan la función empresarial reciben los beneficios (o las pérdidas). El agrupar los factores de producción en cuatro categorías suscita, a veces, una pregunta sobre el modo en que debería clasificarse un tipo especial de recurso o pago. Normalmente, el factor de producción que ocasiona la mayor confusión es el elemento empresarial. Por ejemplo se podría plantear el caso en que un individuo administra su propio negocio, en cuyo caso, él es tanto el empresario como el trabajador y el pago que pervive incluye tanto los beneficios como los salarios. O se podría argumentar que en una gran empresa, como la General Motors o AT&T, hay una separación de propiedad y control, en el sentido de que la función empresarial es realizada en gran parte por ejecutivos a sueldo de la empresa, mientras que el accionista típico recibe una participación en los beneficios en forma de dividendos, pero contribuye poco o nada a la función empresarial. ¿Cómo se clasifican éstas y similares situaciones? Una respuesta general es que es necesaria una cierta arbitrariedad. Así, un recurso determinado y su retribución pueden, quizás, ser repartidos entre varias categorías. Normalmente no existe dificultad particular asignar salarios, rentas e intereses a los propietarios de recursos que proporcionan trabajo, tierra y capital. Por otro lado, el beneficio es una recompensa a los que realizan la función empresarial en la economía; por lo tanto, puede ir, en parte, a los accionistas, en forma de dividendos, y, en parte, a los ejecutivos, en forma de bonificaciones y otros beneficios. Por lo tanto, cualquier ingreso puede ser clasificado bajo una o más de las categorías de salarios, rentas, intereses y beneficios. 2.4. Objetivos de nuestro sistema económico: ¿Qué deseamos alcanzar? Cuando nos referimos a la economía americana como un sistema estamos diciendo, implícitamente, que existe un orden a propósito en su estructura. Conviene examinar la naturaleza de este orden y explorar sus objetivos. ¿Qué queremos que haga nuestro sistema económico? ¿Qué queremos que sea? En principio, la mayoría de los economistas está de acuerdo en que los siguientes seis objetivos caracterizan al sistema económico de los Estados Unidos, aunque muchos economistas discrepan sobre las interpretaciones y compromisos que estos objetivos encierran: 1.- Crecimiento económico fuerte y sostenido. Los Estados Unidos han aceptado la idea de que deben crecer. En tanto que la población continúe aumentando, el 5 crecimiento económico debe, por lo menos, seguir ese mismo ritmo se queremos que el nivel de vida lo disminuya. 2.- Pleno empleo continuo. Todo aquel que desee un puesto de trabajo debería poder encontrarlo sin excesiva dificultad y a las tasas de salarios que prevalecen en la comunidad. Este es el significado del pleno empleo. Por supuesto, siempre existirá cierto desempleo porque algunos individuos están temporalmente fuera de trabajo y otros no pueden encontrar un trabajo adecuado a su capacitación o en su propia comunidad. Como regla general, podría considerarse que un margen de 3 a 3 ½ por ciento es el máximo nivel de desempleo compatible con lo que denominamos economía de “pleno empleo”. Un margen de 3 ½ a 4 por ciento sería característico de una economía con “elevado nivel de empleo”. 3.- Estabilidad de precios. El poder de compra de dólares debería ser mantenido a un nivel que anime la inversión, la producción y el empleo de los recursos de la economía. Esto significa que se deberían evitar los movimientos inflacionistas y deflacionistas de precios porque rompen el flujo continuo de la actividad económica. 4.- Distribución equitativa de la renta. Las grandes diferencias entre los distintos grupos de renta son debidas tanto a factores incontrolables como controlables, tales como la habilidad e inteligencia innatas, educación y preparación, extensión de la propiedad y el poder del mercado. Puesto que equitativo significa “honrado” o “justo”, esta meta requiere que la sociedad busque métodos razonables para alterar los factores controlables que causan grandes disparidades en la renta. 5.- Seguridad económica. La sociedad debería hacer provisiones razonables para aquellos que no pueden cuidar de los mismos, tales como ancianos, impedidos, minusválidos, enfermos crónicos. Este es un objetivo humanitario que implica importantes decisiones económicas. 6.- Libre empresa democrática. América ha desarrollado un sistema económico que se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción. Esta condición es básica para e concepto de la denominada “libre empresa”. Además, la democracia política permite al ciudadano americano votar por los legisladores que influirán en la política del gobierno sobre impuestos, ayuda exterior, regulación de servicios públicos, protección de los consumidores y otros temas económicos. La preservación de una economía preferentemente capitalista es un objetivo primordial del sistema político de los Estados Unidos, que defiende la llamada “libre empresa democrática”. 2.5. Variaciones en las interpretaciones y compromisos Tremendas dificultades prácticas surgen en la interpretación y realización de estos objetivos. Por ejemplo, ¿qué tasa de crecimiento se califica como “fuerte y sostenida”? ¿sería adecuado un 3 por ciento? ¿lo sería un 4 por ciento? ¿o más bien, un 5 por ciento? ¿Cuándo deja de ser “continuo” el pleno empleo? En otras palabras, ¿durante cuánto tiempo debería una sociedad tolerar un desempleo significativo antes de exigir que se tomen medidas activas para corregir la situación? ¿Significa la estabilidad de precios que debería haber poco o ningún cambio en los precios, y, en este caso, en qué cuantía? ¿Qué forma de distribución de la renta sería considerada “equitativa”? ¿Cómo puede una sociedad distinguir entre seguridad económica y paternalismo? Y finalmente, ¿en qué medida es deseable la participación del gobierno en la economía, y elimina o estimula esta participación la iniciativa económica? 6 Estos son problemas de definición y medida. Dificultades adicionales surgen porque algunos de los objetivos son parcialmente conflictivos, si no mutuamente exclusivos. Por ejemplo, el crecimiento económico y el pleno empleo arrastran también consigno la inflación y el perjuicio del medio ambiente. Los esfuerzos del gobierno mediante la legislación o la regulación para promover el pleno empleo pueden interferir con las libertades económicas de los consumidores, trabajadores y hombres de negocios y, por lo tanto, impedir la consecución de otros objetivos, como es el de la libre empresa democrática. Cuando entran en conflictos objetivos fundamentales se debe establecer un sistema de prioridades. Esto permitirá compromisos y transacciones entre objetivos que compiten entre sí. Así, ¿qué objetivo de tasa de desarrollo debería elegir una sociedad en compatibilidad con el pleno empleo y con una inflación mínima? ¿hasta qué punto puede lograrse este objetivo de compromiso son sacrificar algunas de nuestras libertades económicas existentes? 2.6. Un desafío económico fundamental En economía, escasez es el nombre del juego y práctica de la economía es el modo de jugarlo. Toda sociedad se enfrenta a la realidad básica de que el pueblo no puede tener lo que desea. Las cosas que se desean y los recursos para producirlas no son regalados por la naturaleza. Por lo tanto, toda sociedad tiene que hacer frente a un desafío económico fundamental: ¿Cómo puede emplear del mejor modo sus recursos limitados para satisfacer sus necesidades ilimitadas? La Ley de la Escasez Algunos piensan que es una paradoja el decir que los recursos escasean en los Estados Unidos. Después de todo, la extensión del país es de varios millones de millas cuadradas y comprende miles de millones de riqueza en recursos naturales reales y no explotados. La población está aumentando rápidamente y, con ella, la fuerza civil de trabajo. La ciencia y la tecnología están proporcionando continuamente nuevas y mejores clases de equipo de capital. Los Colegios y Universidades están produciendo millones de hombres y mujeres educados. A la vista de este desarrollo, ¿puede ser cierto que nuestros recursos sean escasos? Comparada con muchos países, nuestra moderna sociedad industrial parece, en verdad, rica. Tenemos un nivel de vida substancialmente más elevado que nuestros bisabuelos. Sin embargo, muchos de nosotros nos vemos abocados a desear más y mejores cosas, cosas mayores, muebles más bonitos, vestidos con estilo, aparatos electrónicos, mejoras en la educación, vacaciones más prolongadas, etc. Para un ejecutivo de empresa con una remuneración elevada que tiene todo lo que desea, la escasez de bienes materiales no es problema, aunque podría encontrar que el tiempo es, quizás, demasiado escaso para hacer todo lo que él desea. Pero para la mayor parte de la gente la escasez es un hecho de la vida porque la mayoría de los bienes no son gratuitos como el aire o la luz del sol. E incluso los bienes gratuitos pueden ser escasos en algunas circunstancias, la luz del sol y “el patinaje sobre las olas” son gratuitos para los residentes de Hawai, pero no para los turistas que deben gastar tiempo, esfuerzo y dinero para llegar allí. Las truchas en los ríos de montaña son bienes gratuitas pero en la ciudad son un bien escaso. En general, los bienes que no son gratuitos se denominan bienes económicos. Puesto que la escasez invade la vida económica de todas las sociedades, podemos formular una ley importante: 7 Ley de la escasez. Los recursos económicos son escasos. Nunca hay bastante, en un momento dado de tiempo, para producir todas las cosas que la población necesita. Los recursos escasos pueden ser incrementados, si es que pueden serlo en alguna manera, solamente mediante el esfuerzo y sacrificio. De este modo, a pesar de que América es una sociedad que podemos llamar opulenta, la ley de la escasez es todavía válida. Nuestro sistema económico no satisface las necesidades de todos y cada uno. 2.7. La Práctica de la Economía. La Respuesta a la Escasez La escasez crea la necesidad de economizar. ¿Qué significa economizar?. ¿Significa estrecharse el cinturón o ser mezquinos? Estas interpretaciones son correctas en la acepción más restringida de la palabra, pero, para un economista, este término tiene un significado más amplio; “sacar el mayor partido posible de los elementos de que se dispone, desde el punto de vista de la sociedad”. Para obtener este rendimiento máximo con recursos limitados la sociedad debe realizar elecciones. Una decisión de producir algo implica frecuentemente una decisión de producir menos de otra cosa. Por lo tanto, la sociedad se enfrenta, a menudo, al problema básico de decidir lo que quiere sacrificar para conseguir los bienes que necesita. Sacrificar y economizar son, por lo tanto, dos conceptos estrechamente relacionados. Economizar es algo semejante al concepto de eficiencia en ingeniería: “obtener lo máximo a partir de lo que se pone en el proceso” o “poner lo mínimo posible para obtener un resultado de una cuantía dada”. Un ingeniero mecánico, por ejemplo, determina la eficiencia de una máquina midiendo la extensión en que transforma los inputs de combustible en outputs de caballos de fuerza. La economía tiene también sus inputs y sus outputs. Inputs son los recursos humanos y materiales que entran en la actividad económica (por ejemplo, en el proceso de producción); outputs son los bienes y servicios que produce esa actividad. Por lo tanto, economizar significa alcanzar la eficiencia en la actividad económica, alcanzar la relación más favorable de outputs respecto a inputs. Este es un objetivo importante en la economía. 2.8. Las grandes preguntas :¿Qué? ¿Cómo? ¿Para quién ? La necesidad de economizar se reduce al hecho de que toda sociedad debe responder a varias preguntas fundamentales e interdependientes si quiere emplear sus recursos de un modo eficiente. ¿QUÉ bienes y servicios debería producir, y cuántos? Puesto que los recursos son limitados, ¿cómo debería distribuirlos la sociedad entre las distintas posibilidades de producción? Son posibles innumerables elecciones pero realmente se resumen en dos clases principales. Primera, ¿cómo debería una sociedad asignar sus recursos escasos a la producción de bienes de consumo y de bienes de capital? ¿debería la sociedad emplear sus recursos escasos en la producción de alimentos? ¿o, quizás debería dedicarlos a fabricar automóviles, apartamentos, o edificios industriales? ¿o qué, si no?. En otras palabras, ¿qué partidas debería incluir la sociedad en su lista de bienes que deben producirse? 8 Segunda, ¿cuánto de cada bien debería producir la sociedad? ¿cuántos Fords y Chevrolets, cuántos apartamentos, edificios industriales, etc.? Al responder a estas preguntas la sociedad está juzgando los méritos del presente frente a las satisfacciones futuras. Si se dedican más recursos ahora a la producción de bienes de capital, menos podrán ser dedicados a la producción de bienes de consumo. Sin embargo, al hacerse disponibles más y mejores bienes de capital, estos pueden producir más y mejores bienes de consumo. Por lo tanto, el problema de cómo debería una sociedad asignar sus recursos a los bienes de consumo y a los bienes de capital es, en realidad, parte de un tema más fundamental: ¿qué parte del consumo presente debería sacrificar la sociedad con objeto de conseguir los bienes de capital necesarios para aumentar el consumo futuro? ¿CÓMO deberían organizarse los recursos para la producción? La mayor parte de los bienes se pueden producir por más de un método, empleando los recursos en diferentes cantidades o combinaciones. Por ejemplo, en los albores de la historia de América, me producían las mercancías agrícolas trabajando grandes cantidades de tierra extensivamente y empleando solamente pequeñas cantidades de trabajo porque la mano de obra era relativamente más escasa que la tierra. Por el contrario, en algunas zonas del Lejano Oriente se trabaja la tierra intensivamente porque es relativamente más escasa que la mano de obra. De modo similar, es posible a menudo variar las combinaciones de recursos en los producto manufacturados. Toda sociedad debe decidir cómo organizar sus recursos escasos para emplearlos de un modo eficiente. ¿Cómo han de ser incrementados los recursos en las industrias que producen los bienes que se necesitan y cómo han de reducirse en las industrias de bienes que no son tan necesarios?. ¿Cuáles son las combinaciones más eficientes de recursos en los procesos de producción y cuáles son las tecnologías más adecuadas para su empleo? Estos son los grandes problemas planteados por la pregunta del COMO. ¿PARA QUIÉN serán producidos los bienes? ¿Cómo va a ser dividido el output total entre los miembros de la sociedad?. ¿Qué proporciones deberían ir a las familias, industrias, gobierno?. Para expresarlo en pocas palabras, ¿qué porción del pastel irá a cada miembro?. En estas decisiones se entremezclan consideraciones políticas y morales. Los tres grandes interrogantes, QUÉ, CÓMO y PARA QUIÉN, son desafíos económicos fundamentales. En los Estados Unidos buscamos responderlos para alcanzar las metas citadas anteriormente: pleno empleo, crecimiento económico estable, estabilidad de precios, y equidad y seguridad económica, todo ello dentro del marco de la libre empresa democrática. En otros sistemas económicos, tales como el de China Continental o Rusia Soviética, se deben contestar las mismas tres preguntas básicas; sin embargo algunas de las metas de estas sociedades difieren como difieren los medios que emplean para alcanzar estos objetivos. 3. El capitalismo y el sistema de precios: nuestra economía de mercado modificado Se ha dicho que el Capitalismo: “ha creado fuerzas más masivas y más colosales que en las generaciones precedentes juntas ..... Ha realizado maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, acueductos romanos y las catedrales góticas; ha promovido movimientos de población que dejan ensombrecido las primitivas migraciones de pueblos y a las cruzadas” 9 Estas palabras no han sido tomadas de ningún discurso reciente del director de la Asociación Nacional de Fabricantes de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos. Fueron escritas, precisamente, por el mayor enemigo que ha tenido el capitalismo en su historia, el que fue fundador del moderno socialismo, Karl Marx, en un panfleto titulado El Manifiesto Comunista, publicado en 1848. El capitalismo moderno tubo su origen en Inglaterra, en el siglo dieciocho y fue después trasplantado al Noroeste de Europa y a América del Norte. Los estudiosos coinciden hoy en día en que el capitalismo fue una “revolución” no siempre sangrienta, como las revoluciones americana, francesa y rusa, pero sí ciertamente más fundamental en cuanto a modelar la sociedad moderna. El capitalismo actual es más que un proceso económico; es una civilización enraizada en una ideología que refleja un modo de vida. Este capítulo examina algunos de los elementos económicos esenciales de este notable sistema. 3.1. ¿Qué es el capitalismo? El sistema económico de los Estados Unidos y de muchos otros países del mundo occidental es comúnmente conocido con el nombre de “capitalismo”, “libre empresa” o “empresa privada”. Estos términos son generalmente considerados como sinónimos. ¿Qué significan? El capitalismo es un sistema de organización económica caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y distribución (tales como la tierra, empresas, ferrocarriles, etc.) y su puesta en marcha para obtener un beneficio, bajo condiciones predominantemente competitivas. Pero aún hay más cosas sobre el capitalismo que no aparecen en esta definición. ¿Cuáles son los fundamentos sobre los que descansa un sistema capitalista puro?. ¿Es el sistema americano un modelo o prototipo del capitalismo puro? 3.2. Los Pilares del Capitalismo Ciertos elementos son básicos en el sistema capitalista. Se trata de los derechos y tradiciones que sirven como piedra angular del capitalismo. En particular, podemos destacar cinco de éstas. Propiedad Privada La institución de la propiedad privada es la más básica de todas. Permite a cada persona controlar aquello que posee, disfrutar sus beneficios, concluir contratos que impliquen su uso, o trasmitirlas a otros por testamento o por transmisión inter vivos. En una economía capitalista las cosas objeto de propiedad pueden incluir la mayoría de los distintos tipos de bienes así como los recursos económicos. El Gobierno juega un papel doble en el sistema capitalista. Protege la propiedad privada pero también limita la propiedad y disposición de los bienes y recursos que afectan a la salud, seguridad, derechos humanos o bienestar de la población. Así, en los Estados Unidos disponemos de leyes sobre la pureza de los alimentos y sobre las drogas, regulación de servicios públicos y ferrocarriles, ordenanzas de zonas, legislación sobre la construcción, actas sobre prácticas leales en las relaciones laborales, etc. Pero estas leyes pretenden únicamente definir las reglas del juego. La mayor parte de las actividades económicas son realizadas sin intervención ni control directo por parte del Gobierno. 10 El Interés Personal. La “Mano Invisible” En 1776, el profesor escocés Adam Smith publicó The Wealth of Nations. Este libro consiguió par él el título “fundador de la economía moderna” porque en él enunciaba claramente su principio de la “Mano Invisible”, la idea de que, si se permite a cada individuo que persiga su propio interés sin interferencia por parte del Gobierno, estos individuos se verían llevados como por una mano invisible a conseguir lo que es mejor para la sociedad. En palabras del mismo Smith: En general [el individuo] no intenta promover el interés público, y ni siquiera sabe que lo está promoviendo (...) Dirigiendo [su] industria de manera tal que su producto tenga el mayor valor posible, simplemente procura su propia ganancia y, en este como en otros muchos casos, es conducido por una mano invisible a promover un fin que no formaba inicialmente parte de su intención (WN, IV.ii.10). No es de la benevolencia del carnicero, ni del vendedor de cervezas o del panadero, de la que esperamos nuestra comida, sino de su consideración de su propio interés. No apelamos a su filantropía sino a su egoísmo personal, y no les hablamos de nuestras necesidades sino de las ventajas para ellos (WN, I.ii.2). El egoísmo pone a los hombres en movimiento pero por sí solo no es suficiente. Los hombres deben, también, pensar racionalmente si quieren tomar decisiones correctas. Este requisito condujo finalmente a los economistas a introducir el concepto de hombre económico, la noción de que todo individuo en una sociedad capitalista, sea obrero, empresario, consumidor o inversor, está motivado por fuerzas económicas y, en consecuencia, actuará siempre de modo de obtener la mayor cantidad de satisfacción con la menor cantidad de sacrificio o costo. Para un hombre de negocios estas satisfacciones pueden tener la forma de beneficio; para un obrero, pueden ser la compensación que obtiene de los bienes que compra. El economista moderno sabe que estos supuestos no son siempre realistas. La gente puede estar motivada por fuerzas distintas del propio interés. Si llevamos el supuesto hombre económico hasta sus últimas consecuencias lógicas, nos induciría a la conclusión de que cada individuo debe tener el cerebro de un computador para resolver los millardos de problemas que encuentra en sus actividades económicas. Pero el supuesto sirve como una aproximación razonable del modo en que la gente tiende a conformar su comportamiento económico en una economía capitalista. Y en economía, al igual que en otras ciencias sociales, lo más que podemos hacer son aproximaciones razonables. El Individualismo económico – Laissez faire (dejar hacer) A finales del siglo diecisiete, siendo Luis XIV rey de Francia, su ministro de finanzas, Jean Baptiste Colbert, preguntó a un fabricante de nombre Legendre, cómo podría ayudar el Gobierno a las empresas. La respuesta de Legendre fue “que nos deje actuar sin interferir”. La expresión se convirtió en frase clave y emblema del capitalismo. Actualmente interpretamos el significado del laissez faire como que la ausencia de intervención del Gobierno conduce al individualismo económico y a la libertad económica. Estos términos significan que las actividades económicas de un individuo son de su propia responsabilidad. Como consumidor, es libre para gastar su renta como él elija. Como productor, es libre para adquirir los recursos económicos que desee y organizarlos como le plazca con el propósito de producir lo que la sociedad necesita. Pero, en realidad, sabemos que este concepto del laissez faire está limitado significativamente porque la libertad económica está sometida a restricciones impuestas por la sociedad para su protección y para el bienestar general. ¿Podría dar 11 el lector algunos ejemplos? ¿Cree el lector que el laissez faire conduce naturalmente al individualismo económico? Competencia o mercados libres El capitalismo, de acuerdo con su definición, funciona bajo condiciones de competencia: la rivalidad entre los vendedores de bienes similares para atraer a los clientes; entre los compradores, para adquirir los bienes que necesitan; entre los trabajadores, para obtener un puesto de trabajo; entre los empresarios, para obtener trabajadores; entre compradores y vendedores de recursos, para concluir los contratos en las mejores condiciones que cada uno pueda lograr del otro. Para un economista el grado de competencia está limitado por dos factores interrelacionados: uno es la difusión (por oposición a la concentración) del poder de mercado; el otro es la libertad con que los compradores y vendedores pueden entrar en, o salir de, los mercados particulares. La competencia tiende a ser más intensa cuando la difusión del poder de mercado es mayor. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un empresario o agricultor no es suficientemente importante en el mercado total como para ejercer una influencia personal en el precio de los bienes que vende. Se encuentra, entonces, a merced del mercado; debe aceptar el precio que le dicta el mercado; no puede obtener más que este precio pero tampoco tiene por qué aceptar un precio menor porque podrá vender todo lo que tenga al precio corriente. La competencia también tiende a ser más intensa cuando los mercados son abiertamente accesibles a todos los compradores y vendedores de modo que todos son libres de hacer las pujas de compra y ofertas de venta que deseen. Tales mercados abiertos se denominan mercados “libres”; a menudo se describe al capitalismo como un sistema de “mercado libre”. Como veremos, un mercado libre establece precios de competencia tanto para los bienes de consumo como para los factores de producción, y anima al uso eficiente de los recursos económicos. En consecuencia, puesto que los mercados libres se ven destruidos, al menos parcialmente, por el incremento de las prácticas monopolísticas, la sociedad regirá con frecuencia este tipo de prácticas. El Sistema de Precios ¿Quién dice a los millones de trabajadores en nuestra economía dónde trabajar o qué ocupación elegir? ¿Quién decide que se deban hacer los automóviles en Detroit y el acero en Pittsburg? ¿Quién señala cuántos coches deberían ser construidos? ¿Quién especifica cuál será el estilo predominante de la moda femenina de otoño o el color de los trajes de caballero? Podremos derivar algunas respuestas precisas a estas preguntas en capítulos posteriores. Por el momento, será suficiente decir que, cuanto mayor sea el grado de competencia en nuestra economía, tanto más estas cuestiones serán decididas no por algunos individuos o grupos de individuos sino impersonal y automáticamente por un notable mecanismo denominado “sistema de precios” o “sistema de mercado”. Este es, esencialmente, un sistema de premios y castigos, recompensas en forma de beneficios para las empresas e individuos que son capaces de sobrevivir y castigos en forma de pérdidas o posiblemente bancarrota para los que no sobreviven. ¿Cómo funciona el sistema?. Básicamente opera en base al principio de que todo lo que es objeto de intercambio, cada uno de los bienes, servicios y recursos, tiene su precio. En un mercado libre, caracterizado por la presencia de un gran número de compradores y vendedores, los precios de estas cosas reflejarán las cantidades que los 12 vendedores ponen a disposición de los compradores y las que estos están dispuestos a comprar. Así, si los compradores desean adquirir más cantidad de un cierto bien sus demandas del mismo aumentarán. Esto provocará un aumento del precio de ese bien el cual, a su vez, animará a los vendedores a producir y vender más. Por el contrario, si los compradores desean adquirir menos de un determinado artículo, sus pedidos del mismo disminuirán y los oferentes encontrarán más ventajoso producir y vender menos. A este tipo de interacción entre vendedores y compradores en un mercado competitivo, y las alteraciones resultantes en el precio de las mercancías sobre las que tratan, es a lo que muchos se refieren con la frase popular de “oferta y demanda”. 3.3. El Capitalismo y las tres preguntas Veremos, más adelante, que hay mucho más que decir acerca del funcionamiento de la oferta y la demanda que los que hemos dicho en los párrafos precedentes. Sin embargo, sí hemos dicho bastante para bosquejar una breve respuesta a un problema central de la economía. ¿Cómo guía el sistema de precios a un mercado competitivo en sus decisiones sobre las tres grandes interrogantes de QUE, COMO y PARA QUIEN? ¿QUÉ será producido? La pregunta de QUÉ producir es respondida por los consumidores. Ellos son los únicos que expresan sus votos mediante su dinero en el mercado para los objetos que desean y, por lo tanto, registran sus preferencias a través del sistema de precios. Al enfrentarse a los dólares del consumidor cada productor se encuentra con que, o bien tiene que poner a su disposición los bienes que los compradores desean, o bien tendrá que abandonar el mercado. El sistema de precios o sistema de mercado también regula la cantidad que será producida de cada bien. Por ejemplo, si los compradores prefieren más carne de buey y menos de cerdo, pujarán al alza el precio de la carne de buey con relación al de la de cerdo. Entonces los productores encontrarán beneficioso pasar sus recursos de la producción de carne de cerdo a la producción de carne de buey. Por supuesto, a medida que se produce más carne de buey y menos de cerdo, el precio de la primera tenderá a bajar algo y el precio de la de cerdo aumentará. Esta tendencia continuará hasta que los precios de ambos tipos de carne lleguen a un “equilibrio” o relación balanceada mutua, una relación en que los productores no encuentren ya beneficiosos pasar sus recursos de la producción de uno de los artículos a la producción del otro. ¿CÓMO se producirán los bienes? Los fabricantes, por supuesto, tienen que comprar sus recursos en el mercado abierto. La competencia les forzará a buscar los medios menos costosos de producción. Si las máquinas son baratas con relación a la mano de obra los fabricantes tenderán a usar relativamente más máquinas y menos mano de obra en un proceso determinado de producción. De este modo, en un momento particular, la eficiencia física y la eficiencia en cuanto a costos determinan los métodos de producción que son más baratos. El sistema de mercado registra las diferencias en los precios de los factores de producción y guía al empresario en la elección de las combinaciones de recursos que necesita. ¿PARA QUIÉN serán producidos los bienes? ¿Quién se queda con una determinada porción? El sistema de precios también determina los pagos recibidos por los propietarios de los factores de producción: tasas de salarios, rentas de la tierra, tipos de interés y beneficios. Estos pagos constituyen, en conjunto, el ingreso total y son usados por los propietarios de recursos para comprar los bienes y servicios que ellos han ayudado a producir. El tamaño relativo de estos ingresos viene determinado, 13 en parte, por la oferta y la demanda de los recursos particulares, tal como vienen reflejadas por sus precios en el mercado. Así, si la mano de obra pasa a ser más escasa en relación con la tierra, los salarios tenderán a elevarse con relación a las rentas, y, en consecuencia, se alterará el esquema de la distribución del ingreso. El modo en que el pastel económico total se distribuye entre los propietarios de los factores de producción se alterará, dando una mayor participación al trabajo y otra menor a los propietarios rurales. 3.4. ¿Cuál es el papel del Gobierno? Podría parecer que el capitalismo, en su forma pura, da lugar a una economía fuertemente competitiva y a un elevado grado de eficiencia económica en el uso y asignación de sus recursos. Por esta razón, podría parecer que casi no existe la necesidad de una regulación por parte del Gobierno, excepto para proteger las libertades individuales. ¿Existe esta situación actualmente?. ¿Es la doctrina del laissez faire (la noción de que el gobierno debería limitarse a la observación de la ley y el orden y no interferir en el funcionamiento de la economía) observada hoy en día?. ¿Funciona la “mano invisible” de esa manera suave en que Adam Smith dijo que funcionaría, produciendo, como consecuencia, el mejor de los mundos económicos? Las respuestas a estas preguntas no son ni completamente positivas ni absolutamente negativas. A lo largo de los años nuestra economía se ha hecho progresivamente más complicada y el papel del gobierno ha aumentado en varios aspectos. Así, mediante el empleo de artificios especiales, tales como las tarifas de protección para limitar las importaciones, subsidios para estimular la producción y legislación de uno y otro tipo, el gobierno ha pasado a desempeñar un papel significativo como protector y regulador de ciertos grupos, industrias y sectores dentro de la economía. Para citar unos pocos ejemplos: ha promovido grupos de intereses particulares representados por la agricultura, la mano de obra y los consumidores; ha controlado la competencia entre las empresas sujetas a regulación, como son el transporte nacional, las comunicaciones y energía; ha pretendido mantener una competencia efectiva entre las industrias no sujetas a regulación, que comprenden el bloque de nuestro sector empresarial. El gobierno ha asumido la responsabilidad de mantener en equilibrio la producción y el gasto totales de la economía, con objeto de alcanzar los objetivos a largo plazo de crecimiento económico y de pleno empleo; y se ha convertido en un gran suministrador de muchos bienes y servicios, entre ellos los de educación, carreteras y defensa nacional. Estas tendencias históricas a largo plazo sugieren la siguiente conclusión: La economía americana no es ni una economía pura de mercado ni una pura economía dirigida; es una mezcla en la que tanto los individuos particulares como el gobierno ejercitan su influencia económica en el mercado. Una de las tareas más excitantes y desafiantes con las que uno se enfrenta en el estudio de la economía es la evaluación de las actividades del gobierno en nuestra economía mixta. 3.5. Tres características adicionales: Capital, Especialización, Dinero. Si todas las economías capitalistas tienen esencialmente las mismas instituciones, ¿por qué algunas son más productivas y eficientes que otras? La 14 respuesta depende, en gran parte, de la existencia de tres condiciones adicionales que caracterizan a las economías modernas: 1.- Un avanzado estado de la tecnología y una adecuada oferta de bienes de capital. 2.- Un elevado grado de especialización y división del trabajo. 3.- Disponibilidad de una forma adecuada de dinero. Un grado avanzado de tecnología y especialización ayudan a conseguir una producción eficiente, mientras que el uso del dinero permite a los miembros de la sociedad comprometerse más fácilmente en el comercio y en el cambio. Tecnología y Capital Vivimos en una era de tecnología. Básicamente, la tecnología es una parte de la ciencia aplicada; se refiere a los avances técnicos y científicos que permiten al hombre aumentar la eficiencia en la producción. Así, los bienes de capitales como las modernas máquinas y empresas, son productos de la tecnología. Evidentemente el crecimiento de la tecnología hace posible la producción de mayores cantidades de bienes de capital y esto, a su vez, permite un output en bienes de consumo mucho mayor que el que había sido posible en otro caso. Este proceso, la ruta por la que una economía emplea sus recursos limitados para producir bienes de capital con objeto de tener más bienes de consumo en el futuro, ha sido descrito hace tiempo por los economistas como “producción de capitalización”, o “proceso de capitalización”. Evidentemente, un país con un elevado nivel de tecnología y una oferta abundante de bienes de capital está, con mucho, en una posición mejor para aumentar su productividad y elevar su nivel de vida que otra economía que carezca de estos elementos. Especialización y División del Trabajo Los pájaros lo hacen. Las abejas también lo hacen. En la mayoría de las sociedades casi todos lo hacen. ¿Qué hacen? Se especializan. La especialización es la división de las actividades productivas entre los individuos y regiones de modo que no hay ninguna persona que sea autosuficiente. El resultado de la especialización es una garantía enorme en productividad que surge de la división desmenuzada del trabajo porque cada individuo y región es capaz de emplear con la mayor ventaja cualesquiera diferencias en recursos y habilidades bien sean propias o adquiridas. E, incluso aunque no existan diferencias peculiares en una situación dada, puede que sea conveniente la especialización porque, a menudo, éste es el único camino para conseguir un aumento significativo del output total. Adam Smith señaló este punto en una cita clásica. ¿Por qué la especialización y la división del trabajo aumentan la producción? Para generalizar, partiendo de las enseñanzas de Smith: 1. Permiten el desarrollo y refinamiento de las habilidades. 2. Evitan el tiempo que se pierde al pasar de un trabajo a otro. 3. Hacen posible el empleo de personas más aptas para tipos particulares de trabajos. La especialización tiene también sus desventajas. Conduce a la interdependencia, de hecho, la especialización y la interdependencia van de la mano. Impone una alienación a los trabajadores porque muchos nunca ven el producto, al cual contribuyen solamente en una parte muy pequeña. Sus trabajos se convierten, 15 entonces, en desnudos medios de subsistencia que ofrecen escasa satisfacción personal. Esto suscita algunas preguntas interesantes como la de si la especialización es “buena” o “mala”, si merece la pena pagar el precio de la especialización, si la sociedad en conjunto “mejoraría” en el caso de que cada uno de nosotros fuese autosuficiente. Estas son cuestiones normativas que la economía no está capacitada para responder, porque no existe un acuerdo universal sobre el significado exacto de las palabras comprendidas entre comillas. Del Trueque al Dinero Se ha dicho que los tres grandes inventos de la humanidad son el fuego, la rueda y el dinero. ¿Qué es el dinero? ¿Es el oro, la plata o el papel moneda? ¿Son los anzuelos, los dientes de ballena, las cerdas de cola de elefante o las cuentas de madreperla? La respuesta es sí. Todas estas cosas y muchas otras han servido como dinero en distintas sociedades. Empleamos el dinero porque es indispensable en una sociedad altamente organizada. Robinson Crusoe no tenia necesidad de dinero cuando estaba solitario en una isla desierta; él se proveía de su propio alimento, vestido y casa. Incluso, en una comunidad pequeña, sería posible vivir sin dinero si una familia hiciese tejidos, otra criase ganado para lana, otra cociese pan, etc., y todos ellos se lo intercambiasen entre sí por las cosas que necesitasen. Este intercambio de una clase de bienes por otras se denomina trueque. Evidentemente, el trueque es un modo incómodo de practicar el comercio. Si uno desea cambiar vacas por un arado, tendría que encontrar a una persona que tuviese un arado y que deseara cambiarlo por unas vacas. Este principio básico del trueque se denomina, a veces, “doble coincidencia de necesidades” porque implica, correctamente, que para que exista trueque cada parte debe tener lo que la otra necesita y desear hacer el cambio en las condiciones que sean favorables a los dos. El Dinero entra en el cuadro Cuando una economía crece más allá del estadio más simple el trueque ya no es viable. El dinero se ha desarrollado porque es más conveniente cambiar trabajo o bienes por dinero en lugar de intentar encontrar una persona que tenga lo que desea y que esté dispuesto a cambiarlo por lo que se le ofrece. El dinero es un medio de cambio porque es generalmente aceptado y generalmente usado para el pago de bienes y servicios. Esto significa que la gente normalmente no desea el dinero por sí mismo; lo quiere por lo que puede adquirir con él. El dinero cumple también otras funciones, como medida de valor, permitiéndonos conservar la relación del negocio y expresar los precios de los bienes que la gente y las empresas compran y venden; como patrón de pagos diferidos, permitiéndonos tomar prestamos o prestar dinero para que sea devuelto en un momento futuro con intereses; como conservador de valor, al permitirnos ahorrar algo de nuestro dinero de modo que podamos gastarlo en un momento futuro. Estas cuatro funciones del dinero se han plasmado en un estribillo popular: el dinero es cuestión de cuatro partidas, medio, patrón, conserva y medida. Por lo tanto, el dinero puede ser descrito, en términos generales, como una convención social. Es todo aquello que los miembros de la sociedad acepten como dinero, ganado, conchas, piedras o lo que sea. Su efectividad depende directamente de la extensión en que cumple sus cuatro funciones. En nuestra sociedad moderna no solamente las monedas y el papel sino también los cheque y cartas de crédito sirven como dinero. De hecho, la mayoría de los estudiantes se sorprenden normalmente al 16 saber que más del 90% del valor (no del número) de todas las transacciones en nuestra economía se realiza mediante cheques. 3.6. El flujo circular de la actividad económica Algunos de los elementos importantes de un sistema capitalista son expuestos en este modelo, el cual supone que la economía total está dividida en dos sectores: familia y empresas. También expone como estos dos sectores se encuentran en dos partes del mercado: los mercados de productos y los mercados de factores. En los mercados de productos, las familias compran bienes y servicios que las empresas venden y sus pagos por esto están representados por los gastos de consumo, que se transforman en los ingresos de las empresas. En los mercados de recursos, las empresas compran los factores de producción que las familias venden y sus pagos por estos son costos que se convierten en ingresos monetarios para las familias. Todas estas transacciones se realizan en mercados libres por un sistema de precios que registra los deseos de los compradores y vendedores. Por lo tanto, los mercados de productos, son los lugares en que las empresas a través del sistema de precios, deciden QUÉ producir, mientras que los mercados de recursos son los lugares en que deciden CÓMO producirlos.(¿Puede el lector explicar por qué?) 17