Centro de Estudios del Derecho Internacional Humanitario EL DERECHO CONSUETUDINARIO Y EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Dr. Miguel A. D’Estefano Pisani Presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional (UNJC) Profesor Adscripto CEDIH Ciudad de La Habana Cuba Julio del 2002 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com EL DERECHO CONSUETUDINARIO Y EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO I. EL DERECHO CONSUETUDINARIO 1. Hablar de Derecho Consuetudinario exige ante todo una referencia a la costumbre, que es la repetición general, uniforme y prolongada en el tiempo de determinado comportamiento, con la convicción de que la observancia es obligatoria. El problema de la costumbre es uno de los más importantes, y a la vez, de los más difíciles en Derecho Internacional y más aún en Derecho Internacional Humanitario. La costumbre, como fenómeno jurídico reúne, en su dinámica, los aspectos jurídicos, políticos, etc., de la sociedad internacional, lo que impone elevar la conciencia jurídica de la humanidad. Pero lo jurídico siempre viene vinculado con lo moral. La costumbre es una fuente del Derecho Internacional que se forma con la concurrencia de los siguientes elementos: 1. que sea una forma observada, repetida por un número bastante extenso de Estados; 2. que haya sido planteada sin solución de continuidad; 3. que responda a una idea de justicia y de humanidad; 4. puede tener su origen por la acción de los Gobiernos y también por los actos de las personas que ejerzan cierto poder. Existe un creciente interés, en el tiempo y en la doctrina del DIH por el fenómeno consuetudinario; la fuente de la obligación consuetudinaria; su incorporación en el orden jurídico internacional y su valor moral son cuestiones indisolubles en Derecho Internacional Humanitario. 2. Resulta necesario precisar en que consiste el Derecho Consuetudinario, lo que resulta de la práctica internacional, de aplicar un precepto jurídico a una infracción determinándose el hecho. Este puede ocurrir, bien sea porque desde el principio se toma conciencia de la necesidad de establecer una norma jurídica, o porque se produce un uso previamente: siempre con la presencia de una opinio juris vel necesitatis, (opinión jurídica necesaria). Durante siglos el Derecho Internacional ha sido, casi totalmente, Derecho Consuetudinario, pero el proceso de creación de la costumbre y de su conversión en norma jurídica se ha acelerado de manera significativa a partir que siendo el Derecho Internacional Humanitario un Derecho mucho más joven este proceso resulta más visible que en el Derecho Internacional. De otra parte, resulta establecido como principio general de Derecho que una norma convencional posterior deroga una costumbre anterior, pero este principio rige si ambas normas tienen el mismo ámbito de validez. Ni una 1 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com norma de alcance convencional puede ser derogada por una costumbre particular ni una costumbre de Derecho Internacional común puede serlo por el derecho convencional particular. Por una vía consuetudinaria puede no sólo crearse una nueva norma sino también derogarse una norma precedente (desuetudo – dejar de ser una costumbre). Pero no basta para que tal derogación se produzca que los Estados dejen de realizar dicha norma, sino que es preciso que dejen de realizarla por motivos o razón jurídicos. Los grandes principios protectores, ya consuetudinario, tienen un valor absoluto y valido; incluso para los Estados no signatarios, siguen siendo intangibles. II. EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 3. El Derecho Internacional Humanitario se define como el conjunto de las normas de origen convencional o consuetudinario encaminado a reglamentar los problemas humanitarios derivados de los conflictos armados internacionales, o sea que en tal sentido, a proteger a las personas y los bienes civiles. Resulta claro que hable de normas consuetudinarias, pero la cuestión radica en detectar estas normas, que son, a la vez, diversas y con sus elementos normativos como tales normas. Las reiteradas -en el tiemponormas jurídicas del Derecho Internacional Humanitario han obligado a desarrollar otras fuera del derecho codificado y de la norma jurídica escrita. El Derecho Internacional Humanitario es el Derecho que más se ha desarrollado y evolucionado en el tiempo, es en el que lo jurídico y lo moral como elemento humano se encuentran siempre presentes. Afirmó Pictet que el conjunto de la materia (del Derecho Internacional Humanitario) está expresamente formulada en los Convenios, que a veces se derivan de la costumbre. En el Derecho Internacional Humanitario no cabe admitir la preeminencia absoluta de la norma convencional porque ésta se convertiría en una “camisa de fuerza” que inutilizaría la propia norma. Es más, en el Derecho Internacional Humanitario se aceptan muchas disposiciones de los Estados como creadores de Derecho Consuetudinario como normas generales aplicables a todos los Estados más que en el Derecho Internacional. Tanto el Derecho de Ginebra como el Derecho de La Haya se han desarrollado por las costumbres de los pueblos a lo largo de los siglos, pero mucho más por las costumbres surgidas desde la presencia del Derecho Internacional y del Comité Internacional de la Cruz Roja. Los primeros pasos del Derecho de Ginebra se nutrieron de las experiencias de la Primera Guerra Mundial y, las experiencias de la Segunda Guerra Mundial conducen a los Convenios de 1949. Hasta 1949 una característica del Derecho de Ginebra era que, en principio, sólo se aplicaba a los militares; parecía que los civiles quedaban ya protegidos, pero sin mencionarlos el 2 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com Derecho Convencional. Las experiencias de la Segunda Guerra Mundial llevó a la costumbre de promover su protección. El peso de la costumbre en Derecho Internacional Humanitario trae consigo que llegue a ser lex lata (ley precisa). En cuanto al Derecho (o doctrina) de la Cruz Roja, se trata de un conjunto de normas elaboradas que constituyen un sistema jurídico, que abarca, en su sentido más alto, el conjunto de las varias fuentes (incluidas las costumbres), que se nutren de los principios fundamentales y de otros elementos que se integran en el núcleo de ese Derecho. La evolución del Derecho Internacional Humanitario recorre el camino de "militares y heridos en una guerra terrestre" (Convenio de 1864) extendida a todas las categorías de las victimas establecidas en nuestros días; en 1906 se extiende al amparo de los náufragos; en 1929 se da un paso más y los prisioneros fueron recogidos en una Convención relativa a su trato; en 1949 se suman otras muy importantes para extender la protección a la población civil y demás victimas; la triste experiencia de la Segunda Guerra Mundial mostró que la población civil carecía de toda protección jurídica; muchos fueron arrestados, deportados o trasladados a campos de concentración. En 1864 solo se contrae a los militares, porque se presuponía que los civiles estaban "fuera de la guerra"; y así era entonces, pero en la Primera Guerra Mundial los civiles fueron el 10% de las victimas, en la Segunda Guerra Mundial alcanzo el 50 % y en la guerra genocida de Estados Unidos en Viet Nam llegó a un 80%. Se ha llegado a la protección especial a la mujer, a los niños, a los internados, a los refugiados, a los apátridas. Solo en 1949 se trae la referencia expresa a los muertos, que antes se constituyeran en una especie de "olvido jurídico", quizás porque se partía del criterio que eran acreedores a lo que después se llevó: meticulosamente, a la letra escrita internacional; como para no perder pie ni pisada, sé perfeccionó el sistema de identificación y búsqueda. Lo cierto es que siempre hay sufrimientos a los cuales el Derecho Internacional Humanitario viene reclamando atender y siempre son más y más y en todo este proceso la costumbre siempre está presente. Después de la Primera Guerra Mundial, el Derecho de La Haya ha sido más limitado en su desarrollo que el Derecho de Ginebra. En la sentencia del caso Nicaragua Versus Estados Unidos de 1986 la Corte Internacional de Justicia establece que la costumbre de Derecho Humanitario tiene el mismo valor que la del Derecho Convencional, y cita el artículo 38.1 b) del Estatuto de la Corte acerca de que la costumbre es un sistema de normas basadas en la práctica de los Estados y aceptada como Derecho. Esta fuente autónoma de normas de Derecho reconocidos por la Carta respecto al Derecho 3 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com Internacional Humanitario abre nuevas vías de desarrollo del Derecho Humanitario. 4. Si la guerra como dice Alfonso X, el Sabio, en las "Siete Partidas" debe ser hecha "con razón y con derecho", la razón y el derecho crearon costumbres de la guerra y tal cosa no podía sino conducir a la costumbre en el trato de las victimas. La guerra era, antes, un procedimiento lícito en Derecho Internacional; no fue hasta el Pacto de la Sociedad de las Naciones primero (1919) y el Pacto Briand Kellog (1928) que deja de serlo. El Derecho Internacional Humanitario surge en medio de aquel "concierto europeo" de mediados del siglo XIX para dentro de ese ambiente, dar paso al Derecho de Ginebra (protección a las victimas) y, luego, en 1899 – 1907, es que surge el Derecho de La Haya (derechos y deberes de los beligerantes en la guerra): La tesis de que a la ONU le resulta imposible reglamentar la guerra porque estima que es prohibida, ni se corresponde con la realidad ni la ONU la ha seguido consecuentemente, porque debiera proscribir el armamentismo de manera general y completa y, sin embargo ha propiciado y es plausible ir a la reducción de armamentos, a la creación de zonas desmilitarizadas y a la ilegalidad de ciertos tipos de armas. El Derecho Internacional Humanitario no legitima la existencia de la guerra; sus normas recuerdan a las Partes cuales pueden ser los sufrimientos y desastres que traen consigo, que la aplicación de sus normas es para hacerlas menos crueles en todo lo posible. En Teherán (1968) se dió un paso más al introducir los Derechos Humanos en período de conflicto armado. Es así que si en 1864 nacen, a la vez, el CICR y el Derecho Internacional Humanitario, en 1868 la Declaración de San Petersburgo sería la piedra angular del Derecho de la Guerra; en 1874, se introducen normas de la guerra terrestre; luego vendrían las Conferencias de 1899 y 1907, los Convenios de 1949 y los Protocolos Adicionales de 1977. Es así que se dice que el Derecho Internacional Humanitario es una expresión moderna del Derecho de la Guerra y las normas del Derecho de la Guerra aún en vigor son las que forman el Derecho Internacional Humanitario: se sostiene que el Derecho Internacional Humanitario es la parte del Derecho Internacional ocupando el lugar de las normas que antes se conocía como Derecho de la Guerra. El procedimiento para recurrir a la fuerza (ius ad bellum) y el conjunto del Derecho de Ginebra y el Derecho de La Haya que forma el ius in bello (derecho de la guerra) parten de costumbres, las amplían o desechan, conforman las normas válidas que se traducen en normas jurídicas. Importa mucho recordar que el Derecho Internacional Humanitario diferencia las clases de participantes en la guerra: los combatientes, incluyendo los civiles combatientes y los mercenarios. 4 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com En 1907 se produjo el reconocimiento como legítimo, la de resistencia organizada FUERA del área ocupada por el enemigo. Era un paso. La Segunda Guerra Mundial trajo la enseñanza de millones de combatientes (llamados "guerrilleros", "partisanos", etc.); de ahí que en 1949 se hable de resistencia organizada que opere EN y FUERA de su propio territorio. Bastaba la experiencia de la Segunda Guerra Mundial la cual mostraba que se protegiera a ese combatiente FUERA del área ocupada por el enemigo porque ese combatiente actuaba en su propio territorio, mayormente se había convertido, en la práctica, en el combatiente real, que esa práctica llevaba a la costumbre de su existencia y, luego a la norma jurídica que lo recoja. Ni el Derecho de Ginebra, ni el Derecho de La Haya contienen una definición de los combatientes no regulares en caso de conflicto armado. Pero a partir de 1949 aparece la experiencia de los movimientos de liberación nacional y de su legitimidad y la práctica crea la costumbre de llevarlos a normas jurídicas en 1977. Así el ius in bello (derecho de la guerra) daba paso a la facultas bellandi (facultad de los pueblos) de hacer la guerra por sí y para sí. Otra cosa distinta es la condición de mercenarios que históricamente existieron; eran los condottieri y los lansquelots del medioevo, convertidos en el siglo XX en “soldados de fortuna" a disposición del mejor postor que pareció ser una forma paleontológica de aquellos. Llegó entonces el momento de prohibirlos y el Derecho Internacional Humanitario les declaró fuera de su protección; y se establece “los mercenarios no tendrán derecho al estatuto de combatientes o de prisionero de guerra”. 5. El articulo 1 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 establece “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y a hacer respetar el presente Convenio en todas las circunstancias”. Lo que quiere decir que se respetaran los Convenios producto de y abiertos para que las nuevas costumbres lo enriquezcan. Precisamente el doble cometido del Comité Internacional de la Cruz Roja es el de prestar protección y asistencia a las víctimas de conflictos y promover y garantizar el respeto al Derecho Internacional Humanitario. Todos los Convenios y Protocolos del Derecho Internacional Humanitario son un producto de costumbres; o conducen a crear costumbres; y como normativas jurídicas serían inoperantes si no las consideramos como costumbres devenidas en ley por la naturaleza moral jurídica del Derecho Internacional Humanitario. Con razón se ha hecho referencia a "la índole normativa de la costumbre en el Derecho Internacional Humanitario" que capta mejor que otra rama del Derecho las posibilidades del Derecho Consuetudinario. 5 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com La mayoría de las normas han creado un verdadero “Derecho Consuetudinario” del Derecho Internacional Humanitario derivado de las costumbres establecidas “entre los pueblos civilizados, de las leyes de la humanidad y dictadas de la conciencia pública” como suele repetirse. El peso de la costumbre la establecen los documentos jurídicos del Derecho Internacional Humanitario; así, en los cuatro Convenios de 1949 se establece la no renuncia “parcial o totalmente” de los derechos que se les otorga en el presente Convenio a los “heridos y enfermos”, comprendiendo la no renuncia a derechos surgidos por la costumbre, pero no admiten, así, “otra costumbre en contrario” se trata, así, de costumbres investidas de la fuerza de ius cogens (principio fundamental) de la norma imperativa de Derecho Internacional que no puede dar paso sino a otra norma imperativa que le sucede. Las costumbres acumuladas como sedimento en formación del Derecho de Ginebra y del Derecho de La Haya se convierten en costumbres que si se violan se violan esos Derechos; los ámbitos no cubiertos en los Convenios y Protocolos del Derecho Internacional Humanitario son reconocidos como Derecho Consuetudinario; todo ello conduce a que se reconozca el fortalecimiento debido del Derecho Consuetudinario General. Háblese de Derecho Internacional Humanitario y se estará ante un elemento consustancial en el tiempo, y es que el Derecho Internacional Humanitario es oriundo de Europa y se desarrolló en Europa a todo lo largo del siglo XIX a partir de 1863 y del siglo XX hasta 1949. Sólo en 1977 se viste, en cierta medida, de tercermundista, sobre todo en lo que se contrae al Protocolo Adicional II que es una versión simplificada del Protocolo Adicional I, pero que es algo, al punto que alguien dijo del mismo “la mitad del huevo es mejor que la cáscara vacía”. O dicho de otra manera del lobo un pelo. La costumbre en el Derecho Internacional Humanitario pone de relieve la influencia de la opinión publica internacional en la práctica del Estado en conflicto y puede conducir a la extensión del ámbito de aplicación del Derecho Internacional Humanitario. Existe la norma jurídica, la consuetudinaria y otras que no son ni lo uno ni lo otro aún. Más, así como puede llegarse a la costumbre obligatoria por aquello de la inveterata consuetudo (costumbre reiterada) y de la opinio juris (opinión jurídica) y, de esto a norma convencional, puede producirse el fenómeno inverso; o sea, que una costumbre elevada a norma cuasi jurídicas devenga en su contrario, se demerita como tal para reducirse a la condición de cortesía. Puede citarse el caso del ceremonial del saludo marítimo, que estableciera el Tratado de Westminster del 5 de abril de 1654, porque, después, por ordenanza de Luis XIV del 5 de abril de 1689 se ordena el saludo a sus buques 6 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com en el mar, lo que, con el devenir del tiempo, devino, en simple regla de cortesía. Un gran teórico del Derecho Internacional Humanitario lo es Jean Pictet, pero él es, también, un hacedor y conocedor del Derecho Internacional Humanitario en la praxis cotidiana, tanto que proclamase poco respeto al derecho que desciende -diría- “de las alturas eternas”; Pictet nos dice que es preciso “pegarse” a los hechos; querer reglamentarlo todo es “poner trabas”. Parece decirnos -lo dice de cierta manera- que “codificar es inmovilizar” y esto nos lleva más allá de la norma jurídica codificada y de la costumbre que la codifica como costumbre. Cuando el VII Convenio de 1907 en su artículo 4 establece que “las Potencias Neutrales aplicarán por analogía, las disposiciones del presente Convenio...” deja abierta la válvula pródiga de lo que “por analogía” encontramos en el terreno de la interpretación, que es mucho. Sin soslayar la cuestión, vayamos a desglosar las vías que llamaríamos no convencionales ni consuetudinarias que nos lleven a su evaluación como vías de socorro. Veamos en que consiste y a que conduce, ante todo, la práctica: La determinación del contenido material de la norma consuetudinaria depende de las apreciaciones que los Estados hagan de sus prácticas. Tres categorías de comportamiento forman la práctica del Derecho Internacional Humanitario; la militar, la diplomática y la legislativa de los Estados; la práctica militar incluye todos los actos de los Estados en la aplicación de las normas del Derecho Internacional Humanitario en el orden jurídico interno que van, de la introducción en el derecho interno de un reglamento hasta su aplicación en una situación concreta. Sucede que la práctica de protección de las víctimas se ha ampliado considerablemente en el Derecho de Ginebra, pero que en la práctica de la limitación de los medios y métodos de emplear las armas (Derecho de La Haya) no ha sucedido lo mismo. ¿Dónde queda el principio de que no debe emplearse más fuerza que la estrictamente necesaria para lograr los objetivos propuestos?. De otra parte, los ideólogos acuden a las prácticas internacionales bajo el sello de la costumbre. El articulo 38 a) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia exige las normas contractuales que hayan sido reconocidas expresamente por las partes, pero el artículo 38 b) se limita, para las normas consuetudinarias, que haya una práctica general fundada en la conciencia de su obligatoriedad. Según la Corte Internacional de Justicia la práctica debe ser “constante y uniforme” la repetición en el tiempo de ciertos actos que permitan el arraigamiento de los usos de la comunidad. 7 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com Aunque la práctica no tenga en todas las ocasiones las características de una norma universal o consuetudinaria ha de tener, al menos, la de un uso como tal si este uso ha sido a través del tiempo, producto, a su vez, del insuficiente desarrollo del Derecho Internacional Humanitario. En fin, resulta una cuestión esencial a decidir cuales normas no convencionales, no “clásicamente” consuetudinarias tengan una pretensión de validez. Son numerosas las reflexiones que conducen a las perspectivas que ofrece el Derecho Internacional Humanitario. En el caso del CICR y hasta el final de la Primera Guerra Mundial el Comité Internacional de la Cruz Roja se regía por un Derecho mayoritariamente consuetudinario y en sus Estatutos de 1986 se aclara la situación de declararse que la Conferencia Internacional de la Cruz Roja toma decisiones y formula recomendaciones o declaraciones en formas de resoluciones y, el efecto jurídico de las resoluciones indica que cuando se trata de una decisión de efectos jurídicos es obligatorio. En este sentido se requiere profundizar en el Derecho (o doctrina) de Ginebra. Los Estados Partes de las normativas jurídicas vigentes de Derecho Internacional Humanitario prohíben la firma de acuerdos especiales fuera del marco de la protección prevista en el Derecho Convencional. La evolución y perspectivas del Derecho Internacional Humanitario viene estrictamente vinculada, histórica y actualmente, con el Derecho Internacional y con los Derechos Humanos y sus normas convencionales, consuetudinarias y otras, y conduce a lo que la Asamblea General de Naciones Unidas introdujera como tema de su Agenda de trabajo hace dos décadas: un nuevo orden humanitario internacional. 6. En el camino de las normas del Derecho Internacional Humanitario queda por precisar el rol del Comité Internacional de la Cruz Roja que tiene una particular importancia y se encuentran institucionalizadas, es decir, se establecen en forma convencional; el art. 9 del I Convenio de 1949 dice que las disposiciones del Convenio “no son óbice para las actividades humanitarias que el Comité Internacional de la Cruz Roja, u otro organismo humanitario imparcial emprenda para la protección de los heridos y de los enfermos o de los miembros del personal sanitario y religioso, así como para los socorros que, con el consentimiento de las Partes en conflicto interesadas, se les proporcione" La aceptación del ofrecimiento de los servicios del Comité Internacional de la Cruz Roja crea entre el gobierno de los Estados y el Comité Internacional de la Cruz Roja una relación contractual. Se convierte en convencional lo que constituye la propia doctrina de la Cruz Roja, lo que permite al Comité Internacional de la Cruz Roja desarrollar su pragmatismo 8 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com dinámico a las circunstancias -en ocasiones variables- de sus actividades, a su forma de establecer prácticas que devienen en costumbres y en usos; porque el mandato del Comité Internacional de la Cruz Roja es amplio y sus modalidades de ejercicio se extienden a todas las cuestiones cuyo examen se impone. El Comité Internacional de la Cruz Roja decide la conveniencia de ofrecer o no sus servicios que formula a los Gobiernos que pueden aceptarlos o rechazarlos. EL Comité Internacional de la Cruz Roja se esfuerza en resolver en la práctica la vigencia de ciertas reglas de Derecho Consuetudinario, a veces con independencia de su formulación en los textos del DIH y en la condición de institución creativa. El Comité Internacional de la Cruz Roja va al ser humano, a la búsqueda de asistirlo y de ahí su creatividad; de ahí también el principio de la UNICIDAD, de su interacción humanitaria, que no se considera acto de injerencia en los asuntos de los Estados y que, por tanto, no es violatorio del Derecho Internacional. Los órganos del Comité Internacional de la Cruz Roja desempeñan funciones de promotores de los Convenios y Protocolos y de guardianes de su espíritu, de su razón de ser, reconocido por los Estados y confirmado motu proprio (por si mismo) por sus propios Estados. En el Derecho Internacional Humanitario siempre está presente la iniciativa del Comité Internacional de la Cruz Roja, un derecho motu proprio (por si mismo) que se une al derecho de iniciativa convencional; el art. 3 (común a los cuatro Convenios de 1949) ratifica el derecho de iniciativa del Comité Internacional de la Cruz Roja al decir que “toma las iniciativas humanitarias que corresponden a la misión que incumbe a su institución”, el referirse a “Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá ofrecer sus servicios a las Partes en conflicto". El Comité Internacional de la Cruz Roja tiene derecho de acción humanitaria, derecho de hacer propuestas a los Estados y derecho de iniciativa humanitaria, que emana de los Estatutos y sus actividades humanitarias son desarrolladas creativamente por su derecho de iniciativa que es, una forma de establecer prácticas que devienen en costumbres por ese derecho de iniciativa y su ejercicio por el Comité Internacional de la Cruz Roja ha dado origen a reglas y procedimientos, a costumbres legales que se van reflejando luego en el Derecho Internacional Humanitario. El derecho de iniciativa lleva al Comité Internacional de la Cruz Roja a ser más y más pragmático, en la medida en que el espectro de sufrimiento humano crezca; se ha dicho que el Comité Internacional de la Cruz Roja, por sus actividades e iniciativas se ha convertido en una “fábrica jurídica”. Eso sí, su creatividad no puede llegar al punto de violar normas en la aplicación de las mismas; constituye una norma fundamental de Derecho 9 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com Internacional Humanitario que las Partes “nunca deberán extralimitarse en la misión que se les asigne”; si en el vasto campo del Derecho en general comprendido el DIH a nadie le es lícito ignorar el derecho, igualmente nadie puede interpretarlo o desarrollarlo de manera tal que lo viole. 7. Precisa una referencia a los usos, las cortesías y las comitas gentium (deferencias de cierto peso) como fuentes del Derecho Internacional Humanitario. En Derecho Internacional Humanitario los usos valen. Así, las personas civiles y los combatientes quedan bajo la protección y el imperio de los principios del Derecho de Gentes, derivados de los usos establecidos; los Reglamentos de La Haya (1907) establecen “...las poblaciones y los beligerantes quedan bajo su salvaguardia y sobre el imperio de principios del Derecho de Gentes, que resultan de los usos establecidos entre las naciones civilizadas”. Están los usos como normas jurídicas formadas fuera de la ley, a los que se atribuye fuerza obligatoria en aquellas materias respecto a las cuales nada disponga la ley. Y están los usos (y costumbres) de las guerras terrestres, marítimas y aéreas. Pero una cosa es un uso producto del insuficiente desarrollo del Derecho Internacional Humanitario y otra cosa es un uso producto del propósito de violar el Derecho Internacional Humanitario. Cortesías son practicas determinadas en las relaciones entre Estados, no para considerar que están obligados a ellas cuanto que para facilitar las relaciones internacionales. Otra cosa es la comitas gentium (deferencias de cierto peso), que es un conjunto de reglas que los Estados observan en sus relaciones en virtud de un acuerdo tácito, pero que no son obligatorias jurídicamente. Algo más queda por decir sobre la costumbre y otras fuentes, y es que puede desarrollarse en el marco de los Estados un Derecho Consuetudinario particular, valido sólo en esa área, y esto sucede con el Derecho Internacional Humanitario. La característica del Derecho Internacional Humanitario es que surge en el ámbito internacional (Convenio de 1864 y otros a ese nivel) y luego alcanza al plano nacional de los Estados, a diferencia, por ejemplo, de los Derechos Humanos, que primero vienen establecidos por algunos Estados (Carta Magna inglesa de 1215 y “Bill of rights” de 1688 y Declaración de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa) y luego se constituyen en el orden internacional (Declaración de los Derechos Humanos de 1948). Pero sucede también que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja realizan las actividades humanitarias de conformidad con sus propios Estatutos y la legislación nacional así como con arreglo de los Estatutos del Comité Internacional de la Cruz Roja. 10 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com 8. El entorno internacional de nuestros días, el llamado Nuevo Orden Mundial, dista mucho de ser el más propicio para el Derecho Internacional Humanitario, su respeto y aplicación y por ende, de lo que constituye su Derecho Consuetudinario. Prima una verdadera involución conceptual o real del Derecho Internacional Humanitario que, en el orden de su Derecho Consuetudinario se manifiesta de manera acusada. La involución del Derecho Internacional Humanitario comienza por la propia alteración de sus fuentes. A la costumbre válida y con validez se sustituye el precedente, que se pretende sentar como norma que no guarda relación con la costumbre como tal, puesto que se impone con carácter unilateral y ajeno a toda normatividad establecida, convencional o consuetudinaria. No se trata de que tiendan a desaparecer los límites del Derecho de Ginebra y del Derecho de La Haya, se trata de que tienden a desaparecer el Derecho de Ginebra y el Derecho de La Haya. Estamos ante una violación de la norma convencional y de la norma consuetudinaria a la vez. El Nuevo Orden Mundial históricamente distorsiona los conceptos de la guerra y de sus víctimas; aquellas para desconocer el Derecho de La Haya, éstas últimas para convertir las víctimas en simples “efectos colaterales”; desaparecen conceptos tales como los de combatientes y mercenarios para olvidar a los prisioneros y para legitimar a los últimos. Al despersonalizar las guerras obviamente proscribe el Derecho Internacional Humanitario. Así las cosas hay que preguntar en que lugar quedan el ius ad bellum y el ius in bellum y, por consiguiente, el Derecho Internacional Humanitario. Lo que implica que desaparece también la facultas bellandi (facultad de los pueblos) de hacer la guerra por sí y para sí. Se les transforma en “terroristas” en la misma medida en que, a los mercenarios se les enviste la condición de “luchadores por la libertad”. La complementariedad entre Derecho Internacional, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario lleva, por supuesto, a la violación común del Derecho Internacional, de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. La nueva visión del Nuevo Orden Mundial conduce a interpretar el principio de UNICIDAD en el sentido de conducir a una injerencia o intervención humanitaria que es contraria al Derecho Internacional, los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Estamos, con el Nuevo Orden Mundial, ante un Derecho de Ginebra que considera a las víctimas como “efectos colaterales” y un Derecho de La Haya que enuncia el uso indiscriminado de la fuerza “inteligente”, donde norma convencional, consuetudinaria y otras fuentes del Derecho Internacional Humanitario han dejado de existir como tales. 11 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com Nota: No se autoriza la reproducción total o parcial de los documentos publicados sin previo consentimiento y autorización de la Institución. La opinión expresada en este material es responsabilidad exclusiva del autor y no refleja necesariamente los puntos de vista del Comité Internacional de la Cruz Roja y la Cruz Roja Cubana. 12 PDF created with pdfFactory Pro trial version www.pdffactory.com