Comentario

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Antonio de Ulloa. Vida y obra de un ilustrado a través de su librería.
William Watson (1715-1787).
Experiments and observations tending to illustrate the nature and properties of
electricity : in one letter to Martin Folkes, Esq, President, and two to the Royal Society.
By William Watson ... -- London : Printed by Jacob Ilive, for the author, 1745. 55, [1] p.
; 8º
BUS A 297/077(2).
Segundo tratado de un volumen facticio encuadernado en piel con dorados.
Esta obra es la compilación de varias cartas
acerca de los experimentos y observaciones
del autor sobre la electricidad, ya presentadas
en las sesiones de la Royal Society de
Londres. La primera de ellas va dirigida a su
presidente Martin Folkes (1690-1754),
matemático, astrónomo y numismático,
miembro de la Royal Society desde 1713,
vicepresidente en 1723 (designado por el
propio Isaac Newton) y presidente desde
1741. La Royal Society of London for
improving Natural Knowledge, por su parte,
fue fundada en 1662 bajo el patrocinio de la
Corona, conformándose como una de las
primeras y más prestigiosas instituciones
científicas de Europa, donde se reunían los
más importantes físicos de Gran Bretaña,
como Newton, que llegaría a presidirla,
Robert Hooke, William Petty, Christopher
Wren, junto con eminentes científicos
extranjeros como Gottfried Leibniz o
Christiaan Huygens.
Por su parte, el impresor de la obra, Jacob Ilive (1705-1763), fue también un conocido
radical, autor de ensayos religiosos de inspiración deísta.
El autor, Sir William Watson, miembro de la Royal Society en 1741, y su
vicepresidente desde 1773, armado caballero en 1786, fue un ejemplo de ascenso social
en la dinámica Inglaterra del XVIII: de aprendiz de boticario a reputado (y ennoblecido)
científico. Como tal, sus inicios se enmarcan como pionero de la botánica. Aparte de
traducir e introducir en el Reino Unido la obra descriptiva y la taxonomía de Linneo
(con la aprobación del naturalista sueco), como uno de los patronos fundadores del
Museo Británico (desde 1754) se encargó del arreglo de su jardín botánico. Por sus
labores en este campo, se bautizó como Watsonia a un género de plantas iridáceas.
Ahora bien, desde 1744 Watson comenzará sus experimentos con la electricidad, que le
darán mayor fama y prestigio. En efecto, la electricidad es un tema de moda en el siglo
XVIII, que despertaba un interés que iba más allá de los círculos científicos: algunas
experiencias de Watson fueron presenciadas por el Príncipe de Gales y su hermano el
Duque de Cumberland. Es la misma época, algo después, en que los experimentos
físico-recreativos del abate Jean-Antoine Nollet (1700-1770) con la electricidad
causarían furor en París y Versalles. Watson y Nollet eran, al mismo tiempo, físicos
serios y rigurosos, y hábiles divulgadores de las novedades científicas, capaces de
Antonio de Ulloa. Vida y obra de un ilustrado a través de su librería.
aumentar y difundir el interés del público por los nuevos descubrimientos. De esta
manera, como otros sabios de la época, procuraban llevar a cabo el ideal pedagógico de
la Ilustración: la difusión general del conocimiento. Y la electricidad se prestaba
fácilmente a esta difusión.
Los fenómenos eléctricos habían empezado a describirse modernamente por William
Gilbert (1544-1603), quien les dio nombre, a principios del siglo XVII. Avanzado este
siglo, se llegó a crear el primer generador de electricidad estática en 1660, luego
perfeccionado a lo largo del siglo XVIII. Las chispas eléctricas, las corrientes y las
posibilidades de hacer verdaderos trucos espectaculares con la electricidad, que entraba
así “por los ojos”, habían gradualmente encantado a una sociedad cada vez más
interesada en las ciencias físicas y la tecnología.
La presente es la primera edición de la obra, que tendría al menos cuatro más, y las
cartas se publicarían en las Philosophical Transactions de la Royal Society (en el
número 43, 1744-45, pp. 481-501), la revista científica más veterana del mundo. En
nuevas ediciones y obras sucesivas, Watson publicaría los resultados de nuevos
experimentos que completarían su labor como físico en los años 1740 y 1750.
Generalmente se trata de compilaciones de cartas y comunicaciones presentadas a la
Royal Society, pero que se publicaban en forma de libro antes de la salida de la revista
para satisfacer una fuerte y más amplia demanda del público en general, ávido de
noticias sobre los últimos experimentos eléctricos. En el primero de sus libros, mostraba
cómo se comportaban el vidrio, el metal y el corcho al transmitir corrientes eléctricas,
así como otras experiencias similares. Esta labor pionera fue recompensada con la
medalla Copley, prestigioso galardón concedido por la Royal Society (1745). Al año
siguiente, Watson perfeccionó la botella de Leyden, el primer condensador eléctrico,
inventado en 1745 por el físico holandés Pieter van Musschenbroek (1692-1761), y en
1747 consiguió descargar una botella a través de un circuito eléctrico, noción y término
que se le deben. Procuró calcular la velocidad de la corriente eléctrica, con varios
experimentos, pero llegó a la conclusión (errónea) de que era instantánea, en
colaboración con Lord Charles Cavendish (1704-1783), prominente físico y político
liberal. Siguiendo la investigación del académico francés Charles François du Fay
(1698-1739), que describió dos tipos de energía eléctrica, estos fueron denominados
como carga positiva y negativa por parte de Benjamin Franklin y de Watson, quien
reconoció la identidad de su teoría del fluido eléctrico y la del norteamericano (1748).
Años después, Watson reseñaría favorablemente para la Royal Society las cartas sobre
electricidad de Franklin (1751) y se convertiría también en su aliado político, al afiliarse
al mismo club reformista. También defendería el uso del pararrayos en los años 176070. Pero para entonces Watson ya se había decidido por una carrera médica (conseguiría
el doctorado en 1757) en la que prosiguió su ascenso social. Destacaría, además, por sus
labores humanitarias y reformistas, integrándose en el mundillo político y social de los
Whigs (los liberales británicos) más avanzados y cercanos a los ideales ilustrados. No
obstante, esto no impediría que entrase en la elitista institución médica del Royal
College y alcanzase el honor de ser ennoblecido como caballero el año anterior a su
fallecimiento.
Fernando J. Campese Gallego.
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