¿CÓMO ADAPTAMOS EL RETAIL A LA REALIDAD ACTUAL? PULSO NO.6 16 El multicanal ha abierto oportunidades a los minoristas para satisfacer el deseo de los clientes de una experiencia de compras sin interrupciones, pero hoy debemos encontrar un nuevo equilibrio entre el formato digital y las tiendas físicas. Las tiendas físicas están de vuelta. Incluso los más entusiastas del comercio electrónico aceptan que hoy nos movemos en un nuevo concepto multicanal. Amazon inauguró su primera tienda en la Universidad de Purdue, la marca de lentes Warby Parker abrió 18 establecimientos y Samsung, Microsoft e incluso Google ahora tienen presencia en espacios físicos. Pero las tiendas están mejorando sus capacidades digitales. Por ejemplo, Nordstrom les ofrece a sus clientes la posibilidad de entrar en contacto con estilistas personales por medio de mensajes electrónicos. Por mensajes de texto también pueden solicitar que les entreguen sus pedidos a una hora determinada a un lado de la acera, para que no se tengan que bajar del coche. H&M de Times Square, en Nueva York, permite a sus clientes pagar por los artículos en los probadores. Pizza Hut está probando una nueva tecnología que reconoce los autos de los clientes cuando entran a su estacionamiento. Las tiendas proveen la proximidad física con el cliente que internet no puede ofrecer. Y la red de redes provee acceso continuo al consumidor, algo que no pueden hacer las tiendas. Para asegurar una mayor competitividad, los dos canales necesitan atender sus puntos ciegos y parecerse cada vez más entre sí. Las tiendas físicas están de vuelta, sí, pero son diferentes en formato, sensación y funcionamiento. Para asegurar una mayor competitividad, los dos canales necesitan atender sus puntos ciegos y parecerse más entre sí. La tienda como un showroom Las tiendas se están convirtiendo en un lugar interactivo donde los minoristas pueden promocionar sus productos y ofrecer una elevada experiencia al cliente. La marca de lujo Rebecca Minkoff está llevando sus tiendas a un nuevo nivel, acondicionando su área de probadores con iluminación personalizable, escáneres para que el cliente revise la información de cada prenda y una opción para cerrar la compra a través de un dispositivo móvil. En el área de exhibición los clientes pueden buscar los videos de las pasarelas de los modelos que quieren. En la emblemática tienda de Burberry’s en Londres el cliente puede diseñar su propia gabardina, ver en hologramas 3D las pasarelas y pedir a los vendedores, equipados con iPads, que les ofrezcan detalles de los artículos. La tienda como un centro de distribución Para algunos minoristas, las tiendas están ampliando su red de distribución, al convertirse en centros de servicio y entrega. Walmart empezó a probar esto en 2014, cuando abrió un almacén con 10 mil artículos, ofreciendo entregas en el mismo día o bien servicio de entrega en el coche. El almacén es mucho más pequeño que una tienda típica de Walmart, pero ahí puede satisfacer las necesidades de sus clientes al proveerles un nuevo nivel de conveniencia. Best Buy también está probando el servicio de entregas en el auto, servicio que le proporciona un tercero. Los clientes compran en sus teléfonos y al pasar por uno de los minoristas locales pueden recibir sus productos. Pero los clientes también piden la opción de entrega en la tienda. De hecho, de acuerdo con la investigación que ha llevado a cabo Accenture, el 36% de ellos prefiere esperar a que la tienda abra al día siguiente, pero ya contar con sus productos, y sólo el 32% está dispuesto a esperar más de cinco días para que les sean entregados. Los minoristas están reevaluando su red de tiendas físicas junto con su red de distribución para identificar oportunidades de mejora. Macy’s está cerrando 14 tiendas, quedándose con un puñado de establecimientos emblemáticos y mejorando sus capacidades de venta en línea. La tienda como un centro multicanal No es tan simple como encontrar el equilibrio entre “bricks and clicks”, o ladrillos y clics. Los minoristas deben entregar una experiencia de compras sin interrupción a los clientes a través de los diferentes canales, y la tienda puede ser ese lugar en donde todos ellos se encuentren. Los empleados, equipados con dispositivos digitales, pueden mostrar la información de los productos en sus pantallas y guiar a los consumidores directo al artículo que desean en la tienda. Los clientes que compran en línea pueden devolver los productos en la tienda física en todo momento y aprovechar los nuevos servicios, como informar vía texto de la devolución y depositar el producto en un buzón de entrega. Cuatro estrategias para el éxito Repensar la tienda física es crítico para la competitividad, pero es sólo una parte de la historia. El éxito vendrá cuando los minoristas diseñen una estrategia integrada y sin interrupciones de la experiencia de compra del cliente, con un nuevo modelo operativo. Al hacerlo, podrán cosechar lo mejor del mundo digital, tanto como del mundo físico. Los minoristas se deben adaptar a esta nueva era en que el consumidor ha cambiado su modo de conducirse. Teniendo la agilidad de integrar tiendas y canal en línea rápidamente, antes de que llegue la siguiente disrupción en el retail, es crucial. El 36% de los clientes prefiere esperar a que la tienda abra al día siguiente, pero ya contar con sus productos, y sólo el 32% está dispuesto a esperar más de cinco días para que les sean entregados. 1. Entienda a su cliente Los minoristas no pueden poseer todas y cada una de las formas de atraer a la gente. Tome decisiones basadas en sus consumidores y productos más importantes, y desarrolle opciones multicanal acordes con ellos. Por ejemplo, los clientes quieren ver y tocar las prendas de moda, así que quizá prefieran comprar ese tipo de productos en una tienda. En cambio, los clientes que compran commodities como artículos de baño, tal vez agradezcan la conveniencia de adquirirlos en línea y que les sean entregados en casa. Productos con un precio alto o que requieran una explicación por parte del vendedor pueden ser más susceptibles de ofrecerse en una tienda. Un cliente comprando en Nordstrom, por ejemplo, aprecia el encanto de las entregas en el auto, sin tener que bajarse de él, mientras que un consumidor de CVS preferirá caminar para ir por sus productos, aunque siga valorando la opción de comprar en línea. 2. Evalúe su red de distribución Si un minorista es 100% digital, le tomará tiempo abrir su primera tienda. Y si un minorista tiene 10 mil tiendas, no podrá volverse digital de la noche a la mañana. Toma tiempo evaluar el potencial de los diversos formatos. Las opciones incluyen transformar a las tiendas en parte de una red de distribución que da servicio a clientes tanto de digital como en persona. 3. Modele la fórmula de costos y utilidad ¿Cuánta utilidad está dispuesto a sacrificar para bajar costos? Considere las implicaciones en costos de cada opción. Por ejemplo, ¿se incrementarán los costos de mercadotecnia y distribución si cierro ciertas tiendas? ¿Bajarán los costos cuando las tiendas se conviertan en parte de mi red de distribución? 4. Elija la estrategia y el formato de migración ¿Cuál es su estrategia de migración y a qué ritmo puede implementarla? Quizá le lleve algunos años y muy probablemente será costoso. Los minoristas tradicionales de tiendas físicas están sentados en una onerosa estructura que no se puede cambiar de la noche a la mañana. Seleccione una estrategia multicanal que sirva a sus objetivos presupuestarios. Nadie sabe cuándo vendrá la nueva disrupción del retail. ¿Entrega a domicilio por Uber? ¿Probadores virtuales desde casa? ¿Cajeros-robots en las tiendas? El mundo multicanal está cambiando a un ritmo acelerado. Los minoristas necesitan ser adaptables y ágiles para poder capitalizar esas disrupciones y verlas como oportunidades para liderar el mercado.